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Justicia británica analizará recurso de Maduro sobre el oro venezolano
Un juez determinó que el gobierno británico considera que la administración de Guaidó es la que puede acceder a los 31 lingotes de oro venezolanos, valorados en unos 1,300 millones de dólares

El Tribunal de Apelaciones de Londres, analizará a partir de este 22 de septiembre el recurso del gobierno de Nicolás Maduro sobre las reservas de oro venezolano depositadas en Inglaterra.

Este recurso fue impuesto por el gobierno de Maduro contra  el fallo que dio al equipo ad hoc del presidente encargado, Juan Guaidó, el control sobre las reservas de oro venezolano.

Después de ofrecer declaraciones, los jueces Kim Lewison, Stephen Males y Stephen Phillips decidirán si su colega Nigel Teare, de la división Comercial y de la Propiedad del Tribunal Superior, acertó cuando se declaró a favor de Guaidó.

Aquella sentencia, hecha en julio de este año, señalaba que la junta ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV) nombrada por Guaidó, es la que puede acceder a los 31 lingotes de oro venezolanos, valorados en unos 1,300 millones de dólares.

Según el juez, el gobierno británico reconoció inequívocamente a Guaidó como presidente interino constitucional de Venezuela y es por tanto la junta nominada por él la que tiene autoridad sobre las reservas.

Asimismo, dictó que no es justiciable  la legalidad, con base en el derecho venezolano, de los nombramientos a la junta del BCV hechos por el dirigente opositor, que fueron anulados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

 

Durante el proceso, Nick Vineall, abogado de la junta de Maduro, señaló que aunque Inglaterra reconoció a Guaidó como presidente en 2019, en la práctica mantiene lazos diplomáticos con el gobierno de Maduro, aunque no lo apruebe.

Por su parte, Andrew Fulton, de la junta de Guaidó, sostuvo que el gobierno británico reconoce claramente al opositor como cabeza del Estado de Venezuela y por tanto el tribunal debe hacer lo mismo con base en la doctrina de una sola voz aplicable en el Reino Unido.

*Con información de EFE

Línea de tiempo | El oro se movió con salvoconducto durante la cuarentena
Mientras el país está confinado y sometido a esquemas de flexibilización que regulan cualquier actividad comercial e industrial, el “motor minero” que sostiene la administración de Nicolás Maduro no se ha apagado
Runrun.es registró, a través de una línea de tiempo, más de 60 hechos que confirman que en el Arco Minero del Orinoco no se pararon ni redujeron las masacres, derrumbes en yacimientos, detenciones arbitrarias y el tráfico del oro, sino que continuaron y se vieron acompañadas por decretos que avalaron la minería en ríos y organismos que ahora cobran impuestos en oro hasta a los indígenas pemones

@loremelendez

 

No importa si los pueblos mineros se han convertido en focos de contagio del COVID-19. Tampoco si allí el suministro de agua es un problema desde hace cinco  años. Y menos si los centros de salud de la zona están dotados o no para atender a quienes caigan enfermos por el virus. En el Arco Minero del Orinoco no ha habido ni hay cuarentena radical como ha ordenado el gobierno de Nicolás Maduro. La muestra es que la violencia y los operativos militares en la zona, así como los accidentes fatales dentro de los yacimientos, han llenado titulares pese al encierro. La producción de lingotes de oro provenientes de la minería ilegal que impera en Bolívar no se ha frenado.

A finales de abril, cuando ya Venezuela había cumplido casi mes y medio en confinamiento, el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico dejó claro que seguía su actividad. 

“Ante la pandemia del coronavirus, el ‘motor minero’ continúa su compromiso con el fortalecimiento de la economía venezolana, con el programa Cuarentena Productiva, para garantizar el aporte de este sector a la nación. Los complejos industriales auríferos Manuel Carlos Piar y Domingo Sifontes, se encuentran totalmente operativos, cumpliendo con los protocolos sanitarios para evitar la propagación del COVID-19”, dice una nota de prensa publicada el 28 de abril en la web de la institución. En julio pasado, el propio titular de la cartera, Gilberto Pinto, informó vía Twitter que la agudización de la pandemia no ha detenido el sector.

Para Américo De Grazia, diputado a la Asamblea Nacional en el exilio, la actividad minera aupada por Nicolás Maduro ha seguido para mantener tanto a los altos funcionarios como a los grupos armados que les rodean y mantienen en el poder.

