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Karen Palacios

DDHH Olvidados | Karen Palacios no ha dejado de tocar el clarinete con la esperanza de que la música la ayude a sanar
Pese a que la carrera musical de Karen iba bien encaminada, esos sueños se apagaron el 1 de junio de 2019 cuando fue detenida, bajo engaño, por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim)
A cuatro años de lo que tuvo que vivir, Karen no tiene libertad plena. Pese a que su régimen de presentación debía durar solo ocho meses, todavía tiene que presentarse en tribunales mensualmente
“He seguido tocando con la esperanza de que la música me ayude a sanar todo. La música siempre ha sido para mí la más grande creación de Dios”, señaló la joven

@Andrea_GP21

 

Una denuncia hecha en Twitter fue el detonante para detener arbitrariamente a la clarinetista Karen Palacios. El 1 de junio de 2019, cuando tenía 25 años, fue apresada después de denunciar en la red social que le habían cancelado un contrato en la Filarmónica Nacional de Venezuela.

La razón para cancelar el contrato de Karen fue haber firmado en la consulta popular que la Asamblea Nacional electa en 2015 intentó organizar para el año 2017, para rechazar la creación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Solo bastó tener una postura política contra al oficialismo para que se le cerraran las puertas en una carrera musical que con tanto esfuerzo había construido.

Palacios, quien tenía el puesto de primer clarinete en la Filarmónica, escribió un hilo en Twitter donde se desahogó por la cancelación del contrato. “Cuando ellos me llamaron para ofrecerme el contrato ¿por qué no me dijeron que era requisito pensar igual que ellos?, lógicamente no hubiese tocado todo este tiempo”, expresó la joven en ese momento.

Este evento representó, además, una violación al derecho al trabajo pues, según el artículo 77 de la Ley Orgánica del Trabajo, se considera un despido justificado “cuando el trabajador o trabajadora ha incurrido en una causa prevista por esta ley”. En el caso contrario, cuando es injustificado, ocurre cuando “se realiza sin que el trabajador o trabajadora haya incurrido en causa legal que lo justifique”.

 

También, el artículo 26 de dicha ley prohíbe “toda discriminación en las condiciones de trabajo basada en edad, sexo, raza, estado civil, credo religioso, filiación política o condición social”.

Luego de su denuncia, Karen comenzó a recibir ataques y amenazas en redes sociales y sus tuits durante las protestas empezaron a ser citados. En ellos expresaba enfado por la situación y por el abuso de los cuerpos de seguridad. Por eso fue acusada de “instigar a la violencia”.

Una vida dedicada a la música

Karen nació en Los Teques, estado Miranda, y toda su vida ha residido en el municipio Carrizal. La joven cuenta que inició en la música a los 11 años y que fue una de las fundadoras del Núcleo Carrizal del Sistema Nacional de Orquestas. A pesar de que inició tocando el violonchelo, instrumento que ejecutó durante seis años, dice que siempre quiso ser clarinetista.

“A los 17 años mi mamá, con mucho esfuerzo, logró comprarme un clarinete. Allí me cambié de núcleo a San Antonio de los Altos y empezó mi vida como clarinetista. A los seis meses ingresé en el Conservatorio de Música Simón Bolívar”, declaró la joven en entrevista con Runrun.es.

 

Fue en el año 2019 que ingresó en la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Ha tocado como invitada con la Filarmónica de Caracas, la Sinfónica de Venezuela, en otros estados como Apure y Anzoátegui. Además, desde el año 2012, imparte clases de su instrumento.

Al perder su contrato con la Filarmónica, sintió impotencia. “Tenía tiempo ya tocando para esa orquesta. Era responsable y dedicada con mi trabajo, estudiaba muchísimo para estar al nivel de lo que se me exigía”, relató la joven.

