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¿Autodeterminación de los pueblos? Por Alejandro Moreno

IDEA HASTA AHORA MÁS ABSTRACTA que otra cosa aunque se proclama como principio de valor internacional (y así debería ser), si bien nunca ha sido incluida oficialmente en la lista plenamente aceptada de la “Declaración de los derechos humanos”, supuestamente universales. Quizás, precisamente, porque sería un derecho social o de todo un pueblo y no individual. Los derechos sociales están todavía muy por debajo en importancia y aceptación de los individuales. Ahora bien, este sustantivo (autodeterminación) debiera ser precedido por el calificativo “libre”, pero, aunque normalmente se sobreentiende, no forma parte de su uso explícito más frecuente.

Esto es muy importante porque si se supone que es el derecho que tiene un pueblo de decidir sus propias formas de gobierno, la libertad está implicada necesariamente en el verbo “decidir”, pues si no se puede hacer eso en libertad, ¿de qué decisión de un pueblo puede tratarse? Si la libertad no está clara, plena y compartida por los que componen ese pueblo, la decisión no será suya sino de otro.

El derecho de autodeterminación se ha aplicado sobre todo a la descolonización, con mejor o peor fortuna, y aparece con mucha frecuencia en los tratados de derecho internacional, así como en las declaraciones de muy diverso tipo de la ONU; pero ¿hasta dónde se puede hablar de autodeterminación de un pueblo dentro de la propia nación y del propio Estado? La historia, sobre todo la reciente, y la más inmediata experiencia nos enseña que bajo dicha expresión, de hecho demasiadas veces, el sujeto del supuesto derecho de autodeterminación no es el pueblo mismo, como se proclama, sino el gobierno que está mandando en el país en cuestión, sea lícita, en Estados democráticos, o ilícitamente como en nuestro estado actual.

La licitud o la ilicitud de la asunción o la permanencia en el poder de un gobierno no es difícil de constatar a pesar de las caretas, trampas y demás mecanismos de los que este se sirva para ocultar el hecho cuando de la ilicitud se trata. Para eso están todos los instrumentos que la democracia pone a disposición de cada pueblo, hoy ampliamente conocidos.

Este asunto de la autodeterminación está indisolublemente ligado con otro que en particular a nosotros los venezolanos de hoy nos toca viva y trágicamente: la licitud o ilicitud, ya en el plano internacional, de la intervención de un Estado extranjero en los asuntos de gobierno de otro.

Aquí ahora la pregunta crucial es por el derecho que tiene un pueblo de ser protegido por un Estado que no es el suyo cuando se halla sometido a la fuerza por una forma de gobierno tiránica y comprobadamente injusta, de la cual no está en condiciones ni posibilidades de liberarse por su propia cuenta. Mucho y bien se está hablando de ese derecho de protección, sobre todo cuando lícitamente ese pueblo lo solicita.

¿Qué nos falta a nosotros para poder recurrir lícitamente a esta solicitud de protección? Tenemos la instancia política que lo puede hacer, la Asamblea Nacional elegida según todas las reglas que el sistema democrático exige; tenemos el estado de necesidad extrema del pueblo que ya no puede sobrevivir por obra de la tiranía criminal a la que está sometido y tenemos la voluntad clara de este pueblo, expresada en todas las encuestas de opinión, en la calle y en cualquier otro medio a nuestra disposición. La licitud de esa demanda está hoy fuera de toda discusión. Sobre esto no puede haber duda alguna. Sí es importante que esa deseada intervención sea eficaz, pacífica y humanitaria, esto es, excluyendo los riesgos de dominación que pudieran estar encubiertos.

 

ciporama@gmail.com

El Nacional 

Los pueblos tropiezan, pero cambian, por Armando Martini Pietri

 

La más reciente encuesta de la firma Meganálisis, ¿qué celosos suspicaces preguntan estupefactos quién la pago? está clara. Los venezolanos, están hartos de un régimen mediocre, incompetente, tramposo y cruel. La inmensa mayoría, el 84% de los entrevistados están ansiosos y quieren que el presidente ilegitimo se vaya. El grito casi unánime, ¡Fuera Maduro! ¡Fuera Maduro! retumba en todo el territorio nacional.

