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Falleció una de las niñas que fue arrollada mientras cruzaba calle en Macuto

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Una de las niñas arrolladas la mañana de este martes cuando cruzaba la avenida Intercomunal de Macuto porque el túnel peatonal estaba inundado con aguas servidas, falleció la noche de este martes, mientras era intervenida quirúrgicamente.

La niña de 9 años, que respondía al nombre de Jeisy Chourio, era una de las hermanas embestidas por una grúa a la altura del sector El Cojo cuando intentaban cruzar la avenida para llegar a la escuela Guaicamacuto.

Según fuentes médicas cercanas al caso, la niña presentaba un cuadro crítico por las lesiones sufridas, lo que ameritó su traslado al servicio de neurocirugía del Hospital Miguel Pérez Carreño. La niña presentaba un hematoma subdural, lo que le ocasionaba una altísima presión cerebral que debía ser liberada.

A pesar de los esfuerzos de los médicos no lograron salvarle la vida. Su hermana de 8 años, Yelimar Chourio, le fue diagnosticado politraumatismo y fractura de humero. Se espera que sea intervenida este miércoles 25 de enero en el hospital Elías Toro. Su condición, a pesar de ser delicada, es estable.

Fuentes policiales confirmaron en horas de a tarde la captura del conductor de la grúa que arrolló a las niñas, quien será presentado este miércoles ante el Ministerio Público.

 

Aquí más información del caso:

 

Con dos marchas la oposición retoma hoy la protesta de calle

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La oposición volverá hoy a las calles con dos actividades de protesta. Por un lado, se hará una marcha hasta la Nunciatura Apostólica y, por el otro, los estudiantes enviarán un mensaje a los mediadores del diálogo durante una manifestación creativa.

La movilización denominada la Marcha de los Récipes fue convocada por la diputada a la Asamblea Nacional Dinorah Figuera. La parlamentaria llamó a los pacientes, familiares, gremios, organizaciones no gubernamentales y defensores de los derechos de la salud a concentrase en la calle Élice de Chacao para luego dirigirse a la sede de la Nunciatura Apostólica.

En la movilización se le exigirá al presidente Nicolás Maduro que se activen mecanismos para la compra, producción y distribución de medicamentos, así como permitir la ayuda humanitaria para que ingresen donaciones de organismos internacionales y países, que han manifestado su disposición y solidaridad ante el déficit de medicamentos a escala nacional.

 

Mensaje a los mediadores

El movimiento estudiantil, que se mantiene firme en su posición de no participar en la mesa de diálogo, pero sí de reclamar que se cumplan los acuerdos, se concentrará este jueves para enviar un mensaje a los mediadores, en especial, al ex presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.

José Ignacio Arcaya, vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Monteávila, señaló que a pesar de lograrse que el gobierno accediera en dos de las tres exigencias planteadas, como fue el caso de la liberación de algunos presos políticos y la apertura de un canal humanitario, aunque no lleve ese nombre, exigieron celeridad en el cumplimiento de los acuerdos y reclamaron que no quede por fuera la realización del revocatorio para que se haga este año.

Puede leer la nota completa de Ayatola Nuñez en El Nacional

Roberto Patiño Nov 15, 2016 | Actualizado hace 7 años
Realidad y calle, por Roberto Patiño

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La urgencia de nuestra realidad es implacable. El proceso de diálogo entablado con el régimen madurista se produce con unos tiempos que los venezolanos no tenemos y con emergencias como la alimentaria y médica en curso, agudizadas, cobrándose a diario las vidas de las personas.

La visión regional de la mediación del Vaticano, aunque objetiva y no vinculada al gobierno, plantea lograr la contención del conflicto venezolano, buscando neutralizar las posibles consecuencias que este pueda tener en la región, y corre en paralelo con las necesidades impostergables, a lo interno, de lograr medidas inmediatas para enfrentar la emergencia nacional y cambiar el gobierno de Nicolás Maduro y sus nocivas políticas. Condiciones necesarias para conjurar la crisis y construir un proyecto de país sostenible e inclusivo.

La fecha de mañana viernes 11 se ha planteado, para la dirigencia opositora,  como primer punto de inflexión para evaluar un proceso de diálogo que ha sido recibido con iguales partes de desconfianza y expectativa por todos los venezolanos y se da en medio de una situación de crisis y urgencia, luego de que el gobierno de Nicolás Maduro rompiese el hilo constitucional al bloquear la celebración del RR este año.

