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Orlando Viera-Blanco Ago 25, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Confianza
La pérdida de admiración por el otro es perder valoración por nosotros mismos, por lo cual muere el sentido de ciudadanía y de pertenencia.

 

@ovierablanco

En sociología y psicología social la confianza es la creencia que una persona o grupo será capaz  de actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. La confianza se verá más o menos reforzada en función de las acciones y de valores que deben traducirse en logros en sintonía con la prédica. Confianza es coherencia, es consistencia, es determinación. Un tema es la confianza en la psicología social. Otro en la política. Veamos.

En mi padre confío…

Para la psicología social la confianza es una hipótesis, una expectativa positiva. “Voy a contarle todo a mi padre, tengo confianza que me entenderá y me ayudará”. La confianza se refuerza o se debilita si percibo protección o abandono. Si el padre ayuda a su hijo, la confianza se fortalece. Pero si no lo hace o lo hace inadecuadamente lo más probable es que el hijo pierda confianza. Entonces la confianza supone suspensión de la incertidumbre respecto a las acciones de los demás. Cuando alguien confía en el otro puede predecir sus acciones y comportamientos, porque se reconoce a sí mismo (empatía). La confianza simplifica/facilita las relaciones sociales.

Cuando una relación es de confianza y respeto por sentirnos frente a un buen padre de familia, hablamos de reputación. En el último estudio del Instituto de la Reputación, el Dr. Charles Fombrun nos dice quienes figuraron de primeros en su encuesta: Mandela y Federer. Reputación ganada de la confianza que significa altruismo, desprendimiento, disciplina y discreción. La elocuencia no es curricular. Por el contrario, la efusividad puede destruir la confianza.  

Otras personalidades que se han ganado la confianza mundial son: Bill Gates, Warren Buffet, Richard Branson, Steve Jobs, Oprah Winfrey, Bono, Elizabeth II. Confianza que es admiración, que es demostrar buenas relaciones con lo material o con lo espiritual; con los amigos o la familia, y con uno mismo. Quien cuida sus pertenencias sin maltratarlas [conservador], demuestra pluralidad, libertad de credo, comparte en familia o exhibe honestidad, es confiable. 

Siguiendo la línea de Lechner (2002), el capital social sería “el nivel de confianza en las instituciones políticas”. Quienes poseen poco capital social manifiestan fuerte desafección política y no confían en las instituciones. El autor puntualiza que el capital social depende de los contextos culturales predominantes. “Cuando esos imaginarios sociales (tradición) se vuelven precarios, se debilitan las relaciones de confianza y cooperación”.

No es difícil concluir que en Venezuela perdimos nuestro capital social.

“No confiamos ni en el Padre nuestro”. La inmensa desconfianza grupal que registramos tiene su origen en la pérdida de valores culturales e identitarios. No nos sentimos capaces de resolver nuestros problemas y denigramos de aquellos a quienes “inmerecidamente» endosamos nuestra confianza. Y no funciona así. El problema sigue siendo nuestro. La pérdida de admiración por el otro es perder valoración por nosotros mismos, por lo cual muere el sentido de ciudadanía y de pertenencia… 

A partir de ahí nuestra relación con lo material es despreciativa, ruda; despojar, expropiar, expoliar es “normal”. Lo espiritual es sustituido por la violencia y la imposición ideológica, y la amistad pierde su sentido prístino y solidario. Así nuestra autoestima se pulveriza, siendo desplazada por el Estado opresor. Perdemos el sentido de padres e hijos de la patria…

Restaurando la confianza política

Recuperar la libertad y la democracia es participar en los procesos de reeducación social y de restauración de nuestros valores culturales. Es rescatar nuestra memoria histórica, nuestros protagonistas, próceres, talentos; nuestra Alma llanera, nuestro béisbol, la vino tinto o nuestro pabellón. Es reconocer lo que nos honra.

¿Cuáles son los factores de reconstrucción de lo social y de la política? Van der Meer (2017) identifica cinco principales elementos:

 Anticorrupción y justicia,

 desempeño macroeconómico,

 instituciones electorales limpias,

 socialización política y

 confianza generalizada.

