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Las reacciones a la condena de dos DGCIM por el homicidio y tortura de Acosta Arévalo
Activistas, políticos y abogados exigen que sea investigada la cadena de mando

 

En horas de la tarde de este viernes, 4 de febrero de 2022, dos guardias nacionales adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), fueron condenados por los delitos de tortura y homicidio del capitán Rafael Acosta Arévalo, quien estuvo preso en esa dependencia militar. Así lo informó vía Twitter el abogado de la familia del militar, Alonso Medina Roa, y la viuda del Waleska Pérez de Acosta.

El Tribunal 12 de Juicio del Circuito Judicial de Caracas condenó al oficial Estiben José Zárate Zoto y al teniente Ascanio Antonio Tarascio Mejía a 30 años de prisión por el hecho, detalló el Tribunal Supremo de Justicia en un comunicado.

Sin embargo, líderes de opinión, políticos y defensores de derechos humanos criticaron que no se haya determinado quién dio la orden de estos delitos. Al respecto, la ONG venezolana Coalición por los Derechos Humanos, que representó a la familia del capitán, indicó que solicitó al tribunal que se investigue a la línea de mando.

La defensa de Acosta Arévalo sostuvo que el militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante un tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar, sino que fue llevado en silla de ruedas.

La viuda del capitán recordó que la decisión se conoció cuando faltan pocas semanas para que Venezuela confirme, ante la Corte Penal Internacional (CPI), que está actuando en contra de los crímenes que pudieran ser considerados como de Lesa Humanidad.

«No hay intención de hacer la verdadera Justicia, solo de maquillar el caso», afirmó.

 

En esa misma línea de pensamiento, el presidente de la Asamblea Nacional de oposición, Juan Guaidó, declaró «simulación de justicia, no es justicia y eso lo sabe la CPI». «Ejecutores deben entender que los que les dan ordenes los señalaran. No repetición, reparación y justicia solo son posibles con independencia de poderes», acotó.

 

La abogada y presidenta del partido Encuentro Ciudadano también se pronunció sobre la condena. «¡Las víctimas merecen justicia!», clamó.

 

Elvira Lovera de Pernalete, madre del estudiante Juan Pablo Pernalete, asesinado en una manifestación en 2017, exigió «justicia genuina» en la caso.

 

 

El activista por los derechos humanos Marino Alvarado, miembro de la ONG Provea, reclamó que desde instituciones del Estado, como la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público, se intentó garantizar la impunidad en el caso.

 

 

La presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel, señaló que «el país entero sabe, que los culpables de que esto ocurriera, están en libertad sin haber sido juzgados».

 

Detienen nuevamente en el Helicoide a los gerentes de Citgo
El traslado se hizo supuestamente para someterlos a exámenes médicos

 

Funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se llevó detenidos, nuevamente, a los seis gerentes de la petrolera estadounidense Citgo, quienes cumplían arresto domiciliario desde mayo de 2021.

El hecho ocurrió en horas de la tarde de este sábado, poco después de que se confirmara la extradición y traslado desde Cabo Verde de Alex Saab, señalado como testaferro de Nicolás Maduro, hasta Miami.

Alrededor de las 5:00 pm comenzó a circular un video en el que José Pereira, uno de los seis de Citgo, advertía que había ”preocupación” tanto en ellos como en sus familias porque presentían que habría una retaliación por la extradición de Saab.

Verónica Vadell, hija de Tomeu Vadell, otro exejecutivo de Citgo confirmó que nuevamente fueron trasladados al Sebin en El Helicoide en Caracas.

“Estamos cansados de estar separados de nuestros familiares. Los queremos de vuelta en casa”, afirmó Vadell.

Tomeu Vadell, vicepresidente de operaciones de refinación; Alirio Zambrano, vicepresidente y gerente general de la refinería de Corpus Christi; Jose Luis Zambrano, vicepresidente de servicios compartidos; Gustavo Cárdenas, vicepresidente de relaciones estratégicas con accionistas, gobierno y asuntos públicos; Jorge Toledo, vicepresidente de suministro y marketing y José Pereira, presidente interino de Citgo, están detenidos desde noviembre de 2017 cuando estaban en un evento en la sede de la petrolera estatal Pdvsa en Caracas. Los cinco primeros son ciudadanos estadounidenses, mientras que Pereira es venezolano pero con residencia permanente en Estados Unidos. Para aquel momento vivían en Texas y estaban en el país de paso.