Los temores principales en torno a esta nueva situación son que el diálogo pueda convertirse en una fuente de oxígeno para el régimen madurista, ayudándolo  a mantenerse en el poder, y que los acuerdos que se deriven de la negociación sean insuficientes para solventar la enorme crisis política, social y económica que atraviesa el país. También, las pocas garantías por parte del gobierno, de respetar o mantener, con posterioridad, los pactos que puedan alcanzarse en la negociación.

Las exigencias de casi un 80 por ciento de la población, de cambiar el gobierno a través de los canales democráticos y electorales, previstos en nuestra constitución, han sido bloqueadas por el gobierno madurista, con la prohibición del RR, colocándonos en una situación dictatorial, con una fuerte represión y persecución política, donde ya se contabilizan cientos de detenidos en condiciones ilegales. Detenidos que son utilizados de manera cruel y despótica por el gobierno como moneda de cambio, a pesar de que oficialmente difunde un discurso que desconoce su existencia. El régimen madurista ha terminado por mostrar su imposibilidad de construir relaciones convivenciales y solidarias, y de lograr interacciones incluyentes y participativas y revelado su verdadera naturaleza autocrática.

La calle se ha convertido en el escenario donde los diversos sectores del país deberán confluir para plantear sus exigencias y ejercer presión para lograr los cambios políticos necesarios. Un nuevo escenario tanto para las personas como para el liderazgo político, donde es imperativa la apertura y el desarrollo de una organización y de una estrategia con objetivos alcanzables, y sostenible en el tiempo.

Un ejemplo de lo que hablamos lo vivimos el pasado jueves 3 de septiembre al acompañar a miembros del Movimiento Estudiantil en la manifestación que realizaron para llevar un documento donde exigían la liberación de estudiantes detenidos, solución a la escasez de alimentos y medicinas y convocatoria a elecciones generales, a la Nunciatura Apostólica. En esta manifestación coincidieron líderes comunitarios y dirigentes políticos que, como nosotros, formaron parte de los movimientos estudiantiles desde el 2007. Se apoyó a los estudiantes en una acción concertada por éstos, que se planificó para lograr la activación en la calle de cientos de personas. Escogiendo con inteligencia rutas y puntos de concentración, evitando la violencia para entregar un documento que involucraba a sectores de la Iglesia para su difusión y mediación.

Situaciones como esta son el signo de la realidad actual, donde se pondrá a prueba nuestra capacidad para encontrarnos en la calle, organizarnos, exigir y producir cambios, que permitan recuperar los vínculos de convivencia y democracia para salir de la crisis. La presión de calle será la fuerza no sólo para lograr los cambios políticos impostergables que buscamos,  sino también para defenderlos y continuarlos.

@RobertoPatino

 

Capriles: Tenemos que retomar de inmediato agenda de movilización popular en todo el país

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A un día de conocerse los acuerdos alcanzados mediante el proceso de diálogo entre gobierno y oposición, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, llamó a través de su cuenta de Twitter a reactivar las movilizaciones populares. Capriles asegura que «la mesa es otro espacio de lucha» y que participar en ella «no significa renunciar a nada». El líder de la oposición recalcó, además, que el diálogo aún no ha logrado el objetivo de cambio político democrático y electoral que propuso la MUD.

 

 

 

 

Calle y Diálogo frente la Emergencia Nacional, por Roberto Patiño

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Dos de los temores principales sobre el Proceso de Diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y los representantes de la MUD, que se inició la semana pasada, son los de que la negociación pueda convertirse en un eventual “salvavidas” para el gobierno dictatorial madurista, permitiéndole ganar tiempo y atornillarse al poder, y que los términos en discusión sean insuficientes frente a la profundidad de los cambios que se requieren para conjurar la actual crisis del país.

La puesta en marcha del diálogo es recibida en medio de un ambiente de desconfianza, confusión, urgencia y expectativa. Se produce luego del bloqueo de las vías democráticas y electorales por parte del gobierno, con la cancelación del referendo revocatorio. Esto sumado a la agudización, en este año, de una política estatal que niega la existencia de la brutal crisis que vivimos y que criminaliza y reprime a la mayoría del país que se le opone. El régimen de Nicolás Maduro ejecuta planes y acciones que han recrudecido los graves problemas de alimentación, salud y seguridad ciudadana, entre muchos otros, que nos afligen.

