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¡Dejemos la corredera, vamos bien! Por Orlando Viera-Blanco

Lo primero es enlistar los errores políticos que nos condujeron a este pandemónium. El primero (1992) cuando se le permitió a Hugo Chávez celebro-debutar con su por ahora en cadena

Han sido tortuosos 20 años del deterioro criminal que jamás experimentó sociedad alguna en Latinoamérica. Hemos tenido etapas más violentas como guerras civiles, dictaduras o guerrillas urbanas. Pero nunca la hambruna, el éxodo y la fechoría que alcanzamos hoy ¿Por qué?

Nuestras razones erróneas

Lo primero es enlistar los errores políticos que nos condujeron a este pandemónium. El primero (1992) cuando se le permitió a Hugo Chávez celebro-debutar con su por ahora en cadena de radio y televisión. Un país minado por la antipolítica y clientelismo pronto convirtió a Hugo Chávez en el nuevo mesías. El segundo otro gran error: La conjura contra Pérez desde los sillones de los notables… El tercer gazapo: el sobreseimiento de Rafael Caldera (1994) a HCHF, lo cual habilitó a Chávez para fuese candidato a la PDR en 1997… Una coalición entre Enrique Salas y el resto de los partidos, catapultó -ayudadito por los medios, intelectuales y empresarios- al “Tenientazo-Coronelote” de Sabaneta. Una historia acicalada por estas calles, el gendarme necesario y la obra de Carlos Rangel, Del buen salvaje al buen revolucionario, ilustró una épica caliche. Simpatías ingenuas y malsanas por doquier. Nacía un aprendiz de sable y caudillo que se autoproclamó bolivariano-revolucionario. ¡Hasta Olavarría le creyó…!

El golpista se hizo Presidente. La otrora CSJ le concedió el llamado a Constituyente (inexistente en la Constitución de 1961). ¿La otra seguidilla de infortunios?: El Kino electoral que eligió la Asamblea Constituyente; llamar a plebiscito [no previsto]; desmantelamiento del Estado; relanzamiento de una macrocomuna a la medida de Chávez; conversión de las FFAA en un brazo político; decreto de “emergencia económica” que habilitó más de 40 leyes ilegítimas; inicio de la cubanización y del apoderamiento del botín: Pdvsa. ¿Más? Llamar a un paro nacional inmolador sin reserva militar y política (2002); el golpe de estado del 11A/2002 donde Carmona se precipita y disuelve los “Poderes Públicos” y la clase política lo deja solo. ¿Común denominador de las pifias?: El síndrome de nuestra cultura política: “la cabra que salta pal’ monte… (Dixit Ruth Capriles). Eso no es conmigo, ese no es mi p…

En 2005 fuimos a un RR tolerando en nuestras narices un andamiaje electoral defraudatorio. Debutaba Smartmatic. “Minutos” más tarde, regalamos la AN… En 2006 Manuel Rosales es “elegido” como candidato presidencial de la oposición. Sólo un 40% de las máquinas se vigilaron [La cabra que salta…]. Era natural: Un candidato impuesto de arriba hacia abajo no contó con la lealtad de la militancia. En 2009-desunidos-Chávez mete de contrabando la reelección presidencial. Y en 2012 -enfermo y terminal- impone a Nicolás Maduro. Todo ocurre, mansamente…

Ganar y no cobrar

Capriles gana las elecciones de Abril 2013. Pero arruga (Confesión de parte). En 2014 Leopoldo López comete otro error: Le cree a Cabello, se entrega y jura que el pueblo le sacará de la cárcel. La salida se convierte en un salto caótico a la anarquía, la confusión y la fragmentación del liderazgo. Se pisa el peine del diálogo con elevadísimas expectativas de un desenlace pacífico, democrático y constitucional. Se desmorona la protesta. Surge la MUD. Emerge el consenso táctico. Gracias a una agenda cohesionada se logran 112 escaños en la AN (2016).

Instalada la nueva AN comienzan los saboteos internos que impiden la eficacia en la toma de decisiones. Nos doblamos y nos partimos. Temprano llegan las sentencias del TSJ de Maduro anulando curules, el poder de censura de la AN y la Ley de Amnistía. Se decreta el abandono de cargo de Maduro y la designación de nuevos Magistrados del TSJ. Es tarde. Estalla la protesta de 2017 reeditando el formato de descoordinación y desconexión con las masas populares 2014. Vamos a un referéndum ciudadano el 16 de Julio 2017 [sin músculo ejecutorio] y de pronto, el bombazo: Una Asamblea Nacional Constituyente agarra a todos fuera de base. La convocatoria electoral nos divide. Nadie sabe cómo tragar ninguno de los dos caminos. Ni papeletas ni 350. Todos a la lona (puff!)…como condoritos…

Unidad, prudencia y outsider

Llegamos a 2019 fracturados, divididos e invadidos de un radicalismo normativo en una oposición que pasa del realpolitic. Expira el término de Maduro. Surge la tesis de la usurpación de poder. Nadie apostaba que un joven político imprevisible, modesto y disciplinado inspirara nuevamente a la gente. Los “tartufos” no se hicieron esperar: ¡Que se juramente y se ponga la banda! Y el muchacho les contestó con humildad: “Ya va, bájale dos, no puedo solo…”. Sencillo. Suave. Suficiente para que reemergiera la luz, la emoción, la confianza.

