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Ricardo Hausmann

Hausmann y la liberación de Venezuela, por Eduardo Semtei

 

El venezolano/norteamericano Ricardo Hausmann anunció al mundo que abandonaba para siempre la economía. Ese asunto de la oferta y la demanda lo tenía verdaderamente fastidiado. Años trajinando lo mismo y cuando le tocó aplicar sus teorías en un gobierno adeco salió con las  tablas en la cabeza.

Su enseñoramiento y  arrogancia sumada al ego deformado del bien llamado Miguelito  “Paquetico” Rodríguez terminaron por dinamitar el Gabinete Económico y encolerizar  al  Congreso Nacional.  Fueron sorprendidos y grabados y filmados innumerables veces  hablando pestes de la Dirección Nacional de AD; decían que estaba llena de burros, de bestias, de idiotas y todo ello llevó a la ruina al gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien terminó preso. ¿De quién fue la culpa? ¡No quiero saberlo!

Si fue culpa de los morochos de la desgracia (MR y RH) o de la guillotina interna adeca. Pero total es que el vainero terminó trayendo a la Presidencia al mismísimo comandante eterno. De aquellos polvos vienen estos lodos. Sí señor, el origen originario y original del chavismo fue la defenestración de Pérez y el descabezamiento de CAP fue culpa de las aberraciones políticas de ese par de aprendices de brujería que pensaron que la economía no tiene dolientes y que puede existir en una Zona Nirvana, donde los políticos y la política no existen. Palo de broma nos echaron con su egocentrismo y vanidad.

Bueno, pero ese no es el asunto. Decía al principio que Hausmann anda pero aburridísimo con la curva aquella y decidió volver a la política y le presentó un plan al grupo opositor-abstencionista-radical-invencible-liberador para ponchar  a Maduro por la vía del 1, 2, 3. Un detallado plan de invasión yanqui a Venezuela para despescuezar al presidente y su pandilla. He aquí el plan.

El Army. 100.000 hombres armados aerotransportados serán llevados a las 23 capitales de estado, donde tomarán por asalto los puntos rojos, las casas del PSUV, los centros CLAP y los negocios de Diosdado.  Todos esos objetivos recibirán descargas de fusiles, granadas, bombas y explosivos C4 y C4 y pico, hasta que no quede sino piedra sobre piedra. Igualito a lo que hicieron con el comisario Oscar Pérez. Los diputados de la asamblea nacional constituyente serán arrestados, pintados de rojo y amarrados a los postes de luz que existan en las plazas principales; Bolívar, Miranda, Sucre y Chávez. Igual se procederá con alcaldes, concejales y altos funcionarios rojos rojitos. Todos los retratos del Libertador con aspecto de zambo serán achicharrados finalmente y  en fila india, presos y soldados, trotarán hacia Caracas cantando el himno de Acción Democrática animados por 25 carritos de la marchantica EFE.

Air Force.  Doce portaviones llevando en sus barrigas unos 600 aparatos F35 Lightning II, F22 Raptor, Eurofigther Typhoon, F16 Falcon, Saab 39 Gripen, Boeing F15, Dassault Rafale y Super Hornet serán desplegados en Maracaibo, Punto Fijo, Puerto Cabello, La Guaira, Porlamar,  Higuerote, Puerto La Cruz, Cumaná y el Delta. Los aviones bombardearán todas las pistas ilegales en donde trafica gasolina y drogas el Cartel de los Soles, hasta su destrucción. Todas las mansiones de  los enchufados serán igualmente objetivos bélicos y militares.

Navy. 150.000 hombres desembarcarán en las playas antes mencionadas y capturarán en su paso a todas las bandas paramilitares, colectivos armados y grupos chavistas irregulares. Una vez presos todos, deberán  escribir y corear 10.000 veces: “El hombre no vive” El destino final de los Navys será el Palacio de Miraflores, hacia donde se dirigirán  a las 05:50 horas del Día H (H de Hausmann).

Marine Corp. 300.000 efectivos de esta rama armada de Trump se posicionarán  en todo el territorio nacional, donde tendrán como misión dinamitar las sedes del CNE, apresar a los jefes de las ORE (Oficinas Regionales Electorales) para ser de inmediato trasladados a Guantánamo.