Si bien la mediación del Vaticano aporta la presencia de un actor objetivo, también marca el inicio de un proceso cuyos tiempos y alcances deben priorizar, en relación a una perspectiva regional y más distanciada de los mediadores internacionales, las soluciones a la apremiante situación de Venezuela. El diálogo se realiza en medio de libertades cercenadas y crisis, frente a un gobierno dictatorial, en condiciones de urgencia que no pueden ser pasadas por alto por los organismos mediadores y observadores internacionales.

Una larga negociación que busque extenderse, simplemente consumirá un tiempo que los venezolanos no tenemos.

La crisis, y el recrudecimiento de la misma, generada por las políticas maduristas, se mide en vidas venezolanas afectadas a cada día que pasa. En este sentido es muy clara la visión que al respecto tienen miembros de la Iglesia Nacional como el padre Luis Ugalde, quien muy certeramente estima que los objetivos de este proceso deben ser “salir de esta crisis terrible: parar la hemorragia mortal de la economía destruida, con miseria creciente e inseguridad, grave desabastecimiento y falta de medicinas; dramática caída de la economía con brutal descenso sostenido del PIB combinado con la inflación más grande del mundo y con un gobierno que viola sistemáticamente la Constitución hecha por los suyos”.

El falso dilema de “calle o diálogo”, debe superarse entendiendo a la necesidad de generar una estrategia de movilizaciones coherente y realista, sostenible en el tiempo y en la que se articule a los diversos sectores (que representan la gran mayoría de los venezolanos) que buscamos cambiar al actual régimen madurista y sus políticas destructivas y criminales.

Durante el jueves 3 de noviembre, personalmente acompañamos a miembros del Movimiento Estudiantil que salieron a manifestar y entregar a la Nunciatura Apostólica un documento donde exigían la liberación de estudiantes detenidos, solución a la escasez de alimentos y medicinas y convocatoria a elecciones generales. Tuvimos la oportunidad de encontrarnos con distintos líderes de la comunidad y jóvenes dirigentes políticos de varios partidos, con los que compartimos lides como dirigentes estudiantiles en 2007. Todos cohesionados con los estudiantes, acompañando a las nuevas generaciones y demostrando la apertura y apoyo que debe producirse entre los diversos sectores del país que se están activando en la calle, para exigir celeridad y resultados a este proceso de diálogo.

También desde la calle, debemos continuar reproduciendo y fortaleciendo las distintas iniciativas para atender a la emergencia nacional. La defensa y construcción de espacios de convivencia y solidaridad resultan ahora primordiales frente a esta crisis histórica y el régimen madurista. En las calles de nuestro país,   la gente está buscando comida en la basura para poder sobrevivir. Todos los días en las comunidades, vemos a personas que enfrentan el hambre y la desnutrición, la inseguridad y la violencia. Tenemos que reconocer y promover la importancia y la diferencia, a veces entre la vida y muerte, que marcan iniciativas realizadas por la gente para llevar alimento, medicinas y asistencia.

Esto ante la irresponsabilidad e insensatez de un régimen que frente a esta situación de urgencia que se cobra la vida, entre muchas otras, de una niña de cuatro meses que fallece por desnutrición en Cotiza, da por respuesta, tan sólo un par de días después, un programa de radio con Nicolás Maduro poniendo discos de salsa y bailando.

Entramos ahora en una etapa de calle y diálogo. Debemos articularnos entre todos, exigir soluciones y realizar acciones reales frente a la destrucción que significa el gobierno y las políticas maduristas. Así, con convivencia y solidaridad, y podremos a salir de la emergencia y la crisis en la que estamos.