Los errores cometidos son previsibles: Desagregación, divisionismo, presidencialismo, prepotencia, inmediatismo e improvisación. Es tiempo de unidad, patriotismo, humildad, disciplina y planificación. La justicia se aplicará al restituir la república. No al revés. Los Cabildos Abiertos son maravillosos. Nacionales, locales, no capitalinos. Hay que surfear la ola con el pueblo. Eso es la política. “Defensiva en la ausencia, ofensiva en la abundancia”. La soberbia es mala consejera, y la única forma que la cabra no salte otra vez pal’ monte, es dejando la corredera… Falta poco. ¡Vamos bien!

 

@ovierablanco

¿Qué pasará allí adentro?, por Julio Castillo Sagarzazu

 

Pasan cosas al interior del gobierno. Pasa mucho más que cuando los venezolanos, hace un año, llenamos las calles y el mundo vio con cuánta ferocidad podía el régimen responder a las demandas de democracia en el país. Obviamente, lo que pasa ahora no está desligado de lo que pasó ayer y mucho tiene que ver con ello. Sin embargo, ahora sentimos que en el gobierno se mueven cosas que no se movían. Los “gobernólogos” tendrán sus teorías y los que lo conocen más, a lo mejor están dateados sobre lo que allí ocurre. Este escribidor, munido solo de olfato, tejerá una teoría quizás peregrina pero que va de seguidas:
El país es inviable y, ciertamente, siempre se puede estar peor y manipular las necesidades colectivas para atornillarse en el poder. Pero es que en Venezuela el asunto va más allá del poder. En Cuba, por ejemplo, mantener el poder es un tema básicamente político e ideológico. La corrupción de allá es otra cosa. Los recursos que manejaron los Castro fueron siempre relativamente modestos y sirvieron para crear unas canonjías y unos privilegios relativamente limitados. Solo el entorno muy cercano a la clique gobernante se beneficiaba.
Siempre cuento esta anécdota ilustrativa de lo dicho. Junto con el amigo Asdrúbal González, me encontraba en un viaje en La Habana y estuvimos de visita al embajador venezolano Gonzalo García Bustillos. Estando allí, llegó un importante ministro, de los más emblemáticos y conocidos. Vino a preguntar si podía venir con su esposa a la recepción del 5 de Julio para que ella pudiera comer bien una noche. Se despidió, se montó en el Lada que él mismo iba manejando. No prendió y tuvimos que salir a empujarlo para que arrancara.
¿Alguien se imagina a un ministro de este régimen empujando su Lada? Pues no y allí hay una diferencia esencial sobre los privilegios que se manejan en el país y que explican las razones por las cuales el saqueo nacional y las impúdicas cifras de la corrupción criolla se convierten en un tema esencial para explicar por qué estos señores están donde están.
Estas cifras no solo han servido para mantener una camada amplísima de funcionarios apegados como una garrapata al poder, sino también para haber creado una red de cómplices, presta nombres, testaferros, comisionistas, banqueros y empresarios que igual juegan para uno o para los dos lados y que son una base sólida de sustentación del status quo.
Decía el viejo Marx que “el ser social determina la conciencia…” para explicar que un entorno de privilegios y comodidades terminaba influyendo en la manera de pensar de la gente. Mi abuela, de manera más plástica, decía “gato que pisa la alfombra, mas nunca vuelve al tejado…”. Por eso miles de dirigentes rojos, civiles y militares, venidos de la nada, vestidos por la corrupción, van a defender esos privilegios y van a adaptar su manera de pensar a la vida muelle que tienen.
Ese fenómeno es el que ha hecho tan importantes las sanciones económicas individuales a los capitostes del régimen y a sus familiares y allegados. Las “crisis existenciales” que están generando en las familias y entornos de los más comprometidos con la corrupción es grande y está empujando como un ariete sobre el monolitismo del régimen.
¿Algo está cambiando, producto de esa presión? Por supuesto que algo está cambiando. La semana pasada dábamos cuenta de la «operación cambio de rostro para la negociación» que el gobierno ha puesto en marcha. Para la verdadera, no para la chimba a la que se han prestado como teloneros Bertucci, Fernández y otros personajes menores. En esa operación, la de verdad verdad, ha participado como protagonista Rafael Lacava. Un nuevo actor de la pieza, un actor necesario porque como allí saben que es cierto aquella máxima de Mc Luhan que nos advierte que “el medio es el mensaje”, pues han decidido cambiar el medio para ver si el mensaje de una negociación les es más creíble a los señores del norte del Rio Grande.
De manera entonces que el asunto va caminando. A la liberación de Holt, ha seguido la medida sobre varios presos políticos de cambiarlos de cárcel. Un tema que no es menor para un gobierno que aseguraba que se pudrirían en sus mazmorras y que acusaba a inocentes de los perores crímenes de nuestra legislación penal. Es un claro mensaje “A quien pueda interesar”. Se produce también en el marco del informe de expertos de la OEA que da pie para recurrir ante La Corte Penal De La Haya.
Para quienes han recibido la medida y para sus familiares se trata de un respiro mientras consiguen su libertad plena. A los venezolanos nos deja la apertura de una rendija en un muro cerrado a cal y canto. Nos deja además la maravillosa imagen de dignidad del general Vivas gritándole al mundo por las cámaras de VTV “Muera la tiranía, viva la libertad”.
Falta saber ahora si ocurre igualmente algo en relación con los militares presos de la última hornada. Están procesados por el delito de rebelión y son la expresión más nítida de la ola de malestar que recorre la Fuerza Armada. Si las cosas comienzan a moverse también allí, entonces podríamos estar hablando de una vertiginosa situación de «reacomodos» en el seno del régimen; podríamos incluso llegar a decir que la transición, o una forma de ella, se ha puesto en marcha.
¿Que pasara allí adentro? Algún día alguien nos echará el cuento.

