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Carlos Nieto Palma Jul 16, 2021 | Actualizado hace 1 mes
Día de Nelson Mandela

«Una nación no debe ser juzgada por cómo trata a sus ciudadanos más distinguidos, sino a los que menos lo son, los presos». Nelson Mandela

 

@cnietopalma

El próximo domingo 18 de julio se celebra el Día Internacional de Nelson Mandela en homenaje al expresidente sudafricano, luchador por la libertad y la paz en el mundo entero. La celebración que lo honra fue proclamada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el 10 de noviembre del año 2009, fecha del aniversario de su nacimiento.

En la mencionada resolución se estableció que se proclamaba este día como homenaje a Nelson Mandela “como reconocimiento de su dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas; además de su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz en todo el mundo”.

Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado cerca de Umtata, provincia del Cabo Oriental en Sudáfrica. En 1942, a los 24 años de edad, se graduó de abogado en la Universidad de Witwatersrand. En 1964 lo condenan a cadena perpetua por sus ideales y activismo político en la lucha por la igualdad de razas; y fue encarcelado en la prisión de Robben Island, frente a la Ciudad del Cabo. Allí pasó 17 años en precarias condiciones.

Más tarde estuvo en otras dos cárceles durante 10 años más, sumando una pena total de 27 años. Tras 27 años de reclusión, Nelson Mandela fue liberado en 1990 y comenzó rápidamente a dirigir negociaciones que permitieron la transición, sin guerra civil, hacia la democracia multirracial.

En 1991 asumió la presidencia del Congreso Nacional Africano (CNA), fundado en 1912 con el fin de defender los derechos de la mayoría negra. En 1993, Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz por su mensaje de reconciliación y convivencia entre razas, que propició la transición hacia una Sudáfrica democrática.

Nelson Mandela presidió Sudáfrica del 10 de mayo de 1994 al 16 de junio de 1999. Hizo su última aparición pública en 2012, en el Mundial de Fútbol organizado por su país. Murió el 5 de diciembre de 2013 tras 6 meses críticos de problemas pulmonares.

El 17 de diciembre de 2015, cuando se aprueba la reforma a las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, se les da el nombre de Reglas Mandela en homenaje a este luchador social. Con ello la Asamblea General de la ONU amplía el alcance del Día Internacional de Nelson Mandela, que se celebra cada año el 18 de julio, para que también se utilice a fin de promover condiciones de encarcelamiento dignas, sensibilizar acerca del hecho de que los reclusos son parte integrante de la sociedad y valorar la labor del personal penitenciario como servicio social de particular importancia. Y, con ese propósito, además invitó «a los Estados miembros, las organizaciones regionales y las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a celebrar esa ocasión de manera apropiada».

Ojalá en Venezuela, en un futuro, logremos tener condiciones dignas de encarcelamiento; podamos entender que las personas privadas de libertad tienen derechos humanos, que el Estado debe garantizar y respetar; así como tener un personal penitenciario con credenciales académicas universitarias, como lo establece el artículo 272 de nuestra Constitución Nacional. Así podríamos celebrar el Día Internacional de Nelson Mandela como a él le gustaría.

Termino mi artículo de hoy citando una frase de Nelson Mandela propicia para la ocasión: “Una nación no debe ser juzgada por cómo trata a sus ciudadanos más distinguidos, sino a los que menos lo son, los presos”.

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Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Crímenes sin Castigo | Mudanza de celda
El decreto presidencial que transfiere a Servicio Penitenciario el manejo de los centros de reclusión para presos políticos es una respuesta tardía a una situación que ocasionó el desprestigio internacional del régimen

 

@javiermayorca

El 12 de mayo, Nicolás Maduro ordenó transferir al ministerio para Servicio Penitenciario el “ejercicio de las funciones de custodia de personas privadas de libertad” en las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

El gobernante fijó un plazo de treinta días, contados a partir de esa fecha, a los efectos de cumplir con este decreto. Igualmente, exhortó a la Fiscalía y al Poder Judicial “adoptar las medidas necesarias” en cuanto a la “emisión de las autorizaciones pertinentes para el traslado a otros recintos” de las personas recluidas en celdas del Helicoide y de la central del cuerpo castrense, ubicado en la zona industrial de Boleíta.