“La única explicación es la formalización del saqueo. Es más importante que el saqueo no se pare porque si se para, paran también los recursos para los saqueadores. Y los saqueadores están ávidos de oro, diamante, coltán y de mantener sus huestes, o sea, a sus grupos terroristas, paramilitares y violentos que comen todos los días. Le puede faltar la comida a un médico, a un maestro, y eso no le preocupa al régimen. Pero si le falta a uno de los pranes que administra la hacienda minera, eso se puede convertir en un motín armado”, apuntó el parlamentario desde Italia. 

Al inicio de la cuarentena venezolana, el codirector de la Red de Monitoreo del Crimen Organizado en América Latina (Red Coral), Frédéric Massé, dijo a Runrun.es que la hipótesis que manejaba para el momento era que en los sectores mineros más remotos de la región no habría mayor impacto en la producción del oro, porque suelen ser zonas sin cuerpos policiales que ejerzan un control. Sin embargo, advirtió, que “la pandemia podría expandirse a zonas mineras” si llegase algún actor contagiado a la zona.

Eso, según De Grazia, fue lo que pasó, aunque hasta ahora no haya un registro oficial que lo demuestre. Asegura que en los pueblos mineros, las personas mueren de COVID-19 sin mayores protocolos sanitarios para que “siga el saqueo”. 

“Según el régimen, nadie muere de COVID-19 y menos en el sur de Bolívar, ni en Guasipati, El Callao, Tumeremo, Upata, El Manteco. Todas las muertes son por otras razones: infartos, asfixia… Y nadie se atreve a desmentirlo porque hacerlo significa entrar en un conflicto infeliz con el régimen, porque hay persecución y hostigamiento. No vas a tener nunca cifras oficiales, como no se tienen de cuánto ingresa por coltán o diamante. Todos son números bien guardados porque no se registran”, sentenció el diputado.

Oficialmente, Bolívar es el quinto estado con mayor cantidad de contagios de COVID-19 (2.026 al 21 de agosto), pero apenas ha reportado ocho muertes en cinco meses. La administración de Maduro ha explicado que la alta cifra de enfermos corresponde a la cantidad de venezolanos con el virus que han ingresado a través de la frontera con Brasil. No ha mostrado cuántos hay en cada municipio y menos en el Arco Minero.

Lo que sí se conoció en mayo pasado fue que se detectó un caso de COVID-19 en Delta Amacuro y que se trataba de un minero que se había contagiado en Bolívar. En julio, el alcalde del municipio Sifontes (Tumeremo), Vicente Rojas, dijo a los medios de comunicación que en la jurisdicción había un “foco activo” de la pandemia y que había al menos 24 personas con el virus. En declaraciones a El Pitazo, aseguró que todos los mineros cumplían con un protocolo sanitario que consistía en acudir a un centro de salud para ser sometido a una evaluación y así obtener un permiso para entrar a las minas. No se pudo confirmar si esta práctica continúa activa en la zona. 

La autoridad única de Salud de Bolívar y presidente del Instituto de Salud Pública (Ispeb), Franklin Franchi, informó en esos días que ese “foco” provocó una alarma en el estado y motivó una reunión con los alcaldes de la zona minera y distintos actores del lugar. Para ese momento se ordenó el “refuerzo de los protocolos de prevención” (que no se detallaron)  y el aislamiento de los casos positivos de la enfermedad.

 

“El objetivo es crear un conjunto de normativas para prevenir la expansión de cualquier foco comunitario de COVID-19, que se complementarán con las acciones que venimos realizando en la frontera con Brasil y otras zonas vulnerables de la entidad”, indicó Franchi de acuerdo con una nota publicada en la web de VTV. Nunca se dieron a conocer públicamente esas normativas.

 

2020 con tapiados y masacres

Justo antes de que comenzara la cuarentena, los pueblos mineros habían sido noticia por hechos como la masacre de ocho personas en El Manteco, supuestamente a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN); el derrumbe en una mina en El Callao que dejó tres fallecidos; una balacera entre bandas en la que murieron cinco personas en la zona minera de Casacoima, en Delta Amacuro; y la entrada de un contingente de presuntos guerrilleros a Tumeremo, en el municipio Sifontes de Bolívar. La intención del grupo, de acuerdo con los reportes periodísticos de esos días, era apoyar al Ejército venezolano en la captura de los miembros de los “sindicatos” o bandas mineras que operan en la zona. 

