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Opinión

La división es como el cáncer
Sin pausa, fueron creándose islotes de poder en el PSUV. El fallecimiento de Chávez dejó al chavismo despedazado

 

@ArmandoMartini

No como la lepra que abochorna mostrándose en carne viva o la halitosis que huele y angustia. El cáncer suele ir por dentro, agazapado, solo un oncólogo puede detectarlo. En el PSUV dan la impresión de una férrea unión marchando por el mismo camino. Pero no es una verdad tan firme.

El Partido Socialista Unido de Venezuela dejó de ser “el partido de Chávez”, sobre todo después de su muerte por el feroz cáncer que no los cubanos no pudieron curarle, a pesar de la orden del viejo y debilitado Fidel. El galeno tiene estudios, conocimientos de Medicina e instrumentos, pero en el cáncer abundan células trastornadas, enloquecidas en cuerpos que se defienden matándose a sí mismas.

Aún Chávez en vida, iba creciendo un PSUV múltiple, agitado. Un archipiélago de islas que, como en la historia de Gulliver, tenía cada una pueblo, gobierno, haberes e intereses. Coincidían en la sedienta e inmisericorde necesidad de atesorar, enriquecerse, desconociendo la eficiente y lenta política estratégica. Iban alimentando diferencias en los senderos a seguir, no todo el mundo llega al poder ni a la riqueza por la misma vía.

Se fueron gestando grupos de militares unidos por el comando de un jefe obligado a decidir ascensos por encima de la capacidad, para tranquilizar egos y debilitar mitos.

Chávez cayó en la anticuada confusión de que los militares, por serlo, son buenos para todo. Aunque sea muy diferente comandar un batallón que gerenciar una empresa. Situación ventajosa para el líder, pero inconveniente para el país: creer que un castrense puede hacer buena gestión en un cargo civil especializado es una cándida chifladura. Electricidad y petróleo son buenos ejemplos.

Sin pausa, fueron creándose islotes de poder en el chavismo. Chávez nunca nombró sucesor, y haber pedido que eligieran a Nicolás Maduro en caso de que a él terminara llevándoselo la pelona, fue solo montar un puente entre él y el futuro. Murió, nunca fue pajarito y aunque lo hubiese sido, las aves pían, no hablan.

Su fallecimiento dejó al chavismo despedazado, como piezas de un rompecabezas en manos de un niño negligente y de dirigentes de cualquier nivel tratando de asegurar su cuota y escalafón. Surgieron jefaturas, las del gobierno ejecutivo y familiares; poder militar, maquinaria partidista oficialista, el islamismo y derivados; el negociado entre bribones y la “justicia” imparcial presidiaria. Sin embargo, descubrieron que se necesitaban, que si uno se apartaba los otros caían al suelo.

Pero al mismo tiempo, dentro de cada sector fueron surgiendo y consolidándose grupos. La milicia en conciencia del poder de las armas, el gobierno consciente del poderío de los otros que, formado en la Cuba castrista, fue fortaleciendo su fuerza sin afectar a los demás. Del partido, donde el prevenido al bate asentó potencia y argumentos; sin él no hay gobierno, aunque sin gobierno el partido se debilita y sin el poder de las armas no hay ni gobierno ni partido, por más que se olvide la advertencia de Napoleón, derrotado por creerse ser lo que los demás decían abyectamente era, hizo notar que sentarse sobre puntas de las bayonetas es peligroso y poco confiable.

Los jefes olvidan que el tiempo pasa pero las ambiciones no dejan de prosperar. Los militares creen que sin ellos el poder usurpador se esfuma, y este piensa que sin él los castrenses caen en desgracia y olvido. El PSUV se encuentra con la realidad de un partido desacreditado entre fracasos y desesperación popular, con dirigentes a quienes no les son suficientes franelas rojas para calmar reclamos.

Allá, en la lejana tierra de extraditables, se dicen preocupados, pero la colaboración hace el trabajo dedicado y con satisfacción. Amenazan con cantinfladas, y más allá de lo cantinflesco que es casi todo, empezaron a lavarle las ensuciadas caras de inocentes, en un contubernio dialogante, cuyo primer y único resultado es la alianza entre ñángaras y representantes del apretón de manos, entre alacranes contentos que se comportan como focas, atiborrados de prebenda y financiamiento.

Las elecciones regionales son un invento del castro-madurismo para dividir la oposición por afanes de poderes locales. No obstante, pueden profundizar divisiones en la que parece ser una estructura vertical de poder. La que mata no es la ametralladora, sino el ametrallador.

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Entrevista | Bettina Lobo: “En las redes intento ser mi versión más auténtica
“En las redes sociales es bueno ser uno mismo; se puede ser exitoso mostrando su lado verdadero”, Bettina Lobo.

 

@cjaimesb

Conocí a Bettina Lobo cuando cantó el Ave María en la boda de su hermana. Todos los que estábamos en la iglesia nos sentimos cautivados –y electrizados- por su talento, su carisma y su humildad al recibir, al final de la misa, tantos halagos. Esa humildad es una de sus grandes virtudes: sabe lo que ha logrado y está consciente de lo que le falta.

Desde niña manifestó su amor por el canto… Curiosamente comenzó con un género nuevo para ella, la ópera. Desde entonces no ha dejado de aprender, de estudiar, de prepararse. Bettina Lobo actualmente vive en los Estados Unidos, donde espera conseguir una puerta que se le abra, específicamente en Broadway. Su lema es “el que persevera, vence”. Y la verdad es que Bettina no ha hecho otra cosa que perseverar día a día. Trabaja con denuedo en mejorar cada día sus fortalezas. Y aun con más voluntad en lo que considera que tiene que mejorar, como su baile.

