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OPINIÓN

Reimposición de sanciones: ¿una puesta en escena?
Pareciera que la sustitución de la licencia general por licencias específicas es más bien una puesta en escena para vender la narrativa de que EE. UU. está castigando al gobierno venezolano

 

@victoralvarezr

Por razones de seguridad energética, a EE. UU. le interesa asegurar el suministro de petróleo venezolano e impedir que este sea comprado con grandes descuentos por sus rivales geopolíticos en los mercados asiáticos. La prolongación de la guerra en Ucrania y la escalada del conflicto bélico en el Medio Oriente –con los ataques cruzados entre Israel a Irán–, representan amenazas para la seguridad energética de EE. UU. y Europa. Pero un aumento de la producción de petróleo venezolano puede ayudar a conjurar y despejar este riesgo. Por eso, a las principales potencias consumidoras de energía no les conviene que se golpee a la industria petrolera venezolana.

Aunque la reimposición de las sanciones a Pdvsa afectará las importaciones de diluyentes para mejorar el petróleo pesado de la Faja del Orinoco, la Licencia 44A deja ventanas abiertas para que las petroleras estadounidenses y europeas puedan continuar con la extracción y comercialización de petróleo y gas venezolanos.

A diferencia de una licencia general que vale para todas las empresas, las licencias individuales o específicas son autorizaciones que se otorgan caso por caso, con base en los intereses de seguridad nacional y de política exterior de EE. UU.

En adelante, la OFAC considerará las solicitudes de licencias específicas en el caso de empresas quieran continuar las operaciones previamente autorizadas por la Licencia 44, y decidirá cuál empresa puede operar con Pdvsa. Y con este fin, emitirá una licencia especial de acuerdo con sus criterios y conveniencia.

La licencia 41 permitió a Chevron producir y exportar petróleo desde Venezuela, gracias a la cual la producción superó los 800 000 barriles diarios Otros acuerdos con Repsol, ENI y Maurel & Prom acercan la producción de petróleo a un millón de barriles diarios. La derogación de la LG44 no afectará a la LG 41 a Chevron ni a la LG 8M que autoriza a las empresas estadounidenses que dan servicios petroleros especializados a Chevron. Estás y otras compañías también podrán solicitar licencias específicas.

El experto petrolero Francisco Monaldi (@fmonaldi) posteó: “La no renovación de GL44 tendrá un impacto mínimo en la inversión, especialmente si se conceden licencias específicas a empresas europeas. Su impacto limitado en la producción depende de la disponibilidad de diluyente. Habrá un impacto en las ventas de PDVSA a menos que los principales compradores, como Reliance, obtengan una licencia para comprar.”

La cierto es que la noticia de tramitar licencias específicas provocó un alza en los bonos de Pdvsa. Pareciera entonces que la sustitución de la licencia general por licencias específicas es más bien una puesta en escena para vender la narrativa de que EE. UU. está castigando al gobierno venezolano por no haber dejado inscribir a María Corina Machado ni a su sustituta en las presidenciales de 2024.

Así, la Administración Biden reduce el costo mediático y político-electoral de prorrogar las licencias a Chevron y petroleras europeas para que mantengan su producción. Esto revela el interés de EE. UU. de asegurar el suministro de petróleo de origen venezolano, ante el peligro que representa para su seguridad energética la prolongación de la guerra en Ucrania y la escalada del conflicto bélico en el Medio Oriente.

Escuche el análisis completo en el nuevo pódcast de Pedagogía económica y electoral 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Reuben Morales Abr 25, 2024 | Actualizado hace 15 horas
Superpoderes que no llegaron al cine
Las maestras venezolanas también tienen superpoderes bastantes particulares, como trabajar por un salario perfecto para dar una clase de fracciones de dólar

 

@ReubenMoralesYa

Hay personas de la vida real que van sin capa, pero son unos capos. Humanos que nacieron con un don para dominar a quien tengan al frente (y sin emitir decreto presidencial).

Existen quienes son expertos sembrando el pánico, aunque no son los vigilantes del edificio anunciando que quitarán el agua. Son otras personas. Yo las vi una vez cuando almorzaba en casa de unos familiares en el pueblo venezolano de El Tigrito en una vivienda de una sola planta cuyas ventanas dejaban ver todo desde la calle. Comíamos tranquilos, hasta que alguien en la mesa de repente dijo: “¡Al piso!”. Todos nos lanzamos bajo la mesa y ahí pregunté:

–¿Qué fue?

–¡Shhh! ¡Habla bajito!

–¿Pero qué pasó?

–Que llegaron los Testigos de Jehová.

Entonces volteo y en efecto estaban buscándonos por la ventana hasta que no vieron a nadie y se fueron. Y si supieran que el único testigo de nuestra hazaña fue Jehová, quien jamás nos sapeó.

Hay otra persona que en sí misma cuenta con dos superpoderes tan contradictorios como ver a un peluquero calvo. Me refiero al chismoso del grupo. El primero de sus superpoderes aparece cuando su grupo de amigos viene echando un cuento, de repente lo ven y acto seguido enmudecen por completo. Saben que, si el chismoso escucha lo que vienen hablando, ese chisme podría llegarle en minutos a un astronauta en el espacio.