Cost Guard. 100.000 efectivos se instalarán en todas las autopistas, carreteras, caminos, trochas, puentes hechos, puentes por hacerse (como el Tercer Puente sobre el Orinoco y el Segundo Puente sobre el Lago) y requisarán a  los ciudadanos procediendo a carbonizar los llamados carnet de la patria y carnet del PSUV. Quien porte simultáneamente ambos documentos será arrestado en el acto, excepto que tenga una foto de algún prócer de la abstención debidamente autografiada. Si es de la dama aquella más mejor.  Una vez capturado el presidente y todo el Consejo de Ministros se procederá a nombrar el  sustituto, quien deberá ser alguien  de aquellos que juraron frente a la historia que encabezaban una “marcha sin retorno”, para lo cual se sugiere designar a Hermann Escarrá, quien es el único que salta hacia delante o hacia atrás y cae en el mismo sitio (aunque a veces parece que rueda). Lo demás viene fácil: Convertirnos en un nuevo estado de la Unión Americana y cambiar todas las estatuas de nuestros libertadores por efigies de Donald Trump y del  Donald Duck . Y colorín colorado este cuento se ha acabado porque ese asunto de ir a votar ¡eso no es negocio! y además es muy difícil ganarle al gobierno, excepto en  los conocidísimos casos de Polonia, Chile, Nicaragua, Suráfrica, Perú y España, donde los organismos electorales eran de las dictaduras y las condiciones comiciales eran peores que en Venezuela.

@eduardo_semtei

El Nacional 

Ricardo Hausmann en Santo Domingo (I), por Armando Durán

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El pasado 2 de enero, bajo el título “El día D para Venezuela”, Ricardo Hausmann sacudió la conciencia opositora nacional con un argumento explosivo. Según el brillante profesor de Harvard, el desmoronamiento sistemático de Venezuela como nación, con una dirigencia política ostensiblemente insuficiente para articular una respuesta política adecuada, exige, como única alternativa factible para restaurar la normalidad institucional y humanitaria del país, que la Asamblea Nacional designe un gobierno en el exilio capaz de gestionar ante diversos gobiernos de la región reconocimiento internacional y asistencia militar, mecanismos sin los cuales no sería posible restaurar en la Venezuela actual el orden constitucional y el Estado de Derecho.

Más allá de la inevitable controversia, la inesperada audacia de este planteamiento extremo genera dos interrogantes incómodas. ¿Acaso Hausmann es tan ingenuo como para no saber que a estas alturas de la historia no parece practicable una intervención armada extranjera en América Latina? Entonces, ¿por qué sugerir este aparente imposible político precisamente ahora, a muy pocos días de que se reanude en la capital dominicana la reiterada parodia de diálogo con que el régimen aspira a profundizar su hegemonía totalitaria? ¿Pura coincidencia?

Otro distinguido profesor latinoamericano en el mundo académico estadounidense, el cubano Jorge Domínguez, en su libro sobre la política exterior de la revolución cubana (Cuba’s Foreign Policy, Harvard Press, 1989), recurre a las cambiantes relaciones entra La Habana y Moscú para señalar que en el desarrollo de cualquier relación de carácter hegemónico debemos distinguir, por una parte, lo que él llama “hegemonía abierta”, como la que marcó la política exterior cubana con la Unión Soviética entre 1960 y 1968, o la de Estados Unidos con Cuba hasta 1959, y la “hegemonía cerrada”, como terminó siendo el vínculo entre La Habana y Moscú después de 1968, hasta la desintegración del imperio soviético. En el primer caso, la parte sumisa de la relación conserva cierta autonomía y la parte dominante se lo permite en beneficio de ambos. En el segundo caso, como ocurrió entre Cuba y la Unión Soviética después de la visita de 37 días de Fidel Castro a Moscú en 1968, la sumisión del sumiso pasa a ser total. A este tipo de relación la llama Domínguez “hegemonía cerrada”. Por otra parte, destaca Domínguez que en ambos casos, y esto es importante, para que la relación hegemónica sea útil y estable, se requiere que la parte sumisa acepte de buen grado el dominio de la otra.

En el caso de Venezuela, está por producirse una modificación similar en los términos de la ecuación que define la naturaleza de la relación real entre el régimen y el sector más dialogante de la oposición. Un tránsito desde la relación de “hegemonía abierta” que impuso el régimen y aceptó la dirigencia opositora después de la derrota del llamado “paro petrolero” en diciembre 2002, hacia una nueva etapa, de “hegemonía cerrada”, que bien puede estar a punto de concretarse estos días en el escenario dominicano.

Las oscuras intenciones del régimen para ejercer el control absoluto de la oposición se pusieron abiertamente de manifiesto cuando Maduro convocó sin ningún contratiempo la elección de una fraudulenta asamblea nacional constituyente con el propósito de borrar del escenario político venezolano el mandato popular del 16 de julio y pulverizar así la esperanza de encontrar una solución feliz al drama venezolano. Tras aquella claudicación sin remedio de los dirigentes de la MUD, profundizada muy poco después por las elecciones regionales y municipales, el régimen puede ahora poner libremente sobre la mesa las cartas marcadas de su ambicioso proyecto hegemónico. Y es justamente en ese espacio tóxico, mientras monseñor Diego Padrón afirmaba la semana pasada en la instalación de la Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal que “el pueblo no tiene confianza en los actores ni en la calidad de los objetivos” del diálogo gobierno-oposición que se reanuda pasado mañana en Santo Domingo, donde debemos situar la inquietante propuesta Hausmann. Razón por la cual, aunque físicamente ausente, Hausmann, créanme, estará más que presente en el cónclave dominicano del jueves. De esa presencia nos ocuparemos la próxima semana.