También, cuenta que le pagó a un amigo para tocar en la orquesta como segundo clarinete, ya que no había otros que tocaran el instrumento. “Nada fue valorado, sentí que mi trabajo había sido en vano. Pero sobre todo, mi tiempo fue irrespetado”, cuestionó la clarinetista.

Detenida bajo engaño

A pesar de que la carrera musical de Karen Palacios iba bien encaminada, esos sueños se apagaron el 1 de junio de 2019 cuando fue detenida bajo engaño por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

Estos funcionarios llegaron a la casa de la joven fingiendo ser profesores de música y le dijeron que irían al Centro de Protección a la Víctima, ubicado en el Palacio de Miraflores, para hacerle una entrevista sobre su denuncia. Pero la realidad es que todo fue un engaño y pasó 38 días en la Dgcim y otros siete en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) de Los Teques.

“Fueron días terribles, no me dejaban ver la luz del sol. Estuve esposada muchas veces. Me negaban mi bombonita del asma. Me quitaron todo lo que mis familiares con esfuerzo lograban enviarme, tanto comida como ropa y libros. Nunca tuve la visita de un abogado mientras estuve en el Dgcim. Ellos lograron llenarme de miedo y tristeza”, relató la mujer.

 

Mientras estuvo detenida, algunas organizaciones no gubernamentales, como Justicia, Encuentro y Perdón, denunciaron que la joven fue víctima de torturas psicológicas.

A Palacios se le imputó el delito instigación al odio y fue recluida a pesar de tener una boleta de excarcelación fechada desde el 18 de junio. En los tribunales se le pidió a su madre que no hiciera público el caso de su hija porque «iba a ser resuelto próximamente». Un mes después, la defensa de la joven fue asumida por el equipo del Foro Penal Venezolano.

“Nunca un buen día”

A cuatro años de lo que tuvo que vivir, pese a que fue liberada el 16 de julio de 2019, Karen Palacios no tiene libertad plena. Aunque su régimen de presentación debía durar solo ocho meses, todavía tiene que presentarse en tribunales mensualmente.

Además, toda esa amarga experiencia le ha generado consecuencias en su vida las cuales, dice, no las sabe del todo.

“Por ahora estoy lidiando con estrés post-traumático, depresión, bipolaridad, ansiedad, trastornos de sueño y ataques de pánico. No he vuelto, en estos 4 años, a ser yo misma. Me duele mucho no ser una persona estable, tengo días muy malos, días regulares pero nunca un buen día”, contó la joven.

 

Desde su detención, Karen ha querido irse del país, pero no tiene la estabilidad emocional ni económica que se requiere para hacerlo. “Tampoco tengo mi libertad plena. No quiero huir”, dijo.

Pero el clarinete de Karen Palacios no ha dejado de sonar. “He seguido tocando con la esperanza de que la música me ayude a sanar todo. La música siempre ha sido para mí la más grande creación de Dios”.

Actualmente, a sus 29 años, la joven toca en la Orquesta Simón Bolívar. “Y sí. Me siento orgullosa de hasta donde me ha llevado la música”, expresó.

DDHH olvidados | 46 días de detención por pensar distinto

Karen Palacios estaba en casa de su abuela en Los Teques cuando efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) vestidos de civil la fueron a buscar. Era 1 de junio de 2019. Le dijeron a la clarinetista del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles que eran profesores de música y que estaban interesados en su contrato filarmónico. 

A su madre Judith Pérez le pareció rara la situación, tenía sus dudas. Pero los hombres insistieron en que habían ido desde las oficinas del Palacio de Miraflores con la finalidad de hacerle una entrevista. Ya en el vehículo, vieron armas y chalecos. Uno de ellos les dijo que no había de que preocuparse, que serían devueltas a casa después de la entrevista. Al llegar a Caracas, no se dirigieron hasta el centro de la ciudad, sino que fueron llevadas a la DGCIM Boleíta. 