Ya en confinamiento, los uniformados (contingentes conformados por la Guardia Nacional y la Dirección General de Contrainteligencia Militar, DGCIM) ejecutaron varias incursiones armadas en las minas y hasta la fecha, de acuerdo con data recogida por Runrun.es, han cobrado la vida de al menos 22 personas y apresado a más de cuarenta entre civiles y militares que supuestamente colaboraban con los presuntos criminales en La Paragua y El Callao. En este último, las bandas mineras de la zona “El Perú” han figurado en la mayoría de los enfrentamientos. 

Parte de estas muertes están dentro de las cifras que la ONG Fundaredes expuso en su estudio “Curva de la violencia en seis estados fronterizos”. Su balance del segundo trimestre de 2020 reveló que Bolívar fue, en ese lapso, la entidad limítrofe con mayor cantidad de homicidios: 186 en total, ocurridos en los municipios Caroní, Sifontes y El Callao. Los dos últimos son jurisdicciones ubicadas dentro del Arco Minero.

La organización también indicó que el estado había sido el segundo de los seis en donde se registraron más supuestos enfrentamientos: 64, con 91 víctimas entre heridos y muertos. “Otro indicador que enciende las alarmas en Bolívar es el salto registrado en el número de desapariciones, 13 casos, al compararlos con los siete que se registraron en el mismo lapso de 2019”, se lee en el documento.

En medio de la cuarentena, el barrio La Caratica de Tumeremo fue el escenario del asesinato del teniente coronel Ernesto Solís, comandante del Fuerte Tarabay, y del sargento segundo Gustavo Flores a manos de bandas de la zona. Ambas muertes desencadenaron una serie de detenciones y arbitrariedades en los yacimientos que fueron denunciados por los pobladores. Solís tenía numerosas denuncias por desapariciones de mineros en la zona. 

En mayo, el homicidio en El Callao del cultor y minero, Carlos Clark, estremeció la región. Sus victimarios supuestamente fueron miembros de la banda de “Toto” y “Zacarías”, quienes controlan la zona de “El Perú” y buscaban apoderarse de la mina que estaba bajo su mando. Sin embargo, días después de su muerte, los militares se apropiaron del molino que manejaba la víctima.

Los derrumbes en los yacimientos siguieron durante el confinamiento. A las tres personas que murieron en una mina en El Callao en febrero y a otros cinco en el yacimiento Arenal de Gran Sabana, se sumó un alud que sepultó en mayo a ocho trabajadores en el sector Nacupay y otro más que hizo lo propio en la mina Remington. Ambos están en el municipio El Callao.

 

Más allá de la violencia

El 8 de abril, el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico publicó en Gaceta Oficial la autorización para la explotación de minerales en seis ríos del estado Bolívar: Caura, Cuchivero, Aro, Yuruari, Cuyuní y Caroní. Semanas antes, el mismo De Grazia había advertido que la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg), la operadora minera de las Fuerzas Armadas, estaba a cargo de las operaciones y que la seguridad la proveería el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que semanas después arribó a la región y tomó una posada turística. A ellos se les atribuye un ataque a la Guardia Territorial Indígena en El Caura que dejó al menos un desaparecido en mayo pasado.

La medida fue criticada por organizaciones ambientales y de derechos humanos, que destacaron la importancia de estas fuentes de agua para toda la Amazonía. En Maripa, uno de los pueblos cercanos a estos ríos, hubo varias protestas en rechazo a la decisión que nunca fue consultada a los habitantes de la zona. 

“El régimen no tiene escrúpulos, ni se para, ni planifica. (…) Ya Maduro o el narcomadurismo no tiene la barrera de la política que calcula el costo-beneficio de una medida (…) Los parámetros son otros y en la medida en que sigamos leyendo al régimen como si fuera un gobierno que calcula, estima y prevé, en esa misma medida vamos a equivocarnos en el diagnóstico. El régimen no tiene pudor, ni límites, y todo lo hace conforme al interés superior que es, además del crematístico, el ‘cómo hago para mantenerme un día más en el poder’. Este ni es un gobierno ni es una ideología política, es una organización criminal y se comporta como tal”, opinó al respecto De Grazia.  

Desde la Asamblea Nacional, la respuesta fue de rechazo. El parlamento ilegalizó el decreto del Ministerio y, meses después, declaró que todo metal que se extrajera del Arco Minero sería catalogado como “oro de sangre”, esto con la intención de evitar que países desarrollados entren en el negocio de la compra del mineral. En junio, el hemiciclo dio otro paso en dirección a condenar la actividad extractivista: un acuerdo para declarar al Parque Nacional Canaima “en gravísima emergencia ambiental”, debido a la apertura de yacimientos dentro de este territorio que es Patrimonio Natural de la Humanidad. La decisión sería comunicada a la Unesco.