Los ciudadanos aspiran un líder inteligente, audaz, orientador, una estrategia basada en el coraje, la verdad, que no acepta y rechaza el arreglo, la negociación y cohabitación. Sin embargo, ya no piensan como hace un tiempo, que el favorito para sustituirlo, echarse al hombro la gigantesca y muy ardua tarea de sacar al país del pipote de basura donde el castro-madurismo lo ha dejado, ya no sería un reconocido industrial.

Nadie le niega méritos, sino que hasta hace poco era favorito en las encuestas. En esta oportunidad se modifica. Quizás porque, cada vez que se le mencionaba la ocupación presidencial, insistió una y otra vez, no estar interesado.

A pesar, todavía conserva más popularidad que cualquier político, pero en esta ocasión quien muestra un clarísimo y contundente favoritismo, no es el empresario y ni de lejos un dirigente de oposición. Quienes no tuvieron visión ni temple político, que apostaron al contubernio, complicidad y concubinato para esfumarse políticamente sin pena ni gloria. Líderes de temporada y época como Ramos Allup, Falcón, Rosales, Borges, Capriles, Zambrano, Florido, Barbosa, Fernández, Aveledo, Torrealba, Díaz, otros ciegos y sordos que arriesgaron sorpresivamente por tonta y lerda su futuro político atando sus destinos a la dictadura desalmada; hoy sufren las consecuencias de su sandez. El 75% los culpa de que esta vergüenza continúe en el poder y un 80% los quiere apartados, ausentes y desaparecidos de la dirección adversa al régimen dando oportunidad a nuevos perfiles de luchadores, constantes y capaces de sacrificarse.

“Un apaciguador es alguien que alimenta al cocodrilo, esperando que se coma a otro antes que a él”. Winston Churchill.

Un dato importante es que la ciudadanía ambiciona y espera en protección de su bienestar y futuro, que la fuerza armada se active para «convencer» a Maduro que se vaya, dimita, renuncie. Queda plasmado sin ambigüedades en un contundente 81%.

También evidencia el estudio que el venezolano -64%- no profesa agrado ni le gusta el Presidente cara pálida. Sin embargo, el 52% se siente cómodo por el recién electo Presidente colombiano Iván Duque como opción viable de ayuda; y luego un 78% reconoce que precisamos asistencia internacional, juzga y percibe que solos en lo interno no podremos, el costo sería inmenso para resolver el lamentable asunto que angustia, desespera y mantiene en tensión a Venezuela.

Para molestia y envidia de muchos eunucos mentales, carentes de sentido común y comprometidos con la ignominia, quien aparece con fuerza -45%- es una mujer, valiente dama de la política, extraordinaria representante del valor, coherente, firme, constante, que no da concesiones ni pide tregua, capacitada, luchadora, elementos que sumados conforman la confianza de la ciudadanía.

Es dirigente del arrojo, conexión, valentía y guáramo, que reivindica a diario con pasión obsesiva el mandato ciudadano del 16J, y que jura honrar; surge como la líder, el -40%- la considera para dirigir la nueva congregación, coalición, plataforma, fuerza o unión opositora. Ya ustedes lo imaginan, María Corina Machado, la figura opositora que durante años fue vilipendiada, ignorada, maltratada, traicionada no solamente por quienes suponía eran propios sino también por la dictadura, incluso objeto de burla, pero que jamás dudó en decir verdades, aunque le fuera costosa, -esa ausencia de verdad que acabo con los políticos tradicionales-; expresar con claridad y de manera directa, sin evasiones ni adjetivos suavizantes, lo que pensaba de corazón y mente, sobre el país y lo que ha venido sucediendo. Convirtiéndose en estadista que visualiza el futuro, no se deja llevar por la inmediatez e intereses que no sean los del país, la nación. Y por ello, merecidamente se ha ganado el respeto, aprecio, cariño y confianza ciudadana, como lo valora un 44%.

No le tuvo miedo a Chávez en su mejor momento de popularidad, -cuando muchos lo adulaban- y le reclamó sus abusos, violaciones y desmanes cara a cara, sin bajar la cabeza, tampoco se ha dejado carajear por el confundido, inútil y mandón heredero, tal como no lo ha tenido ante figuras de peso mundial.

