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Asamblea Nacional

MEDIANTE UN DOCUMENTO QUE LOS MEDIOS OFICIALISTAS han bautizado como las 70 observaciones al informe de la Alta Comisionada, se pretende hacer ver que son muchísimos los errores del mismo. Sin embargo, desde el propio título del documento empieza el engaño, pues si bien el mismo tiene 70 puntos, las observaciones empiezan a partir del 5, además, varios de ellos tratan de un mismo tema, de modo que para empezar ni siquiera son tales las 70 observaciones, lo que dice mucho tanto del interés del Gobierno por presentar un exorbitante número de “errores” como de la falta de sustancia de los mismos una vez que se lee el documento.

Así, la respuesta oficial al informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en realidad tiene como único argumento que el reporte se sustenta en “una visión selectiva y abiertamente parcializada” sobre la situación en Venezuela, y a partir de tal señalamiento general se hacen supuestas precisiones sobre la “realidad” que el gobierno pretende presentar y, en tal sentido, afirma que el registro de la Alta Comisionada omite los “logros” alcanzados por la República Venezuela en materia de derechos humanos. Es decir, el “error” del informe es que no presenta la realidad gubernamental.

“En gran parte, esta distorsionada visión del informe es el resultado de las importantes debilidades presentes en la metodología utilizada para su elaboración. En este documento se privilegian excesivamente las fuentes carentes de objetividad y se excluye casi en su totalidad la información oficial, a pesar de toda la documentación y elementos aportados por el Estado a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos”.

El régimen cuestiona que 82% de las entrevistas hechas para sustentar el informe Bachelet se basen en testimonios de venezolanos en el exterior. En tal sentido, señala que debieron utilizarse las fuentes contactadas en las dos visitas que la Oficina de las Naciones Unidas realizó en 2019: La primera fue realizada por una comisión en marzo y tuvo una duración de 12 días, y la segunda, desde el 19 hasta el 22 de junio, por parte de la alta comisionada.

Tenemos que considerar que la gravedad de las violaciones a los derechos humanos no permite a muchas de las víctimas denunciarlas por temores, muy fundados, de que puedan ser objeto de retaliaciones y amenazas, por lo que tiene sentido, en términos estrictamente metodológicos, entrevistar a venezolanos que están fuera del país, pues de este modo se garantiza la integridad personal del denunciante. A esto debe agregarse el hecho de que un venezolano fuera del país tiene derecho a expresar sus vivencias, sin que ello lo descalifique como una muestra auténtica de la tragedia nacional.

Asimismo, el informe oficialista refuta los señalamientos sobre los procesos penales arbitrarios contra diputados de la Asamblea Nacional (AN) con el argumento del magnicidio frustrado contra el gobernante Nicolás Maduro, en agosto de 2018, y la Operación Libertad del 30 de abril de 2019.

La Cancillería señaló en su descargo que “los diputados no solo hicieron un llamado a las fuerzas armadas a que deserten y desafíen al gobierno, sino que se apostaron en una vía pública con armas de guerra de alta potencia, orientadas hacia la población civil, en un intento de golpe de Estado. Tampoco destaca los constantes llamados a la intervención militar extranjera”.

Esta argumentación obvia las 100 sentencias que desde diciembre de 2015 ha emitido el TSJ y que Acceso a la Justicia ha documentado poniendo en evidencia que la persecución contra los miembros de la Asamblea no solo no es reciente, sino que además se ha venido recrudeciendo, violando prerrogativas como la inmunidad parlamentaria para lograr ese objetivo; en ese sentido se ha advertido “que no se configuran los supuestos de flagrancia; y tampoco se solicita el allanamiento de la inmunidad al órgano competente, es decir, la Asamblea Nacional, sino a la Asamblea Nacional Constituyente, y finalmente, se remite el caso a los tribunales penales ordinarios”.

Dicen que investigan

El Gobierno refutó a la alta comisionada que se señale que el Ministerio Público incumple la obligación de investigar y sancionar las violaciones a los derechos humanos.