  

Ejecutivo dorado

En cuarentena, radical o flexibilizada, tampoco menguaron las acciones de la administración de Maduro para traficar oro u obtener réditos de la explotación del mineral en el Arco Minero. Fue así como surgieron denuncias desde distintos sectores sobre las nuevas políticas aplicadas en las zonas mineras, los vuelos internacionales cargados de lingotes, el reparto de parcelas entre funcionarios en varios yacimientos y hasta la disputa por la fracción de las reservas auríferas que están en el Banco de Inglaterra.

Frédérick Masse decía a Runrun.es en abril pasado que a pesar de que la producción minera podría continuar sin problemas en medio de la pandemia, quizás el problema se hallaría al momento de sacar el oro del país, a menos que la operación se hiciera por medio del “contrabando oficial”. El experto explicó que la caída de los precios del petróleo registrada en aquellos meses, probablemente obligaría a la administración de Maduro a vender oro de las reservas o el ilegal que proviene de la zona minera. Y no se equivocó.

Al inicio del confinamiento, medios de comunicación y periodistas informaron sobre los aviones de Turkish Airlines que salieron del país con oro. Ya en la segunda semana de marzo, la agencia Reuters contó que el gobierno habría retirado al menos seis toneladas de oro del Banco Central de Venezuela, valoradas en unos 350 millones de dólares, entre finales de 2019 y principios de 2020. La noticia se confirmó el pasado 17 de agosto, cuando el ente oficial publicó sus estados financieros y anunció que las reservas estaban por debajo de las 100 toneladas, el nivel más bajo desde hace 50 años.

Pero los vuelos dorados no solo salieron con destino a Estambul. La otra ruta de los lingotes fue Irán, país al que se le pagó con el mineral por asesoría petrolera y por los buques de gasolina enviados en mayo pasado. Los aviones de la aerolínea Mahan Air entraban y salían del Aeropuerto Internacional Josefa Camejo, conocido como Las Piedras, en Punto Fijo, en Falcón.

Hubo otros dos episodios llamativos vinculados con la salida del oro del país. El 17 de mayo de 2020, un helicóptero privado proveniente de El Callao debió aterrizar de emergencia en el estadio La Ceiba de San Félix, municipio Caroní de Bolívar, no solo por un desperfecto mecánico sino por la cantidad de oro que llevaba. Tres meses después, un hombre fue arrestado en una alcabala militar cerca de Upata, por tener en su poder casi tres kilos de oro

 

Pero el hecho más grave que afectó al gobierno durante la pandemia fue la detención en Cabo Verde de Alex Saab, el empresario colombiano a quien Estados Unidos señala de ser el testaferro de Maduro. Semanas después del arresto, que hoy día espera la luz verde para cumplir con la extradición a Washington, el diario El Tiempo de Colombia publicó que Saab había hecho un entramado de compañías para extraer el oro venezolano, en el que estaba implicada tanto su novia, la modelo italiana Camila Fabri, como su hermano, Lorenzo Antonelli.

A este hecho se unió la sanción por parte del Departamento del Tesoro americano a los aliados más cercanos del hijo de Maduro, Nicolás Maduro Guerra, quien presuntamente maneja todo lo vinculado al metal. Los hermanos Santiago José Morón Hernández y Ricardo José Morón Hernández fueron considerados por Washington como figuras centrales en el tráfico del oro venezolano.

 

Aranceles en cochano

Abril fue el mes de los nuevos impuestos de la minería. El día 7 se anunció la puesta en marcha del Servicio Nacional de Fiscalización e Inspección Minera”, un nuevo ente que se encargaría del “control, fiscalización y seguridad” de la actividad extractivista en el país. Paralelo a este anuncio vinieron las quejas de los primeros afectados.

 

Para el 6 de abril, los molineros de oro de El Callao criticaron la imposición, por parte de la Corporación Venezolana de Minería (CVM), de un pago semanal de 2,5 gramos de oro analizado (procesado). Al día siguiente, fueron los caciques del pueblo pemón quienes publicaron un comunicado para rechazar el cobro en oro del transporte aéreo en el municipio Gran Sabana que había sido ordenado por la misma CVM y el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico.

