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Yeannaly Fermín Nov 27, 2021 | Actualizado hace 2 años
La gente dejó a la política en visto
Oswaldo Ramírez señala que el desinterés o la apatía para participar en las elecciones estuvo estrechamente relacionado con un proceso de despolitización del ciudadano
La desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen del tema político y se centren en resolver problemas de carácter económico 

 

@YeannalyFermin

 

“Yo no voté porque el resultado siempre es el mismo. El gobierno arrasa, y con cada elección pone el mapa rojo rojito, pero el día después de las votaciones, los problemas de todos los venezolanos siguen siendo los mismos. No hay agua, no hay luz, no hay transporte público, el sueldo no alcanza y ni hablar de la inseguridad”, argumenta Jordan Cáceres, un joven de 21 años que trabaja por su cuenta vendiendo artículos electrónicos a través de las redes sociales.

Sus prioridades no tienen nada que ver con lo que pueda pasar con las elecciones regionales ni con ningún otro evento que involucre la política.

Cáceres afirma que si no trabaja no come. Aunque reconoce que la situación económica del país es bastante grave para muchos, enfatiza que los políticos del chavismo ni los de oposición van a solventar los problemas económicos que vive Venezuela.

Son muchos los que piensan como Jordan. La apatía y el desgano político se vieron reflejados en la cifra de participación ciudadana (42.27%) que se registró en los comicios regionales de este 2021, siendo esta la más baja en unas elecciones a gobernaciones y alcaldías desde el año 2004. 

La Encuesta Nacional Sobre Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el pasado mes de octubre, señaló que los jóvenes han perdido el interés de involucrarse en grupos políticos. «Solo al 30,3% de los jóvenes le interesa participar en grupos políticos. Es el grupo en el que menos quieren participar», asegura el estudio. 

“La gente está cansada”

 A juicio del economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en Venezuela actualmente existe una apatía y un desgano con todo lo que tiene que ver con el tema político. 

León afirma que esta conducta se debe principalmente a que la gente está convencida que los conflictos del país no se van a resolver por la vía electoral. 

Ese desgano por la política es marcado no solamente en esta elección, esto es solo es un resultado adicional, el desgano lo vemos en el interés del ciudadano por el discurso de los líderes políticos, se ve cuando las encuestas reflejan que el principal problema de los venezolanos es económico. La gente abandonó la espera de hitos políticos y están tratando de sobrevivir, no están esperando cambios”, aseguró Luis Vicente León.  

El politólogo Pablo Andrés Quintero afirma que la cifra de abstención de las elecciones regionales del pasado domingo 21 de noviembre, dejaron un claro mensaje tanto al chavismo como a la oposición: “Hay un descontento, hay un cansancio emocional, físico y psicológico de la situación política que vive el país”.

El politólogo explica que esta desmotivación está precedida por el desastre de los servicios públicos, las promesas incumplidas, la guerra por el poder, la falta de instituciones, la desconfianza en los líderes de ambos bandos, y la atención a la gente más vulnerable por la crisis económica. 

Quintero aclara que este desinterés y apatía es un proceso psicológico y una condición temporal. “No es definitivo porque las emociones son cambiantes, pero el ciudadano siente esas sensaciones porque no puede escalar, le cuesta desarrollarse de forma individual y plena, el poco acceso a los recursos y a los bienes y servicios hacen sentir que su vida está estancada, y eso es lo que genera el desinterés en la política, que aunque los políticos prometen cambios la gente no los percibe”, dijo. 

Los jóvenes son los menos interesados

La Enjuve en su más reciente estudió reflejó que en 2013, 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales. Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participaría en las regionales, mientras que 48,9% indicó que no votaría. «Es claro que los políticos venezolanos no le están hablando a la generación joven», dice Quintero.

“Youtube y TikTok le están hablando más a los jóvenes que los mismos políticos y sobre esto hay mucho que reflexionar, no hay una comunicación cara a cara y cercana con  la juventud que  está dentro de ese sector que está cansada que quisiera participar más en política pero que no se atreven porque no se sienten identificado con las propuestas de los políticos”, explicó Quintero.

Por su parte, el politólogo Guillermo Tell Aveledo durante su presentación en el foro online “Entre el activismo y la cohabitación, el tablero político se está moviendo”, presentado por Runrun.es el pasado jueves, 25 de noviembre, explicó que esa resistencia de los jóvenes a los temas políticos es una tendencia preocupante y hay que trabajar casi que de manera evangélica predicar que la democracia es posible.

“Se percibe que hay una desconexión real en los jóvenes urbanos que no quieren votar, eso es alarmante para el ciclo que viene, porque si no se cuenta con los electores jóvenes no se puede hacer el trabajo y la democracia se ve en riesgo”, dijo Tell Aveledo.