@juliocasagar

Eddie A. Ramírez S. Feb 06, 2018 | Actualizado hace 2 semanas
Políticos y petróleo

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Distinguidos políticos se han interesado en el estudio del petróleo como recurso natural no renovable y como instrumento de desarrollo. La mayoría expresaron sus ideas en artículos. El libro “Venezuela, política y petróleo” (1956), de Rómulo Betancourt, sigue siendo referencia del pensamiento de muchos de nuestros políticos.  También “El pentágono petrolero” (1967), de Pérez Alfonzo.  En esos tiempos se consideraba que la industria petrolera “era asimilable a un servicio público”, la política de concesiones se percibía como una entrega de soberanía, se estimaba  que  las reservas de petróleo eran escasas, por lo que había que restringir la producción, se tenía la certeza de que las empresas extranjera  escamoteaban los impuestos, ya de por sí muy bajos y que, además, cuando podían intervenían en la política interna.

 

Hoy la situación es diferente. Ya la actividad petrolera no es asunto de “musiues”, las reservas de crudo no son tan grandes como afirma el régimen, pero sí son cuantiosas. El negocio está estatizado y las compañías extranjeras que participan como socias minoritarias de Pdvsa no pueden eludir pagar altos impuestos y no intervienen en nuestros asuntos. Cabe preguntar cuál es el pensamiento  de nuestros políticos ante estos cambios.

 

Por razones que no son del caso comentar, el venezolano siempre percibió a la industria petrolera como algo foráneo. Incluso después de la estatización, sus trabajadores eran considerados por muchos compatriotas como copiados a imagen y semejanza de los “musiues”, ajenos al acontecer nacional, bien pagados y en general unos pretenciosos que se consideraban diferentes al resto de los ciudadanos.  Cuando los petroleros decidieron ir a un paro en abril del 2002  por las violaciones a la meritocracia, muchos apoyaron no por simpatía, sino por percibir que podía ser un importante factor para salir de Chávez, tal y como sucedió, aunque por poco tiempo.

 

Cuando individualmente los trabajadores petroleros se  sumaron al paro cívico de diciembre del 2002 en defensa de la democracia, todos  aplaudieron. Sin embargo,  cuando  no se obtuvieron  los resultados deseados, políticos y no políticos criticaron “por abandonar espacios y por inoportunos” y se empezó a mencionarlo como “paro petrolero”. Realmente lo importante es que los políticos pongan sobre el tapete  lo que es necesario  hacer  para poder recuperar esta industria que está en el suelo, cuando cambie este régimen que languidece.

 

Para aumentar la producción y refinación se requieren cuantiosas inversiones ¿De dónde saldrían esos  recursos? ¿Sacrificando lo que es imprescindible realizar en educación, salud  infraestructura y apoyo a los más necesitados? Al no contar con esos recursos ¿estarían dispuestos a que  Pdvsa se reduzca a su mínima expresión y a otorgarle mayoría accionaria a los socios privados de las empresas mixtas? ¿Siguen pensando en el concepto obsoleto de soberanía y que lo privado es malo? ¿Todavía privilegian restringir producción y perder mercado  para que haya mayores precios?  

 

Desde luego también se requiere de recursos humanos calificados. ¿Están dispuestos a despedir, respetando sus derechos, a los miles de activistas políticos que ingresaron a Pdvsa ¿Reconocerán los derechos laborales de los despedidos en el 2003? ¿Consideran deslindar de Pdvsa las actividades no relacionadas con el negocio?

 

La tecnología es otro insumo imprescindible para elevar la exploración, la producción y la refinación. ¿Tienen la disposición de deslastrarse de socios que no aportan y reanudar o establecer nuevas relaciones con quienes cuentan con recursos financieros, humanos y tecnología? Reconstruir el centro de investigación Intevep y el centro de adiestramiento Cied quizá sea imposible. ¿Que opinan de realizar estas actividades a través de un apoyo sostenido a nuestras  universidades?

 

¿Todavía  piensan que producir petróleo es coser y cantar? A continuación algunas cifras tomadas del Oil Market Report de la Opep. En el año 2000 la producción petrolera venezolana, excluyendo condensados y líquidos del gas natural,  fue de 2.897.000 barriles por día. Esta cifra bajó a 2.586.000 b/d en el 2002 y a 2. 305.000 b/d en el 2003 como consecuencia de los paros reseñados. En el 2004 ascendió a 2.582.000 b/d, lo cual evidencia que no hubo sabotaje en las instalaciones, como predica el embustero Rafael Ramírez. Además, este reportó durante varios años que Pdvsa producía entre 335.000 y 441.000 b/d más que la cifra real.

 

Durante la gestión 2004-2014,  del hoy acusado de corrupto por sus compañeros, la producción descendió de 2.582.000 b/d a 2.373.000 b/d, es decir una pérdida de 209.000 barriles por día. Lo cual prueba que su gestión fue pésima. Hoy la producción se ubica en 1.745.000 b/d, o sea 1.152.000 b/d menos que en el 2000, demostración evidente de que los rojos no invirtieron en Pdvsa, la manejaron con ineptitud y corrupción y que los casi 23.000 trabajadores despedidos ilegalmente en el 2003 eran necesarios. Nuestros dirigentes tienen la palabra y obligación de manifestar su posición.

