Tucupita archivos - Runrun

Tucupita

Alba Sánchez: “Le pedí a Dios una oportunidad, le dije que quería estar con mis hijos nuevamente y que no quería morir ahogada”
La mujer pasó la noche más larga de su vida a merced de la fuerza de un mar que volteó la embarcación donde iba con un grupo de 31 de migrantes que salieron de Delta Amacuro a Trinidad y Tobago

 

Alba Sánchez relató que pasó nueve horas en el mar, desde las 9:00 pm hasta las 6:00 a.m. hablando con Dios y cantándole tan fuerte como su voz y pulmón se lo permitían. “Le pedí a Dios una oportunidad, le dije que quería estar con mis hijos nuevamente y que no quería morir ahogada”.

Alba es una cocinera de 36 años, tiene tres hijos y es la única mujer en el grupo de siete sobrevivientes del siniestro de una embarcación que salió la noche del jueves 22 de abril desde Delta Amacuro hasta Trinidad y Tobago, y naufragó en la franja marítima Boca de Serpiente. Vive en el sector Villa Bolivariana, parroquia José Vidal Marcano de Tucupita.

Su plan estaba trazado: llegar a Trinidad y Tobago, reencontrarse con su esposo que le había enviado 300 dólares para el viaje, trabajar un par de meses en un almacén y luego emigrar con toda su familia a Brasil. Su empleo en una escuela local y las tortas que vende en su casa no generaban suficientes ingresos.

El número de pasajeros que zarpó sumaban 31, según recuerda la sobreviviente. Cuenta que la travesía comenzó un par de días antes del siniestro cuando salieron de la comunidad La Horqueta, a orillas del Orinoco, sin salvavidas ni otra medida de seguridad.

La fuerza de voluntad

La noche del jueves 22 de abril, una vez que llegaron a un caserío fluvial llamado Barra de Cocuina, el grupo se dividió. Seis mujeres y un bebé fueron trasladados a un bote y las 25 personas restantes, incluyendo a Alba, se quedaron en otra embarcación. También iban dos niños de 4 y 2 años; y dos adolescentes de 14 y 17 años, según detalla.

Partieron a las 7:00 pm y dos horas después la tragedia los alcanzó. Alba recuerda haber visto olas de hasta tres metros y a sus compañeros de viaje haciendo plegarias y tratando de mantener a flote el peñero. Pero el mar embravecido pudo más.

*Lea la nota completa en El Pitazo

Detienen a defensor de DDHH en Tucupita que ayudaba a familiares de las víctimas de naufragio
Alfredo Romero, director del Foro Penal, aseguró que Moreno fue detenido por funcionarios del CICPC

La tarde de este domingo, 25 de abril, denunciaron la detención del defensor de DDHH y coordinador del Foro Penal en Delta Amacuro, Orlando Moreno, mientras ayudaba a los familiares de las víctimas del naufragio en Tucupita, a pedir información acerca de sus familiares.

El defensor de Derechos Humanos, Olnar Ortiz denunció que Moreno fue detenido arbitrariamente por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y exigió su liberación.

Igualmente el director del Foro Penal, Alfredo Romero confirmó la información en su cuenta de Twitter y ratificó que Orlando Moreno se encontraba acompañando a familiares de las víctimas del naufragio de la ruta Venezuela-Trinidad y Tobago.

En la cuenta de Twitter de Moreno se ve información y testimonios de los familiares de las víctimas del naufragio de una embarcación que zarpó el jueves, 22 de abril,  en la noche desde La Horqueta, en Delta Amacuro, y zozobró en Boca de Serpiente, también en la costa Venezolana. Se dirigía hacia Trinidad.

David Smolansky, Comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, denunció al menos tres muertos y una decena de desaparecidos. 

Fe y Alegría informó el rescate de cinco personas (cuatro hombres y una mujer) que iban en la misma embarcación, que llevaba a bordo al menos a 25 refugiados que huían a la isla caribeña.