De acuerdo con la abogada María Alejandra Poleo, el traslado de los empleados de Citgo se debió a un “presunto examen médico” que se practicaría en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) del Helicoida, aunque advirtió que tal acción era la “moneda de cambio” por el traslado del supuesto diplomático de Maduro.

“Cómo trasladar nuevamente a los SEIS DE CITGO al helicoide, cuando están sacando a los presos de allí por el brote de COVID-19. El Ing Alirio Zambrano sufre de insuficiencia pulmonar, el ESTADO nuevamente jugando con la salud y vida de los presos políticos”, dijo vía Twitter la abogada.

DDHH olvidados | Luis Carlos Díaz: “Fueron las dos horas más largas de mi vida porque pensé que iba a morir”
El periodista Luis Carlos Díaz fue víctima de detención arbitraria, desaparición forzosa y tratos crueles e inhumanos en 2019. Dos años después, las medidas cautelares impuestas siguen restringiendo sus libertades 

@ValeriaPedicini

 

Luis Carlos Díaz acostumbraba ir y regresar de su trabajo en la emisora Unión Radio en bicicleta. El 11 de marzo de 2019 no fue la excepción. Eran alrededor de las 5:30 de la tarde cuando el periodista volvía a su hogar por el Country Club, la misma vía que siempre transitaba, cuando dos vehículos que lo seguían bloquearon su paso y varios hombres armados se bajaron. 

Los carros no tenían placa y los hombres ni siquiera estaban identificados. “No se preocupe, somos del Sebin. Tenemos que llevarte a una entrevista”, le dijo uno de ellos. Lo obligaron a subir a una de las camionetas y le cubrieron la cara con una chaqueta de cuero. 

El también defensor de derechos humanos estuvo desaparecido por más de ocho horas. Ni su esposa Naky Soto ni sus compañeros de trabajo se preocuparon hasta que dieron las 10pm y no estaba en la radio para una jornada especial que haría hasta las 5am.

Luis Carlos no contestaba las llamadas, no había tuiteado, no estaba en la emisora, no estaba en casa. Fue ahí cuando Naky se preocupó, así que hizo pública su preocupación en su cuenta de la red social Twitter preguntando con la etiqueta #DóndeEstáLuisCarlos.

“Perdí contacto con Luis Carlos a las 5:30 de la tarde, cuando me dijo que venía a casa a descansar porque esta noche haría una jornada especial en Unión Radio desde las 10:00 pm hasta las 5:00 am. El caso es que Luis Carlos no llegó y no me preocupé porque asumí que prefirió aprovechar la electricidad y la conexión de Unión Radio quedándose allá, pero hace media hora me llamaron para avisarme que lo estaban buscando porque no está en la emisora”. 

¿Dónde estaba Luis Carlos?

Una vez dentro de la camioneta, los efectivos le dijeron a Luis Carlos que lo llevaban a un lugar que no podían revelar. Pero el exdirector del Sebin confirmó después públicamente que los funcionarios lo habían llevado a una de las “casas de seguridad del Sebin”.

Ahí le quitaron todas sus pertenencias, lo amenazaron, le exigieron las contraseñas de su computadora y de su teléfono móvil. Horas después, lo obligaron a entrar a una habitación y le dijeron: “Ahora estás en manos de la Dgcim”. 

A Luis Carlos lo interrogaron y maltrataron durante tres horas. Lo asfixiaron, le golpearon la cabeza mientras llevaba un casco de bicicleta, le apretaron los genitales y le ataron las manos. Contó que también lo amenazaron con romperle los dedos y con utilizar un taladro en su cuerpo.

Efectivos de la Dgcim quisieron obligarle a que grabara un video en el que confesara que él había había recibido dinero para sabotear el sistema eléctrico (afirmación que amenazaron con respaldar plantándole $100.000 dólares) y que había viajado a México la semana anterior para reunirse con el Gobierno mexicano y recibir dinero de éste para provocar apagones eléctricos. 

Asimismo, le dijeron que les acusarían a él y a su esposa de homicidio, diciendo que habían colocado un cadáver en su apartamento. Le comentaron que habían efectuado los disparos desde las manos de su esposa para dejar rastros de pólvora en ella. 

Cerca de la medianoche, funcionarios de la Dgcim le dijeron: “Estamos cansados de ti, te vamos a matar. Te vamos a colgar del techo y te vamos a matar, y le enviaremos el video a tu esposa”.

