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Resistencia

FOTOS Escuderos venezolanos posan con mensajes de libertad

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Inspirados en el «Euromaidán», la revuelta de 2013 y 2014 en Ucrania que terminó con el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich, jóvenes manifestantes que protestan casi a diario en las calles de Venezuela se protegen con escudos decorados como los usados en la plaza Maidán, en Kiev.

Los adversarios del presidente Nicolás Maduro, buscando semejanzas, han hecho exhibiciones públicas del documental de Netflix «Winter on Fire», que narra los tres meses de manifestaciones que dejaron 100 muertos.

Los jóvenes venezolanos, que se autodenominan «La Resistencia», elaboran sus escudos con antenas parabólicas, tapas de alcantarillas, pedazos de barriles o cualquier trozo de metal o madera que tengan a la mano.

Una vez armados con sus escudos, se posicionan hombro con hombro, e incluso los golpean contra el piso imitando el grito de batalla de los pueblos nórdicos mientras avanzan para enfrentarse con policías antimotines y guardias nacionales.

«No nos protegen de balas, pero sí del gas, de perdigones y de piedras», dijo Brian Suárez, un estudiante de derecho de 20 años, refiriéndose a su escudo, mientras se dirigía a la primera fila de choque con una máscara antigases en la otra mano.

Algunos escudos, largos y curvados como los que usaban antiguamente los romanos, están decorados con imágenes de la Constitución venezolana, símbolos religiosos, representaciones de los jóvenes que han muerto en los tres meses de protestas y consignas como «SOS», «¡No+dictadura!» o «¡Maduro asesino!».

Pero los escudos no son lo suficientemente resistentes como para protegerlos de perdigones o de los chorros de agua, y menos de las balas. En medio de la represión y hechos violentos alrededor de las protestas en la nación sudamericana han muerto al menos 80 personas, muchas por impactos de armas de fuego.

Manuel Melo, un estudiante de diseño gráfico de 20 años que siempre iba al frente de la línea de fuego con un escudo de plástico azul, fue sorprendido días atrás por un chorro de agua de un camión hidrante que buscaba dispersar una manifestación y, por el impacto, perdió un riñón y la vesícula biliar.

Sin embargo, no se rinde y desde su casa dijo que cuando se recupere espera volver a las protestas como escudero, «no porque me gusta estar ahí, porque realmente a nadie le gusta estar ahí, sino porque sé que estoy haciendo un bien común».

Mientras los manifestantes aseguran que luchan contra una tiranía y por un futuro en un país libre; el presidente Maduro, de 54 años, los acusa de «terroristas» que buscan desbancarlo con apoyo de Washington.

«¿ESTOY EN UCRANIA?»

«Winter on Fire», del director ruso Evgeny Afineevsky, cuenta la historia de cómo miles de manifestantes en Ucrania enfrentaron la brutalidad de la fuerza pública mientras acampaban en la plaza Maidán en medio del frío invierno.

El documental ha llamado la atención de los venezolanos y ha sido proyectado en diferentes lugares públicos como librerías, plazas y una universidad, en la mayoría de los casos acompañado de discusiones con expertos.

«(Tras) escuchar a un ucraniano y ver como se le salen las lágrimas dices, ‘¿Ya va, estoy en Ucrania o en El Cafetal?», opinó Carlos Delgado, profesor de una universidad privada de Venezuela refiriéndose a la zona de clase media de Caracas donde los vecinos han participado activamente en las protestas.

Muchos también lo han compartido en redes sociales.

«Este documental es imprescindible que lo vean todos los venezolanos, sobre todo los que están cansados. Sobre todo los que están a punto de perder la fe», escribió Ana María Simón, una actriz y autora venezolana en su cuenta de Instagram.

A pesar de las semejanzas, también existen notorias diferencias entre las protestas en Venezuela y Ucrania.

Los manifestantes del país eslavo se mantuvieron día y noche en condiciones climáticas adversas, mientras que en Venezuela las protestas terminan casi siempre al caer la noche y, cuando llueve, disminuye visiblemente la participación.

Por otro lado, los venezolanos atraviesan por una aguda crisis económica y escasez de alimentos y medicinas, lo que dificulta la organización de un campamento permanente, a lo que se suma la inseguridad que se vive en el país petrolero que obliga a las personas a no estar en la calle en la noche.