“Esta afirmación es errónea y para sostenerla se omiten los datos aportados por el Estado, tanto en la respuesta al cuestionario de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos como en las dos visitas realizadas por esa Oficina al país en el 2019”.

La ONU puntualizó en el informe Bachelet que la mayoría de las víctimas de las violaciones de los derechos humanos no han tenido un acceso efectivo a la justicia ni a una reparación adecuada. No es la primera vez que esto se dice, pues ya en 2018 Naciones Unidas advirtió que las autoridades venezolanas no habían responsabilizado a los autores de graves violaciones de los derechos humanos, como los homicidios, el uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes, detenciones arbitrarias, malos tratos y tortura.

A este respecto, la respuesta del Gobierno tímidamente señala que existen 388 miembros de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) sujetos a investigación y que hay 5 condenados, cifra que evidencia precisamente lo contrario de lo que pretende demostrar, pues no llega a ser el 2% de los investigados y porque además la primera cantidad no representa la totalidad de las violaciones de derechos humanos que se han denunciado. Es decir, hay una enorme impunidad.

El régimen califica, por otra parte, que el reporte exagera y miente con las cifras que da sobre el número de venezolanos que abandonaron el país.  De acuerdo con las Naciones Unidas, para el 6 de junio de 2019 más de 4 millones de personas han migrado. Respecto de esta crítica resalta la “realidad” que pretende contrastar el Gobierno, que en este caso, curiosamente, es ninguna. Ninguna porque simplementeno se atreven a decir cuántos son los refugiados venezolanos que han tenido que irse del país al no poder satisfacer sus necesidades y derechos más básicos. Otra muestra de que por más que se pretenda maquillar la realidad, lo que está a la vista no necesita la edulcoración oficial.

 

Por Acceso a la Justicia 

La compleja situación de Venezuela, por Asdrúbal Aguiar

LA PROCESIÓN VA POR DENTRO de cada venezolano, agónico, marchante pertinaz sobre el corazón de la patria o afuera, sin reconocerla y sin reconocerse en ella, por lo que se muestra irascible ante el panorama que observa. Somos almas en pena, desorientadas. Ese es el drama, la acabada expresión de un país que fallece como realidad de nación, sufre de severa anomia, ha perdido el 12% de su población desde cuando asalta el poder, cargándose a la Constitución y apalancado por un holding narco criminal transfronterizo, Nicolás Maduro Moros. 

La soberanía moral de Venezuela – no ya la territorial, que a lo largo de los últimos 200 años se nos reduce por culpa propia, en tiempos de desencuentros fratricidas: ahora el Esequibo y el Sur amazónico – ha sido pisoteada, mancillada a manos de un sicariato cubano y venezolano que tortura, lapida, viola la integridad personal de hermanos y los ejecuta con “escuadrones de la muerte” de talante sádico. Así lo constata Michel Bachelet. Antes lo hace, sin ser escuchado, Luis Almagro. Se pensaba y decía ante terceros que eran exageraciones del secretario de la OEA, perturbadoras, un obstáculo para resolver sobre una cuestión compleja como el secuestro de todo un país y sus mismos dirigentes, hoy sin autonomía para zafarse por sí solos de sus secuestradores.

Esos son datos objetivos, duros dirían los economistas, que abonan, pero hay otros que no pueden obviarse si el propósito es conjurar al mal absoluto.

La regla de oro es que se le da tregua y ofrece beneficios sólo al represor arrepentido o derrotado, o cuando se doblega ante realidades que le son adversas, más gravosas que atrincherarse y sin tiempo adicional que le oxigene. De modo que, negociar con el régimen depredador y represor de Maduro, que es realidad impuesta al país, inútil cuestionarla, podrá satisfacer si sus resultados logran el objetivo deseado, su desalojo. ¿Son esas las premisas, las aceptan sus negociadores? 

De no ser así, de entenderse tal esfuerzo – el que impulsa Noruega y acoge el Caribe angloparlante, que tanto malquiere a Venezuela – como la fragua de un Frankenstein político, obra de un sincretismo de laboratorio, a la vuelta los secuestrados podremos aliviar nuestras penas a cambio de seguir tras las rejas, bajo control de nuestros victimarios, huérfanos del afecto social y político que nos permita recomponernos.  

