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No son las presidenciales, son las condiciones y las sanciones
Henos aquí con otro capítulo anunciado al rodar el revocatorio 2022 mediante las patrañas de la tiranía: la carrera en tropel a las elecciones presidenciales 2024

 

@froilanbarriosf

Equivocarse en gramática, en matemáticas o cualquier ciencia natural pudiera impactar puntualmente la actividad humana. En el caso de la política es otra cosa: los errores en ocasiones terminan en tragedias que afectan a millones de seres humanos. Mientras las elites y sus familias se protegen con sus fueros, el que arrea −es decir la población− sufre las consecuencias del mal proceder de sus dirigentes. 

Esa entre otras razones ha sido el origen de la tragedia vivida por el pueblo venezolano en el siglo XXI. Al presenciar cómo en repetidas oportunidades la casta criminal gobernante burla a su oponente opositor, quien, contando con el impenitente apoyo ciudadano, le ha visto correr proverbialmente con el rabo entre las piernas sin justificación alguna. 

Henos aquí con otro capítulo anunciado al rodar el revocatorio 2022 mediante las patrañas de la tiranía: la carrera en tropel a las elecciones presidenciales 2024. El publicitado mantra de 2019 “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” se abandona como a fiesta de arrabal; y se asume el nuevo derrotero de las elecciones presidenciales para acabar con la dictadura. Ello, sin presentarle balance alguno a los fervorosos ciudadanos que, en diciembre 2015, eligieron una Asamblea Nacional que fuera capaz de conducirlos a la reconquista de la democracia.

Ir a cualquier proceso electoral con un CNE cuyo ejercicio es lo más parecido a una comisión electoral del régimen, quien maneja en todas las fases un sistema manipulado es atarnos de pies y manos. Desde el padrón electoral hasta la permisividad abusiva del Ejecutivo y del Plan República; desde la fragmentación judicial de los partidos políticos, hasta la inhabilitación de sus dirigentes. Participar es llevarnos nariceados a un acto bochornoso de entrega del ejercicio de la presidencia al usurpador hasta 2030. 

Quien luego de haber originado su mandato con la ilegal constituyente de 2017, las no menos inconstitucionales elecciones presidenciales de 2018 y las caricaturescas regionales de 2021, ha sido sancionado mediante el desconocimiento de su gestión por la comunidad internacional.

Pues bien, de lograrse esa trama para 2024 a espaldas de la ciudadanía, alcanzaría un grado de legitimidad incluso superior al resultado cuestionado de 2013. 

Lo preocupante de tan infausta política es que adicionalmente se pide a la comunidad internacional la disminución o suspensión de las sanciones a quienes son señalados por tribunales de EE. UU. y la Unión Europea como mandatarios narcotraficantes y promotores de redes internacionales de contrabando de narcóticos y de crímenes de lesa humanidad. 

Sentarse en México a dialogar no es un delito. Pero levantarles el castigo que los ha obligado a sentarse a la mesa de negociaciones es pretender fungir de chico bueno para que la tiranía ablande su resistencia. Cuando es la presión mediante las sanciones que deben mantenerse para lograr la vuelta a la democracia a nuestro país.

Pretender ignorar que el desenlace de la tragedia nacional pasa en primer lugar por lograr condiciones electorales decentes, que motiven al pueblo a participar es una cuestión clave antes de pensar en candidatos y en convocatoria a primarias presidenciales. Hacer lo contrario determinará una oportunidad perdida como las que se han dilapidado a lo largo del siglo XXI.

Los resultados de la mesa de negociación de México tendrán una aceptación del lastimado pueblo solo si resuelven votaciones libres con un sistema electoral democrático, en un marco de liberación de los presos políticos y de participación de los partidos políticos y de la sociedad civil. 

De lo contrario será un bodrio que alejará aun más al ciudadano de su opaca dirigencia política. La misma que se niega a integrar al resto de factores sociales, económicos y académicos manteniendo el monopolio absoluto de la representación política. A pesar del descrédito monumental que la caracteriza.