Orlando Moreno relató en un video publicado en Twitter, que hubo momentos de tensión la noche del sábado, 24 de abril, a las afueras del CICPC, porque los familiares exigían información y la liberación de los sobrevivientes. 

Igualmente explicó que, según testimonios de sobrevivientes, olas de tres metros hicieron que la embarcación naufragara. «Quienes pudieron llegar a salvo nadaron entre 4 y 5 horas hasta un barco pesquero que los rescató», añadió.

Su último tuit fue la mañana de este domingo, 25 de abril, cuando informó que los familiares estaban en el Puerto de La Guardia en Tucupita, esperando para reconocer a los cadáveres de sus familiares. «Los tienen en zozobra desde ayer», puntualizó.

Siguen llegando a Tucupita waraos enfermos en estado crítico
Paludismo y Covid-19 son las enfermedades más comunes

15 indígenas warao llegaron en curiara hasta Tucupita desde el municipio Pedernales.

El presidente del Instituto Regional Indígena del Delta Amacuro (Irida), Alexis Valenzuela, informó sobre la llegada de este grupo de personas que presentan cuadros severos de deshidratación y signos de otras enfermedades.

Una niña de aproximadamente de 9 años, fue levantada en brazos hasta la unidad de Transdelta para ser trasladada hasta el hospital Luis Razetti de Tucupita.

En las gráficas publicadas por las redes sociales, se observan dos personas sostenidas en brazos mientras se dirigían hasta la unidad de transporte. El dirigente indígena Camilo Medina, camina en dirección hasta la unidad con una niña de apropiadamente nueve años entre sus brazos: “hacemos   un reconocimiento a nuestro guerrero Camilo Medina, que sin dar tiempo al tiempo, fue a la ayuda de los parientes enfermos” ratificó el representante de Irida, Alexis Valenzuela.

Cuatro de los waraos fueron diagnosticados con paludismo, entre ellos la niña de nueve años. Actualmente están recibiendo tratamiento en una casa de atención para pacientes del municipio Pedernales

Cabe destacar que el mismo 18 de octubre, la gobernadora del estado Delta Amacuro anunció el retorno de 83 familias desde el paseo malecón Manamo hasta sus comunidades de origen. Las familias waraos tenían tres meses instaladas en la orilla del Caño Manamo, provenientes de sus comunidades en busca de alimentos y medicinas.

La evacuación obligada de las familias waraos generó reacciones en Tucupita. El dirigente social, Luis Buenos cuestionó el desalojo de los waraos: “Lizeta Hernández publica en las redes sociales, como un gran logro humanitario el devolver a los hermanos waraos de Pedernales a sus comunidades sin garantizarles las mínimas condiciones humanitarias en esas comunidades”.

Asimismo, señala que las familias waraos obligadas al retorno hasta sus comunidades de Pedernales,  no tienen luz eléctrica, servicio de agua potable, esencial para la vida humana, transporte público, alimentos, ni las herramientas básicas para subsistir de la pesca, ya que la poca gasolina que pudieran enviarle a ese municipio es desviada para el contrabando, alega.

 

Kape Kape 

La cifra de contagios por COVID-19 en el estado ascendió a seis, según el último balance oficial. La comisionada de salud, tres enfermeras y un conductor están en la lista de pacientes que permanecen confinados en una clínica privada de la región
  

La comisionada de salud del estado Delta Amacuro dio positivo a la prueba para detectar COVID-19, informó este sábado 23 de mayo la gobernadora de la entidad, Lizeta Hernández. Cabe destacar que, tras el último balance oficial en el que se anunciaron cinco nuevos casos en la región, la cifra total de personas infectadas ascendió a seis.

En el boletín ofrecido a través de cadena regional de radio y televisión, Hernández señaló que la funcionaria que dio positivo al test formó parte del equipo epidemiológico en el municipio Casacoima, zona declarada como epicentro de contagios en el estado.

