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Capitán Acosta Arévalo

Informe de Misión de la ONU en Venezuela corrobora denuncias de torturas a presos políticos
Una de las acciones impuestas en la DGCIM y el SEBIN es la figura de la desaparición cuando una persona es detenida

Desde octubre se ha venido realizando una serie de audiencias de los juicios políticos, muchos de ellos engavetados (archivados), con presos que tienen años detenidos. La acción responde a la recomendación de la Comisión de Bachelet sobre acelerar los casos, entre esos más de una docena de conspiraciones.

En las audiencias hay muchas denuncias sobre las torturas recibidas por los militares y civiles desde el momento en que son detenidos. La mayoría tiene coincidencia. Lo insólito es que no se le da curso a la gravedad que representa el hecho. No es cualquier cosa violar derechos humanos.

La Misión de Determinación de los hechos que se reactiva en sus funciones dentro de unas semanas, dijo en su último informe que investigó 77 casos en los que la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) arrestó, detuvo y torturó a oficiales militares activos y retirados y a personas civiles asociadas.

Detalló ocho de esos 77 casos, basándose según explican en información directa, que contempló entrevistas, expedientes de causas judiciales, grabaciones de video, “también en información fidedigna reunida por fuentes indirectas fiables”.

Reconocen haber revisado la información recibida por el Foro Penal sobre 339 detenciones de personal militar y personas civiles asociadas. Para ese momento hablaron de 187 detenidos, 61 con medidas sustitutivas y 41 en libertad. “En unos pocos casos, la DGCIM arrestó, detuvo y torturó a civiles no afiliados a ninguna operación o personal militar”.

Los pasos de los arrestos

Es muy importante acercar el foco a los arrestos que hace la DGCIM y que el informe de la ONU explicó muy bien, porque siguen patrones similares, muchos de ellos denunciados en el marco de los juicios que se están llevando a cabo actualmente.

La Misión identifica los siguientes:

1. Tuvieron lugar durante el día, ya sea en el lugar de trabajo del detenido o en la base militar o en las instalaciones de la DGCIM, en ocasiones después de que el detenido fuera convocado a una reunión.

2. Los oficiales de la DGCIM no se identificaban y a menudo tenían el rostro cubierto y/o usaban alias. No obstante, su afiliación institucional era evidente por sus uniformes o, en algunos casos, por el logotipo de los vehículos.

3. Los arrestos tuvieron lugar en diferentes lugares del país. En los casos revisados, los arrestos se realizaron en 13 de los 23 estados de Venezuela.

4. Los detenidos fueron llevados a la sede central de la DGCIM en Boleíta en Caracas, ya sea directamente o pasando primero por sitios clandestinos de detención, por un periodo de horas o días.

5. Durante los traslados, la mayoría de las víctimas tenían los ojos vendados o eran traídas por rutas indirectas, supuestamente para confundirlas sobre su paradero.

6. La Misión identificó un patrón en el que los funcionarios de la DGCIM no presentaban órdenes de detención y/o no explicaban el motivo de la detención en el momento del arresto, en violación de las normas nacionales e internacionales de derechos humanos.

7. La Misión tiene motivos razonables para creer que esa práctica era habitual.

8. En todos los casos investigados, salvo uno, la Misión observó una discrepancia entre la fecha del último paradero conocido de la víctima y la fecha oficial de detención o la fecha oficial de la orden de aprehensión.

9. Las actas oficiales solían señalar la fecha de detención dentro de las 48 horas anteriores a la fecha de la audiencia de presentación, supuestamente para cumplir el plazo establecido por la ley para la presentación ante un tribunal después de la detención. Por ejemplo, se desconocía el paradero del capitán Rafael Acosta Arévalo desde el 21 de junio de 2019, según lo anunciado por su familia en los medios de comunicación social, pero su fecha oficial de detención aparece como el 26 de junio de 2019, dos días antes de su audiencia de presentación.