 

Como (había) en botica: Saludamos el reciente libro “Venezuela Energética”,de Leopoldo López y Gustavo Baquero. Nuestra solidaridad con el valiente Enrique Aristiguieta Gramcko. También con  la distinguida comunicadora social Alba Cecilia Mujica, despedida arbitrariamente de Globovisión ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

 

eddiearamirez@hotmail.com

Foro Penal: Hay 317 presos políticos venezolanos

PresosPolíticos

 

El abogado y director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, informó que existen 317 personas privadas de libertad por motivos políticos distribuidos en todo el territorio nacional.

La cifra se modifica tras 28 liberaciones y 3 nuevos arrestos, ocurridos entre el 6 y el 19 de noviembre.

El especialista en Derecho informó vía Twitter que el informe de Foro Penal fue enviado al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para ser certificada por la entidad internacional.

El Foro Penal envía las cifras constantemente a Almagro para mantener a la OEA al tanto de la cifra de presos políticos.

En reiteradas ocasiones familiares de los presos políticos han denunciado violaciones a sus derechos y al debido proceso. Además, hay reclusos con boletas de excarcelación que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional se niega a liberar.

 

Víctor Maldonado C. Oct 27, 2017 | Actualizado hace 2 semanas
El desbarrancadero

vacioinfinito

 

En política, las cosas son como son. Y los cursos de acción son buenos si te garantizan el éxito, y muy malos cuando te dejan en una condición peor a la que te encontrabas. Napoleón, por ejemplo, pensó en 1812 que apoderarse de Rusia y ser, por tanto, el dueño del mundo conocido era tan fácil como movilizar su ejército, tomar Moscú y Petersburgo, y forzar una paz conveniente con el Zar Alejandro. De hecho, era una guerra popular. Contaba con el apoyo de los franceses. Porque así son los pueblos, a veces confunden entusiasmo con posibilidad, y no pocas veces asumen sus decisiones como parte de un compromiso moral, un deber ser del cual no se pueden desprender, aun cuando presientan que no tienen visual del futuro, ni se imaginan cómo pueden desencadenarse los acontecimientos. Van yendo, detrás de sus dirigentes, a veces hacia ningún lado. Las moralejas de la vida se presentan como golpes innobles en la cara de los que desafían la fortuna sin tener el talento necesario, o aun teniendo eso que algunos llaman “genio”. El emperador de Francia, protagonista, productor y director de su propia debacle tuvo al menos el tino de reconocer y lamentarse amargamente por lo que efectivamente ocurrió. Escribió lacónicamente que “de lo sublime a lo ridículo hay un solo paso”. Lo cierto es que una mala decisión tras otra selló su destino y el de todos los franceses que lo acompañaron en un plan tan temerario como imposible de realizar. Stendhal, obsesionado con el personaje, comentó que “se dejó vencer, no por los hombres, sino por su orgullo y por el clima”.

 

Los liderazgos no se improvisan, aunque nosotros insistamos en que cualquiera puede convertirse de un día para otro en un buen jefe. A veces, demasiadas tal vez, nos dejamos anonadar por las aristas seductivas de personalidades carismáticas, o por momentos llenos de emocionalidad. Nos equivocamos porque somos el saldo de nuestras propias obcecaciones. Nosotros, por ejemplo, tenemos la infausta obsesión por la juventud, como si la poca edad invistiera a los hombres de un halo mágico que los hace más sabios y prudentes. La edad no tiene nada que ver. Ni aporta ni quita. No es un tema generacional, son otras cosas las que producen la diferencia. No es la fecha de nacimiento. Los mesías no se ofrecen al por mayor. Es cuestión de virtudes explayadas en el momento y el tiempo oportunos. Aquí nadie se pregunta si los que están al frente poseen sabiduría, sinceridad, humanidad, coraje y disciplina para mantener un curso de acción, independientemente de las presiones del entorno. Nadie alude al quinteto de competencias y cualidades que provocan una verdadera capacidad para liderar. Nadie parece comprender que este complejo de cualidades no es optativo ni segmentable, o sea, no se pueden prescindir de algunas por el sobreuso de las otras.

 

La realidad es como es. Debe ser objeto de un análisis sesudo para validar las oportunidades. No sirven que adornemos la realidad con cláusulas condicionales que la desfiguran, y transforman las certezas en deseos que rápidamente se convierten en fiascos. Por lo general las circunstancias no obedecen ni se pliegan. Maquiavelo prevenía contra la fortuna, a veces favorecedora y muchas otras veces cruel y obstinada. Y los adversarios son como son. Los malos analistas los edulcoran y los peores políticos los imaginan mejor de lo que efectivamente son. Haber creído, por ejemplo, que el régimen iba a respetar el secreto del voto, no iba a usar el CNE como ariete para romper cualquier mayoría imaginable, y que se iba a abstener de su impudicia, solo generó esa sensación de estar participando en algo grotesco, pleno de confusiones, como si estuviésemos poseídos por la locura de un nuevo Quijote, tratando de combatir contra una ficción, con armas de fábula, creyendo que eran molinos de viento lo que en verdad eran los ejércitos del fraude, debidamente alineados, armados de un cinismo insólito, capaces de llegar a realizar cualquier tropelía, como efectivamente hicieron, mientras que comenzaba a ocurrir una desbandada predecible entre una mayoría completamente equivocada en su juicio, mal dirigida, engañada por sus líderes, desbarrancada en el abismo de la perplejidad, porque nada, absolutamente nada de lo prometido, ha sido honrado. Lo terrible sería que se repitiera este ciclo de iniquidades en ocasión de la nueva convocatoria a la simulación de las elecciones municipales, pero la ambición ciega, y la estupidez de la corrección política, que habla de espacios que se regalan si no se pelean, colocarán de nuevo al país en la infeliz circunstancia de errar el camino.