Para De Grazia, estos tributos carecen de formalidad y legalidad. “Yo no los calificaría de impuestos porque no hay ninguna regulación jurídica que los pueda calificar como tal (…) Es un cobro de vacuna que hacen los ‘organismos oficiales’”, añadió.

El parlamentario lamentó que tales cobros terminen de empujar a más aborígenes a las minas, en donde tiene garantizado por el propio Estado el financiamiento de maquinarias para trabajar en la extracción de minerales. 

“Esto es parte del asalto. La comunidad indígena está siendo recolonizada, porque si tú le dices a un indígena que para tener acceso a la gasolina debe pagar en oro, que para montarse en un avión de Canaima a Ciudad Bolívar para irse a ver con el médico o para mandar al hijo a la Universidad de Oriente, o para hacer una compra de comida o insumos, tiene que pagar en oro, le estás diciendo ‘métete a minero’. Al indígena lo que le queda es abandonar su tradición para meterse en la actividad minera”, advirtió.

Gobierno interino de Guaidó espera decisión sobre oro en Londres para fin de año

La junta ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV) nombrada por el presidente interino Juan Guaidó espera una nueva decisión judicial acerca del oro que el país suramericano tiene depositado en el Banco de Inglaterra para final de año, si bien no hay todavía una fecha fijada plenamente.

En una rueda de prensa, el presidente de dicha junta, Ricardo Villasmil, detalló que así se lo han informado los abogados del caso, según sus estimaciones, aunque dijo que no se ata a esa fecha puesto que la decisión puede alargarse.

Una decisión tras apelar Maduro

El pasado 24 de julio, el Tribunal Superior de Londres autorizó un recurso presentado por la Administración del presidente venezolano, Nicolás Maduro, contra el fallo que otorgaba a la junta ad hoc nombrada por Guaidó el control sobre las reservas de oro de Venezuela depositadas en el Banco de Inglaterra.

El 2 de julio, el juez Nigel Teare determinó que es la junta que preside Villasmil la que puede acceder a los 31 lingotes de oro venezolanos, valorados en 1.300 millones de dólares, que guarda el Banco de Inglaterra y no la nombrada por Maduro, que lidera Calixto Ortega.

La decisión final, que Villasmil confía que le sea favorable, supondría «tener los recursos finalmente disponibles», aunque advirtió que se trata de «un proceso lento», por lo que pidió paciencia.

Sin embargo, consideró que lo importante es que han procedido a la «identificación y control» de dichos recursos del BCV, que ahora considera que «están protegidos».

«El oro, ahora, no puede ser ejecutado por el banco central de Maduro, no puede ser tomado por ellos», sostuvo Villasmil.

Al ser preguntado acerca de cómo accederán a esos y otros recursos en el exterior identificados por la junta que preside, comentó que ellos están «limitados en el uso de los recursos» y no pueden «hacer uso o disposición sin una autorización de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)».

El mandato de la AN concluye el próximo 5 de enero y al ser preguntado acerca de qué sucederá a partir de esa fecha, aseguró que todavía no lo tienen planificado.

Petición al Banco de España y a Guaidó

Villasmil también explicó que envió una petición de información tanto al Banco de España como al «Gobierno interino» de Guaidó, tras enterarse por redes sociales de «un traslado de fondos» de una cuenta del BCV a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para distintos proyectos relacionados con la atención de la pandemia.

«Pedimos una explicación a la Presidencia de la República, al diputado Juan Guaidó, (y) al gobernador del Banco de España. Logramos comunicarnos con el Banco de España y enviamos una carta de protesta dada la sustracción de fondos sin nuestra autorización y estamos a la espera (…) para definir los próximos pasos», detalló.

Dicha cuenta contenía 2,5 millones de euros, que fueron transferidos íntegramente a la OPS.

Tras solicitar una explicación, el «Gobierno interino» de Guaidó le respondió «que no había autorizado (el giro) pero que había sido informado».

Según información publicada por varios medios españoles, ese desembolso se produjo tras llegar a un acuerdo con ambas partes, lo que permitió desbloquear los 2,5 millones de euros y que fuesen enviados a la OPS.

Villasmil aclaró que, según conversó con el gobernador del Banco de España, esos 2,5 millones «representaban la totalidad de la cuenta del BVC que era utilizada para gastos de la embajada y, lo que el gobernador del Banco de España llamó, ‘otros gastos menores'».