Aunque el chismoso sabe por qué se callaron y es ahí cuando utiliza su segundo superpoder, que es cuando dice: “¡A que no saben el chisme que les tengo!”. Entonces, al resto del grupo les brillan los ojos, les babea la boca y les tiemblan las piernas de la intriga hasta que el chismoso dice: “Si quieren saberlo, díganme qué venían hablando”.

Tenemos a otro ser cuyo superpoder es bajarle la autoestima a cualquiera. Se trata del vecino de al lado. Porque ellos siempre hacen todo mejor que uno. Si cocinan, a tu casa llega olor a restaurante. Si rumbean, eso suena cual discoteca de Ibiza. Por eso los vecinos les reclamamos que no dejan dormir (aunque en verdad lo hacemos por la envidia que nos generan).

Pero de todos los vecinos de al lado que existen, quienes más bajan la autoestima son los de la habitación de al lado en el motel. Siempre parecieran estar bajo el efecto de un Viagra diluido en un vaso de café negro con té de guaraná. Es que esas paredes suenan como taladro rompiendo asfalto mezclado con gemidos que parecen sirena de ambulancia. Ante lo cual es recomendable simplemente asumir la derrota, salir de la habitación y tocar la puerta de al lado para que nos dejen entrar a la clase como oyentes.

También está el caso de un superpoder que traen los niños y con el cual dejan a los adultos tartamudeando cual político en interpelación del congreso. Que no es cuando preguntan sobre el sexo, porque hoy la pregunta más bien sería: “A ver, papá, ¿qué quieres que te explique sobre el sexo?”. Por el contrario, son preguntas como esta que me hizo un amigo de mi hijo: “¿Me puede explicar el béisbol en un minuto?”. Menos mal no era un programa de concursos, pues ese solo minuto se me habría ido explicando la cantidad de manías que tienen los peloteros antes de entrar a la caja de bateo.

Las maestras venezolanas también tienen un superpoder bastante particular. Pues además de ser superheroínas al trabajar por un salario perfecto para dar una clase de fracciones de dólar, también cuentan con el superpoder de no equivocarse cuando pasan asistencia leyendo una lista con puros nombres venezolanos.

–Yurkleiberman.

–Presente.

–Mixileidys.

–Presente.

–Crisneidermanwilexis.

–¿González o Pérez, profe?

Y lo mejor es que conocen el origen de todos esos nombres. Saben que en el pasado una tal Susana se casó con un tal Jacinto, mezclaron sus nombres y salió Suscinto. Luego Suscinto se casó una hija de Leonardo y Gumercinda llamada Leonercinda. Entonces Leonercinda y Suscinto tuvieron a Leonersús. Y este, con el tiempo, terminó siendo el tatarabuelo de Brisleiderson José.

Y si no me creen, todo esto se los dice alguien llamado “Reuben”. Que con este nombre no me quedará sino ir a donde una maestra venezolana para aprovechar su cualidad de superheroína sin capa bastante capa a quien no se le escapa ni este nombre que mi entendimiento siempre capa.

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¿Otro primero de mayo en Venezuela sin un nuevo salario mínimo?
El silencio gubernamental señala que se repetirá el escenario del 1 de mayo de 2023, cuando el gobierno decretó el ajuste del ingreso mínimo mensual y no del salario mínimo general. Este 2024 se cumplen dos años sin aumento del salario mínimo

 

@froilanbarriosf

En una semana se conmemora el Día del Trabajador. Fecha propicia para presentar ante los respectivos gobiernos las aspiraciones de la población laboral. En nuestro caso, la fecha es una requisitoria contra el autocalificado “presidente obrero” por deshonrar todas y cada una de las conquistas laborales acumuladas en un siglo de luchas frente a dictaduras y gobiernos democráticos.

Todo viene al caso ante un régimen que, atribulado por sus desventuras políticas, se autoinflige un “tiro en ambos pies”, como parafrasea el inefable mandatario en su proverbial uso del idioma. Pretender “pasar por bolas” un año más el aumento salarial que reclaman los trabajadores de este país. Un reclamo más que justificado para encarar la inflación de tres dígitos acumulada desde marzo 2022, fecha del último aumento.

Sin fijación del salario mínimo

La tensión es tal que, en el mes de marzo de este año, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Alianza Sindical Independiente (ASI) proponían, en comunicado conjunto, que el incremento salarial no sea inferior a 200 dólares mensuales. Una petición basada en los resultados del Cuarto Foro de Diálogo Social Tripartito realizado en febrero de 2024, donde se «aprobó el método de fijación del salario mínimo y un cronograma para su fijación».

Adicionalmente, en comunicado de la CTV, se señaló que el plan de acción del Foro de Diálogo Social «prevé una agenda de reuniones bipartitas y tripartitas para que el Gobierno cumpla los tres convenios». Debemos reseñar que hasta el momento no conocemos si se ha aplicado el publicitado método de fijación del salario mínimo y si se ha desarrollado la agenda de reuniones señaladas con resultados visibles.