La vocería de la república constitucional la ostenta, de modo indiscutible, el actual presidente encargado, Juan Guaidó, con independencia de quienes influyan en sus decisiones. Este es otro dato de la realidad. De modo que, goza de un beneplácito consecuencia de las circunstancias, resultado de una población fracturada y desesperada, ahíta, por ello mismo, de un “mesías” que le saque de su marasmo. De modo que, esta espera silenciosa y tensa por los resultados de las negociaciones mediadas por Noruega. Luego hablará, después decidirá sobre el futuro político de quien y quienes la han llevado hasta este laberinto. No habrá excusas.

Las fortalezas con las que se sientan los representantes del encargado presidencial en la mesa de Barbados tiene como única materialidad – las declaraciones de buena voluntad de los gobiernos europeos son sólo eso, buenos deseos – a las sanciones impuestas por Estados Unidos y las iniciativas concretas del gobierno de Colombia para la persecución de los responsables dentro del régimen de Maduro de crímenes de trascendencia internacional, como el narcotráfico, el lavado de dineros, la violación sistemática de derechos humanos. 

Cabe, pues, una pregunta, adicional a los datos: Pueden los talibanes de Maduro, los Rodríguez, y la honorable delegación de la Asamblea Nacional, ¿disponer a su arbitrio sobre el levantamiento o el fin del arsenal de sanciones internacionales que pesan sobre aquél y los suyos? ¿Pueden Noruega y las partes en la mesa obviar a Colombia y Estados Unidos, cuyas seguridades y la gobernabilidad de la primera pueden quedar comprometidas con lo que se decida en Barbados?

Lo único disponible es lo que está en manos venezolanas, más todavía en las manos de una sola de las partes, el régimen, el irse o aceptar lo procesal electoral, la cohabitación política, obviando los elementos sustantivos de la experiencia democrática y sus exigencias éticas sobre las que nunca alcanzarían un consenso con el país. Nada más.

En la distribución de las tareas, quienes junto al presidente Guaidó forman el gobierno encargado, han de entender que, a los demás actores del país, no solo a la oposición extraña a dicha apuesta, les corresponde, legítimamente, desde la opinión pública, la tarea del escrutinio. Es inexcusable, incluso siendo acre, entre quienes creen sinceramente en la democracia y las libertades; entre quienes, en buena lid y de buena fe, desean superar la visión autoritaria, de silencio impuesto y censura política – ¡prohibido hablar mal de Chávez! – que aún busca modelar al cuerpo social de los venezolanos, desde hace dos décadas.

Me preocupan, finalmente, la ausencia dentro de la mesa – sin mengua de los enviados de Guaidó – de negociadores verdaderamente representativos del país político, autorizados para aceptar o rechazar a todo riesgo los acuerdos, si los hay. Pienso en Julio A. Borges, que pudo ponerle fin, en seco, a las espurias negociaciones de República Dominicana, no aviniéndose a las exigencias del régimen y del expresidente español Zapatero, sufriendo luego las consecuencias y el exilio. La otra, fundada en mi experiencia de gobierno, es lo dañino de colaboradores o simpatizantes que sólo ofician el culto, lanzan flores sobre el camino del gobernante, obsecuentes que le ocultan el hueco que puede llevarlo a su desplome.   

 

@asdrubalaguiar

correoaustral@gmail.com     

    

Diosdado Cabello sobre escoltas detenidos: Siguen conspirando y no nos vamos a dejar tumbar

EL PRIMER VICEPRESIDENTE del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, se refirió a la detención de dos escoltas del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y aseguró que son más de 20 fusiles los que están desaparecidos de la sede de la Guardia Nacional de la sede del Parlamento.

 

“Ayer fueron capturados dos mercenarios porque iban a vender unos fusiles de los que se robaron el 30 de abril de la Asamblea Nacional. Nosotros hacemos nuestro trabajo de inteligencia y cuando ellos fueron a entregar los fusiles, los capturamos; eso está con fiscales, con testigos, eso está muy bien trabajado. Ellos siguen conspirando y no nos vamos a dejar tumbar y no vamos a dejar de dialogar porque vamos en ventaja”, manifestó.

