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#NotasSobreLaIzquierdaVenezolana - II serie (y X) | Nuestro querido Pablo, por Isaac López*

Pablo Milanés a dúo con nuestra Soledad Bravo. Foto: archivo Isaac López.

Con la muerte de Pablo Milanés a finales de noviembre de 2022 se va uno de los mejores compositores de América Latina. En sus discos Querido Pablo y Pablo querido la amplitud que su arte alcanzó
En su discografía su creencia y militancia por lo que fuera uno de los movimientos políticos más importantes en el mundo contemporáneo, pero también sus composiciones que le salvarán más allá de militancias

 

@YsaacLpez

«Bolívar lanzó una estrella que junto a Martí brilló, Fidel la dignificó para andar por estas tierras»; «La vida no vale nada si no es para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama. La vida no vale nada si yo me quedo sentado después que he visto y soñado que en todas partes me llaman…»

Esas canciones nos hicieron también. Fueron parte de un encuentro con las creencias, el pensamiento, la política, el compromiso. Una ética que debía tener emparejada la palabra.

«Yo pisaré las calles nuevamente, de lo que fue Santiago ensangrentada, y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes.» «Si el poeta eres tú, como dijo el poeta. El que ha tumbado estrellas en mil noches de lluvias coloridas eres tú, qué tengo yo que hablarte Comandante…». «Los caminos, los caminos no se hicieron solos, cuando el hombre, cuando el hombre dejó de arrastrarse los caminos fueron a encontrarse. Cuando el hombre, cuando el hombre ya no estuvo solo… Hay caminos que conducen a una sola dirección, ese camino lo escojo como única solución: rompiendo montes, ciudades, cambiando el curso a los ríos, bajando hasta mi montaña, subiendo el mar a los míos. Haciendo un camino largo, largo hasta ver el mañana, toda esa tierra temprana que se quiere levantar, mañana va a despertar sin ver sus días amargos…«

Esas fueron las canciones de una época en la obra de un cantor latinoamericano. Canciones políticas, de efervescencia, convocatoria, llamado a la insurgencia.

El rompimiento de Pablo Milanés con el decadente proyecto de la que un día fuera fervorosa épica de la Revolución cubana fue tardío. A mediados de los ochenta, cuando grupos como Monte de Espumas o intérpretes como Carlos Varela, Donato Poveda y Frank Delgado cuestionaban el estancamiento y el fracaso, Milanés y Silvio Rodríguez –oficializados embajadores de la Nueva Trova cubana– preferían cantar El Necio. «…Me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, me vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda… Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo… Yo me muero como viví«. El coro lo hacían miles de jóvenes de la clase media latinoamericana, que nunca habían enfrentado el cotidiano vivir en la isla de José Lezama Lima y Delfín Prats.

Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, junto con Sara González, Vicente Feliú, Noel Nicola, Amaury Pérez o Virulo habían llevado a hombres y mujeres de América y el mundo el mensaje libre, renovador y contestatario que supuestamente blandía en «el territorio libre» que era Cuba.

NotasSobreLaIzquierda - II serie (y X) Nuestro querido Pablo, por Isaac López
Pablo Milanés con Chico Buarque, Caetano Veloso, Sara González y otros. Fotos: archivo de Isaac López. Comp. Runrunes.

El Pablo Milanés que unía la proclama amorosa de Yolanda, El breve espacio en que no estás o Para vivir con el panfleto político de Pobre del cantor, Ho Chi Minh y Amo esta isla, era la fiel estampa del cantor comprometido estatuido en las discusiones sobre la nueva canción latinoamericana o la canción protesta promovidas por Casa de las Américas a inicios de los setenta. De allí su cercanía al poeta nacional Nicolás Guillén y a ese emblema de la revolución llamado Haydée Santamaría.

Aunque vino a Venezuela en tiempos del chavismo, se cuidó de no tocar la guitarra para el comandante de aquí, como lo había hecho Silvio Rodríguez. Falsarios e hipócritas, oportunistas y aprovechadores de ambas orillas se colgaron de supuestas gestas y banderas. La guitarra levantó la mano, pero no vio la sangre ni el dolor de un pueblo. De este país, al cual vino muchas veces, hizo discos con Lilia Vera y con Soledad Bravo, dos voces situadas hoy en los extremos que somos.     

Desdecirse es de las cosas más difíciles cuando se ha abrazado un credo, cuando se ha hecho uno sacerdote de una doctrina. Eso fue Milanés, como también lo es quien fuera su pareja de trova durante mucho tiempo.

Pero Pablo Milanés también dijo no. Y se diferenció de aquel proyecto político que por tantos años defendió. Criticó represión, encarcelamientos, censura. Se pronunció contra un régimen colapsado en lo económico y lo social sostenido únicamente en la opresión. Los días de gloria habían pasado y el tiempo, implacable, solo dejó una huella triste de nostalgia.

Todo parece pasar en nuestros juicios y apreciaciones de hoy por el nefasto presente en el cual nos movemos. Por el espacio y tiempo degradados llamados Venezuela.

