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UCAB propone que se destine 30% del IVA para recuperar el sector educativo
La universidad, en una nota de prensa, explicó que el proyecto creado por profesores, investigadores, egresados y estudiantes de la Escuela de Educación y busca dar una solución al sector

 

La Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) le propuso al Gobierno de Nicolás Maduro destinar el 30 % de la recaudación del Impuesto al Valor Añadido (IVA) para recuperar el sector educativo, que en las últimas semanas ha protagonizado decenas de protestas en reclamo de aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo.

La UCAB plantea destinar el 30 % del IVA y del Impuesto de Sucesiones al sector educativo para mejorar la planta física escolar, el programa de alimentación y la atención a los docentes de todo el país, que reciben salarios que oscilan entre los cuatro y los 25 dólares mensuales, según el gremio.

La universidad, en una nota de prensa, explicó que este proyecto, creado por profesores, investigadores, egresados y estudiantes de la Escuela de Educación, busca dar una solución al sector, «uno de los grandes afectados directamente por la crisis económica del país».

Se prevé «ejecutar un plan de emergencia para enfrentar la deserción y el rezago pedagógico, construir más de 24.000 escuelas, atender socioeconómicamente a los maestros y preparar a más de 250.000 docentes», dice el escrito.

La implementación de esta idea permitiría, según la UCAB, adaptar la educación a las dinámicas sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU para 2023, además de crear políticas públicas que permitan, también, enfrentar problemas como la deserción escolar y la diáspora de docentes de los últimos años.

Unesco reconoce a Caracas como una ciudad creativa de la música
La Unesco además ratifica que la capital venezolana posee condiciones que propician el surgimiento de manifestaciones musicales creativas de todos los géneros

 

Caracas fue reconocida oficialmente como una ciudad creativa de la música por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), señaló este sábado la Cancillería de Venezuela.

En una nota de prensa, la cartera de Exteriores afirmó que el Gobierno recibió «de manera oficial» la designación de este título que había sido solicitado en julio, cuando la alcaldesa de la capital, Carmen Meléndez, informó que enviaron un informe a la Unesco haciendo la petición.

La Unesco indicó que en el Día Mundial de las Ciudades, 55 urbes (Brasil, España, Chile y Nicaragua) se suman a la lista de 350 ciudades distinguidas por su artesanía, artes populares, creación digital, artes, gastronomía, cinematografía, literatura y música.

Con este nombramiento, la Unesco «reconoce la riqueza y diversidad musical de Caracas y, además, ratifica que la capital venezolana posee condiciones que propician el surgimiento de manifestaciones musicales creativas de todos los géneros».

La organización igualmente, destacó «la influencia» del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas juveniles e infantiles de Venezuela, creado por el músico venezolano José Antonio Abreu, y reconocido en 2021 como la orquesta más grande del mundo.

 

*Con información de EFE

Activan recolección de firmas para que la Unesco incluya a Canaima en lista de patrimonios mundiales en peligro
SOS Orinoco señaló que Canaima, Patrimonio de la Humanidad, continúa deteriorándose producto de la política del Estado venezolano de fomentar abiertamente la actividad minera

 

 

La ONG SOS Orinoco activó una recolección de firmas para que la Unesco incluya a Canaima en lista de patrimonios mundiales en peligro. 

A través de la página web Change.org, plataforma utilizada para hacer peticiones sociales, la ONG solicitó que el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO «envíe una Misión Reactiva de Monitoreo (tal como acordó el estado venezolano en julio 2021) para inspeccionar el parque y considere incluir a Canaima en la Lista de Sitios de Patrimonio Mundial en Peligro, como una acción política que evidencia la desidia de las autoridades del régimen de Nicolás Maduro y los obligue a actuar de manera decisiva y asertiva para poner fin de las operaciones mineras dentro de los límites del parque».

SOS Orinoco señaló que Canaima, Patrimonio de la Humanidad, continúa deteriorándose producto de la política del Estado venezolano de fomentar abiertamente la actividad minera, «ignorando sus obligaciones ambientales».

Hasta los momentos, la petición de la ONG ha logrado recolectar 28,918 firmas. A través del link Change.org todas las personas pueden firmar la petición para salvar a Canaima de la destrucción ecológica y ambiental.

A través de su cuenta en Twitter, la ONG realizó una encuesta, el pasado 12 de noviembre, para consultar si se consideraba necesario que el gobierno de Nicolás Maduro permita la visita técnica de la la Unesco a Canaima

Los resultados arrojaron que 95,1 % consideran que la visita debe realizarse con urgencia. 4% indicó que no le importaba y 0,9% no sabía. 

 

La petición de la ONG va dirigida a cuatro representantes de organizaciones, entre ellos: Audrey Azoulay, director general de la Unesco; Bruno Oberle, director de  International Union for Conservation of Nature;  Peter Shadie, Director of IUCN’s World Heritage Program y a Lazare Eloundou Assomo, director World Heritage Centre (UNESCO). 

