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Willy Mckey

Dolor, género y conciliación

@lectordepaso

Los eventos de la última semana, semana horrenda, indecible, atroz, en la que una denuncia de abuso sexual desde una cuenta anónima desató quizá la más grande cayapa moral que se haya visto en la vida pública del país, terminaron, como se sabe, con la muerte del agresor por mano propia y, luego, por un silencio parecido al que se siente minutos después de un naufragio.

Toda la situación, que para mí es la de un cuerpo enfermo hecho de dos cabezas, la de las víctimas y los victimarios, me llevan a tener que decir algunas cosas que quieren apuntar a la discusión que espero esté por darse a partir de lo ocurrido.

Con algunos amigos conversaba el asombro que me producían los llamados crecientes de algunas mujeres indignadas por la denuncia a sumarse a la protesta y luego a la acusación y el escarnizamiento del agresor o agresores que habían sido denunciados, con nombre y apellido, en la red social Twitter. Veía lo que me pareció algo semejante a un tsunami: una enorme ola que se nos venía encima y de la cual no íbamos a escapar. Nunca había sentido, ni siquiera en las refriegas políticas y ciudadanas de los últimos seis años, una masa crítica de indignación como la que vi durante esta última semana de abril. Si cerraba los ojos, era como oír un torbellino de voces, manos que se alzan, llantos, salivazos, puños en una mesa, imploraciones, mentadas de madre, suspiros, carraspeos, gritos.

Presenciar de qué modo el dolor toma forma, se hace monstruo, era algo que me dejaba de una pieza.

Recibir aquella andanada de dolor, en lo personal, no me hizo sumarme a ella sino más bien querer protegerme o huir. Tal es la potencia del miedo desatado en todas direcciones. Entendía como entiendo ahorita, qué había originado toda la vorágine. Entendía como lo hago ahorita, la rabia de víctimas que no tuvieron otra opción que buscar apoyos a sus miedos en los miedos de otras víctimas que tampoco habían dicho nada. Pero las voces del coro, de un coro creciente y desbordado, le dieron a los testimonios de abuso una dirección y una amplificación semejante a un estallido nuclear que seguramente dejará sus secuelas radioactivas. Creo que ya las estamos viendo.

Con esos amigos también hablamos de asuntos que se visibilizaron durante la protesta, como la realidad del machismo, el abuso de poder, la relación poder-sexualidad, la empatía con el otro, la solidaridad, la vergüenza, el perdón. Intentar entender todo, tratar de reflexionar esos temas al calor de lo que iba dándose, era lo más difícil. Aún lo es. 

En ese marco de cosas, vino a colación un tema que ha sido ignorado de forma tan rampante como lo ha sido el del abuso sexual contra las jóvenes y mujeres que allí se manifestaron. 

Son cosas de hombres, pero creo que hay que decirlas. Al menos, hay que plantear la pregunta para que el aire no quede marcado con un solo color. La pregunta podría ser esta: ¿cuándo visilizaremos los abusos y tratos violentos que los hombres y mujeres han ejercido sobre nosotros, los hombres? ¿O es que de eso no se habla? ¿O es que son cosas de hombres y los hombres que vean cómo lo resuelven?

Si como alguien muy querido dijo, que nuestro problema es un machismo estructural, anidado también en una cultura militarista y varonil, habría que preguntarse, a partir de ese argumento, si ese machismo, si esa condición casi ontológica del varón venezolano no está también incluida en las capas de todos los que vivimos en este malhadado país.

¿Estoy afirmando que las mujeres son machistas estructurales también? No lo digo pero me hago la pregunta. Y responderla, pienso que debería pasar por traer a la plaza pública, en un gesto acorde con la propia valoración de género que hoy se manifiesta, las realidades que también los hombres sufren y han sufrido desde niños, sea por la violencia a secas, sea por la depredación sexual. Que la hay, mucha, variada y continua. Estas preguntas, estas reflexiones no pretenden minimizar ni hacer escurrir el bulto de lo que ya no puede ocultarse: lo que se ha puesto en marcha no va a parar o no debería parar.