Esta decisión, publicada en la Gaceta Oficial, deja abiertas numerosas interrogantes. La primera tiene que ver con la posibilidad de que cierren ambos centros de reclusión. Esto pareciera poco probable, por lo menos en el futuro inmediato. A pesar de las quejas y denuncias sobre abusos, arbitrariedades, torturas y tratos crueles e inhumanos en las dos instalaciones (últimamente, más en Dgcim), es claro que el régimen se reservará la potestad de mantener una vigilancia muy estrecha hacia ciertos detenidos. A los presos por la operación Gedeón aún los conservan en el Helicoide. Incluso, habilitaron salas de tribunal en esa estructura para evitar cualquier paseo por las calles de Caracas.

Otro caso de alta sensibilidad para el régimen es el llamado “magnicidio frustrado”. Según el abogado Joel García, defensor del diputado Juan Requesens, solo uno de los involucrados en este expediente ha sido sacado de la Dgcim Boleíta. Se trata del civil José Eloy Rivas, y de acuerdo con el litigante su nueva celda está en Fuerte Tiuna, lo que desde luego continúa siendo una instalación militar, por cierto, custodiada por agentes de la Dgcim.

Los traslados ya comenzaron, aunque sin seguir un protocolo específico y conocido por todas las partes. Por ejemplo, a los generales retirados del Ejército Ovidio Poggioli Pérez (exdirector de Inteligencia Militar) y Jorge Zedán Abudey, detenidos cuando intentaban entrar por trochas desde Colombia, los enviaron desde el recinto de Boleíta al Centro Nacional para Procesados Militares de Ramo Verde, en Los Teques.

En esos días, también fueron llevados a esa cárcel otros treinta detenidos. Pero este proceso no está exento de contradicciones. En la Dgcim, por ejemplo, todavía quedan civiles. Es el caso de seis presos por presunta corrupción en la empresa Petróleos de Venezuela, específicamente en lo relativo a la Faja Petrolífera del Orinoco.

“La manera como se están haciendo estos traslados genera mucha angustia en los presos y sus familiares, pues no están claros los criterios que aplican para enviar a una persona a uno u otro centro de reclusión”, dijo el abogado Gonzalo Himiob, director del Foro Penal, una organización que lleva el pulso a las detenciones por razones de conciencia.

Según el litigante, las transferencias desde las celdas del Sebin y la Dgcim se están llevando a cabo sin la notificación a los defensores y los familiares de los detenidos.

De acuerdo con el Foro Penal, existen en la actualidad 301 privados de libertad por razones políticas. Sin embargo, en los retenes del Sebin y la Dgcim también habría procesados por delitos comunes, y otros individuos que ya purgan sentencia, como los integrantes del clan Makled.

El Código Orgánico Penitenciario establece que los traslados de reclusos pueden ser por motivos judiciales o médicos, también para cumplir con compromisos deportivos, educativos o culturales, y finalmente “por razones de orden y seguridad”.

“Un decreto presidencial no puede estar por encima de la Ley”, afirmó Himiob.

Pero en Venezuela es conocida la influencia del Ejecutivo en las decisiones de los tribunales. Basta recordar que, en los días previos a la cuestionada elección parlamentaria de diciembre de 2020, una negociación entre Maduro y el exgobernador de Miranda Henrique Capriles posibilitó que 110 detenidos por razones políticas volvieran a sus casas, algunos de ellos con libertad plena.

El decreto de Maduro atacó uno de los focos más importantes de atención por parte de los organismos internacionales de protección a los Derechos Humanos, como es la existencia misma de centros para presos políticos.

La decisión, además, va acompañada por algunos cambios en la posición del oficialismo, de acuerdo con lo observado por Joel García.

“Esto no va solo. Salió la decisión de juzgar a los presuntos responsables de la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo. Y también hubo un cambio en la narrativa sobre lo ocurrido en los casos del concejal Fernando Albán y de Juan Pablo Pernalete”, afirmó.

El gobierno de Maduro, entonces, anda en un plan de “control de daños”, mediante la eliminación de los argumentos relativos a los presos políticos, aun cuando el periodista Roland Carreño siga detenido en celdas de la Policía Nacional.

Lo que realmente preocupa a los operadores del oficialismo es que el llamado caso Venezuela pase a una nueva fase y sea presentado ante la Corte Penal Internacional. En esto coinciden García y Himiob.

De la misma forma, el decreto contribuiría a allanar el camino frente a eventuales negociaciones con líderes de la oposición, que podrían mostrar ante sus propios seguidores evidencia de alguna “victoria temprana”, aunque sea gracias a un decreto del cuestionado mandatario.