A Bettina Lobo la inspiran actrices como Meryl Streep, por su capacidad de mimetizarse; Julie Andrews por su fidelidad a su estilo y Caissie Levy, la canadiense que le dio vida a Elsa, el personaje de Frozen en Broadway, por su capacidad de triunfar en un país que no era el suyo y de quien ha aprendido muchas cosas, porque fue su profesora en la universidad.

Cree que la familia debe ser siempre la prioridad y no se olvida de dónde viene: Venezuela siempre está en su mente y en su corazón. Recuerden su nombre: Bettina va a triunfar porque tiene todo lo que se necesita para hacerlo en un mundo tan competitivo, duro y demandante como es el del espectáculo.

–¿Cómo empezó tu amor por la música y en particular, el canto?

–Comenzó por mi amor al teatro musical. Desde muy pequeña mis papás siempre nos mostraron a mí y a mi hermana películas de musicales y nos hablaban de lo increíble que era ver las obras en vivo. Desde que vi la película El fantasma de la ópera comencé a cantar las canciones por todos lados de mi casa y descubrí que me encantaba imitar a los artistas de la película, cantando un género que nunca había escuchado –ópera. Así comenzó mi historia de amor con el canto.

Bettina Lobo En las redes intento ser mi versión más auténtica, #Entrevista por Carolina Jaimes Branger
Bettina Lobo: «Cantando ópera comenzó mi historia de amor con el canto».

Poder narrar una historia a través de mi voz es de las cosas que más me trae alegría y saber que mi instrumento puede tocar los corazones de muchas personas es una de las bendiciones más grandes que Dios me ha dado.

La música para mí es magia; sin ella mi vida no sería tan alegre. Al final, es el idioma universal que no importa si no entiendes la letra, puedes sentir la canción o pieza e igual te puede invocar alguna reacción. Apenas sentí que cantando era donde estaba más feliz y me sentía lo más “yo” supe que esto tenía que ser más que un hobby, tenía que dedicarme a hacerlo por todo el tiempo que fuera posible.

–¿Cuándo decidiste seguir ese rumbo con estudios formales?

–Durante mi primaria estuve en el coro del colegio, cantando en las misas y practicando las canciones una vez por semana. Pero no fue hasta sexto grado, cuando abrieron una escuela de música en Caracas llamada School of Rock, que mi mamá me dijo para meterme en clases de canto formales. Yo conocía los calentamientos básicos por el coro, pero aquí fue la primera vez que empecé a descubrir otros géneros musicales y a aprender a moldear mi voz dependiendo del estilo. Ahí comenzó mi camino de entender la voz y conocer mis capacidades con el instrumento.

Luego quise aprender más sobre teoría musical y un poco de piano, entonces me inscribieron en la Escuela de Música Manuel Alberto López por dos años, en los que aprendí muchísimo: fui a campamentos de teatro a lo largo de bachillerato, canté en un coro profesional llamado Arpegio por 6 años, participé en obras, hasta que me mudé a Nueva York para estudiar en la capital de musicales sobre mi pasión número uno: el teatro musical. Básicamente desde los 12 años decidí que esto era a lo que quería dedicarme y lo único que nunca dejé de hacer desde eso momento hasta hoy ha sido cantar.

–Sabes que llegar a Broadway es un largo camino, pero tienes el talento y la disposición. ¿Cuáles son los próximos pasos?

–Sí, ¡es un largo camino! Pero no imposible, si lo quieres lo suficiente. Este año recibimos la increíble noticia de que ¡por fin los artistas internacionales que tienen un permiso de trabajo en Estados Unidos pueden participar en musicales de Broadway! Antes no se podía y esa meta la vi casi imposible por muchísimos años, ahora no lo veo así. Una vez que comiencen a abrir los teatros y las audiciones, a eso me dedicaré. Como decimos en el mundo del teatro, las audiciones son el trabajo de verdad y estar en la obra son las vacaciones.

Hay que aprender a ser constantes y confiar en el talento de uno. Yo soy una cantante fuerte, pero me cuesta horrores bailar tap o hip hop, es un área que sé puedo mejorar y que, una vez que domine, me va a abrir más puertas; ¡así que uno de los pasos definitivamente va a ser tomar clases de baile! (risas). Yo creo que el tiempo de Dios es perfecto y es importante no frustrarse si algo que quieres se está tardando más de lo normal. Solo hay que seguir intentando y por más cliché que suene “el que persevera vence” y en eso creo firmemente.

Bettina Lobo: «Yo soy una cantante fuerte, pero me cuesta horrores bailar tap o hip hop«.

–¿Qué actrices te inspiran?

–Hay muchas actrices espectaculares que me inspiran. La resiliencia de Meryl Streep y su capacidad de ser un camaleón, sin importar el personaje que esté interpretando, es admirable; su profesionalismo me inspira muchísimo. Julie Andrews es mi ídolo, ella comenzó también en el mundo del teatro musical y, a pesar de las presiones de la industria, siempre se ha mantenido muy fiel a quién es ella como persona y como artista. Por último, una actriz de Broadway que se llama Caissie Levy; ella no solo originó el rol de Elsa en el elenco original de Frozen en Broadway y fue Elphaba en Wicked… también fue mi maestra en la universidad. De ella aprendí a ser una mejor narradora de historias, el poder de la voz, a tener disciplina y a creer en mí misma. Y que, a pesar de la fama y reconocimiento, la familia tiene que seguir siendo la prioridad número uno. Como canadiense que es, también ha sido una inspiración por ser una actriz internacional lográndolo en el mundo artístico estadounidense y de Inglaterra.

