Andreína Muñoz-Tébar, autor en Runrun

Andreína Muñoz-Tébar

En clave de sol mayor, por Andreína Muñoz-Tébar

ESTE ARTÍCULO LO ESCRIBO en clave de sol, y de sol mayor.

Porque a Karen Palacios la retuvieron, según denuncias de sus familiares, en los sótanos de la Dgcim sin ver el sol desde el primero de junio del presente año.

¿Que por qué la detienen? Porque sus notas desafinaban a los oídos del régimen. Notas en trinos que denunciaban cómo, por el hecho de haber firmado en el plebiscito de 2017 en contra de Nicolás Maduro, su contrato en la orquesta Filarmónica Nacional, logrado a punta de dedicación y trabajo, se iba al traste. 

A Karen, y a su familia, le cambiaron en cuestión de segundos su composición de vida de Allegro a Grave. Muy Grave. Porque resulta inaudito pensar que por un hilo en Twitter, hágase o no viral, una ciudadana con todos los derechos estipulados en nuestra constitución sume una mayor nota disonante a la anterior: el secuestro de su libertad. Karen se convirtió en enemiga de uno de sus bastiones: El Sistema Nacional de Orquesta. Karen evidenciaba lo que todos sabemos: la vil politización de la cultura. Las Cajas Clap tienen también una melodía. Los músicos del Titanic que tocan y tocan en un barco hundido queriendo vender la sensación de que “todo marcha viento en popa”. 

Ya una batuta mayor, la de Dudamel, habría lanzado las primeras críticas luego de años de interpretaciones en perfecta armonía. Porque la partitura aguanta uno que otro acento, unos cuantos sostenidos, pero llega el momento en que su lectura resulta ruido, ruido dantesco, ruido evidente que sobre pasa cualquier música a los oídos.

Desde su detención Karen pasó a formar parte de ese pentagrama repleto de notas de silencio. ¡Sí! El silencio en la música es una nota que indica pausa. Pero despojada de sus sueños y su libertad, el silencio por parte de las autoridades se ha traducido en angustia para sus familiares, en depresión para la joven.

La visita de la comisionada Michelle Bachelet al “Tempo Giusto” en que sucedían estas arbitrariedades, el informe “Presttisimo” emitido llamando a las autoridades a corregir las irregularidades evidenciadas, no han servido de nada para devolverle a Karen su ritmo de vida.

La orden de excarcelación emitida hace un mes (con la imposición de un régimen de presentación) no solamente ha sido ignorada, sino que la han trasladado a la cárcel del INOF. La misma que albergó por meses a María Lourdes Afiuni, en ese caso por sus notas jurídicas y no musicales.

Karen Palacios tiene tan solo 25 años. Karen es intérprete primero del Violoncello, después del Clarinete. Karen es una venezolana que se apoyó en el talento, el trabajo continuo y la dedicación como las mejores armas para la realización personal y el aporte a la sociedad.

Con este tuit arrancaba su hilo: “Les cuento por acá que tengo aproximadamente tres meses tocando Clarinete (1er clarinete) en la orquesta Filarmónica Nacional. Esperando un contrato de tres meses, que ellos me ofrecieron, para luego presentar mi audición y poder quedar fija”- y continúa luego – “El día de hoy, después de la novena función del «Popol Vuh» me comunican que mi contrato fue rechazado «porque he firmado en contra del régimen»

Popol Vuh, el libro de las personas. El libro del consejo. De las comunidades. De la creación.

Una función tras otra función. ¿Cómo hemos llegado a esto? Injusticias sucedidas sin “son ni ton”

Que le frustren el sueño de ser parte de la Orquesta fue la primera. Y la muchacha, con estudio y esmero, lograría seguramente un puesto en alguna otra agrupación. Que secuestren su libertad por escribir de su válida frustración en un país donde la constitución señala que todos gozamos de la libertad de expresión, es una injusticia en nota cuadrada. Sobre todo, porque ha sido público su hilo en Twitter, donde más que instigar al odio, llama a la cordura, al respeto y a la tolerancia.  