Además, los principales líderes de la oposición marchan junto a los jóvenes venezolanos, mientras que en Ucrania se criticaba la poca participación de la oposición.

Hans Wuerich, un reportero que ganó fama por desnudarse y plantarse frente a una tanqueta con solo una Biblia en la mano, dijo que vio el documental y que le hizo pensar que era hora de que el movimiento venezolano eleve su compromiso en las calles con mayor presencia y determinación.

«Es hora de llevar las protestas a otro nivel, pero tenemos que estar organizados si vamos a tomar las calles día y noche, si realmente se trata de un país sin retorno», dijo en una plaza de Caracas mientras otros se reunían para comenzar la jornada.

 

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Vea la nota completa en Reuters

 

10 formas de resistencia pacífica: Lo que se ha hecho en Venezuela y lo que se podría hacer

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Se denomina resistencia pacífica a toda protesta que busca generar un cambio social, político y económico sin ejercer la violencia. Actualmente, en Venezuela la coalición opositora ha convocado a diferentes modalidades de manifestación; los ciudadanos que asisten a las concentraciones han realizado distintas acciones no violentas en los 85 días de protesta contra el actual gobierno

María Antonieta Ascanio | El Pitazo

Hans Wuerich planificó por dos días lo que iba hacer el 20 de abril. Investigó algunos casos de protesta pacífica en otros países como España, Estados Unidos y Brasil, y tomó la iniciativa de caminar por la autopista Francisco Fajardo, en Caracas, con sus medias, zapatos deportivos, un bolso de lado y una biblia en mano.

Desnudo, el caraqueño de 27 años se paró al frente de las tanquetas de la Guardia Nacional (GN) para exigir el cese de la represión; fue herido con perdigones.

Ese día, Wuerich ejerció la resistencia pacífica. También conocida como acciones no violentas, se define como “una lucha que emplea armas políticas, económicas, sociales y psicológicas, aplicadas por la población y las instituciones de la sociedad”, según Gene Sharp, profesor y filósofo estadounidense dedicado al estudio de la lucha del poder.

El concepto de lucha no violenta también se asocia al de desobediencia civil, utilizado por Henry David Thoreau, filósofo y escritor estadounidense, por ser de manera consciente, pacífica y de no-cooperación. Busca la forma de manifestarse en contra de normas y leyes impuestas por una autoridad sin ejercer la violencia.

Cuatro días más tarde del acontecimiento de Wuerich, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó al primer Plantón Nacional, el 24 de abril, donde, por ocho horas, los ciudadanos esperaron en las vías principales de cada estado.

Acompañados de banderas, pancartas y objetos simbólicos, las personas participaron en juegos de mesa, leyeron libros y escucharon discursos de los dirigentes políticos de la oposición, en paz y practicando la resistencia civil.

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Sin embargo, no es algo nuevo. Los episodios más emblemáticos de la lucha pacífica se han registrado desde hace muchos años en países que presentaron un régimen dictatorial, autoritario y militar.

La India, Alemania, Estados Unidos, Chile y Polonia son algunos de los países cuya población ha buscado la transición y la paz de sus naciones aplicando acciones no violentas para enfrentarse a los Gobiernos de turno y a líderes dictatoriales.

Las diferentes tácticas de resistencia han inspirado para resolver conflictos de índole social, económico y político en distintos países. A continuación, se exponen algunos de los casos más importantes de la resistencia pacífica en el mundo.

Cuando Mahatma Gandhi vuelve de Sudáfrica a su país natal, India, abogó por una lucha pacífica contra el gobierno inglés en 1919. “Satyagraha” se llamó la campaña donde unió a los ciudadanos del sur (indios) y a los del norte (musulmanes) para realizar boicots económicos y sociales que consistieron en no consumir productos extranjeros, no enviar a los niños al colegio y confeccionar sus vestimentas, entre otras tácticas.

En Estados Unidos, el pastor Martin Luther King fue el principal precursor de la lucha pacífica contra la segregación racial. Entre humillaciones, arrestos y asesinatos se realizaron distintos boicots en transportes públicos, a partir de 1955, en locales comerciales de comida, baños y escuelas para llamar la atención de las autoridades y de los medios.

De igual forma, cuando las tropas americanas intercedieron en la Guerra de Vietnam, los estadounidenses protestaron contra las acciones bélicas por parte del Gobierno, realizando marchas, toma de edificios y movilizaciones en masa.