–¿Cómo es tu rutina diaria de preparación?

–En tiempos normales y no de COVID iría más o menos así: levantarme temprano en la mañana para agarrar un tren y anotarme en las listas de las audiciones del día, elegir el material con el que voy a audicionar, arreglarme en el edificio de mi universidad (ya que los exalumnos siempre están bienvenidos), practicar el material, regresar al lugar de la audición, audicionar, luego ir a trabajar; si tengo un show tipo cabaret ese fin de semana, ir al sitio del show a ensayar con el elenco y luego de la práctica. A veces me iría a ver con mis amigos, regresar a mi casa y ver las audiciones del día siguiente. Mientras espero para recuperar esa rutina, ahora tengo la de “creadora de contenido”, por decirlo así. Esta es mucho más flexible y requiere moverme menos, pero sí necesita de mucha planificación e imaginación.

Mis días ahora consisten en hacer ejercicio para no perder ese movimiento necesario, ir a mi casa a arreglarme, preparar la idea del contenido que ya había pensado en los días anteriores (yo llevo una lista en el celular con todas las ideas que se me pueden ocurrir porque si no se me olvidan), arreglar mis materiales (micrófono, luz blanca, lugar en donde grabar, etc.), calentar la voz (si es un video de canto), grabar el contenido, editar y tenerlo listo para montarlo al final del día. A veces grabo hasta 2 o 3 videos en un día para adelantar y así tener tiempo de hacer otras cosas.

–Eres una tik toker con miles de seguidores. Conquistar las redes sociales no es tarea fácil. ¿A qué atribuyes haber calado tanto y tan rápido, además de tu talento?

–El talento contribuye un poco, pero creo que la razón principal por la que las personas se sienten atraídas a mi página, o por lo menos lo que me han dicho, es que es muy particular y específica. A mí me gusta describir mi página como mi esencia: una venezolana dedicada al teatro musical, amante de Disney, las películas animadas, Harry Potter, enamorada de su país y de representar la comunidad latina en Estados Unidos. Hay personas que se han identificado con la página porque es primera vez que ven a una venezolana que se dedica al teatro en el extranjero y que habla de sus experiencias como alguien internacional en ese mundo tan particular. También intento ser mi versión más auténtica. Ojalá las personas que vean la página puedan sentirse inspiradas, no solo a compartir sus talentos si los tienen, sino a ser ellas mismas. Porque se puede ser exitoso mostrando su lado verdadero.

–¿Qué significa Venezuela para Bettina Lobo?

–¡TODO! Venezuela es mi hogar y nada va a cambiar eso. Es el lugar en dónde crecí, en donde está gran parte de mi familia. Llevo el nombre de Venezuela con tanto orgullo que se me puede explotar el pecho. Soy muy afortunada de ser de donde soy y, no solo es parte de mi “marca”, es gran parte de mi identidad. Mientras conozco a más venezolanos en el extranjero, he visto que es un factor común que nos sentimos muy orgullosos de ser de nuestro país. A veces he conocido a venezolanos que cuando nos damos cuenta de que somos del mismo país nos abrazamos y por un momento nos sentimos en nuestro hogar otra vez. Venezuela me ha dado a las personas más importantes de mi vida, mi educación, mi relación con Dios. La primera vez que agarré un micrófono fue ahí. Me enseñó sobre el poder de la amistad, a nunca rendirme, a luchar por lo que quiero, a querer justicia. Y me dio la convicción de que en grupo funcionamos mejor. Mi país lo llevo en el corazón y espero algún día hacerlo muy orgulloso.

Petros, pepitas de oro y salarios
La moneda nacional es tan nula, que en el estado Bolívar intercambian pepitas de oro por productos de la dieta diaria, y en regiones agrícolas domina el trueque

 

@froilanbarriosf

La hiperinflación estacionada en el último quinquenio ha llevado al bolívar a sumergirse en las penumbras del polvo cósmico, al tasarse un dólar a más de 4.000.000 de bolívares. Encima, el régimen mortifica cuando anuncia para los próximos días cambios en su política monetaria, señalando que habrá otra reconversión de la moneda. Amenaza con eliminarle seis ceros.

Estos rumores indican que de nuevo en agosto se prepara otra farsa contra la moneda nacional y un ataque frontal contra el nivel de vida de la población. Debemos recordar que tres años atrás, concretamente el 18 de agosto de 2018, el usurpador de Miraflores impuso el bolívar soberano como la panacea de una moneda todopoderosa; entonces se autocalificó, fiel a su estilo, como un experto comparable a premios Nobel de la Economía. 

Henos aquí luego del trienio de la infamia contra el bolívar y el ingreso del pueblo venezolano. Arrancó con la cotización de 1 dólar a Bs. 60 y ½ petro, que equivalía a un salario mínimo mensual de 1800 bolívares soberanos y a 30 petros, nueva referencia de anclaje monetaria desde 2018.

Por tanto, ¿cuánto debería ser el salario mínimo en agosto 2021 siguiendo las pautas del inefable paquete madurista que lo estableció en 30 dólares mensuales? En base a la actual cotización sería superior a los 120 millones de bolívares.