“Las orquestas nos necesitan a todos, los de un lado y los del otro. Me he sentado con personas que piensan distinto a mí sin ningún problema, porque ahí no se habla de política. No somos políticos. Somos artistas” – Karen Palacios.

Que suba el telón, se acomoden los atriles, y que el director, con su batuta, permita que esta venezolana nuevamente toque su clarinete gozando de todos los derechos que establece nuestra constitución.

 

@dremunoztebar

El punto G de la desfachatez, por Andreína Muñoz-Tébar

CON LA ROBOLUCIÓN DEL SIGLO XXI cualquier historia que una pueda montarse, por más inverosímil que sea, es válida. Desde un muerto decretado mucho antes de enterrarlo, hasta ritos de brujería con los huesos del Libertador. Nos contarán los nietos, en sus rezos a las alturas, cuáles de nuestras hipótesis, elucubraciones y especulaciones resultaron ciertas.

Chavez y Maduro se convirtieron en el Socialismo de los Cuentos, comenzando por el mismísimo socialismo que venden, con una población cada día más hambreada y una élite gobernante cada día más multimillonaria en dólares, el billete que tanto denigran.

Pero en lo que nunca pensaré, y creo que la mayoría del pueblo, es en Maduro y Cilia en su habitación presidencial. En lo más íntimo. No sé si por la grotesca figura que hoy luce Maduro, o por la imagen en la intimidad de Cilia. Y eso, la intimidad de una pareja, se respeta. Aclaro esto por el sexy-título de mi artículo. 

El punto G, bien estimulado, puede desencadenar un orgasmo. El éxtasis. La Locura. El placer de los placeres, sexualmente hablando tanto en ella como en él. Pero Nicolás Maduro, como suele suceder, llegó al punto de prometer no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro… sino cinco puntos G… ¡Relax! Sólo a nivel de tecnología.

Y aquí viene la explicación de lo que podríamos bautizar como el “orgasmo de la desfachatez”

Quien tenga una línea Movilnet (la empresa expropiada por el régimen) y cambie de equipo móvil que no admita la misma tarjeta SIM, que se olvide de conseguirla. ¡No Hay! Y todo por mantener una línea de un teléfono con la peor cobertura a nivel nacional.

El servicio ABA de conexión a la internet, y que presta CANTV a otras operadoras, nos surte de modem que parecen juguetes, de mínima calidad. Y el servicio de conexión es nefasto. Invito a cualquiera que lea este artículo a realizar una encuesta personal.

Pero Nicolás promete el 5G. Aclara que a nivel de prueba. Pero vaya que no cinco, millones de Guisos ya se han ejecutado, probados, e identificados sus beneficiarios finales.

Comencemos con una G dantesca: El Guiso de los Clap. Y es dantesca porque ha permitido lucrar a personas a cuenta de hambre, mucha hambre en el venezolano. Unos se vuelven multimillonarios y otros aceptan comer granos de arroz con bichos y leche que no es leche, y qué leche que no se enfermen consumiéndola. Trabajos muy profesionales del tema abundan en este portal y en portales periodísticos hermanos como armandoinfo.com. La corrupción detrás de este esclavismo alimentario está más que documentada por periodistas venezolanos, e incluso replicada, y complementadas las pruebas, por gobiernos de otros países.

Sigue la G del Guiso cambiario, guiso en el cual entran todas las instituciones inventadas por el gobierno para propiciar el ilícito: Cadivi, SICAD, DICOM , etc, etc. Esta G es anterior a la del CLAP. De hecho, resulta fuente de negocio de la anterior, pero enumero primero los alimentos por resaltar la desfachatez humanitaria que puede quintuplicarse si hablamos de medicamentos. ¿Qué pasó con la ministro Sader? Robos identificados desde el 2010, imputada en el 2014, pero sin recibir uniforme de Iris hasta el momento. 