@aduran111

La mesa está servida, por Orlando Viera-Blanco

 

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“Maduro se va del poder con el apoyo de una coalición externa, siempre y cuando renazca la coalición interna opositora en Venezuela”

Se desató la polémica. Ricardo Hausmann puso el dedo en la llaga y sacó a flote un tema que para muchos es un surtido de tabú y apostasía: la intervención militar de fuerzas extranjeras vs. la autodeterminación y afán soberano. Un asunto sinuoso y complejo que hay que entenderlo diplomática, jurídica y políticamente.

En Derecho Internacional Público (DIP) una coalición  armada se justifica por casus bellis.  Este principio de derecho (ni doctrinario ni teológico), condiciona el uso de la fuerza bélica a un acto de agresión de otra nación, bien por ocupación, amenaza u ofensa. Es el Estado agredido actuando en legítima defensa, quien puede invocar además el apoyo de otras naciones por el impacto en la región. Fue el caso típico de la declaración de guerra de EEUU a Japón después del ataque de Pearl Harbor y la conformación  de las fuerzas aliadas-RU, EEUU, Canadá, Francia, otrora Unión Soviética-para repeler el avance de los nazis en Europa y el mundo. La liberación de Polonia, Luxemburgo, Bélgica y Francia en 1944, no aplica al caso Venezolano.

La doctrina bélica como instrumento de paz fue desarrollada por Hugo Grotius en 1625.  En sus tres tomos, De jure bellis ac pacis (Derecho bélico y causa justa),  Grotius anticipa condiciones justas para el uso de las armas cuando un gobernante subyuga a sus súbditos, cercena sus derechos e impide la convivencia pacífica, como derecho natural de los hombres. Ideales desarrollados por Francisco de Vitoria a finales del siglo XVI, que consagraban el Derecho de Gentes, las bases del Derecho Internacional Público y Privado; la forma Republicana, la política  de mares libres y la potestad de naciones de celebrar negocios,  pudiendo usar las armas contra tiranías externas o de sus propios gobiernos. Esa es la base de la 2da. enmienda de la Constitución Americana (1791) y el 350 de la Constitución Bolivariana (1999).

En Abril de 1991, la primera intervención en nombre del Derecho de Injerencia tuvo lugar en el Kurdistán Iraquí. El Consejo de Seguridad había calificado la situación de “amenaza contra la paz y la seguridad internacional”. El mismo motivo juris bellis ha sido invocado en operaciones como “Restore Hope” en Somalia (1992), la “Operación turquesa” ejecutada por Francia en Ruanda (1.994); la intervención en Bosnia-Herzegovina (1994-95); Liberia, Sierra Leona, Albania (1997) o Kosovo (1999). No existe ninguna definición jurídica del derecho o deber de injerencia. Por el contrario se opone a dos principios fundamentales de DIP: i.-El respeto a la soberanía de los Estados y ii.-El principio de no injerencia. Así autores como Mario Bettati usan el adjetivo  “humanitario”, como factor de legitimación de la intervención.

El concepto de “responsabilidad de proteger” aparece en 2002 en el informe Evans-Sahnoun producido por la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados (CISISE), por iniciativa de Canadá. El Consejo de Seguridad ratificó ese principio en su resolución 1674 (Abril/2006). Los párrafos 138 y 139 del Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005, reafirman “la responsabilidad de proteger a las poblaciones, de genocidio, crímenes de guerra, purificación étnica y crímenes de lesa humanidad”. Es el caso de Estados que no cumplen con la tarea de proteger a sus ciudadanos y peor, los oprime. Sujeto al principio de subsidiariedad, la comunidad internacional puede intervenir activando cómo última instancia, “la tesis de la responsabilidad de prevenir, proteger y restituir”.

Una intervención humanitaria extranjera en Venezuela no es viable sin el cumplimiento de una agenda diplomática. Aquí entra el diálogo (que es negociación), el canal humanitario y lo electoral. La comunidad internacional debe forzar la ayuda humanitaria, la restitución republicana y la realización de elecciones limpias, justas y transparentes. Frustrada esa vía (por eso es que hay que sentarse), la intervención forzosa de corte humanitario es laudable, restableciendo el orden social, económico, jurídico y democrático. Venezuela además personifica un Estado/gobierno represivo, despojador; acopio de terrorismo, narcotráfico y criminales, por lo que la intervención humanitaria tendría ruta justificada acompañada de la justicia universal (CPI La Haya). Esa es la ecuación.