Según Sharp, la resistencia pacífica se clasifica en tres métodos: protesta y persuasión, que consisten en manifestaciones simbólicas, que incluyen desfiles, marchas y vigilias; no-cooperación, que se dividen en tres métodos: social, económico y política; e intervención, que se vale de procedimientos psicológicos, sociales, económicos o políticos como por ejemplo, el ayuno, la ocupación no violenta y el gobierno paralelo.

Varias de las formas que se exponen en la obra de Sharp han sido usadas en las manifestaciones de la oposición venezolana para protestar contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

Entre ellas se encuentra las marchas a sitios significativos, las caravanas automovilísticas, las huelgas estudiantiles, vigilias y plantones.

Nota: El Pitazo tomó como referencia el libro De la Dictadura a la Democracia de Sharp y adaptó algunas formas de resistencia pacífica al contexto venezolano.
Carlos Blanco Jun 14, 2017 | Actualizado hace 7 años
La Resistencia, por Carlos Blanco

Resistencia

Foto: Miguel Gutiérrez

 

Los que marchan; los que apoyan dentro o fuera de Venezuela; los que están en el frente o más atrás, en el cuerpo central de las demostraciones, o en la retaguardia; los que son capaces de conmoverse ante el crimen que ejecutan Maduro y sus secuaces; todos, sin excepción, merecen reconocimiento eterno por la patria libre que harán posible.

Hoy escribo sobre los muchachos de “la Resistencia”. Esos jóvenes, jovencísimos muchos de ellos, de repente congregados en cualquier altura de la marcha, se colocan en el algún recodo y comienzan a prepararse para el combate que vendrá. El escudo a veces mejor hecho, otras con retazos de algún material; una franela que solo deja los ojos prontos para lo que vendrá; un casco que puede adquirir calidades inusitadas; muchos con máscaras antigás; pero, especialmente una determinación que solo poseen los que están dispuestos a todo, incluso a arriesgar su vida como se ha visto por más de 70 días.

Es posible que al arranque hayan sido percibidos como los amotinados de cualquier manifestación. Sin embargo, en el combate comenzaron a ganarse sus galones. Hoy los de la Resistencia tienen las insignias de los soldados del asfalto, de los capitanes de la calle, de los coroneles de la revuelta.

Cuando atraviesan la multitud, con paso seguro, como quien va a un destino, los ciudadanos los reconocen y aplauden. Saben que, en el fondo, las marchas convocadas hacia recintos a los que no puede llegarse, adquieren otro sentido, más dramático y riesgoso, cuando “la Resistencia” se coloca al frente y les dice a guardias y policías: no descansaremos hasta que un día nos abramos paso y le abramos paso a esos que están detrás de nosotros y de los cuales somos sus heraldos.

Antes era un puñado de jóvenes, ahora parecen cientos muy organizados. Seguro que hay una mezcla social, política, espiritual y ética muy compleja; sin faltar los infiltrados, sembrados para destruirlos. No sabemos. No reclaman un protagonismo individual, ni se hacen selfies, ni tienen una cámara que los lance con nombre y apellido hacia las redes –salvo cuando rinden su vida por la causa, como Neomar Lander, ante quien Venezuela se inclina en homenaje–.

Los de la Resistencia son el rostro de las marchas en el anonimato de sus individualidades. No sé el porvenir de esos niños-jóvenes héroes. Ellos marchan y “frentean” por los que vienen detrás, tal vez sin saber exactamente que los demás marchan por ellos, porque los resistentes le comunican sentido a una presencia en la calle que, al llegar una y otra vez al mismo sitio, a veces pareciera no tenerlo.

@carlosblancog

El Nacional

Maduro pedirá al Papa que medie ante la oposición para que no utilicen a niños en actos violentos

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El presidente de la República, Nicolás Maduro, dijo este domingo que enviará una carta al Papa Francisco, para que sirva de intermediario ante sectores de la oposición a fin de que estos dejen de «utilizar» a niños y adolescentes en las protestas que han convocado desde abril.

«Le estaré enviando una carta al papa Francisco para que el Vaticano y el papa Francisco nos ayude y sirva de intermediario con la oposición venezolana para que dejen de usar niños para las manifestaciones violentas. Para que nos ayude para que la oposición cese en su violencia y deje de buscar niños para incorporarlo en actos violentos», expresó el primer mandatario durante su programa dominical de televisión.