 

Por eso mismo, porque estamos de nuevo en la terrible posibilidad de redundar nuestra historia, trágica de origen, cómica por la trama de actores desencajados y pícaros, y patética en sus resultados, por todo eso bien vale la pena recordar lo que ocurrió muy recientemente. Los ciudadanos fueron objeto de conspiración bicéfala. Por un lado, la previsible trama de un régimen que necesitaba ganar tiempo y legitimidad para su fraude constituyente. Por el otro, “la conspiración del optimismo ingenuo” (o de los pendejos, si se quisiera llamar así) que, comprometida a ultranza con una ruta electoral hecha para su propio desastre, de repente se tornó en un odioso fundamentalismo empeñado en la tontería perniciosa de perseguir a los disidentes, de injuriar a todos los que se negaban convalidar esa trágica insensatez que colocaba en peligro todos los avances de un movimiento social que aun hoy necesita exasperadamente salir de un régimen cruel, pertinaz en su obcecación, incapaz de resolver ninguno de los problemas, y empeñado en mantenerse a pesar de todo. Esa conspiración contó, y hay que decirlo, con una maquinaria de intelectuales, encuestadores, analistas, poetas, opinadores e influencers que obstinadamente llamaban a votar, y tozudamente dejaban ver que quien no lo hiciera era poco más que un cretino. Hay que dejar constancia de su grave error, del comportamiento de pandilla que asumieron con total irresponsabilidad, y de que por esa vía demostraron toda la degradación que estos veinte años nos ha ocasionado. ¿Será que los mismos van a volver a incurrir en una nueva cruzada contra la sensatez?

 

Nunca el país ha estado más dividido. Nunca han sido más erráticos sus líderes. Nunca menos independientes han sido mucho de sus intelectuales. Muchos se prestaron, sin rubor alguno, a participar de una logia empeñada en alinear, silenciar y desprestigiar cualquier intento de advertir que estábamos en la ruta errada. Pero siguen.  ¿A quién se le ocurre que puede tener sentido enajenarse la buena fe y el acompañamiento del secretario general de la OEA, o mandar a callar a los expresidentes organizados en IDEA, simplemente porque advirtieron la inconveniencia de participar en una simulación electoral como la que propuso el régimen? ¿A quién se le ocurre mantener una continua actitud hostil y crítica contra los esfuerzos de Luis Almagro para seguir señalando que la confabulación bicéfala nos conduce a la oscuridad autoritaria, más allá del barniz democrático que, como mal disfraz, ha sido convalidado por los que aceptaron participar en el fraude electoral? ¿Quién puede entender que los supuestos líderes de la oposición se reúnan con embajadores y organismos internacionales para hacerles ver que no están de acuerdo con esa mirada exterior que advierte una escalada tiránica cuya consecuencia seguirá siendo el hambre y las penurias de los venezolanos? ¿Quién puede entender que esa sea la ocupación de unos parlamentarios que, por otro lado, dejaron de sesionar, abandonaron el parlamento, descuidaron sus funciones, y no han sido capaces de dar una sola explicación al país del abandono de sus funciones? ¿Tomarán nuevos aires para seguir cobrando humillaciones y derrotas en las próximas simulaciones electorales?

 

El no haber caracterizado bien al adversario se ha convertido en una desventura. Pero el actuar perversamente, deshonrando todas las ofertas y promesas políticas, se ha convertido en una gran calamidad. Los que decidieron competir en esa simulación electoral, y los que no dudan en seguir participando en las próximas, argumentaron una y otra vez que de ninguna manera y en ninguna circunstancia iban a reconocer, convalidar o interactuar con la írrita asamblea constituyente. Ellos también dijeron que querían acopiar suficientes triunfos para fortalecer su propuesta de cambio político inmediato. Ellos plantearon que la lucha era la misma, sin connivencias imaginables, sin darle chance al régimen a que argumentara la pacificación del país. Ellos cometieron perjurio. Pero no solo eso, degradaron la política al argumentar la vileza, al trastocar los argumentos y al ejercer “el caradurismo” más abyecto. Lo peor es que, mostrándose tal y como verdaderamente son, han desalmado al ciudadano. Lo han dejado desolado y desguarnecido. Por eso mismo hemos tenido que sufrir la horrorosa desbandada de los últimos días. Muchos decidieron irse del país porque asumieron que la oposición no quiere ser alternativa. Descubrieron una confabulación macabra que solo se explica porque ambas parten comparten un guión sin fin en el que el régimen siempre gana, y su alternativa siempre está disponible para perder, al precio que sea. Los venezolanos van descubriendo que el adversario es más complejo, una medusa que no se deja ver porque su rostro es una composición inacabada e insaciable de miles de rostros que se van sumando en una conjura cuyo resultado, deseado y no deseado, es la servidumbre de los venezolanos.

 

Esa oposición articulada alrededor de la MUD está implosionando. Carece de esa influencia moral que es necesaria para dirigir buenas batallas y obtener buenos resultados. El odio, la suspicacia, la falta de transparencia y la competencia despiadada de agendas particulares son sus signos. No hay benevolencia con la gente que sufre y muere esperando por comida o medicinas. No hay justicia sino componendas entre grupos que se alían circunstancialmente. No hay rectitud sino una insoportable sinuosidad que afinca la desconfianza y desfigura cualquier intención. Porque si la política se mide por sus resultados, allí están esos resultados, esas justificaciones y ese intento absolutamente abominable de seguir culpando a los que por decencia y convicción decidieron no prestarse a un juego trucado, a una falsa elección, a una trama que de ninguna manera favorece al ciudadano, o al menos le otorga aliento o esperanza de salir alguna vez de esta pesadilla. Toda oferta fue totalmente desmentida por el discurso y la acción de esos cuatro gobernadores adecos. Y por el cinismo de su jefe político, cuyo juego está apostando a la desmemoria y a la inmensa necesidad del promedio de los venezolanos. ¿Serán ellos peor que la nada que han provocado?