Medianálisis ofrecerá capacitación en verificación y bulos en alianza con la Unesco
Cuando finalice el curso de capacitación, los participantes recibirán un certificado avalado por la Asociación Civil Medianálisis y la Unesco

La Asociación Civil Medianálisis ofrecerá un curso de capacitación en verificación de bulos en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

De acuerdo con una nota de prensa, Medianálisis señaló que este nuevo módulo de formación para periodistas, comunicadores, docentes y estudiantes de Comunicación Social comienza en 2023.

Este curso de capacitación lleva por nombre «Claves: Verificación y Bulos» se dictará entre el 16 de enero y el 24 de marzo de 2023.

Junto a este curso se mostrará el Manual de Educación y Capacitación en Periodismo de la Unesco Periodismo, Noticias Falsas y Desinformación.

Según Medianálisis, el objetivo de este programa es que los participantes comprendan cómo funciona la información errónea y la desinformación en el entramado comunicacional y cómo estas pueden, directa e indirectamente, socavar las bases de la democracia.

Asimismo, durante la capacitación se brindarán herramientas «para desenmascarar estos mensajes, aminorar su impacto y contrarrestar sus efectos en la sociedad».

La organización informó que el curso será totalmente gratuito con una modalidad 100% virtual. La duración total será de 10 semanas.

Adicionalmente, el programa contará con la facilitación de profesores como León Hernández, Ángel Páez, María Fernanda Rodríguez, Omaira Labrador, Daniel Pabón, Ysabel Viloria y Verónica Bastardo.

Cuando finalice el curso, los participantes recibirán un certificado avalado por Medianálisis y la Unesco.

Medianálisis recordó que actualmente la desinformación «es un tema de discusión neurálgico para quienes estamos vinculados a los medios y la comunicación social».

Los interesados en participar deben completar el formulario de registro que se consigue en este enlace.

Para cualquier información adicional, los interesados pueden acudir a las redes sociales institucionales de la organización: @medianalisis en Twitter e Instagram.

Nota de prensa

3×3 | En Venezuela no se puede hablar de educación de calidad
Desde hace más de una década en Venezuela no se evalúa la calidad del sistema educativo
Afirman que 2.929.866 niños, niñas y adolescentes estuvieron excluidos del sistema escolar en el año 2021
La ONG Un Estado de Derecho indicó que desde 2020 surgieron iniciativas espontáneas de educación privadas de bajo costo en el país 

 

Docentes e investigadores de la educación afirmaron que el nuevo periodo escolar, que se estima que sea totalmente presencial, supondrá un gran reto tanto para padres, alumnos y docentes.

Las protestas por el salario a los empleados públicos, una deserción estudiantil y docente sin precedentes y una infraestructura desatendida por el Estado son las principales trabas del sistema educativo venezolano en la última década.

El 27 de agosto, Nicolás Maduro anunció que el año escolar 2022 – 2023 empezaría entre el 5 y el 12 de octubre

Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explicó para el portal informativo La Gran Aldea que 2.929.866 niños, niñas y adolescentes estuvieron excluidos del sistema escolar en el año 2021

La cobertura global de la educación en el país a la población entre 3 y 24 años llegó a 65%, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) en su publicación del 2021. 

Mientras tanto, una encuesta presentada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que más de 173.000 venezolanos creen necesario priorizar la implementación de un plan para la mejora de la infraestructura de las escuelas

El gremio docente no cuenta con datos oficiales sobre deserción escolar desde el año 2018. Tampoco tiene datos sobre la calidad del sistema educativo público desde hace más de una década, en la que se estima que alrededor del 85% de la población estudiantil está matriculada. 

Raquel Figueroa, dirigente sindical de la Federación Colegio de Profesores de Venezuela, afirmó que «el Estado abandonó la educación, lo que implica que estamos frente a una educación hacia el atraso». 

Para Luisa Pernalete, coordinadora de Educación para la Paz de Fe y Alegría, «la educación venezolana está muy mal y necesita del apoyo de todo el mundo para salvarla, pues la educación buena es buena para todo el país. Eso no puede ser sólo para que nos ocupemos los docentes, eso tendría que ser ocupado por la familia, los empresarios y los medios de comunicación». 

Por su parte, Antonio Canova, profesor de la UCAB y director de la asociación civil Un Estado de Derecho, aseveró que «la traba más grande que enfrenta el sistema educativo es la actualización de las estrategias pedagógicas y la descentralización del Estado como el ente administrativo de la educación venezolana. Fenómeno que se está viendo en centros educativos espontáneamente en ciertas ciudades del país». 

Runrun.es contactó a estos tres especialistas para ahondar en las características del sistema educativo en Venezuela y saber cuál puede ser el papel de los docentes, los padres y representantes en este panorama. 

¿Cuáles son los retos que enfrenta el sistema educativo de cara al año escolar 2022 – 2023? 

Raquel Figueroa: «Bueno, son muchísimos retos que se le presentan al magisterio venezolano, porque están centrados en la defensa de la educación como Derecho Humano. Bajo este enfoque podemos dividir los retos en tres puntos:».

«Uno de ellos es que se restablezca la exigencia de restituir la responsabilidad que tiene el Estado venezolano frente a la atención educactiva, precisamente, como lo contempla la Constitución en sus artículos 102; 103 y 104. Hemos perdido demasiados derechos. El Estado abandonó la educación». 