La mandataria regional anunció que las personas con COVID-19 permanecerán confinadas en una clínica de Tucupita, al tiempo que envió muchas fuerzas a la funcionaria pública que tiene el virus. De acuerdo con los datos que ofreció la gobernadora, una enfermera y un conductor también se cuentan entre los contagios.

Más información en El Pitazo.

Se acentúa éxodo masivo de waraos desde las profundidades del Delta

Recientemente 25 familias indígenas del bajo Delta se instalaron en condiciones precarias en las adyacencias del paseo Manamo de Tucupita por la carencia de comida y medicina en sus comunidades.

Las familias indígenas continúan su desplazamiento desde los caños del Orinoco hasta las márgenes de las ciudades y avenidas  durante su viaje hasta la frontera de Venezuela.

El malecón del paseo Manamo de Tucupita es uno de los lugares públicos que se ha convertido en alojamiento para los waraos procedentes de los caños de los municipios Tucupita y Pedernales quienes pernoctan  bajo las lluvias y la inclemencia de la naturaleza  en condiciones precarias e insalubres en el lugar.

Pedro Gil es uno de los representantes del grupo, se hace llamar cacique, en su testimonio señala el motivo de su movilización hasta la ciudad “en nuestra comunidad no tenemos nada de comida, hay hambre, los niños y adultos mueren de hambre” sostiene al relatar la situación de abandono y  ausencia de asistencia por parte del Estado venezolano  responsable de garantizar el bienestar de las comunidades waraos.

“No tenemos escuela, ni tampoco dispensario, no remedio y las enfermedades atacan, el rio está desbordado y con eso, la situación para encontrar la comida es muy difícil” continua Pedro Gil, uno de los líderes del grupo que acampa en la orilla del paseo Manamo de Tucupita.

Sin embargo, Tucupita no es la única ciudad que alberga a las familias waraos en su desplazamiento desde sus comunidades originarias, se ha comprobado que los estados Monagas y Bolívar  también son receptores de familias que se movilizan hasta las ciudades para luego trazar horizontes más lejanos como las fronteras de Venezuela con Brasil, Trinidad y la República de Guyana.

El éxodo masivo de los indígenas warao del Orinoco es una realidad que continua su desarrollo desde las profundidades de los caños del Delta, de acuerdo a las estadísticas de instancias internacionales como la Organización Internacional de Migración (OIM) y los datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, la cantidad de los waraos en Brasil y Guyana sobrepasa los 4500 waraos en calidad de desplazados y con una situación realmente trágica.

 

Kapé Kapé

Según Kapé Kapé, 100 familias warao viven y se alimentan de la basura

LA ONG KAPÉ KAPÉ denunció este jueves cómo 100 familias waraos viven y se alimentan de la basura, en Tucupita, estado Delta Amacuro.

A través de una nota de prensa la ONG Kapé Kapé retrató la dramática situación con el testimonio de Sonia Moreno, madre warao de tres hijos.

“Sonia Moreno es una madre que actualmente vive con sus tres hijos en el vertedero de Tucupita, desconoce su edad y no sabe leer ni escribir. Todos los días recuerda la pérdida de sus cinco hijos que fallecieron entre 2016 y 2018, tras presentar diarrea y desnutrición, mientras, con los otros tres se dirige hasta el vertedero de basura de Tucupita para poder conseguir ropas y residuos de comida, así comer durante el día”, cuenta Kapé Kapé en la nota de prensa.

Agregan que así como Sonia Moreno, otras 100 familias están en la misma situación, en su mayoría pertenecientes a la etnia warao.

A pesar de lo conocida y dramática realidad de Sonia y sus hijos, Kapé Kapé asevera que las instituciones gubernamentales de la región “mantienen a los habitantes del sector prácticamente marginados de los programas sociales, ni siquiera disfrutan de los beneficios que son otorgados a través del sistema del carnet de la patria, programa bandera del gobierno de Nicolás Maduro”, denuncia..