Desde que comenzaron las manifestaciones, el pasado 1 de abril, 10 menores de edad han muerto en medio de los disturbios. Dos de ellos –Brayan Principal, en Lara, y Carlos Moreno, en Caracas– cayeron luego de ser atacados por grupos paramilitares afectos al gobierno. El último adolescente que falleció fue Neomar Lander, en pasado 7 de junio, en la avenida Libertador, en Chacao.

El último kilómetro, por Gonzalo Himiob Santomé

Libertad

Vas avanzando, tienes un destino y una meta definidos. Ya lo has hecho antes, aunque quizás no con la persistencia debida, pero recientemente, obligado por las circunstancias, has logrado convertirlo en tu rutina, en algo regular, casi diario, que ves como absolutamente indispensable para alcanzar los objetivos que te has trazado. Por eso sabes que los primeros pasos son difíciles, duelen, y que no fue en balde que alguien dijo alguna vez que una de las partes más duras de iniciar una carrera es levantarse y ponerse los zapatos.

Tus primeras zancadas las das con calma, a tu ritmo. Es lo que la prudencia te exige, pues ya antes te han hecho zancadillas o has dado traspiés que te han dejado herido y tumbado en el piso. Estás midiendo el terreno, vas analizando los eventuales baches y desniveles, y estás preparando tu cuerpo y tu mente para los que, tú lo anticipas, serán los tramos más exigentes. La ruta es parecida a otras que ya has recorrido, pero no es exactamente igual, es nueva y presenta retos y aprendizajes diferentes, mucho más difíciles. De todos modos, sabes que ahora, como antes, la batalla no es contra los demás, mucho menos contra los que corren a tu lado, sino contra ti mismo, contra tu propia apatía, contra tu propia indolencia, contra tu propia apatía, y también que, si eres sincero, más que lo que hagan o dejen de hacer los otros, lo importante es lo que hagas tú. Afuera hay obstáculos, pero no enemigos. Tu único y principal adversario eres tú mismo, y la diferencia entre el éxito o el fracaso no depende de lo que te digan o impongan los demás, no depende de discursos ni de proclamas ajenas, pues no puedes colgar tus anhelos de los hombros de nadie, así que la línea la trazas tú, y tu victoria o tu derrota se deberán únicamente a tu propia voluntad y al empeño que tú pongas en llegar a tu destino.

Continúas. El cuerpo, la mente y el corazón se adaptan a una cadencia que te permite moverte de manera mucho más efectiva, con más energía y rapidez. Mientras avanzas, ves que algunos se retiran, se desilusionan o no pueden más, también que a otros los sacan de la carrera por la fuerza y que otros, demasiados, caen al suelo para no levantarse más. No quieres que te ocurra lo mismo, y ponderas tus opciones. En tus manos está la decisión: Seguir o renunciar, perseguir tu sueño o dejarte vencer por el miedo, pero como no hay juez más implacable que la propia conciencia, y tú lo sabes, decides continuar. Se lo debes a los que no tienen tu fuerza o tus posibilidades, se lo debes a los que se perdieron en la ruta, se lo debes a los que cayeron, pero por encima de todo te lo debes a ti mismo, y no quieres pasar tus noches en vela reprochándote que cuando más era necesario, renunciaste a la posibilidad de la victoria.

Sigues. No lo parece, pero pasa el tiempo y, aunque la meta aún no está a la vista, cuando miras hacia atrás te das cuenta de que has recorrido mucho más de lo que creías. Has superado obstáculos que antes te parecía imposible superar, has logrado lo que nunca antes habías logrado y, lo que es mejor, te das cuenta de que todavía tienes la energía necesaria para seguir adelante. El mundo tiene los ojos puestos sobre ti, y el futuro te demanda persistencia. Fluye en ti la adrenalina y sabes que ya no importa lo escarpada o lo difícil que se vuelva la ruta, tú puedes terminarla, tú puedes lograr el objetivo, tú puedes vencer cualquier adversidad.

Pero no todo son buenas noticias. La carrera se prolonga más de lo que esperabas. Cada segundo parece un día y cada minuto un siglo. Cuando ya crees que la línea final está cerca, un giro en el camino te revela que la última parte de tu recorrido, ese último y difícil kilómetro restante, está compuesto por marcadas curvas y pendientes, por oscuros recovecos llenos de ocultos peligros y por subidas pronunciadas y traicioneras que parecen diseñadas, y en efecto es así, para desanimarte. Todo el que ha librado estas batallas de largo aliento sabe que ese último kilómetro, esos últimos metros, son los más complicados, los más duros, y que es durante su recorrido cuando más fácil es dejarse llevar por el desaliento y la desesperanza.