Asunto que a todo sirve también. Para decir verdades y para encubrir despropósitos. Para ubicarnos en los bordes del tablao. El presente nuestro, que tanto le debe al «proyecto» que ellos defendieron, nos marca en apreciaciones y juicios. Hubo un encantamiento que duró décadas, y del que ellos fueron en gran parte artífices. Buena propaganda. No se quiso escuchar ni a Heberto Padilla, ni a Virgilio Piñera, ni a Reynaldo Arenas. A tantos. Eran inconsecuentes con lo trascendente. La soberbia que fuimos nos cegó a muchos. El romanticismo también. Muchos siguen fieles al credo, allá y aquí. Comprender debería ser la mejor vía. Un debate necesario que no damos, pues nos vencen la pasión y las dicotomías.

Constreñir el mundo a dicotomías: capitalismo o socialismo, occidente neoliberal o formulaciones liberadoras sin fundamento, es también hablar de la superficialidad en la cual se ha convertido cualquier debate. Cultural, político, ideológico. El mundo, la vida, debería ser mucho más que dicotomías cerradas.

Con la muerte de Pablo Milanés a finales de noviembre de 2022 se va uno de los mejores compositores de América Latina. Renovador del discurso romántico en la canción popular, tal como lo reconocen voces diversas como Ilan Chester o Santiago Cruz, Ricardo Arjona o Yordano Di Marzo, Juanes o Franco De Vita.

En su discografía su creencia y militancia por lo que fuera uno de los movimientos políticos más importantes en el mundo contemporáneo, pero también sus composiciones que le salvarán más allá de militancias. En sus discos Querido Pablo y Pablo querido la amplitud que su arte alcanzó.

Nada ni nadie podrá hacernos renegar de lo mucho que le debemos. Con él y como él también cambiamos. Pero no borramos la memoria ni el afecto. La transparencia de lo que fuimos. El compromiso en el cual creímos.

Su canto es de todos, gracias por tanta sensibilidad hecha canción, gracias siempre, querido Pablo.

isaacabraham75@gmail.com

*Profesor. Universidad de Los Andes. Mérida.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Ignatius Farray y los Diógenes, por Juan Eduardo Fernández “Juanette”
En un mundo tan loco como en el que estamos viviendo, solo un loco como Ignatius Farray puede hacernos entrar en razón

 

@SoyJuanette

Locura, desparpajo, pero sobre todo sinceridad. Esas son algunas de las cualidades que debes tener para ser un Diógenes. Si eres portador de este nombre, o tienes un amigo o familia que lo tenga por favor cuídalo, porque a medida que pase el tiempo los vamos a necesitar mucho más.

Pero como en toda historia siempre hubo alguien que fue el primero, en este caso relataré la historia del primer Diógenes que se conoció en el planeta tierra: Diógenes el “Perro”. Quiero aclarar que no se trata de una mascota, sino de un filósofo griego.

Diógenes de Sinope nació en Sinope en el año 412 a. C. y aunque no dejó ningún legado por escrito, hizo de la pobreza material extrema una virtud. Este filosofo vivía como un mendigo en las calles de Atenas portando siempre una lámpara diciendo que buscaba “hombres honestos”.

El filósofo Diógenes predicó siempre la idea cínica de autosuficiencia, dejando de lado los lujos de la sociedad, y llevando una vida natural. Para él, la riqueza y los honores eran “falsos bienes que hay que despreciar”. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza. “El sabio debe tender a liberarse de sus deseos y reducir al mínimo sus necesidades”.

Son muchas las anécdotas que se cuentan de Diógenes o “Sócrates delirante” (como lo bautizó Platón), pero la más conocida lo vincula a un encuentro que tuvo con Alejandro Magno. De acuerdo a la leyenda, Alejandro se encontraba en Corinto visitando su imperio, cuando se topó con Diógenes tirado en la calle. Al verlo, le dijo:

–Pídeme lo que quieras, porque yo puedo dártelo.

A lo que Diógenes contestó:

–Apártate de donde estás, que me haces sombra y me quitas el sol.

Tras la respuesta todos pensaron que el filósofo recibiría un castigo por contestar de tal manera al rey de Macedonia, pero, por el contario Alejandro Magno expresó:

–Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes.

Desde entonces el filósofo Diógenes es símbolo de anticultura, anarquía y revolución.

La pregunta es ¿existen Diógenes hoy en día?

La respuesta es sí. Y tal vez no exista uno, sino muchos. Pero por lo pronto les voy a contar de Ignatius Farray, un Diógenes español que, a través de la comedia, sacude a los ciudadanos y les muestra cómo las organizaciones políticas y sociales manejan a las masas a su antojo.

Podría decirse que Ignatius es prácticamente un fiel del concepto de humor acuñado por Aquiles, pero no el semidiós griego, sino Aquiles Nazoa: “El humor es eso que hace que la gente piense, sin darse cuenta que está pensando”.

Afortunadamente este Diógenes sí está dejando legado escrito. De hecho, su primer libro, Vive como un mendigo y baila como un rey, es para mí el primer libro de autoayuda para comediantes.

En este libro, producto del encierro por la pandemia, Ignatius Farray nos presenta a Nacho, un chico canario (de las islas Canarias, no es que sea un pájaro o se lo crea), que era visto como “el distinto”; ese compañero “raro” que todos conocimos alguna vez y que, a través del humor de Ignatius, pudo contar lo que no se atrevía a decir Nacho.