El silencio gubernamental señala que se repetirá el escenario del 1 de mayo de 2023, cuando el gobierno venezolano decretó el ajuste del ingreso mínimo mensual y no del salario mínimo general: aumentó el bono de alimentación (de 1,82 dólares a 40) y anunció el pago de un bono contra la “guerra económica” de 20 dólares.

Dos años sin ajuste del salario

Efectivamente el salario mínimo en Venezuela cumple este 2024 dos años sin ser ajustado. En este período, al cambio oficial, se redujo en 88 % por la devaluación del bolívar frente al dólar, divisa que predomina en la economía nacional. Por tanto, el salario mínimo se mantiene en 130 bolívares, lo cual equivale a aproximadamente 3,60 dólares, según el tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV). Este monto se complementa con diferentes bonos de “protección social” que el Gobierno entrega discrecionalmente a jubilados y otros sectores de la ciudadanía venezolana.

Sin embargo, el Gobierno no oficializa un nuevo aumento salarial. La administración de Nicolás Maduro definió cambios en el monto del Bono de Guerra 2024 en su último mensaje a la nación desde el Parlamento en enero, aprobando a partir de febrero el aumento a 60 dólares y se designó específicamente para los trabajadores que ganan 100 dólares. Ninguna de estas bonificaciones tiene incidencia en el cálculo de beneficios o prestaciones sociales como concreción de la política estatal de sustituir el salario por el ingreso sin incidencia alguna en la antigüedad del trabajador.

El 90 % de los trabajadores en la economía informal

Uno de los pedidos más constantes en Venezuela es el aumento de la remuneración, así como la nivelación salarial que permita mantener un estilo de vida digno a los miles de trabajadores del sector público y privado. Un reclamo agravado in extremis en los ministerios, alcaldías, gobernaciones, empresas estatales e institutos autónomos, al suspenderse a priori la convención colectiva y sus beneficios sociales. Todo, en un contexto que retratan los datos del CENDAS-FVM: la canasta alimentaria para marzo 2024 fue de USD 554.

Esta indefinición en las políticas salariales vislumbra un panorama desolador. Según los cálculos de economistas, cerca del 90 % de los trabajadores hacen labores en la economía informal o reciben dinero de familiares en el exterior para complementar sus ingresos.

Como vemos, la condición de vida es insostenible para el trabajador, los jubilados y pensionados, quienes ven con pesimismo si los resultados del Foro Social convocado por la OIT desde 2022 se concretarán en nuestro país. Asunto en riesgo por la actitud gubernamental de convertirlos en acuerdos pintados en la pared, solo como pretexto para blanquear ante el mundo su imagen de dictadura. 

Debemos resaltar que el responsable de la inaplicación de los acuerdos señalados es el Ejecutivo nacional, correspondiendo al resto de actores empresarios y trabajadores actuar en consecuencia en el logro del trabajo digno, extrañado en toda su dimensión de la realidad laboral en nuestro país.

Nada más oportuno este próximo primero de mayo 2024 para manifestarlo ante el mundo, desde un país donde sus habitantes opinan que aumentará la diáspora de no cambiar el sistema dictatorial gobernante.

*Movimiento Laborista.

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Orlando Viera-Blanco Abr 23, 2024 | Actualizado hace 2 días
Tiempos de redención política
Ya pienso el primer discurso de Edmundo González Urrutia al ser electo nuevo presidente: “Dejadme que vuestra indulgencia me haga libre”. Y esa libertad, esa condescendencia, ese beneplácito, es la absolución ciudadana

 

@ovierablanco

Un acto de redención es un acto de liberación el ser liberado de culpa se convierte en un acto de salvación, de recuperación, de sanación. 

Shakespeare en su obra La tempestad elevó a Próspero –en medio de su destierro y su dolor– a una proclama de redención cuando su hermano, quien había usurpado el ducado de Milán, se marchaba de aquella isla desolada a la que Próspero había sido exiliado injusta y penosamente. Sin haber conseguido su perdón, Antonio se dirigió a su hermano Próspero: “Os restituyo el ducado y os suplico que perdonéis mi ofensa. Más, ¿cómo es que Próspero está vivo y vive aquí? Próspero respondió: Esperad. ¡Ceñid el viento! Y contestó Próspero: ¡ceñid la tormenta! ¡La grandeza está en la virtud, no en la venganza! Dejadme que su indulgencia me haga libre…”.

Pactos de redención, factores de transición

Al inicio de su carrera, Mandela justificaba el uso de la violencia contra los afrikáners, la minoría blanca que había impuesto el apartheid en Sudáfrica. “No se puede combatir el fuego sino con el fuego”, decía. Pero Mandela se dio cuenta de que esa minoría nunca se dejaría expulsar de una tierra que también consideraba propia. Había que escoger entre vivir pacíficamente con ellos o padecer los horrores de una guerra interminable y sangrienta. Mandela optó por lo primero.