Que esta ola femenina de protesta y de reivindicación que se ha mostrado no desaparezca dependerá, me parece, de que adquiera otro registro y otra tonalidad, parecidas a las que buscan cierta armonía sin consentimiento, buena racionalidad con empatía verdadera, la empatía que no se impone, que no se decreta sino la que sale de la propia realidad consciente, de ese «darse cuenta» trágico que nos enseñan los dramaturgos griegos. Porque ese darse cuenta y la empatía que de eso deriva se llama compasión, es decir, una mirada totalizante que abarca el mayor espectro del dolor humano, en el que estamos incluidos los que agredimos y los que no.

Los hombres también sufren, quién lo pensaría. Tal vez un paso en el camino al cambio, al desmantelamiento del núcleo estructural de la depredación asociada a lo sexual, entre otras, pase por la inclusión de todos los errores, todas las imágenes, todos los desamparos que viven ambos géneros. Es la humana condición. Sincerarnos ahí donde tenemos pérdidas en común, hombres con mujeres, mujeres con hombres, es la tarea que nos increpa en esta hora indecible de nuestra Venezuela.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Claves | Denuncias en redes sociales pusieron al descubierto problemas de abuso sexual en Venezuela
A partir de estas denuncias surgió el movimiento Yo Te Creo Venezuela, plataforma que busca brindar acompañamiento y ayuda a quienes han sufrido estos abusos
Tras la publicación de varios casos, Tarek William Saab, fiscal impuesto por la ANC chavista, apareció para anunciar investigaciones en contra de todos los acusados

@Andrea_GP21

 

La semana que culmina estuvo marcada por una serie de denuncias anónimas y personales en las redes sociales, sobre abuso sexual sufridas especialmente por mujeres, en muchos casos cuando eran menores de edad y que involucran a personajes reconocidos.

A través de distintas redes sociales, las mujeres contaron sus historias pusieron al descubierto una situación conocida por muchos y que es reflejo de un problema mucho mayor. Casos que ocurrieron en sus círculos cercanos, por personas de su confianza y que no distinguían ni posición social ni nivel cultural..

¿Qué pasó?

Las denuncias de abuso comenzaron a través de la red social Instagram. En la cuenta @alejandrosojoestupro se publicaron diferentes capturas de conversaciones que mantenía Alejandro Sojo, vocalista de la banda venezolana Los Colores, con jóvenes menores de edad, donde les enviaba mensajes en los que las invitaba a tener relaciones sexuales.

 
 
 
 
 
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A partir de estas denuncias de abuso sexual, otras personas comenzaron a contar sus historias. Desde ese momento en las redes sociales se multiplicaron los señalamientos sobre presunto abuso sexual cometido por distintos personajes del gremio artístico, cultura e incluso político, contra adolescentes.

Entre los casos que han resaltado, además de Sojo, se encuentra el del escritor Willy Mckey, a quien una joven que se identificó como “Pía” en Twitter hizo pública la experiencia que vivió cuando apenas tenía 16 años y él tenía 36.

 

El mismo McKey, tras hacerse pública esta información, confesó en su cuenta de Instagram que lo denunciado sí había ocurrido y, a través de tres publicaciones quiso disculparse por lo que había hecho. Sin embargo, solo un día después, McKey, de 40 años, publicó en Twitter lo que se consideró como un mensaje de despedida al escribir: “No sean esto. Crece adentro y te mata. Perdón”.

Unas horas después se confirmó la información de que McKey se quitó la vida al lanzarse de un noveno piso del edificio en el que residía en Buenos Aires, Argentina.

Otros nombres señalados por denuncias de acoso, violencia y volación son Murachi Palomo, también integrante de la banda Los Colores; Leonardo Jaramillo, guitarrista de la banda Okills; Tony Maestracci, integrante de Tomates Fritos; e incluso una joven Juan Carlos Ogando, director y cofundador del Grupo Actoral Skena.

Tras la publicación de estos y otros casos, Tarek William Saab, fiscal impuesto por la ANC chavista, apareció para anunciar investigaciones en contra de todos los acusados. En su primer mensaje, indicó que se harían averiguaciones sobre los casos de Willy McKey, Alejandro Sojo y  Tony Maestracci.

 

También, comenzó la avalancha de mensajes que posicionaron el hashtag #YoSíTeCreo como una protesta masiva de parte del movimiento Me Too. Este movimiento comenzó en Estados Unidos tras las denuncias de abuso sexual del productor Harvey Weinstein y llegó a Venezuela gracias a la organización de las propias víctimas.