Ignatius explica en sus páginas como, si fuera el señor Miyagi de Karate Kid, no solo lecciones de comedia, sino de vida. Pero ¿cuál es la más grande de todas?

Pues que vivas como mendigo y baila como un rey, lo que significa: lo material es importante, tener un techo, comida y salud. Pero la verdadera riqueza está en ser feliz haciendo lo que a uno le gusta.

Este tipo de reflexiones y otras más causaron furor en una entrevista que el periodista Jordí Évole le hizo a Ignatius en La Sexta. Durante la conversación, el cómico canario tiró esta perlita:

«Ha llegado un punto en el que ya deseamos lo que el sistema quiere que deseemos. Cada vez que pasamos frente a una vidriera y vemos algún producto que deseamos, eso hay que vivirlo como una derrota y una humillación, porque el sistema nos ha visto venir y nos estaba esperando con la escopeta cargada”.

Tras tamaña afirmación, Ignatius Farray explicó que no se trata de no consumir, sino de comprar productos que “se nos ocurran a nosotros”, eso es para Ignatius la forma de “trolear al sistema”.

Si no conocían a Iguanitus se los presento, y si lo conocían recuerden volver siempre a consultarlo. Pues en un mundo tan loco como en el que estamos viviendo, solo un loco como Ignatius puede hacernos entrar en razón.

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Humano Derecho #274 con Carolina Galia, de la ONG Mi Venezuela.
La ONG Mi Venezuela cultiva los valores en los niños a través de actividades recreativas, como pintar, dibujar, leer y contar cuentos

 

@_humanoderecho

¿Cuál es el enfoque del trabajo que realizan en la ONG Mi Venezuela? ¿Qué actividades llevan a cabo? ¿Cómo logran influir positivamente en el desarrollo de niños en comunidades vulnerables? Estos y otros temas los estaremos conversando con Carolina Galia, representante de Mi Venezuela, quien nos hablará acerca de todos los temas relacionados con su organización.

“Los niños en comunidades vulnerables a veces sienten que no tienen posibilidades, pero nosotras los ayudamos a que entiendan que el mundo está lleno de oportunidades siempre y cuando ellos desarrollen las ganas de crear, de compartir y de ser buenos ciudadanos”.

Galia precisa: “Lo que nosotras hacemos es contarles cuentos a los niños y ayudarlos a reflexionar sobre eso para que puedan aplicarlo en su día a día”.

La organización que representa cultiva los valores en los niños a través de actividades recreativas, como pintar, dibujar, leer y contar cuentos. “No podemos cambiar su realidad, pero sí podemos trabajar a través de su imaginación”.

Añade la activista que intentan siempre involucrar a los padres  en las actividades que hacen con los niños..

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

Más contenido en humanoderecho.com

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Geografía y política del siglo XXI, por Antonio José Monagas
Si bien se reconoce la geografía como una ciencia antigua, su visión actual estudia a profundidad la relación sociedad-espacio, y ahí está la política

 

@ajmonagas

A instancia de lo que esta disertación pretende, en la onda de renovar los conceptos de geografía y política como premisa para hurgar las realidades propias del siglo XXI, se comenzará ensayando el concepto de “Geografía”. Deberá cuidarse que los conceptos que intentan plantearse sean confundidos con definiciones.

En principio, debe reconocerse que la geografía trasciende fronteras que las ciencias blandas y duras, como llaman las ciencias sociales y ciencias naturales, en sus dinámicas operacionales, muchas veces no terminan de precisar el objetivo central de sus investigaciones. Ello sucede por el carácter presumido (aludido en un sentido especulativo) de sus metodologías de investigación.

Si bien se reconoce la geografía como una ciencia antigua, su visión actual ha logrado rebasar consideraciones obvias pues estudia a profundidad la relación sociedad-espacio haciendo que su capacidad de interpretación la convierta en una ciencia comprometida con sumas situaciones. O realidades distintas sobre las cuales siguen trazándose horizontes superfluos, prometiendo condiciones que aluden a meras utopías. 

La geografía actual trasciende mediciones, categorizaciones y deducciones, cuyos resultados comprometían el ambiente fundamentalmente. Hoy compromete al desarrollo humano en términos de su imbricación con exigencias que cruzan problemas de toda índole.

De la geografía del siglo XXI

Tanto es así que, en su alcance con las ciencias sociales y las ciencias naturales, la geografía se concibe como el ámbito en el cual dichas ciencias se articulan en aras de validar la inter y transdisciplinariedad. De forma que valiéndose del sentido indagatorio de la geografía para allanar los vacíos que el inmediatismo y la incertidumbre causan ante los análisis de ciencias fácticas, dado los ocluidos procedimientos investigativos que generalmente siguen, surge esta como la ciencia que precede y preside todo cuanto del hombre deviene en pos de su desarrollo.

Es ahí cuando debe reconocerse que la geografía resulta de los preceptos que ordena la naturaleza. Específicamente, en su relación con el ser humano, quien llevado por decisiones y acuciado por las singularidades que vive, elige entre lo que puede servir a las necesidades del desarrollo, y lo que puede perjudicar el progreso y crecimiento.