Mandela fue un gran líder porque eligió enseñar a amar en vez de enseñar a odiar. La redención sobre la revancha. Lo propio hizo Walesa en Polonia, Gandhi en India o lo vivido en el proceso de Metapolítefsi en Grecia. A pesar de los desencuentros de la clase obrera y el discurso de liberación contra el comunismo, lo que se impuso fue no tener miedo a luchar por la paz, por la autonomía, por la justicia. La cicatrización de guerras civiles a través de “pactos de silencio”, amnistías, despenalización del marxismo o coexistencia pactada, procuraron transiciones en sociedades disímiles como Portugal, España, Grecia o Italia en los años 70 y 80, o la caída del telón de acero después de la caída del muro de Berlín.

Sugerimos la idea de redención política no como un perdón espiritual, sino republicano. Son aquellos actos de los hombres de poder que a lo largo de la historia nos conducen a etapas de liberación, paz y orden a pesar de venir precedidos de conflictos. Actos de convivencia y concesión para la formación de un Estado de ciudadanos. Son pactos de liberación derivados de mutaciones morales e institucionales sobre el alcance de la autoridad; pactos de tolerancia y pluralidad política para garantizar una transición democrática. Otros vienen acompañados de pactos estratégicos de unidad política y ciudadana para lograr reivindicaciones sistémicas de derechos civiles y humanos de regímenes autoritarios.

Betancourt fue ejemplo de un liderazgo integrador, redentor, agregador, que hizo de la política una mutación de pensamiento y acción, inédita en la Venezuela que le tocó liderar. Betancourt vio en el petróleo una herramienta de integración geopolítica que atraía capital extranjero, tecnología y desarrollo. Fue precursor de la reforma agraria, pero también de la desrularización del país a través de un programa de vialidad, electrificación, aprovechamiento de aguas y masificación educativa sin precedentes. 

Betancourt fue un redentor social. No por bajar la guardia contra los anárquicos, sino por sembrar oportunidades y modernizar el país. ¿De dónde veníamos? Desde las batallas de independencia al nacimiento de los estados unidos de Venezuela, el caudillismo impidió verdaderos actos de tregua, gobernabilidad y pacificación. Íbamos de republica en república, de Constitución en Constitución –federal, civilista, militarista o presidencialista–sin pausa, pero sin quietud.

De Páez a los hermanos Monagas, de Soublette a Guzmán Blanco, de Falcón a Gómez, pasando por las revoluciones de todos los colores (legales, liberales, conservadoras o restauradoras), Venezuela fue un candelero de montoneras avivadas por los sables de los hombres a caballo. Murió Gómez y llegaron López Contreras y Medina, los primeros soldados de la democracia, los primeros redentores. Redención republicana, civilista y reformista.

Los pactos de redención política comportan tres condiciones [concurrentes] fundamentales:

  1. Acabar con una etapa autoritaria para abrir una de paz y orden institucional;
  2. Construir un estado de prosperidad, agregación social y reivindicación de derechos civiles y ciudadanos.
  3. Edificar un Estado moderno sobre la base de los derechos humanos, propiedad, justicia y la libertad del individuo frente al Estado.

Cada una de estas cualidades obedecen a distintas corrientes de pensamiento, sea socialista, positivista, liberal, republicano o autocrático.

Mandela fue un integrador y pacificador nato. Lideró uno de los procesos más complejos de agregación ciudadana vividos en África. Concitar diferencias étnicas, religiosas y tribales, demandaba de una gran genialidad. Y esa virtud fue la misericordia, la sanación de los odios. Anteponer el amor frente a la venganza. No es poesía. Así luce, pero es realpolitik. Y se hizo viable, el invicto, el juego perfecto, por la alianza entre los extremos.

Olas democratizadoras en Venezuela

Betancourt mostró cualidades de estadista inobjetables. Vale la pena citar: “Esta labor de democratización del Estado, esta labor que haga como presidente de la República, no [de] una especie de monarca sin corona como ha sido en Venezuela, sino [de] un funcionario situado en el más alto escalafón administrativo debe estar sometido al control del Congreso y sometido al control de la opinión pública”.

Es esta una expresión de sumisión democrática y obediencia ciudadana impecable, desprendida, redentora. Es reconocer que no era un monarca ni un mandamás, “como ha sido en Venezuela”. Un acto de contrición y enmienda, salvador, sanador, liberador.

Como lo sentenció Betancourt, no más hombres de “ética dudosa o francamente en quiebra, que acentúan la nota del radicalismo verbal”. Hombres que procuran la división de los partidos y de la república, por lo que el remedio es la unidad de Estado-ciudadano. Quienes desunen por anteponer su ideología, acentúan el fanatismo. Y nada menos redentor que el delirio, el extremo y la exaltación.

En Venezuela hemos tenido, parafraseando a Huntington, tres olas democratizadoras, que son olas redentoras:

  1. La primera, la ola independencia republicana que va desde 1810 hasta la cosiata y desintegración de Colombia en 1830. Fue el ideal de patria soberana como proclama de liberación identitaria.
  2. La segunda corre desde la muerte de Gómez (1935) a la Revolución de octubre 1945] y los primeros pasos de la democracia posgendarme y positivista.
  3. Y la tercera, de 1958 hasta 1998, que fue la era democrática, la del Pacto de Puntofijo. Un ideal de poder popular y ciudadano. Todas estas etapas suponen pactos de redención política, paz social y ciudadana que acabaron con décadas de ocupación e imposición, por una parte; y, por la otra, años de despotismo, sangre de sable, bota y charretera, ungidas de excesos y muerte.