Despolitización del ciudadano 

Para el director de ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, ese desinterés o apatía de los jóvenes para participar en asuntos políticos y electorales están estrechamente relacionados con un proceso de despolitización del ciudadano.

“Hay una transformación importante en la cultura política del venezolano. A quien antes le encantaba un tema electoral, lentamente ha ido abandonando esa opción. Algunos porque pueden sentirse deprimidos y olvidados porque no hay oferta electoral firme para ellos, para otros porque votar no es una condición suficiente que les permita cambiar el poder, mientras que otro grupo un poco más pequeño ya no se siente complacido con los incentivos clientelares que ofrecía el gobierno”, explicó Ramírez.

Luis Vicente León y el director de ORC Consultores coinciden en que la desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen de la política y se centren en resolver problemas de carácter económico. 

Para Pablo Quintero, el tema económico es determinante porque golpea la percepción de la política y genera emociones negativas. “ El daño al aparato productivo económico hace que la gente se canse porque vive en una constante trabajo de supervivencia sobre todo en el interior del país porque Caracas y Miranda no son la realidad de todo el país”, dijo.

Fragmentación de la oposición

Los resultados electorales del 21 de noviembre demostraron que la división de los partidos de oposición y el no contar con una clara representación, fue uno de los principales motivos para que el chavismo lograra pintar nuevamente el mapa de color rojo. 

A juicio del politólogo Pablo Andrés Quintero, la fragmentación de la oposición fue una de las grandes causas de la abstención, además de la falta de coordinación. 

“La fragmentación y la falta de honestidad ante la gente, sobre todo cuando le dices que el voto no sirve y que no se puede votar en dictadura, y después esos mismos candidatos son los que salen a votar” cuestionó.

El presidente de Datanálisis indicó que la esperanza de cambio político en Venezuela cayó de 50% en 2019 a 25% en el 2021. “Tres cuartas partes de la población no tiene la esperanza de que la oposición pueda provocar un cambio político, y al no tener esa esperanza se desinteresa y se desmoviliza, lo que afecta considerablemente la disposición a votar y esto, incluso, se ve más marcado en los jóvenes”, afirmó.

Luis Vicente León explicó que la tendencia es a que la esperanza de cambio se incremente y no que se reduzca en el corto plazo. Para revertir esa situación, el también economista asegura que tiene que presentarse una renovación muy fuerte de la oposición y sobre esto coincide con Quintero, quien también afirma que en esa rehabilitación profunda que debe hacerse, es necesario que se hagan cambios puntuales en la dirección política.

Se necesita coherencia, honestidad, empatía, humanidad, ciudadanía y civilidad para que la gente vuelva a tener una esperanza de cambio y que la oposición se convierta en una alternativa, pero no solo para la foto, con propuestas reales que le den esperanza a la gente. Que no se le engañe. Hay que reconectar con las emociones de la gente, con el discurso, rescatar el valor del lenguaje político, pero sobre todo hay que respetar y no subestimar a la ciudadanía”, agregó el politólogo Pablo Quintero. 

Esquema autoritario afecta la conducta política

La falta de escrúpulos por parte del gobierno de Nicolás Maduro es un hecho que no se puede dejar a un lado cuando se analiza la desmotivación y el desinterés político de los venezolanos. 

Sobre esto, Guillermo Aveledo Tell señaló que en Venezuela hay un esquema autoritario que afecta la conducta política y que no puede desvincularse ni mucho menos hacer cuentas sin ese hecho. 

Paola Bautista de Alemán, quien también participó en la tertulia, señaló que en Venezuela hay un asunto duro de reconocer y es que la autocracia que está consolidada ha afectado la cultura democrática del país. 

“Hay una juventud que nació en un proceso de profunda erosión democrática que se han hecho hombres y mujeres en la consolidación de ese sistema, por lo que la percepción y valoración que tienen de la democracia son las historias que escuchan de sus mayores”, afirmó. 

Bautista de Alemán aseguró que ya existe una generación de venezolanos para los cuales la democracia es un recuerdo y no una realidad.

“Esas pieles son pieles curtidas, es otra realidad, y por supuesto el miedo muchas veces anima a la introspección a la huida, no nos extraña que hayan personas jóvenes que le quieren huir a la política no solo porque no le ven resultado sino porque el costo de hacer política en este país personal y humanamente es muy grande y muy fuerte”, aseguró de Alemán. 

El 21N todo se resolvió entre mayores 
Ausencia de jóvenes en los centros se percibió en los pasados comicios regionales
Así como muchos jóvenes con aspiraciones a cargos de representación debieron ceder en favor de militantes de mayor edad, el día de la elección fueron los adultos mayores los que salvaron la fecha de una abstención todavía mayor 
Apenas 20% de la población joven tenía disposición a votar  

@franzambranor

A Ana Paradiso, una votante de la Biblioteca Raúl Leoni de El Cafetal en el municipio Baruta del estado Miranda, le llamó la atención la escasa presencia de gente joven en las pasadas elecciones para gobernadores, alcaldes y concejales del 21 de noviembre en Venezuela. 