De nuevo, la decisión está en tus manos. Desde las gradas, muchos te gritan que continúes, pues saben tu victoria será a la vez la victoria de todos; otros te ruegan y hasta te exigen que te detengas, porque les interesa que te dejes vencer y también que dejes que sean otros los que decidan tu destino. Pero ya nada importa. A estas alturas lo único que escuchas son tus pensamientos y el rítmico y pesado latido de tu corazón acelerado. Empiezas a sentir que te faltan las fuerzas, y las heridas y marcas que en ti ha dejado la larga brega empiezan a cobrarte sus cuotas. Todo indica que vas a ceder, que te vas a rendir, pues la derrota te muestra sus galas más seductoras y la victoria se te antoja escurridiza y evasiva. Tu avance se hace más lento y más torpe, y el dolor y la frustración que sientes comienzan a parecerte insoportables. Te cuestionas tus motivos, te reclamas a ti mismo, e incluso te insultas, por haberte dejado seducir por el sueño, que ahora te parece absurdo, de alcanzar esa meta que, incluso estando tan próxima, en este momento te parece inalcanzable. Tu mente te tortura, te hace fantasear con la falsa paz del perezoso, del ajeno, del indolente, y de pronto te das cuenta de que has llegado a ese umbral en el que un simple “sí”, o un simple “no”, pueden significar todo un universo de diferencia.

Ya a punto de rendirte, vencido y avergonzado, tu mirada, que hasta ese momento se había mantenido baja y cansada, se levanta. Allá, un poco más adelante, claramente visible bajo la luz del sol y a muy poca distancia, ves el estandarte que corona tu recorrido. En este se lee, justo sobre la línea de llegada, la palabra “Libertad”.

¿O ustedes pensaban que les hablaba de un maratón o de algo así?

Respiras profundo, llenas tus pulmones con el oxígeno que sentías perdido y redoblas con entereza y valentía tu paso. El cansancio, el miedo y el dolor desaparecen y avanzas veloz y orgulloso, como si apenas estuvieses empezando el recorrido.

Ya nada puede detenerte. Ya nada puede detenernos. Sigamos. El precio es alto, pero el premio, que es la libertad de toda una nación, lo vale.

@HimiobSantome

Política y oposición vs estrategia y resistencia, por Armando Martini Pietri

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El general Patton enfrentó al poderoso Afrika Korps del mariscal Rommel y sus tropas devastaron la infantería y tanques alemanes; el estadounidense, exultante, gritó “¡Yo leí tu libro, yo leí tu libro!”, el de estrategia del propio Rommel. Lector de la historia militar, analizaba batallas, entendía la importancia de los elementos con los que cuenta un comandante, pero aún más la táctica de él y su enemigo. Fue la razón de ser siempre victorioso.

Se ha dicho hasta la saciedad que estamos en dictadura, y así el voto en elecciones democráticas y libres no existe; es inútil, está viciado o vilmente manipulado ¿Entonces por qué la contradicción de solicitarlo con vehemencia? Quizás porque la oposición aun no supera cierto complejo de golpista, que como autodefensa el oficialismo le recuerda día tras día.

Frente a un sistema tiránico los ciudadanos resisten. La política y la dictadura son incompatibles. Por eso la oposición en una autocracia despótica tampoco es factible, sólo la táctica, maniobra y astucia funcionan.

Ha llegado la hora de dejar la politiquería de lado. Se imponen la pericia de protesta en las calles y de resistencia ciudadana. La estrategia comparada con la del adversario y analizada, el estudio detallado donde se escenificará la batalla, sin dejar nada olvidado ni al azar, un diseño eficaz de la maniobra que llevará a la victoria, las destrezas que se deben desplegar de manera permanente.

Involucrarse con pasión sincera en las zonas menos favorecidas, donde viven y padecen los que tienen que aguantarse largas y peligrosas colas para comprar lo básico, víctimas del malandraje, excesos policiales y militares, la falta de atención médica, la inflación, la inseguridad y los innumerables males que hoy padecemos todos, formas esenciales para la oposición organizada.