 

Repito lo que ya señalé en mi artículo anterior: Yo creo que el país merece pasar la página, sin que eso signifique intentar la desmemoria. No será fácil, porque el régimen, que si sabe de tiempos y de espacios, acaba de convocar a la simulación de las elecciones municipales. Empero, hay aprendizajes que deben quedar para que en el futuro no se produzcan las mismas circunstancias tragicómicas. Por eso creo que vale la pena hacer el inventario de experiencias y necesidades: En primer lugar, la necesidad de construir una expresión unitaria sin perversidad, sin metas subalternas y sin cartas bajo la manga. En segundo lugar, el privilegiar el imperativo estratégico como sustitutivo definitivo de la improvisación, que es el caldo de cultivo perfecto de los oportunistas. En tercer lugar, la presentación al país de un liderazgo principista que encabece una coalición ética. Los venezolanos no soportan una decepción adicional.  En cuarto lugar, la necesidad de limpiar la opinión pública de las “guerrillas comunicacionales” y la patética acción de las “beatas”, que por la fuerza del argumento ad nauseam, del insulto procaz y de la injuria, quisieron imponer una corriente de opinión absurda, cual es, que la abstención era causa de sí misma, y que los abstencionistas eran los nuevos criminales políticos. ¿Hasta cuando los disidentes tenemos que seguir siendo las víctimas de una jauría feroz y perfectamente articulada, patrocinada por oscuros intereses partidistas, propagadores del odio y del enfrentamiento, no de las ideas, sino de las reputaciones?.  En quinto lugar, hay que construir y consensuar una caracterización definitiva e irreversible del régimen como un sistema de trampas, ventajismos y arbitrariedades sobre los que se sostiene de una tiránica dictadura totalitaria. No es posible que el mismo régimen que hasta el 19 de julio era calificado como una terrible dictadura, luego terminó siendo una semi-democracia, o cualquiera de sus variantes eufemísticas, solamente para complacer a quienes de otra forma no encontraban como justificar el haber ido a la simulación electoral. En sexto lugar, el país tiene que dejar de ser esclavo de las falacias planteadas por los encuestadores, transformados en jefes políticos por mampuesto y expertos en colocar al país siempre al borde de la perplejidad. Ojalá algún día se patrocine e instrumente una institución que haga las encuestas para todos, que sea honesta y transparente, de servicio público. Y, por último, en séptimo lugar, entender que los ciudadanos cobran muy caro la inconsistencia de los liderazgos. Los líderes políticos deben dejar la perversidad abismal que se avizora entre el discurso que proponen y lo que terminan siendo sus acciones. Deben pensar más en el país y menos en ellos. Tienen que reconciliarse con la política como el arte de lo posible y, por lo tanto, dejar la impotencia que los conduce al facilismo, y les impide intentar imaginar cursos de acción inteligentes y corajudos. No es posible que sigan recostados al simplismo abyecto de presentarse “como las víctimas de lo que hay y es posible”. Estos días han sido ganados por la impudicia. El emperador está desnudo, los niños se burlan de él, y ni con la ayuda de las “beatas” en acción, van a poder cruzar la calle sin que los ciudadanos primero los miren con desprecio, y luego los linchen simbólicamente.

 

No hay peor condición para un político que dar lástima y pena ajena. El invento del abstencionismo como causa y efecto a la vez, fue un asqueroso intento de eludir la responsabilidad que solamente ellos -esos políticos- tienen en la construcción de sus propios fracasos, y los del país. El que ahora mismo traten de lubricar la conciencia nacional para que terminen de asumir que por cuatro o cinco gobernaciones bien vale la pena tragarse la decencia, los exhibe como los mejores aliados de quienes nos tienen encadenados a todos. El haber comprado como bueno el cinismo, el haber aplaudido al líder escatológico, cuya boca estaba llena de mentadas de madre y muy vacía de contenidos y probidad, tiene que ponernos a pensar sobre cuál es la altura con la que estamos sobrevolando nuestra propia tragedia. El sentir que todos somos el arquetipo de Alí Baba, que no sale de su sorpresa al ver que los cuarenta ladrones se están exterminando entre ellos porque cada uno quiere todo el botín, sin tener que compartirlo, debe llamarnos a la reflexión sobre el tipo de líderes que hemos aupado, y también comenzar a razonar sobre algunas opciones que siempre hemos dejado de lado, precisamente por la fuerza de sus convicciones, por la integridad de sus planteamientos, por su coraje, y porque dice algo que es cierto: sin encarar el desafío estamos condenados a la nostalgia de una buena vida que nunca obtendremos,  y seguiremos ahorcados por una tiranía que no descansará hasta ver totalmente destruida nuestra dignidad. ¿Volverán a participar en la próxima simulación electoral? El desbarrancadero es un vacío oscuro e infinito.