Lo llevaron hasta un rincón y lo dejaron ahí por dos horas. “Fueron las dos horas más largas de mi vida porque pensé que iba a morir”, relató Luis Carlos.

Después de ese tiempo, le levantaron la capucha y tenía en frente a los funcionarios del Sebin que le habían detenido. Uno de ellos le dijo: “Espero que te hayan tratado muy bien. Todo lo que hicieron, no fuimos nosotros”. Los efectivos lo obligaron a firmar un documento en el que decía que le habían tratado bien.

El supuesto promotor de un apagón nacional

Días antes de su detención, Diosdado Cabello había reproducido  en su programa Con el Mazo Dando un clip de un montaje de video editado con extractos empalmados de un programa del 26 de febrero de 2019 en el canal de YouTube de Luis Carlos Díaz. En el programa original de 22 minutos, Luis Carlos y Naky respondieron a 16 preguntas recibidas de sus seguidores sobre diversos temas.

El 11 de marzo de 2019, el Ministerio Público solicitó una orden de aprehensión con base en una Acta de Investigación Criminal de un inspector del Sebin, también de fecha 11 de marzo de 2019. También ese mismo día, 11 de marzo de 2019, el Juez Trigésimo Primero de Control Penal ordenó la aprehensión de Luis Carlos. El Juez de Control se refirió a los argumentos expuestos por el Ministerio Público, con base en la investigación del Sebin.

Los abogados defensores informaron que, según el acta de investigación del Sebin de dos páginas y media, el 7 de marzo de 2019, el inspector inició una investigación en “diferentes redes sociales”, ya que el país sufría cortes de energía eléctrica. El inspector dijo que las investigaciones lo llevaron al video del 26 de febrero, publicado en el canal de YouTube de Luis Carlos. 

El informe no incluía citas directas del programa del 26 de febrero de 2019 ni otras referencias sobre cuándo y cómo supuestamente se hicieron las declaraciones concretas. 

No obstante, concluyó que el vídeo estaba orientado a “llamados a los funcionarios de estado, específicamente al Personal Militar activo, para que desconozcan sus mandos naturales y se sumen a un rebelión, fomentando la violencia extrema para así pretender el derrocamiento del Gobierno”. También, alegó que el vídeo proporcionaba “sugerencias para la difusión de eventos violentos que posiblemente se presentarían con el apagón”.

¿Qué vino después? 

Tras la denuncia hecha por Naky Soto, efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia realizaron un allanamiento en su vivienda a las 2:30 am del martes 12 de marzo y se llevaron a Luis Carlos con ellos. Durante la sesión de interrogatorio, miembros de la Dgcim preguntaron si tenía dinero en casa. El periodista les dijo que tenía ahorros de unos 6.000 dólares para pagar una operación quirúrgica para su esposa.

Tras el allanamiento, Soto volvió a entrar en el apartamento y se dio cuenta de que los funcionarios del Sebin se habían llevado el dinero. Ese dinero no aparecía en el informe de investigación del Sebin ni en la cadena de custodia. También, incautaron diversos equipos de computación. Entre los equipos estaban los respaldos médicos de Naky Soto, dispositivos que hasta la fecha no han sido devueltos y afectaron su atención médica. .

Después del allanamiento, a Luis Carlos lo llevaron a El Helicoide. Estuvo incomunicado en una celda sucia con un colchón delgado, sin acceso al baño ni información alguna sobre su detención o el proceso legal que había en su contra. Esto se lo contó a una fiscal del Ministerio Público que se presentó en la sede de la policía política el 12 de marzo en la mañana para tomar sus declaraciones. Cuando se las presentó al periodista para que las firmara, no reflejaban las supuestas violaciones que él le había descrito. 

En horas de la tarde fue trasladado a los Tribunales de Control por funcionarios del Sebin.  Luego de más de dos horas de audiencia pública en las que relató todo lo que le había sucedido desde el día anterior, le imputaron el delito de “instigación pública” del artículo 285 del Código Penal. Además, le dictaron 3 medidas cautelares: prohibición de salida del país, prohibición de declarar a medios sobre su caso, y régimen de presentación cada ocho días.