De la susodicha dinámica, deriva la necesidad de la geografía de mezclarse con otras dinámicas científicas. Así nace la geografía física. Igualmente, la geografía económica, la humana, la geografía política, la urbana, la regional, la turística, la social, la geografía cultural. Y más aun, la geografía del delito, la geomorfología, la musical, la geografía del deporte, entre otras, lo cual da una idea del rango de su campo de aplicación.

De la política del siglo XXI

Aunque de tan empírica manera ha sido posible construir un concepto de geografía, igual vale ensayar el de política. Sobre todo, luego de advertir que, en la manoseada comprensión de la política, abundan pronunciamientos que revelan una improvisación atroz.

La política y la geografía han sido conceptos lastimados por la presunción de muchos al arrogarse la capacidad de discernir más allá de lo que las correspondientes historias han referido.

Sus construcciones como conceptos no han sido totalmente superadas. Sus procedimientos se han topado con un problema de ingeniería estructural. No cabe validar un concepto contentivo de alguna prédica que lo constriña a un contorno de aclaración. Un concepto se corresponde con la parte mínima de una idea.

Respecto de lo que podría conceptuarse como política, y considerando los riesgos de sintaxis que comprometen su interpretación, cabría decir que, más que el conjunto de decisiones aplicadas con un objetivo determinado por quienes detentan el poder, la política es el ámbito que ocupa la vida del ser humano para llevar a buen término sus proyectos de vida.

Aunque la política no posee la amplitud descriptiva que compromete a la geografía, ambas son análogas en el sentido de que sus implicaciones transversales atraviesan el mundo en virtud de sus espacios naturales, organizacionales y funcionales. 

De ahí surge la razón para argumentar que los conceptos tratados se constituyen en ventajas comparativas y competitivas a la hora de acudir a dichas ciencias como estamentos metodológicos capaces de solucionar los conflictos que abaten el discurrir del confundido mundo presente. Aun cuando esta disertación, recortada por la brevedad, se haya aventurado a trazar sendos conceptos sobre geografía y política del siglo XXI.

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#EnPocasPalabras | Xi Jinping y Vladímir Putin, por Tony Bianchi
La cumbre entre Xi Jinping y Vladímir Putin no se enfocó en Ucrania, sino en cómo fortalecer su cooperación para ir contra Occidente

 

La cumbre entre Vladimir Putin y Xi Jinping no arrojó lo que los optimistas esperaban, o sea una propuesta para iniciar un proceso de paz que pusiera fin al conflicto ucraniano. Fue más bien un intercambio de ideas y planes de cómo fortalecer la cooperación entre las dos superpotencias con miras a disminuir a la OTAN, los Estados Unidos y el vínculo con los países democráticos del Oeste.

La historia de las relaciones ruso-chinas y su alianza actual se basa sobre todo en la hostilidad hacia Occidente. Un análisis más estricto de la logística geopolítica revela que siempre ha existido un enfrentamiento entre los dos países, condenándolos a ser más rivales que aliados.

Video: Qué buscan China y Rusia con su relación (y cómo Xi Jinping ha apoyado a Putin en Ucrania) | Canal en Youtube de BBC News Mundo

Rusia y China han sido enemigos desde el comienzo de la expansión asiática del imperio zarista, que chocó con el “Imperio Celeste” chino, con el que sigue compartiendo una inmensa frontera territorial.

Siberia es una masa de tierra que prácticamente presiona las fronteras del norte de China, recientemente colonizadas y desarrolladas demográfica y económicamente. Pero a los dos países no se les ha olvidado que Rusia jugó un papel destacado en la coalición multinacional que intervino en 1900 para sofocar la rebelión nacionalista de los bóxeres.

Los bolcheviques seducen a China

El enfrentamiento fue liderado por Moscú, que armó “la Santa Alianza” de una docena de países imperialistas, incluyendo a Japón. Esta alianza pretendía conquistar la región nororiental de China. A cambio de su participación, Rusia se hizo con el control de toda Manchuria y, en el proceso, miles de chinos fueron asesinados por las tropas del zar.

Las relaciones bilaterales mejoraron sensiblemente cuando Rusia introdujo el marxismo-leninismo, que fue aceptado con entusiasmo por China. Como consecuencia, la cultura rusa en el siglo XX conquistó a la élite culta de China. Sus grandes figuras de la literatura, como Antón Chekhov y Nicolai Gógol, Tolstói y Dostoievski que fueron los iniciadores de un contacto con Occidente y un vínculo con las corrientes del pensamiento europeo.

Por su parte, la revolución bolchevique inició el contacto de una parte de la intelectualidad china con el marxismo. Aunque muchos líderes del partido comunista fueron educados en Europa occidental, especialmente en París (Zhou Enlai, Deng Xiaoping), el líder indiscutible del comunismo chino, Mao Zedong, tuvo una actitud de respetuosa deferencia hacia Lenin y, sobre todo, Stalin.

La ayuda militar de la URSS de Stalin fue decisiva para la victoria de los comunistas en la guerra civil china contra los nacionalistas, y que luego resultó en la fundación de la República Popular en 1949.