 

@vjmc 

Oct 03, 2017 | Actualizado hace 7 años
Orfandad opositora (II), por Armando Durán

opositores

 

A días del 15 de octubre, los venezolanos debaten si votar o abstenerse, una disyuntiva que, a pesar del tono y la agresividad que ha venido adquiriendo el tema, no pasa de ser un falso dilema. El dramático efecto que tuvo la histórica derrota del chavismo en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 lo demuestra de manera irrefutable. Ni siquiera ganar sirvió de algo.

La MUD tardó mucho en aceptar esta realidad. En un principio creyó que a punta de votos había conquistado el cielo, aunque el desconocimiento absoluto y sistemático de los resultados por parte del régimen terminaron por arrastrar a los dirigentes de la alianza opositora a adoptar posiciones cada día más radicales, que de ningún modo ellos querían ni estaban dispuestos a asumir. Idéntica situación a la que habían enfrentado en 2005, cuando la indignación popular provocada por el descubrimiento de la trampa electrónica que encerraban las máquinas captahuellas los obligó a retirar de las elecciones parlamentarias de aquellos días a todos sus candidatos para poco después arrepentirse, pues, si bien la abstención se anotó un gran éxito político al poner de relieve el masivo rechazo popular al régimen, pensaron haberse equivocado porque se quedaron sin ningún “espacio” en la Asamblea Nacional. Este sí, pero no tanto, ha marcado desde entonces un rumbo incierto, de múltiples incoherencias y pasos en falso.

Estas experiencias nos hacen ver que el problema de la oposición desde hace muchos años es su falta de objetivos claros. Y la incapacidad para fijar con precisión y persistencia el camino a seguir para hacerlos realidad, aunque sea a medias. De ahí la trascendencia que siempre ha tenido la necesidad de determinar si el régimen es hasta cierto punto democrático, sin la menor duda distinto de lo que entendemos por democrático pero, aunque sea a su manera, democrático, o si en cambio vivimos bajo un régimen dictatorial, con varias capas de barniz democrático que ha servido para confundir a los más ingenuos que aceptan que en Venezuela, digan lo que digan sus enemigos internos y externos, reina una situación que a todos nos conviene “percibir” como de aceptable normalidad democrática.

Esta es la premisa necesaria para entender la importancia de caracterizar el sistema político que se puso en marcha con la ascensión de Hugo Chávez a la cima del poder político, no por la vía de las armas, como él hubiera deseado, sino emprendiendo una tediosa e interminable circunvalación electoral. Tras lo que ha ocurrido estos meses, ahora es más imperioso que nunca esclarecer, sin eufemismos ni tremendismos verbales, la naturaleza del régimen. Aunque solo sea porque ya no es factible salir airosos de la rocambolesca tarea de tomar el rábano por las hojas con el pretexto de evitar males mayores.

Pero no nos engañemos. Las circunstancias generadas por las parlamentarias de 2015 hicieron inevitable que, frente a un régimen que primero se vio forzado a desconocer por completo su derrota electoral y después fue forzado a eludir sus consecuencias a sangre y fuego, los dirigentes de la MUD no tuvieran otro remedio que coincidir al fin con lo que pensaba la inmensa mayoría de la población: el régimen es una dictadura, ha roto definitivamente el hilo constitucional y los artículos 330 y 350 de la Constitución Nacional obliga a los ciudadanos a hacer lo que sea necesario para restituir el Estado de Derecho.

Este tardío y esperanzador reencuentro de la clase política con los venezolanos de a pie no duró mucho. Y cuando se produjo la burla del CNE a Venezuela y el mundo con la farsa electoral del 31 de julio, pasaron por alto el mandato popular del 16 de julio y, en lugar de bloquear cívicamente la elección ilegal de la asamblea nacional constituyente, como se habían comprometido a hacer, tan pronto se les presentó la oportunidad, rindieron calladamente las armas y salieron corriendo a inscribir a sus candidatos a gobernador. Sin explicar por qué, se abandonó entonces la calle como escenario efectivo de la lucha del pueblo por restaurar la democracia. A no ser, cabe preguntarse en este momento crucial del proceso, que recuperar el hilo constitucional y el Estado de Derecho no sea el verdadero objetivo de la dirigencia política de la oposición.

@aduran111

El Nacional 

Las 5 noticias más importantes a esta hora

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Comisión Presidencial Constituyente se reúne con partidos políticos venezolanos

La Comisión Presidencial para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sostiene este lunes una reunión con representantes de los partidos políticos venezolanos, bajo la dirección del presidente de la instancia, Elías Jaua.

Entre los 17 partidos asistentes a la reunión se encuentran Bandera Roja, Joven, Movimiento Ciudadano por el Campo, Mopivene, Opina, Juan Bimba, Democracia Republicana, Movimiento Republicano, Poder Laboral, Resistencia Civil, Unidad Democracia Renovadora, Lápiz, Movimiento Ecológico de Venezuela, Partido Piedra, MAS y UPP-89.

Durante sus palabras de bienvenida, Jaua recalcó que el presidente de la República, Nicolás Maduro, ordenó que la Asamblea Nacional Constituyente estará «compuesta por ciudadanos, no por partidos políticos». (Globovisión)

 

Freddy Guevara: No nos vamos a calar su Constituyente comunista

El vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Freddy Guevara, aseguró que el objetivo de la marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) es no “calarse” la propuesta del presidente sobre instalar una Asamblea Constituyente.

Este lunes los opositores marcharán hasta el despacho del ministro de Educación, Elias Jaua, por ser el presidente de la comisión que debatirá la propuesta del jefe de Estado, Nicolás Maduro. A través de su cuenta de Twitter, Guevara apuntó a que los dirigentes políticos no van a prestarse para que esta propuesta prospere. Así mismo calificó la política como comunista.