En lo grupal hay que tener cuidado con el manejo de la externalidad belicista. La intervención extranjera no existe sin el movimiento interno. Tampoco ninguna nación  planteará una coalición humanitaria si no existe un pacto previo de gobernabilidad y transición. A los que propugnan gobiernos en el exilio os comento que ni el mando ni las transiciones SE DECRETAN. El poder lo legitima el voto, y el voto lo protege la causa humanitaria. En otras palabras: no existe intervención diplomática sin papeletas, y no hay voto sin vigilancia internacional.

La mesa está servida para el cambio en 2018. La comunidad internacional pide una condición más: UNIDAD. Por eso [Hausmann] yo no hablaría del día “D” para Venezuela, sino del día “U”, el día de la unidad. Es el desafío. Ese es el gran desembarque. Maduro se va con apoyo de una coalición externa, siempre y cuando renazca la coalición interna opositora en Venezuela. No queda más…

@ovierablanco

Hausmann el antipático, por Eduardo Semtei

Ricardo Haussman

 

 

Al Presidente de la República no le gusta Ricardo Hausmann. Le ofrece cárcel. Lo amenaza con tramitar su extradición. Incluso lo maldice. Le tiene tirria o por lo menos ojeriza. Al Jesucristo de la Economía, según se conoce en los pasillos de Miraflores, el españolete expatriado de Alfredo Serrano Mancilla tampoco le gusta Hausmann. Una ácida envidia le corroe el alma. Alfredo siempre quiso ser docente en una universidad decente pero terminó enseñando en la Universidad Bolivariana de Venezuela que no aparece dentro de las 5.000 principales universidades del mundo, mientras que el venezolano dirige un importante centro en la Universidad de Harvard. El Centro para el Desarrollo Internacional. Hausmann de alguna manera ha participado en grupos de especialistas para la formulación de programas económicos de estabilización y crecimiento en varios continentes y en múltiples países, ya sea como jefe o como miembro de un equipo. Serrano se la pasa volando en Conviasa (de cuando en vez en los Falcon de PDVSA) de Caracas a Quito. De Quito a La Paz. De La Paz a Managua. De Managua a La Habana en un periplo interminable. En medio de los viajes, que según el mismo dice son cansones y aburridos, escribe una que otra recomendación, muchas de ellas disparatadas y ruinosas, para muestra estas tres: Control absoluto de precios y cambio, con márgenes de ganancia del 30%, agricultura urbana y cierre de fronteras para evitar el contrabando. Believe it or not Serrano cree en la agricultura urbana vertical, una versión agraria de los gallineros verticales. Todas las irracionalidades plasmadas en el papel son enviadas de inmediato a Maduro, a Correa, a Ortega y a Evo. A Raúl no le manda nada por dos razones, en Cuba el Internet no funciona muy bien y por lo tanto los correos tardan en llegar o no llegan, además que a los Castro les resbala lo que diga el españolete. Correa, Ortega y Evo hacen caso omiso de las elucubraciones, desvaríos, delirios y desatinos económicos de “Jesús El Economista” (ya mucha gente quisiera verlo crucificado en el altar de John Maynar Keynes y de Adam Smith) mientras que el nuestro, Maduro, las lee detenidamente y con sumo interés y lo que es peor, las aplica. Hausmann, entre otros economistas venezolanos, que los hay y son muy buenos, dinamita la verborrea de Serrano y a Nicolás eso no le gusta para nada. El jefe del “Grupo Harvard” (Mire que Ricardo se arrecha cuando lo califican como Gurú de esa congregación bostoniana y niega con vehemencia su existencia) dispara continuamente contra el comportamiento de la economía venezolana. Cuando las grandes corporaciones mundiales, los centros financieros, los organismos multilaterales, los inversionistas de distinto pelaje oyen con mucha atención las palabras y leen los escritos del harvardiano y lo comentan o citan, Maduro entra en cólera y casi en pánico. Maduro quisiera que oyeran a Serrano Mancilla. Así que, Nicolás, su economista Jesús Faría y demás autoridades del gabinete económico le atribuyen a Hausmann entre otras maldades las siguientes: Es responsable de la baja del petróleo, es amigo de Lorenzo Mendoza, el jefe de “Los Pelucones”, ahuyenta a los inversionistas, manipula las calificadoras de riesgos, incide en la inflación y en el desabastecimiento, es demasiado judío, es adeco, altera el valor del dólar y hasta controla votos en la OEA y en la ONU para condenar a Venezuela. Deberían los rojos-rojitos reconocer que los diagnósticos de Hausmann sobre la economía venezolana son densos, bien construidos, adornados de datos, fechas, cifras, nombres, hechos. Son páginas y páginas llenas de curvas, gráficos de todo tipo, proyecciones de las principales variables: PIB, desempleo, inflación, desabastecimiento, tasas de interés, déficit fiscal, balanza de pagos, oferta, demanda, producción petrolera, consumo, inversión. Esas páginas son acusaciones contra el gobierno y sus estrategas económicos. Son contundentes pruebas del desastre del chavismo. Son cargas de dinamita contra la estructura de poder económico y financiero que