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Xenofobia

Fiscalía de Perú investiga agresión a menor venezolano en escuela de Lima
El Ministerio Público peruano señaló que las diligencias se abrieron «contra quienes resulten responsables» por la presunta comisión del delito de lesiones en agravio del menor, que «habría sucedido dentro de las instalaciones de una institución educativa local, donde el menor agredido estudia»

Foto: eldiario.com

La Fiscalía de Perú abrió este 9 de mayo una investigación preliminar sobre la agresión que sufrió la semana pasada un escolar venezolano de 11 años en una escuela de Lima, informaron fuentes judiciales.

La investigación está a cargo de la Primera Fiscalía Provincial de Familia del distrito de Puente Piedra, en el norte de Lima, y se anunció luego de que el fiscal general del gobierno de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, solicitara a su homólogo de Perú, Pablo Sánchez, investigar la «agresión xenofóbica» que sufrió el menor.

El Ministerio Público peruano señaló en un comunicado que las diligencias se abrieron «contra quienes resulten responsables» por la presunta comisión del delito de lesiones en agravio del menor, que «habría sucedido dentro de las instalaciones de una institución educativa local, donde el menor agredido estudia».

Al respecto, el fiscal provincial Alfonso Infantes Castillo dispuso que la indagación se realice «con la celeridad» que requiere el caso y que los directivos y docentes del colegio donde estudia también brinden su manifestación.

La Fiscalía reiteró, finalmente, «su compromiso de prevenir y perseguir el delito, defender la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses públicos tutelados por la ley; así como velar por la recta y efectiva administración de justicia» en el país.

Saab informó el sábado en Twitter que había enviado un oficio a Sánchez «por el grave hecho de xenofobia cometido contra un niño venezolano por parte de un compañero de clases, quien lo golpeó fuertemente generándole un derrame cerebral y esguince cervical».

Sus padres buscaron la ayuda de la prensa después de que el director de la escuela Víctor Raúl Haya de la Torre, de Puente Piedra, evitó intervenir en el caso y el hospital que lo atendió le quiso dar el alta médica, a pesar de las secuelas que tiene como vómitos, convulsiones y dolores de cabeza.

La agresión generó el rechazo en Perú y la reacción de las autoridades para atender las lesiones sufridas por el niño, así como para sancionar a los responsables.

El Ministerio de Educación anunció que se ha ordenado una investigación para determinar las responsabilidades y que coordina con el Ministerio de Salud para dar las facilidades a la familia hasta lograr la recuperación del menor.

Información de EFE

Maduro: Vamos a triplicar los vuelos del Plan Vuelta a la Patria en el mes de marzo
El gobernante aseguró los venezolanos se fueron del país buscando una «mejor oportunidad económica«, pero ha habido «mucha discriminación, mucha xenofobia

 

La tarde de este miércoles, 2 de febrero, Nicolás Mauro prometió que a partir del mes de marzo se triplicarán los vuelos del denominado «Plan Vuelta a la Patria», para facilitar el regreso de migrantes que han sido víctimas de xenofobia en países receptores.

«Para los meses de marzo en adelante, vamos a tener una nueva fase del Plan Vuelta a la Patria, vamos a triplicar el número de vuelos que vamos a hacer para traer a los venezolanos que ya están inscritos en el plan», indicó en un acto transmitido por Venezolana de Televisión (VTV).

Maduro aseguró que los venezolanos se fueron del país buscando una «mejor oportunidad económica«, pero ha habido «mucha discriminación, mucha xenofobia que se ha sembrado contra Venezuela».

«Los atacan, como el ataque que ha habido recientemente en Chile, otra vez, en el mismo campamento, los atacan con odio, desprecio, xenofobia, con fascismo», expresó el gobernante. 

El pasado lunes, se desarrolló un bloqueo de carreteras, cierre de comercios y un paro de camioneros en la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, en contra del aumento de la delincuencia y la crisis de migración irregular que hace meses afecta a la zona y sus alrededores.