Chávez tuvo en sus manos iniciar la cuarta gran ola de democratización, liberación y redención política. La ola de una real inclusión social. Pero a contravía de hombres como Mandela, Walesa, Suárez, Sanguinetti o Betancourt, eligió ir en retroceso, no como “el funcionario de más alto escalafón que debe sometimiento a la ley, la justicia o a la opinión pública, sino como el urogallo autoritario y minado de odio, que sucumbió asfixiado de tempestades insalvables”.

La cuarta ola. Edmundo para todo el mundo

Mandela muestra cómo el odio y la descalificación rotunda del otro, con mucha frecuencia, es una actitud que encadena a los oprimidos a su propia suerte. Aborrecer a los opresores, no aceptar nada de ellos y creer que los subyugados son perfectos y nunca cometen errores, es caer en una trampa psicológica, que algunos la definen como la “trampa del oprimido”. Y en esa dinámica perversa se perpetúa el opresor. Entonces la redención política supone un inmenso esfuerzo de desmitificación de la pureza de los oprimidos y persuasión del opresor.  

El perdón es el puente de la oscuridad. Y la misericordia, su expresión liberadora. No hablamos de clemencia o compasión personalísima del oprimido. En el terreno espiritual cada uno toma su decisión. Hablamos de misericordia republicana, que es comprender que la sanación de la república, la vía entre la guerra y la paz, es la segunda. En esa ruta, la virtud frente a la revancha es luz. “No temas a las tormentas. Ella también tiene su belleza”. Y medio de la tempestad ha aparecido un rayo luminoso. No es un mesías, es una representación: un hombre que, sin recurrir al verbo radical, al odio ni la descalificación, ha sido designado para persuadir al opresor. Todo un arte. El arte de la política… propio de un funcionario de más alto escalafón.

Después de meses de incertidumbre sobre la viabilidad de una candidatura unitaria de oposición, tenemos una opción: Edmundo González Urrutia. Un hombre de trayectoria diplomática seria y gentil, que no llega a estas tempestades en medio de oleadas que el buscó. ¡Ceñid el viento, ceñid la tormenta!, gritó Próspero en medio de la lluvia, la soledad y el oleaje. Y lo hizo en búsqueda de aliviar su alma, sanear su espíritu, pero también iluminar el destino de su hija Miranda. Hoy el alma de los hijos de la patria cansada, de los hijos exilados y de los viejos abandonados de Venezuela, pide pausa, pide luz, pide tregua, pide ceñid las velas sopladas por vientos de esperanza. 

La designación de Edmundo González demuestra que la clase política venezolana ha demostrado madurez. A decir de San Agustín, han aprendido en medio de la miseria a tener misericordia de opresores y oprimidos, a interpretar en el tiempo, transcurrido mucho tiempo, los nuevos tiempos.

Machado, Rosales, la Plataforma Unitaria Democrática toda, antepuso al país a sus intereses. Reconocieron que no son monarcas sin corona. Comprenden que el más alto escalafón del país sugiere sacrificios y acatamiento. Y muy importante: demanda actos de redención frente al opresor, que no lo son en beneficio propio o del autócrata, sino de todos los venezolanos.

Como lo plasmó William Shakespeare en su maravilloso pregón sobre la misericordia en el discurso de Porcia de El mercader de Venecia: «La propiedad de la clemencia es que no sea forzada, es que caiga como dulce lluvia del cielo sobre el llano que está por debajo de ella, [por lo que] es dos veces bendita. Bendice al que lo da y bendice al que lo recibe…» Clemencia que por serlo no es selectiva, no es autoritaria, es noble, el universal, es de todos. 

Ya pienso el primer discurso de Edmundo González Urrutia al ser electo nuevo presidente: “Dejadme que vuestra indulgencia me haga libre”. Y esa libertad, esa condescendencia, ese beneplácito, es la absolución ciudadana, es el perdón de un pueblo para ser libre y saneado, es la cuarta ola de redención política en un país harto de monarcas, autoritarismo y cultos a la personalidad, que clama por el alumbramiento de una nueva era de liberación, que es progreso, vida y regreso a casa.

Tened Ud. la indulgencia del pueblo, Edmundo, por lo que le votarán fervorosa y alegremente. Gracias por aceptar el honor y el compromiso de redimir a una sociedad después de tanto ostracismo.  

vierablanco@gmail.com

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Edmundo González: consideraciones sobre la politicofobia
Este artículo no es un panegírico a nuestros políticos, ni pretende obviar errores. Solo recordar momentos cruciales en los que han defendido la democracia

 

Quienes ejercen el poder político o aspiran a alcanzarlo son vilipendiados en medios de comunicación, en programas humorísticos y en conversaciones. Además, son ofendidos en las redes sociales. A veces, las actuaciones de algunos políticos justifican esta fobia, pero en otros casos se debe a ignorancia, apasionamiento o que todos queremos actuar como managers de tribuna. Aunque también hay cierta dosis de mala fe.