10. En cada uno de los casos que la Misión investigó, en las horas o los días siguientes a las detenciones, las autoridades gubernamentales de alto nivel hicieron declaraciones públicas sobre los delitos de los que el detenido era culpable y a veces mostraron información que lo respaldaba, como las imágenes de video recogidas por los informantes de las reuniones en las que supuestamente se habían planeado intentos de golpe de Estado.

11. La Misión observa que esas declaraciones perjudicaron la presunción de inocencia y además ejercieron presión sobre los agentes judiciales, en violación de los párrafos 1 y 2 del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Entre los representantes del Gobierno que formularon declaraciones con frecuencia se encontraban el Presidente Maduro, Diosdado Cabello (en su programa de televisión “Con el Mazo Dando”); el Ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez Gómez; el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; y/o el Ministro del Interior, Néstor Reverol.

“Llegó a tener desprendimiento de testículos a causa de las torturas”: El sufrimiento del capitán Caguaripano

La costumbre de desaparecer

Una de las acciones impuestas en la DGCIM y en el SEBIN es la figura de la desaparición cuando una persona es detenida. Eso permite que la torturen sin notificar ante el Tribunal que está bajo custodia del organismo en cuestión.

La comisión de la ONU reveló que tuvo motivos fundados “para creer que algunos disidentes militares y personas relacionadas con ellos fueron objeto de desapariciones forzadas de corta duración”.

“Una vez detenidos, militares y civiles asociados fueron mantenidos sin ningún contacto con el mundo exterior, durante periodos de cinco a siete días sin poder llamar a familiares o abogados para informarles de su paradero”.

Lo que ha sucedido en cientos de casos, los familiares de los detenidos se presentan a las oficinas de la DGCIM para averiguar su paradero. “En algunos casos, no se les proporciono información y en otros, el personal de la DGCIM negó tener conocimiento del paradero de los detenidos”.

Es relevante lo que indicó la Misión. “Las normas internacionales de derechos humanos no establecen un periodo mínimo de tiempo durante el cual un detenido deba ser sometido a una desaparición forzada para que se produzca la violación”.

La investigación que hizo la Misión les reveló que “la DGCIM detenía con frecuencia a las personas en centros de detención clandestinos o non-oficiales, especialmente en las primeras horas o días de detención. El examen de los casos por la Misión reveló que desde 2018, el uso de estas instalaciones por parte de la DGCIM ha incrementado”.

“Los primeros días de la detención personas detenidas fueron llevadas a la sede de la DGCIM Boleíta o a centros no oficiales de detención”. Identificó seis lugares de detención clandestinos:

• Un sitio en San Bernardino cerca de Crema Paraíso.

• Una casa en el área de Bello Monte de Caracas.

• Una casa en la urbanización San José en el Fuerte Tiuna o cerca, en Caracas.

• Un sitio en el Fuerte Tiuna donde el Ministerio de Defensa y el Comando del Ejercito tienen su sede.

• Un sitio comúnmente conocido como Sorocaima o La Mariposa en la zona militar de San Antonio de Los Altos en el estado Miranda.

• Una ubicación en la zona montañosa del municipio de El Hatillo, estado Miranda.

Es tortura

Los investigadores de Naciones Unidas dijeron tener “motivos razonables para creer que el trato infligido a los detenidos militares en los casos investigados equivale a tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. La tortura se define como los actos que causan dolor o sufrimiento grave, ya sea físico o mental. Para que puedan calificarse como tortura, esos actos deben ser infligidos intencionadamente, cometidos con un propósito especifico e implicar a un/a funcionario/a publico/a, ya sea directa o indirectamente”.

“El propósito específico podría incluir la obtención de una confesión, la obtención de información, el castigo, la intimidación, la humillación, la coerción o cualquier razón basada en la discriminación”.

“Oficiales de la DGCIM cometieron torturas contra los detenidos en cada uno de los casos estudiados”, asevera la Misión y es exactamente lo que demuestran los testimonios de los militares detenidos y torturados, que son simbólicos como los casos de Igber Marín Chaparro y el coronel Jonny Mejía Laya.