*Movimiento Laborista.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Lo bueno de las megaelecciones del 21-N (1/3)
Con este artículo comenzamos el tríptico Lo bueno, lo malo y lo feo de las megaelecciones del 21-N

 

@victoralvarezr

Estos comicios se llevaron a cabo en condiciones muy difíciles. No solo por la falta de independencia de los poderes públicos, inhabilitaciones políticas, intervenciones judiciales de partidos, ventajismo oficialista y deterioro general de las condiciones electorales, sino también por una larga campaña en la que los partidos más importantes de la oposición repitieron una y otra vez que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en las megaelecciones es convalidar la farsa electoral del régimen”, y desacreditaron al voto, al árbitro electoral y a la propia la ruta electoral.

La designación de un nuevo CNE que se propuso llevar a cabo un arbitraje institucional estimuló la participación de la oposición abstencionista que no había concurrido a las elecciones parlamentarias, presidenciales y regionales anteriores.

Para tener una idea más clara de lo logrado y aún queda pendiente, compartiremos un balance de lo bueno y lo malo del proceso electoral en general. Nos apoyaremos en la declaración preliminar de la MOE-UE, en el Informe del Observatorio Electoral Venezolano (OEV) y en la matriz de opinión pública que surgió al calor de los comicios del 21-N.

El nombramiento de un nuevo CNE

Con una representación de rectores más confiables y creíbles para el país descontento y opositor, fue el acuerdo político más importante para estimular la participación electoral de los abstencionistas. Hoy se aprecia un creciente consenso que reconoce al actual CNE como el más equilibrado de los últimos 20 años. Independientemente de la simpatía política de los nuevos rectores, con el fin de recuperar la confianza en la institución del voto y en la ruta electoral, han hecho un gran esfuerzo por llevar a cabo un arbitraje institucional; y la mayoría de las decisiones se han tomado por consenso a través del diálogo interno.

Actualización del Registro Electoral

La participación en las jornadas de actualización del registro electoral fue alta en comparación con elecciones anteriores. El CNE contabilizó 394.242 nuevos votantes y 1.024.367 cambios de dirección. El registro electoral definitivo quedó con 21.267.813 votantes.

Realización de auditorías

La última auditoría integral fue en 2005. El cronograma electoral de la CNE incluyó 16 auditorías de diferentes etapas del proceso electoral, desde el registro electoral y el sistema automatizado de votación, hasta la configuración de las máquinas de votación antes de su traslado a los estados.

Fiabilidad de las máquinas de votación

A contrapelo de las leyendas urbanas que difunden la idea de que el sistema automatizado no protege el secreto del voto y que el oficialismo puede alterar la elección de los votantes, expertos de universidades venezolanas realizaron una auditoría exhaustiva del sistema automatizado de votación que incluyó las máquinas de votación, el sistema de totalización, el hardware y dispositivo de identificación biométrica y la base de datos de huellas dactilares. La evaluación de los expertos fue positiva y su informe final declaró que el sistema presentaba suficientes garantías para proteger la integridad y el secreto del voto.

Capacitación de miembros de mesa

50.756 miembros de mesas seleccionados por sorteo público recibieron formación. Otros 43.516 participaron de forma voluntaria. El CNE formó más de 90.000 miembros de mesa, suficiente para las 30.106 mesas que se instalarían a lo largo y ancho del territorio nacional.

Designación de testigos electorales

Los partidos políticos atendieron al llamado de designar y capacitar sus testigos electorales. En la mayoría de las mesas las corrientes más importantes del gobierno y la oposición tenían representantes para observar el proceso y defender sus votos.

Instalación oportuna de las máquinas de votación

El traslado de las 30.106 máquinas distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional exigió un complejo proceso logístico. Con dos días de anticipación se instaló el 99 % de las máquinas en los centros de votación.

Una campaña electoral cívica y en paz

En cualquier país del mundo, las campañas electorales suelen ser eventos en los que se desatan muchas emociones y pasiones humanas. La campaña electoral fue bastante corta y se desarrolló en un ambiente tranquilo, sin mayores incidentes ni situaciones que lamentar.

Votación y transmisión sin novedad

Las máquinas transmitieron los resultados sin problemas y en las mesas donde no se pudo transmitir, en la mayoría de los casos los miembros de mesa actuaron según el procedimiento establecido. El recuento de los comprobantes de papel también se consideró bueno.

En el próximo artículo haremos un balance de los problemas que empañaron la jornada electoral y que plantean una hoja de ruta sobre los asuntos pendientes que es necesario corregir y mejorar para lograr que en Venezuela se realicen elecciones a tono con los estándares internacionales. Hasta entonces.