Al compararlo con la cotidiana realidad, la tragedia es mayúscula ya que el régimen sustituyó el concepto salario por el ingreso al imponer la modalidad de salario mínimo más los bonos del carnet de la patria sin incidencia salarial. El resultado es que el trabajador percibe en su ingreso mensual más de 75 % en bonos y un 25 % en salario. 

En definitiva, todos devaluados ya que ni unos ni otros son suficientes para obtener una canasta alimentaria que ronda los 300 dólares, al solo percibir cantidades cercanas a los 15 dólares mensuales. Ello ha impuesto una economía de la supervivencia basada en el trueque, originado en los productos que cada región suministra al alcance de la mano. 

De hecho, en el estado Bolívar es común intercambiar pepitas de oro por productos de la dieta diaria, el pago de un servicio de transporte, la atención profesional; o, en el caso de regiones agrícolas, el intercambio de hortalizas y verduras por productos alimenticios vitales como la harina precocida, azúcar y carnes, cuando es posible. 

Nos situamos en el retroceso de la historia al recurrir a una economía primitiva, conocida en la etapa de la conquista y la Colonia, ya que en el siglo XIX venezolano se dieron los primeros pasos para eliminar la esclavitud, dotarse de una moneda nacional y reglas económicas compartidas para un naciente mercado, consolidado luego en el siglo XX.

Todo se resume en la incapacidad de la tiranía de gobernar al haber quebrado al país, creyendo igualmente que al devaluar la moneda podrá maquillar nuestra desgracia económica. Así como desparecer la tragedia nacional borrando ceros a la moneda, como si de un pizarrón se tratara. Las consecuencias las padece en tono de súplica la población venezolana.

Prof. Asociado UCAB / Secretario ejecutivo CTV.

Movimiento Laborista

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#CrónicasDeMilitares | Las hazañas del Diablo

Busto de bronce de Antonio Nicolás Briceño en el paseo Los Trujillanos, de Barinas (robado en 2018). Foto Marinela Araque / Archivo IAM Venezuela (Interv. por Runrunes).

El aeropuerto de Valera lleva el nombre del Diablo Briceño, quizá porque fuera el primer venezolano que tuvo la idea de diseminar cadáveres de españoles y canarios por los cuatro vientos…

 

@eliaspino

Antonio Nicolás Briceño, prócer de la Independencia, llega a nuestra serie de asuntos militares por una befa de la institucionalidad que conduce a un derramamiento de sangre que no ha merecido juicios severos por el hecho de ser promotor de la república. Veremos ahora lo principal de los delitos que cometió, observados en general con ojos benévolos por la posteridad.

Propietario de tierras, descendiente de un linaje trujillano que proviene del siglo XVI, casado con la hija de una familia mantuana, estudiante del Seminario de San Buenaventura de Mérida y de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, que le otorga títulos para que se desempeñe  como abogado en las Audiencias de Santa Fe y Caracas; famoso en su juventud por un pleito que sostiene con su pariente Simón Bolívar por los linderos de unas haciendas, apodado El Diablo porque representó al siniestro personaje en un auto sacramental, Antonio Nicolás Briceño es uno de los diputados que destacan en el Congreso de 1812 y hacen la guerra sin suerte contra el realista Monteverde. Preocupado por la violencia que entonces se desata, llega a proponer la clemencia en el castigo de unos frailes de Valencia a quienes se quería ahorcar por delitos de conspiración.

Briceño se convierte en hombre de presa después de la reconquista de la provincia por los españoles. Marcha al exilio y vuelve a las armas desde la Nueva Granada bajo la jefatura de Bolívar, pero desconoce las órdenes del comando y llega a cometer unas tropelías capaces de provocar el alejamiento de muchos de sus compañeros de armas. Veamos una correspondencia que descubre sus enormidades:

Me ha estremecido el acto violento que U. ha ejecutado hoy en San Cristóbal; pero me ha horrorizado más el que deponiendo todo sentimiento de humanidad, haya U. comenzado a escribir su carta con la misma sangre que injudicialmente se ha derramado, y que me haya remitido la cabeza de una de las víctimas. Crea U. que ni mi religión, ni mis principios, ni mi humanidad, permiten excesos semejantes¨

Así le escribe en abril de 1813 uno de sus superiores, el coronel neogranadino Manuel del Castillo. El mantuano había ordenado el fusilamiento de dos hacendados españoles de avanzada edad debido a su actitud pasiva ante los acontecimientos políticos, y había enviado sus cabezas a Cúcuta en alarde de su hazaña.

Pero antes, en Cartagena de Indias, había redactado un plan de liberación, parcialmente revisado por Bolívar, y del cual extraemos ahora las siguientes disposiciones:

2. Como esta guerra se dirige en su primer y principal fin a destruir en Venezuela la raza maldita de los españoles europeos, incluso los isleños, quedan por consiguiente excluidos de ser admitidos en la Expedición por patriotas y buenos que parezcan, puesto que no debe quedar uno solo vivo, y así por ningún motivo y sin excepción serán rechazados. (…) 9. Se considera mérito suficiente para ser premiado y obtener grados en el ejército, presentar un número de cabezas de españoles europeos, incluso los isleños, y así el soldado que presente veinte será ascendido a Alférez vivo y efectivo; el que presentare treinta, a Teniente; el que presentare cincuenta, a Capitán, etc.

Tal vez hayan influido los crímenes antecedentes de Monteverde en la atrocidad de las medidas, pero lo que ahora se desea destacar es la propuesta de un plan de demolición de la vida anterior sin la sugerencia de cómo se iniciará después una convivencia diversa.