¿Sería María Corina la primera presidente de una transición que se sabe necesaria e inevitable? El 45% piensa que es la adecuada. Lo que sí está claro, es que, sin esa luchadora no hay transición posible ni sustentable.

Un mensaje trasparente, responsable, la verdad sin vacilaciones, fraternos con la ciudadanía que sufre y padece, reconstrucción de la masa crítica en una misma dirección, avanzar juntos entorno a una causa solidaria, Venezuela; pero sin cómplices ni corruptos, que se aparten y no estorben porque la lucha es de orden ético, existencial, espiritual y aquellos que estén comprometidos con la dictadura, tanto con su permanencia como en negocios, no hacen falta en esta lucha, que al final brindará oportunidades, reencuentro de la venezolanidad, unión de la familia, que estos cretinos han desunido y destrozado.

Maduro es un incapaz comprobado, esta abrumado, desconfiado, en extremo preocupado, y sin fuerza, el descontento es incontenible, mayoritario, angustioso, está en la cuerda floja y marcha al filo de la navaja. La problemática generalizada le está reventando en las manos. La injusticia, amedrentamientos y arbitrariedades en las detenciones políticas, no frenarán su inevitable desplome. Sobre todo, con las confusas medidas económicas e inicio del nuevo cono monetario, que empeoraran y nada resolverán; en realidad el suplente es tan poco creíble, de palabra malograda y devaluada, su confianza deteriorada, lo que diga o proponga, puede ser el detalle que enerve.

Un verdadero y extraordinario líder dijo: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. Winston Churchill.

 

@ArmandoMartini 

El triángulo de la maldad, por Asdrúbal Aguiar

 

El escritor belga, David Van Reybrouch, en sugerente libro que, bajo el título Contra las elecciones, subtitula “cómo salvar la democracia”, esgrime como premisa de su enjundiosa reflexión una paradoja: “Con la democracia ocurre algo curioso: todo el mundo la desea, pero no hay nadie que crea en ella”.  

 

Según el autor, a la sazón existe una recíproca desconfianza: la del pueblo hacia los políticos – considerándoles parásitos y aprovechadores – y la de los políticos hacia el pueblo: al que juzgan ignorante de las complejidades de la política y por ello todo compromiso entre políticos le consideran un acto de traición.

 

Obviamente, en su análisis el libro de Van Reybrouch observa la situación en Flandes, advirtiendo que allí, el pueblo, es de tendencia conservadora, apegado a sus tradiciones, en tanto que los políticos son innovadores y liberales. Y dice bien lo evidente, a saber, que la crisis de la democracia es de legitimidad y de eficacia.

 

Recuerda que el rechazo histórico de las autocracias se explica en que siendo eficaces pierden legitimidad: piden del pueblo pagar como costo sus libertades. Del mismo modo en que la oclocracia, donde el pueblo debate y decide siempre acerca de los hechos de relevancia pública, incrementa la legitimidad a costa de trágicas o nulas ejecutorias.

 

Habiendo sido la democracia el modelo “menos malo” por sostener en equilibrio crítico a ambas exigencias – la legitimidad y la eficacia, el origen democrático del gobernante y su eficaz desempeño democrático – como lo hacen los marineros sobre un barco en movimiento, el caso es que pasamos por una verdadera tempestad.

 

Si a la luz de estas premisas ponemos atención al caso de Venezuela, cabe constatar que la cuestión democrática comentada, en parte, es también propia y ajena.

 

En medio del carácter líquido adquirido por las sociedades civiles actuales, cuyos lazos de afecto se hacen colcha de retazos: en nuestro caso por la hambruna y el ningún prestigio de las instituciones, el ejercicio democrático es casi un imposible; al menos como lo ha sido. Y presas – hago, aquí sí, excepción de lo venezolano – de las demandas provenientes no ya de los partidos o los grupos organizados que restan y también se diluyen, sino de exigencias ciudadanas individuales, exponenciales, variables y variopintas, según estados de ánimo y sentimientos personales de orfandad que se hacen valer a través de las redes, los políticos contemporáneos se han convertido en simples cajas de resonancia. Se han integrado a la explosión del desorden.