El castro-madurismo lo sabe, por eso la feroz batalla violadora de derechos, con gases, golpes, equipos y hasta armas de fuego para impedir que los manifestantes opositores entren en zonas políticamente claves para un régimen que aúlla revoluciones. Atemorizante para ellos, ya no es sólo la clase media, también la popular que han llevado al oficialismo a más de un 80% de rechazo, lo que tratan a diario de ignorar. Lo que la oposición debe tener en cuenta, con maestría estratégica razonada y definida, no para golpear según la agresión, sino para aporrear donde realmente duela.

Los que adversan al régimen, cuyos méritos y logros son evidentes, puede fallar si no tiene una estrategia basada en el análisis de la oficialista, no limitarse a simples respuestas a iniciativas oficiales. Avisan sus maniobras y se diluyen en discrepancias. Eso debe cambiar. ¡No se dice dónde, se sorprende! ¡No se anuncia qué, se realiza! No deben erosionar el proceso en el cual tienen mucho más por ganar que perder. El pueblo es otra cosa, no es dialogante sino activo porque ha pasado demasiado tiempo, es mucho lo que ha sufrido, se ha doblegado y el sacrificio ha sido inmenso. ¡Cuidado con la furia de un pueblo paciente!

¿Marchar a Miraflores? ¡Sin duda, hay que llegar, conquistarlo y permanecer! El Gobierno está deseoso que un grupo opositor marche, pero no llegue, nos están retando, como los guapos a quienes consideran débiles. Empujan, insultan, golpean y ultrajan hasta que el débil reacciona instintivamente y es aporreado sin piedad con deleite depravado.

¿Para qué la obsesión con Miraflores? No es lo que fue, es sólo una residencia sin jerarquía, perdió autoridad, asiento de un poder devaluado, desprestigiado, que malgastó la conexión popular, y sólo alberga desacreditados revolucionarios que perdieron el rumbo antes de emprender el camino que los ha llevado a guerrear por sobrevivir y mantenerse en el poder, están en el ocaso de su estadía, se les venció el contrato.

Olvidemos la Defensoría del Pueblo, allí no hay nada. Dejó de ser, los que la dirigieron desde sus inicios, la corroyeron, socavaron, hoy convertida en un centro de estética para el oficialismo. No demos armas al oficialismo que exalta un nacionalismo patriotero y mal entendido. Cada vez que el exterior declara, el gobierno inventa y especula intervenciones fantasiosas que pocos aún creen y nadie quiere. Usemos ciudadanos de bajo perfil para evadir seguimientos y prescindamos de la tonta manía de hablar pendejadas políticas en bares y restaurantes, son los mejores informantes del Gobierno.

La oposición debe inspirar la protesta y el reclamo. Y cuando realmente llegue al centro y el oeste de Caracas la acompañe, será poder. Es allí donde está la fuerza, no en ninguna institución del Estado decadente, plagado de errores, cegueras y fantasmas. ¡Estrategia, paciencia y resistencia!

Es necesario estudiar e interpretar qué piensa realmente el oficialismo. No están ciegos ni sordos, ni son tontos, subestimarlos es un error imperdonable, siempre están tramando algo, y es eso lo que debemos averiguar a tiempo. Estar un paso adelante y formular la estrategia vencedora. Descubrir qué es lo que le conviene al oficialismo para entonces decidir qué nos conviene a nosotros. ¡Valentía con inteligencia y estrategia!

Magnificas iniciativas han surgido, como diputados haciendo madrugadora visita sorpresa a la Defensoría del Pueblo. La siempre hermosa e irreverente mujer venezolana enseñando sus senos al mundo. La imagen del joven desnudo sobre la tanqueta opresora. La anciana plantándose y retando a los militares que deshonran el uniforme. La marcha de la tercera edad ejemplo de un pueblo digno y valiente. Manifestaciones de arrojo y decoro ciudadanos, que observamos con asombro y admiración pues confirman el denuedo y corazón venezolanos.

Pero no es una guerra ganada, sólo son batallas. El triunfo llegará pero no será fácil, será duro, complejo y saturado de dolor. Entonces habrá valido la pena tanto sacrificio y el premio será una Venezuela libre, democrática, mucho mejor. La que nos merecemos los ciudadanos de principios, valores y buenas costumbres. ¡Estrategia, eso es lo que cuenta!