Marco jurídico de los delitos sexuales

No todo lo que se ha denunciado en redes sociales en los últimos días tiene el mismo significado en términos jurídicos. 

A continuación se definirán los diferentes delitos sexuales en menores de edad que se han denunciado en los últimos días en redes sociales, así como otros de suma relevancia para el conocimiento de las personas, de acuerdo con el marco jurídico venezolanoo.

Violación

La violación sexual está tipificada en el artículo 374 del Código Penal Venezolano, en los siguientes términos: “Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido a alguna persona, del uno o del otro sexo, a un acto carnal, por vía vaginal, anal u oral o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se le introduzca un objeto que simule objetos sexuales, el responsable será castigado como imputado de violación, con la pena de prisión de diez a quince años”.

También, el aparte de dicho artículo señala: “La misma pena se le aplicará, aún sin haber violencias o amenazas, al individuo que tenga un acto carnal con persona de uno u otro sexo:

1.- Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o situación, y, en todo caso, cuando sea menor de trece años. 

2.- O que no haya cumplido dieciséis años, siempre que para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o afines con la víctima. 

3.- O que hallándose detenida o detenido, condenada o condenado, haya sido confiado o confiada la custodia del culpable. 

4.- O que no estuviere en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o mental; por otro motivo independiente de la voluntad del culpable o por consecuencia del empleo de medios fraudulentos o sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido.

Acoso u hostigamiento

De acuerdo con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia  de Venezuela, el acoso constituye acciones de carácter concreto y directo, que comportan una lesión del derecho de la víctima a actuar y decidir con libertad.

El artículo 40, capítulo IV relacionado con la violencia psicológica, de la referida ley señala: “La persona que mediante comportamientos, expresiones verbales o escritas, o mensajes electrónicos ejecute actos de intimidación, chantaje, acoso u hostigamiento que atenten contra la estabilidad emocional, laboral, económica, familiar o educativa de la mujer, será sancionado con prisión de ocho a veinte meses…”.

Además, este texto señala que, aunque los delitos de violencia contra la mujer son de acción pública, se requiere la denuncia del hecho por las partes e instituciones legitimadas para formularla, de conformidad con lo previsto en el artículo 98 de la dicha ley.

De acuerdo con la sentencia 14-0130 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con fecha del 15 de marzo de 2017, los delitos de violencia sexual en niños, niñas y adolescentes; acto carnal con víctima especialmente vulnerable; prostitución forzada; esclavitud sexual; tráfico ilícito de mujeres, niñas y adolescentes y trata de mujeres, niñas y adolescentes prescriben, es decir, que al cumplirse el lapso que estipula la prescripción, no pueden ser perseguidos penalmente, de ahí la importancia de denunciar en el momento en que se sufren los hechos, reseñó Crónica Uno.

Recomendaciones y redes de apoyo

Son muchas las inquietudes y dudas que generó esta situación, por lo cual varios expertos ofrecieron su orientación y recomendaciones para las víctimas, así como el esclarecimiento de algunos términos que se han utilizado para denunciar los delitos.

La psicólogo clínico Vanessa Nunes, en conversación con el podcast 3 en 1 de Runrun.es, señaló que el estupro es un término “poco empleado”. Detalló que este consiste en “mantener un contacto sexual con una persona que todavía no ha alcanzado la mayoría de edad”.

Nunes destacó que las víctimas de estupro pueden presentar algunos problemas de comportamiento como depresión y ansiedad. “Pueden presentar dificultades en la socialización, como volverse retraídos, desconfiados, temerosos y reservados”.

A su vez, Magdimar León, coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), indicó que el abuso también perjudica al entorno de la víctima. “Es ideal que las víctimas de abuso sexual reciban un acompañamiento y atención integrales, que comprende la asesoría desde el punto de vista legal, orientación desde el punto de vista social y atención psicológoca”.

Por su parte, Óscar Misle, señala que el perfil de los victimarios del estupro puede ser uno que “despista”, al indicar que puede tratarse de personas con fama, reconocimiento social o personas simpáticas y carismáticas que se valen de esto para acosas y obtener un objetivo.