«El segundo reto es la defensa de la profesión docente. Hoy estamos por encima del 56% de déficit de especialistas en las diversas áreas de las ciencias pedagógicas». 

«El tercero es ver cómo quedó al descubierto la desigualdad social en el tema desde que empezó la cuarentena en Venezuela en marzo de 2020. Muchos estudiantes no tienen cómo sufragar su aprendizaje porque tanto su familia como los docentes no pueden costearlo. El salario del venezolano cada día está más pulverizado. La educación privada es un porcentaje mínimo en el país». 

Luisa Pernalete: «Recordemos que la educación venezolana está en emergencia desde hace tiempo, no desde que comenzó la pandemia. Simplemente se complicaron las cosas con la pandemia. Los retos que tenemos que enfrentar en la educación pública a nivel básico son tres:».

«La educación venezolana perdió lo que se llama la rutina escolar: ver clase todos los días, con jornadas completas según el horario y el mantenimiento de la asistencia de todos los muchachos. Entonces se debe recuperar esa rutina». 

«También, debemos recuperar a los estudiantes y profesores que se fueron. No sabemos cuántos se han ido. El último dato oficial que tenemos, y del que se puede decir, fue en el 2019, cuando la UNICEF dijo que en Venezuela había cerca de un millón de muchachos fuera del ámbito escolar. El joven que no esté estudiando no tiene ni presente ni futuro. Eso es terrible. Y, como dice Cecodap, pueden estar en peligro de ser reclutados por las bandas armadas o exponerse a conflictos». 

«Al mismo tiempo, es dramático el tema de la deserción docente, la falta de una generación de relevo y de actualización para los profesionales que se quedan». 

«Aquí no hay datos oficiales, ese es otro reto. El Ministerio de Educación no ofrece información pública desde el 2016, más o menos. Esto se une con el problema de evaluar la calidad educativa, cuyo monitoreo está explícito en el artículo 103 de la Constitución». 

«También no sabemos cómo estamos trabajando la educación ambiental, que es obligatoria según el artículo 107 de la Constitución. Lo mismo sucede con la formación ciudadana, dar conciencia de nuestros deberes y de sus derechos para exigirlos, defenderlos y para cumplirlos».

«No tenemos idea de cuánto está aprendiendo el muchacho, eso es una tarea pendiente. En Venezuela desde hace más de 10 años no se hace un tipo de medición de las estandarizadas a nivel internacional como Pisa (Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos)». 

«Sobre la Onapre, ya no se puede decir más nada por ahora mientras aún siga el debate entre el gremio docente y el TSJ. Para eso está el artículo 91 de la Constitución, que expresa que todo trabajador o trabajadora tiene derecho a ganar lo suficiente como para poder solventar sus necesidades de la persona y de su familia. Todos los retos son igual de fuertes».

Antonio Canova: «La traba más grande que enfrenta el sistema educativo es la actualización de las estrategias pedagógicas y la descentralización del Estado como el ente administrativo de la educación venezolana». 

«El  sistema educativo público y estatal venezolano no va a cambiar a corto plazo. ¿Por qué?, porque no hay recursos, pero en especial porque al gobierno no le interesa cambiarlo. Incluso, ya se ha descrito que los textos escolares ‘Colección Bicentenario’ tienen un alto contenido ideológico a favor de la administración pública actual. Eso es adoctrinamiento. Si la gente protesta, el gobierno busca una manera de aplacarlo o nos caen a tiros». 

«Desde hace 20 años, al menos, se está evidenciando a nivel global una evolución profunda sobre cómo deben ser educados los niños: aprender de forma más individualizada y enfocada en cómo encontrar, analizar y problematizar la información, así como potenciar el trabajo en equipo. El sistema administrado por el Estado no ofrece una educación personalizada o lo hace de forma deficiente, y eso sale muy caro, tanto a nivel financiero como en la calidad educativa». 

«Lo que se está viendo es que la gente lleva las riendas de la educación por su propia cuenta, incluso en los lugares más pobres. Un fenómeno de libertad educativa. El fenómeno es parecido a la dolarización: era un delito del que te metían preso, pero la gente comenzó poco a poco a utilizar sus dólares, porque se da cuenta que si te pagan en bolívares cada vez valía menos. Entonces la gente deja de usar bolívares y comienza a usar dólares y, de repente, la economía venezolana, o parte de ella, está dolarizada sin un registro por parte de las entidades públicas».

¿Qué estrategias están aplicando los docentes para mantener un estándar de calidad mínima? 

Raquel Figueroa: «En Venezuela se dejó de desarrollar una educación de calidad. Más bien, el gremio caracteriza que estamos frente a una educación hacia el atraso, una educación mediocre». 

«Ante la pérdida de profesionales de la docencia, que lo hemos catalogado como la “desprofesionalización del docente” —quiénes desarrollan la pedagogía o el hecho educativo sobre la base de no profesionales de la docencia—, tenemos una educación donde nuestros estudiantes no salen preparados porque no hay un hecho pedagógico de acuerdo a lo que establece la la Constitución». 