Los funcionarios llevaron a Karen adentro, mientras su madre esperaba afuera con la promesa de que solo interrogarían a su hija y volverían pronto. Eran aproximadamente la 1:00 p.m. Cinco horas después, le dieron un teléfono con la voz de su hija al otro lado para decirle que iba a ser retenida hasta su audiencia de presentación ante el tribunal el lunes siguiente. Sin orden judicial y de forma arbitraria. 

Días antes, el 26 de mayo de 2019, Karen Palacios había publicado comentarios en su cuenta personal de Twitter que se hicieron virales. En ellos criticaba a la Orquesta Filarmónica Nacional alegando que su contrato había sido cancelado debido a sus opiniones políticas. “El día de hoy, después de la novena función del Popol Vuh me comunican que mi contrato fue rechazado porque he firmado en contra del régimen». Ahora me pregunto yo, cuando ellos me llamaron para ofrecerme el contrato ¿por qué no me dijeron que era requisito pensar igual que ellos?”, dijo en esa oportunidad. 

La joven estuvo desempeñando como primer clarinete en la Orquesta Filarmónica Nacional mientras esperaba un contrato de tres meses que el conjunto le había ofrecido para entrar oficialmente a la agrupación.

Tres días después, una cuenta que apoyaba al Gobierno publicó capturas de pantalla de comentarios hechos por Karen. Entre ellos, uno que decía: Porque de verdad espero leer, en una noche de insomnio, que Maduro huyó, que lo mataron, que lo apresaron, o cualquier vaina que me haga feliz”.

El 3 de junio de 2019, la joven de 25 años compareció ante el Quinto Tribunal de Control, acusada de instigación pública a cometer un delito o al odio, y se le concedieron medidas no privativas de libertad. 

El juez emitió una orden de excarcelación y el defensor público presentó al día siguiente los documentos necesarios para la excarcelación la muchacha. Pero cuando su madre fue a la DGCIM, le negaron que hubiera órdenes de excarcelación. En el tribunal, funcionarios judiciales explicaron que la orden no había sido procesada. 

El 18 de junio de 2019, un tribunal emitió oficialmente la orden de excarcelación, pero Karen permaneció en custodia en Boleíta. Su madre no dejó de solicitar su liberación, aunque no recibió respuesta de las autoridades. 

Karen estuvo detenida en una celda sin ventanas en el sótano, con otras nueve mujeres con quienes tenía que compartir una litera de dos camas. Les dejaban encendidas las luces blancas brillantes para que no pudieran dormir. También fue torturada psicológicamente: recibió amenazas de muerte, por esa razón tenía miedo de dormir por las noches. 

Durante el mes y ocho días que estuvo en la DGCIM, la muchacha no pudo recibir visitas de su abogada ni de su familia. Su madre iba todos los días para llevarle agua potable y a veces los funcionarios le permitían entregarle papel higiénico y toallas sanitarias. 

El 8 de julio, Karen Palacios fue trasladada junto a otras siete mujeres al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), a pesar de que sus abogados no tenían conocimiento del cambio. 

Tarek William Saab, fiscal designado por la asamblea constituyente, anunció el martes 16 de julio por televisión que Karen había sido detenida porque “instigó, a través de redes, a que fuese asesinado el Presidente de la República y cualquier otro chavista”. Dijo que la joven había sido puesta en libertad, aunque era falso. 

Horas después, en horas de la noche, llegó al INOF una notificación por correo electrónico ordenando la excarcelación de la clarinetista con medidas no privativas de libertad. 

Estuvo 45 días detenida. Después de su liberación, la audiencia preliminar ha sido diferida numerosas veces. La audiencia había sido prevista para marzo de 2020, pero se aplazó de nuevo por las medidas de prevención por el coronavirus. 

 

[VIDEO] Clarinetista Karen Palacios fue liberada tras permanecer 45 días detenida

CERCA DE LAS 8:00 PM de este 16 de julio fue liberada la clarinetista Karen Palacios, tras permanecer 45 días detenida, informó vía Twitter la diputada Delsa Solórzano.