 

Así como el pueblo se abstiene en lo electoral, cambia cada 24 horas de opción de liderazgo, abandona los partidos o los convierte en franquicias electorales sustituibles, dañándose la legitimidad democrática, la efectividad de los políticos es proporcionalmente regresiva.

 

La fútil velocidad con la que giran en sus discursos les impide, a su vez, adoptar decisiones eficaces y reales, dañando estructuralmente a la democracia. Vivir más preocupados por la legitimidad y sus rápidos desgastes como políticos, les hace preferir el cuidado de sus imágenes a los resultados concretos, incluso los que son sinceros y sensibles a los problemas de la gente.

 

Lo que es más complejo: nadie puede decidir como lo hacían antes los gobiernos y los partidos en el pasado, unilateralmente. La globalización, gústenos o no, realidad inevitable en espera de su armazón constitucional, propicia un rompecabezas de intereses y perspectivas locales, sociales, económicas, culturales, internacionales, que se entrelazan y desbordan las fronteras de los Estados – no escapa Venezuela – condicionando, incluso de modo anárquico, los procesos decisorios. E incluso sobre los asuntos privados que la gente hace públicos: bajo la deriva digital y en su narcisismo, faltándole sólo poner altoparlantes en los confesionarios.

 

La misma agonía de las dos variables que equilibra la democracia y la disfuncionalidad entre el pueblo y los políticos era patente, cabe recordarlo, en la Venezuela de 1989; cuando se cierra el ciclo histórico de 30 años del modelo democrático representativo que arranca en 1959. Nuestras élites no la percibieron. Y por eso es que emerge con fuerza el tráfico de las ilusiones, el populismo: ganar al pueblo como sea y prometerle el paraíso terrenal.

 

En buena lid, hoy tenemos una ventaja los venezolanos. Pero reclama de los políticos dejar de lado, por lo pronto, el “incidentalismo”, la fugacidad discursiva o deletérea de lo sustancial. Han de abandonar la democracia de casino, la de usa y tire, pues la opinión pública está mineralizada en cuanto a tres verdades absolutas: (1) Muere de mengua el país, y cada día que pasa sin alimentos ni medicinas agrava su situación. No puede esperar. El mundo digital es para éste, en la hora, una quimera. (2) El origen del mal tiene nombre: Nicolás Maduro Moros y su narco-régimen; (3) Aquél y su asamblea constituyente son dos engendros, antidemocráticos, carentes de legitimidad.

 

En suma, quienes interpreten y resuelvan con eficacia sobre ese triángulo del mal, en lo que todos concuerdan, obtendrán legitimidad factual y estable, y podrán darle a la democracia – que es el mismo pueblo – una fundada esperanza: alcanzar luego elecciones libres e informadas.

 

correoaustral@gmail.com

        

Ago 07, 2016 | Actualizado hace 8 años
¡Que vivan los burros! por Carlos Dorado

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¡Les confieso que siempre he sentido un gran cariño  por los burros! Quizás por el hecho de que mi infancia estuvo marcada por estos nobles animales, pues eran el medio de transporte, de carga y de diversión más popular en mi pueblo.

A lo mejor, no son tan elegantes y vistosos como los caballos; pero tienen otras muchas cualidades que los hacen muy especiales. Primero, son más longevos. Segundo, sus rebuznos los emiten a un volumen tan alto que les permite mantenerse en contacto a distancias de hasta tres kilómetros. Esto explicaría, por qué en mi pueblo tenían una especie de comunicación secreta entre ellos. También sus largas orejas son motivo de burla, recordándome a Don Delio (el maestro de mi escuela), quien hizo en papel unas orejas de burro, que nos las ponía cada vez que no respondíamos correctamente, dejándonos de pie en un rincón y mirando hacia la pared. Pero las orejas le sirven al burro para percibir mejor los sonidos, y poder disipar más su calor corporal.