Se agrian las relaciones

Pero las relaciones entre los dos exponentes del comunismo mundial pronto se agriaron. La muerte de Stalin en 1953, y especialmente el comienzo de la desestalinización por parte de Nikita Khrushchev, en 1956, alejó Mao de la Unión Soviética. Mao se convirtió en el líder mundial de una versión alternativa del comunismo. Más extremista, por cierto, dirigida hacia las masas campesinas en lugar de a la clase obrera del «tercer mundo».

De allí en adelante, en muchos países subdesarrollados, desde Asia hasta África y Sudamérica, el maoísmo comenzó a competir con el comunismo de la Unión Soviética.

En términos de propaganda ideológica y apoyo a los movimientos revolucionarios armados, China a menudo chocó con la URSS. Pero detrás de esa rivalidad cada vez más acalorada –que influyó incluso en los movimientos estudiantiles de la Europa del 68– había un hecho geopolítico y estructural más importante que el ideológico.

La URSS y China, como superpotencias asiáticas, nunca abandonaron la idea de un enfrentamiento para decidir disputas territoriales. Mao llegó a creer, probablemente con razón, que la URSS estaba preparando una guerra de invasión contra China.

China se acerca a Estados Unidos

Uno de los momentos de mayor tensión se produjo en 1969, con los enfrentamientos armados entre los dos ejércitos a lo largo del río Ussuri. A partir de ese momento, la inteligencia china se declaró en estado de alerta pensando que Moscú podía desatar un ataque nuclear contra China. El trasfondo del deshielo entre Mao y Richard Nixon, en 1972, condujo a un enfoque político completamente diferente: China se acercó a Estados Unidos para protegerse de Moscú.

Después de la muerte de Mao, en 1976, Deng Xiaoping inició la transición a una economía de mercado. Se desarrolló un creciente intercambio económico con los Estados Unidos que en los años dorados de la globalización terminó con la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (diciembre de 2001).

Para los líderes comunistas chinos, desde Deng Xiaoping hasta Xi Jinping, Rusia es culpable de considerar un fracaso la modernización de la economía china y no perdonan a Gorbachov el haber efectivamente liquidado al Partido Comunista ruso.

De hecho, tanto los mayores representantes políticos de China, identificados como “los mandarines”, y el mismo Xi consideran que Putin y el Kremlin no son comunistas, pero sueñan regresar a la URSS para agrandar su esfera de influencia y autoritarismo.

Impenitente expansionismo ruso

Expertos políticos creen que Rusia quiere volver a comandar a Europa del Este y que China quiere dominar la región que incluye a Japón, las dos Coreas, Filipinas y Vietnam. Esto explica por qué Xi en parte apoya la intención de Putin de eliminar el posible cerco de la OTAN como la verdadera causa de la guerra en Ucrania.

Puede ser que la aparente alianza entre los dos países sea consolidada, pero se trata de una relación demasiado desequilibrada a favor de China, en los terrenos económico, financiero y tecnológico.

Rusia no está acostumbrada a desempeñar un papel secundario ni acepta fácilmente la subordinación. Pero la mayor diferencia es que Rusia ha cortado los lazos con Occidente, mientras que China sigue firme con el propósito de no perder tanto a los Estados Unidos como el resto de los países demócratas del Oeste como su principal mercado de exportación.

La diferencia es enorme: en el 2022, el comercio entre Rusia y China creció un 30 por ciento, sin embargo, este representa solamente la cuarta parte del comercio chino con Estados Unidos. Finalmente, y muy asombroso, es el hecho que China, que mantiene vastos cultivos de caraotas (frijoles) de soja, en el 2022 tuvo que importar soja de países occidentales por un valor de 380 millones de dólares.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Un relajo moral del cual abstenernos, por Alejandro Armas
Hay cosas que a la elite gobernante le gustaría que hiciéramos, pero que no estamos obligados a hacer. Una de ellas es integrarnos a su simulación propagandística de prosperidad

 

@AAAD25

Nunca me gustó la expresión “sociedad de cómplices” para aludir a una Venezuela que, en palabras de algunos, hizo poca o nula resistencia al desmontaje de nuestra democracia y nuestro Estado de derecho por el chavismo. Me parece una afrenta a una larga cadena de acciones impulsadas por la sociedad civil para ponerle fin, sin traumas, a esta tragedia. Superando un montón de obstáculos arbitrarios inventados por la elite gobernante, hubo intentos de revocar el mandato presidencial en 2004 y 2016, y si no prosperaron, pues fue precisamente por las trapisondas oficialistas.

Ni hablar de las protestas de 2014 y 2017, reprimidas sin misericordia y con un saldo colectivo cercano a los dos centenares de muertos. Nótese que todo esto es resistencia de la civil. Quien diga que, como eso no bastó, hubo que pasar a otras formas de resistencia, que requieren más arrojo, pues quizá tenga un punto. Pero los que hablan de “sociedad de cómplices” por lo general nunca han dado ese paso. Así que ignoro con qué moral le hacen reproches a los demás.

Aclarado todo lo anterior, debo decir que sí me preocupa notar desde hace algún tiempo una especie de laxitud moral en cuanto a cómo tratar con la elite gobernante.