La protesta tuvo lugar después de que el domingo cientos de personas se manifestaran en distintos puntos de la Región de Tarapacá -más de 1.800 kilómetros al norte de Santiago- contra la presencia de inmigrantes irregulares, concentración que contó con episodios de ataques a extranjeros y consignas xenófobas.

El pasado 8 de diciembre, VTV señaló que a través del proyecto gubernamental se han repatriado voluntariamente a 27.537 venezolanos provenientes de 19 países.

Sin embargo, según la última actualización de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), hay aproximadamente 6.040.290 migrantes y refugiados venezolanos en el mundo, y al menos 4.994.017 se encuentran en América Latina y el Caribe.

*Con información de Efe

Protestantes en Chile quemaron pertenencias de migrantes venezolanos
El hecho sucedió en la localidad de Iquique

Este sábado 25 de septiembre habitantes de la ciudad de Iquique al norte de Chile, protestaron para respaldar el desalojo perpetrado por las autoridades de ese país en contra de cientos de inmigrantes ( la mayoría de ellos venezolanos) que vivía desde hace un año en una de las plazas de la ciudad.

Al grito de «no más migrantes» un grupo de personas quemó las pocas pertenencias que tenían estos inmigrantes, el hecho ocurrió en las cercanías de la avenida Aeropuerto con Las Rosas en la localidad de Iquique.  La manifestación tuvo un marcado tono contra el inmigrante venezolano y abundaban pancartas con lemas como «No más inmigración ilegal» y «Chile es una república que se respeta».

La marcha, que se desplazó por el centro de la ciudad, terminó con la quema de carpas, colchones, cobijas y juguetes que eran utilizadas por extranjeros para pernoctar en plazas y playas, acto que ha sido denunciado como un ataque xenófobo. Otros manifestantes pedían a los más violentos que actuaran de forma pacífica, mientras en los restaurantes del casco histórico los meseros venezolanos y comensales chilenos veían desde lejos algo que calificaron como «triste».

Desalojo masivo

El viernes 25 de septiembre se produjeron algunos enfrentamientos en el norte de Chile luego de que la policía de ese país desalojó a cientos de migrantes, la mayoría venezolanos, que desde hace un año acampan en una plaza Brasil de Iquique.

Varios forcejeos y escaramuzas se registraron entre los agentes y migrantes que se negaban a desalojar el lugar, pero también entre los acampantes y los vecinos de la ciudad, donde resultó al menos un herido y cinco detenidos en el operativo.

La orden de desalojo respondió a la necesidad de recuperar los espacios públicos de la ciudad que tienen fines de esparcimiento y de recreación para la ciudadanía y que se habían perdido al poner viviendas transitorias en tiendas de campaña, dijo a la prensa el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.

Desde hace un año miles de inmigrantes sin papeles, en su gran mayoría familias venezolanas con niños, viven en la calle haciendo pequeños trabajos, pidiendo ayuda, cocinando con hornillas a gas o comiendo de donaciones de diversas organizaciones.

La tensión aumentó el viernes, cuando los carabineros empezaron a desalojar las carpas y algunos migrantes respondieron con agresiones y botellazos, mientras algunos vecinos llegaron al lugar a respaldar y otros a criticar la acción policial.

«Esto no aguanta más. Yo me tuve que mudar de mi casa y ha sido imposible alquilarla, nuestra plaza se la tomaron y ahí comen, van al baño, no se puede vivir así», comentaba Mariela, una chilena vecina de este barrio histórico.

«Las autoridades no dan ninguna solución ni a ellos ni a nosotros», lamentó.

Sin arriendos para venezolanos

El área de Iquique se ha visto trastocada por el arribo de migrantes que desde mediados de 2020 cruzan a pie por pasos clandestinos en la frontera con Bolivia, en el altiplano, a unos 300 km de la ciudad portuaria chilena.

Casi un centenar de efectivos, fuerzas especiales de carabineros y agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) participaron del operativo en la plaza.

Hasta el momento se desconoce el sitio donde serán trasladadas las personas desalojadas.

«Si nos sacan de aquí con los carabineros, yo esperaría que nos digan para dónde podemos ir», lamentaba Joselyn, una venezolana de 30 años.