Dos años después y el sistema de justicia sigue en deuda con el periodista y activista por los derechos humanos. La Fiscalía nunca presentó pruebas en contra de Luis Carlos Díaz; sin embargo, después de vencido el plazo legal del proceso de investigación, el Tribunal le otorgó a los fiscales un año más para recopilar información sobre el caso y entregar su acto conclusivo, a más tardar el 9 de diciembre de 2020.

Tres meses después de vencido el plazo, la Fiscalía aún no ha presentado el acto conclusivo de la investigación ante el Tribunal 31 de Control del Área Metropolitana de Caracas. No obstante, se desconoce la fecha exacta en la que la Fiscalía debe entregar este documento, pues  el Tribunal Supremo de Justicia ha emitido diversas resoluciones a propósito de la cuarentena por COVID-19 que ajustaron los lapsos de trabajo efectivo del sistema judicial.

La defensa de Díaz, ejercida por Espacio Público, solicitó un pronunciamiento por parte del Tribunal el 09 de diciembre de 2020 y el 12 de febrero de 2021, pero aún no hay respuesta.

Desde el año 2019 no ha podido salir del país, lo que le ha impedido cumplir con compromisos familiares, laborales, y como defensor de los derechos humanos. Por otra parte, la prohibición de hablar sobre su caso es una práctica restrictiva que impone el silencio y la opacidad sobre lo ocurrido.

¿Qué dice la Misión de la ONU? 

El caso de Luis Carlos está reflejado en el más reciente informe de la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre Venezuela del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Específicamente, en el apartado sobre las discrepancias en la emisión de órdenes de aprehensión, los registros de detención emitidos por los órganos de inteligencia o policías y los documentos preparados por el Ministerio Público.

«Jueces y fiscales desempeñaron un papel directo en las discrepancias observadas en los casos examinados, como la emisión retroactiva de órdenes de aprehensión, o un papel indirecto, como la inclusión sistemática de actas de detención inexactas o engañosas en el expediente judicial, a pesar de que dichas discrepancias fueron planteadas en las presentaciones de la defensa». 

La versión de lo ocurrido con el periodista descrita en el acta de aprehensión hecha por el Sebin no se parece en nada a lo que contó Luis Carlos a la ONU. 

Según el informe del Sebin, el 11 de marzo de 2019, seis efectivos estaban haciendo un «recorrido estratégico” cerca del centro comercial San Ignacio cuando “se logró avistar a un sujeto que reunía las características físicas” del activista. Esa acta afirma que un funcionario se acercó a Luis Carlos para decirle que era objeto de una orden de aprehensión y le leyó sus derechos. 

Entre los hallazgos de la Misión, encontraron que las discrepancias permitían: encubrir la ausencia de una orden de detención al momento en que esta fue practicada así como la falta de presentación del detenido ante un juez o jueza dentro de los plazos legales; dar la impresión de que, durante un determinado período de tiempo, la persona detenida no había estado bajo el control del Estado; y reflejar en las actas que se estaban respetando sus derechos, en contra de lo relatado por estas personas.

En dicho informe, la Misión documentó 19 detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de corta duración de militares, las cuales fueron sostenidas por fiscales y jueces mediante la
emisión de órdenes de aprehensión ex post facto. «En todos los casos, la DGCIM retuvo a las personas detenidas sin supervisión legal durante un período de aproximadamente una semana, durante
el cual funcionarios presuntamente perpetraron graves actos de tortura psicológica, física y sexual durante los interrogatorios en La Boleíta o en lugares clandestinos». 

 

Denuncian que efectivos de la DGCIM sacaron de una clínica al general Naranjo Suárez para encarcelarlo

Efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) sacaron esposado de la Clínica Metropolitana al general de división Pedro Naranjo durante la noche de este viernes 10 de septiembre, a pesar del estado crítico de salud en el que se encuentra tras haber sufrido un ACV. 

«El general Pedro Naranjo Suárez, preso político recluido en #DGCIM fue diagnosticado con tumor cerebral severo. Este es el momento en que #DGCIM se lo lleva esposado de la Clínica anoche, luego de ser trasladado d emergencia el 9/9 xq se presumía había sufrido un ACV», publicó la abogada y directora ejecutiva de Casla Institute, Tamara Sujú.

El militar estaba recluido en dicho centro de salud desde hace un par de días sufriera un edema cerebral, paralizándole la mitad de su cuerpo. «No tuvo ningún tipo de asistencia médica, sino tres días después que lo llevaron a la Clínica Metropolitana», contó Verónica Naranjo, hija del general, en un video difundido en Twitter.