(Caraota Digital)

 

Deuda externa de Venezuela en mayo asciende a más de US$ 769 millones

La deuda externa de Venezuela en el mes de mayo asciende a US$ 769.150.935. Según el cronograma de pagos, publicado por la firma especializada Rendivalores, la nación debe cumplir con siete compromisos internacionales.Según la Oficina Nacional de Crédito Público (Oncp) fueron transferidos los recursos para el pago de los cupones del bono soberano Venezuela 2023 y el Venezuela 2028, por 90 millones de dólares y 92.5 millones de dólares respectivamente. Este desembolso debería realizarse este lunes 8.

El próximo 15 de enero corresponden los pagos de los intereses de los cupones del bono Pdvsa 2026, por 135 millones de dólares y el Pdvsa 2024, por 150 millones de dólares. Y para el 17 de mayo, 107.7 millones de dólares del Pdvsa 2021 y 146.2 millones de dólares del Pdvsa 2035. (Caraota Digital)

 

Costa Rica pide diálogo en Venezuela y salida democrática a la crisis

Costa Rica apuesta por el diálogo político y por una salida democrática ante la crisis que se vive Venezuela, afirmó hoy el presidente del país centroamericano, Luis Guillermo Solís, durante su visita a España.

«La única salida que se puede esperar es de orden político. Sería una tragedia un autogolpe de Estado, que podría ser antesala de una guerra civil, lo que sería un «‘despropósito enorme'», afirmó Solís en un desayuno informativo en Madrid. (El Universal)

 

Santos: Es muy grave para Colombia la inestabilidad de Venezuela

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se refirió este lunes a la situación que está atravesando Venezuela y consideró que «es muy grave para Colombia la inestabilidad del vecino país con lo que está sucediendo y con lo que podría ocurrir».

Durante una entrevista radial a RCN Colombia el mandatario colombiano explicó que «siempre he dicho que no creo en el modelo chavista, que nunca ha funcionado».

Además agregó que en su momento le dijo al presidente fallecido Hugo Chávez que tenían «dos visiones y pensamos diferente. Pero hagamos lo que hicieron Reagan y Gorbachev»».

(Globovisión)

Así reaccionó la oposición venezolana por los hechos violentos en Ciudad Bolívar

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La oposición venezolana reaccionó por los sucesos acontecidos el 16, 17 y 18 de diciembre en Ciudad Bolívar que desencadenó el saqueo de al menos 350 negocios, la muerte de dos personas y más de 100 detenidos. Los políticos coinciden en que el gobierno nacional tuvo la culpa al anunciar la salida de circulación del billete de 100 bolívares.

Américo de Grazia, diputado a la Asamblea Nacional responsabilizó al presidente Nicolás Maduro por el saqueo en ocho ciudades del estado Bolívar por causa “del billetazo”.

El parlamentario señaló que este lunes la situación en esa entidad es de tensa calma. Lamentó los violentos hechos registrados en El Callao, Ciudad Bolívar, Ciudad Piar, La Paragua, Tumeremo, Guasipati, Santa Elena de Guairén y Tocomita.

De Grazia resaltó que en esa región no había pasado algo así, ni siquiera cuando sucedió el Caracazo.

El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, aseguró que los hechos irregulares ocurridos en el estado Bolívar durante el pasado fin de semana fueron promovidos por el gobierno e indicó que el país está transitando por un “terreno desconocido”.

“Que el gobierno haya retirado los billetes de 100 bolívares sin incorporar el nuevo cono monetario, nunca lo habíamos vivido los venezolanos. Por esta medida irresponsable, el estado Bolívar pasó de una situación de protesta al caos. De llevarse la comida, pasaron a saquear cauchos y prendas de vestir. Nuestro país se encuentra al borde de una situación política y social similar a la que vive Somalia, país africano que se encuentra sumido en el caos y la anarquía”, dijo Capriles.

“Esto no fue por hambre, sino por la anarquía promovida desde el PSUV. El señor Maduro tiene que hacerse responsable de todos los daños causados por la locura del billete. No hay duda que esto fue promovido por el gobierno. Lo que se vive en Venezuela es una lucha de demócratas contra hampones”, aseveró el gobernador.

Por su parte, Roberto Marrero, secretario de la Asamblea Nacional, se expresó en relación con la situación de saqueos y disturbios afirmando que «En Ciudad Bolívar hay una situación grave, se habla de que casi 90% de los comercios ha sido saqueado. ¿Usted cree que ese 10% va a abrir? Toda esa desgracia va a generar una crisis que sin duda lo van a sacar del poder».

“Ellos –representantes del gobierno-  tienen la culpa de los desastres y de los muertos que hay ahí”, agregó Marrero.

El alcalde del municipio El Hatillo, David Smolansky, también se pronunció para responsabilizar al presidente Nicolás Maduro del caos y de la anarquía en el país y especialmente en el estado Bolívar. Instó a la Fiscalía General de la República y a la Defensoría del Pueblo a realizar una investigación de lo que ocurrió en la entidad.

“Lo que se está viviendo en el estado Bolívar lo hemos denunciado nosotros desde hace 3 años cuando propusimos #LaSalida y alertábamos lo que podía ocurrir, personas desesperadas buscando qué comer y cómo vestirse como consecuencia del colapso económico que está viviendo el pueblo venezolano”, manifestó el dirigente de Voluntad Popular.

 

Puede ver más de lo sucedido en Ciudad Bolívar aquí:

 


  *Con información del El Nacional y Globovisión