Algunos medios y periodistas replicaron la información y divulgaron un video en el que se ve a Palacios reunirse con su familia.

La joven estaba recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF).  

 

 

Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 16.07.2019: BAJO: ¿Secuestro o detención?
BAJO
¿SECUESTRO O DETENCIÓN?: 

 

Copio lo que ha declarado el colega Chuo Torrealba sobre la detención de Karen Palacios: “A ella no la «detuvieron»: la emboscaron. Y en la actualidad no la tienen presa: está secuestrada. Tiene sólo 25 años, pesa apenas 43 kilos, es asmática, es músico, forma parte del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles desde los 11 años. Fue primer clarinete de la Orquesta Filarmónica de Venezuela. El pasado 28 de mayo denunció en el programa de Chuo por RCR ( #lafuerzaeslaunión)  tanto discriminación política como otras irregularidades en la Orquesta Filarmónica. 72 horas después de esa denuncia funcionarios de la DGCIM que simularon ser profesores de la orquesta se presentaron en su casa y se la llevaron. En este enlace está su primera denuncia:  https://youtu.be/SBNovTbGP7E y el de su madre denunciando el atropello: (https://twitter.com/_Provea/status/1150421710241443844?s=19).  Su madre, Judith Pérez, explicó que luego de ser presentada en el tribunal el juez ordenó libertad con régimen de presentación cada 30 días y el 18 de junio salió la boleta de excarcelación. Sin embargo, Palacios fue trasladada esta semana desde la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar al Instituto Nacional de Orientación Femenina localizado en Los Teques. Pérez aseguró que su hija ha sido víctima de torturas psicológicas y amenazas. El Nacional hace esta cita: «Le decían que la iban a matar, no puede dormir. Mientras estuvo en la Dgcim la mantuvieron en el sótano y solo fue sacada al sol dos veces. Por esto mi hija estaba presentando fuertes dolores de espalda. La celda no tenía ventanas y solo había espacio para 2 literas que compartían 10 mujeres», indicó. La estudiante no pasó a formar parte de la OFV como clarinetista porque firmó en el plebiscito organizado por la Asamblea Nacional en 2017. Palacios denunció lo sucedido a través de las redes sociales y por esta razón fue encarcelada. Estas preguntas las formuló Torrealba: ¿para quien es una «amenaza» una clarinetista de 43 kg? ¿quién le teme a Karen Palacios? ¿a qué corrupto quieren proteger con su secuestro, con su silencio? ¿Nadie contesta? Otra cobardía roja rojita. Otra ficha más para la ACONUDH. ¿Entonces para qué sirve su boleta de excarcelación?

 

¿OTRO MONTAJE?: 

 

@verazinformador es un tuitero dedicado a conseguir e identificar a todos los “malaconducta” pertenecientes al chavismo-madurismo desde 2013. Hay que agradecerle mucho pues son cientos los malandros, asesinos y ladrones rojos que ha desenmascarado o descubierto en estos tiempos. Ayer tan solo identificó a uno de los “escoltas” de @jguaidó detenidos -según el montaje y guion de Jorge Rodríguez- “por tratar de vender fusiles usados en el intento de golpe del 30A  pertenecientes al destacamento militar del Palacio Legislativo” como el chavista y militante del PSUV Jeison José Parisi Castrillo con cédula # 18616555….¿Falla de seguridad de Guaidó en selección de guardaespaldas o siembra roja para involucrarlo en tráfico de armas?…

 

CONTUNDENTE:

 

En su informe de hoy 16 de julio la Unión Europea apoya firmemente los hallazgos del informe de la ONU HCHR y pide al régimen que detenga de inmediato las violaciones generalizadas de los derechos humanos y participe en plena cooperación con el ACNUDH y todos los Procedimientos Especiales de la ONU para garantizar la implementación de las recomendaciones del informe. La UE está dispuesta a ayudar a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en sus esfuerzos por garantizar que los derechos fundamentales de todos los venezolanos estén totalmente protegidos. A la luz de la grave situación informada por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la UE está lista para comenzar a aplicar medidas específicas para los miembros de las fuerzas de seguridad que participan en la tortura y otras violaciones graves de los derechos humanos.