“Los actos de tortura se produjeron generalmente durante los interrogatorios, poco después del arresto mientras los detenidos estaban incomunicados y antes de la audiencia de presentación. Algunos detenidos también fueron torturados durante periodos posteriores de detención en Boleíta”.

“Las preguntas formuladas a los detenidos sugieren que los actos se llevaron a cabo para obtener una confesión del detenido, obtener información sobre la participación de otros en presuntas conspiraciones y/o castigar al detenido”.

Es importante lo que revela el informe sobre lo que un ex funcionario de Dgcim le dijo a la Misión, confirmando la tortura en la DGCIM. “La fuente dijo: ‘Había tortura en los centros de detención. Lo supe por los colegas que me hablaron de ello. Tenías que sacarle la información a la persona a cualquier precio’”.

Los investigadores dijeron que tienen información sobre los patrones de conducta y los métodos de tortura utilizados por oficiales masculinos y femeninos de la DGCIM, contra militares y personas asociadas. “Los casos examinados sugieren que los métodos de tortura de la DGCIM evolucionaron entre 2014 y 2020, con una agudización de la violencia desde 2017”.

Militares implicados en la muerte de Acosta Arévalo fueron condenados a 6 años de prisión

LOS DOS MILITARES IMPUTADOS por la muerte del capitán corbeta Rafael Acosta Arévalo fueron condenados hoy a seis años y ocho meses de prisión. 

La información la dio a conocer Alonso Medina Roa, abogado y especialista en Derecho Penal a través de su cuenta en Twitter, afirmando que la audiencia se realizó sin la previa notificación a la representación de la víctima lo que constituye una burla a las normas procesales. 

Los guardias nacionales permanecerán recluidos en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas, donde estaba detenido el capitán de corbeta.

El Teniente Ascanio Antonio Tarascio (23) y el sargento Estiben Zarate (22), ambos integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana fueron acusados de «homicidio preterintencional con causal» por la muerte de Acosta el pasado 29 de junio. 

Acosta Arévalo era acusado por funcionarios del Ejecutivo de Nicolás Maduro de estar involucrado junto a otras personas en un supuesto plan para asesinar al gobernante venezolano, pero nunca se le pudo imputar delito alguno pues al momento de su audiencia preliminar, el juez ordenó su traslado inmediato a un hospital al ver su condición.

Revelan las graves torturas que aseguran recibió el capitán Acosta Arevalo

ESTE 12 DE JULIO LA DEFENSORA de los derechos humanos Tamara Suju hizo públicas varias de las torturas a las que fue sometido el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo los días previos a su muerte.

Durante su participación en la conferencia Crímenes Internacionales en Venezuela, la directora del Instituto Casla afirmó que “al capitán Acosta y varios de los detenidos en su causa se los llevaron a un lugar boscoso en las afueras de Caracas, donde los colgaron desnudos con los brazos atados en la espalda de un árbol, con los ojos cubiertos por un cartón. La escena parece extraída de una película de horror, donde varios seres humanos estaban colgados uno detrás de otros en distintos arboles gritando y escuchando cómo gritaban sus compañeros”.

Aseguró Suju que todos fueron golpeados en áreas como la cabeza, las costillas, el abdomen, el tórax, los codos, las rodillas y los pies.

La información coincide con lo dicho en días pasados por el director de actuación procesal del Ministerio Público en el exilio, Zair Mundaray, quien filtró hallazgos médicos según los cuales Acosta Arévalo tenía 16 costillas fracturadas, el tabique nasal y un pie fracturados, excoriaciones en hombros, codos y rodillas, hematomas en los abductores, lesiones similares a latigazos en la espalda, y signos de pequeñas quemaduras en ambos pies, que se presumen de electrocución.