La imagen que describe Ana se repetía en la mayoría de los centros del municipio capitalino, donde la abstención se ubico en 58,2 % de acuerdo con cifras del Consejo Nacional Electoral y los votantes eran adultos mayores en su mayoría.

“Tengo toda la vida votando aquí y de verdad hay pocas personas jóvenes, es demasiada la gente que se ha ido del país”, dijo en medio de una cola de no más de veinte personas frente al centro electoral el pasado domingo 21. 

Atrás quedaron las imágenes de jóvenes voluntarios buscando el voto y movilizando electores el día de las elecciones en favor de alguno de los candidatos.

Pedro Alejandro Romero tiene 21 años y nunca se ha inscrito en el registro electoral. Pese a las constantes arengas de su madre para que acudiera a una sede del Consejo Nacional Electoral a fin de registrar su nombre en la base de datos correspondiente al municipio Libertador, no lo hizo.

“¿Para qué iba a ir a votar? Eso no iba a hacer ninguna diferencia, yo tengo amigos que lo hicieron porque dicen que tienen un sentimiento nacional, pero todos sabemos al final adonde iban a parar esos votos”, dijo el estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). 

Néstor Maya tiene 20 años y tampoco está inscrito en el registro electoral. Le corresponde votar en el municipio El Hatillo. El domingo 21 de noviembre se quedó en su casa. “Pese a que cambiaron a algunos rectores del CNE, al final siempre, va a terminar siendo lo mismo, el gobierno se termina robando las elecciones y si no pierden, hacen trampa. También no me parece pertinente que mis datos estén disponibles en internet con solo poner mi número de cédula”.   

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve) 2021 elaborada por la UCAB, 50 % de los jóvenes en Venezuela consideran que la democracia es el sistema de vida preferible; 27,5 % opina que da lo mismo una democracia que una dictadura y 22,1 % cree que un régimen autoritario puede ser preferible. En 2013, cuando Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela, 68 % de los jóvenes pensaba que la democracia era el mejor sistema de vida. 

Para la organización Voto Joven solo 20 % de la población joven en Venezuela tenía disposición a votar en estos pasados comicios del 21N, de ese universo, 30 % se sentía identificado con la oposición, el resto se definía como no alineados. 

Opacidad y migración 

Wanda Cedeño, coordinadora nacional de Voto Joven, afirma que el desinterés de la juventud por la participación electoral responde a varios factores, pero en primer lugar, a la opacidad de las instituciones en Venezuela.

“Este año se presentó un árbitro electoral en teoría un poco más equilibrado, pero venimos de años de una política sistemática que persigue alejar a los ciudadanos de la confianza hacia el voto”, dijo Cedeño. 

Cedeño también se refirió a la cantidad de nuevos inscritos en el registro electoral. “Se estimaba que fuese 1 millón 500 mil, pero al final solo se registraron 400 mil inscripciones en 2021. Los jóvenes no se inscriben porque en Venezuela no tenemos cultura electoral, eso no se encuentra dentro del marco formativo como ciudadano y esto se conecta con la cantidad de tiempo que tenía la oposición sin concurrir a procesos comiciales, que antes de estas del pasado 21N era un periodo de tres años, es difícil convencer a la gente del poder del voto como instrumento de cambio, especialmente a la población joven”.

Para la coordinadora de Voto Joven otro factor importante es la migración. “De ese millón 500 mil nuevos registros que se esperaban, 700 mil están fuera del país”.

Según datos de la oficina de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de los 5,6 millones de venezolanos que han emigrado, 60% son personas con edades comprendidas entre los 15 y 50 años

Sin liderazgo emergente 

Cedeño dijo que, después de tres años sin participar activamente en elecciones, los jóvenes con aspiraciones políticas debieron confrontar varios inconvenientes.

En primer lugar se refirió a la pérdida de confianza del voto como arma de cambio con llamados desde algunos sectores de la misma oposición a no acudir a las urnas y en segundo a la estructura piramidal de los partidos tradicionales.  

“Vimos cómo la generación emergente debió ceder postulaciones a cargos importantes de gobernadores y alcaldes a políticos con mayor trayectoria por acuerdo o imposición de los partidos, esto debido a que ellos consideran que quienes gozan de un amplio recorrido poseen un mayor músculo de apoyo ciudadano y también financiero”.  

La coordinadora de Voto Joven sostuvo que la ausencia de jóvenes tanto en los centros electorales como en los liderazgos emergentes se vio reflejada con fuerza en el interior del país, salvo en estados como Zulia y Nueva Esparta donde sí fueron incorporados a la campaña.  