«Esta plaza no se ve bien porque es un espacio público, pero muchas personas hemos buscado arriendos y los dueños de los arriendos nos dicen que no, nada más por ser migrantes», señaló.

Este operativo ocurre un día antes de una marcha convocada en la ciudad contra la inmigración sin papeles.

Claudia López, la alcaldesa xenófoba y populista

@dhayanamatos

La alcaldesa Claudia López lo volvió a hacer. Nuevamente arremetió contra los venezolanos y los hizo responsables de los índices de inseguridad de Bogotá, por supuesto, sin datos estadísticos que sustenten sus afirmaciones.

Sus declaraciones son simple oportunismo y una búsqueda por mejorar sus índices de popularidad. Esta estrategia no es novedosa, abunda en la historia reciente de los partidos de extrema derecha; hay varios líderes políticos que convierten el discurso “antiinmigración” en un componente clave de su acción política.

Infundir miedo al otro, al extranjero, culparlo de los males estructurales de la sociedad de acogida, ha sido una táctica recurrente a nivel mundial con claros ejemplos como Donald Trump, el partido Vox en España o recientemente, el candidato presidencial peruano Daniel Salaverry.

Lo que llama la atención en este caso, es que se trata de una mujer perteneciente a un grupo humano en una situación histórica de desventaja, la población LGBT, que en principio, debería tener empatía con otro grupo humano en situación de vulnerabilidad; además, porque su trayectoria política se ha fundamentado en un supuesto accionar centrado en las personas, pero para la alcaldesa, los venezolanos no entramos en esa categoría.

Más allá de los fines electoreros y populistas de Claudia López con sus mensajes xenófobos, preocupa el efecto de estos en la población colombiana, donde día a día aumenta el sentimiento antiinmigración.

Y la alcaldesa, en lugar de cumplir con su obligación de respetar los derechos humanos a TODAS las personas, incita al odio y a la discriminación.

Según el Barómetro de la Xenofobia, citado por Proyecto Migración Venezuela, luego de las palabras de la alcaldesa, los mensajes por las redes que vincularon la migración con la seguridad aumentaron en 1800%, con lo peligroso que resulta la criminalización y la estigmatización de los migrantes, lo cual repercute principalmente en aquellos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.

Pero ese discurso xenófobo de la alcaldesa no es simple casualidad, no es “que se le salió”, es estudiado, evaluado y analizado los costos-beneficios que le pueden traer usarlo en su carrera por la silla presidencial. Lo que eso implique para la vida de decenas de miles de personas es un mal menor ante las apetencias de poder.

Claudia López forma parte de ese grupo de líderes políticos que son muy buenos en la oposición; llenan y llenan titulares con sus denuncias de corrupción, con sus fabulosas ideas para hacer políticas públicas que mejoren la vida de la población –por ejemplo, mejorar la movilidad de la ciudad de Bogotá–, pero que una vez son electos empiezan a demostrar sus falencias en lo que implica la gestión pública.

Estas falencias las ha demostrado en el tratamiento del tema de la movilidad, su gran promesa electoral, pero también en el manejo de la pandemia de la covid-19.

A diferencia de otras mujeres lideresas como Angela Merkel de Alemania y Jacinda Arden de Nueva Zelanda, así como mujeres representantes de gobiernos subnacionales, que han sido elogiadas por su manejo rápido de la situación y el establecimiento de medidas dirigidas a controlar la pandemia, la alcaldesa de Bogotá se ha distinguido este tiempo por sus constantes discusiones con el gobierno central (¡Dios nos guarde de defender al delfín de Uribe!, pero esa es la realidad) y sus políticas locales de ensayo-error ante el virus.

La guinda en el pastel la puso sus vacaciones a Costa Rica a principios de año, en pleno desarrollo de la segunda ola de covid-19 en Bogotá y después de insistirles a los bogotanos que se quedaran en sus casas. Esto le valió muchas críticas que la obligaron a adelantar su viaje de regreso. Pero más allá de eso, demuestra que la flamante alcaldesa no predica con el ejemplo.