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Las condiciones que se lograron para elecciones del #21Nov que no se garantizaron en las parlamentarias
Ramírez acotó que las elecciones del 21 de noviembre marcan «el inicio del ciclo de la reconstrucción de la ruta electoral»

Foto: Reuters

Para las próximas elecciones regionales y municipales, que se celebrarán el 21 de noviembre, se lograron condiciones que no se garantizaron en las parlamentarias de diciembre de 2020.

En un foro realizado por el Foro Cívico de Venezuela, llamado «¿Qué ganamos con el Voto?, Elecciones Municipales y Regionales», realizado el lunes 8 de noviembre, la activista Mariela Ramírez explicó cuáles son esas condiciones.

A juicio de Mariela Ramírez, «gracias a la articulación de varios actores se han logrado cinco condiciones importantes» para las próximas elecciones regionales y municioales, como un Consejo Nacional Electoral (CNE) renovado «que además es el menos desequilibrado de los últimos 20 años».

También, la ampliación de lapsos de inscripción en el Registro Electoral, «para movilizar con nuestra acción cívica a más de 1.300.000 para actualizar sus datos o inscripción de nuevos votantes, se superó las cifras de 400.000 nuevos votantes».

 

Por otra parte, Ramírez destacó la habilitación de algunas «tarjetas electorales» que permitieron mejorar la oferta electoral en términos de pluralidad».

Sin embargo, advirtió sobre algunos retrocesos con la inhabilitación de candidatos a última hora. «Invito a la población a que seamos vigilantes de estas violaciones», señaló.

Ramírez destacó también el logro de lograr la observación internacional electoral de la Unión Europea y un panel de expertos de la ONU, lo que, a su juicio, «abrirá las puertas a la posibilidad de la asistencia electoral y de acompañamiento a futuro de la ONU”.

«No ha sido sencillo, pero hemos conseguido que la observación internacional sea un hecho cierto en Venezuela, no solo para este evento, sino en un proceso de mediano y largo plazo para llegar a tener elecciones verdaderamente libres y justas en Venezuela”, dijo.

Transformar la institucionalidad

De acuerdo con Mariela Ramírez, es necesario transformar la institucionalidad venezolana en una que sea sólida.

“Es importante lograr una institucionalidad que goce del reconocimiento de todos, un conjunto de venezolanos de equis dimensión considera que las instituciones son legítimas, pero quienes luchamos por la recuperación de derechos perdidos no lo vemos así, porque son instituciones surgidas de elecciones viciadas», expresó.

Sin embargo, reconoce que los venezolanos coinciden en que las instituciones «no están dando soluciones a los problemas en materia de salud, educación, salario, servicios públicos, etc».

 

«Para que las instituciones ofrezcan soluciones deben tener reconocimiento de todos, y eso es una de las cosas que motiva las acciones del Foro Cívico. Tenemos que trabajar unidos para que ese reconocimiento sea posible y por eso debemos hacer un esfuerzo colectivo para recuperar el derecho a elegir”, añadió.

*También puede leer: Voto Joven: La ciudadanía debe protagonizar la reconstrucción del camino electoral

El esfuerzo

La activista señaló que, desde el 2017, el Foro Cívico ha articulado esfuerzos de diversas organizaciones para construir un consenso sobre cómo reconstruir la ruta electoral.

Entre el trabajo llevado a cabo, señala la incidencia que tuvieron en el nombramiento de un nuevo CNE, con el objetivo de llevar al reconocimiento de todas las instituciones para que, con el voto, se puedan construir elecciones limpias «para una institucionalidad reconocida por todos».

 

También, agregó que postularon 15 candidatos y obtuvieron cuatro rectores, señalando el caso de Roberto Picón, rector principal, como un «caso inédito durante el largo período del proyecto chavista», así como tres rectores suplentes.

“Hemos trabajado documentando, difundiendo las violaciones a nuestros derechos. No basta decir que no hay garantías ni condiciones, lo hemos documentado y lo hemos llevado a órganos de protección universal y hemos luchado por años en pedirle a los órganos de protección internacional que observen la elección», sumó.

Reconstrucción de la ruta electoral

Ramírez acotó que las elecciones del 21 de noviembre marcan «el inicio del ciclo de la reconstrucción de la ruta electoral».