 

Cabello explicó que los escoltas detenidos, quienes responden a los nombres de Erick Sánchez y Jason Parisi, intentaron vender cinco de estas armas tipo AK 103 en 7.000 dólares cada una.

 

Rechazo al informe de Bachelet

Durante la manifestación en rechazo al informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Diosdado Cabello dijo que este no refleja la realidad venezolana y le da prioridad a los testimonios recabados en el exterior.

 

“Usted le ha fallado a las víctimas. Rechazamos su informe y exigimos su inmediata rectificación a los graves errores, falsas acusaciones y omisiones”, le dijo Cabello a Bachelet.

 

A juicio del también presidente de la constituyente, el informe de la expresidenta de Chile pretender “levantar a la oposición venezolana, una oposición de Twitter y de redes sociales”, añadió, mientras condenó que este saliera publicado justamente el 5 de julio, día de la Independencia de Venezuela.

Stalin González: Necesitamos cerrar este capítulo trágico y lograr que haya elecciones

El segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González aseguró que la misión en las negociaciones es lograr que haya un cambio y así «acabar con el sufrimiento de los venezolanos».

En nota de prensa, el parlamentario indicó que la situación venezolana no puede ser permanente, «necesitamos cerrar este capítulo trágico y lograr que haya elecciones».

Explicó que iniciaron una negociación expedita para el cambio. «Acá hay una emergencia humanitaria que atender, hay gente muriendo por falta de tratamiento y de medicamentos. Hay gente comiendo de la basura. El sueldo no alcanza ni para comprar la comida de tres días. El único responsable de esta crisis es el régimen de Nicolás Maduro”.

González aseguró que se mantienen apegados a que el país esté encaminado a una salida democrática, constitucional y electoral. 

Agregó también que han sido respetuosos del mecanismo de negociación y «no caeremos en las provocaciones de quienes solo quieren permanecer en el poder, a costa de millones de personas sufriendo».

Igualmente agregó que la comunidad internacional está pendiente de lo que sucede en Venezuela. «Por eso, al menor intento de un nuevo fraude por parte de factores del régimen, este mecanismo será descartado y las consecuencias serán incalculables”.

Adhesión al Tiar no implica uso de fuerza para el cambio político

«VAMOS A AVANZAR EN TODOS LOS TERRENOS DE LUCHA. Tenemos el legítimo derecho de construir capacidades para defender nuestra soberanía. Cumplidos los pasos requeridos, la Asamblea Nacional aprobará el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca», escribió Juan Guaidó, jefe del Poder Legislativo y encargado de la presidencia de la República, en su cuenta de Twitter el pasado 7 de julio.

En junio del año 2012, Venezuela, junto a los países de la Alianza Bolivariana para América Latina y El Caribe (Alba), decidió retirarse de este tratado por considerar que solo servía a los intereses de Estados Unidos. No obstante, como parte de una estrategia política de la oposición para buscar una salida a la crisis, Guaidó plantea la reincorporación del país a este mecanismo de defensa que condena la guerra y en el cual se conviene que un ataque armado de cualquier Estado contra un Estado americano será una agresión contra toda la región, por lo que un órgano de consulta, que en este caso es el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), se reunirá y acordará aplicar una o más medidas, que pueden ser diplomáticas o de fuerza.

Además del ataque armado, el artículo 6 del Tiar, suscrito el 2 de septiembre de 1947 en Río de Janeiro, establece que si la integridad de un territorio resultase afectada por una agresión no armada debe actuarse en conjunto. En ambos casos, se podría aplicar el retiro de los jefes de misiones, ruptura de relaciones diplomáticas y consulares, interrupción parcial o total de las relaciones económicas, o de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, telefónicas, hasta el empleo de la fuerza armada.