Hasta la fecha y con poco más de un año de mandato, sus comportamientos han generado innumerables críticas, no solo de sus oponentes, sino de personas cercanas a su ideología.

Y, aunque sigue teniendo altos índices de popularidad, estos han caído significativamente; por lo que tenía que buscar generar un impacto en la población para aumentarlos y nada mejor que propiciar el discurso xenófobo y antiinmigración.

Cabe destacar que no es solo la xenofobia, sino peor aun, es lo que Adela Cortina denomina la aporofobia, el rechazo a quien es extranjero y pobre. Esto se nota en las palabras de la alcaldesa cuando constantemente repite que a los venezolanos se les ha “dado de todo”, refiriéndose precisamente a aquellos migrantes en situación de pobreza.

Todo este panorama lleva a que las personas venezolanas migrantes que estamos en Colombia y que día a día trabajamos por este país, que nos encontramos agradecidas por habernos recibido, que aportamos, que sumamos, no aceptemos las palabras de la alcaldesa. Porque nos discrimina, nos estigmatiza y nos criminaliza.

Es cierto que no tenemos un gobierno que nos represente, que reclame por nosotros, porque el que tenemos nos considera traidores a la patria por irnos a buscar vivir con dignidad; pero eso, en lugar de doblegarnos, nos debe fortalecer. Debemos reclamar, protestar y exigir a la alcaldesa de Bogotá que nos respete como personas y respete nuestros derechos humanos.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Defensoría de Perú ordena investigación y sanciones para impulsores de xenofobia contra venezolanos
En las protestas realizadas el 20 de febrero gritaban supuestas consignas xenófobas contra los venezolanos en Perú

 

La madrugada de este domingo, 21 de febrero, la Defensoría de Perú ordenó que se inicie una investigación sobre las protestas de xenofobia contra los migrantes venezolanos para proceder con la aplicación de sanciones.

“Lamentamos hechos de violencia y discursos xenofóbicos contra ciudadanos venezolanos ocurridos en marcha de este 20 de febrero. Las acciones discriminatorias no deben ser toleradas por sociedad ni autoridades. Exigimos investigar y emitir sanciones correspondientes”, dijo la Defensoría peruana en su cuenta de Twitter.

De acuerdo con diferente videos que fueron publicados por redes sociales, en las protestas realizadas el 20 de febrero gritaban supuestas consignas xenófobas contra los venezolanos en Perú, esto en medio de un reciente asesinato de un connacional identificado como Orlando Abreu.

Antes de desplazarse a la sede diplomática venezolana en Lima, según un artículo publicado en el portal Prensa Latina, los manifestantes intentaron llegar al palacio de Gobierno para pedirle al presidente Francisco Sagasti el cierre de las fronteras a los migrantes venezolanos.

Protección para venezolanos

Carlos Scull, embajador de Juan Guaidó en Perú, solicitó al Gobierno peruano que garantice la seguridad de los venezolanos en medio de las protestas xenófobas que se registran en ese país desde la noche del sábado 20 de febrero.

“Hacemos un llamado a las autoridades a velar por la integridad de los venezolanos en Perú”, escribió brevemente Scull en su cuenta oficial de Twitter, acompañado de un video de las manifestaciones de los peruanos.

El diplomático del gobierno interino de Juan Guaidó dice que en las marchas contra los venezolanos hay apología a la discriminación. “Se atacan a venezolanos que trabajan y se promueve la violencia”, denunció en la referida red social.

*Con información de El Pitazo

AN de Guaidó solicita a países de la región impulsar medidas migratorias a favor de los venezolanos
Los diputados agradecieron a Colombia por la medida de regularizar a los venezolanos que viven en dicho país

En la sesión de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional (AN) representada por Juan Guaidó, los diputados aprobaron un proyecto de acuerdo en el que agradecen a Colombia por el proceso de regularización de los venezolanos que viven allí.

Los diputados también pidieron que el resto de países de la región adopten medidas migratorias para los migrantes venezolanos que «huyen» de la crisis humanitaria y así evitar ataques por xenofobia.