«Esto pasa por la experiencia para restablecer el valor de la metodología pedagógica y científica, así como el valor del salario». 

«Entonces, en ese sentido, no hay calidad educativa. Por eso se debe exigir la recuperación de la carrera docente a partir de este año escolar».

Luisa Pernalete: «Podemos decir que hay iniciativas tratando de hacer cosas buenas por la educación. Algo que me gusta llamar «velitas en medio del apagón»,  pequeñas anécdotas que iluminan el panorama».

«En Fe y Alegría, durante el año escolar 2020 – 2021, perdimos 35% de los docentes del bachillerato. Para cubrir esa demanda, trabajamos por bloques temáticos y por proyectos de área, no por materia». 

«De esta manera, un profesor podría ver varias materias con un proyecto. Es un plan de contingencia, porque tú no puedes agarrar con un lazo a la primera persona que pase por la esquina y decirle: “¿usted quiere ser docente?”… No. Así no se puede trabajar en educación. No se puede improvisar».

«Esto no contaría como una estrategia positiva, sino como una estrategia de supervivencia: varios profesores están subsidiando su trabajo tanto dentro como fuera de las aulas». 

«Como el salario no les alcanza y no quieren dejar la educación por vocación, entonces, en un horario distinto al laboral, dan clases particulares, tareas dirigidas o venden alimentos. Yo sé, por ejemplo, que en Guayana hay docentes que los viernes se van a las minas a vender medicinas, a vender empanadas o en sus casas tienen emprendimientos menores: venden café, tortas, etcétera. Pero la mayoría optan por dar clases particulares».

«¿Que se mantenga la calidad educativa en esas clases? No sé, pero por lo menos se mantiene la atención a los estudiantes». 

«Por razones económicas, desde el 2016 Fe y Alegría no ha podido monitorear el índice de calidad de forma cuantitativa, pero sí estamos monitoreando todo el tiempo a cuántos muchachos estamos atendiendo». 

«De esa manera, podemos ver y atender a los muchachos que van atrasados y darles refuerzo escolar. Tenemos mayor conocimiento de lo que está pasando con nuestros alumnos para saber cuál es su situación, sobre todo si son niños dejados atrás, jóvenes que sus padres emigraron y están bajo el cuidado de otro familiar o conocido». 

Antonio Canova: «Hemos encontrado que hay una educación de calidad que los padres, incluso los más pobres, están pagando en esto que se llama «casa de tareas dirigidas», que realmente son unas micro escuelas que han surgido espontáneamente». 

«El fenómeno lo hemos documentado en Petare, Caracas, y en Montalbán, Carabobo. En Montalbán hay cerca de 24.908 habitantes y hay tres escuelas primarias, todas son públicas. La matrícula escolar son casi 4.000 niños. En esa población conseguimos 62 casas de tareas dirigidas, 62 micro escuelas. Ahí están yendo cerca del 30% de los niños de Montalbán». 

«Las maestras están sirviendo de tutoras individualizadas a los niños; o sea, las maestras están libres en su casa para desempeñar su labor. Atienden a grupos muy pequeños. Los niños van por una hora y media o dos horas al día».

«Las personas que montan estas escuelas espontáneas son personas con una formación pedagógica universitaria. En promedio se paga 2,5$ por las clases, pero las profesoras ofrecen becas para los niños». 

«Estamos viendo que en estos lugares, tan golpeados por la crisis humanitaria, las maestras por un lado y las comunidades por otra —los padres, las madres y los abuelos— están tras los niños para llevarlos a las casas de tareas dirigidas o escuelas espontáneas, entonces allí está ocurriendo algo bien inspirador. Este fenómeno se está registrando a nivel internacional por la UNESCO como escuelas privadas de bajo costo». 

«Es en esas casas donde está ocurriendo el proceso educativo de calidad en Venezuela, fuera del Estado o al margen de este. Eso surge de una manera totalmente espontánea, sin planificación, como emprendimientos privados».

¿Qué opciones tienen los padres y los representantes para involucrarse más en la educación de sus hijos?

Raquel Figueroa: «Bueno, esto del proyecto o el programa «Cada familia una escuela» en plena pandemia dejó al descubierto que el núcleo familiar no estaba preparado o no está preparado aún para ejercer esa tamaña responsabilidad pedagógica. Eso deja dos reflexiones:».

«La primera es que la familia no puede ser el ente responsabilizador de la educación de sus hijos. Es el Estado el que tiene que administrar el sistema educativo». 

«Los problemas que estaban en las escuelas fueron trasladados al núcleo familiar, y a eso le debes agregar las fallas de servicios públicos como el internet». 

«La familia debe ser un ente defensor de la educación como Derecho Humano, no debe ser el responsable del mantenimiento de la educación. El Estado no puede transferir sus responsabilidades a la familia. Pero, la familia tiene un papel importante como supervisor, de vigilar que el Estado cumpla con su responsabilidad». 

«¿Qué está pasando ahora? Bueno, como el Estado ya no está financiando a las escuelas, la familia está pagando tanto los materiales básicos para dar clases —digamos, un marcador de pizarra y resmas de papel— como la responsabilidad de enseñar». 