Sigue leyendo esta nota de Orianny Granado en Tal Cual

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 12.07.2019: MEDIO: Acusa otro ex DGCIM
MEDIO
ACUSA OTRO EX DGCIM:

En una carta exclusiva enviada al diario español El Mundo el famoso M/G Hugo (Pollo) Carvajal, ex jefe del DGCIM, Dirección de Contra Inteligencia Militar, denunció desde la prisión de Extremera -(donde se encuentra recluido acusado por EE.UU. de tráfico de drogas y donde espera una posible extradición)- los crímenes de lesa humanidad “que se han convertido en una constante en el régimen de Nicolás Maduro”. Según Carvajal Maduro ha designado a «generales sin escrúpulos como jefes de los cuerpos de inteligencia y seguridad», a los que «ha permitido desatar su naturaleza criminal en el intento de permanecer en el poder a cualquier costo». Por eso, «el vil asesinato del capitán Acosta es sólo la última puesta en evidencia del terrorismo de estado ordenado por el líder de la cúpula psicópata que insiste en aniquilar al pueblo venezolano».

«Un hecho como este refleja lo que han vivido miles de secuestrados, incriminados, torturados y asesinados por la DGCIM», añade el recluso, que se encuentra a la espera de que se resuelva su extradición. Afirma que «durante los 8 años que dirigí la DGCIM hice todo lo que estuvo a mi alcance para hacer que la institución respetara los derechos humanos, el debido proceso y la soberanía nacional», prosigue su misiva. «Así, convoqué a trabajar a los comisarios más antiguos de la institución, personas honestas y profesionales a quienes agradezco haberme ayudado a formar esa cultura de trabajo durante aquellos años. A las pruebas me remito, y si alguien tiene alguna acusación que contraríe esto, espero que la haga con pruebas», enfatiza. Sigue el texto así: “No obstante, y tras entonar su propio ‘mea culpa’, resalta que «a pesar de los infortunios, jamás hubo nada parecido al terrorismo de estado que ha instalado Maduro a través de militares inescrupulosos y aduladores»…»Con la llegada de Maduro a la Dirección de la DGCIM en el 2014, lo primero que ocurrió fue el pase a retiro de gran parte de aquellos comisarios que habían estado en la institución desde los años 80 y 90», arguye. «Una decisión a la que sucedió algo similar «con casi todo militar que hubiese trabajado durante mi gestión, es decir, casi 10 años de experiencia y formación tirados a la basura», puntualiza ‘El Pollo’.ç

 

¿SOLIDOS CON TEMORES?:

Por cierto que la ceremonia de los cambios en el Alto Mando Militar no la celebró en el patio de la Academia Militar sino en el patio del Ministerio de la Defensa, cerrado, exageradamente cuidado y vigilado por los cuatro puntos cardinales. Los discursos de los uniformados -que no fueron transmitidos en cadena nacional- son otro ejemplo de cómo Chávez logró eliminar la verticalidad del mando que iba desde el presidente hasta el ministro y de allí en cascada hasta los jefes de los componentes y atomizarla con mas de 7 líneas directas, no compartidas por todos en la verticalidad anterior, para de esa manera evitar que las “instrucciones u órdenes” para un golpe de estado se diluyeran o atomizaran antes de surtir efecto.

Desde aquel fallido golpe de 2002 que incluyó a un comandante del ejército -atemorizado ante el nuevo poder militar que se conformaba- que dejó solos a los otros comprometidos. El solo hecho de haberle dado un cargo nuevo, sin mando alguno, inoperante como “Jefe del Estado Mayor de la Comandancia en Jefe” y para estar al lado del anciano general Pérez Arcay (el mismo que aleccionaba a Chávez asumiendo personajes como Bolívar y Páez) al ex comandante del Ejército Suárez Chourio indica la debilidad del poder civil frente al militar. Ya Sebastiana Barráez lo acotaba en un tuit: “Upss. Pero eso que desempolvó es conocido como el Club de los Viejitos. Un invento de Chávez para mandar a los generales que enviaba de baja y quería ocuparlos de algo. Buehh, @JSuarezChourio tendrá de compañero al general Pérez Arcay». Otro hecho contundente fue ratificar como ministro de la Defensa por un quinto año al M/G Padrino López. Ya internamente sus amigos lo llaman el “billetico de 100” pues dura, dura y dura. Mientras las detenciones, torturas y muertes continúen entre los uniformados el irrestricto poder de los escogidos seguirá creciendo.