La diputada Tamara Adrián (VP-Distrito Capital) aseguró que frente a la migración «forzosa» existen dos fórmulas que han sido ensayadas por los países, el de cerrar las fronteras y la de abrirlas y regularizar el flujo migratorio.

«La decisión tomada por el gobierno de Colombia, por el presidente Iván Duque tendría que ser imitada por el resto de los países de la región», aseveró.

Igualmente la diputada Gaby Arellano (Táchira) agradeció a Duque por esta medida y por «no cerrar las fronteras, por no pedir visa, por ser siempre una mano amiga y por estas nuevas normativas que está impulsando el gobierno de Colombia». 

El diputado Williams Dávila (AD-Mérida) señaló que en Colombia viven 2 millones de venezolanos y que el 90% está trabajando en la economía informal y 56% está sin estatus migratorio.

«Demuestra Colombia reciprocidad histórica y todos lo sabemos porque en Venezuela, en los momentos de guerra interna en Colombia, recibimos más de 6 millones de colombianos en el país», añadió Dávila.

En el proyecto de acuerdo los diputados de la AN, le hacen un reconocimiento al presidente Duque por «la enorme labor que ha desempeñando en pro de la protección y receptividad de los migrantes venezolanos, así como su apoyo incondicional por la democracia y libertad de Venezuela». 

AN dice no a la xenofobia

El diputado Luis Florido (UNT-Lara) también intervino para denunciar el asesinato en Perú del venezolano Orlando Abreu. 

«Lo ocurrido en Perú llama a la reflexión a todos los venezolanos, la muerte de Orlando Abreu, un venezolano trabajador que se fue a Perú a buscar un mejor destino, un mejor futuro debe llamar a la reflexión», indicó.

Además aseguró que esta muerte tiene un fundamento en la xenofobia «que hoy se cultiva en América Latina».

Florido alertó de lo que está ocurriendo en Perú y en otros países de la región y que no se puede asumir la justicia por «nuestras manos, ni tampoco que los venezolanos se fueron a ocupar las posiciones de los nacionales». 

El país que peor trata a los venezolanos

@BrianFincheltub

Existe un país en el mundo donde desde hace mucho los venezolanos no somos bienvenidos. Ustedes dirán que me quedé corto, que perdí mi tiempo con este artículo, pues lejos de ser un solo país, la verdad es que, en la mayor parte de los países de la región, la migración venezolana hace mucho dejó de ser bienvenida. Nada nuevo bajo el sol: en las buenas se te abren las puertas, en las malas se te cierran. Pero en honor a la verdad, nuestro gentilicio tampoco es que esté libre de manchas y no por fama buscada, sino por mera lógica estadística: un país no puede descomponerse sin que una parte de su sociedad también se pudra. Con una inmigración tan masiva y desordenada como la nuestra, de Venezuela sale de todo; los que nos hacen sentir orgullosos afuera por sus logros, pero también esos que nos hacen sentir vergüenza, esos que salen a hacer lo que también hacían en Venezuela: delinquir.

Sin embargo, quiero hablarles del país donde peor tratan a los venezolanos, donde la mayoría vive sin derechos, como ciudadanos de segunda, sometidos al chantaje y a la esclavitud de unos pocos que los quieren pobres, dependientes e ignorantes.

En ese país reclamar lo que te corresponde puede ser muy peligroso, sobre todo si eres venezolano. Levantar la voz contra los opresores se paga muy caro, de allí que sean cada vez menos quienes se atreven a rebelarse. Pocos están dispuestos a lanzarse en una lucha desigual que siempre termina igual: cárcel, muerte o exilio. Incluso algunos de los vivos parecen haber muerto hace mucho tiempo y lo que vemos en las calles son simplemente sus cuerpos deambular sin rumbo, sin alma, sin porvenir.