«Porque el Estado no tiene una vigilancia y exigencia, los padres a veces deben actuar como maestros en las aulas. Eso se ha dado muchísimo. Yo no estoy criticando esa situación, porque los padres y representantes demuestran estar preocupados por la educación de sus hijos. Pero, para que se restablezca este el cumplimiento de una educación de calidad ajustado al derecho, tenemos que exigirle al Estado que cumpla. Y para exigir tenemos que organizarnos a través de las estructuras de las comunidades educativas y mantener el derecho a la protesta».

Luisa Pernalete:  «La escuela y la familia están del mismo lado de la cancha, no son opositores, no son enemigos, tienen que colaborar mutuamente». 

«La escuela tiene que incorporar a los padres a sus programas de formación. También, las madres y los padres deberían preguntar todos los días cuando el niño venga al colegio cómo les fue, sea la edad que tenga —ya sea preescolares o en bachillerato en ciclo diversificado—. Preguntar qué te gustó y qué no le gustó, porque se le puede ayudar a prevenir problemas de violencia escolar, problemas de acoso escolar y de irregularidades en el sistema educativo para ayudar a que el niño sepa que él o ella es importante»

«Hay algunas estrategias o tips que se pueden hacer en casa. Por ejemplo, si los niños son muy pequeños: léele cuentos. Hay audiolibros tanto en las estaciones de radio como en algunos canales de Youtube especializados. A partir de allí  hay que prepararlos para el regreso a las aulas con preguntas: «¿cómo quisieras tú que fuera a la escuela?», «¿qué le vas a decir tú a tu maestra?», «cuando llegues al primer día de escuela, ¿qué te gustaría a ti aprender?». Son cosas que van ayudando al niño y al adolescente para proponer temáticas en el colegio». 

«También, está hacer cartas imaginarias. El joven puede hacer una carta imaginaria a su maestra, preguntarle qué le gustaría para el próximo año. Los adolescentes pueden hacer cartas imaginarias a artistas, a deportistas, a quién sea. Háganle una carta a Miguel Cabrera a ver qué dirían. De esta manera, ellos escriben sin necesidad de que sientan que es una tarea de lectoescritura, porque con los tiempos de receso muy grandes en la escolaridad los muchachos desaprenden».

 «Los papás y las mamás deben ir a las reuniones de padres y representantes y hacer propuestas. Una forma de mantener una vigilancia en el sistema educativo y una perspectiva fuera de la ciencia pedagógica como tal. No solo enfocarse en recibir las quejas del desempeño del muchacho». 

Antonio Canova: «Que los padres vean el entorno y lo analicen, reflexionen y actúen con base en sus criterios». 

«Yo les diría a los padres que hagan el siguiente ejercicio: tomen un día, un rato, para que vean qué le están enseñando a sus hijos. Lean los libros con los que le están enseñando a sus hijos y que, después de que tengan una idea de cuál es el contenido que están impartiendo, se pregunten a ellos mismos: ¿con esto mis hijos están aprendiendo o lo que le están enseñando los va a preparar para el resto del futuro?». 

«Eso es para que los padres tomen conciencia y se pregunten en verdad si ellos piensan que sus hijos van a superarse con esos contenidos que el Estado les está enseñando». 

«A partir de allí los padres tienen que idear estrategias: ir por tareas dirigidas, ir a micro escuelas espontáneas u otra alternativa». 

«Lo que comento es bastante disruptivo: los padres tienen que tomar el control de la educación de sus hijos. Yo creo que tienen que tomar su decisión: si vamos a seguir esperando que el Estado resuelva o vamos a comenzar a resolver por nosotros mismos». 

Instan a trabajar en un internet más seguro e inclusivo en el Día Internacional de la Niña
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que adoptó el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña

 

Este 11 de octubre, se celebra el Día Internacional de la niña. A propósito de la fecha, el Fondo de Población de las Naciones Unidas Venezuela UNFPA, hizo un llamado para hacer de Internet un espacio más seguro e inclusivo para todas las niñas.

El UNFPA afirmó, a través de un comunicado publicado en su página web, expresó que la conectividad digital para todas las niñas es fundamental para los derechos humanos y puede mejorar la autonomía corporal, la toma de decisiones y la construcción de movimientos de las niñas.

Sin embargo, la organización señala que «hoy en día, las niñas tienen menos acceso que los niños a Internet y las tecnologías y, como resultado, se pierde lo que podían lograr, sus dones, visión, ingenio y la pasión que podían ofrecer al mundo».

UNFPA celebra este día y celebra que las niñas de la generación digital estén aprovechando el poder de las nuevas tecnologías para forjar un futuro mejor para todos. Asimismo. pidió atención urgente a los que quedan atrás por la discriminación de género que limita sistemáticamente a las niñas, ahora y a lo largo de su vida.

La organización destaca que a medida que los formatos virtuales y la conectividad digital se expanden, se crean nuevas oportunidades para las niñas, se cierra la brecha de género digital en conectividad, se fomenta la creatividad para diseñar soluciones digitales innovadoras,  se crea un mundo digital accesible y se amplía el liderazgo. 