Inclusive, los burros tienen un sistema digestivo muy resistente, y menos propenso a los cólicos que los caballos, lo que les permite consumir mayor variedad de plantas y extraer agua del alimento de forma muy eficiente, necesitando menor cantidad de alimento que los caballos de tamaño y peso equivalentes. También pueden vivir en zonas inhóspitas e inaccesibles; y aunque no son tan rápidos y fuertes como los caballos; el mantenerlos cuesta menos, tienen gran resistencia, y son más ágiles en terrenos abruptos e irregulares.

Hasta en muchos cuentos que solía contarme mi madre, este noble y bello animal estaba como figura principal. Recuerdo especialmente éste: “Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino no sabía qué hacer. Finalmente, decidió que el burro ya estaba viejo, y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; así que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a echarle tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego; para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio. Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra, y daba un paso por encima de ella. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando.
Carlos (me decía entonces mi madre), la vida siempre va a echarte tierra; todo tipo de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba”

También los burros tienen mala reputación por su terquedad; pero esto es una equivocada interpretación de algunas personas, pues poseen un instinto de conservación altamente desarrollado. Es difícil forzar a un burro a hacer algo que contradiga sus propios intereses. Son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que uno se gana su confianza, pueden ser muy buenos compañeros en el trabajo, y en la vida.

Cada vez que regreso a mi pueblo, veo menos burros, y los extraño con nostalgia, por haber sido esos compañeros solidarios en momentos tan difíciles. Unos animales tan nobles con la humanidad y tan maltratados por la historia. ¡Que vivan los burros!

 

cdoradof@hotmail.com

Colombia, te pido perdón por Brian Fincheltub

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Como un venezolano avergonzado por los excesos de un gobierno que no me representa y que estoy seguro no representa el sentir de la mayoría del país, no puedo hacer otra que pedir perdón al pueblo colombiano. Nuestros lazos con Colombia no son ideológicos o coyunturales, son históricos, nacimos del mismo padre y desde ese momento hemos vivido como dos naciones hermanas, que como todos los hermanos, han tenido sus peleas y desencuentros, pero no pueden escapar del origen común que los une para siempre.

Como nieto de inmigrantes que sufrieron en carne propia la persecución, el odio y el abandono a la fuerza de su hogar, no me queda más que sentir vergüenza que en pleno siglo XXI no hayamos aprendido la lección. Cuando las minorías son atacadas desde el poder las consecuencias son desastrosas. Todos conocemos en qué desembocó la idea de responsabilizar al pueblo judío de las desgracias de Alemania. El odio despierta las peores pasiones humanas y una vez despierto no hay forma de apaciguarlo, arrasa con todo a su paso y no conoce límites.

Siento vergüenza por un gobierno que se escuda en el nacionalismo para humillar a un pueblo que durante años ha sido víctima de una prolongada guerra y que no ha abandonado su país por gusto, sino desplazados por la violencia. Vieron hacia Venezuela, por lo que representamos siempre para el mundo: un país de oportunidades, que no preguntaba sobre condición política, social o racial para abrirle las puertas a los inmigrantes. Eso fuimos hasta hace poco, hasta que nos convertimos en la tierra de la desesperanza y donde la irracionalidad dirige los destinos de millones.

Que pena que sea el mismo gobierno que critica los muros en la frontera estadounidense, que levanta su voz contra las políticas migratorias europeas y que señala a Donald Trump por su tónica anti-latinoamericana, el que ejecute la peor razia contra inmigrantes de los últimos tiempos en nuestra región. Es la doble moral de unos gobernantes desesperados por buscar culpables de una guerra ficticia en la cual los colombianos solo vienen a engrosar una larga lista de señalados, que en nada tienen o han tenido responsabilidad de la ruina que ha hecho de Venezuela el llamado socialismo del siglo XXI.

Te pido perdón Colombia, hoy tu pueblo sufre las consecuencias de una nueva farsa que busca invisibilizar los graves problemas que sufrimos. Como ustedes, también son miles los venezolanos que se sienten expulsados de Venezuela por un gobierno que ha hecho de la vida en nuestro país un acto de valentía diaria. Nuestras penurias aumentan y no hay solución, solo nuevos shows y planes conspirativos.