 

 

@RobertoPatino

Roberto Patiño Oct 31, 2016 | Actualizado hace 7 años
Desde la calle, por Roberto Patiño

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El miércoles 26 salimos a marchar acompañando a personas y líderes de los sectores populares del Municipio Libertador, partiendo desde la plaza O’higgins, en Caracas. La convocatoria fue sin duda menor a la del 1° de septiembre pero logró reunir a un grupo numeroso de gente. Era considerable la cantidad de piquetes de la Guardia Nacional colocados a lo largo de la ruta y logramos sortearlos consiguiendo alternativas que nos permitieron alcanzar la autopista. Pudimos atravesar de forma no violenta un último piquete de la Guardia Nacional y continuar nuestra marcha hacia el punto de concentración en La Carlota. Nuestra experiencia difirió de otras ciudades del país, donde la represión por fuerzas del orden público y el ataque de grupos afectos al gobierno resultó en un gran número de manifestantes heridos y apresados arbitrariamente. Formas de represión violenta y persecución política promovidas desde el Estado que no pudieron contener el caudal de personas que a nivel nacional salieron a expresar su descontento y hartazgo ante el actual gobierno, la situación del país y la confiscación de las vías democráticas de participación.

La diversidad y número de los que marchábamos testimoniaba el gran rechazo que el gobierno de Nicolás Maduro ha logrado generar en el país. Un descontento que creemos ha llegado a un punto álgido al anularse el Referendo Revocatorio. El momento es de gran tensión y descontento, en el que existe la exigencia de resoluciones inmediatas, ante una situación que, sobre todo en los ámbitos de la crisis alimentaria y médica, es insostenible para amplios sectores de la población. Ante esto el gobierno se ha atrincherado en el poder y apelado al uso indiscriminado y sectario de entes del Estado, la instrumentalización de la violencia y el bloqueo de los mecanismos democráticos.

La salida a la calle de los venezolanos se ha convertido en la única herramienta de resistencia, presión y exigencia para lograr enfrentar al régimen y generar cambios en la situación.

Este nuevo escenario implica una serie de retos tanto para las personas como para su liderazgo. Como lo hemos dicho con anterioridad para la MUD implica la apertura inmediata a diferentes sectores más allá de lo político, para la construcción de una agenda real, con capacidad de representar los intereses de los diversos sectores nacionales. Actualmente no solo existe la necesidad de recuperar unas mínimas coordenadas democráticas (cronogramas electorales, independencia de los poderes, cese a la persecución y hostigamiento políticos, por ejemplo), sino también un cambio radical del gobierno y sus políticas frente a la crisis, la atención inmediata de las emergencias alimentarias y médicas nacionales, así como la creación de un marco de convivencia que permita las condiciones para la gobernabilidad del país.

Para la gente marca el comienzo de un nuevo tipo de participación política más crítica, y diferente a la de los eventos electorales. Ahora es prioritaria la búsqueda de alianzas, el establecimiento de redes y la organización en grupos que permitan integrar los diversos sectores que buscan el cambio de gobierno. También implica el asumir un proceso de transformación de la realidad donde no existen soluciones inmediatas y únicas y que exigirá el esfuerzo, la templanza, el sentido común y la conciencia de todos.

Como lo hemos visto en nuestro trabajo diario, el ejemplo de las comunidades populares en la solución de problemas es revelador y apropiado para el momento que atravesamos. Allí se apela a formas convivenciales y solidarias, donde la organización de las personas y la creación y puesta en práctica de iniciativas logran resultados exitosos frente a problemas tan graves como la violencia criminal. Casos como los de Catuche nos muestran historias de personas inmersas en contextos adversos, frente a grupos empoderados por la violencia. A través del encuentro entre la misma comunidad y la asistencia de otros sectores sociales (en este caso particular la Iglesia y las universidades), implementan acciones concertadas y novedosas que logran transformaciones que superan los resultados de las acciones policiales y estatales.

La realidad dictatorial del gobierno y el recrudecimiento de la crisis ha terminado por llevarnos a la calle, para exigir cambios y transformaciones. Y es desde de la calle, donde todos nos estamos encontrando, de donde debe salir la maneras y la fuerza para lograrlo.