El primero de los factores (corrupción) se ataca con justicia. Es sembrar sentido de intolerancia por la apropiación indiscriminada del Estado (Tanzi, 1995; citado en Begovic, 2005). La percepción de justicia es la actuación imparcial de la burocracia que evita privilegios y hace posible una vida libre y cooperativa (Rohtstein y Teorell, 2005). La prosperidad ciudadana (Knox Lovell y Turner, 1995) es fundamental. La calidad de los procesos electorales (Van der Meer, 2017) es transparencia y soberanía. La socialización política es formación de individuos capaces. Y la confianza generalizada es concretar ciudadanos educados.

Los pueblos derrotan la tiranía cuando derrotamos “al tirano” que llevamos por dentro. La educación es capacidad de discernimiento decíamos, que es cultura, que es procesar información calificada, que es acción confiable. Un ejercicio de humildad y elevación social que nos devuelve la confianza grupal y el sentido de nación. Así hacemos que las cosas pasen y funcionen. No que nos las hagan o nos las impongan.

Recuperar la confianza es vital. Y recuperarla en el prójimo o en el líder, es recuperarla primero en nosotros mismos. Ese día todo pasa y todo acaba, por tener de vuelta a los padres y los hijos de la patria.

* Embajador de Venezuela en Canadá

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

El verdadero reto del día después, por Armando Martini Pietri

LAS INMENSAS POSIBILIDADES pronosticadas sobre la Venezuela que comenzará después del cese la usurpación, pueden ser ciertas, siempre y cuando se extinga la cohabitación con quienes demolieron y arrasaron la nación. Lo más importante no será la reconstrucción de obras, agilización de la economía, redimensionamiento de escalas salariales, relanzamiento de servicios públicos con acento en los suministros de electricidad, agua y gas. Las telecomunicaciones para sacarlas del ruinoso y vergonzoso atraso, rescate a fondo de la industria petrolera, reorganización de las relaciones internacionales, re-institucionalidad de instituciones, devolver la independencia a los poderes, todo al mismo tiempo, porque todo, es prioritario y nada tiene tiempo que perder. Labor colosal, para gigantes, habrá que hacerla, incluso la delicada y comprometedora tarea del refinanciamiento de la indescriptible y no auditable deuda externa e interna que tiene lo que el castro-madurismo llama Estado, más bien, vergonzosa catástrofe, para no comentar la compleja labor de coordinar el regreso de millones de ciudadanos, de todas las edades, oficios, experiencias y necesidades que se han ido a otras latitudes en busca de vida, quienes no pueden regresar a pasar trabajo, hambre y carencia, hay que prepararles una patria digna a la cual valga la pena retornar para reconstruirla.

Pero hay dos condiciones que deberemos poner en práctica.

Una de las ventajas fundamentales de la democracia es que todos estamos en el deber de meter el hombro, aunque pensemos diferente. Para levantar una gran nación no importa cómo se delibere si empujamos, y sumamos esfuerzos para estimular, influir y provocar una patria libre, democrática, satisfecha, plena de oportunidades. Así creció la Venezuela que tuvimos, criticamos, amamos hasta hace veinte años. Partidos políticos con ideologías diferentes, líderes que tenían interpretaciones y propuestas, buscando respaldo popular, unas veces en el poder, otras en oposición. Para todos, la patria era una, el propósito central el sostenimiento de la democracia y desarrollo del bienestar. Fue así como Rómulo Betancourt, por ejemplo, derrotó conspiraciones civiles y militares, creadas en el país, e importadas de la Cuba castrista y República Dominicana del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

La otra actitud, y así, “actitud”, es la educación.

No es ir a los planteles, a estudiar gramática, historia, geografía, matemáticas, química, física y demás exigencias, guías y bases necesarias, ni es sólo ir a la escuela primero, al liceo después y luego a institutos, academias, universidades porque necesitamos médicos, ingenieros, abogados, economistas, periodistas, científicos, biólogos, informáticos y el amplio etcétera profesional moderno.

Es todo eso y la formación personal, entrenar nuestras mentes, pensar, razonar para tener principios, objetivos, analizar y no dejarnos convencer por palabreríos insulsos, demagogia barata, charlatanes embusteros sino por razonamientos, convicciones, hechos.

Con una ciudadanía así educada, que cruce calles por donde se debe hacerlo, que no expectore en el piso, no bote desechos en cualquier lugar, sienta y cultive la convicción de la limpieza no sólo personal sino de su entorno, vecindario, ciudad, país. Que ceda el paso a menores, damas, y ancianos, cuando vaya a ingresar al vagón del Metro, entre en un ascensor. Ciudadanos que sepan racionalizar la paciencia y el orden en una cola; empleados públicos y privados que entiendan que no son amos del tiempo de las personas en fila. 