Una tendencia a olvidar los desmanes de los que esta es responsable. Desmanes, entre opresión y pobreza, tan incontables que, para efectos de honra al aforismo de Baltasar Gracián “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, podemos sintetizar en lo que el filósofo Dagoberto Valdés llamó “daño antropológico”. Como he planteado antes en esta columna, el nuevo ethos gubernamental es uno de consumismo parrandero como muestra de un nuevo crecimiento económico (que ahora hace aguas). Y, al parecer, no pocas personas quieren subir a bordo de esa barca de placeres. Pasar la página y congeniar con la nueva oligarquía para gozar de esta “Venezuela chévere” y mostrarla al mundo. Eso sí: sin ponerse una franela roja. ¡Nada de política! Se trata precisamente de poner las diatribas de lado y tomarse de manos en optimismo y disfrute patrios.

So riesgo de incurrir en un lugar común, diré que puedo explicar cómo llegamos a esto, sin justificarlo. Ser un ciudadano opositor activo en Venezuela se ha vuelto una experiencia sumamente desalentadora. Es un cúmulo inmenso de fracasos y derrotas al que hay que añadir el miedo que generan las represalias de un gobierno sin escrúpulos, así como la necesidad de dedicar tiempo y esfuerzo a la mera supervivencia en medio de tanta precariedad, en el caso de los millones de venezolanos empobrecidos. Para colmo, la dirigencia opositora no sale de su extravío estratégico. No le brinda a la población un plan para alcanzar el cambio político que tanto urge. Solo hablan de las próximas elecciones presidenciales, pero sin explicar cómo superar los vicios del sistema comicial chavista o qué hacer en caso de que el gobierno desconozca una derrota.

Estamos, en fin, en una situación en la que no se divisa en el corto o mediano plazo lo que el país necesita. Es por lo tanto comprensible que la inmensa mayoría de los venezolanos no esté pensando mucho en la política. Que trate de adaptarse al porvenir y que busque alguna alegría en lo que queda en pie.

Son sin duda circunstancias muy duras para el cumplimiento del deber ciudadano. La conculcación de libertades hace que los costos de la conducta ética sean inmensos. Sin embargo, siempre nos queda en nuestro fuero interno algo de libertad. Una libertad para decidir cómo procedemos a pesar de las dificultades injustas. Solo eso nos permite mantenernos adheridos al sentido de la humanidad, como indicó Viktor Frankl. No estaremos en un campo de concentración nazi, como sí le pasó al pensador austriaco. Pero no podemos menos que ver la vida en Venezuela como una forma de prisión. Y, aun así, no todo paso que demos está condicionado a los intereses de los carceleros. Tendremos que contribuir con su financiamiento cada vez que pagamos un gravamen. Tendremos que callarnos algunas cosas que nos gustaría decir. Tendremos que seguir los pasos de su absurda burocracia kafkiana para obtener documentos. Pero hay cosas que a la elite gobernante le gustaría que hiciéramos, pero que no estamos obligados a hacer.

Una de ellas es integrarnos a su simulación propagandística de prosperidad. Otra es aceptar la invitación a entablar relaciones cordiales con los miembros de dicha elite. A pasar por alto sus negocios turbios y sus atropellos a la dignidad humana de casi todo el país. No digo que haya que increparlos en la calle. Más bien, recomiendo no hacerlo, pues debido a la “ley contra el odio”, el castigo hace que no valga la pena. Pero igualmente podemos abstenernos de retratarnos sonrientes con ellos. De consumir en sus negocios una vez que su propiedad ha sido plenamente identificada. Etcétera.

Para Kant, la moral está sustentada en la razón. Si realmente nos abocamos a pensarlo, no hay forma de concluir que el blanqueamiento voluntario de los desmanes rojos está bien. La motivación siempre será un egoísmo a costa del país: farandulear, ver un espectáculo, probar alguna delikatessen o licor fino. En el peor de los casos, establecer contactos para ser parte del entramado de actividades crematísticas opacas. Ser un privilegiado más que está por encima de la ley.

Volviendo a la visión del sabio de Königsberg, aunque al obrar así se nos abra un mundo de posibilidades, en realidad estaríamos desistiendo de nuestra libertad, por cuanto dejamos que un vicio externo innecesario nos esclavice e ignoramos nuestra razón y sus derivados morales. Una vez que caemos en ese hueco, es muy difícil salir. El deseo de esas dulzuras mundanas aumentará. De paso, nos ahuyentará la posibilidad de un eventual reconocimiento de nuestras fallas, con todo lo que ello implica para nuestra vida en sociedad. Así que preferiremos huir hacia adelante, sepultarnos cada vez más en el vicio y esforzarnos por la preservación de un orden perverso. Si hablo en primera persona del plural, es porque admito mi propia vulnerabilidad. No soy inmune a tentaciones, pero hago mi mejor esfuerzo por mantenerlas a raya.