Según la versión que maneja la abogada, aseguró que los médicos de la Policlínica Metropolitana que le atendieron advirtieron que el general Naranjo pudiera «sufrir convulsiones o incluso entrar en coma». 

«Caso que demuestra una vez más el trato cruel e inhumano que la estructura Criminal del regimen da a sus oponentes. El Informe médico es muy claro en la enfermedad que padece», publicó en su cuenta de la red social Twitter. Recordó que Naranjo Suárez tiene medidas cautelares de protección emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 

La joven sostuvo que los efectivos decidieron «llevárselo a las celdas del Dgcim sin ninguna contemplación a la continuidad del tratamiento que esta recibiendo», a pesar del estado crítico en el que se encuentra. 

Naranjo está detenido desde el 21 de mayo de 2018, tras ser vinculado por el gobierno de Nicolás Maduro al caso “Armagedón”. Fue encarcelado junto con otros siete militares y un civil; les acusaron de traición a la patria, instigación de la rebelión, motín y contra el decoro militar.

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, se hizo eco de la declaración de la hija del detenido, quien explicó que el diagnóstico es «tumor cerebral isquémico con componente hemorrágico». 

Por su parte, Luis Almagrosecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), manifestó: «Urjo al régimen venezolano a respetar el derecho a la vida, la integridad y la salud del General Pedro Naranjo Suárez. El Estado, desde su posición de garante de derechos de las personas privadas de libertad, debe implementar medidas urgentes para su atención médica inmediata». 

 

DDHH olvidados | 46 días de detención por pensar distinto

Karen Palacios estaba en casa de su abuela en Los Teques cuando efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) vestidos de civil la fueron a buscar. Era 1 de junio de 2019. Le dijeron a la clarinetista del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles que eran profesores de música y que estaban interesados en su contrato filarmónico. 

A su madre Judith Pérez le pareció rara la situación, tenía sus dudas. Pero los hombres insistieron en que habían ido desde las oficinas del Palacio de Miraflores con la finalidad de hacerle una entrevista. Ya en el vehículo, vieron armas y chalecos. Uno de ellos les dijo que no había de que preocuparse, que serían devueltas a casa después de la entrevista. Al llegar a Caracas, no se dirigieron hasta el centro de la ciudad, sino que fueron llevadas a la DGCIM Boleíta. 

Los funcionarios llevaron a Karen adentro, mientras su madre esperaba afuera con la promesa de que solo interrogarían a su hija y volverían pronto. Eran aproximadamente la 1:00 p.m. Cinco horas después, le dieron un teléfono con la voz de su hija al otro lado para decirle que iba a ser retenida hasta su audiencia de presentación ante el tribunal el lunes siguiente. Sin orden judicial y de forma arbitraria. 

Días antes, el 26 de mayo de 2019, Karen Palacios había publicado comentarios en su cuenta personal de Twitter que se hicieron virales. En ellos criticaba a la Orquesta Filarmónica Nacional alegando que su contrato había sido cancelado debido a sus opiniones políticas. “El día de hoy, después de la novena función del Popol Vuh me comunican que mi contrato fue rechazado porque he firmado en contra del régimen». Ahora me pregunto yo, cuando ellos me llamaron para ofrecerme el contrato ¿por qué no me dijeron que era requisito pensar igual que ellos?”, dijo en esa oportunidad. 

La joven estuvo desempeñando como primer clarinete en la Orquesta Filarmónica Nacional mientras esperaba un contrato de tres meses que el conjunto le había ofrecido para entrar oficialmente a la agrupación.

Tres días después, una cuenta que apoyaba al Gobierno publicó capturas de pantalla de comentarios hechos por Karen. Entre ellos, uno que decía: Porque de verdad espero leer, en una noche de insomnio, que Maduro huyó, que lo mataron, que lo apresaron, o cualquier vaina que me haga feliz”.

El 3 de junio de 2019, la joven de 25 años compareció ante el Quinto Tribunal de Control, acusada de instigación pública a cometer un delito o al odio, y se le concedieron medidas no privativas de libertad. 

El juez emitió una orden de excarcelación y el defensor público presentó al día siguiente los documentos necesarios para la excarcelación la muchacha. Pero cuando su madre fue a la DGCIM, le negaron que hubiera órdenes de excarcelación. En el tribunal, funcionarios judiciales explicaron que la orden no había sido procesada. 