Ciudadanos con convicción de servir bien y adecuadamente, que tengan a orgullo esmerarse en sus obligaciones, entiendan el concepto real de “servidor público”, que no es bajar la cabeza sino levantar la dignidad y el mérito de servir.

Ésa es la labor que comienza en el primer segundo de la nueva Venezuela. La violación a los Derechos Humanos y usurpación deben cesar y llevarse con ella ese concepto perverso de “pájaro bravo” que tanto daño nos ha hecho. No podemos seguir siendo el país del Tío Conejo astuto, tramposo y aprovechador, sino el del Tío Tigre fuerte, trabajador, empeñoso. Ciudadanos que entiendan, razonen la necesidad y justicia. 

No se trata de ser ricos o pobres, se trata de ser, de verdad, buenos ciudadanos capaces de votar, elegir con inteligencia, no con emociones rudimentarias, que analicen propuestas y personalidades de los diferentes candidatos, porque en política y elecciones se mezclan emociones con razones igual que en la vida.

El trabajo más importante desde que se inicia el día después no es celebrarlo -y lo celebraremos, es un derecho que nos hemos ganado-, sino asumir la decisión de no volver a ser jamás sólo el país rico con mujeres bellas, desorden y picardía, sino el país de las buenas costumbres ciudadanas, de principios y valores, de mujeres y hombres educados para serlo.

Se agota el tiempo, las bases en las que se sustenta Venezuela se derrumban a punto de colapsar. El presidente interino caduca y no puede darse el lujo derrochando oportunidades, por el bien de la nación, debe deslastrarse de individuos inconvenientes. Comienzan a flaquear los apoyos, hay descontento, más grave, desconfianza en su entorno, por cierto, algunos bajo investigación. 

 

@ArmandoMartini

Venezuela: Auge, caída y reconstrucción, por José Toro Hardy

VENEZUELA FUE UNA DE LAS SOCIEDADES más exitosas de la historia. Con la aparición del petróleo el país inicia un proceso de transformaciones impresionante, logrando en pocas décadas lo que otras naciones tardaron siglos o incluso milenios en alcanzar. De ser una de los países más pobres de Latinoamérica, pasamos a ser el más rico.

Entre 1920 y 1980 fuimos la economía de más rápido crecimiento en el mundo. Gracias al petróleo sembramos al país de liceos, escuelas y universidades. Acabamos con el analfabetismo y fuimos ejemplo mundial en la lucha contra el paludismo e infinidad de enfermedades endémicas y epidémicas. De tener una de las tasas de mortalidad más altas del planeta en pocos años igualamos a las naciones desarrolladas.

No había inflación. El bolívar venezolano, junto con el franco suizo, eran las dos monedas más sólidas. Para 1947 éramos en cuarto país con mayor renta media per cápita, superados solamente por EEUU, el Reino Unido y Francia.

Caminos vecinales, grandes sistemas de riego, mecanización del campo, fertilizantes, insecticidas y apoyo financiero del Estado contribuyeron a la expansión extraordinaria del sector agrícola.

Carreteras y autopistas cruzaron nuestra geografía.  Electrificamos a Venezuela y construimos puertos, aeropuertos, plantas termoeléctricas y la segunda mayor represa del mundo. También cloacas y acueductos en todas las ciudades y pueblos. Levantamos hospitales, liceos, escuelas y universidades que preparaban extraordinarios profesionales. Desarrollamos uno de los sistemas de salud más avanzados de la América Latina y la educación era gratuita y obligatoria.

Se urbanizó el país  y se adelantó un rápido proceso de industrialización basado en la sustitución de importaciones con créditos blandos de la CVF y el Banco Industrial.  El sector financiero creció de forma extraordinaria poniéndose a la cabeza de la América Latina. Se construyeron millones de viviendas a través del Banco Obrero y a través de la banca hipotecaria privada.

Fuimos considerados ejemplo de convivencia porque todos esos logros se alcanzaron en paz con una asombrosa permeabilidad social que atenuaba las inevitables diferencias que surgen en cualquier sociedad en rápido crecimiento.