“Todos sabemos que el tema movilidad es más dramático en la provincia, el joven en el interior del país no escapa de la escasez de gasolina, la crisis de los servicios públicos y las fallas de conectividad a internet, esos son temas que también conspiran contra el ciudadano a la hora de participar. Muchos incluso están tan ocupados en resolver el día a día que ni siquiera se enteran quienes son los candidatos a una elección”.   

Asignatura pendiente 

Elevar la participación de los jóvenes en futuros procesos electorales en Venezuela es una tarea difícil, pero no imposible a juicio de Wanda Cedeño. 

“En primer lugar, se debe comenzar por el saneamiento de las instituciones, estos cambios que hubo con el CNE fueron un paso importante, pero no es suficiente, es algo que requiere un mayor esfuerzo de todos, hay que sincerar el registro electoral y facilitar los procesos para que los jóvenes que estén fuera del país pueden incorporarse a las dinámicas electorales. Nosotros seguiremos con nuestra campaña para rescatar el derecho que tenemos y que el voto deje de ser percibido como algo negativo por un sector de la juventud”.   

Por su parte, Pedro Alejandro dijo que en caso de un referendo revocatorio o elección presidencial, tampoco votaría. “Jamás, no tiene sentido”, enfatizó. 

Enjuve: Solo 26,4% de los jóvenes opositores manifestó que participará en comicios del #21Nov
En 2013, la Enjuve señaló que 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales. 
Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participará en las regionales, mientras que 48,9% no lo hará.
En el caso de los jóvenes identificados con el oficialismo, 44,7%  participará en los comicios del 21 de noviembre, mientras que 16% no irá a votar

Faltan solo tres días para la celebración de las elecciones regionales y municipales y las expectativas sobre la participación de jóvenes venezolanos en el evento son bajas en los que se identifican con la oposición y un poco más altas en los que se asumen como chavistas.

La Encuesta Nacional Sobre Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el pasado mes de octubre, reiteró que 67% de la población juvenil venezolana está descontenta con las elecciones llevadas a cabo en el país.

«Solo 13% de los jóvenes tiene mucho interés por la política. En 2013, 37% de la población joven estaba interesada en la política», señaló el estudio.

La intención de participar en las regionales varía según la inclinación política, pero también demuestra el desinterés en general de la juventud hacia este tema.  Según la Enjuve, actualmente, 29% de los jóvenes no tiene ningún interés por la política. Esta cifra aumentó nueve puntos desde 2013. 

En 2013, la Enjuve señaló que 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales.  Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participará en las regionales, mientras que 48,9% no lo hará.

En el caso de los jóvenes identificados con el chavismo, 44,7% de los jóvenes participará en los comicios del 21 de noviembre, mientras que 16% no irá a votar.

42% de los jóvenes que dijo que no irá a votar aseguró que se debe a que no está inscrito en el registro electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Mientras que 17% los que no participará en las regionales explicó que se debe a que consideran que «siempre ganan los mismos». Otro 11% de los jóvenes comentó que no votará porque «no le interesa la política».

Desconfían y no quieren involucrarse en política

Otros datos de la Enjuve reflejaron que las instituciones políticas y las del Estado son las que menos confianza aportan a los jóvenes.

«Solo 53% de los jóvenes confía en instituciones políticas y 51% en instituciones del Estado», indicó la encuesta. 

Además de desconfiar,  los jóvenes han perdido el interés de involucrarse en grupos políticos.

«Solo a 30,3% de los jóvenes le interesa participar en grupos políticos. Es el grupo en el que menos quieren participar», aseguró el estudio.

Según la Enjuve, solo 6,9% de la población joven encuesta había participado en partidos políticos. 

 

De la fiebre del oro a la fiebre de la educación
Es hora de aceptar que la tragedia nuestra y la llave de la cárcel que nos encierra en la pobreza es la pérdida millonaria del talento juvenil que ni trabaja, ni estudia, ni tiene oportunidades para ello

 

Nota previa: La negociación por un fin superior

Un hecho político trascendental me mueve a escribir esta nota. A última hora, en el estado Miranda, los demócratas han dado un paso trascendental. Gracias a la visión de Carlos Ocariz y su partido Primero Justicia (PJ) en diálogo con sus rivales de Fuerza Vecinal, la oposición mayoritaria apoyará al candidato David Uzcátegui con gran oportunidad de, juntos, rescatar la Gobernación de Miranda.

Este ejemplo de negociación con un fin superior va acompañado de la unificación de una veintena de alcaldías con candidatos de PJ. Es un paso y un ejemplo que enciende un potente faro de luz en el oscuro y deprimente túnel de la política en Venezuela para cambiar de raíz la actual política de miseria y de agonía nacional.

No hay negociación política sin sacrificios y estos no se aceptan sino para lograr un fin superior. Luego de que la dictadura proclame el 22-11 su “triunfo” para perpetuarse, será necesaria una radical renovación de la política que solo será posible con negociaciones de cambio para recuperar la esperanza, rescatar la democracia y reconstruir el país.