Desviar la atención no es un escenario fácil cuando todos los días nos choca en la cara la escasez, la inseguridad y el alto costo de la vida. Por primera vez en 16 años la oposición llega a un proceso electoral con aproximadamente 20 puntos de ventaja sobre el gobierno, el gobierno con un petróleo palo abajo y sin brújula, sin estrategia, sin éxito para distraer a los venezolanos. Las cartas están sobre la mesa, todos sabemos quien busca patearla y evitar la derrota.

 

Encontacto@brianfincheltub.com

@Brianfincheltub

Las cinco noticias más importantes a esta hora

Pueblo1

 

Obama: No creemos que Venezuela sea una amenaza para EEUU

«Pero seguimos muy preocupados por cómo el Gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos», dijo Obama

El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó a Efe que ni su país ni el continente deben «mantener silencio» ante la situación en Venezuela, una nación que, a su juicio, se enfrenta actualmente a «retos enormes» y con cuyo Gobierno Washington sigue abierto al «diálogo directo».

 

«No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela», subrayó Obama en una entrevista exclusiva con Efe, realizada antes de viajar a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas.

 

«Pero seguimos muy preocupados por cómo el Gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos, incluido el arresto y acusación por cargos políticos de funcionarios electos, y la erosión continua de los derechos humanos», añadió Obama.(El Mundo)

 

Pueblo venezolano entregará este jueves al presidente Maduro las firmas contra el decreto de Obama

Desde el mediodía de este jueves, las principales esquinas del centro de Caracas esperan a las y los venezolanos que luego partirán hasta el Palacio de Miraflores a entregar los documentos que serán consiganados por el Presidente en la Cumbre de las Américas

Este jueves, 9 de abril, se convoca al pueblo venezolano a la Marcha Popular para entregar al Presidente Nicolás Maduro las firmas contra el Decreto Injerencista de Barack Hussein Obama, quien precisamente hace un mes, el 9 de marzo, firmó en forma arbitraria, ilegal y peligrosa una Orden Ejecutiva en la que calificó a Venezuela como “amenaza inusual” a la seguridad nacional de EEUU.

 

La convocatoria la realizó el diputado socilaista Darío Vivas, quien exhortó a los venezolanos a participar en la actividad, que forma parte de la movilización permanente en defensa de la Patria ante las amenazas contra la paz y la tranquilidad de Venezuela. (Correo del Orinoco)

 

Este jueves se realizará quinto tuitazo en solidaridad con lucha antiimperialista de Venezuela

Las etiquetas a utilizar son #ObamaDerogaElDecretoYa y #ObamaRepealTheExecutiveOrder, informó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, durante su programa semanal Con el Mazo Dando, transmitido por Venezolana de Televisión

Este jueves se realizará el quinto tuitazo en solidaridad con la lucha antiimperialista de Venezuela frente a las acciones injerencistas del gobierno de los Estados Unidos (EEUU), que el pasado 9 de marzo firmó una orden ejecutiva que declara al país suramericana como una “amenaza inusual y extraordinaria”, informó el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello.

 

En su programa semanal Con el Mazo Dando, transmitido por Venezolana de Televisión, Cabello indicó que las etiquetas a utilizar son #ObamaDerogaElDecretoYa y #ObamaRepealTheExecutiveOrder, a partir de las 12 del mediodía. (Correo del Orinoco)

 

Impiden participación del Comité de Víctimas en Cumbre de los Pueblos

El Comité está en la lista de organizaciones sociales que participan en el Foro de Sociedad Civil y Actores Sociales de la Cumbre de los Pueblos

Con información de Francis Zambrano.-La mañana de este jueves, miembros del Comité de Víctimas de las Guarimbas informaron que les han puesto trabas para impedir su participación en los foros de la Cumbre de los Pueblos.

 

Desiree Cabrera, representante del Comité de Víctimas de las Guarimbas informó a Últimas Noticias que durante la mañana de este jueves se les ha impedido la participación en un evento al que se les había convocado.