Como Monteverde antes y como Boves a la sazón, se acoge a la práctica de una ruptura radical para cuya ejecución no se mueven ideas de carácter institucional, sino solo los sentimientos de destrucción masiva que motivan la conducta de un individuo apoyado en sus huestes.

Podemos asumir que, movido por las pasiones que la guerra ha despertado en su sensibilidad, busca la restauración de la república partiendo de la violencia orientada hacia un holocausto que el lenguaje de nuestros días denomina genocidio.

Mientras ciertos compañeros de bandería, como Manuel del Castillo, permanecen aferrados a valores que pueden encauzar el conflicto y obedecen seguramente a un parecer de la superioridad, Briceño los desprecia sin formular otros en su substitución.

Pero hay motivos de mayor trascendencia que lo llevan a actuar así. Cuando responde los reproches de su compañero de armas sobresale un argumento que mucho pesará después en la historia de Venezuela. Escribe al coronel del Castillo, en 10 de abril de 1813:

Ahora si U. mira que yo soy un hijo de Venezuela, Jefe de una pequeña expedición que a mi costo y con mil fatigas y trabajos he formado para libertar a mis compatriotas, la que he puesto a disposición de U. con este fin y que también soy un miembro del Poder Ejecutivo de Venezuela según los documentos que U. mismo ha visto, y bajo cuyo concepto ha firmado el papel en que estoy reconocido como tal ¿qué extraño es que y cumpla las proposiciones bajo las que he levantado estas tropas y que he mostrado al mismo Presidente de Cartagena? ¿No soy yo quien debo responder a mis conciudadanos de estas operaciones, y no quedo yo aquí mismo para que en todo tiempo me juzguen los que crean haber yo hecho excesos dignos de castigo?

Briceño se concibe como parte de un equipo directivo, como pieza de una milicia que actúa de acuerdo con unas reglas y en atención a una línea de mando, pero también como el capitán de una hueste autónoma que puede actuar según sus deseos. Reivindica su rol de financista y organizador de una tropa para legitimar las órdenes independientes que da y las conductas que puede promover.  Está en capacidad de crear un sistema de ascensos militares basado en la decapitación de los españoles porque sufragó los gastos de la soldadesca y dedicó grandes esfuerzos en su organización. Cuando degüella a dos desafortunados peninsulares solo ha ejecutado lo que ha anunciado: un hecho que pueden reclamarle a título individual, porque la iniciativa comienza y termina en su persona.

Las afirmaciones no solo forman parte del personalismo que en breve determinará la política venezolana. También ofrecen la posibilidad de entender la Proclama de Guerra a Muerte que expedirá Bolívar seis meses más tarde, un tema merecedor de un estudio más detallado que hemos llevado a cabo en anteriores artículos.

Antonio Nicolás Briceño es fusilado en Barinas el 15 de junio de 1813. El aeropuerto de la ciudad trujillana de Valera lleva hoy su nombre, quizá porque fuera el primer venezolano que tuvo la idea de diseminar cadáveres de españoles y canarios por los cuatro vientos.

Los mitos del milagro de Pérez Jiménez y del fracaso de los 40 años de democracia
Hace siete años exactos (1 de agosto de 2014) publiqué esta nota que merece ser nuevamente difundida para que recordemos las bondades y limitaciones de la democracia…

 

@wernercorrales

Cada vez que Venezuela se encuentra en un disparadero como el presente, las «viudas del gendarme necesario» sacan a relucir la supuesta superioridad de los gobiernos militares, por eficientes y disciplinados, por patrióticos y entregados al interés nacional… Aquí van unas perlas pequeñitas que ilustran las falacias implícitas en esas ideas…

Entre 1959 y 1978 hubo desarrollo para todos, la pobreza se redujo de 55 % a 23 %, se creó de hecho la clase media venezolana; el salario real del trabajador promedio se duplicó, la inflación fue inexistente, el PIB industrial pasó de 12 % a 21 % del PIB nacional y pasamos de producir el 12 % de las manufacturas que consumíamos a producir más del 60 %… Construimos las mayores infraestructuras y urbanizamos las grandes ciudades… Pasamos de tener una población trabajadora que solo en un 11 % había concluido educación primaria, a que el 70 % la hubiese concluido…

De tener 4 universidades cuando se fue la penúltima dictadura pasamos a contar con más de 60 campus de educación superior en 1978; de 5 orquestas sinfónicas llegamos a tener 70+ en el mismo período… La esperanza de vida del venezolano pasó de ser 56 años a ser 67 años, y desaparecieron las endemias… Muchas personas nacidas en otros confines, que venían llegando al país desde los años de la posguerra echaron raíces, se hicieron tan venezolanos como nosotros y tuvieron hijos compatriotas.