surgió en este régimen neocomunista. No soy amigo de Hausmann y no tengo mucho interés en llegar a serlo. Hausmann no ganaría jamás un galardón como economista amistoso o simpático. Es presumido. Pero si en lugar de considerarlo como buen vecino leemos sus escritos, que pueden encontrarse en la página Prodavinci.Com, debemos admitir que exhibe densidad en el análisis, profundidad en los conocimientos, rigurosidad en el manejo de cifras y datos, objetividad en los juicios. Aunque debo señalar que Hausmann se metió de enmascarado en una ronda de preguntas asociadas al canje de bonos de PDVSA con intenciones confusas que muy bien pueden ser calificadas como de saboteo o de intromisión hostil que enturbiaron el acto, si sus intenciones fueron de aclarar el proceso, de hacerlo más transparente, sea entonces bienvenida su entrepitura, pero si por el contrario estaban dirigidas a hacer fracasar la iniciativa de PDVSA para mejorar su flujo de caja, entonces merece una condena y una crítica correspondiente con el daño causado. La oposición no puede convertirse en daño deliberado. Estimado lector, si usted quiere saber cuánto mal estamos pues meta los ojos en los escritos del anticristo de Maduro. A este gobierno inepto e ignaro, a ratos inculto y chabacano, le molesta la verdad. La ciencia. La cultura. Destruyeron sistemáticamente los centros de excelencia investigativa en las universidades nacionales. Acorralaron y destruyeron la vida y carrera de los numerosos PhD de la UCV, de la USB, de la UDO, la LUZ y de la Universidad de Carabobo donde se graduó el actual Presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el famoso MIT (Leo Rafael Reif Groisman) Allí, en el MIT han impartido clases unos 85 premios nobel y en la actualidad 10 de ellos son parte del personal docente y de investigación. Este gobierno mejunje, mapleto y chucuto destruyó el IVIC, el CONICIT, el INTEVEP. Más de mil doctores en diversas ciencias han huido del país. Su odio hacia la ciencia y el humanismo independiente, hacia la investigación libre, hacia la democracia y la autonomía de las instituciones universitarias para darse sus propios gobiernos como lo hacen todas las universidades del mundo excepto las cubanas y las norcoreanas, es de antología. Bueno, qué se puede esperar de un gobierno cuyos voceros son Pedro Carreño, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez. Y de alguna manera Hausmann reúne todas esas características que odian los autoritarios. Ejerce con independencia su rol de economista, de docente y de investigador y además atiza el fogón donde arden todos los delirios económicos del gobierno actual. Mientras el bostoniano es un reconocido intelectual Serrano es un mercachifle, un arlequín sin gracia alguna. Hay otros economistas duchos y profundos que participan entusiasmados en los debates relacionados con el arquetipo de programa de estabilización y recuperación económica que ha de aplicarse en Venezuela para salir del hoyo, del sima, de atolladero donde nos arrastró la locura intemporal de quienes nos han gobernado. Si logramos salir del barranco para escalar hasta terrenos movedizos ya será un avance. Desde esas arenas engullidoras hasta un pedacito de tierra firme, un islote, ya avanzaríamos otro tanto y así, lentamente, pero a paso firme, iremos recuperando las cifras de crecimiento que una vez exhibió Venezuela. Estamos hablando de uno 10 años de esfuerzo continuado. Francisco Rodríguez otro de nuestros abanderados de la ciencia económica trabaja por su lado, también en el desarrollo de un plan de reconstrucción de la economía y fue el economista jefe del Programa Económico que le presentó UNASUR a Maduro, programa que fue olímpicamente desechado, el Presidente ni se dignó a recibirlo en sus manos, comisionó a un portero de Miraflores para que lo recibiera por correspondencia ordinaria. Orlando Ochoa es otro de los paladines de la economía que anda recorriendo medio mundo en pro de apoyo a sus ideas y sugerencias de cómo sacar a Venezuela de la trampa en que la sumergieron los delirios de los ineptos gobernantes. Pero Maduro y su corte de ministros tienen como blanco preferido a Hausmann. Es objeto de sus aspavientos, calenturas e imprecaciones. Lo tienen de sopa para sus atolondradas justificaciones del fracaso de le economía, incluso le dan a Ricardo la categoría de “Comandante en Jefe de la Guerra Económica” y lo ponen al lado del Mariscal Moisés Naim como los conjurados más dañinos de la ejemplar política económica chavistoide. No creo que sea buena idea, por razones políticas y no académicas, designar a Hausmann como Ministro Jefe de la Economía Venezolana en el próximo gobierno que tenga como responsabilidad diseñar y ejecutar un programa de recuperación y estabilización, el miembro de la Tribu de David carece de las habilidades necesarias para gobernar y ganar mayorías, pero tampoco creo que sea buena idea desconocer u obviar los aportes hechos por su “Grupo de Bogotá” en todo cuanto se refiere a las principales decisiones que hay que tomar en forma urgente e inmediata.