 

El Comité forma parte de la lista de organizaciones sociales que participan en el Foro de Sociedad Civil y Actores Sociales de la Cumbre de los Pueblos que se efectúa paralelamente a la Cumbre de las Américas en Panamá. (Últimas Noticias)

 

Presidente de Panamá advierte a cubanos que no tolerará más incidentes

El gobernante refirió que «fue muy lamentable e inaceptable» lo ocurrido frente a la embajada de Cuba en Panamá este miércoles

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, dijo este jueves que pidió «respeto» a los funcionarios y grupos opositores cubanos que el miércoles protagonizaron incidentes violentos que acabaron con la detención temporal de cerca de una veintena de personas.

 

«Somos un país que acoge a todos, y pedimos respeto a todos, anoche se liberó a todos los detenidos con la advertencia que si se repiten los incidentes se les aplicará sanciones», declaró Varela a los periodistas antes de inaugurar el foro de rectores de América paralelo a la VII Cumbre de las Américas.

 

El gobernante refirió que «fue muy lamentable e inaceptable» lo ocurrido frente a la embajada de Cuba en Panamá y señaló que también se llamó la atención «a sectores del personal cubano por la falta de tolerancia y la provocación», que acabó con un enfrentamiento a puños y patadas en el que fueron detenidos una veintena de personas. (Últimas Noticias)

Nube tóxica envuelve 2 pueblos en España tras una explosión

Nube

 

MADRID (AP) — Las autoridades españolas ordenaron el jueves a los residentes de cinco localidades catalanas que se quedaran en espacios cerrados durante unas dos horas, después de que una explosión en un almacén provocara una gran nube tóxica naranja que se alzó sobre la zona.

La explosión se produjo el jueves cuando se estaban descargando mercancías en un almacén en la ciudad de igualada, indicó una portavoz del servicio catalán de Bomberos. Dos de los productos se mezclaron y estallaron, prendiendo fuego al camión. Dos personas sufrieron lesiones leves, señaló.

Los productos que provocaron la detonación eran ácido nítrico y cloruro férrico, indicó Cruz Roja citando a los bomberos.

Los bomberos instaron a los 65.000 residentes de Igualada y cuatro localidades vecinas que se quedaran en espacios cerrados hasta que se disipara la nube, indicó la portavoz. La orden se suspendió dos horas más tarde, salvo para mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con problemas respiratorios.

Las carreteras que entraban y salían de Igualada, unos 70 kilómetros (40 millas) al noroeste de Barcelona, fueron acordonadas durante el periodo de alerta, y se instó a la población a no ponerse en peligro haciendo fotos de la nube.

La portavoz habló bajo condición de anonimato cumpliendo con las normas del departamento.

 

La muletilla cultural por Daniel Fermín A.

Venezolanos

 

¿Por qué estamos como estamos? Los venezolanos pareciéramos estar obsesionados con responder esta pregunta.  Hay en nosotros, como pueblo, una profunda preocupación por comprender lo que nos pasa y, más específicamente, por encontrar motivos, razones o culpables a nuestras penurias.  En esto, el sospechoso habitual termina siendo, en muchísimas oportunidades, la cultura.

Unos dicen que somos así porque a esta tierra de gracia llegaron unos españoles vagabundos en búsqueda de riqueza, en contraste con los nobilísimos hombres de familia que llegaban al norte desde Inglaterra.  Otros hablan de un rancho que tiene la gente en la cabeza. Unos más proponen que este clima tan plácido nos tiene a todos pasmados y hace imposible la planificación del trabajo.  No falta quien arguya que es la cercanía al mar la que nos pone en un estado contemplativo que nos lleva al chinchorro en vez de a la fábrica.  Todos estos son mitos, por supuesto, pero que refuerzan la idea de una raza impura, mal hecha, con defectos de fábrica imposibles de superar.

Ante los hechos recientes de un 2015 que arranca en la cola, sin productos, con un régimen que va ya desnudo en su incompetencia y espíritu represivo, se multiplican las preguntas. “¿Por qué estamos como estamos?”, y vuelve con fuerza la muletilla cultural: somos como animales, capaces de caernos a golpes por una bolsa de detergente; la gente haciendo su cola feliz y no pasa nada.  Culpa de los españoles sinvergüenzas que vinieron acá buscando oro, no como los distinguidos gentlemen que fueron a echar raíces con sus familias por allá arriba, donde se vive bien.