Maduro apelará el dictamen que le impide acceder al oro venezolano
El despacho jurídico que confirmó la información sobre la apelación señala que, al decidir que es la Junta «ad hoc» designada por Juan Guaidó la que tiene acceso al oro, el tribunal ha ignorado «la realidad sobre el terreno» de que es el gobierno de Maduro el que «controla» las instituciones del Estado en Venezuela

La junta del Banco Central de Venezuela (BCV) nombrada por el presidente Nicolás Maduro planea recurrir el dictamen emitido este jueves por el Tribunal Superior de Londres que le impide acceder a las reservas de oro venezolano depositadas en el Banco de Inglaterra, ha confirmado el bufete de abogados Zaiwalla & Co.

En un comunicado, el despacho jurídico señala que, al decidir que es la Junta «ad hoc» designada por el líder opositor Juan Guaidó la que tiene acceso al oro, el tribunal ha ignorado «la realidad sobre el terreno» de que es el Gobierno de Maduro el que «controla» las instituciones del Estado en Venezuela.

Fuentes de Zaiwalla & Co han indicado a Efe que, una vez se presente el recurso, el juez Nigel Teare de la división Comercial y de la Propiedad del Superior decidirá si lo admite o no trámite, lo que debería hacer en un plazo relativamente corto de tiempo porque «parece consciente de la urgencia del caso».

Los abogados de la Junta de Maduro cuestionan que un fallo de «tanta importancia legal internacional» como el anunciado hoy por el propio Teare se haya decidido en base a puntos legales, sin entrar a examinar «los hechos», y que la Corte haya aceptado la posición del bufete rival, Arnold & Porter, de que debía pronunciarse «como le dice el Gobierno británico».

Zawailla & Co señala que los cargos del banco emisor de Venezuela y el procurador general, José Ignacio Hernández, designados por Guaidó, residen fuera de Venezuela y es solo el Gobierno de Maduro el que puede asegurar, tal como se ha comprometido, que el oro se usará para paliar la crisis por la pandemia de COVID-19 en el país sudamericano.

El bufete también ve «insatisfactorio» que el juez haya dado por buenos los nombramientos de Guaidó sin tener en cuenta que fueron declarados nulos por el Tribunal Supremo venezolano, algo que el juez Teare juzgó como «no justiciable» (que no se puede someter a examen), como le pedían los abogados rivales.

En otro comunicado, el equipo de Arnold & Porter se congratula por su éxito y manifiesta que «el derecho de Guaidó a actuar como presidente interino de Venezuela ha sido reconocido como legítimo por unos 60 países, incluido el Reino Unido».

Teare dictaminó hoy que la Administración «ad hoc» de Guaidó, no la del presidente Nicolás Maduro, puede acceder a las reservas de oro de Venezuela guardadas en el Banco de Inglaterra, unas 31 toneladas de lingotes con un valor total de unos 1.300 millones de dólares.

Tras escuchar a las partes, el magistrado ha concluido que el Gobierno del Reino Unido ha reconocido «inequívocamente» a Guaidó como «presidente interino constitucional» del país latinoamericano y es por tanto la junta del Banco Central de Venezuala nombrada por él la que tiene autoridad sobre las reservas.

Runrunes de Bocaranda: BAJO - NUESTRO ORO Y EL JEFE LIBIO

El mariscal libio Khalifa Haftar se lleva el oro de Venezuela. Fotos Pixabay y NMagharebia / Wikimedia Commons (General Haftar).

NUESTRO ORO Y EL JEFE LIBIO

Lo trajo el diario parisino Le Monde el pasado 12/6. Demuestra las conexiones del mariscal libio Khalifa Haftar con Venezuela. Lo titula “Las inquietantes conexiones del mariscal Haftar”.

Cito: “Los familiares del señor de la guerra libio fueron dos veces a Caracas a bordo de su Falcon”. Relatan cómo la tarde del domingo 7 de junio un Falcon-900 registrado P4-RMA de Benghazi, Libia, aterrizó en el aeropuerto Simón-Bolívar-Maiquetía en Caracas. La llegada de este jet privado a la capital venezolana atrajo instantáneamente la atención de los fanáticos del ‘seguimiento de vuelos’ que los monitorean en tiempo real. De hecho, el avión es el que usualmente usa el mariscal Khalifa Haftar, el jefe del autoproclamado Ejército Nacional Libio (ANL) que ha estado librando una guerra durante catorce meses contra el gobierno de Trípoli con efectos desestabilizadores en la geopolítica del Mediterráneo Oriental.