En ese sentido, ve en este proceso electoral en marcha «para diseñar una hoja de ruta que permita la construcción de una democracia nueva y plural”.

«Los invitamos a participar el 21Nov, no podemos ver la pluralidad desde una lógica binaria, sino como una oportunidad de diferentes visiones de cómo trabajar en municipios y alcaldías donde la vida cotidiana está tan influenciada», finalizó.

Condiciones políticas son más decisivas que condiciones electorales

@victoralvarezr

Las condiciones electorales deben ofrecer a todos los competidores las mismas oportunidades de ganar o perder, sin ventajismos a favor de alguno de los candidatos o partidos. Implica imparcialidad de los medios de comunicación públicos, la no utilización de recursos del Estado a favor de una parcialidad política, regulación de las campañas electorales, fiscalización del origen de los gastos y observación internacional.

En Venezuela se despliega una permanente persecución, encarcelamiento y exilio forzoso de líderes de la oposición; se abusa de la inhabilitación política para sacar de la contienda a candidatos ganadores, se ilegalizan partidos políticos o se les despoja de los nombres y símbolos para entregárselos a disidentes que le hacen el juego al gobierno.

Ciertamente, las condiciones electorales son muy desventajosas. Pero no anulan la enorme ventaja que otorgan las favorables condiciones políticas derivadas del 80 % de rechazo a los candidatos del gobierno. La fuerza electoral del chavismo viene cayendo, el malestar nacional continúa creciendo, pero la oposición se sigue absteniendo.

En las presidenciales que se convocaron en 2013, luego de la muerte de Chávez, Nicolás Maduro casi pierde con Henrique Capriles: obtuvo 7.587.579 votos frente a 7.363.980. La diferencia fue de apenas 223.599 votos. A partir de entonces, el caudal electoral del oficialismo se debilita. La dinámica entre las presidenciales de 2013 y 2018 revela que el voto de Maduro baja en números absolutos, pero aumenta en números porcentuales: en 2013 sacó 7.587.579 votos equivalente a 50,51 % y en 2018 sacó 6.248.265 votos, equivalente a 66,51 %. Esto lo explica la abstención de la oposición.

Las ventajosas condiciones políticas pueden ser más decisivas que las desventajosas condiciones electorales, siempre y cuando se haga el trabajo de organización política para capitalizar electoralmente este enorme descontento.

Pero la dinámica del voto opositor entre las parlamentarias de 2015 y 2020 es catastrófica: se derrumba en números absolutos y se hunde en números porcentuales debido a que los partidos más importantes decidieron abstenerse y los que participaron se presentaron divididos. La oposición venezolana no logra capitalizar electoralmente el enorme rechazo al gobierno porque se abstiene o postula varios candidatos que dispersan los votos, facilitando el triunfo de los candidatos oficialistas que a lo sumo mueven el 20 % de los votantes.

Muchos dirigentes de la oposición venezolana, en vez de sudar la camiseta y gastar la suela recorriendo el país para movilizar electoralmente a la ciudadanía que quiere un cambio de gobierno, siguen esperando que su ascenso al poder sea el resultado del endurecimiento de las sanciones y de una mayor presión internacional.

No celebran primarias para elegir los candidatos unitarios, no organizan su maquinaria electoral, no preparan los testigos que defenderán los votos, no arman una fuerza de propaganda que promueva los candidatos.

Siguen desconectados del sentir nacional y, en vez de ofrecer al país opositor opciones de organización política, deciden abstenerse.

Y desde la contemplación pasiva de quienes se abstienen, nuevamente se allanará el camino para que los candidatos del oficialismo ganen.

La intervención internacional, lejos de contribuir a unir a la oposición, lo que ha hecho es dividirla aun más. “Debido a su rol en actos y decisiones que socavan la democracia o como resultado de graves violaciones de derechos humanos”, la UE sancionó a 19 funcionarios, venezolanos entre quienes figura un rector de la oposición en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y dos diputados de la oposición que fueron considerados como cómplices de una farsa electoral montada por el régimen.

Muchos líderes sociales con arraigo popular que se quieren postular, y pueden ganar, han decidido inhibirse por temor a ser sancionados e incluidos en una misma lista junto a funcionarios acusados de violar derechos humanos.