 

 

 

@eduardo_semtei

Alumnos y un centenar de prominentes académicos manifiestan su apoyo a Ricardo Hausmann

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Al tiempo que recibía el respaldo de sus alumnos, un centenar de académicos suscribió hasta ayer una lista abierta de adhesiones a Ricardo Hausmann, ex ministro de Planificación de Venezuela y actual profesor en la Universidad de Harvard, sometido actualmente a amenazas de un juicio político por el régimen dictatorial de Nicolás Maduro Moros.

La lista de adherentes contiene nombres prominentes, entre ellos Joseph Stiglitz, un agudo crítico del comportamiento de las grandes corporaciones y de las asimetrías causadas por la globalización, actualmente profesor en la Universidad de Columbia, y Federico Sturzenegger, quien suscribe identificado con el Banco Central de la República Argentina (BCRA), del cual es presidente.

Suscribe también el documento el ex Director Académico del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y ex ministro de Fomento de Venezuela Moisés Naim, identificado como Carnegie Endowment for International Peace, un think tank basado en Washington, del cual es miembro prominente.

El documento de apoyo hace referencia expresa a una andanada de acusaciones de Maduro contra Hausmann en el transcurso de una cadena de medios el pasado 3 de Noviembre, de naturaleza abusiva; por contraste, hace referencia a la defensa de Hausmann del derecho a la libertad de expresión como un elemento esencial de cualquier sociedad abierta.

“Encontramos los ataques del presidente Maduro del Presidente profesor conturbadores y vergonzosos. Somos solidarios con el Profesor Ricardo Hausmann contra esos ataques”, señalan los adherentes al documento.

“Los estudiantes de Ricardo Hausmann le expresamos hoy nuestra voz de respaldo. La intelectualidad superará la dictadura”, dijo en un tuit el alumno bogotano estudiante de Harvard @mschuler.

Incidentalmente, Ricardo Hausmann está casado con la economista Ana Julia Jatar; un hermano de esta, Braulio Jatar, está siendo actualmente sometido a un proceso político bajo el señalamiento de portar unos US$ 25.000 en efectivo. Hay pocas dudas, sin embargo, de que Jatar, director de Reporte Confidencial, basado en Margarita, fue detenido con dinero “sembrado” en represalia por la grabación periodística de un cacerolazo a Nicolás Maduro durante una visita de este al barrio Villa Rosa.

Ricardo Hausmann responde a amenazas de Nicolás Maduro

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El economista y profesor de Harvard, Ricardo Hausmann, respondió ante las declaraciones realizadas por el presidente de la República, Nicolás Maduro, donde lo señala como promotor de la «guerra financiera contra Venezuela».

Maduro también lo acusó de encabezar una «persecución financiera» contra el país junto con tres calificadoras de riesgo, operadores financieros del Fondo Monetario Internacional y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por lo que ordenó a la Fiscalía la apertura de un juicio contra el economista y pidió que se reclame su captura con un “código rojo” internacional.

El crítico del gobierno de Maduro explica que «es una estupidez» creer que las calificadoras de riesgo puedan gobernar otras entidades financieras o ser gobernadas por ellas. Señaló además que «El problema de Venezuela no somos Moisés Naím y yo. Si Maduro quiere buscar un culpable, que se mire en el espejo».

 

A continuación la respuesta de Hausmann:

Terminando un viaje que me llevó a Albania, Sur Africa, India y Kazakhstan, donde he hablado con los gobiernos de esos países sobre como enfrentar sus problemas, me encuentro con que Nicolás Maduro nuevamente me quiere hacer responsable de su fracaso.

Aparentemente, el problema financiero de Venezuela no tiene nada que ver con decisiones tomadas por él –deficit fiscal de 20% del PIB, control de precios, diferencial cambiario de mas 2600%, inflación de 3 dígitos, expropiaciones– sino con una supuesta conspiración liderada por 2 intelectuales venezolanos, por lo demás super-ocupados en docenas de otras actividades públicas y notorias.