En este país los venezolanos han sido privados de todo, hasta de lo más básico. Desde hace años, por ejemplo, millones de venezolanos no saben lo que es recibir agua por tubería, tener 24 horas de electricidad, tener servicios públicos de calidad. Algo tan simple como bañarse en una regadera se convirtió en un privilegio de pocos. A la falta de agua se le suma una larga lista de ausencias y carencias. Una lista que siempre amenaza con crecer para hacerles la vida más miserable a los venezolanos. La destrucción avanza tan rápido que quizás dentro de poco los venezolanos comiencen a extrañar los tiempos cuando cocinaban en leña.

Son millones los venezolanos a quienes también se les niega el derecho a la identidad. De los derechos más esenciales en cualquier país o pretensión de país, es ese que te hace poseedor de una identificación. Un documento que no solo te permite probar quién eres, sino también para garantizarte el derecho de salir y entrar del lugar donde vives cuando gustes. Los venezolanos no tenemos cédula, ni pasaportes y quienes logran obtenerlos deben bajarse antes de la mula con altas cifras en dólares.

El país que peor trata a los venezolanos es precisamente Venezuela, nuestro país. Y en el cual paradójicamente vivimos como extranjeros. Por eso no asombra ver cómo más de cinco millones de venezolanos han dejado Venezuela y han tenido que irse a otras naciones donde no son necesariamente bienvenidos; a sitios tan inhóspitos para la migración venezolana como Trinidad y Tobago. Recuperar el respeto de las otras naciones pasa por recuperar el país; si no lo logramos, millones más seguirán escapando a la tragedia nacional para tener que hacer frente a la tragedia de la xenofobia.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Foro Penal: Los 16 niños están en Trinidad y Tobago y corren el riesgo de ser deportados nuevamente
 Himiob, advirtió que las acciones de Trinidad y Tobago podrían ser interpretadas como política de Estado contra los migrantes que buscan refugio

 

Este miércoles, 25 de noviembre, Gonzalo Himiob, abogado y vicepresidente de la ONG Foro Penal advirtió que los 16 niños venezolanos que están actualmente en Trinidad y Tobago corren el riesgo de ser deportados nuevamente.

Resaltó que en Trinidad y Tobago hay un «conflicto entre las autoridades» porque la rama judicial ha querido ceñirse a las leyes y a los tratados internacionales, «pero las fuerzas de seguridad y Ejecutivo no están tan ganados a respetar esas obligaciones».

En ese sentido, calificó de «delicada» la situación por lo que interpondrán a la Corte Interamericana de DDHH una solicitud de medidas cautelares de protección para estas personas.

A través de una entrevista concedida a Shirley Varnagy, el abogado relató que los padres de algunos niños, en vista de lo que ocurre en Venezuela, decidieron enviar a sus hijos a Trinidad con el fin de brindarles una mejor calidad de vida. Pagaron los servicios de una embarcación para llevarlos hasta allá y que tuvieran la cualidad de refugiados. Al llegar, fueron interceptados e iban a ser puestos a las órdenes de un tribunal «pero antes, de forma arbitraria y violentando disposiciones internacionales, las fuerza de seguridad pusieron a 16 niños y 9 adultos en precarias embarcaciones y las devolvieron a Venezuela».

«Estas personas están en Trinidad y Tobago y en cualquier momento pueden ser deportados. Pareciera que en el Poder Ejecutivo de la isla hay presión fuerte para no permitir refugiados», alertó.

Por ello, Gonzalo Himbob cree que hay una «línea de conexión clara de estos actos de xenofobia» y advierte que podría haber una política de Estado en practicar este tipo de acciones contra los venezolanos. Recordó entonces que en 2018 el Foro Penal intervino en el caso de deportación de unas 80 personas y que actualmente hay otras 300 presas.

«Eso demuestra que existe política de Estado de no permitir el ingreso de venezolanos a Trinidad y Tobago, incluso incumpliendo obligaciones internacionales claras sobre este tema porque Trinidad y Tobago ha ratificado la convención sobre el estatuto de refugiados».

Denunció que aunque en este caso no existe el tema de tráfico de personas, sí reportó que desde la isla para nuestro país hay crímenes que se cometen que van por ese tenor.

*Con información de TalCual