Se sentó la democracia que toda América admiraba y se construyó un conjunto de instituciones eficientes… No siempre la administración pública fue una ruina como en el presente…

Y fue a partir de los 80 que todo comenzó a degradarse para llegar a lo que somos hoy…

En fin, las primeras dos décadas de la democracia fueron los veinte años más brillantes de toda la historia de Venezuela, en lo social, lo económico y en lo político institucional… Y teníamos un gobierno civil, en el que los dirigentes eran demócratas con visión de país, cuyas miras iban mucho más allá de las elecciones siguientes… hombres honestos que dieron todo para construir la Venezuela que luego hemos perdido…

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Orlando Viera-Blanco Ago 03, 2021 | Actualizado hace 1 mes
La enciclopedia de la libertad
¿Por qué debía alguien obedecer a otro? La fe de un Dios representado por un rey, «un arquitecto encarnado» apunta Berlín, o el yo consciente. «Soy yo mismo, puesto que soy lo que soy, donde estoy y cuando estoy

 

@ovierablanco

En 1952 se transmitieron –en el tercer programa radiofónico de la BBC–seis conferencias de Isaiah Berlín, publicadas en la obra La traición de la libertad. Fue toda una celebridad. Henry Hardy, de London Wolfson College (editor), señala que “nunca se había permitido a un orador prescindir de un escrito preparado e Isaiah Berlín, de cuarenta y tres años, fue la persona indicada para inaugurar esta peligrosa práctica. Su articulación, su tono idiosincrático fue impecable”.

Sus ideas sobre libertad se hicieron célebres en 1958, con su conferencia inaugural en la cátedra Chichele en Londres, Dos conceptos de libertad. Bueno acotar que La traición de la libertad dista mucho de ser un predecesor de un desarrollo más refinado de Berlín. Hardy advierte “que el concepto de libertad que imbuye estas tempranas conferencias ya estaba plenamente formado en todo lo esencial”.

En las próximas semanas rendiremos tributo al valor superior de la libertad. Su evolución desde el siglo XVIII a través de seis autores elegidos cuidadosamente por Berlín, para significar la pregunta: “¿Por qué debe alguien obedecer a alguien más?”. Estado, sociedad, individuo; filosofía política, ciencias y sociología política en el pensamiento de Helvétius, Rousseau, Fichte, Hegel, Saint-Simon y Maistre. Sin distar mucho entre ellos (50 años de distancia cronológica), resumen un ideal de libertad según Berlín, “de manera menos original que Platón y Aristóteles, Cicerón y San Agustín, menos audaz que Dante y Maquiavelo, Grocio y Hooker, Hobbes y Locke, pero sin duda con una apasionada profundidad”.

Helvétius enaltece al legislador como mediador superior; Rousseau lanza sus apasionadas diatribas contra las artes, las ciencias y la intelectualidad en defensa del alma humana simple; Fichte y Hegel enaltecen la conciencia nacional; Saint-Simón habla de la sociedad libre de fricciones gracias a los productores del futuro: obreros y capitalistas; y Maistre, al decir de Berlín “con su horripilante visión de la lucha del hombre como animal silvestre, hace depender la obediencia a la disciplina divina más vigorosa y violenta, al punto de la autoinmolación y el autosacrificio”.

Un apasionado análisis en seis conferencias de Isaiah Berlín, reconocidas como las más vibrantes y críticas prédicas sobre libertad.

Del arquitecto encarnado a mi yo…

Las ideas del siglo XVIII parecen pertinentes por su visión misteriosa, difusa, un contraste atípico del siglo XIX y XX sobre libertad individual o libertad política, que es la libertad de los modernos predicada por los grandes pensadores liberales ingleses y franceses. Berlín la describe (libertad de los modernos) como “libertad en el sentido que fue concebida por Locke y Tom Paine, por Wilhelm Von Humboldt e intelectuales liberales de la Revolución francesa, Condorcet y sus amigos. Después de la Revolución, por Constant y madame de Staël”. Libertad en el sentido de John Stuart Mill: “el derecho de forjar libremente la propia vida como se quiera, la producción de circunstancias en que los hombres pueden desarrollar sus naturalezas tan variada y ricamente y, en caso de ser necesario, tan excéntricamente como sea posible”.

Berlín elige a los seis pensadores in comento (los antiguos) precisamente por antilibertarios. Las doctrinas de Berlín fueron una contradicción directa de ese pensamiento y de ahí su influencia sobre la humanidad en el siglo XIX y particularmente en el XX.

¿Por qué debía alguien obedecer a otro? La fe de un Dios representado por un rey, “un arquitecto encarnado” apunta Berlín, o el yo consciente. “Soy yo mismo, puesto que soy lo que soy, donde estoy y cuando estoy en la circunstancia que me corresponde estar (utilitarismo), o por un imperativo moral donde “obedezco a una y no a otra autoridad, porque es mi decisión consciente.

Pero si se hace (la libertad) “parte de un plan, parte del esquema de las cosas, de un estado, de un ente superior y el yo queda sujeto a ese plan”, nace el estado planificador. Durante la ilustración emerge la teoría del contrato social de Rousseau, que no es más que reconocer al hombre como razonable y bueno, que coopera en sociedad. Otros elementos que condicionan la obediencia: la ley, nuestra educación o entorno, la presión social; el temor a sufrir o la voluntad general. El tema se complica cuando obedezco porque lo demanda el espíritu del mundo o la “misión histórica” de mi nación o mi Iglesia; mi clase, mi raza o de mi vocación…

La geometría de la libertad 

Así como los geómetras construyen puentes, los “fisiócratas” construyen las pasarelas del pensamiento, por lo que la libertad no es un valor inmóvil. La humanidad ha transitado del hombre libre que obedece a Dios al que decide hacerlo por identidad con amigos, familiares o grupos ciudadanos. Tres siglos de evolución (del XVIII al XXI) entre arquitectos divinos encarnados, la voluntad delegada, el leviatán, el terror, hasta el alumbramiento del yo consciente –educado y secular– cuya obediencia reposa en la historia, la iglesia, las masas o, simplemente, en el interés económico y utilitario. De no existir este clivaje de libertades, el mundo no hubiese encarado guerras crueles y sangrientas revoluciones; si acaso un mal evitable por las pasarelas del pensamiento para llegar a la libertad equitativa, de los DD. HH., más allá del eufemismo igualitario y utópico. Es el salto de la voluntad divina, feudal y aristócrata a la libertad ciudadana, civilista e individual…

Regresaremos con Helvetius, el abanderado de la ley como herramienta de “obediencia”, del hombre que teme a sufrir por quebrantarla. La primera formulación clara de utilitarismo y organización social, que sembró los caminos espinosos de la traición de la libertad hacia su redención por Isaiah Berlín.