Quizá el único consuelo en todo esto es que los invitados a disfrutar del sibaritismo en la perestroika bananera son los poquísimos venezolanos que pueden pagarlo. Las masas paupérrimas no pueden siquiera pensar en atender al llamado de la serpiente a probar el fruto prohibido. No tienen con qué. Como en toda aristocracia, real o pretendida, nuestros sans-culottes tienen vedado el acceso a Versalles. Nada de vivir como en una novela de Laclos o una pintura de Fragonard. Por su miseria, veo poco probable que dejen de ver con malos ojos a los responsables de la ruina del país, obviando a aquellos que por desgracia se dejaron llevar por una lealtad fanática al ideario chavista (aunque incluso acá hay posibilidad de descontento, debido al discreto abandono gubernamental del dogma marxistoide traído por Hugo Chávez). Entre estas, millones de personas, y aquellas que tuvieron suerte de no caer en la pobreza, pero se abstienen cada día de bendecir el statu quo, creo que aún es temprano para hablar de una sociedad de cómplices. Una abstinencia que todos deberíamos practicar, incluso cuando termine esta Cuaresma.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

#PedagogíaEconómica | Destinar ganancias de Citgo a un fondo de pensiones, por Víctor Álvarez R.
Ante la incapacidad del gobierno y la oposición para ponerse de acuerdo sobre Citgo la sociedad civil debe gestionar ante la OFAC una licencia para destinar un porcentaje de las ganancias a la protección social

 

@victoralvarezr

En 2022, Citgo reportó una ganancia neta récord de 2800 millones de dólares. Su presidente ejecutivo, Carlos Jordá, dijo que gracias a ese desempeño: “Logramos reducir la deuda de CITGO en 1100 millones de dólares, y pagamos un dividendo a Citgo Holding, lo cual le permitió reducir su deuda en 489 millones de dólares, manteniendo, a su vez, altos niveles de liquidez«. Sin embargo, ni un solo dólar de esas ganancias se destina a pagar la deuda social, aunque liquidez hay.

A raíz del reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, la administración de Citgo pasó a manos del interinato, pero este fue disuelto, Citgo quedó en el limbo y ahora Venezuela no puede disponer de las ganancias que genera para financiar programas de interés nacional. Ante la incapacidad del gobierno y la oposición para ponerse de acuerdo, la sociedad civil está llamada a levantar su voz y gestionar ante la OFAC una licencia que permita destinar un porcentaje de estas ganancias a financiar los programas de protección social.

¿Qué hizo Noruega con las ganancias petroleras que también puede hacer Venezuela?

Noruega es un país con 5 millones de habitantes donde la tasa de fertilidad es de apenas 1,95. Demográficamente esto quiere decir que el número de hijos de cada matrimonio apenas sustituye a los padres, razón por la cual la población noruega se estanca y tiende a envejecer. Como el pago de las pensiones futuras no podía ser cubierto con las contribuciones presentes a la seguridad social, la necesidad de garantizar una vejez digna pasó a ser una de las principales preocupaciones de la sociedad noruega.

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En 1990 se creó el Fondo Noruego del Petróleo con el objetivo de acumular reservas para el sistema de pensiones. No es un fondo para gastar dinero, sino para invertirlo y hacerlo rendir crecientes beneficios. En 1995 se hizo la primera transferencia por 285 millones de dólares. Estor recursos fueron invertidos en acciones, bonos, valores, proyectos inmobiliarios y otros instrumentos de alta rentabilidad que han hecho crecer considerablemente el aporte fundacional hasta llevarlo a la astronómica cifra de más de 900.000 millones de dólares al cierre de 2022.

Patrimonio Fondo de Pensiones Global de Noruega

Reforma y fortalecimiento del sistema de pensiones

El régimen de pensiones basado en la solidaridad intergeneracional funciona cuando el número de cotizantes (activos) es mayor al número de pensionados (pasivos). En la Venezuela de 1960 había 12 personas activas por 1 persona pensionada, ahora es de 5 a 1. La esperanza de vida al nacer pasó de 45-50 años a 72-75 años y quienes se jubilen a los 65 demandarán una pensión al menos durante 10 años más. Para 2050, el crecimiento de la población activa/pasiva en Venezuela tiende a igualarse, con una relación de 1,5 activos por 1 pasivo.

Según ACNUR, siete millones cien mil venezolanos han migrado dejando a sus padres y abuelos a quienes ayudan con una precaria remesa. Los jóvenes se van de los pueblos donde no consiguen oportunidades de estudiar y trabajar, la población envejece y ya hay pueblos en los que el número de habitantes en edad de trabajar y cotizar es menor que la población pasiva en edad de recibir una pensión. A partir del 2030, la población pasiva será mayor que la población menor de 15 años, en una clara tendencia al envejecimiento de la población.

La base de la pirámide poblacional se va haciendo más angosta y esto implica que los aportes de las personas activas de hoy no podrán financiar las pensiones de las personas pasivas de mañana. Esta evolución demográfica hace inviable el actual sistema de seguridad social, cuestión que obliga a una reforma del sistema nacional de pensiones, con nuevos entes administrativos, mecanismos regulatorios y fondos necesarios para garantizar pensiones dignas a los venezolanos de las generaciones presentes y futuras.

Porcentaje de las ganancias de Citgo para fondos de pensiones

¿Qué hacer para asegurar la seguridad social de una población que tiende a envejecer? Un porcentaje de las ganancias de Citgo pudieran destinarse a la reforma y fortalecimiento del sistema de seguridad social y a fondear los mecanismos para pagar pensiones dignas.

Las ganancias de Citgo en 2022 fueron de 2800 millones de dólares, si de destina 10 % de este monto a la creación de un fondo venezolano de pensiones, el aporte fundacional sería de 280 millones de dólares, semejante al aporte que en su momento hizo Noruega para constituir su fondo de pensiones.