La fiebre del oro

A mediados del siglo XIX “la fiebre del oro” se apoderó de buena parte de EE. UU. y movilizó una muchedumbre desordenada e incontenible hacia el Oeste, atraídos por la ilusión-esperanza de una rápida riqueza. De esa avalancha nació California como estado y surgieron otros cambios importantes en el Oeste y en el país entero.

También en lugares como Australia, Sudáfrica, América Latina…la fiebre del oro movilizó sueños y muchos desórdenes de multitudes cautivadas por el imán de posibles minas fabulosas. Ya en la Conquista española la fiebre del oro fue motor y espada movilizando sueños y desórdenes de multitudes maravilladas por la fiebre de posibles riquezas mineras.

Venezuela hace siglo y medio no fue excepción y la zona del Yuruari, Guasipati y El Dorado fue la meca de la peregrinación afiebrada. Pero nuestro oro desde hace un siglo fue el petróleo y su renta transformó el país y su gente, con logros y deformaciones. Ahora se apagaron los pozos petroleros y la ruina del Estado rentista pone en evidencia lo que ayer no queríamos ver: la riqueza de las naciones no está en el oro (dorado o negro), ni en la plata, sino en el ilimitado talento de los venezolanos.

La mayor tragedia nacional actual no es que los taladros estén parados y los pozos abandonados, sino los talentos apagados; que haya más de tres millones de jóvenes fuera del sistema educativo y otro millón haya salido del país. 37 % de los jóvenes (de entre 15 y 29 años) ni estudia ni trabaja según la encuesta ENJUVE de la UCAB y la mitad de la juventud no está motivada para estudiar porque no le ve el queso a la tostada.

Más grave todavía es la pérdida de maestros y profesores que necesitan vivir y el régimen les insulta con una decena de dólares al mes que solo vale para entrar al club de la miseria nacional. Universidades estrellas como la UCV, la Simón Bolívar están abandonadas, igual que el Pedagógico y otras decenas de instituciones con financiamiento público y miles de escuelas y liceos.

Es hora de descubrir y aceptar que la tragedia nuestra y la llave de la cárcel que nos encierra en la pobreza es la pérdida millonaria diaria del talento juvenil que ni trabaja, ni estudia, ni tiene oportunidades para ello.

La respuesta a esta tragedia no está en pequeñas mejoras, sino en un cambio radical de visión de la riqueza nacional y de la dignidad y trascendencia de un oficio y trabajo cualificado. Es urgente un nuevo amanecer de todo el país dominado por la fiebre de la educación: jóvenes y familias con fiebre, igual que los educadores, los empresarios, los políticos y el Estado. Todos enloquecidos con una fiebre contagiosa incontenible.

Así como se improvisaron instrumentos para sacar el oro y se crearon campamentos mineros y petroleros, ahora tenemos igual que levantar muchos miles de campamentos donde la gente se aferre dejando todo para apostar por el talento humano que se está perdiendo. Que cada factor y actor educativo corra para tomar la delantera en la urgente tarea de sacar y potenciar el talento, clave de la Venezuela esperanzada.

Los primeros ensayos no importarán, lo vital es que en cada casa se tiene que prender la fiebre salvadora… Dar a los educadores económica y moralmente lo que valen; pero aun así nos faltarán muchos miles más. Que quienes saben y pueden enseñar que instruyan con título o sin él y los que necesitan aprender para ganarse la vida y reinventar el país, se abracen con las familias y las empresas que necesitan formación en oficios del siglo XXI.

Los recursos públicos, hoy tan disminuidos, deben priorizar la educación, adelgazar la burocracia y estimularla participación de toda la sociedad.

Que corra la voz de éxitos tempranos y todo conspire para difundir y contagiar la fiebre. Formar rápidamente en oficios para que el joven empiece pronto a producir, ganar y motivarse para seguir formándose por el resto de su vida, combinando producción y estudio. Que el esfuerzo privado se haga público y lo público se siembre y fructifique en lo privado con la sana obsesión de ayudar a extraer el talento creativo e innovador de cada uno. Abiertos al mundo y conectados con la revolución informática que llegue por cauces de instituciones solidarias.

No podemos esperar el cambio de régimen (por urgente que este sea) para empezar a contagiar la fiebre. Empecemos ya con respuestas rápidas, innovadoras, audaces y cortas (pero prolongadas y permanentes) antes de que perdamos la juventud que ni trabaja ni estudia, ni está motivada con el panorama que le ofrecemos con la actual ruina nacional para impedir de raíz que la niñez crezca en la actual desoladora desesperanza.