El buen debate de las ideas

El buen debate de las ideas

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Laureano Márquez P. Ago 03, 2021 | Actualizado hace 1 mes
Venezuela va al psicólogo
Me fui con ese nuevo caudillo militar, pero fue peor el remedio que la enfermedad, los países no tienen fondo. Él vino ofreciéndome más democracia y acabó con ella

 

@laureanomar

–Cuéntame, ¿qué te trae por aquí? –inicio el terapeuta.

–Uff, ¿por dónde comienzo? Bueno, lo primero que me gustaría decir es que mi vida está llena de contradicciones: lo tengo todo para ser feliz, pero estoy deprimida, triste, ansiosa. Tengo tierras fértiles para agricultura y ganadería, pero no hay ganado ni agricultura; tengo las reservas petroleras más grandes del planeta, pero vivo sin combustible; represas hidroeléctricas increíbles, pero no hay electricidad; tengo lugares espectaculares para el turismo, pero no viene ni un alma.

–¿Y por qué crees que te sucede todo eso que me cuentas?

–No lo sé. Creo que todo es producto de muchos desórdenes que se han acumulado a lo largo de años.

–Háblame un poco de tu infancia.

–Bueno los primeros 300 años los pase con mi madre, España.

–¿Cómo fue tu relación con ella?

–Una relación complicada de amor y odio. De ella heredé muchas cosas, algunas buenas, otras malas. Mi cultura, mi lengua, mi administración, mis instituciones, pero también recibí maltratos que me impedían desarrollarme con libertad, su providencialismo, su improvisación, su individualismo y su astucia, que yo transformé en viveza criolla. Por eso decidí separarme de ella y me fui a vivir independiente.

–¿Y te fue mejor cuando te separaste de tu mamá?

–Bueno, las cosas no sucedieron como las había soñado. Fue una separación traumática, violenta. Me casé con los militares para librarme de ella, pero después ya no era mi mamá, sino los militares los que me maltrataban y no había forma ni manera de sacármelos de encima. A cuenta de que yo no estaba preparada para ser libre, hicieron conmigo lo que quisieron. Cada vez que aparecía un caudillo, yo volvía a tener nuevas esperanzas, pero que va.

–¿No te fue bien con ninguno?

–Bueno, con alguno que otro mejoré un poco. Es verdad que poco a poco fui cambiando. Algunas cosas marcharon mejor, pero eso no justifica. Hasta que un día, cansada de tanto maltrato, me dije: “no aguanto más, aquí hay que poner orden y leyes”.

–¿Y eso cuándo fue?

–En 1958. Logré librarme de los militares y me dejé llevar por gente civil, algunos estudiantes, otros doctores. Gente que me conocía bien y quería para mí un destino mejor. Y lo tuve: mejoró mi sanidad, mi cultura, mi nivel de vida. Me volví moderna, me adueñé de mis riquezas, eduqué a mi gente, tuve nuevas ciudades, represas, siderúrgicas, líneas aéreas y mucha gente que venía de todos partes a vivir conmigo a progresar conmigo. Yo avancé y tuve un florecimiento como nunca en la historia.

–¿Y qué pasó entonces?

–Pues la relación se fue deteriorando, yo me fui cansando. Muchas cosas ya no funcionaban bien. Hubo falta de equidad, de justicia. Una mezcla de muchas cosas motivo ese cansancio: corrupción, irrespeto a las leyes, abusos, mala administración.

–Aja, ¿y qué hiciste?

–Bueno, tonta de mí, apareció un nuevo caudillo militar, de esos con los que tantos malos ratos había pasado, pero pensé que este era distinto: hablaba bonito, parecía tener buenas intenciones, preocupación por los más pobres y sin pensarlo dos veces, como pensé que estábamos tocando fondo, me fui con él.

–¿Qué tal te fue?

–Como decimos en criollo, fue peor el remedio que la enfermedad, los países no tienen fondo. Él vino ofreciéndome más democracia y acabó con ella.

TALITA CUMI

TALITA CUMI

Aseguró que traería justicia y la sometió a sus caprichos. Dijo que habría libertad progreso y honestidad y terminamos presos, arruinados y siendo una de las naciones corruptas del mundo. Bueno y aquí estoy, atrapada sin saber cómo librarme de esta situación. He acudido a varios especialistas, pero la verdad ninguna terapia me funciona. ¿Qué hago?

El psicólogo miró el reloj y dijo:

–Bueno, por hoy es suficiente, ya se nos terminó el tiempo. Seguimos en una próxima sesión.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Aviso a navegantes (jóvenes)
Los muchachos, líderes locales emergentes, se han convertido en la avanzada de la resistencia contra la dictadura. ¡Aviso a esos navegantes!