A fin de lograr candidaturas unitarias para las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes, lo que el 80 % de venezolanos que rechaza al gobierno de Maduro espera de la comunidad internacional no es una clasificación de la oposición en auténtica oposición, supuesta oposición y alacranes, sino una mediación eficaz que facilite el entendimiento. No solo entre el gobierno y la oposición, sino también entre las diferentes corrientes de la oposición; incluyendo los factores de izquierda que se desmarcan de la coalición gobernante del Gran Polo Patriótico.

Pero la UE no reconoce la Asamblea Nacional electa en las parlamentarias del 2020 y, siendo coherentes, tampoco reconocerá sus actos. Esto anuncia un inminente desconocimiento tanto del nuevo CNE, cuya elección está en marcha, como también de las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes previstas para diciembre de este año.

La unidad de la oposición no se logrará exacerbando las descalificaciones entre los diferentes partidos y dirigentes, ni desconociendo cada elección que en Venezuela se realice. Eso no ayuda a retomar la ruta electoral ni a reconstruir la confianza en el voto para aprovechar unas favorables condiciones políticas, mucho más decisivas que las desventajosas condiciones electorales.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Carta abierta a una carta abierta, por Julio Castillo Sagarzazu

@juliocasagar

Un grupo de valiosos venezolanos, la mayoría de los cuales son buenos amigos de vieja data, han recurrido al muy respetable expediente de poner negro sobre blanco sus ideas acerca de la situación política actual y dirigirle una carta abierta a Juan Guaido, que, para quien esto escribe, es el presidente interino de Venezuela y para ellos, la principal referencia de la oposición. Una diferencia importante, pero que no invalida ni su respetable iniciativa y mucho menos el deber de debatir ideas que se deriva del hecho de que estas se planteen con claridad, como ellos han hecho.

Palabras más, palabras menos (todas ellas muy bien escritas y articuladas) le plantean que se ponga al frente del proceso electoral que elegiría gobernadores y alcaldes este año. Hasta aquí todo impecable. Esa debería ser la actitud de Guaidó en una democracia normal. Lo que ocurre es que Venezuela no es una democracia normal. Es más, ni siquiera es una democracia. Si para algo califica el régimen de Maduro es para ser considerado, más bien, una dictadura.

La carta evita esta consideración y usa el término autocracia. No queremos entrar en un debate semántico, pero una dictadura implica una anomalía sistémica del régimen y una autocracia solo hace referencia al autoritarismo del gobernante.

Esta primera caracterización es importante porque la carta pareciera obviar que el régimen venezolano funciona sistémicamente como un negador de libertades en todos los terrenos.

Y en el que nos ocupa, el terreno electoral, sus instituciones están concebidas y, cada vez mejor diseñadas, para evitar la pérdida del poder. Sin que caigamos en ninguna exageración, podemos afirmar que el sistema electoral venezolano, está en un nivel parangonable al de que cuenta “los votos” en Cuba y al que los contaba en la extinta Unión Soviética.

¿Eso quiere decir que vamos a desertar el terreno de la lucha electoral? ¡NO!, para nada. No debemos abandonar ningún escenario de lucha, ni el social, ni el gremial, ni el económico, mucho menos el electoral. Lo que quiere decir justamente es que el tema del sistema electoral hay que colocarlo en el corazón de una política opositora, acompañando el de la tragedia social de nuestros compatriotas.

El tema de las condiciones para participar en un proceso electoral es tratado en la carta. Pero es tratado como un “ítem” de la lucha y no como el central. De alguna manera se hace eco de la especie que trata a las condiciones como un capricho de la oposición; como una excusa para abstenerse.

Esta posición obvia un tema central: los venezolanos no confían en el sistema electoral. Todos los llamados de nuestros amigos el 6D no surtieron efecto. ¿Por qué surtirán efecto ahora?

¿Cuál es la razón por la que debemos soslayar el poderoso apoyo de las democracias más importantes del mundo que nos acompañan para lograr esas condiciones? Y, lo que es más importante, presionan al régimen de Maduro para una negociación que logre ese objetivo. ¿Por qué no empujamos todos en ese sentido? ¿Por qué debilitamos nuestra capacidad negociadora, ofreciéndole en bandeja de plata a Maduro el argumento de que las condiciones no son necesarias, porque él ya tiene “una oposición” que acepta ir a unos comicios con sus reglas y organismos electorales?