Lamentablemente, ya alcanzando la década de los ochenta, comenzaron a surgir dificultades. Cometimos algunos errores. El crecimiento económico se desaceleró. No fuimos capaces de mantener la misma energía de las décadas anteriores y enfrentamos devaluaciones y controles de cambio. La industria petrolera nacionalizada incrementó su vitalidad, pero el enorme peso relativo del Estado, ahora dueño del petróleo, comenzó a asfixiar progresivamente al sector privado. Venezuela, que durante 60 años había experimentado un prodigioso y vibrante crecimiento, comenzó a estancarse.

Pero nada nos había preparado para la tragedia que llegaría comenzando el Siglo XXI.

Un grupo político que a lo largo de las décadas anteriores había quedado marginado en las preferencias de los electores por representar posiciones extremas que el país rechazaba, por haber propiciado guerrillas y golpes de estado sangrientos, súbita e inesperadamente llega al poder.

Lo hizo de la mano de dos protagonistas: uno de ellos fue uno de los mayores demagogos que ha conocido la historia de este continente y el otro fue el jefe de una nación caribeña que por décadas había intentado invadir a Venezuela. En esta oportunidad conquistó a un solo hombre y se apoderó del país exigiendo el tributo del conquistador.

Circunstancias excepcionales los favorecieron porque en los años siguientes se produjo un incremento nunca antes soñado en los precios de los hidrocarburos. Populismo y precios altos del petróleo nos llevaron al desastre.  Bien aprovechados esos ingresos han debido transformar a Venezuela en una nación desarrollada. Pero solo sirvieron para alimentar un absurdo proceso político, un carnaval de expropiaciones, corrupción e inseguridad jurídica que destruyó en apenas 20 años buena parte de lo que se había logrado en las nueve décadas anteriores, incluyendo a PDVSA que había llegado a ser la segunda mayor empresa petrolera del mundo. Según el FMI a finales del 2019 Venezuela será el segundo país más pobre de las Américas.  El Estado ya no es capaz de cumplir con ninguna de sus funciones esenciales: la educación, la salud, la seguridad, la justicia, la defensa y ni siquiera atender los servicios públicos esenciales.  Se trata de una destrucción masiva, un colapso brutal alimentado por dogmatismos e incompetencias y una ausencia total de valores. Líderes sin formación ni criterio marcaron el rumbo del caos.

Así como deslumbrante fue  el crecimiento que experimentó Venezuela durante 60 años -entre 1920 y 1980- asombrosa fue también la destrucción del país en solo 20 años transcurridos entre 1999 y 2019.

Ahora que el colapso se ha consumado y que la revolución está implosionando, el cambio resulta incontenible. Venezuela tiene ante si la opción  de emprender una vibrante etapa de reconstrucción. Retomando el rumbo de la racionalidad, Venezuela -según estima el Barclays Bank de Londres- podría transformarse en el mayor boom de Latinoamérica en los próximos cinco años. Las condiciones están dadas.

@josetorohardy

Reconstrucción de Notre Dame podría durar de 5 a 6 años

LA CATEDRAL DE NOTRE DAME estará cerrada al público hasta seis años, indicó el miércoles el rector de la iglesia, dos días después de que un incendio quemara el tejado y derribara la aguja del edificio.

“Un segmento de la catedral ha quedado muy debilitado” por las llamas, dijo el obispo Patrick Chauvet en un encuentro con empresarios locales. No detalló a qué parte del templo se refería.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha fijado un plazo de cinco años para restaurar el monumento del siglo XII. Feligreses corrientes y magnates de altos vuelos procedentes de todo el mundo han prometido en total casi 1.000 millones de dólares para restaurarlo.

El enviado presidencial de herencia cultural, Stephane Bern, dijo el miércoles a la cadena France-Info que por ahora se habían reunido 880 millones de euros (995 millones de dólares). Entre los donantes están Apple y magnates propietarios de firmas como L’Oreal, Chanel y Dior, así como católicos y otras personas de Francia y otros países.

Los equipos de construcción llegaron el miércoles por la mañana al lugar con una enorme grúa y una primera remesa de tablones de madera. Sin embargo, los expertos que investigaban el origen del incendio no habían podido mirar dentro del templo porque aún no era seguro, según la fiscalía de París.