Este artículo no es un panegírico a nuestros políticos, ni pretende obviar errores, sino recordar algunos momentos cruciales en los que han defendido la democracia. Aspiramos a que la candidatura de Edmundo González Urrutia, decidida por unanimidad de la oposición democrática, contribuya a que reflexionemos sobre las contribuciones y carencias de los políticos y de los partidos que apoyan a este distinguido compatriota.

Así como los muchachos hacen bullying o burlas a compañeros que tienen características diferentes a la del grupo, los adultos cometemos el abuso de someter al escarnio a nuestros políticos, sin diferenciar. Procedemos como quien riega con manguera. Nos cuesta aceptar que entre quienes tienen los mismos principios y valores debe haber diferentes puntos de vista. Frecuentemente, aplicamos aquello de quien no está conmigo, está contra mí. También ocultamos delitos, sosteniendo que, con los nuestros, con razón o sin ella.

Cabe recordar algunos hechos de nuestra historia reciente. A Rómulo Betancourt lo tildamos de comunista porque lo fue en su juventud, pero olvidamos que se percató del error y su política fue un freno a esa doctrina. A Rafael Caldera le pusimos el mote de falangista porque en su juventud tuvo ideas de extrema derecha, pero obviamos su pensamiento socialcristiano. Después del 24 de noviembre de 1948, Jóvito Villalba y Rafael Caldera expresaron cierto voto de confianza a la Junta militar que derrocó a Gallegos. Por ello los descalificamos sin tomar en cuenta la crisis política del trienio anterior, y que la junta prometió nuevas elecciones.

Por cierto, el mismo Betancourt reconoció el fanatismo de algunos compañeritos de partido. Afortunadamente, al final, Caldera, Jóvito y Betancourt se pusieron de acuerdo, lo cual fue un factor en el derrocamiento del dictador Pérez Jiménez. En la década de los años sesenta, cuando la guerrilla castro-comunista se convirtió en una amenaza, el sector político democrático cerro filas alrededor de Betancourt y de Leoni.

Recientemente, los políticos se unieron para enfrentar a Hugo Chávez, por lo que en diferentes elecciones apoyaron a Salas Römer, a Manuel Rosales y a Capriles. En el 2005, también unidos, decidieron abstenerse para presionar por el respeto a la Constitución y en el 2015 la unidad democrática logró la mayoría en la Asamblea Nacional. Fueron años difíciles porque no logramos el objetivo y gradualmente el régimen de Chávez-Maduro arreció la represión. Sin embargo, la mayoría de nuestros políticos siguieron en la lucha, corriendo riesgos. Varios fueron encarcelados o tuvieron que exiliarse.

Mientras tanto, se desató una feroz campaña de descalificación en contra de Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional 2015, porque no cumplió su promesa de sacar a Chávez en seis meses y no nombrar nuevos CNE y TSJ, olvidándose de que el régimen le quitó poderes a esa Asamblea. A Capriles lo atacamos por no llamar a la gente a la calle para defender su triunfo, olvidando que no pudo demostrarlo por la parcialidad del CNE y por no tener todas las actas de votación. A Rosales lo tildamos de colaboracionista del régimen por reunirse con Maduro, lo cual es obligatorio en un gobernador porque, caso contrario, le cortan el situado constitucional y le quitan atribuciones; también por negociar su libertad, lo cual debe comprenderse. Por otro lado, no valoramos suficientemente sus triunfos electorales frente al régimen.

A Leopoldo López lo ensalzamos, pero después que estuvo preso, que logró fugarse y participar en un complot fallido, su popularidad decayó. A Guaidó lo pusimos por las nubes, pero cuando no pudo concretar su promesa de poner fin a la usurpación, lo tiramos al foso en las encuestas. En todos estos años nos hemos hecho eco de que había una oposición colaboracionista o falsa oposición, señalando concretamente a Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y a Un Nuevo Tiempo de ser la falsa oposición. Nadie ha presentado pruebas, solo percepciones.

¡Cuidado con desbocarnos!

¡Cuidado con desbocarnos!

Nos permitimos recordar que hemos señalado cuando no han estado a la altura, como en el caso de la injustificada defenestración de Guaidó, cuando han dado declaraciones inconvenientes o han permitido que en sus filas haya alacranes. No simpatizamos con algunos, ni militamos en partidos, pero hay que reconocer sus contribuciones en momentos cruciales. Desde luego los partidos deben depurarse y no caer en el clientelismo. Por otra parte, el próximo gobierno tiene que permitir el financiamiento de los partidos para evitar malas prácticas

Ahora tenemos una gran oportunidad de poner fin a este régimen fascista, corrupto e inepto.

María Corina logró llegar a las clases populares. Ante su avance arrollador, el cobarde Maduro no aceptó medirse con ella. Por eso la vetó, como también lo hizo con Corina Yoris. En contra de muchos pronósticos, ella, Rosales y los partidos de la Plataforma Unitaria eligieron como candidato de los demócratas al distinguido internacionalista Edmundo González Urrutia, a quien debemos agradecer haber aceptado corriendo el riesgo de la reacción del régimen.