Asimismo, Misle indicó que existen algunos efectos que, si no se ventilan pueden hacer daño y afectar la salud mental de la víctima, incluso llevarlo al suicidio y las adicciones. Advierte que en Venezuela la educación sexual está más enfocada en lo biológico y en las enfermedades de transmisión sexual, pero no hay orientación sobre el placer y la responsabilidad sobre la sexualidad, por lo que considera que esto debe hacerse en un trabajo conjunto de padres y centros educativos.

Misle también destaca que muchas víctimas sienten miedo de hablar. “Les cuesta denunciar porque sienten miedo por las represalias que pueda tomar el abusador. Porque siente culpa por no haber podido evitar el abuso, por el peso ético y moral y piensa que el sistema de denuncia no va a proceder”.

En cuanto a las líneas de apoyo para víctimas de abuso sexual, surgió el movimiento Yo Te Creo Venezuela, plataforma que busca brindar acompañamiento y ayuda a quienes han sufrido estos abusos. A través de su cuenta de Instagram, se han compartido distintos videos donde se muestra el apoyo hacia las víctimas. También, este movimiento pone a disposición la línea de psicoapoyo de Avesa:

 
 
 
 
 
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Las instancias del Estado que atienden y reciben denuncias de las víctimas de violación o abuso son la Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Se suicida Willy McKey tras denuncias por abuso sexual
La noticia del suicidio del escritor, de 40 años de edad, fue confirmada por la Policía argentina, que constató que en el patio del primer piso del edificio en el que se suicidó «había un hombre tirado sin signos vitales»

 

El escritor radicado en Buenos Aires (Argentina) Willy McKey se suicidó este 29 de abril lanzándose desde un noveno piso, después de ser denunciado por varios casos de abuso sexual en Venezuela, donde la Fiscalía abrió una investigación, que afecta, además, a otros populares personajes del mundo de la cultura del país.

La noticia del suicidio del escritor, de 40 años de edad, fue confirmada por la Policía argentina, que constató que en el patio del primer piso del edificio en el que se suicidó «había un hombre tirado sin signos vitales».

En los últimos días, varias mujeres narraron en redes sociales los abusos que sufrieron, entre las que se encontraba una víctima de McKey, de seudónimo «Pía», que describió su caso, ocurrido cuando ella tenía 16 años y él 36.

Después de que «Pía» publicó su historia, McKey también puso un comunicado en su cuenta de Instagram en el que reconocía que cometió estupro en el pasado e identificaba los hechos que describía la víctima.

«Debo reconocer que este episodio tuvo lugar en un momento en el cual yo era una figura pública y estaba en una relación formal con quien hasta hoy ha sido mi pareja», relató el escritor, quien recibió numerosas respuestas de rechazo.

El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó este jueves que también están bajo investigación otros hechos que se han conocido en los últimos días, como el de abusos a varias mujeres y menores por parte de Alejandro Sojo y Murachi Palomo, integrantes de la banda de música Los Colores, y Tony Maestracci, del grupo Tomates Fritos.

El funcionario, nombró a los directores teatrales Juan Carlos Ogando, de Skena Teatro, y José Pepe Arceo, de Ant Producciones, también investigados por hechos de la misma naturaleza.

Posteriormente, sumó al comediante y locutor José Rafael Briceño, por instigar a «drogar y violar mujeres».

Algunos de los músicos han publicado comunicados en los que reconocen los hechos y manifiestan haber reflexionado sobre sus actos en el pasado y el comportamiento «machista», a los que la opinión pública respondió con dureza y rechazo.

Asociación Autores Venezolanos condena delito admitido por el escritor Willy McKey
Autores Venezolanos anunció que evalúa la posibilidad legal de retirar el premio otorgado a McKey, quien fue ganador en la primera convocatoria del evento de poesía

 

La asociación Autores Venezolanos, que incluye al Team Poetero y la Fundación La Poeteca, condenó este jueves, 29 de abril, los hechos y señalamientos de estupro denunciados contra el escritor Willy McKey, admitidos por este, y recalcó que la posición de la iniciativa de gestión cultural independiente está del lado de las víctimas afectadas por los actos de abuso o acoso sexual.