Desde este espacio quiero denunciar ese determinismo cultural como una peligrosísima estafa.  Aterra la muletilla de la cultura, entre otras cosas, porque conduce al fatalismo.  Ese fatalismo ha sido el sustento sociológico que alimenta tesis como la de la tutela militar, aún vivita y coleando, y la de un Estado que trata a sus ciudadanos como niños.  Por eso, porque esta gente fue hecha de barro piche, porque “el problema de esta tierra tan bella es esa gente tan fea”, se necesita un hombre fuerte, el gendarme necesario, que ponga en cintura a un pueblo que sólo sabe de bochinche.  Por eso, porque es una muchedumbre inmadura que no sabe pensar por sí misma, no se vende caña los domingos, no vaya a ser que lleguen borrachos al trabajo el lunes o ni se molesten en llegar.  Mas aún, por eso lo importante se decide a puerta cerrada, en petit comité, entre la rosquita ilustrada que, aún no sabemos cómo, sorteó el defecto de fábrica caribeño.

Sin duda la cultura tiene un peso en la vida social, eso es innegable.  Los venezolanos somos distintos a los noruegos, tanto como los bolivianos a los canadienses o los surafricanos a los argentinos.  Lo cultural es importantísimo para comprender a los pueblos.  Sin embargo, el determinismo cultural deforma y pervierte la realidad, el contexto y la historia.  Ver a través de esos lentes da una visión borrosa e inexacta.  Como pasa cuando se camina con lentes equivocados, andar con esos cristales puede ser bastante peligroso.

Una mejor explicación a nuestro problema, sin duda más aburrida que la del mito cultural, se encuentra en lo institucional.  El acelerado debilitamiento de la institucionalidad en los últimos 20 años ha dejado a la gente de su cuenta, y los resultados están a la vista.  No hay un marco estable de reglas claras: lo que valía ayer no vale hoy y lo cambiarán mañana.  Mucho menos esas reglas aplican para todos por igual.  Quizás por eso los venezolanos sabemos que es muy distinto lo que dice el letrero, lo que indica el papel, a cómo son en verdad las cosas.  Es el estacionamiento donde, dirigidos por el parquero, se paran todos los días los vehículos bajo el cartel de “no estacione aquí”; son los cerros de bolsas apiladas en la pared del “prohibido botar basura en este lugar”.  Valga la caricatura para ilustrar que nuestra incertidumbre, nuestra permanente manía de volver a empezar de cero, nuestro acostumbrado caos y las crisis que vivimos suelen tener mucho más que ver con una institucionalidad maltrecha que con la procedencia de nuestros tátara abuelos.

La gente no se cae a golpes en la cola porque aquí no hay invierno.  Lo hace ante un desespero profundo, producto de la política equivocada y criminal de un gobierno pésimo y corrompido.  Nos comemos la luz porque podemos, igual que el malandro roba o mata porque puede, porque sabe que nada va a pasar, que las instituciones encargadas (policía, Fiscalía, tribunales, prisiones) no andan pendientes de sus fechorías.  Olvídense de la severidad del castigo si no hay siquiera certeza del castigo.  Eso no es cultural, no es una gente que “no tiene remedio”, es un grave déficit institucional por acción y omisión de este pasticho Estado-gobierno-partido que ostenta el poder.  No, la culpa de la cola, de la violencia, de la crisis económica no es de nuestros antepasados ni, como dice la autoflagelación popular, “de uno mismo” ni de una gente “mala” que acapara, especula y raspa cupos, sino del gobierno y de las personas, con nombre y apellido, que están al frente de su pésima conducción.

Fortalecer las instituciones con reglas claras y para todos es un mejor remedio que la muletilla cultural para muchos de los males que nos aquejan: el personalismo, la corrupción, el caos, la impunidad, la anomia, la pérdida del vínculo social.  Enterrar el mito de una cultura que nos condena a vivir mal nos permitirá avanzar hacia la comprensión real de nuestro problema y, en consecuencia, hacia la superación de prejuicios y la construcción de una realidad distinta, donde podamos progresar sin importar si en estas tierras hace frío o calor.

 

@danielfermin