Otros llamados de ONG venezolanas en el Día de la Niña

Desde la cuenta en Twitter de Tinta Violeta, Colectivo dedicado al impulso del feminismo, también se celebró el Día Internacional de la Niña con un llamado a una vida libre de violencia para las más pequeñas.

La Unesco y la CIDH también se unieron a la celebración y a través de sus redes sociales enviaron emotivos mensajes:

Salvajismo a la orden del día

Foto izq. puerta violentada de la UCV (@RomeroJoseJ); der. Delcy Rodríguez en el aula magna (Tal Cual).

Por qué la señora Rodríguez no pidió la llave a la Dirección de Cultura de la UCV. Pero es una tontería hacerse esa pregunta: como los talibanes, el salvajismo en Venezuela está a la orden del día

 

@cjaimesb

En marzo de 2001 los talibanes destruyeron las colosales estatuas de Gautama Buda en Bamiyan, Afganistán. Hoy, hombres armados talibanes montan guardia en las enormes cavidades rocosas que alguna vez albergaron dos antiguas estatuas de Buda, voladas con dinamita por los militantes durante su penúltimo período en el poder. 1500 años tenían las estatuas, pero su destrucción fue ordenada por el régimen por estar en contra de la fe musulmana. “Son ídolos”, sentenció el Mullah Omar.

Cientos de obreros se encargaron de que no quedaran pedazos que pudieran reconstruirse. La UNESCO sentenció que hacerlo era prácticamente imposible. Un patrimonio de la Humanidad perdido a manos de los salvajes. Sin embargo y aunque parezca mentira, el nuevo régimen talibán insiste en que quiere proteger “el patrimonio arqueológico del país”, a pesar del horror que causó en todo el mundo ver las imágenes de los Budas desapareciendo en nubes de polvo, destruidas por los mismos que hoy las quieren proteger.

“Con la economía del país tambaleándose «se dan cuenta de que el trabajo para proteger el patrimonio proporciona ingresos regulares», dijo Philippe Marquis, director de la delegación arqueológica francesa en Afganistán”, según reportó Channel News Asia. Es decir que, si aporta ingresos regulares, la religión por la cual destruyeron los ídolos supuestamente prohibidos, se puede ir al mismísimo cipote.

Otro patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco es la Universidad Central de Venezuela. A lo largo de veinte años hemos visto cómo los regímenes de Chávez y de Maduro han ahorcado la autonomía universitaria cortando el presupuesto que le corresponde y por consiguiente, cómo se han ido deteriorando unas instalaciones que constituían un orgullo nacional.

Hace una semana, Luis Palacio Herrera, presidente de la FCU-UCV señaló que “adeptos al régimen violentaron una de las puertas del aula magna”, para que entrara la flamante vicepresidente Delcy Rodríguez. Con la excusa de que “están reconstruyendo la universidad”, ¿qué los diferencia de los talibanes? Se hacen cruces y se muestran escandalizados por “el estado de destrozo en que se encuentran las instalaciones” y por las declaraciones de la rectora García Arocha donde exige que se respete la autonomía y se entregue el presupuesto completo. En junio de 2020 se había caído el techo de uno de los pasillos por falta de mantenimiento. Si no le dan a la universidad el presupuesto que por ley tiene asignado ¿con qué dinero se van a hacer labores de mantenimiento? La prioridad es pagar a quienes allí laboran.

Me queda la pregunta de por qué la señora Rodríguez no pidió la llave a la Dirección de Cultura. Pero es una tontería hacerse esa pregunta: como los talibanes, el salvajismo en Venezuela está a la orden del día.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Retornar a la presencialidad es esencial para el proceso de aprendizaje
La Unesco afirmó que el reinicio de los centros educativos en condiciones de seguridad deben ser «una prioridad»
La FVM y el Sindicato de Maestros coinciden en que las condiciones en Venezuela no están dadas para un retorno a las aulas de clases 

 

@yeannalyfermin

 

Casi 11 meses han pasado desde que Nicolás Maduro ordenó el cierre total de todos los colegios para evitar la propagación del COVID-19. Desde entonces, estudiantes de educación básica, media y diversificada de todo el país, pasaron de un sistema de educación 100 % presencial, a uno improvisado, desigual y accidentado. 

El año escolar 2020-2021 arrancó en septiembre sin ningún cambio significativo en la metodología de clases a distancia para los estudiantes de colegios públicos, quienes son los más afectados con todas las fallas de los servicios públicos y las carencias de aparatos tecnológicos.

Yolanda Ramírez es la madre de Alejandro, un joven de 15 años que recién acaba de comenzar el tercer año de bachillerato. Ramírez asegura que a su hijo se le dificulta aún más este año escolar por las nuevas materias que se suman al cronograma las cuales deben ser explicadas por un profesor. 

“Este año los profesores deberían, aunque sea, dar una clase presencial a la semana con todas las medidas de bioseguridad, esto motivaría mucho a los estudiantes a cumplir con sus asignaciones y a sentir que tienen el compromiso y la responsabilidad de estudiar”, dijo. 