Los investigadores continuarán celebrando entrevistas el miércoles, en una pesquisa que continuará hasta descubrir “la verdad e identificar el origen” del fuego. Los expertos hablaron el martes con unos 30 testigos, incluidos empleados de empresas que trabajan en la restauración de la iglesia y personal de seguridad.

 

Francia lanzará un concurso internacional para reconstruir la aguja de Notre Dame

El gobierno de Francia lanzará un concurso internacional para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, luego de que la mítica estructura parisina se incendiara y su aguja central colapsara por las llamas, indicó este miércoles el primer ministro Edouard Philippe.

El objetivo es «darle a Notre Dame una nueva aguja adaptada a las técnicas y desafíos de nuestra era», señaló Philippe en una conferencia de prensa en París, de acuerdo a la agencia AFP.

De esta manera arquitectos de todo el mundo podrán presentar sus diseños y propuestas.

Las declaraciones de Philippe fueron hechas luego de un consejo de ministros dedicado exclusivamente a la reconstrucción de la catedral gótica, que se incendió el lunes.

Según reportó el rector de la iglesia, obispo Patrick Chauvet, a la agencia AP, se estima que la reconstrucción de la catedral tomará entre cinco y seis años, período durante el cual permanecerá cerrada al público.

 

*Con información de Infobae

Yeannaly Fermín Nov 02, 2017 | Actualizado hace 6 años
Espejismos, por Luis Ugalde

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El espejismo es una ilusión óptica producida por un fenómeno físico que nos hace ver realidades que no existen. Quien camina sediento y agotado en el desierto salta de alegría y esperanza al ver un oasis y se derrumba al descubrir que era una falsa ilusión. En Venezuela estamos ahora en una encrucijada de espejismos que necesitamos identificar para no caer en el engaño ni entregarnos a la desesperanza.

El primer espejismo es pensar que la dictatorial y tramposa elección de gobernadores nos acerca a la solución de los gravísimos problemas económicos, sociales y políticos nacionales. La dictadura demostró que para no perder el poder está dispuesta a todo, manipulando la miseria con los “puntos rojos” electorales, los “carnet de la patria” y las bolsas CLAP. Con esto y otras trampas logró pasar de 20% de simpatía a 80% de gobernadores. Quien crea que luego de esa elección dictatorial hay gobierno para 10 años más, es una víctima del espejismo. La realidad es que el país y el gobierno ahora están mucho peor que hace 2 meses y avanzan hacia el abismo sin que el régimen haga nada contra el hambre, el desgobierno y la desesperación. Dictadura y venezolanos en Navidades estaremos peor.

Segundo espejismo. En la oposición democrática creíamos estar en capacidad de impedir las previsibles trampas usando anticonstitucionalmente toda la maquinaria del gobierno y del Estado. Pero los hechos han demostrado que era un espejismo, pues la dictadura hizo la trampa de forma más descarada, disciplinada y tecnificada que nunca, mientras que la oposición democrática se mostró incapaz de impedirla.

Tercer espejismo. También resultó un espejismo y mortal ilusión pensar que la oposición estaba suficientemente unida para poder rescatar la democracia y reconstruir el país. Era unidad superficial, de matrimonio mal avenido que cubría las apariencias; ahora se pusieron en evidencia sus profundas diferencias, desconfianzas, rechazos y falta de vuelo para remontar las deformaciones partidistas. Sin una unión más recia y sincera con claro liderazgo coherente frente a la dictadura, no es posible sacar al país de su espantosa situación. Ahora aparecen con fuerza –en algunos casos con irresponsable inmadurez– la división y las descalificaciones, lo cual reduce, y a veces anula, los indudables aciertos nacionales e internacionales que la MUD, la variada sociedad civil democrática y los partidos políticos han tenido, con dirigentes de primera, que en ocasiones se han jugado la vida actuando con heroísmo. Pero todo ello se anula sin una visión y unidad estratégica para enfrentar a esta dictadura con poder y sin escrúpulos; y se empeora cuando, como niños malcriados se hacen acusaciones mutuas públicas, en lugar de una autocrítica serena y franca.