Hemos mencionado la palabra NEGOCIACIÓN (en mayúsculas adrede) y coincidimos con ustedes en que “la política es el arte de los posible” ¿Por qué entonces, no presionamos juntos para que tal negociación ocurra y podamos tener unas condiciones que estimulen a los venezolanos a ir a votar?

¿Por qué no ponemos el acento, más bien, en discutir entre nosotros, cuáles serían esas condiciones? La AN aprobó un decálogo de ellas en demostración de que no es militante de la “abstención en dictadura”. A requerimiento de la UE se concentraron en 5 condiciones, demostrando de nuevo que queremos votar y también elegir. Maduro lo que hizo fue dar un portazo en la nariz a Borrell.

¿No merecería Maduro una carta abierta también exigiéndole que se siente a negociar?

A veces echamos de menos que todas las exigencias para validar la democracia se hagan a Guaidó, como si él fuese el responsable de su degradación. Es Maduro y su régimen quienes la han violentado. Este no es un elemento menor.

¿Qué tal si escribimos otra carta, esta vez siendo todos, “los abajo firmantes” convocándonos a un gran debate nacional sobre las condiciones necesarias para ir a votar y que culminara en el compromiso de aceptar todos una formula unitaria para participar electoralmente? A las dictaduras hay que exigirles y presionarlas. No es válido el argumento de acuerdo con el cual no debemos pedirles, porque nunca van a aceptar.

Si eso ocurriera, si nos atrevemos a debatir y a comprometernos con las resultas de ese debate, no solo Juan Guaidó se pondría al frente de un movimiento para ir a votar, sino que es seguro que estaría al frente de más de 20 gobernadores y 300 alcaldes, en la lucha por la libertad de Venezuela.

Estamos a tiempo.

¿Si votamos, ganamos?

¿Si votamos, ganamos?

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Condiciones rima con elecciones

@juliocasagar

Todos los demócratas queremos votar. Aun no aparece el mecanismo político que permita expresar la voluntad de una sociedad que no sea el que implica la consulta a los ciudadanos a través del voto. El principio de que la soberanía reside en el pueblo y que la ejerce a través del sufragio es de honda raigambre civilizatoria. No es (como ninguno) un mecanismo perfecto, como tampoco lo es la democracia; pero es el válido para tomar las grandes decisiones, como la de escoger a quienes van a gobernarnos.

Los venezolanos queremos votar (todas las encuestas lo indican) pero queremos que nuestro voto valga, sea respetado y que las condiciones para ejercerlo no lo hagan nugatorio e ineficaz (también lo dicen las encuestas). Aquí, como decían los abuelos, “es donde está mi Dios sentado”

Veamos por qué estas condiciones son indispensables y qué argumentos juegan para recuperar el valor del voto como arma de los hombres y mujeres libres para decidir:

 Primero

Todos nuestros aliados internacionales. Todas las organizaciones políticas que sostienen la alianza opositora, han planteado la necesidad de lograr condiciones para participar en los procesos electorales que se han convocado, incluso para los que se han convocado en inobservancia de la Constitución y las leyes: no ha sido, entonces, una posición ni exquisita ni caprichosa.

Solamente se han desmarcado de esta posición algunos dirigentes políticos que, reclamándose opositores, no han considerado necesario exigir estas condiciones para presentar sus candidaturas. Nos referimos a algunos muy importantes: excandidatos presidenciales y jefes de partidos históricos del país. En efecto, con todo su background a cuestas, ni Eduardo Fernández, Claudio Fermín, Henry Falcón, Felipe Mujica, un pastor con miles de seguidores y exchavistas que tuvieron importantes cargos, como el exalcalde Barreto, pudieron convencer a los venezolanos de que fueran a unas elecciones sin garantías. Los resultados del 6D están allí para demostrarlo. No creemos que esta tendencia se pueda cambiar en el corto plazo ni que haya otros liderazgos alternativos que puedan lograr lo que estos señores no pudieron.

 Segundo

Se suele decir que el último logro electoral, el del 2015 con la Asamblea Nacional, se consiguió con condiciones similares a las de hoy en día. Creemos que esta afirmación no es cierta. Mucha agua ha corrido bajo el puente. Nos limitaremos a señalar los siguientes hechos que hacen que no sea asimilable el ejemplo del 2015 porque las condiciones han variado sustancial y negativamente para las fuerzas democráticas. Síganos al siguiente párrafo donde trataremos de explicarlo.