Trasladan el cuerpo del capitán Acosta Arévalo al Cementerio del Este

EL CUERPO DEL CAPITÁN DE CORBETA Rafael Acosta Arévalo, que tiene 12 días en la sede de la morgue de Bello Monte, está siendo trasladado al Cementerio del Este. En la morgue de Bello Monte permanecen apostados funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) con equipos antimotines.

Según El Pitazo, la madre del capitán Acosta junto con unas primas y el abogado Alonso Medina Roa, llegaron desde Maracay a la Morgue de Bello Monte. Este es el último paso a cumplir para la entrega del cuerpo, pues una persona con el apellido de la víctima de forma obligatoria debe firmar el papel para el egreso del cuerpo.

Alonso Medina Roa, abogado del capitán Acosta Arévalo indicó que “la inhumación controlada, podría interpretarse como una acción de cobardía e irrespeto a la familia del capitán de corbeta, y a la sociedad en general».

En la autopsia realizada a la víctima se conoció que su muerte se debió a una rabdomiólisis a consecuencia de traumatismos severos.

La autorización de la entrega del cadáver del capitán fue realizada por el Tribunal 36 de Control del Área Metropolitana, pero fue entre la fiscalía y el tribunal que se decidió el retraso de la entrega del mismo.

Waleska Pérez, esposa del capitán Acosta Arévalo, denunció el procedimiento ilegal llevado a cabo por funcionarios de la Medicatura Forense, en las que se pretende realizar «una entrega controlada del cuerpo de su esposo, así como lo hicieron con Oscar Pérez” y negó haber realizado alguna solicitud de servicios fúnebres”.

 

*Con información de El Pitazo y Tal Cual Digital.
¿Por qué el Ministerio de la Defensa desliza un dato clave en el caso del Capitán Acosta Arévalo?

Para la presidenta de Control Ciudadano, Rocío San Miguel, la declaración del Ministerio de la Defensa refleja el impacto que la muerte de Acosta Arévalo tiene en la Fuerza Armada Nacional (FAN)

Las contradicciones del poder en sus comunicados, sobre la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, son claves para el ocultamiento o verdad de los sucedido. Mientras Nicolás Maduro, a través de Jorge Rodríguez, dijo que el militar había sido presentado ante el tribunal, el fiscal impuesto por la Constituyente, afirmó que estaba siendo presentado, pero el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, precisó que el oficial se desmayó antes de ser presentado.

Estas diferentes versiones las resalta Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, señala que “los tres comunicados emitidos por el poder con ocasión de la muerte del capitán de corbeta Acosta Arévalo, presentan una contradicción fundamental que permite establecer la responsabilidad de la Dgcim los hechos y la de quienes acusaron al capitán de corbeta pública y comunicacionalmente antes de ser imputado legalmente”.

San Miguel se pregunta «¿Por qué el Ministerio de la Defensa desliza la verdad…?”. La respuesta podría ser porque “claramente este asesinato impacta profundamente a la Fuerza Armada Nacional…”

Recalca San Miguel que Acosta Arévalo, “muere siendo inocente, pues nunca desde su detención, fue formalmente imputado por el Estado venezolano, quien violando las garantías constitucionales más elementales del debido proceso, intentó presentarlo ante el Tribunal Militar Tercero de Control, a cargo del Capitán (GNB) Maikel Amezquita Pio; 8 días después de su captura (fue capturado el 21 de junio y presentado el 28 de junio), en condiciones tan graves de afectación a su integridad, que el Juez ordenó su inmediato traslado al centro hospitalario más cercano (El Hospitalito), a escasos metros de la propia Corte Marcial, en Fuerte Tiuna, con carácter de urgencia”.