Cuarto espejismo. También quedó en evidencia el espejismo del “diálogo” con este gobierno malandro, de palabras falsas e intenciones torcidas. Sin claridad de metas, sin cumplimento de condiciones básicas imprescindibles para restaurar la democracia y la Constitución vigente, el diálogo es una trampa. Mientras el gobierno hablaba de diálogo estaba preparando el fraude electoral más grande y más descarado, eliminando a sus interlocutores con inhabilitaciones, cárcel, persecución y exilio, cuando no muerte. Como muy bien han dicho instituciones democráticas nacionales e internacionales, sin negociación concreta y práctica para el cambio de régimen dictatorial y la reconstrucción del país con serio y confiable acompañamiento internacional, no tiene sentido el “diálogo” hipócrita y tramposo del régimen para ganar tiempo y dividir a la oposición.

Quinto espejismo. El mayor espejismo es que Maduro y su equipo –incluida la dictatorial asamblea constituyente– crean que están consolidados en el poder a pesar de su incapacidad para impedir que la miseria avance en alas de la hiperinflación y desgobierno corrupto. El régimen corre ciego hacia su fracaso total y destrucción del país; lejos de poner remedio, refuerza las políticas que nos trajeron a este inmenso desastre.

¿Son espejismo las elecciones municipales de diciembre? Ciertamente lo son para quien crea que van a servir para resolver problemas con este régimen tercamente empeñado en la destrucción nacional.

¿Hay que votar o no? En regímenes dictatoriales ninguna elección tiene sentido para los demócratas a no ser que tengan mecanismos para contrarrestar las trampas del poder y hacer respetar el voto. Cuando se creía que teníamos organización y fuerza para hacer valer el voto, este era un camino constitucional irrenunciable. Ahora, por el contrario, parece que en la precipitada elección de alcaldes no hay posibilidad de impedir la trampa y el voto solo servirá para legitimar la dictadura decidida a torcer la voluntad de 80% de venezolanos y con mecanismos comprobados para hacerlo. El régimen anuló el triunfo de Andrés Velásquez en el estado Bolívar e invalidó los reconocidos votos ganadores de Juan Pablo Guanipa en el Zulia, dejando claro que el voto de la gente no vale si la dictadura no lo valida por medio de su anticonstitucional asamblea constituyente. En las elecciones de alcaldes se multiplicarán por cien las trampas a Velásquez, a Guanipa y a todo el electorado.

Ahora Venezuela y el mundo, luego de la primera perplejidad, están más claros de que para vencer la dictadura, rescatar la democracia y hacer vivible el país el único camino es de unidad y coherencia nacional e internacional. Los espejismos son engaños en el desierto; el oasis con agua está dentro de cada uno en valores no negociables y en el coraje y la lucha por convertir la agonía de millones de venezolanos en vida y esperanza. El régimen está cercado por su fracaso total. Para la salida presidencial los demócratas desde ahora debemos exigir y presionar incansablemente y en todos los ambientes nacionales e internacionales un nuevo CNE y justas condiciones electorales.

Luis Ugalde

AsambleaNacional3

 

Los venezolanos nos preparamos para recibir el nuevo año 2016 llenos de expectativas y sobre todo de mucha esperanza, después de mucho tiempo de vivir en el oscurantismo, con nuestros derechos pisoteados a cada rato, donde el pensar diferente no es permitido, comenzamos a ver una pequeña luz al final del túnel con los cambios que se avizoran al instalarse la nueva Asamblea Nacional el próximo 05 de enero.

El control absoluto del Estado por parte del Presidente de la República comienza a resquebrajarse y tendremos un nuevo parlamento donde la única voz que se escuchara no será la de un grupo como ha funcionado hasta ahora, para complacer los caprichos de los gobernantes revolucionarios.

Una mayoría calificada del 2/3 de la Asamblea Nacional que significa 112 diputados del total de 167 que conforman nuestro parlamento, nos hace pensar que se avizoran vientos de cambio donde el respeto de la disidencia, el escuchar a los verdaderos expertos en diferentes áreas y trabajar por el cumplimiento de nuestra Constitución Nacional y los derechos humanos serán el norte del trabajo que se iniciara arrancando el nuevo año.

Sabemos que lo que se avecina será complicado, ya el Presidente de la República y su entorno han anunciado una guerra los diputados entrantes, basta con ver la designación de la abogada Susana Barreiros como Defensora Publica General, la amenaza de designar a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia de una manera arbitraria e inconstitucional, el parlamento popular que no está tipificado en ningún instrumento jurídico o más recientemente pretender boicotear las elecciones del pasado 06 de diciembre anunciando un presunto fraude pretendiendo desconocer la voluntad popular, para estar claro de lo que vendrá una vez sea instalada la nueva Asamblea Nacional.