Es realmente insólita la capacidad de Maduro de culpar a los demás por cosas que son de su estricta responsabilidad. A Venezuela la consideran el país más riesgoso del mundo porque, como lo dijera The Economist, es el país peor administrado del mundo. Las calificadoras de riesgo, con las que no me he topado en años, tienen una opinión muy positiva de Bolivia, pero no ven a Venezuela con los mismos ojos. Será que los niveles de deuda, de deficit, de emisión monetaria, de expropiaciones, de distorsiones cambiarias tengan algo que ver en esa diferencia de calificación entre países del ALBA?

Pero ya que estamos en esto de comentar esta noticia, quisiera destacar también las pequeñas mentiras de ese violador de la constitución y los derechos humanos que es el déspota que manda en Venezuela. No es verdad, como afirmó anoche Maduro, que yo salí de Venezuela “expulsado por la avalancha revolucionaria liderada por Chávez”. Yo salí de Venezuela en Febrero de 1994 para tomar la posición de Economista Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo y estaba en esa posición cuando Chávez ganó las elecciones en 1998. No es verdad, más bien es una estupidez, afirmar que las calificadoras de riesgo gobiernen o sean gobernadas por el FMI y el Banco Mundial. Son muchos los casos donde el mercado no comparte la apreciación de las calificadoras y los bonos se negocian con primas de riesgo muy distintas a las que implica la calificación. Son muchos los casos también en los que las 3 principales calificadoras difieren en su opinión. Pero en el caso de Venezuela todos comparten la misma opinión.

Son miles de instituciones y personas las que poseen y negocian los 130.000 millones de deuda externa que tiene el país y en esos mercados la prima de riesgo se ha disparado por encima de los 2200 puntos, la más alta del mundo. Muchos poseedores de deuda venezolana cubren el riesgo de default pagando las primas de riesgo más altas del mundo: primas que implican una probabilidad de default del 94% en los próximos 5 años. Esa no es la opinión de unos pocos. Es la convicción a la que han llegado miles de instituciones y personas después de constatar la incapacidad de gestión de Maduro. Esperaron por las promesas de Ramirez, esperaron por el Revolcón, esperaron por la Revolución Fiscal, también conocida como El Cañazo, esperaron por anuncio tras anuncio y se dieron cuenta que el hombre no sabe lo que hace y miente como un descarado.

El problema de Venezuela no somos Moisés Naím y yo. Si Maduro quiere buscar un culpable, que se mire en el espejo. Son Maduro y su pajarito eterno los que desperdiciaron el mayor boom petrolero de la historia del país y ahora no tienen como pagar sus compromisos. En el mismo período, países petroleros como Kazakhstan acumularon 3 años de exportaciones de petróleo en su fondo soberano y no tienen dificultad en enfrentar la actual caída de precios. Pero Venezuela aprovechó los altos precios para endeudarse aún más y crear una situación insostenible aún a 100 dólares el barril. Por eso es que con el barril aún a 100 dólares, el dólar negro pasó de BsF 10 a 100 entre septiembre de 2012 y septiembre de 2014.

Maduro no es capaz de administrar la crisis en la que metió a Venezuela. No es capaz de entender sus causas, diseñar soluciones, construir alianzas, perfilar un futuro viable y promisorio y entusiasmar a venezolanos y extranjeros a que participen en la construcción del país. Más bien, Maduro cree que nombrando 27.000 nuevos fiscales de precios y desplegando a la Guardia Nacional Bolivariana en la frontera va a recuperar la economía del país. Maduro está tan perdido que utilizó la recién caducada Ley Habilitante para pasar 50 leyes que en nada ayudan a enfrentar la crisis en la que metió a Venezuela. Maduro cree que los problemas del país son causados por una guerra económica, sin darse cuenta que son sus políticas las que le han hecho la guerra a las posibilidades económicas del país. Y esa guerra si la está ganando.

Venezuela tiene futuro, pero Maduro no sabe donde queda ese futuro y no sabe como conducirnos a él. Y nadie puede conducir a un país hacia un mejor destino a punta de mentiras.

Exministro de Planificación: El 2016 será el peor año de la historia de Venezuela

Ricardo Haussman

Foto: EFE

Este 2016 «será el peor año» de la historia económica de la Venezuela petrolera, aseveró hoy en la capital panameña el catedrático de la Universidad de Harvard y exministro venezolano de Planificación, Ricardo Hausmann.

«Venezuela va a vivir el peor año de su historia: el 2016 va a ser el peor año desde que se empezó a producir petróleo en 1917. Nunca ha habido un año con un deterioro tan grande, viniendo de dos años de caída del PIB. En 2014 y 2015 la economía se estuvo contrayendo», declaró el doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Cornell (EE.UU.).

El producto interno bruto (PIB) de Venezuela, cuya economía es altamente dependiente del petróleo, se contraerá este 2016 un 8 % y la inflación llegará al 500 %, según las proyecciones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La economía venezolana cayó un 5,7 % en el 2015, cuando la inflación cerró en 180,9 %, según el Banco Central de Venezuela (BCV-emisor), que ubicó en 68,5 % la tasa inflacionaria en el 2014, año en el que el PIB se contrajo un 4 % de acuerdo con las cifras del Banco Mundial (BM).