 

@RobertoPatino

Análisis | Todos los caminos conducen a la calle tras suspensión del revocatorio
La más reciente arremetida del Gobierno en contra del proceso revocatorio tiene visos de golpe fulminante. El CNE suspendió la recolección del 20% de firmas prevista para la próxima semana y deja a millones de opositores vestidos y alborotados. En la calle manda la incertidumbre y los escenarios que se abren son difíciles de precisar, sin embargo, una cosa parece clara: todos los caminos, sin excepción, pasan por la manifestación del soberano

 

@GitiW

A MENOS DE UNA SEMANA de realizarse la recolección del 20% de firmas que activaría el referendo revocatorio en contra del presidente Nicolás Maduro, se produjo una nueva arremetida desde el chavismo. Esta vez el zarpazo parece definitivo: el CNE suspendió el avance del proceso revocatorio en acatamiento a las decisiones emanadas de cinco tribunales penales estatales.

Un tweet del gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, enviado el jueves 20 de octubre de 2016 a la 1:32 de la tarde, desató los rumores: “Admitida nuestra denuncia contra el FRAUDE perpetrado por la MUD. Se anula el proceso y se ordena cumplir con la Constitución”, dijo. Le siguieron tweets del gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, el de Bolívar, Rangel Gómez; también de Ramón Carrizalez, gobernador de Apure y se sumó otro trino de Yelitza Santaella, gobernadora de Monagas.

 

 

El hecho concreto es que de cinco tribunales penales de dichos estados emanaron las respectivas “Boletas de Notificación” –aunque solo ha circulado en la redes sociales la emitida en el estado Bolívar-, con el fin de informar que quedaba sin efecto la recolección del 1% en dichos estados y por lo tanto, no procedía la continuación del proceso para recolectar el 20%. La razón esgrimida: querellas en contra de dirigentes de la MUD por el “suministro de datos falsos al poder electoral”.

 

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Abogados constitucionalistas, entre ellos el alcalde del municipio Baruta, Gerardo Blyde, y el profesor de la UCAB Juan Manuel Raffalli, han explicado que los tribunales penales no tienen competencia para decidir sobre procesos electorales. La pelota, dicen, está en el terreno político puesto que desde el punto de vista legal, las acciones no tienen asidero alguno.

Zarpazos en fila

Las notificaciones de anulación de la recolección del 1% dictadas por cinco tribunales penales del país –Aragua, Monagas, Bolívar, Carabobo y Apure-, se suman a otras acciones que desde hace una semana han emprendido desde el oficialismo para cercar a la oposición en todos los terrenos.

La presentación del Presupuesto Nacional 2017 ante el TSJ, desconociendo que esa atribución solo le está reservada al Parlamento, se sumó al anuncio del CNE de postergar las elecciones regionales para el segundo semestre de 2017 –contraviniendo nuevamente la Constitución-. La sentencia del TSJ sobre la procedencia de la recolección regional del 20% también forma parte del cerco a la oposición.

Hay que agregar la persecución en contra del alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz; y el anuncio del ministro Néstor Reverol sobre el hallazgo de un arsenal que supuestamente está vinculado a grupos violentos opositores. Súmese además la detención por parte del Sebin del concejal de San Cristóbal, José Vicente García, del partido Voluntad Popular.

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¿Qué escenarios políticos se abren a partir de la decisión del CNE de suspender el siguiente paso del proceso revocatorio? Runrun.es consultó a varios analistas y presentamos sus opiniones.

Oswaldo Ramírez: Se activa el plan B

El consultor político Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores, apunta que, de un lado y de otro, se activarán los planes b. “Esta decisión tiene dos fines, el primero, pasar el hito del 10 de enero de 2017 teniendo el mando; el segundo, realinear las fuerzas políticas chavistas y forzar a la gente a esperar un nuevo ciclo electoral sin la presión de protestas en la calle”.

Generar un proceso de diálogo sin la presión de calle es, a juicio de Ramírez, un objetivo clave para el Gobierno. La perspectiva de tener más de 8 millones de personas en la calle firmando en contra de Maduro era un escenario que querían evitar a toda costa. “El CNE le dio apariencia de legalidad a la suspensión del proceso revocatorio; una de las opciones que podrían presentar es regresar nuevamente a la etapa del 1%”.

¿Qué escenarios abre esta jugada política?