Mediante las redes sociales Instagram y Twitter, Autores Venezolanos informó en un comunicado sobre la no tolerancia ante hechos de abuso o acoso sexual, por lo que condenaron lo sucedido con McKey y anunciaron acciones al respecto.

«Tomaremos en cuenta estos hechos y estableceremos una cláusula en las bases del Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas que estipule claramente la imposibilidad de mantener premio alguno a próximos concursantes que incurran en estas acciones», precisa la organización en el comunicado.

Asimismo, Autores Venezolanos anunció que evalúa la posibilidad legal de retirar el premio otorgado a McKey, quien fue ganador en la primera convocatoria del evento de poesía organizado por la iniciativa de gestión cultural.

*Con información de El Pitazo

Willy McKey admite acusaciones de abuso sexual
“En medio de las denuncias en torno a abusos a mujeres en Venezuela, ha salido a la luz un episodio de estupro en 2015, contado desde la protección del anonimato, pero del cual debo hacerme cargo”, dijo el escritor

 

El escritor Willy Mckey se declaró culpable de una denuncia de estupro, publicada en Twitter bajo el pseudónimo “Pía” y con el usuario @mckeyabusador. La denuncia digital sigue el patrón de las internautas que, desde el fin de semana pasado, han decidido denunciar de manera pública a personalidades de la música, del teatro, y ahora de las letras venezolanas.

La denunciante relata en un hilo de Twitter que tenía 15 años cuando se relacionó con el autor y editor de Prodavinci. “Conocí a Willy en el Micro Teatro 2015, yo empezaba a empaparme de una movida intelectual y cultural caraqueña de la que me moría por formar parte”, explica.

La publicación de Mckey, quien reside actualmente en Buenos Aires, comienza con una imagen que se titula He cometido estupro, y la frase “hacerse cargo de los abusos” como antetítulo. El autor prosigue explicando: “En medio de las denuncias en torno a abusos a mujeres en Venezuela, ha salido a la luz un episodio de estupro en 2015, contado desde la protección del anonimato, pero del cual debo hacerme cargo”.

Sigue leyendo esta nota de Catherine Medina en El Pitazo

Ministerio Público investiga denuncias de abuso sexual hechas en redes
«Ante las públicas y graves denuncias contra Willy Mckey, Alejandro Sojo y Tony Maestracci, entre otros, por los presuntos delitos de abuso sexual a menores de edad y violencia sexual: el Ministerio Público informa que abrió la respectiva investigación penal», tuiteó Tarek William Saab

 

El Ministerio Público comenzó una investigación sobre las denuncias de abuso y violencia sexual que varias usuarias han hecho en redes sociales contra los músicos Alejandro Sojo, Tony Maestracci, el escritor Willy Mckey, y «otros», informó el fiscal general, Tarek William Saab.

«Ante las públicas y graves denuncias contra Willy Mckey, Alejandro Sojo y Tony Maestracci, entre otros, por los presuntos delitos de abuso sexual a menores de edad y violencia sexual: el Ministerio Público informa que abrió la respectiva investigación penal», explicó Saab en Twitter.

Agregó que el despacho a cargo de la investigación es la Fiscalía 79, con «competencia plena para indagar en esos deplorables hechos», e hizo un llamado a las víctimas a acudir a esa instancia, ubicada en el centro de Caracas, para presentar las respectivas denuncias.

El fiscal también recordó que su despacho tiene a disposición canales telefónicos y virtuales (02125098251 y el correo: dgpfm@mp.gob.ve) para atender estas denuncias.

El pasado fin de semana, empezaron a publicarse en redes sociales varias denuncias contra Sojo, cantante de la banda de rock venezolano Los Colores, a quien se le acusa de haber tenido relaciones con menores siendo él mayor de edad.

A estas, siguió una ola de denuncias contra otros miembros de bandas musicales, como Tony Maestracci de Tomates Fritos, a quien se le acusó de abuso sexual, o contra el guitarrista del grupo Okills, Leonardo Jaramillo, por acoso a menores.

Poco después, el baterista de la banda Le’Cinema, Daniel Landaeta, también fue acusado de abuso sexual.

Le’Cinema anunció su disolución, mientras que bandas como Okills o Tomates Fritos informaron sobre la expulsión de sus integrantes señalados.