El 18 de junio de 2019, un tribunal emitió oficialmente la orden de excarcelación, pero Karen permaneció en custodia en Boleíta. Su madre no dejó de solicitar su liberación, aunque no recibió respuesta de las autoridades. 

Karen estuvo detenida en una celda sin ventanas en el sótano, con otras nueve mujeres con quienes tenía que compartir una litera de dos camas. Les dejaban encendidas las luces blancas brillantes para que no pudieran dormir. También fue torturada psicológicamente: recibió amenazas de muerte, por esa razón tenía miedo de dormir por las noches. 

Durante el mes y ocho días que estuvo en la DGCIM, la muchacha no pudo recibir visitas de su abogada ni de su familia. Su madre iba todos los días para llevarle agua potable y a veces los funcionarios le permitían entregarle papel higiénico y toallas sanitarias. 

El 8 de julio, Karen Palacios fue trasladada junto a otras siete mujeres al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), a pesar de que sus abogados no tenían conocimiento del cambio. 

Tarek William Saab, fiscal designado por la asamblea constituyente, anunció el martes 16 de julio por televisión que Karen había sido detenida porque “instigó, a través de redes, a que fuese asesinado el Presidente de la República y cualquier otro chavista”. Dijo que la joven había sido puesta en libertad, aunque era falso. 

Horas después, en horas de la noche, llegó al INOF una notificación por correo electrónico ordenando la excarcelación de la clarinetista con medidas no privativas de libertad. 

Estuvo 45 días detenida. Después de su liberación, la audiencia preliminar ha sido diferida numerosas veces. La audiencia había sido prevista para marzo de 2020, pero se aplazó de nuevo por las medidas de prevención por el coronavirus. 

 

Traslado de presos de la Dgcim y Sebin fue prorrogado por 30 días
Desde mayo el régimen chavista inició a la transferencia de custodia de los reos de la Dgcim y el Sebin al Ministerio de Servicios Penitenciarios

El traslado de presos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), fue prorrogada por 30 días más.

La información la dio a conocer el abogado Joel García, defensor de los derechos humanos. Detalló que la decisión se publicó en la Gaceta Oficial Nº 42.147 con fecha del viernes 11 de junio.

“Según Gaceta Oficial N° 42.147 de fecha viernes 11/06/2021 y Decreto 4528, se prorroga por un lapso de 30 días el traslado de los presos, que aún se encuentran en la DGCIM y SEBIN a los establecimientos penitenciarios”, publicó en su cuenta de Twitter.

Vale recordar que, desde mediados de mayo, el régimen chavista inició a la transferencia de custodia de los reos de la Dgcim, adscrito al Ministerio de Defensa; y del Sebin, dependiente del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia; al Ministerio de Servicios Penitenciarios, lo que implica el traslado a cárceles comunes.

La situación fue alertada y denunciada por defensores de los derechos humanos en el país, así como por los abogados de los presos afectados por la medida, pues este proceso se realizó sin aviso previo y en detrimento de la normativa vigente.

El pasado 11 de junio, la ministra de Servicio Penitenciario, Mirelys Contreras, informó que el proceso de traslado comenzó con un primer grupo, que sería radicado en las regiones Capital y Central, principalmente en las cárceles de Rodeo, Yare y el Complejo Judicial Carabobo; por lo que restaban otros grupos.

Al respecto, la funcionaria chavista destacó que intentaban organizar los traslados de forma que los presos se localizaran en una cárcel cercana al tribunal en el que tienen abiertos sus expedientes.

«Estamos procurando que los reclusos estén cerca del tribunal donde tienen abierto el expediente. Esto con la idea de no retrasar su proceso judicial por razones de traslado, entre otros», explicó.

Con información de TalCual

Presos políticos y comunes en Venezuela

@cnietopalma

Nuevamente el tema de los presos políticos y comunes vuelve a la discusión de la opinión pública, a raíz del decreto 4610 publicado en la Gaceta Oficial número 42.125, con fecha del 12 de mayo. Este ordena a la DGCIM y al SEBIN transferir el ejercicio de las funciones de custodia de personas privadas de libertad al Ministerio para el Servicio Penitenciario.

Esta decisión ha sido cuestionada por familiares de los presos políticos que se encuentran en estos recintos y que han manifestado su negativa a que estos permanezcan junto a presos comunes en sus sitios de reclusión.