Señalan que las familias que viven en el vertedero de basura presentan cuadros alarmantes de mal nutrición, enfermedades de la piel, diarreas, vómitos y otros brotes endémicos característicos de las condiciones de insalubridad en las que viven.

Hospitales de Tucupita no tienen “solución”

“AQUÍ NO HAY NADA, NO TENEMOS NI SUERO”, dijo una de las enfermeras de guardia del Hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita, principal centro de salud del estado Delta Amacuro.

Las familias que han acudido al hospital aseguran que se ha agudizado la falta de medicamentos en ese centro de salud.

Recientemente, una indígena que ingresó con problemas respiratorios y debilidad no pudo ser atendida porque no contaban con suero y el médico residente estaba durmiendo.

Actualmente están atendiendo principalmente a las personas que consiguen los medicamentos por sus propios medios y los llevan al hospital. Una irregularidad que afecta la población warao porque no cuentan con una entrada monetaria regular para comprar  los medicamentos.

El Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé ha podido corroborar que además del principal hospital de Tucupita, la Clínica PDVSA, el Módulo de Salud de la Alcaldía de Tucupita y el Ambulatorio de Salud Tipo I ubicado en la avenida Orinoco presentan carencias similares.

 

Con información de Kapé Kapé

2017 cerrará con el doble de casos de paludismo que 2016

ORGANIZACIONES COMO LA SOCIEDAD VENEZOLANA de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología han alertado que este año Venezuela puede terminar con al menos 500 mil infectados con paludismo.

En días recientes la vice ministra de salud, Moira Tovar confirmó que el paludismo ya tiene presencia en 14 estados del país, y que por esa razón han activado un plan para el control de la enfermedad, cuyo brote esperar detener en un lapso no mayor de 3 meses.

Como cada año Bolívar, Amazonas y Tucupita destacan en la nada envidiable lista de estados endémicos de malaria.

Los ambientes selváticos son más propensos a la proliferación del mosquito, y la actividad minera es otro de sus combustibles, por eso las comunidades indígenas de estos 3 estados están expuestas a mayores riesgos de contagio.

La malaria o paludismo es uno de los padecimientos que más ha repuntado en los últimos meses entre las comunidades y pueblos indígenas por diferentes factores: porque cada vez son más las comunidades indígenas ubicadas en el epicentro de la actividad minera ilegal, la ausencia de programas de prevención de la enfermedad y la falta de atención médica en el seno de sus comunidades.

“Si el Estado no está pendiente de fumigar o vacunar en las ciudades, menos lo va a hacer monte adentro” reclamó el presidente del Colegio de Médicos en Ciudad Guayana, Hugo Lezama.

Bolívar ha sido hasta ahora el más afectado por el brote de paludismo desatado desde el segundo semestre de 2016, un ejemplo claro se encuentra en el municipio Sucre del estado, donde según los datos que maneja Kapé Kapé, entre 60% y 70% de la población indígena padece o ha padecido de malaria como consecuencia del aumento en la minería ilegal.

Según los datos de la Dirección de Salud Ambiental de Amazonas, entre 2015 y 2016 aumentaron en un 20% los casos de malaria, y la tendencia en 2017 es a que sigan en aumento.

Trabajadores de la salud de la zona aseguran que  hay una epidemia endémica en el estado que el Gobierno no quiere reconocer públicamente, afirman que se reportan más de 50 casos diarios de estas enfermedades.

Ante el llamado de atención emitido por especialistas en la materia que aseguran que el Estado no está implementando las medidas correctas para acabar con los casos de paludismo, en el marco del Día del Paludismo en las Américas, Kapé Kapé lanza nuevamente una alerta para que se apliquen las medidas necesarias para erradicar la epidemia de esta enfermedad que amenaza con acabar con la vida de entre 320 y 350 personas en 2017 de acuerdo con las estimaciones Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología.

Con información de Kapé Kapé