Algunos de los músicos han publicado comunicados en los que reconocen los hechos y manifiestan haber reflexionado sobre sus actos en el pasado y el comportamiento «machista».

Entretanto, durante esta misma jornada, el escritor venezolano Willy Mckey publicó un comunicado en su cuenta de Instagram en el que también asume que cometió estupro en el pasado.

«Debo reconocer que este episodio tuvo lugar en un momento en el cual yo era una figura pública y estaba en una relación formal con quien hasta hoy ha sido mi pareja», dijo Mckey en el comunicado, luego de que la víctima lo acusara creando una cuenta en Twitter bajo el anonimato.

El seudónimo que usó la víctima es «Pía» y según indicó el hecho ocurrió cuando tenía 16 años y él 36.

VIDEO Vuelve Aquiles Báez con la Sra. Parra Anda en Un cuento de navidad…a la venezolana

 

El Centro Cultural Chacao se prepara una vez más para recibir el próximo 09 y 10 de diciembre el espectáculo musical más esperado de la temporada navideña: Aquiles Báez con La Señora Parra Anda trae esta vez  Un cuento de navidad… a la venezolana.

Por noveno año la metrópoli caraqueña podrá disfrutar de las travesuras musicales de la Señora Parra, acompañada por invitados de lujo como Ximena Borges, Willy Mckey, José España, Alí Rondón y el Teatro Nueva EraAquiles Báez con la Señora Parra Anda es un show musical navideño que ofrece una visión contemporánea de las navidades venezolanas.

Para que este espectáculo sea posible este año, se está desarrollando una campaña de crowdfunding a través de la plataforma Indiegogo, que permitirá unir voluntades en pro de ver juntos en escena a un representativo grupo de los mejores músicos locales, que combinan virtuosismo y genialidad, bajo la particular visión de la realidad del maestro Aquiles Báez.  Es una oportunidad propicia para que venezolanos en el exterior les brinden a sus familiares la posibilidad de disfrutar de una experiencia artístico-musical de alto nivel, pues quienes contribuyan a esta causa podrán recibir entradas, el regalo ideal para estas navidades.

El público podrá disfrutar del estreno de nuevas composiciones del maestro Aquiles Báez, y de piezas ya conocidas como «Ballet-parking del Casco-nueces”, “Los reyes vagos”“El pimentón”“Navidad light»; así como de “La elegida”, de Renato Aguirre. No faltará en este cuento a la venezolana, la participación de los fantasmas de la navidad y el Sr. “Escruch”.

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El trabuco musical estará conformado por  José “Tipo” Nuñez (Batería), Carlos Rodríguez (bajo), Yonathan “El Morocho” Gavidia (percusión), José David Lunar(cuatro),  Héctor Hernández (saxo), Terry Bonilla (trombón), Noel Mijares (Trompeta), mientras que en las voces figuran Marina Bravo, Zeneida Rodríguez, Ana Isabel Domínguez, Williams Mora, César Gómez y Corina Peña; con la participación especial de la niña Mariana Gómez.

No faltarán en esta parranda aguinaldos tradicionales y gaitas pertenecientes al cancionero tradicional venezolano, además de los esperados temas de la inspiración del maestro Aquiles Báez, que ya han pasado a convertirse en referencia de la música navideña capitalina.

Vanguardia musical y tradición se reunirán en el Centro Cultural Chacao en Aquiles Báez con la Señora Parra Anda, en Un cuento de navidad…a la venezolana, este próximo 09 de diciembre a las 7:00 pm y el 10 de diciembre a las 5:00 pm. Las entradas se encuentran disponibles en las taquillas del teatro y a través de Ticketmundo.com. Más información a través de la página web www.guatacanights.com y en las redes sociales: en Twitter e Instagram como @GuatacaOficial; y en Facebook: Guataca.

Nov 17, 2016 | Actualizado hace 7 años
Willy Mckey: La palabra versátil

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“Yo soy de Catia”, son las primeras palabras de Willy McKey en esta entrega de Guao, como quien muestra de entrada la cédula de identidad. La verdadera. Una procedencia que marca una ruta, un modo de observar y recorrer la vida. También de cifrarla y descifrarla. Un mapa del origen donde la familia, los maestros y los amigos adquieren un lugar privilegiado en la memoria.