Pero el pasado domingo 31 de enero, el gobernante Nicolás Maduro en cadena de radio y televisión, descartó el inicio de clases presenciales para el mes de febrero. “Todavía no hemos considerado el comienzo de clases presencial, hay países que les ha ido bien a otros no. Llegará el día en que se combinen las clases presenciales”, dijo.

Dos días después, Maduro cambió radicalmente de idea. Durante la celebración de los 22 años de la llegada del chavismo al poder, el gobernante informó que su gabinete está estudiando combinar las clases presenciales con la modalidad virtual. 

“Hay que volver a las clases presenciales con todas las medidas de seguridad; ha llegado el momento de combinar las clases, las teleclases, las clases indirectas y las clases directas con todas las medidas de seguridad”, afirmó este martes 2 de febrero.

El gobernante explicó que los estudiantes de primero y segundo grado podrían ir a escuelas lunes y martes; los de segundo y tercer grado, martes y miércoles; y los de quinto y sexto grado los días jueves y viernes, por mencionar la educación primaria.

“Me parece que es una buena idea. La estamos evaluando para que los estudiantes de todo nivel se reincorporen a clases presenciales”, dijo Maduro.

¿Volver o no volver?

Sobre volver o no a las aulas de clases, Olga Ramos afirma que hay que pensar en la presencialidad. “El regreso o incorporación a las actividades presenciales es algo que debe evaluarse con mucha seriedad porque es importante para el proceso educativo. Hace falta la presencialidad, pero esta no se puede dar de forma improvisada, puede que no sea completa, tal vez mixta, pero para eso hay que tener planificación y estructura”, aseguró.

Por su parte el presidente del Sindicato de Maestros del Distrito Capital, Edgar Enrique Machado sugiere que el Ministerio de Educación debe asesorarse con los especialistas en tecnología educativa para que el docente adquiera las herramientas y conocimientos para trabajar a distancia u online, proveer a docentes y estudiantes de recursos tecnológicos y optimizar las plataformas de internet y comunicación para que todos tengan acceso. 

Machado insistió que para que se pueda dar un retorno a las clases presenciales, todos los docentes deben percibir un salario acorde a la realidad económica y demás beneficios establecidos en la ley, servicios públicos eficientes en los centros educativos y garantizar la protección de bioseguridad, para educadores, estudiantes, obreros, administrativos, padres y representantes, frente al COVID-19.

Por su parte, Orlando Alzurú, Presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), indicó que no solo por las condiciones del país sino por las condiciones de la infraestructura escolar en Venezuela “no puede haber presencialidad”. 

“Antes de la pandemia los centros educativos no reunían las condiciones mínimas de higiene y de seguridad para que los muchachos estuvieran en clase. Una vez que llega la pandemia la situación se agravó. Ni siquiera hay productos de higiene, ni mucho menos de bioseguridad para hacerle frente al virus, a eso se le suman los problemas de electricidad, transporte y conectividad a internet”, dijo Alzuru. 

Sobre un regreso semipresencial a las aulas, el presidente de la FVM fue tajante al decir que hasta que no haya un control de la epidemia no se debe volver a las escuelas. 

“Hasta que no existan instituciones que garanticen la bioseguridad de los estudiantes no puede haber ni siquiera clases dos días a a la semana porque uno se puede infectar en un minuto. Lo que debería hacer el gobierno es reconstruir toda la infraestructura escolar para que cuando llegue el momento de volver a la presencialidad sea de manera segura”, dijo. 

Un debate global 

El problema no se presenta solo en Venezuela. El pasado 25 de enero, la asesora regional de la Unesco, Mary Guinn Delaney, advirtió, en una entrevista por TVV Noticias, que el cierre escolar por la pandemia del coronavirus conlleva a la “pérdida de aprendizaje” por parte de los estudiantes.

Por su parte, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay afirmó que «los cierres prolongados y repetidos de los centros educativos están teniendo un coste psicosocial para los estudiantes lo que implica el riesgo de abandono escolar”. Azoulay insistió en que el reinicio de los centros educativos en condiciones de seguridad deben ser «una prioridad».

Las escuelas de todo el mundo han estado cerradas durante una media de dos tercios de un año académico por el coronavirus, según publicó la Unesco este domingo en el Día Internacional de la Educación.

El organismo recordó que más de 800 millones de estudiantes siguen haciendo frente a importantes interrupciones por la pandemia, que ya se acerca a los 99 millones de contagiados y sobrepasó los 2 millones de fallecidos.

La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría emitió un comunicado sobre el regreso de clases presenciales. En el texto afirma que el impacto social de tener las escuelas cerradas es muy grande. Aseguran que las escuelas parecen no ser espacios de grandes transmisión del COVID-19, pero que sí deciden reabrir los espacios se deben tomar medidas estrictas de bioseguridad.

“Si estas medidas en la comunidad existen, y se toman medidas en los centros educativos, la posibilidad de transmisión en el centro educativo no será mayor que la comunitaria”, se lee en el comunicado. 

En entrevista para Unión Radio, Patricia Valenzuela, integrante de la Sociedad Venezolana de Infectología afirmó que actualmente no existen condiciones para retomar las clases presenciales principalmente por el uso del transporte público, uno de los principales lugares de contagio.