Venezuela necesita a los ciudadanos en las calles, no en el cementerio, reclamando sus derechos, sanos de espíritu, mente y cuerpo, no en las cárceles ni exiliados. Recordemos a San Juan Pablo II: “La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón” y “por más poderoso que sea un dictador, sólo es un hombre, no tengáis miedo”. 

¡Basta de política y oposición es tiempo de resistencia y estrategia!

 

@ArmandoMartini

Ministro Reverol no atendió exigencia de mujeres que marcharon contra la represión en Venezuela

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Un piquete de la Guardia Nacional Bolivariana apostado en la autopista Francisco Fajardo en Caracas impidió el avance de la marcha de las mujeres contra la represión hasta la sede del Ministerio de Interior, Justicia y Paz (MIJP). Las autoridades alegaron que bloquearon la manifestación por «razones de seguridad».

Ante la exigencia de una comisión de diputadas entre las que se encontraban Delsa Solorzano, Marialbert Barrios, Mariela Magallanes, Adriana D’Elia y Tamara Adrián acompañadas por las dirigentes Lilian Tintori, alcaldesa metropolitana Helen Fernández y la presidenta de la Federación del Centro de Estudiantes Rafaela Requesens,  a la 1:30pm la Viceministra de  Control y Riesgo del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, Rosaura Navas, se acercó hasta al piquete marcado por el «rinoceronte» de la GNB.  Solo asintió con la cabeza, no respondió a las peticiones de que el ministro Néstor Luis Reverol firmara una carta de compromiso al cese de la represión contra los manifestantes.

Incluso el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, intentó interceder en vano con los uniformados para que las mujeres fuesen recibidas por el ministro Reverol.

«Somos mujeres pacificas. Tenemos derecho a protestar» exclamó la diputada Olivia Lozano ante la marcha en la que participaron unas 20 mil personas, según cálculos de las propias parlamentarias.

En Caracas las fuerzas de seguridad no lanzaron bombas lacrimógenas , como ya se ha hecho costumbre en las protestas que estallaron desde el pasado primero de abril. No se registró represión en ninguna de las ciudades donde marcharon las mujeres, salvo en Maracay donde la GNB intentó dispersar la manifestación con gas lacrimógeno. Una agente de la Policía de Aragua golpeó con una piedra en la cara a la la reportera Gabriela Aguilar de El Pitazo en Maracay.

Valencia

Maracay

Mujeres en topless le dicen a las policías de Aragua que se solidaricen con ellas pic.twitter.com/PRfeGy5s6Z — Gaby Aguilar (@Gabypress) May 6, 2017Puerto Ordaz

Abr 09, 2017 | Actualizado hace 7 años
Venezuela en lucha y resistencia, por Jesús Torrealba

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Venezuela se resteó, y con heroísmo busca en la calle –con talante pacífico, determinación y firmeza- la solución que el gobierno bloqueó en las instituciones. Ante un pueblo con hambre, sin medicinas y con hampa desbordada, un régimen sin apoyo social, sin ideas y ya sin legitimidad sólo atina a usar las amenazas y la represión para intentar perpetuar su agonizante poder. Mientras tanto, el pueblo venezolano en las calles, y la comunidad internacional en todos los foros y organismos, coinciden en un único pedido: “¡Elecciones ya!”.

La represiva respuesta gubernamental es un bumerán, pues con cada disparo de los paramilitares oficialistas, con cada bomba lacrimógena lanzada por la Guardia Nacional o por la Policía Nacional “Bolivarianas”, con cada medio de comunicación censurado y con cada líder opositor “inhabilitado”,  el régimen sólo ratifica lo que ya es una convicción sólida dentro y fuera de nuestras fronteras:  Que en Venezuela la cúpula madurista ejerce el poder al margen de la Constitución, de los tratados internacionales y del sentido común, y que solucionar democráticamente la crisis pasa indefectiblemente por la realización de elecciones de las que emerja un nuevo gobierno de Unidad Nacional.

 

“LLEGÓ LA HORA DEL CONTRAGOLPE CIUDADANO…”

 

En comunicado público suscrito por organizaciones populares el pasado jueves 30 de marzo dijimos “Llegó la hora del ciudadano en protesta pacífica y  constitucional” (http://radardelosbarrios-fuerzavenezuela.blogspot.com/2017/03/llego-la-hora-del-ciudadano-en-protesta.html?spref=tw ), y el pasado domingo 2 de abril afirmamos en esta columna que como el golpe de estado perpetrado desde el régimen seguía su curso, igualmente debe continuar en marcha el CONTRAGOLPE CIUDADANO.