 

 

 

 

En clave de sol mayor, por Andreína Muñoz-Tébar

ESTE ARTÍCULO LO ESCRIBO en clave de sol, y de sol mayor.

Porque a Karen Palacios la retuvieron, según denuncias de sus familiares, en los sótanos de la Dgcim sin ver el sol desde el primero de junio del presente año.

¿Que por qué la detienen? Porque sus notas desafinaban a los oídos del régimen. Notas en trinos que denunciaban cómo, por el hecho de haber firmado en el plebiscito de 2017 en contra de Nicolás Maduro, su contrato en la orquesta Filarmónica Nacional, logrado a punta de dedicación y trabajo, se iba al traste. 

A Karen, y a su familia, le cambiaron en cuestión de segundos su composición de vida de Allegro a Grave. Muy Grave. Porque resulta inaudito pensar que por un hilo en Twitter, hágase o no viral, una ciudadana con todos los derechos estipulados en nuestra constitución sume una mayor nota disonante a la anterior: el secuestro de su libertad. Karen se convirtió en enemiga de uno de sus bastiones: El Sistema Nacional de Orquesta. Karen evidenciaba lo que todos sabemos: la vil politización de la cultura. Las Cajas Clap tienen también una melodía. Los músicos del Titanic que tocan y tocan en un barco hundido queriendo vender la sensación de que “todo marcha viento en popa”. 

Ya una batuta mayor, la de Dudamel, habría lanzado las primeras críticas luego de años de interpretaciones en perfecta armonía. Porque la partitura aguanta uno que otro acento, unos cuantos sostenidos, pero llega el momento en que su lectura resulta ruido, ruido dantesco, ruido evidente que sobre pasa cualquier música a los oídos.

Desde su detención Karen pasó a formar parte de ese pentagrama repleto de notas de silencio. ¡Sí! El silencio en la música es una nota que indica pausa. Pero despojada de sus sueños y su libertad, el silencio por parte de las autoridades se ha traducido en angustia para sus familiares, en depresión para la joven.

La visita de la comisionada Michelle Bachelet al “Tempo Giusto” en que sucedían estas arbitrariedades, el informe “Presttisimo” emitido llamando a las autoridades a corregir las irregularidades evidenciadas, no han servido de nada para devolverle a Karen su ritmo de vida.

La orden de excarcelación emitida hace un mes (con la imposición de un régimen de presentación) no solamente ha sido ignorada, sino que la han trasladado a la cárcel del INOF. La misma que albergó por meses a María Lourdes Afiuni, en ese caso por sus notas jurídicas y no musicales.

Karen Palacios tiene tan solo 25 años. Karen es intérprete primero del Violoncello, después del Clarinete. Karen es una venezolana que se apoyó en el talento, el trabajo continuo y la dedicación como las mejores armas para la realización personal y el aporte a la sociedad.

Con este tuit arrancaba su hilo: “Les cuento por acá que tengo aproximadamente tres meses tocando Clarinete (1er clarinete) en la orquesta Filarmónica Nacional. Esperando un contrato de tres meses, que ellos me ofrecieron, para luego presentar mi audición y poder quedar fija”- y continúa luego – “El día de hoy, después de la novena función del «Popol Vuh» me comunican que mi contrato fue rechazado «porque he firmado en contra del régimen»

Popol Vuh, el libro de las personas. El libro del consejo. De las comunidades. De la creación.