Hasta el momento, la incorporación no se ha materializado. La primera discusión de proyecto de ley aprobatoria de adhesión al Tiar se dio el pasado 28 de mayo y de acuerdo con la Constitución, le corresponde al presidente de la República firmar el tratado y a la Asamblea Nacional aprobarlo. Luego deberá ser ratificado por el Ejecutivo y enviado a la OEA para su incorporación formal, la cual se espera sin contratiempos debido a que la mayoría de los 35 países que conforman el organismo han reconocido a Guaidó.

¿Aplica el Tiar en Venezuela?

El politólogo Óscar Vallés califica de positiva esta iniciativa porque sería una forma de reiterar que la OEA reconoce a Guaidó, quien tendrá mayor capacidad de gestionar solicitudes diplomáticas ante los organismos multilaterales para que se retiren tropas y misiones militares extranjeras que no han sido autorizadas por la Asamblea Nacional, como lo establece el artículo 187 de la Constitución. Sin embargo, advierte que el Tiar no tiene la potestad para resolver conmociones internas ni justifica el uso de ejércitos de otros países para favorecer un cambio político en Venezuela.

“Solamente se asiste cuando un Estado está siendo agredido por otro. No intervienen en guerras civiles, en golpes de Estado o en usurpación política. Si un país bombardeara una nave venezolana o si fuese objeto de una invasión, ahí sí se llamaría el Tiar”, argumentó.

Así lo certifica la internacionalista Giovanna de Michele, quien sostiene que el mecanismo de defensa no aplica para resolver crisis internas en los países americanos. “El Tiar representa sin duda un elemento más de presión sobre la administración de Maduro, pero en ningún caso constituye la garantía del accionar militar fuera de las fronteras nacionales”.

Desde la Asamblea Nacional se afirma que la situación de emergencia humanitaria que presenta Venezuela lo convierte en un caso que atenta contra la seguridad de la región. Hacen énfasis en que la “invasión cubana en organismos del Estado”, la actuación de grupos irregulares, bien sean colectivos o guerrilleros, y la presencia de militares rusos justifica la aplicación del Tiar.

Un mecanismo de salida

Mariano de Alba, abogado especializado en derecho internacional, apunta que el escenario menos probable en Venezuela es un ataque armado por parte de otro Estado, pero el Consejo Permanente de la OEA podría considerar que existe una situación que pone en riesgo la estabilidad del continente y proceder a aplicar medidas diplomáticas. Para actuar por la fuerza, los jefes de Estado tendrían que concluir que el riesgo de no intervenir es insoportable, indicó.  

Otros de los factores por los que resulta improbable el empleo de la fuerza en Venezuela está relacionado con la postura que ha tenido el Grupo de Lima desde que Guaidó se juramentó como presidente encargado de la República el pasado 23 de enero. Las conclusiones de sus conferencias han estado enmarcadas en la búsqueda de mecanismos de solución pacífica al caso venezolano, es decir, no estarían dispuestos a sacar a sus ejércitos.  

En el discurso del 28 de mayo, Guaidó consideró que el tratado significaba “un mecanismo de salida más” y la prioridad de la adhesión era lograr la asistencia para 7 millones de venezolanos en emergencia humanitaria. Mientras que el diputado Williams Dávila aclaró que la incorporación de Venezuela al Tiar no suponía una intervención militar.

De los 35 miembros de la OEA solo podrían participar en la votación 18, que son firmantes del Tiar. 15 de ellos han reconocido la encargaduría de Guaidó, mientras que El Salvador, Uruguay y Trinidad y Tobago ubican a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, por lo que sería alta la posibilidad de que rechacen la posición del órgano de consulta.

En declaraciones ofrecidas a El Nuevo Herald el 7 de mayo, Eliott Abrams, enviado de Estados Unidos para Venezuela, aseguró que el mecanismo comprendía más que una acción militar porque se podrían aplicar medidas coercitivas, descritas anteriormente. Sin embargo, la administración de Donald Trump ha emitido una serie de sanciones contra organismos del Estado, sin necesidad de recurrir al Tiar.

Será el próximo martes, 16 de julio, cuando el Poder Legislativo celebre la segunda discusión del proyecto de ley de adhesión al Tiar. 