Rotondaro, antiguo capo del IVSS, se le volteó al régimen y huye a Colombia haciendo públicas algunas seleccionadas denuncias (habría que investigar por un tribunal serio las denuncias de corrupción en su contra) ¿Se va y denuncia quizás porque el puesto ya estaba prácticamente designado a otro, y él saldría con las tablas en la cabeza?  Pero, ¿quién responde, mientras millones van y millones vienen, por los dolores de cabeza de un paciente que sufre de tensión alta? ¿Por el paciente diabético, los niños del J.M de los Ríos, el adulto trasplantado, el paciente cancerígeno o VIH +?

Y mencionemos la tercera G: Guisos Petroleros. Con lo poco que producimos, desde hace ya varios años, siempre guisan. Y en este punto Rafael Ramírez no puede pasar liso. ¿Saben cuánto dejó de entrar a Venezuela a cuenta de convenios chimbos, comisiones, etc.? ¿Podría Rafael Ramírez hacer pública una auditoría a sus cuentas, incluyendo testaferros, algunos identificados y otros ocultos? ¿Qué porcentaje de su inmensa fortuna podrán representar los 1.420 millones de Dólares a pagar por perder la Demanda por Chantaje en los Estados Unidos? Y, ¿quién me lee cree que este personaje, Eulogio del Pino, y ahora Manuel Quevedo, actúan o actuaron sin pasar por Go y dejar los 200.000.000,oo$ al manda más, como si de un monopolio estuviésemos hablando? Solo que en el monopolio los verdes se dejan en el estado por pagar cárcel.  En el juego de la corrupción socialista cambia el receptor.

Y llegamos a la cuarta, la G de los Guisos Mineros. Y esta es digna de serie en Netflix porque involucra desde lingotes de oro saliendo de una institución oficial, hasta militares y civiles embarrados en un negocio que no es de ellos (es de todos los venezolanos), pasando por el ecocidio evidente de todo un territorio nacional. Un guiso apetecible para militares y, por las noticias que lamentablemente vienen del norte y no de una fiscalía independiente venezolana, para civiles jojotos muy cercanos a la cabeza del régimen.

Como quinta G dejamos la peor. Guisos Humanos. ¡Sí! A este régimen la vida humana le vale igual que un cargamento de comida sobrefacturada y podrida en Puerto Cabello. Las historias que se harán públicas en una Venezuela Libre serán narradas en series de Netflix, jamás comparables a Narcos, El Chapo, etc. Etc. Definitivamente serán mucho más crudas. Son guisos porque compran con vida humana permanencia en el poder y en las 5 G… por mencionar 5 de muchos guisos. Fernando Albán, nuestros jóvenes manifestantes, Óscar Pérez, el Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo. Seres humanos, valiosos, venezolanos todos, metidos en una olla para mantener un guiso. ¡Sí! Así de dantesca es la imagen que este párrafo invita a formarte. Es real. Es criminal.

La única G que pueda adjudicarse el régimen es una G de Grotesco (y eso porque la palabra Griminal no existe).

La Venezuela que lucha y merece algo mejor no tiene sueldos multiplicados por 5G. 

La productividad de nuestra industria (Agrícola, Textil, etc.) está muy lejos de ser potenciada por 5G.

Los insumos y el estado de nuestros hospitales siguen con una calificación 5G, por la Gravedad de la situación.

Los derechos humanos, la vida del venezolano que piensa distinto y quiere un país próspero y democrático le valen a Maduro y su séquito 5G. G de GoodBye. G de Gone (murió). G de Genocidio.

Señor Maduro, ¿Qué significa 5G para usted? Por ahora, en base su dominio de la ortografía, Ge, Ge, Ge, Ge, Ge, Ge

Traducción:

Je, Je. Je, Je, Je, Je. Una Burla más a todos los venezolanos.

 

@dremunoztebar