María Corina se creció como política al lograr el consenso, y seguirá siendo la líder de la oposición. Llegará a ser presidenta. Rosales cumplió su palabra, renunció y apoyó a Edmundo. También agradecemos a Omar Barboza, César Pérez Vivas, Andrés Velásquez, Delsa Solórzano, Roberto Henríquez, Caleca y a todos los dirigentes de los partidos de la Plataforma Democrática Unitaria y de Vente Venezuela ¡Edmundo para todo el mundo!

Como (había) en botica

  • Detuvieron al periodista y luchador social Carlos Julio Rojas, acusándolo del centésimo invento de planificar un magnicidio. Siguiendo la norma del régimen, no se le permitió tener defensor privado
  • ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Carolina Jaimes Branger Abr 22, 2024 | Actualizado hace 5 días
El camino del infierno
Yo pienso que la Fiscalía de la CPI debería llamar como testigos a Petro y a Lula para que declaren sus motivos de un plebiscito “para resguardar la vida del perdedor de las elecciones”

 

@cjaimesb

El pasado miércoles 17 de abril, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sorprendió a muchos con las declaraciones sobre la posibilidad de un plebiscito “para llegar a un “pacto democrático” entre el gobierno y la oposición en Venezuela”, en conjunto con el presidente Lula Da Silva, de Brasil. Sobre todo, porque añadió al final de su propuesta que “Maduro estaba al tanto”.

“Le transmití al presidente Lula una propuesta que fue transmitida al presidente (Nicolás) Maduro. Tiene que ver con una posibilidad de un plebiscito en las elecciones que se avecinan en Venezuela”, dijo.

El plebiscito se haría en simultáneo a las elecciones presidenciales del 28 de julio, en los que Maduro se presenta a un tercer mandato. Según Petro, buscaría “un pacto democrático” donde “el perdedor de las elecciones tenga certeza y seguridad sobre su vida y garantías políticas”. Lula evitó comentar al respecto. Y es que tanto él como Petro han criticado la inhabilitación política de María Corina Machado y el veto a la candidatura de Corina Yoris Villasana.

Yo pienso que la Fiscalía de la CPI debería llamar como testigos a Petro y a Lula para que declaren lo que saben y sus motivos para proponer semejante plebiscito “para resguardar la vida del perdedor de las elecciones”. Y que hagan especial énfasis durante el interrogatorio sobre sus conocimientos y motivos para tamaña propuesta, tomando en cuenta que la Constitución venezolana ya prevé el derecho a la vida. Y cómo es que resulta entonces necesario un plebiscito, en este caso concreto para “especificar y singularizar detalladamente el derecho a la vida del perdedor de una contienda electoral” que también está prevista en la Constitución.

Pareciera, más que una propuesta, una confesión de que saben que uno va a matar a otro. ¿Acaso conocen el nivel de fraude montado por el régimen, que las elecciones –como han sido planificadas– no serán ni libres, ni transparentes, ni competitivas? (fíjense que hablan de un único ganador y de un único perdedor), y la posibilidad de que uno asesine al otro. ¡Esto no es un circo romano donde un gladiador gana y el otro muere!

Otro punto sería quiénes votarían en el fulano plebiscito. ¿Todos los que tienen derecho a inscribirse y no los dejan, los venezolanos en el exterior…? ¿De verdad se llevaría a cabo el mismo día de las elecciones, o se pospondrán? ¿Qué pretenden que votemos?  ¿Que sí favorecemos un homicidio o que no estamos de acuerdo con que uno mate a otro? ¿Quién determinaría el resultado del plebiscito, dado que implícitamente están deslegitimando al CNE?

Ciertamente es angustioso de que alguien cercano al poder en Venezuela hable de un “asesinato previsible y concebible”. ¿Acaso pueden detectar en otros los pasos para preparar el golpe de gracia? ¿Quién será el perdedor? ¿El que llegue de segundo, o todos los que no ganen?

Honestamente, el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones…

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Humano Derecho con Juan Carlos Barreto, director del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la UCV
Juan Carlos Barreto, director del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la UCV nos hablará sobre la Ley contra el Fascismo, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional

 

@_humanoderecho

¿Existen similitudes entre el fascismo histórico y la situación actual en Venezuela? ¿Cómo afecta la reciente ley contra el fascismo a la libertad de expresión y la democracia en Venezuela? ¿Qué impacto tiene esta ley en los opositores y en el periodismo? Conversamos de estos y otros temas con Juan Carlos Barreto, director del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la UCV, quien nos hablará sobre la Ley contra el Fascismo, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional.

La reciente ley, aprobada en primera discusión por la AN, no solo afecta a los medios de comunicación, actores políticos y organizaciones de derechos humanos, sino también al ciudadano común. Cualquier persona que exprese críticas al gobierno actual podría considerarse como enemiga y sancionada.