Entonces, ¿qué hará el Falcon de Haftar en el otro lado del mundo en la tierra de la ‘revolución bolivariana’ que enfrenta las sanciones estadounidenses? El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, inmediatamente difundió la noticia, pero de manera lacónica (salió solo en La Patilla). La información local no hace más ruido que eso. Hay que decir que la Venezuela del presidente Nicolás Maduro, en medio del colapso, es habitual para estas visitas de cohortes de comerciantes e intermediarios de todo tipo que vienen a ofrecer sus servicios a Caracas para eludir las sanciones en Washington.

El mariscal Haftar obviamente no estaba a bordo del avión. Una presencia que habría sido incongruente, por decir lo menos, para un viaje no oficial, sino secreto. Pero dos miembros de su séquito cercano lo fueron según una fuente libia: su propio hijo Al-Seddiq Haftar y el coronel de la fuerza aérea Al-Madani Al-Fakhri, exjefe del omnipotente «comité de inversión militar», que gestiona los asuntos económicos y financieros en Cirenaica (este de Libia), la fortaleza regional de Campamento de Haftar. El 24 de abril, el mismo avión fue visto en Caracas por los ‘rastreadores de vuelo’. Dos viajes entre Libia y Venezuela en un mes y medio no es poca cosa”.

La mayoría de las fuentes familiares en el dossier libio obtenido por Le Monde están de acuerdo en que esta conexión venezolana por parte de Haftar es parte de un repentino activismo comercial destinado a salvar lo que se puede en el contexto de una jubilación militar.

“Frente al acuerdo nacional de gobierno (GAN) de Faïez Sarraj con el apoyo de los turcos, el mariscal ha encadenado los reveses en Tripolitania (Oeste) desde mediados de abril y definitivamente perdió el juego en Trípoli desde principios de junio. Un colapso que lo condena a recurrir a su bastión del este. Sus enojados patrocinadores extranjeros, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, comienzan a golpearlo.

En el camino de regreso desde Caracas el avión hizo, en la mañana del 8 de junio, una escala en Conakry, la capital de Guinea. Al mismo tiempo, otro avión privado, un Bombardier Global Express de la compañía de los EAU Gulf Wings con siglas A6-CAG, desde el emirato de Dubai, a través de Bamako, aterrizó allí. Esta es al menos la segunda vez que el Falcon-900 de Haftar se cruza con el avión de los Emiratos en una pista africana.

El 24 de abril, los dos aviones ya se habían encontrado al mismo tiempo en Bamako, llegando el «libio» de Caracas y el «Emirati» de Cotonú, la capital de Benin. El mariscal esperaba separarse de esta precariedad legal con la conquista de Trípoli. Pero su derrota militar en la capital lo devuelve a la fragilidad de su base financiera. Es en este contexto que se hicieron contactos con Venezuela. Cada vez, las paradas en Caracas eran demasiado furtivas para no ser molestas. La operación parecía equivaler a una carga. Según una fuente libia, el Falcon-900 del mariscal fue a buscar oro en Caracas, un recurso que Venezuela está vendiendo para reponer sus arcas. Un vuelo de un Falcon-900 sin pasajero traería, según un profesional, un máximo de 1,4 toneladas de oro, un valor de 70 millones de dólares (62 millones de euros)”, fin de la cita.

Benín y Dubai son grandes centros receptores de oro sin ningún papeleo.

¿ESCÁNDALO EN EL PUERTO?

Viene por allí una mil millonaria demanda contra la empresa portuguesa Teixeira Duarte a la que otorgaron la construcción y operación del Puerto de La Guaira, y a la que también entregaron la construcción de la prolongación de la avenida Cota Mil, desde Cotiza a Maiquetía. Montos cercanos a los 10 000 millones de dólares pagados, de los que no hay rendición de cuentas por parte de los ministros y funcionarios públicos de los regímenes de Chávez y Maduro.

Inversiones hechas en propiedades y bienes raíces en Caracas con esos dineros están en la mira de las autoridades. El escándalo que provocará involucra a civiles y militares ligados al régimen venezolano. Por ejemplo, los 18 kilómetros de la Cota Mil tuvieron un costo estimado en 7000 millones de dólares. La obra comenzó y se abandonó tras construir solo uno de los tramos.