Es claro que Venezuela está en crisis, como dijo la Dra. Mary Klein Stelling, intelectual abiertamente identificada con el oficialismo, en el programa “José Vicente Hoy” recientemente “los 4 grandes problemas que tiene la Venezuela de hoy son el económico, la inseguridad, la corrupción y la impunidad.

Es mucho el trabajo que tiene que hacer la nueva Asamblea Nacional para, en la medida de que sus competencias se lo permitan, devolverle la tranquilidad a los venezolanos que en los últimos tiempos se ha visto seriamente quebrantada con los altos niveles de escasez de alimentos o medicinas, la grave inseguridad en que vivimos todos, entre los numerosos que tenemos.

Pienso que el comienzo de todo esto es que se inicie un gran dialogo donde todos los sectores estén representados: Parlamento, partidos políticos, sociedad civil organizada, organizaciones de derechos humanos, intelectuales, academia y todo el que tenga algo que aportar para salir de la crisis en que vivimos y de la cual con un dialogo sincero, sin exclusiones de ningún tipo se inicie este proceso de reconstrucción del país.

Los procesos de cambio son complicados, se inician por reconocer y aceptar a los demás, pensar que el objetivo principal es la reconstrucción del país y que en esto es que hay que trabajar, sin mezquindades ni retaliaciones de ningún tipo, teniendo como único norte acatar el mensaje que la población envió en las elecciones del pasado 6 de diciembre que no es otro que el deseo de un cambio donde se respete el pensar diferente y sobre todo se busque construir la paz.

Sin dudas 2016 será un año de profundos cambios en la conducción del país que se iniciaran con la instalación del nuevo parlamento el próximo 5 de enero, esperamos que nuestros dirigentes políticos respondan como lo esperamos los venezolanos, pensando en el interés del país y no de los de ellos mismos, todos tenemos la esperanza en que este 2016 se darán cambios profundos que esperemos sean acorde con las expectativas que todos tenemos.

Estimados lectores con este artículo me despido por este año 2015 deseándoles a todos una feliz navidad y el mejor 2016 posible, estaré de regreso la segunda quincena del mes de enero, como siempre para seguir brindándoles mis opiniones, gracias por el apoyo durante todo este 2015.

 