 

@juliocasagar

La nota de hoy está escrita en un tono peculiar, casi que de abuelo. En realidad se trata de comunicar a un valiosísimo grupo de jóvenes, líderes de la región, la idea de lo importante que es quemar etapas en la vida política. Algo que en realidad también vale para la vida profesional y para el crecimiento personal.

En efecto, hoy estamos asistiendo a una interesante experiencia con el surgimiento de muchos liderazgos jóvenes en el país. Desde hace más de 20 años, el país padece una depresión en casi todos los ámbitos que sirven de marco de vida a nuestros compatriotas. La economía, la educación, la sanidad. Todo, absolutamente todo, se ha venido deteriorando. Muchos podíamos imaginar que las aspiraciones de la juventud venezolana caerían en barrena, como casi todas las otras facetas de la vida pero, en realidad, los muchachos se han convertido en la avanzada de la resistencia contra la dictadura.

En Venezuela, por un capricho de la historia, los años terminados en el número 8 han producido generaciones protagonistas de muchos acontecimientos.

La generación del 28 fue la vanguardia de la lucha contra la dictadura de Gómez; la del 48, abrió las puertas de la democracia; la del 58 derrocó la dictadura de Pérez Jiménez; la del 68 participó de la revuelta juvenil y en las jornadas de la renovación universitaria venezolana (a ella pertenece quien esto escribe). Una ola que comenzó en las calles del barrio latino de París y siguió en la Primavera de Praga; en la Plaza Tlatelolco de México y en California en Estados Unidos, para entroncar con la lucha contra la guerra de Vietnam; conoció el fenómeno de Los Beatles, de Woodstock y el aggiornamento de la Iglesia católica, con el Concilio Vaticano II que culminó en el 65 y preparó los más grandes cambios internos de toda su historia.

Después vinieron algunas décadas anodinas en cuanto a la irrupción del liderazgo juvenil. Así, hasta que llegó el 2008, cuando luego del cierre de RCTV, una nueva oleada de rebeldía juvenil recorrió el país. Muchos muchachos salieron a la calle, entre ellos, el propio Juan Guaidó, y lograron conquistar espacios que aún hoy llenan con su dinamismo y acción.

Es cierto que, al día de hoy, muchos se han ido del país y otros, seguramente, habrán regresado a sus vidas personales, pero aún quedan centenares activando en sus lugares de origen y en sus comunidades. Muchos de ellos escogieron continuar en la política e integraron los partidos que son el escenario donde el que tiene vocación de conducción consigue espacio para expresar sus posiciones, exhibir sus talentos y postular su liderazgo.

Un buen número de estos jóvenes están ahora al frente de organizaciones políticas o juegan un rol importante en ellas. Hoy, en la inminencia de un proceso electoral regional y municipal, casi que todos ellos, con el más legítimo derecho del mundo, están optando a conseguir un lugar donde poder expresar sus aspiraciones de conducir la cosa pública.

Lejos de alarmarnos, este fenómeno debe alentarnos y confortarnos. Hay una buena camada de nuevos nombres que quieren y están dispuestos a participar y protagonizar este proceso. No se han rendido, no se han desmoralizado y siguen al frente exponiendo su tranquilidad, su seguridad, y algunos hasta su futuro, para continuar la lucha por la democracia en el país.

Es aquí donde viene  el consejo que temerariamente pretendo transmitir: El mundo tiene un “orden natural de las cosas”; cuando ese orden se subvierte sobrevienen los desequilibrios, sean estos en la naturaleza o en la vida social. De allí que sea tan importante el avance gradual y el quemar etapas naturales.

Hoy día, hay un maravilloso escenario para que los chamos que comienzan en la política se expresen, comiencen su escuela de formación y hagan la práctica de sus primeros pinitos. Ese escenario privilegiado es la vida municipal, la que está más cerca del ciudadano y donde mejor se puede comenzar a conocer el monstruo por dentro.

Hace unos días, conversando con algunos de estos jóvenes que insurgen en la política, me permití contarles la historia personal de un chamo de 27 años que comenzó su primera experiencia institucional en el Concejo Municipal de Valencia.

Ese chamo al llegar se encontró, nada más y nada menos, que con figuras gigantes de la vida política, académica, profesional y cultural de la ciudad, como colegas de cámara. Allí se consiguió al Ing. Lázaro Cariello que venía de ser gobernador del estado; al Dr. Humberto Giugni que venía de ser rector de la Universidad de Carabobo y embajador de Venezuela en Italia y la Santa Sede; al Dr. Armando Celli, líder de Copei; a Hacibe Ramos dirigente nacional femenina del partido; la doctora Edith Montilla de Pandares; don Hermogenes López, exsenador por Carabobo y muchos otros nombres ilustres de la ciudad. Esa fue una gran escuela y fue la prueba de que servir a la ciudad como miembro de una corporación municipal, lejos de ser una responsabilidad subalterna, es una muy grande.

Es cierto que las cosas han cambiado mucho y esas figuras ya no aparecen por esos predios. La restauración del centralismo auspiciada por Chávez rebajó las competencias y la relevancia de esos cuerpos y ya no será fácil ver de nuevos caras como esas. Lo cierto es que siguen siendo una excelente primera escuela y una etapa necesaria de llenar.

Ojala que muchos de estos jóvenes valiosísimos que hoy postulan sus nombres para cargos de elección popular pudieran prestar atención a esta recomendación: la de comenzar el rescate de estas instituciones municipales con sangre nueva y con la inmensa voluntad que les acompaña para cambiar las cosas.

¡Suerte a todos! ¡Se la merecen!

Por Caracas

Por Caracas

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