No es cierto que el régimen se resignó y aceptó de buen grado su derrota, como debería haber ocurrido si Venezuela fuera una democracia. En efecto, a los pocos días el TSJ “anuló”, porque le dio la gana, la elección de los diputados de Amazonas para evitar los 2/3 que se habían logrado. A las pocas semanas declaró en desacato a la Asamblea Nacional, con lo cual, de un solo plumazo, acabó con la maravillosa victoria electoral.

Años después, con la ayuda de las bandas armadas paramilitares y la de Los Alacranes también despojó a la Asamblea de su sede. Meses atrás, había suspendido el presupuesto y los diputados y empleados dejaron de cobrar. Los servicios públicos del Capitolio fueron igualmente suspendidos. Como se nota, no aceptaron su derrota y se vengaron, como hacen los arbitrarios.

 Tercero

La cosa, no obstante, no se limitó a las agresiones a la AN. Poco a poco se fueron configurando reformas legales y se tomaron decisiones políticas para asegurarse de que nunca más la oposición pudiera vencerlos en unas elecciones. Se dijeron, como también nuestros abuelos decían: “perro macho lo castran una sola vez”. Así las cosas:

a) persiguieron e inhabilitaron a líderes políticos; confiscaron partidos políticos y les fueron entregadas estructuras, símbolos y tarjetas a Los Alacranes;

b) persiguieron y lograron el exilio al TSJ designado por la AN y boicotearon la designación de un CNE apegado a la ley;

c) reformaron inconstitucionalmente la ley para crear caprichosamente un mecanismo de elección y un número inflado de diputados que les garantizarían la mayoría aun teniendo menos votos.

 Cuarto

En lo directamente electoral se aseguraron de:

a) acabar con el equilibrio en la configuración de los centros y mesas de votación: mantienen el sorteo de los miembros de mesas, pero al no convocarlos a los cursos, los sustituyen (con ese argumento) 24 horas antes y designan a dirigentes oficialistas. Es decir, acabaron con la afirmación de que hay que tener gente en todas las mesas para evitar el fraude. Ahora TODOS son chavistas;

b) han logrado cambiar de centro de votación (24 horas antes) hasta el 15 % de los electores de los centros donde saben que han perdido siempre las elecciones;

c) crearon más de 600 centros de votación con una sola mesa que están en casas de partidos o locales donde solo pueden entrar ellos;

d) NUNCA han mostrado los cuadernos de votación para que se pueda confrontar la coincidencia, o no, con los votos emitidos.

e) no volvieron a permitir la presencia de público en los escrutinios y en las mesas donde se hace la verificación de votos depositados. Y las mesas donde se hace la auditoria de ley son escogidas ANTES de la votación y no de manera aleatoria, como dice la ley;

f) el Plan República ha desalojado masivamente a testigos opositores que insisten en señalar irregularidades,

g) el voto “asistido” es común en centros apartados;

h) como manejan información en tiempo real, a través, de las captahuellas, ordenan operaciones morrocoy en aquellos centros donde saben que están votando muchas personas de la lista Tascon.

A todo esto hay que agregarle el ventajismo institucionalizado, el uso de recursos del Estado, las amenazas, las presiones y la manipulación de la que hemos sido testigos y que existen desde que comenzó el experimento chavista en el país.

 Quinto

A pesar de todo esto, es  plausible y necesario que se desarrollen iniciativas que nos lleven a recuperar el valor del voto. Ahora bien, la posición que al final decida tomar la oposición democrática sobre este particular debe ser tomada en unidad y en un proceso en el que todos puedan opinar. No solo los partidos sino toda la sociedad civil organizada.

 Sexto

Ese debate deberá incluir cuáles son las CONDICIONES MÍNIMAS que se deben exigir para participar en los comicios y también, como es obvio, los mecanismos de escogencia de los candidatos que garanticen que se presente un candidato unitario.

Este es un debate en el que están interesadas las regiones obviamente, pero que debe resolverse nacionalmente. Sería una tragedia que cada estado tomara por su cuenta decisiones aisladas y desvinculadas del objetivo general de enmarcar esta lucha en la estrategia de salir de la pesadilla en la que vive todo el país.