  1. Mantener el status quo: esto lo logran desde el Gobierno al ofrecer una tentativa de cronograma electoral para cubrirse las espaldas; que las realicen es otro asunto. A la par, sacan del juego a actores importantes que competirían en las elecciones regionales. Del lado de la MUD, la incapacidad de ejercer el poder que les da ser mayoría es una forma de perpetuar el estatus quo. “De nada sirve tener poder electoral si no hay elecciones”. El temor de muchos opositores es que el liderazgo se quede en una retórica sin acción.
  2. Reconocer abiertamente la existencia de una dictadura: hacer eso implica dejar de lado el proceso electoral, incrementar la presión en la calle y no esperar nada del régimen. Este escenario dependerá de cuánto estén dispuestos a arriesgar los líderes de la MUD. Una variante de este escenario es que el gobierno podría optar por “diálogos selectivos” ej. Hablar solo con los dirigentes que firmen el Presupuesto Nacional que aprobó el TSJ.
  3. Caos: este escenario es viable por inacción de uno u otro bando. En la práctica, el Gobierno está buscando controlar el poder en su totalidad y eso puede resultarles contraproducente. La incapacidad de la MUD de buscarle una salida política al problema también llevaría a este escenario.
Miguel Ángel Martínez Meucci: Adiós a las caretas

Para Martínez Meucci, doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación, “lo más relevante de esta movida es que el gobierno ha decidido sacrificar cualquier vestigio de apariencia democrática que le pudiera quedar en aras de mantener el control absoluto de la situación. Ya se trataba de una dictadura desde hace mucho tiempo, pero mostraba una preocupación por no parecerlo, y dicha preocupación ha pasado ahora a un segundo plano frente a la necesidad de neutralizar cualquier consulta popular”.

¿Qué escenarios políticos anticipas?

  1. Desde el Gobierno: La decisión del CNE demuestra coordinación entre todas las esferas del gobierno; es previsible que a partir de ahora se tomen pasos y medidas represivas para neutralizar a la dirigencia opositora y las manifestaciones de rechazo de la sociedad civil. El grado de cohesión con el que el gobierno ha decidido asumir esta vía. Si bien en los primeros momentos me incliné a pensar que se trataba de un forzamiento por parte de sectores radicales del oficialismo, con el paso de las horas tiendo a pensar que el gobierno está básicamente unido en torno a esta línea de acción.
  2. Desde la oposición: Ante semejante panorama, la unidad de la oposición en torno a una línea de acción decidida y clara es más importante que nunca. Dicha línea debería tener como propósito esencial hacer ver el carácter dictatorial de la respuesta gubernamental, la denuncia ante la comunidad internacional, la movilización masiva de la ciudadanía y un mensaje a la masa social del chavismo y a las personas que ocupan cargos públicos para que no respalden estas directrices del gobierno.
  3. Sin estrategia, habrá división: Si vuelve a prevalecer el dilema estratégico en el que el gobierno sume a la oposición cada vez que desconoce la Constitución, la coalición puede optar por aguantar y pasar página hasta la próxima elección; también puede derivar en una lucha más frontal mediante la activación de la ciudadanía en el desconocimiento del régimen. Ese dilema se ha presentado desde 2002 y ha logrado dividir a la oposición en muchas oportunidades.
Edgard Gutierrez: Todo pasa por activar la calle

Para el director de Venebarómetro, el escenario de «suspensión» del revocatorio era el más lógico. “La respuesta es muy sencilla: Maduro y su camarilla no podían permitir que la semana entrante salieran millones de personas a firmar. Era un revocatorio adelantado. La única «novedad» está en que no lo hizo el TSJ sino tribunales en los estados; esta es la mayor revelación de cuán corrompido está el poder judicial y electoral en Venezuela”.

¿Cuáles escenarios vislumbras?

Gutiérrez opina que los escenarios que se abren en este momento son básicamente dos y dependen fundamentalmente de la decisión que asuma la MUD:

  1. No aceptación y desobediencia: lo que plantea un tablero repleto de protestas y actos de no violencia en los que la represión oficial será la incógnita: si la protesta es masiva, los costos de reprimir se elevan tanto que se produce un quiebre en el factor que sostiene el régimen: las FAN, en caso de que decidieran reprimir masivamente. Hay que destacar que en el chavismo aún faltan piezas por mover: más represión selectiva a figuras opositoras, mayor represión y maniobras divisionistas en la oposición.
  2. Reacción meramente retórica: sin mayor acción de protesta y movilización. Este es el tablero que desea Maduro: resignación y desmoralización que eventualmente desmoviliza a los opositores y le da un «segundo aire» al régimen. Esa es la razón por la cual se plantean elecciones regionales y locales a partir de junio del año entrante.