Embajadora de Guaidó desmiente acuerdo entre BCV y Pnud con oro venezolano
Afirmó que el Banco de Inglaterra rechazó la solicitud de retiro de mil millones de dólares en oro para usarse en un supuesto fondo humanitario gestionado por la ONU al no reconocer al gobierno de Nicolás Maduro

El embajadora del gobierno de Juan Guaidó ante el Reino Unido e Irlanda, Vanessa Neumann, desmintió este miércoles 27 de mayo las declaraciones del presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega Sánchez, sobre el uso de una parte de las reservas de oro venezolanas resguardadas en el Banco de Inglaterra para la compra de medicinas, alimentos e insumos médicos.

En una entrevista concedida a la agencia Reuters, Ortega Sánchez había asegurado que el BCV llegó a un acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) para reciba directamente los recursos por el valor de mil millones de dólares y los destine a un fondo humanitario que permita atender la emergencia por la pandemia de COVID-19 en el país. No obstante, Neumann alegó que el Banco de Inglaterra no reconoce la legalidad del gobierno de Nicolás Maduro ni a su directiva del BCV, por lo que dicha solicitud fue rechazada.

«No solo que la dictadura no pudo proseguir con su caso, pero tampoco hay acuerdo con la Pnud sobre el uso del oro en Inglaterra (ni para atender la crisis sanitaria en Venezuela) que haya sido aceptada por el Bank of England», escribió en su cuenta de Twitter, @vanessaneumann.

La diplomática afirmó que Ortega Sánchez utilizó a un contacto dentro de la Pnud Venezuela para confundir y dar información falsa a Reuters, con el fin de demostrar ante la comunidad internacional una fuerza y legitimidad de la que carecen en la práctica.

Sigue leyendo esta nota  de Jordán Flores en El Pitazo

27 eurodiputados piden a la UE que sancione al sector del oro venezolano
El grupo advierte de que este «oro de sangre» se extrae en «circunstancias ilegales y criminales» que amenazan el medio ambiente y los derechos humanos

Un grupo de veintisiete eurodiputados reclamaron este martes al jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, que «promueva activamente» sanciones europeas al sector del oro venezolano, que ya aplica Estados Unidos.

En una carta publicada en Twitter por la eurodiputada liberal Dita Charanzová, veintisiete diputados de cinco grupos políticos instan a Borrell a que se muestre partidario de prohibir el comercio y la circulación de «oro de sangre ilegal venezolano» en la Unión Europea, y le piden también que amplíe la lista de personalidades sancionadas en la actualidad.

«El régimen de Nicolás Maduro ha recurrido a la explotación de minas de oro para vender en el extranjero de forma ilícita como una fuente crucial de ingresos para mantener a su régimen ilegítimo en el poder», denuncia la carta.

Los diputados, en su mayoría de los grupos popular, conservador y liberal, advierten de que este «oro de sangre» se extrae en «circunstancias ilegales y criminales» que amenazan el medio ambiente y los derechos humanos, y posteriormente se saca del país de forma irregular para intercambiarlo por monedas con más valor que el bolívar.

«Esto se hace sin beneficiar a los cada vez más empobrecidos venezolanos y sin que ellos sean conscientes de los negocios que se hacen con la riqueza de su país», señalan.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y autoproclamado presidente interino del país, Juan Guaidó, había reclamado estas mismas sanciones en su reciente visita al Parlamento Europeo, si bien es el Consejo, la institución que representa a los países de la UE, la institución que debe acordar por unanimidad la imposición de esas restricciones.

La UE ha rechazado hasta ahora imponer a Venezuela sanciones económicas, que sí aplica Estados Unidos, para evitar penalizar al conjunto de la población, aunque sí que mantiene medidas restrictivas contra personalidades (prohibición de viajar a la Unión y congelación de sus bienes en ese territorio) a las que considera responsables de menoscabar los derechos humanos.

Además, mantiene restricciones a la exportación de armas y de equipos de telecomunicaciones y que puedan utilizarse para la represión interna.

Gobierno de Aruba desmiente detención de avioneta cargada con oro venezolano

El Gobierno de Aruba desmintió este 17 de febrero la supuesta captura de una avioneta que transportaba más de 900 kilos de oro venezolano de alta pureza en el aeropuerto Reina Beatrix.

El ministro de Justicia de Aruba, Andin Bikker, negó la veracidad de la información, que circuló el día anterior, según la cual la avioneta había salido desde el estado Bolívar, con siglas norteamericanas falsas, y había sido detenida por autoridades de Aruba y Estados Unidos por estar cargada de oro.

La falsa información había sido difundida por el periodista Casto Ocando a través del portal Primer Informe.

Con información de El Impulso