“La educación online genera brechas importantes a todo nivel, la cuestión es que el país debe estar acondicionado, porque no se trata solo del aula de clase con menos alumnos con distanciamiento; sino que deben tomar transporte público y esto no permite que la persona se cuide”, dijo Valenzuela.

El costo de volver a la escuela

Para Francia Requena, docente de Biología y Química en una institución privada, este nuevo año escolar no pareciera que va a mejorar sobre todo para los docentes y alumnos de colegios públicos. “Mis colegas, no son bien remunerados, no es que los que trabajamos en privados sí lo seamos, pero ellos están en peores condiciones y llevan mucho tiempo viviendo con dos o tres dólares mensuales. Ni siquiera tienen un plan que les permita estructurar un modelo de clases acorde a la situación de todos los estudiantes quienes son los más afectados con todo esto”. 

Edgar Enrique Machado aseguró que este nuevo año escolar es peor que el anterior. “Los alumnos no tienen las competencias para abordar el año inmediato superior, puesto que el personal Directivo de los planteles, por instrucciones del Ministerio de educación, promueve a los estudiantes aunque no hayan asistido ni una vez al plantel, en contra de los resultados reales de evaluaciones que consignan los docentes”.

Sobre la situación de los maestros, el presidente del sindicato de maestros del Distrito Capital reafirmó que siguen en situación de indignidad debido a que el salario que devengan no tiene poder adquisitivo en un país dolarizado como Venezuela.

“El docente de nivel I actualmente cobra un salario base equivalente a 1 dólar. El docente VI, de la más alta trayectoria apenas llegará a un salario base equivalente 2,5$. Los maestros no  tienen seguridad social, no cuentan con un HCM digno, ni seguro funerario. Una quincena no alcanza ni para medio cartón de huevos en este momento”, aseguró. 

Machado afirmó que un gran número de docentes ha abandonado su profesión, para dedicarse a otras actividades mejor remuneradas. 

“En 2019, teníamos una data de 15.000 educadores en Caracas aproximadamente. De la información que recibimos de nuestros delegados y contactos educativos, podemos decir que una media de 5 docentes por plantel abandonó su puesto de trabajo por considerar que su salario no le permite vivir dignamente, no se le garantizan condiciones de trabajo dignas, ni mucho menos protección de bioseguridad. Esto lleva a una proyección de que 2715 docentes han abandonado la profesión, en los 543 centros educativos que tiene el Distrito Capital”, dijo. 

Clases online han fracasado 

Ketherine Villalobos estudia sexto grado y desde que comenzó el nuevo año escolar demuestra mucha apatía a la hora de ver sus clases a través de pantallas y una precaria conectividad. “Mamá no quiero ver mas clases así, no se entiende lo que la maestra dice y a cada rato están preguntando lo mismo porque no se escucha bien…”.

Ana Belén Rojo, madre de Katherine, y quien también es psicóloga, asegura que esta conducta que se presenta en muchos niños es normal porque «cada vez pierden más interés en sacar buenas calificaciones y en hacer sus tareas debido al alejamiento del entorno escolar donde ellos pueden interactuar y compartir experiencias con sus iguales. Tampoco disfrutan de la metodología y técnicas pedagógicas que solo puede ofrecer un docente”. 

Para Olga Ramos, miembro de la Asamblea de Educación y coordinadora del Observatorio Educativo de Venezuela, el problema del programa de educación implementado por el gobierno para la contingencia de la pandemia, es que no está bien diseñado para la educación a distancia.

“Las actividades no tienen las estructuras ni las instrucciones que deben tener. No tienen ningún tipo de apoyo para que los padres y los estudiantes puedan desarrollar las tareas. En los casos en los que los docentes no se pueden comunicar por las diversas razones de manera cotidiana, los estudiantes quedan a merced de lo que las familias puedan resolver, y en muchos casos las mismas no tienen la formación adecuada para acompañar la formación de los estudiantes”, aseguró Ramos. 

A juicio de Edgar Enrique Machado, presidente del sindicato de maestros del Distrito Capital “las clases online son una mentira, ni docentes, ni estudiantes tienen recursos para sostener un proceso de educación a distancia, por otra parte el docente no ha sido instruido para dar clases a distancia. El sistema educativo seguirá en caída bien sea presencial o a distancia, hasta tanto no se inviertan en educación y en los salarios para los docentes”.

Educación en retroceso

A juicio de Olga Ramos “la vocación del docente y los esfuerzos de las familias son los que están resolviendo los problemas que el Ministerio de Educación no está abordando”.

Para Ramos la mediocridad del sistema educativo está condenando a los estudiantes que deciden tomar una carrera en cualquier universidad porque no tienen las herramientas necesarias para desarrollarse. “Una vez egresados no pueden desarrollarse y eso les genera frustración y terminan desertando”, aseguró.

“Esta situación también tiene consecuencias para la sociedad porque una persona que no tiene las competencias ciudadanas genera caos, si no conoce las leyes y sus responsabilidades, si no sabe cómo hacer una solicitud específica o organizarse con sus vecinos, hacer un emprendimiento… el desarrollo productivo de un país también se ve afectado”, sentenció Olga Ramos.