Una función tras otra función. ¿Cómo hemos llegado a esto? Injusticias sucedidas sin “son ni ton”

Que le frustren el sueño de ser parte de la Orquesta fue la primera. Y la muchacha, con estudio y esmero, lograría seguramente un puesto en alguna otra agrupación. Que secuestren su libertad por escribir de su válida frustración en un país donde la constitución señala que todos gozamos de la libertad de expresión, es una injusticia en nota cuadrada. Sobre todo, porque ha sido público su hilo en Twitter, donde más que instigar al odio, llama a la cordura, al respeto y a la tolerancia.  

“Las orquestas nos necesitan a todos, los de un lado y los del otro. Me he sentado con personas que piensan distinto a mí sin ningún problema, porque ahí no se habla de política. No somos políticos. Somos artistas” – Karen Palacios.

Que suba el telón, se acomoden los atriles, y que el director, con su batuta, permita que esta venezolana nuevamente toque su clarinete gozando de todos los derechos que establece nuestra constitución.

 

@dremunoztebar

Madre de clarinetista presa denuncia que le niegan libertad pese a orden de ponerla en libertad

JUDITH PÉREZ, MADRE DE LA clarinetista venezolana Karen Palacios, detenida presuntamente por un tuit en el que mostraba sus diferencias con el Gobierno de Nicolás Maduro, denunció este lunes que su hija se mantiene tras las rejas pese a que el tribunal que llevaba la causa ordenó su puesta en libertad.

«El tribunal le declara libertad con sistema de presentación y el 18 de junio sale su boleta de excarcelación, pero hasta el momento no han liberado a mi hija, lo que hicieron fue (…) trasladarla para el INOF -un centro de reclusión de mujeres-«, dijo.

La mujer, de profesión secretaria, ofreció una rueda de prensa con el apoyo de la ONG Foro Penal que se encarga de la defensa de los llamados presos políticos en el país, y relató que su hija fue detenida el pasado 1 de junio, luego de que denunciara en Twitter que fue expulsada de la Filarmónica de Caracas por ser opositora.

«Nosotros presumimos que a ella se la llevan por unos tuits que ella publicó denunciando que, por su posición política, no le habían querido dar el contrato en la Filarmónica de Caracas», prosiguió la madre.

La joven de 25 años, que está acusada de «instigación pública» según su madre, denunció el pasado 26 de mayo en Twitter que llevaba «aproximadamente 3 meses tocando clarinete (primer clarinete) en la orquesta Filarmónica Nacional» y esperando un contrato que le habían ofrecido para presentar su audición y «poder quedar fija».

«El día de hoy, después de la novena función del ‘Popol Vuh’ me comunican que mi contrato fue rechazado ‘porque he firmado en contra del régimen'», dijo Palacios en esa ocasión.

Según relata la madre, el día de la detención los funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) les hicieron creer que eran profesores de la orquesta.

«Nos fuimos. Cuando estábamos en la camioneta, nos dimos cuenta de que eran efectivos porque sacaron el armamento. Nos llevaron al Dgcim de Boleita -en Caracas- desde las 12 del mediodía más o menos (16.00 GMT) hasta las 6.00 de la tarde (22.00 GMT), detuvieron a mi hija», explicó.

De acuerdo con la abogada Estefanía Migliorini, integrante del Comité de Defensa de la Mujer del Foro Penal, la clarinetista forma parte de una lista de más de 15 «presos políticos» que tienen boleta de excarcelación y no han sido puestos en libertad.

La jurista intenta llevar el caso de la joven a la que le fue asignado un defensor público, pero debido a que ya existe una boleta de excarcelación, no ha podido juramentarse como su abogado oficial ni conocer su expediente.

«La cifra del día de hoy de presos políticos (…) es de 590 presos políticos, entre ellos hay 62 mujeres, dentro de ese grupo de 62 mujeres está Karen Palacios», dijo la abogada que instó a los cuerpos de seguridad a cumplir con las órdenes judiciales.