@cnietopalma

cnietopalma@gmail.com

El Nacional 

La reconstrucción mamaria puede ser una alternativa años después de la mastectomía
mamario
La cirugía para reconstrucción mamaria recae en general dentro de dos categorías: la primera utiliza los propios tejidos de la mujer extraídos de otra zona del cuerpo para formar los montículos mamarios, en lo que se conoce como reconstrucción mamaria autóloga; y la segunda utiliza implantes mamarios para rediseñar las mamas.
Si en algún momento decide someterse a una reconstrucción mamaria, la alternativa de tratamiento estándar para un historial como el suyo sería la reconstrucción autóloga. Esa opción brindará la mejor probabilidad de obtener buenos resultados con el menor riesgo de complicaciones.
En la mayoría de casos, las mujeres sometidas a tumorectomías para tratar el cáncer de mama también reciben radioterapia en la pared torácica. La radiación puede dañar los tejidos, volviéndolos más firmes, tensos y menos flexibles que la piel no irradiada. La cirugía para colocación de implantes requiere de expansores para estirar gradualmente la piel y los tejidos del pecho a fin de crear espacio para los implantes. La piel irradiada no se estira fácilmente, por lo que puede resultar difícil usar expansores tisulares en las mujeres que antes recibieron radiación en la pared torácica.
Otra razón por la que la reconstrucción autóloga sería su mejor alternativa es porque usted optó por no someterse a la reconstrucción de inmediato. Cuando la reconstrucción mamaria se realiza de inmediato, el cirujano que realiza la mastectomía normalmente deja un colgajo de piel que sirve para rediseñar la mama. En cambio, cuando no se planifica la reconstrucción, el cirujano no deja nada de piel adicional y sin ese colgajo de piel, es más difícil reconstruir la zona del seno de forma que permita colocar un implante.
Pese a lo expuesto, también es importante entender que la reconstrucción mamaria autóloga es una cirugía compleja. En ese procedimiento, el cirujano transfiere una sección de piel, músculo, grasa y vasos sanguíneos desde alguna parte del cuerpo hasta el pecho. El tejido generalmente proviene del abdomen, aunque puede también transferirse desde la espalda, los glúteos o la parte interior de los muslos. Existe la posibilidad de que tanto la piel como el tejido transferido requieran suplementarse con un implante mamario a fin de alcanzar el tamaño deseado. El procedimiento completo puede durar diez horas o más.
Algunas mujeres no desean someterse a una cirugía tan invasiva como la reconstrucción autóloga, y si usted se encontrase entre ellas, pero igual deseara la reconstrucción mamaria, entonces puede haber otra alternativa. En algunos casos, es posible colocar implantes mamarios en una mujer con piel dañada por la radiación, si antes de la operación se prepara cuidadosamente la piel.
La preparación puede implicar recibir un tratamiento para mejorar la calidad de la piel irradiada, conocido como terapia de oxigenación hiperbárica. La preparación quirúrgica también puede incluir un procedimiento de liposucción para extraer grasa de otra parte del cuerpo y colocarla en la zona irradiada. Todo eso crea un bolsillo más flexible y suave de piel para el implante, además de depositar una capa de grasa más gruesa en la piel, bajo la que se puede colocar el implante.
Ese tipo de preparación para la cirugía de colocación de implantes mamarios no es algo común, ni se ofrece en todas partes. La tasa de complicaciones y de fracaso del implante con esa técnica es mayor que con la reconstrucción autóloga. No obstante, sí ha sido posible realizarla con éxito y puede ser una alternativa eficaz, siempre y cuando esté en manos de un cirujano plástico experimentado y especializado en reconstrucción mamaria.
Si usted decide que efectivamente desea la reconstrucción mamaria, el primer paso que debe dar es reunirse con un cirujano plástico para conversar acerca de sus circunstancias personales y revisar todas las alternativas disponibles. Juntos podrán decidir la mejor alternativa para su situación.
*Con información de Clínica Mayo
 
De la debacle a la reconstrucción por María Corina Machado

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En 12 meses Venezuela es otra. En enero de 2014 el régimen alardeaba de los resultados electorales municipales y de su respaldo popular; lucía cohesionado, “guapo y apoyao”. La sociedad venezolana se veía desconcertada, triste, paralizada. Dentro y fuera del país pocos creían en un cambio político en el corto plazo.

Comienza el 2015 con un régimen colapsado, sin gobernabilidad ni legitimidad. A lo interno, sus facciones están irreconciliablemente enfrentadas y los disidentes denuncian persecución. El mundo finalmente reconoce y denuncia el carácter dictatorial de un régimen que viola masiva y sistemáticamente los derechos humanos.

Maduro optó por profundizar las causas de la tragedia: mayor control de la economía y la sociedad; corrupción, censura y represión. Su ineptitud y falta de autoridad hacían imposible esperar una “rectificación”, así sólo fuese cosmética. Ni la caída estrepitosa de los precios del petróleo logra que entienda su fracaso. El que sí lo entendió fue Castro; abandona el barco antes del naufragio.

Hoy, el drama económico obliga a las familias venezolanas a groseras e injustificables penurias para sobrevivir. Esta indignación se exacerba con la desfachatez de “los poderosos” robándose lo que queda.

El lamentable espectáculo de la “renovación” de los Poderes Públicos evidencia el grado de descomposición moral del régimen en su etapa terminal, y lo debilita aún más. Creer que sólo con diálogo político era posible un resultado distinto, es más que ingenuidad. Además de esta lección, este atropello arroja una consecuencia positiva: ahora nadie podrá cuestionar que enfrentamos una dictadura.

En 2014 los ciudadanos reaccionamos, nos encontramos en la protesta cívica y demostramos el poder del pueblo unido, en la calle, decidido a conquistar su libertad. Las poderosas razones para exigir la salida a la crisis que motivaron la histórica movilización de 2014, han crecido en una mayoritaria y profunda conciencia sobre lo urgente e inevitable del cambio de régimen.

Así empezamos el 2015: frente a la inminencia del cambio. Los dolores, sacrificios y logros de este año que termina son lecciones y energía para concretar la transición a la democracia e iniciar la reconstrucción de nuestro país.

@MariaCorinaYA

El Diario de Caracas