15-11-2021

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Los efectos de la crisis en la juventud
No necesariamente los jóvenes sin afinidad con alguna corriente son indiferentes a la crisis política. Creo que muchos sí son opositores en el sentido literal del término

 

@AAAD25

Cada vez que uso las palabras “jóvenes” o “juventud”, me siento viejo. No sé por qué.  En un mes cumpliré 30 años. Ya no me sentiré tan ridículo cuando intente racionalizar este raro efecto dialéctico. Sobre todo cuando hable de adolescentes y de adultos que rondan las dos décadas de vida. Qué bueno, porque entonces me será mucho menos incómodo redactar artículos como este, que tiene por foco el grupo etario del cual Cronos, el Padre Tiempo, está a punto de expulsarme para siempre.

Recientemente dediqué esta columna a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida. Hoy haré lo mismo con otro estudio estadístico de la Universidad Católica Andrés Bello: la Encuesta Nacional de Juventud (Enjuve). Además de la categoría temática repetiré la modalidad. Es decir, tomaré algunos datos llamativos de la encuesta para intentar darles contexto de manera relevante para nuestra situación nacional.

El fondo

El fondo

Comencemos. Con una muestra de individuos entre 15 y 29 años de edad, la encuesta halló que 44 % de los consultados dice que no se iría del país en este momento. Este fue el primer cálculo que me llamó la atención, pues no esperaba que fuera tan alto.

No es por fortalecer la narrativa de que «Venezuela se arregló», pero resalta que la permanencia confirmada sea una respuesta considerablemente más frecuente que «no dudaría en irme» (28 %). Tal vez la estabilización en el foso redujo la ansiedad sobre el futuro y el incentivo a emigrar. Cada vez más personas se dan cuenta de que en términos económicos ha habido un cambio en Venezuela y que el presente, aunque a años luz de lo ideal o siquiera de lo normal, es menos angustiante que el pasado de tres o cuatro años.

Pasemos ahora a algo que alarmó a muchos lectores de la encuesta: la identificación política. De los entrevistados, 37,0 % se manifestó afín a la oposición; 31,1%, afín al chavismo; y 31,9%, sin afinidad con alguna corriente

He visto a personas preocupadas porque los bloques no se diferencian mucho en tamaño. Creo que el detalle está en el término «oposición”. Una metonimia confusa. Probablemente, los consultados lo leen y no piensan en el acto de oponerse al régimen en sí mismo, sino en la dirigencia opositora. Lógico que pocos se identifiquen con ella. Así pasa en todas las edades, pues hay una crisis de representatividad, precisamente porque el liderazgo ha sido incapaz de lograr el objetivo opositor por antonomasia: el cambio político.

Entonces, no necesariamente los chamos sin afinidad con alguna corriente son indiferentes a la crisis política. Creo que muchos sí son opositores en el sentido literal del término. Solo que se oponen al régimen sin simpatizar con Juan Guaidó, Henrique Capriles, María Corina Machado, etc.

En cuanto a los jóvenes identificados con el chavismo, tampoco necesariamente apoyan todos al régimen hoy. Aunque nos cueste entenderlo, lo cierto es que hay personas que apoyaron a Hugo Chávez hasta el final, se consideran chavistas, pero retiraron su apoyo a Nicolás Maduro debido a una catástrofe humanitaria que ellas también padecen. Son los que creen, sincera pero erróneamente, que Maduro se desvió del camino de Chávez para desgracia del país.

Yo no me preocuparía tanto, entonces, por las identidades políticas. Mucho más inquietante es esto: 50 % de los consultados por la Enjuve dice que la democracia es el sistema político preferible. En 2013 ese porcentaje fue de 68,8 %. En cambio, 22,1 % dice que un régimen autoritario es mejor, cifra que en 2013 estuvo en 8,3 %.

¿Cómo pudo ocurrir esto? Quizá las generaciones más jóvenes, al no haber conocido nunca la democracia, ignoran que casi siempre es más eficaz estimulando una calidad de vida alta.

También las decepciones con una dirigencia opositora que se identifica como «democrática» pudieron contribuir. Muchachos que creen que la única solución al daño que hizo el chavismo es otra dictadura. La orfandad de liderazgo suele favorecer las tendencias autoritarias. Esto es cónsono con el surgimiento de comunidades, sobre todo digitales, de admiradores de autócratas como Marcos Pérez Jiménez, Francisco Franco o Augusto Pinochet. Quien las haya visto seguro habrá notado un alto componente de adolescentes y adultos muy jóvenes.

No creo que este problema se solucione si no se vuelve a entusiasmar a las masas por una política nacional que resalte los valores cívicos, cosa a su vez difícil mientras el chavismo gobierne y la oposición se quede estancada. Supongo entonces que nos toca a los ciudadanos comunes hacer un esfuerzo por mantener vivas las virtudes republicanas y democráticas, de manera que estén listas para florecer en un hipotético poschavismo. Eso sí se puede.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

La mitad de la población joven del país está arropada por la pobreza
Durante la investigación, la Enjuve detectó que son las mujeres las que predominan en los quintiles menos aventajados en términos de distribución de los ingresos

 

La Encuesta Nacional de la Juventud, presentada este martes 26 de octubre, por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), señaló que la mitad de la población joven del país está arropada por la pobreza.