Estos mecanismos se han puesto en movimiento en TODOS los compromisos electorales. En TODAS, ABSOLUTAMENTE EN TODAS, las elecciones regionales la oposición democrática ha conseguido caminos unitarios para escoger candidatos a gobernadores, alcaldes, legisladores y concejales. Un trabajo difícil, puesto que se trata de miles de cargos, pero –repetimos- siempre se ha resuelto unitariamente y con normas acordadas previamente. Esta no debería ser la excepción en caso de que se resuelva participar.

 Séptimo

Finalmente y no menos importante, hay que señalar que toda la comunidad internacional está conteste en ayudar a la sociedad venezolana a llegar a este objetivo. Lo sensato es que acompañemos este esfuerzo y pongamos de nuestra parte para que esta presión se alinee internacionalmente para lograr el objetivo de conseguir estas condiciones.

No podemos decirles a nuestros aliados, de la noche a la mañana, que hemos cambiado de opinión 15 días después de no participar en la farsa del 6 D por falta de condiciones; que ahora participaremos sin importarnos si esas condiciones cambian o no.

Condiciones rima con elecciones y la preceden. No por mucho madrugar va a amanecer más temprano. Sin tregua, pero sin pausa, debemos avanzar unidos y en orden para que este episodio de unas eventuales elecciones regionales nos ayude en el objetivo supremo de conquistar la libertad para Venezuela.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

La UE asegura que su misión en Venezuela no es clandestina
Según la portavoz de Exteriores, la Misión fue enviada a Caracas para promover condiciones mínimas,

La misión diplomática enviada por la Unión Europa (UE) a Caracas no es clandestina, según dejó claro este viernes, 25 de septiembre, la Comisión Europea.

Al respecto, la portavoz de Exteriores, Nabila Massrali, aseguró en la rueda de prensa que los países de la UE fueron informados antes del viaje.

“No es una misión clandestina”, los países de la UE “habían sido informados” antes del viaje, subrayó la portavoz de Exteriores.

Esta misión fue enviada a Caracas para promover condiciones mínimas, de cara a la celebración unas elecciones parlamentarias democráticas en Venezuela.

Asimismo, la portavoz señaló: «El mandato es para continuar las negociaciones con el Gobierno y la oposición en Venezuela para lograr una transición pacífica en el país», ha añadido.

 

Esta aclaratoria llega luego que el Partido Popular Europeo (PPE) emitió una queja contra el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, por el envío de la misión.

Según el texto, los populares pidieron explicaciones por la maniobra diplomática, sin descartar pedir su comparecencia parlamentaria en el siguiente Pleno.

También, lamentaron que la iniciativa se gestionó a espaldas del presidente interinoJuan Guaidó, y «blanquea» al «régimen tiránico» de Nicolas Maduro.

Además, compararon el escenario venezolano con el de Bielorrusia para señalar: «Sería impensable enviar una misión de la UE a hablar con el régimen del presidente Alexander Lukashenko».

Con información de Europa Press

Misión de la UE viaja a Caracas para promover condiciones electorales
La misión se reunirá con voces de la sociedad civil, actores de las principales fuerzas políticas y representantes de la Iglesia

Una misión diplomática de la Unión Europea (UE) viajó a Caracas para tratar de promover condiciones electorales en Venezuela, para los comicios legislativos del próximo 6 de diciembre.

En declaraciones a EFE, una portavoz dijo: «Una misión de la UE está en Caracas esta semana para mantener contactos con todas las partes, incluyendo las principales fuerzas políticas, la sociedad civil, académicos, el sector privado y la iglesia».

Asimismo, la fuente señaló que la misión tiene lugar «en el contexto de los esfuerzos por promover unas mínimas condiciones democráticas antes de las elecciones legislativas».

Este envío se produce luego de la reunión ministerial del Grupo Internacional de Contacto impulsado por la UE con países europeos y latinoamericanos que se celebró el 17 de septiembre por videoconferencia.

La misión, despachada por mandato del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, no descarta reunirse con Nicolás Maduro, además de las previstas con algunos de sus ministros.

 

Vale destacar que, a pesar de que la UE envió esta misión, considera que actualmente no se dan las condiciones para las elecciones parlamentarias en el plazo previsto.

La misión de la UE estará encabezada por el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora; y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño.

Con información de EFE