Quiero aclarar que la legislación venezolana, tanto en el Código Orgánico Penitenciario, como el decreto de creación del Ministerio para el Servicio Penitenciario, establece que los privados de libertad, sean procesados o penados, deben estar bajo el control de este ministerio.

No hay, al menos legalmente, ninguna normativa que establezca que los presos políticos y comunes deben estar en sitios diferentes.

De hecho, existe un buen número de presos políticos que han cumplido su detención en cárceles comunes, aun sin la existencia de este decreto; al igual que hay presos comunes detenidos en la sede del SEBIN.

Tengo claro que la gran diferencia que existe entre los presos políticos y los comunes es que los primeros no cometieron delito alguno, más allá de pensar diferente y luchar por la salida de la dictadura que vivimos los venezolanos. En cambio, los presos comunes están privados de su libertad por haber delinquido. O por presuntamente haberlo hecho, si tomamos en cuenta que el 70 % de los privados de libertad en Venezuela sufren de retardo procesal. De modo que, según el artículo 49 de la Constitución nacional, son presuntamente inocentes por no tener una sentencia definitivamente firme.

Este decreto, lleno de una cantidad de considerandos innecesarios, solo viene a reafirmar lo que ya dice nuestra legislación respecto a quién se encarga de garantizar las condiciones de vida y respeto a los derechos humanos de los presos venezolanos.

Entiendo la preocupación de los familiares de los presos políticos por las condiciones infrahumanas en que están las cárceles comunes a las cuales serían enviados estos, según el decreto, en un lapso de 30 días. Aunque igualmente pienso que no es muy diferente a la que se vive en los lugares donde están actualmente detenidos y donde sus derechos humanos son violados de manera constante.

Reiterando que hay presos políticos que han estado en cárceles comunes desde hace tiempo, me viene a la memoria el caso de los 13 indígenas de la etnia pemón, apresados en diciembre de 2019, tras ser acusados de participar en el asalto a un cuartel militar en el estado de Bolívar, ocurrido el día 22 de ese año y que permanecieron en la cárcel Rodeo 2 desde su detención hasta el pasado 13 de febrero, cuando fueron liberados. En este caso es importante recordar que a comienzos de este año, uno de estos detenidos, Salvador Franco, falleció en el centro de detención que se encontraba, supuestamente víctima de tuberculosis que no fue atendida por las autoridades encargadas de su custodia.

Me atrevo a pensar que el objetivo de cerrar como centro de detención las instalaciones del SEBIN y DGCIM, es eliminar las evidencias de los centros de tortura que funcionan en ambos recintos, a raíz de la investigación que se sigue en la Corte Penal Internacional, pero los testimonios de las víctimas y sus familiares no podrán callarlos.

Por último, como lo he dicho muchas veces, los presos venezolanos tienen derechos humanos, al igual que el resto de la población; esto está bastante claro en el artículo 272 de nuestra Constitución nacional. Y estos le deben ser garantizados por las autoridades encargadas de su custodia.

Instagram: @carlos_nieto_palma

cnietopalma@gmail.com

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Dos generales procesados por intento de magnicidio fueron trasladados a Ramo Verde
Al menos unos 50 presos han sido transferidos centros de detención de sedes de organismos de seguridad como el Sebin, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y el Dgcim, a cárceles comunes

 

Este jueves, 3 de junio, el periodista de sucesos Javier Ignacio Mayorca, informó que los generales Alejandro Pérez Gámez y Héctor Hernández da Costa, acusados de participar en el intento de «magnicidio frustrado» que sufrió Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto de 2018, en la Avenida Bolívar de Caracas, fueron trasladados desde la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) de Boleíta, donde se encuentran recluidos desde 2018, a la cárcel de Ramo Verde.

A través de su cuenta en Twitter, Mayorca también informó que otros cuatro civiles involucrados en la misma causa por la que acusan a los dos militares, fueron llevados a las prisiones Yare y El Rodeo II.

De esta manera, el régimen continúa con su proceso de traslado de presos políticos, pues al menos unos 50 han sido transferidos centros de detención de sedes de organismos de seguridad nacional como el Sebin, las FAES y el Dgcim a cárceles comunes.

El Gobierno sustenta esta operación en una supuesta reforma que realiza al Sebin y al Dgcim, en un intento por lavarles la cara para cumplir con las observaciones elevadas por la Corte Penal Internacional (CPI) por posibles crímenes de lesa humanidad cometidos por funcionarios de estos órganos.

*Con información de TalCual