La situación «de grave deterioro» que vive Venezuela «no se va a revertir de la noche a la mañana» ni «mientras» esté en el poder el presidente Nicolás Maduro, a juicio del exministro venezolano de Planificación en 1992 y 1993.

«La ciencia económica no ha inventado una cura instantánea para la curda, esta borrachera que se pegó el país», que «va a necesitar masiva ayuda internacional financiera» para superar la crisis que se revela en la «escasez generalizada».

El planteamiento de Hausmann sobre la necesidad de que Venezuela acuda a organismos internacionales para obtener millonarios fondos fue denunciado el año pasado ante la Fiscalía venezolana por diputados chavistas, que acusaron al exministro y también al presidente de la Empresa Polar, Lorenzo Mendoza, de «traición a la patria» y «asociación para delinquir», entre otros delitos.

La denuncia tenía que ver con una conversación telefónica privada, difundida por el entonces presidente del Parlamento, el oficialista Diosdado Cabello, que sostuvieron Mendoza y Hausmann, en la que este último planteaba que el FMI concediera un préstamo de 40.000 a 50.000 millones de dólares a Venezuela para destrabar la economía nacional.

«Venezuela es muy difícil que pueda salir de este atolladero sola, necesita mucho apoyo de la comunidad financiera internacional y ese sería el primer gran paso. Eso va a permitir, junto con ciertas reformas, eliminar esta escasez de divisas y racionamiento de importaciones, para que aumente la producción y disminuya la escasez generalizada», dijo hoy el catedrático.

Lo anterior «pasa por arreglar un poco el tema fiscal. Tenemos un país que está tratando de cubrir el déficit imprimiendo dinero y por eso tenemos la inflación más alta del mundo. Hay que resolver el tema fiscal, el tema cambiario y el tema de la locura de precios que hay en el país», añadió.

Hausmann se encuentra en Panamá para clausurar la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2016, organizada por la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede) bajo el titulo «Después de la ampliación del Canal … ¿qué?».

Abogados de Ricardo Hausmann demandaron al diario <i>El Universal</i>

hausmann

Los abogados Thelma Fernández y José Amalio Graterol, apoderados judiciales del economista y catedrático Ricardo Hausmann, interpusieron esta tarde una denuncia penal en contra de los ciudadanos Roger Vivas Rausseo, Luis Armando García Cáceres, Tomas Corredor Pereira y Alfredo Guzmán González, en su condición de directivos del diario El Universal, por considerarlos responsables del delito de incitación al odio colectivo.

El motivo de la denuncia fue la publicación de El Universal en su edición 37.217, cuerpo 1, página 16, de fecha 14 de noviembre de 2015, en la cual se pudo ver media página a todo color con la imagen del ciudadano Ricardo Hausmann, a quien se calificó de “delincuente, hambreador de los paquetes neoliberales”.

Según los abogados, la publicación constituye un hecho punible previsto en el Código Penal vigente, pues Hausmann no ha sido condenado por la comisión de delito alguno como para tildarlo de delincuente y exponerlo al desprecio público.

Asimismo, aclararon que, de existir actualmente un proceso penal en su contra, tampoco se le podría hacer este tipo de calificativos, debido a que prevalece el principio de presunción de inocencia hasta tanto se dicte sentencia definitivamente firme.

También señalaron que ninguna persona se hizo responsable de la publicación, por lo que deben responder quienes tenían la tarea de publicar o no dicho material.

“El diario El Universal, a través de sus directivos, no solo violentó la ley penal y cometió un daño moral contra un ciudadano ejemplar como Ricardo Hausmann, sino que además quebrantó sus propios preceptos, según los cuales, de acuerdo a lo que señala su propia página web, ellos tienen prohibido publicar oferta de bien o servicio que contengan lenguaje vulgar, profano, abusivo, ataques personales o expresiones denigratorias o discriminatorias de personas etc; así como publicaciones, difamatorias, fraudulentas u ofensivas, entre otros; en consecuencia deben responder penal y civilmente ante la ley por sus acciones», indicó Fernández.

Por su parte, Graterol señaló: “Esta actividad delictiva por parte del diario El Universal dista mucho de lo anteriormente fue este medio impreso, convirtiéndolo en una especie de pasquin panfletario que responde a intereses económicos y políticos sin importarle si causan daños a individuos o a la colectividad. Esperamos que los directivos a cargo del periódico recapaciten y resarzan el daño causado al ciudadano Ricardo Hausmann, no solo económicamente, sino que cesen en su actividad de impulsar el odio, la mentira y los insultos desde ese diario de circulación nacional”.

Nota de prensa.