La investigación sostiene que «la mitad de la población joven se concentra en los quintiles 1 y 2, que reúnen al 40% de los hogares de menores ingresos».

La Enjuve también señala que solo 31% de la población joven del país se encuentra en los quintiles 4 y 5 por lo que cuentan con mayores ingresos económicos. 

Feminización de la pobreza

Durante la investigación, la Enjuve detectó que son las mujeres las que predominan en los quintiles menos aventajados en términos de distribución de los ingresos, lo que advierte sobre un proceso de feminización de la pobreza. 

En la presentación de los resultados, se evidencia que en el primer quintil (más pobre) 72% de las mujeres jóvenes cuentan con menos ingresos que los hombres, mientras que para el quintil 2, la cifra se ubica en 68%.

Sobre las cifras de reproducción, la profesora Anitza Freitez indicó que “existe un patrón de formación de la familia muy temprano entre los jóvenes venezolanos.

“Entre 2013 y 2021 en el caso de las adolescentes (15-19 años) se ha reducido el porcentaje de madres de 16% a 12%, ligeramente ha aumentado en las mujeres de 20 a 24 años (de 45% a 49%)  y se ha mantenido en el grupo de 25 a 29 años (72% en ambas mediciones)”, explicó Freitez.

Otro dato de la encuesta realizada por la Ucab indica que un millón de jóvenes (15%) están al frente de la jefatura del hogar, de la tasa, 41% son hombres y 54% son mujeres. 

Menos jóvenes en el país

La encuesta señala que debido a la crisis económica que atraviesa Venezuela, la población ha mermado. 

«La cifra de jóvenes de 15 a 29 años se ha reducido a 6 millones 817 mil. En comparación al año 2013, hay poco más de un millón de jóvenes menos», indica la Enjuve. 

El estudio también apunta que 51% de los más de cinco millones de venezolanos que abandonaron el país en los últimos cinco años son personas de 15 a 29 años de edad. La mayoría (56%) de estos migrantes son hombres y su principal destino fue Colombia (48%), seguido por Perú (20%) y Ecuador (10%). De ese total, 39% había cursado algún año de educación universitaria o había completado estudios a ese nivel.

Sin embargo, el análisis destaca que la propensión a emigrar ha cambiado respecto a lo que se registraba antes y durante la última oleada.

Casi la mitad (44%) de los entrevistados de 15 a 29 años contestaron que “no se iría de Venezuela en este momento”, al tiempo que 28% confesó que “con toda seguridad” se marcharía y 24% dijo que “no tiene seguridad” al respecto.

78% de los jóvenes venezolanos no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia
42% de la población juvenil no está inscrita en el Registro Electoral

La Encuesta Nacional de la Juventud, presentada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) el 26 de octubre, indicó que 78% de los jóvenes venezolanos no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia en Venezuela. 

A pesar de ver los resultados que ha traído un sistema político totalitario, 22,1% de la población juvenil indicó que un régimen autoritario es preferible a la democracia. En 2013, solo 8,3% pensaba eso.

«Impacta saber que la democracia como sistema político no es opción para los jóvenes», dijo Luis Pedro España, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB.

En 2013, 69% de los jóvenes optaban por la democracia como el sistema político ideal. Ocho años después, en 2021, esa cifra disminuyó a 50,4%

Deterioro de la imagen de democracia

Según la Enjuve, la permanente crisis política, la imposibilidad de cambios en las instituciones y la percepción sobre la naturaleza de la política ha deteriorado la imagen y el apoyo a la democracia.

«El descontento de los jóvenes con el sistema político del país es deplorable», señaló España.

La Enjuve indicó que los jóvenes tienen una mala percepción del funcionamiento de las instituciones políticas y sociales de la democracia.

En 2013, 26,7% de los jóvenes no estaba nada satisfecho con la democracia. Actualmente, la cifra aumentó a 42,9%.

Hace ocho años, 27,2% de la población juvenil estaba satisfecha con la democracia en Venezuela. En 2021, la cifra cayó a 16,2%.

Chavismo, oposición y no alineados

La encuesta presentada por la UCAB explicó que actualmente la política venezolana se divide en tres grupos: Chavismo, oposición y no alineados.

Según datos de la encuesta, 37% de los jóvenes se considera de oposición al gobierno de Nicolás Maduro, 31,1% a la oposición y 31,9% no se identifica con ninguno de los grupos anteriores, por ende, son llamados los no alineados.

De acuerdo a España, a pesar de ser un país que históricamente se ha dividido en dos extremos, Venezuela se ha vuelto un país centrista.

Actualmente, 35,2% de los jóvenes venezolanos indicaron que su posicionamiento ideológico es centrista. 30,5% de la población juvenil pertenece al bloque de derecha, mientras que, 26,2% pertenece al bloque izquierdo.