Asamblea Nacional designa comité para nombrar directorio del Banco Central de Venezuela

La Asamblea Nacional designó al Comité de Evaluación de Méritos y Credenciales que se encargará de elegir a los próximos miembros del directorio del Banco Central de Venezuela (BCV).

En la sesión ordinaria de este martes, 9 de julio, el diputado Macario González (Avanzada Progresista- Lara) solicitó incluir en el orden del día la designación del comité y el presidente del Parlamento y presidente encargado, Juan Guaidó felicitó la labor hecha por el equipo técnico encargado de evaluar las postulaciones.

Igualmente aseguró que la Asamblea Nacional «debe seguir tomando acciones para salvaguardar los activos del país con el estatuto que rige la transición. El mecanismo utilizado para escoger a dicha directiva es ilegítimo, motivo por el que será designado un nuevo mando ad hoc».

Los diputados que conformarán dicho Comité serán Macario González, Omar Barboza, Freddy Valera y José Guerra, aunque este último se encuentra en la clandestinidad luego de confirmar una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, donde se ordena el allanamiento a la inmunidad parlamentaria y enjuiciarlo.

Guaidó explicó que ahora el Comité debe instalarse de inmediato y elaborar un cronograma para los nombramientos, que posteriormente deberán ser aprobados por la Asamblea Nacional.

Denuncian desalojo de viviendas a 300 familias en Lara luego de protestar

El diputado de la Asamblea Nacional, Daniel Antequera (Causa R- Lara) denunció que al menos 300 familias han sido desalojadas de sus viendas, luego de que una comisión de parlamentarios hiciera una visita el pasado 17 de marzo.

Estos desalojos, según explicó en un punto de información de la sesión de este martes 9 de julio, fueron primero a 93 familias en la urbanización Alí Primera al norte de Barquisimeto. Los habitantes salen de sus hogares y al regresar se encuentran con que otras personas está dentro del domicilio. 

Pero el parlamentario también informó que esta situación se ha extendido a otras urbanizaciones del estado, entre ellas en Ché Guevara y Villa Productiva en Cabudare, «sumando con ello 300 familias que necesitan que el Parlamento los acompañe en esta situación tan compleja y lamentable».

Antequera indicó que estos hechos se vienen dando luego de que los habitantes de estas urbanizaciones protestaran exigiendo derechos y «atreverse a denunciar y a romper con las cadenas de miseria que quiere imponer el gobierno ilegitimo de Maduro a los venezolanos”.

También describió el caso de un funcionario policial del estado Lara, que fue trasladado a Nueva Esparta y cuando regresó al que era su hogar se encontró con que otras personas habitaban la vivienda. 

En este caso, el diputado aseguró que harán la solicitud de investigación a la Comisión de la Naciones Unidas que se encuentra en el país y a la Relatoría Especial sobre Vivienda Adecuada. 

«Probablemente ahora hay más vecinos pasando por esta situación y es un tema político, porque utilizan a funcionarios de los ministerios o del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (Banavih) para cometer estas barbaries», agregó el parlamentario, quien además expresó su apoyo a estas familias y ratificó que harán las investigaciones respecrtivas «para que a los responsables les llegue el compromiso legal y penal, cuando se restablezca la justicia y la democracia en la nación».

Asamblea Nacional afirmó que inflación de junio se ubicó en 24,8%

EL DIPUTADO ÁNGEL ALVARADO, parte de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, informó a través de su cuenta de Twitter que la inflación del mes junio se ubicó en 24,8%. 

Alvarado indicó que la inflación interanual fue 445.482% mientras que la inflación acumulada alcanzó 1.155%. «El salario mínimo solo compra 3,5% de la canasta alimentaria», afirmó el diputado. «El salario mínimo en Venezuela está completamente deprimido en Venezuela», dijo el parlamentario desde una rueda de prensa.

Alvarado aseguró que el Índice de Actividad Económica Mensual durante el primer trimestre de 2019 cayó 39,9%. «Desde el primer trimestre de 2013, la caída de la actividad económica en Venezuela ha sido de 64%», indicó el parlamentario.