El analista político argumenta que, en uno u otro escenario, las condiciones estructurales de la crisis y el malestar social se mantienen, propiciando el caldo de cultivo para una reacción social que al producirse, se desborde.

Para la oposición, ¿es esencial salir a la calle? “Todo, desde siempre, pasa por allí. No soy de los que ve la calle y protesta como algo divorciado o contrapuesto al voto. En la Venezuela actual, el uno y el otro son factores indivisibles. La única manera de que se pueda votar es presionar desde la calle”, dice Gutiérrez.

El último cartucho, por Marianella Salazar

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La Mesa de la Unidad Democrática pareció muy sorprendida por las condiciones dictadas por el CNE para impedir el referéndum revocatorio, como si no hubiese previsto un escenario predecible que todo el mundo conocía. Con anterioridad, dirigentes del llamado G4, entre ellos Ramos Allup, había señalado que “en el CNE no existe movimiento para hacer revocatorio este año”, entonces, por qué la MUD lució tan desconcertada, ¿acaso esperaban algo distinto que facilitara un proceso que han llenado deliberadamente de grandes obstáculos para evitar que el régimen sea revocado este año?

Las condiciones inconstitucionales impuestas por el CNE son claramente desfavorables para la oposición, pero no son imposibles de superar; pueden revertirse al asumir el reto de la calle en forma pacífica. A la oposición no le queda otra salida que calle y más calle, esa es su gran fortaleza, mucho más hoy, cuando el oficialismo está cuesta abajo en su rodada al perder estrepitosamente la mayoría y hacer que los venezolanos cada día lo aborrezcan más.

Nunca hubo un descontento social tan profundo como el de ahora; para muestra están los hechos de Villa Rosa, donde la indignación hizo que los habitantes de ese sector salieran a protestar, incluso a insultar a Maduro en su cara. El desafío de la MUD es capitalizar ese motor, no dejar que se apague, movilizar todas esas voluntades con el propósito de ejercer la presión ciudadana y obtener una salida constitucional. Sería un suicidio en primavera malversar el gigantesco esfuerzo movilizador del 1-S. Por eso debe abrir sus puertas a la sociedad civil, incluir a otros actores, a todas las oposiciones, desde los moderados hasta los más radicales, para alcanzar una unidad real y poder imponer el referéndum revocatorio.

La unidad de todos los factores opositores es una aspiración sentida en la ciudadanía, el estratega y consultor político J. J. Rendón alertó sobre la necesidad de ampliar la base de participación y consulta de la MUD. Fue una crítica acertada; sin embargo, molestó terriblemente que hablara de “la muerte de la MUD”, que no es otra cosa que “su ampliación, diversificación, pluralización. Dejar de ser lo que es para ser algo mejor, más incluyente, más fuerte”, según lo escrito en su cuenta de Twitter.

El lunes, durante el acto de la MUD donde se anunció la hoja de ruta, el gobernador Capriles Radonski se mostró incluyente al señalar que “en la Unidad caben todas las personas y todos los pensamientos” y expresó de forma contundente: “Si no hay unidad entre nosotros, no habrá victoria”. Esa es una demostración de responsabilidad en el liderazgo, de poner al país por delante de ambiciones e intereses en un momento trascendente, cuando el gobierno se encuentra acorralado y asume una actitud saboteadora contra el RR, con la intención de provocar una revuelta civil –escenario posible, dada la gravedad de la conflictividad social– como un recurso que obligue a la FANB a actuar y prolongar su agonía, pero se equivoca al pensar que puede sostenerse sobre las botas militares. Ese no es un bastión blindado. Allí sienten la misma indignación que en el resto de la población.

El presidente Nicolás Maduro tiene unos índices de rechazo por encima de 76% –según el más reciente sondeo de Venebarómetro–; más de 70% de la población quiere revocarlo este año, y eso incluye a los militares, que solo esperan que la oposición queme el último cartucho de la recolección del 20% de las firmas. Si cierran definitivamente el revocatorio, hay hombres dispuestos a tomar acciones con otros sectores para producir una salida este mismo año. El camino está abierto.

 

@AliasMalula

El Nacional