Pero antes de ser llamado McKey, fue Willy Madrid Lira, hijo de una maestra y de un operador del Metro, nacido el 11 de septiembre de 1980 en la popular Parroquia Sucre de Caracas. De la infancia recuerda con gratitud a su maestra Yolima, de la escuela Juan Antonio Pérez Bonalde, quien hizo “el acto de magia más grande que se puede hacer con un alumno: enseñarle a leer”. Apenas a los tres años, Willy McKey descubre los dos verbos que conjugan su vocación: leer y escribir. En adelante, su vida será la diversa entonación de ambos descubrimientos.

Aunque confiesa padecer de fotofobia y amaxofobia – intolerancia anormal a la luz y miedo a manejar vehículos–, McKey ha sabido ingeniárselas para sortear esas limitaciones. No sorprende entonces verlo conducirse con versatilidad –y hasta con ubicuidad– en varios vehículos de la comunicación que van desde la crítica literaria, la poesía, la crónica y la semiología política, hasta la edición, la radio, la música y el teatro. Cuando en una charla pública, el moderador presentó a Willy McKey como promotor cultural, su compañero de mesa, el poeta Rafael Cadenas, lo corrigió: “será más bien agitador cultural”. Ese bautizo imprevisto se convirtió para McKey en consigna y estrategia: obrar por la cultura también implica sacarla de sus casillas.

Después de haber estudiado Letras en la Universidad Central de Venezuela, sus inicios en el oficio de la literatura lo muestran como creador, crítico y editor de poesía. Su poemario Vocado de orfandad obtiene el Premio Fundarte en el año 2008. Luego crea junto a Santiago Acosta el proyecto hemerográfico El Salmón (Premio Nacional del Libro 2010), una revista que se propuso revalorizar ciertos temas y autores de la tradición poética venezolana. En 2011, publica su trabajo más ambicioso, Paisajeno, artefacto literario que se ofrece como una experiencia poética desde el inicio mismo de su adquisición: el libro no se vendía en librerías; su autor lo entregaba personalmente al lector. Paisajeno despliega vasos comunicantes con el ámbito digital, donde el discurso se expande y transforma en cada interacción. La naturaleza del libro se compone además de performances poemáticos que fueron ejecutados dentro y fuera del país. La repercusión de esta obra ha hecho que la editorial madrileña Esto No Es Berlín la incluyera en su catálogo y el escritor español Jorge Carrión la calificara como “uno de los libros más importantes de la literatura venezolana de las últimas décadas”. Willy McKey se alzó con el Premio Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas 2016 y continúa trabajando en su obra Pleistoceno (dieciocho cantos contra el petróleo).

Inquieto por naturaleza y convicción, Willy Mckey ha dejado también su huella en el quehacer musical. Entre estas incursiones se cuenta el experimento poético Nuestra Señora del Jabillo, combinación de imaginarios religiosos y música en coautoría con Carmen Ruiz, Ximena Borges y José Alejandro Delgado, y varias colaboraciones en proyectos de artistas como Yordano, Rafael “El Pollo” Brito, Franco De Vita, Ulises Hadjis y la banda oaxaqueña Paulina y el buscapié. El teatro tampoco ha permanecido ajeno a sus asedios creativos: escribe y produce para el Teatro Nueva Era, y hasta se le ha visto recitando y actuando sobre las tablas. Por si fuera poco, mantiene sus apariciones radiales, sus proyectos literarios y su participación como editor, articulista y cronista de uno de los portales periodísticos más importantes del país: Prodavinci.

Willy McKey reconoce que su multifacética labor está marcada a fuego por su formación educativa. Por eso considera el estudio como una disciplina que debiera trascender los recintos institucionales y convertirse en un hábito de vida. “El estudio –señala– posee una doble dinámica: singular y colectiva. Más que una actividad formativa, de crecimiento intelectual, es sobre todo un acto que permite rescatar dos cosas valiosas: pasar tiempo consigo mismo y compartir lo aprendido con los demás”. Si algo queda claro en el trabajo incansable de Willy McKey es que todo lo que sabe y lo que inventa lo comparte en diversos formatos creativos. Un acto de entrega que apenas lleva 36 años de agitación cultural.