En 2013, solo 23,7% de la población juvenil se consideraba centrista. 

Poco interés en la política

La Enjuve aseguró que solo 13% de los jóvenes tienen mucho interés por la política. De hecho, 31% afirmó que tiene poco interés en ella y 29% ningún interés. 

Esto se ve reflejado en la opinión de los jóvenes con respecto a la participación en elecciones. 48,9% de los jóvenes de oposición aseguró que no tiene intención de votar en las elecciones regionales, 28,9% de los jóvenes que no están alineados con ningún partido político tampoco quiere votar y 16% de la población juvenil alineada con el chavismo no quiere participar en el acto electoral. 

Según la encuesta, el motivo principal por el que los jóvenes no quieren participar en las elecciones es porque no están inscritos en el Registro Electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE). 42% de la población juvenil no está inscrita en el Registro Electoral.

Enjuve 2021: En Venezuela hay cada día más bachilleres y menos estudiantes universitarios
Los jóvenes dejaron de estudiar al terminar bachillerato. Esta es la razón principal de la desescolarización

La Encuesta Nacional de la Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el 26 de octubre, señaló que entre 2015 y 2021, 880 mil jóvenes venezolanos con edades entre los 20 y 24 años, dejaron de formarse académicamente

Según la Enjuve, solo 15% de la población de hombres jóvenes, que tienen entre 18 y 24 años, está inscrito en un centro educativo. En 2013, 40% de esa población estaba inscrita en una institución de este punto. En ocho años, la cifra cayó 25 puntos.

Los resultados de la encuesta señalaron que el porcentaje de mujeres inscritas a un centro educativo es mayor al de hombres. En 2013, 43% de las mujeres con edades entre 18 y 24 años formaban parte de una institución académica. Esta cifra disminuyó a 20% en 2021. 

Sin embargo, 70% de la población de hombres jóvenes, que tiene entre 15 y 17 años, se mantiene inscrita en un centro educativo. Esta cifra solo disminuyó 4% en comparación a 2013. 

Más bachilleres y menos universitarios

La encuesta presentada por la UCAB aseguró que a pesar de que la cifra de bachilleres ha aumentado, la población que alcanzó la enseñanza universitaria disminuyó significativamente

En 2013, 30% de los jóvenes venezolanos alcanzaron el nivel técnico o universitario, no necesariamente fue culminado, pero sí se inició. Esta cifra cayó a 19% en 2021

A diferencia de esto, la cifra de jóvenes que terminan sus estudios de bachillerato aumentó. En 2013, la Enjuve indicó que solo 29% de los jóvenes venezolanos habían completado sus estudios de media. Para 2021, esta cifra creció a 42%. 

Cambio a centros educativos públicos

De acuerdo a la Enjuve, la cantidad de estudiantes inscritos en centros educativos públicos siempre ha sido mayor que en los privados.

Para 2013, los jóvenes de 18-24 años eran los que tenían más presencia en instituciones académicas públicas, con 67%. Esta cifra aumentó a 84% en 2021.

En cuanto al grupo que tiene 25-29 años, 66% de ellos estaba inscrito en un centro educativo público, esta cifra incrementó a 91% en 2021

Mientras que la cifra de jóvenes, que tienen 15-17 años, inscritos en instituciones académicas públicas aumentó de 63% a 87%, desde 2013 hasta 2021. 

A diferencia de los centros educativos públicos, los privados han sido víctimas de la deserción escolar

En 2013, 37% de los jóvenes con 15-17 años estaban inscritos en instituciones educativas privadas. Para 2021, solo 13% de ellos está inscrito en un centro educativo privado.

La cantidad de jóvenes, con 18-24 años, que forman de una institución académica privada, disminuyó de 33% a 16%.

La cifra de jóvenes con 25-29 años inscritos en un centro educativo privado fue la que más disminuyó, cayendo de 34% a 9% en 2021. 

«La revolución creó sus propios excluidos», dijo Anitza Freites, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, al referirse a las conclusiones de la encuesta.

Razones por las que dejaron de estudiar

La Enjuve reiteró que hay varias razones por las que los jóvenes venezolanos han dejado de formarse académicamente. Freites explicó que la necesidad de trabajar, no querer continuar los estudios y la culminación de bachillerato son algunas de ellas.

Los jóvenes, de los tres grupos etarios, dejaron de estudiar al terminar bachillerato. Esta es la razón principal de la descolarización. 

«Solo 22% de los hombres jóvenes que reportaron haber terminado estudios ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria» indicó la encuesta.

 

El porcentaje de mujeres jóvenes que ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria es mayor que el de hombres jóvenes. Según la Enjuve, 29% de las mujeres que reportaron haber terminado estudios ha obtenido algún título de técnico superior universitario o carrera universitaria.