Cuando se aprobó la Ley contra el Odio, muchas personas argumentaban que la clave para no caer en ella era no hablar desde el odio y tratar de generar un nuevo lenguaje. Sin embargo, con la aprobación de esta nueva ley, no está claro qué forma de comunicación o expresión podría evitar la sanción.

Además, la ley contiene varios artículos preocupantes. El artículo 9 impone una autocensura sobre la función de los medios de comunicación, mientras que el artículo 10 se refiere a la cultura del odio y la intolerancia. El artículo 12 prohíbe las reuniones públicas y las manifestaciones convocadas que puedan ser consideradas como apología al fascismo.

“Entonces… si hacer este tipo de protestas puede ser percibidas, de acuerdo con este artículo como fascista, ¿qué mecanismo de reclamo, de exigencia, de exigibilidad de derechos nos va a quedar a los venezolanos?”, advirtió Barreto.

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

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Juan E. Fernández Abr 21, 2024 | Actualizado hace 7 días
Perfect days: ahora es ahora
La frutilla del postre de Perfect days es la escena final, cuyo fotograma, sin duda, se volverá objeto de culto por generaciones

 

@SoyJuanette

Wim Wenders nunca se imaginó que aceptar la invitación de Koji Yanai, para que visitara su proyecto de renovación de retretes en Tokio, inspiraría una de las cintas más hermosas de su filmografía. Hablo de Perfect days.

Yanai invitó al cineasta alemán para que hiciera una serie de cortos de no ficción. El fin era promocionar los baños públicos de última generación diseñados por arquitectos de renombre. Pero, en lugar de eso, Wenders tomó la decisión de hacer una película y, a través de ella, logró crear una atmosfera de tranquilidad y simpleza que invita a disfrutar de los tesoros de la cotidianidad.

Sin ánimo de hacer spoilers, la nueva cinta de Wim Wenders es ideal para verla cuando estés triste, cuando estés en una disyuntiva o en esos momentos en los que quieres bajarte del mundo. Es una película que transmite mucha paz.

Perfect days nos cuenta la historia de Hirayama (personificado por Kōji Yakusho), un empleado del gobierno de Tokio que se encarga de mantener aseados los baños públicos de la ciudad. A simple vista, la vida del protagonista podría resultar aburrida y monótona.

Despertarse con el ruido de su vecina barriendo la calle, doblar la colchoneta donde duerme, ponerse el uniforme, tomar un café de la máquina expendedora dispuesta en el garaje de su edificio, subirse a su camioneta, poner un casete en el estéreo del auto y comenzar su jornada. Hasta acá, es sin duda la rutina de cualquier persona.

Pero todo cambia cuando Hirayama enciende el motor de su Daihatsu color azul y comienza su trayecto por las calles de Tokio. Pues no es simplemente un auto desplazándose por el asfalto, también es un viaje musical por grandes canciones que marcaron una época y, en mi opinión, seguirán marcando esta, pues la banda sonora de Perfect days en una joya en sí misma.

Piezas como Perfect day (Lou Reed), House of the rising sun (The Animals), Sleepy city (The Rolling Stone), Redondo beach (Patti Smith) y Feeling God (Nina Simone) son solo algunas de las canciones que ambientan esta cinta carente de diálogos entre sus personajes.

La literatura también se hace presente en esta carta de amor de Wenders a Japón. Obras como Once (Patricia Highsmith), Las palmeras salvajes (William Faulkner) y Árbol (Aya Kōda) son lecturas que acompañan al protagonista cada noche antes de dormir, o mientras espera en la lavandería.

Otra de las artes presentes en Perfect days es la fotografía, pero no hablo solamente del manejo de la luz y la atmosfera creada por Franz Lustig. Sino de los sueños de Hirayama, recreados magistralmente por Donata Wenders (esposa de Wim) a través de maravillosos collages de fotos en blanco y negro tomadas desde la cámara analógica del protagonista del filme, donde se hace un recuento de lo que vivió Hirayama durante el día. 

Sin lugar a dudas, el gran tesoro de Perfect days es cómo nos hace reflexionar acerca de las relaciones humanas con la naturaleza. Por ejemplo, cada mañana, cuando Hirayama sale de su casa levanta la mirada, se toma unos minutos para ver al cielo y, tras hacerlo, siempre se dibuja en su rostro una sonrisa. Por las noches, tras terminar su jornada, riega con dedicación cada una de sus plantas.

Durante su descanso para almorzar, se sienta en el banco de una plaza para disfrutar de las frondosas ramas de un árbol, que va fotografiando con su cámara de rollos buscando capturar uno de esos regalos que brinda la naturaleza solo a quienes son dignos de disfrutarla. Se trata del “komorebi”, una palabra japonesa que describe la luz del sol que se filtra entre las hojas.

Y la frutilla del postre de Perfect days es la escena final. Su fotograma, sin duda, se volverá objeto de culto por generaciones.

Gracias Wenders, por recordarnos el valor de las cosas simples de la vida y la importancia de vivir a plenitud cada minuto de la vida porque: “La próxima vez será la próxima vez, pero ahora es ahora”.

Puedes ver Perfect days en la plataforma de streaming MUBI. 

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