Las ganancias de Citgo –en vez de destinarse única y exclusivamente al pago de acreedores y proveedores y dejar un considerable monto congelado- pudieran destinarse a los siguientes fondos:

Fondo de solidaridad intergeneracional

La solidaridad intergeneracional es un concepto acuñado por la ONU en 1993 y se refiere a la solidaridad entre las generaciones para construir una sociedad para todas las edades. Se sustenta en los aportes de los trabajadores activos que permite financiar las pensiones de los trabajadores retirados. Con base en un principio de reciprocidad, las personas activas esperan que esa solidaridad sea retribuida cuando les corresponda su jubilación y, entonces, puedan recibir el beneficio de la pensión para la cual ahorraron parte de su salario durante toda su trayectoria laboral.

En el sistema de solidaridad intergeneracional las cotizaciones de las personas activas se depositan en un fondo común para pagar las pensiones de las personas pasivas. Este sistema es manejado por el Estado, que tiene que responder por los fondos acumulados y no puede utilizarlos para otros fines que no sea el pago de pensiones.

Fondo de capitalización individual

El debate sobre la reforma del sistema de seguridad social tiene que estar abierto a evaluar la conveniencia y viabilidad de todas las opciones. Entre las alternativas están los fondos de capitalización individual que –a pesar de que han funcionado muy bien en otros países- en Venezuela han sido satanizados con el argumento de que las cotizaciones serían privatizadas, sin evaluar con el rigor necesario los pros y contras, las ventajas y desventajas para poder tomar la decisión más sabia y conveniente para la población jubilada presente y futura.

El sistema de capitalización individual es un sistema de previsión para la vejez basado en el ahorro individual en una cuenta personal. La sumatoria de las cuentas individuales es lo que se denomina fondos de capitalización individual. Como en este sistema es posible hacer aportes voluntarios según la capacidad de ahorro de cada quien, un porcentaje de las ganancias de Citgo se pueden destinar a incentivar el ahorro al aportar un monto equivalente a cada aporte adicional del titular de cada cuenta. Estos fondos serían invertidos en instrumentos seguros de buena rentabilidad para obtener intereses, ganancias y dividendos que incrementen la cuenta individual y permitan cobrar mejores pensiones.

Opciones hay. Lo que falta es voluntad política porque hasta viabilidad financiera hay. Las ganancias de Citgo están siendo destinadas únicamente a pagar deudas con acreedores y proveedores, pero un porcentaje debe ser destinado a pagar la deuda social, particularmente la deuda con los pensionados del país. Discutamos esta propuesta.

Escuche el análisis completo en el nuevo pódcast de #PedagogíaEconómica

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Roberto Patiño Mar 23, 2023 | Actualizado hace 4 días
Sin resignación, por Roberto Patiño*
Hay quienes se preguntan si la resignación es la moneda de canje de una ciudadanía abocada a una supervivencia aislada y egoísta. Nuestra experiencia en las comunidades nos señala todo lo contrario

 

@RobertoPatino

En medio de una de las más complejas crisis humanitarias que ha vivido Venezuela en su historia republicana, y a un año de abrirse la puerta a un proceso electoral que puede ser un escenario para la resistencia y el cambio pacífico, algunos se preguntan si estamos llegando a una etapa de desinterés de los ciudadanos por los grandes temas políticos del país. Hay personas que se preguntan si la resignación es la moneda de canje de una ciudadanía abocada a una supervivencia aislada y egoísta.

Nuestra experiencia en las comunidades, junto a nuestros líderes, nos señala todo lo contrario. La gente está en la calle, movilizada, exigiendo soluciones a los responsables de la crisis, luchando por sueldos dignos y mejores condiciones de vida, reclamando al Estado que cumpla con sus compromisos, organizándose en la búsqueda de soluciones concretas a los problemas que los acosan. El venezolano está activo, mostrando que existe la posibilidad de conectar la sed de cambio político y las ganas de votar, con los grandes problemas que nos acosan en nuestro día a día.

En Venezuela hay una vocación política clara, que no se expresa por los mismos medios de hace diez años, que no acude a los foros radicales en redes sociales, que ha renunciado a la confrontación estéril y que no le rinde culto a los líderes caudillistas. Una vocación política madura, consciente de las grandes dificultades que tiene por delante ante la pérdida de las libertades democráticas, una convicción por el cambio que espera a un liderazgo real, que se construya de abajo hacia arriba, que acompañe a los ciudadanos en sus luchas, que le hablen con la verdad propia de adultos que se respetan mutuamente. Que esperan que sus dirigentes políticos conecten con verdadera empatía y menos pose con una realidad compleja, contradictoria y dolorosa para muchos.

A más o menos un año de las próximas elecciones en Venezuela, una fecha que nos convoca para la organización de los ciudadanos, un día señalado para la resistencia pacífica y comprometida de millones de venezolanos, la resignación no es el valor que nos representa. Hay una ciudadanía movilizada, responsable, luchadora, que exige un liderazgo con pulso claro y compromiso real por el cambio que todos queremos.

Este ha de ser nuestro compromiso.

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive | rpatino.com

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