 

Esta estrategia ciudadana no es un asunto solo de movilización.  También lo es de ORGANIZACIÓN, y la urgencia de la dimensión organizativa viene determinada por la realidad de lo comunicacional en tiempos de dictadura:  Con los medios convencionales fuertemente agredidos por la censura y con las señales internacionales como CNN y NTN24 sacadas del aire, solo quedaba al pueblo el acceso a lo que ocurre a través de medios digitales como VIVOplay y VpiTV, cuyas señales también fueron bloqueadas esta semana en Internet por disposición oficial.

 

VENCER AL GOLPE PASA POR DERROTAR LA CENSURA

 

En esta nueva situación, ahora saber que pasa dependerá casi enteramente del intercambio ciudadano a través de las redes, y para que esa información tenga calidad verificable las redes 2.0 deben afincarse y difundir las informaciones que produzca y verifiquen las organizaciones ciudadanas 1.0, es decir, los grupos organizados de ciudadanos en lucha, ya sean partidos políticos, gremios, sindicatos, ONG’s, organizaciones comunitarias o los Comités de Defensa de la Constitución y la Democracia que debemos hacer a imagen y semejanza de aquellos “comandos familiares”  con los que defendíamos el voto, cuando aun se podía votar en este país.

 

Queda claro entonces: El Contragolpe Ciudadano no consiste sólo en marchar, que por cierto es muy importante.  El Contragolpe Ciudadano implica también fortalecer, expandir y profundizar la organización del tejido social, activando las organizaciones que existen y creando las que serán necesarias.  Y los mensajes de esas organizaciones son los que debemos difundir en Internet, reduciendo así la influencia de las “operaciones psicológicas” del régimen y sus laboratorio de desinformación.  

 

LO QUE TENEMOS Y LO QUE NOS FALTA

 

En el desarrollo de este Contragolpe Ciudadano es mucho y muy importante lo que tenemos:  Tenemos una ciudadanía que ha recuperado la confianza en su propia movilización; Tenemos una dirigencia política, encarnada fundamentalmente en nuestros diputados, que ha establecido con el pueblo en lucha una conexión de respeto y confianza mutua; Tenemos un liderazgo que ante la aberrante inhabilitación de uno de sus integrantes supo reaccionar con rapidez, firmeza y sobre todo con UNIDAD; Tenemos, finalmente, el apoyo creciente, ya casi unánime, de la Comunidad Internacional.  Todo eso lo tenemos.  Y con eso, vamos ganando.

 

Nos falta sólo señalar con precisión lo que vendrá DESPUÉS del cambio, lo cual por cierto es vital para que el cambio mismo se produzca: Cómo será la transición a la democracia, cómo será el Gobierno de Unidad Nacional que sucederá al desastre madurista, cual será el Proyecto de Reconstrucción que ese gobierno aplicará y cual será el Acuerdo de Gobernabilidad que garantizará la estabilidad de todo ese esfuerzo.

 

DEFINICIONES IMPRESCINDIBLES

 

La Resistencia no se expresa sólo en la saludable periodicidad de convocatorias a actividades. La Resistencia consiste en la tensión y ejercicio de las fuerzas de todo un país en procura de un cambio.  Saber en que consiste ese cambio es lo menos que puede exigir el pueblo que enfrenta la represión.  Haber sostenido en toda esta lucha una “estrategia-marco” pacífica, electoral, constitucional y democrática ha permitido que hoy los demócratas venezolanos tengan el apoyo de la comunidad internacional y de la mayoría del pueblo. En esta crucial etapa de la crisis es fundamental saber con precisión como esa “estrategia-marco” se expresa concretamente en una estrategia para llegar al poder de manera electoral y pacífica,  y ejercerlo en forma democrática y constitucional.

Hay definiciones que son fundamentales. A quien crea que “aquí lo importante es salir de esto, ya lo demás se verá después”, le recordamos que el próximo martes se cumplirán 15 años de aquel día en que por no prever, no discutir y no consensuar lo que sería el futuro, perdimos el futuro.  Si, en efecto: El próximo martes será 11 de abril. Hagamos bien lo que hay que hacer ¡Palante!.

 

 

@ChuoTorrealba

Radar de los Barrios