Breves

* El martes de esta semana se cumplieron dos meses desde la muerte de cinco personas en el sector La Trilla del estado Apure. Aunque el titular del Ministerio Público designado por la extinta Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, no se ha pronunciado todavía sobre el fondo de este hecho, desde las organizaciones de defensa de Derechos Humanos no han dudado en señalar que se trató de una “masacre”. Estos cinco individuos (cuatro de ellos integrantes de una misma familia) figuran en las estadísticas gubernamentales como presuntos irregulares fallecidos por “resistencia a la autoridad”, a manos de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional.

Luego de este incidente, verificado el 25 de marzo, los efectivos del grupo élite fueron enviados calladamente de regreso a sus unidades de origen. Y los cuerpos fueron enterrados en el cementerio de Arauquita, en Colombia. Las consecuencias de esta acción se han extendido hasta el presente, puesto que los pobladores de la zona todavía señalan a las fuerzas gubernamentales (sin distingo) como corresponsables de su situación. Algo que no se pueden permitir en un esquema de conflicto irregular, donde cobra vital importancia contar con la simpatía y cooperación de los pobladores en los lugares donde se ejecutan las acciones militares. No en balde, el comunicado suscrito por las ONG al cumplirse dos meses de la matanza exige que el fiscal extienda las averiguaciones a toda la cadena de mando, que debía coordinar y supervisar esa operación. Eso incluye al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino; al jefe del Ceofanb Remigio Ceballos, y los generales José Rojas Abreu, Tito Gómez Ávila, José Rafael Silva Aponte y Robinson Vera Cumare.

* El ministerio de la Defensa ordenó reforzar el contingente de militares especializados en conflictos irregulares en el estado Apure. Con este propósito se hacen los preparativos para el traslado de efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestros de la Guardia Nacional (Conas). Pero ellos también han pasado la mayor parte de su tiempo pensando en enemigos distintos a los que hay en el área de frontera. En 2016, por ejemplo, plantearon que podían aplicar a los opositores que manifestaban en las calles las mismas técnicas usadas para identificar a secuestradores y extorsionadores.

De allí que ahora se decidiera reforzar la instrucción para afrontar conflictos de cuarta generación, sin tanto acento en el llamado “método táctico de resistencia revolucionaria”, que había sido el centro de atención en cuanto a la formación de los cuadros hasta marzo de este año. Además de esto, indican fuentes castrenses, se ordenó que todas las unidades enviadas a reforzar la operación Escudo Bolivariano en la frontera con Arauca debían ser instruidas en materias tan diversas como logística, comunicaciones, sanidad y detección de explosivos.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad.Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Desastre carcelario, por Carlos Nieto Palma

Carcel Amazonas

 

Cuando en días recientes escuché a la ex ministra para el servicio penitenciario y ahora miembro de la ilegal asamblea nacional constituyente, todo en minúsculas, Iris Varela en una sesión televisada de esa caricatura de asamblea, con el lenguaje vulgar y escatológico que siempre la ha caracterizado, mentarle la madre a todos los que criticaran al sistema penitenciario venezolano, sentí pena ajena y ratifiqué lo que siempre he dicho: tenemos el peor sistema penitenciario del continente y este oscuro personaje que ahora nos menta la madre a los que lo criticamos es una de las grandes responsables del desastre carcelario que hoy vivimos.

En un reportaje publicado en el diario El Nacional el pasado domingo se hizo un excelente trabajo de investigación sobre la situación de las cárceles en el continente y allí se demostró que Venezuela tiene el peor sistema penitenciario de la región, esto igualmente lo han dicho organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que desde hace años ha denunciado la grave situación que se vive en nuestros recintos carcelarios.

La caótica situación de las cárceles no es nueva. En la llamada cuarta república era muy grave, no quiero que mis lectores crean que antes era buena, era igualmente mala, solo que en la actualidad llegó a niveles extremos de gravedad. Nunca en la historia contemporánea de Venezuela el sistema penitenciario había funcionado tan mal como ahora.

Tenemos un aproximado de 55.000 reclusos en cárceles del Ministerio para el Servicio Penitenciario y 45.000 en comisarías policiales para un aproximado de 100.000 presos en Venezuela actualmente. La capacidad real de las cárceles venezolanas es para un poco más de 20.000 reclusos y 5.000 en comisarías, con la alarmante cifra de más de 250% de hacinamiento, aunque hay casos que quintuplican esta cifra. Nunca en la historia, el país había tenido una población privada de libertad tan grande y unas cifras de hacinamiento de esa magnitud.

El hacinamiento carcelario va completamente relacionado con la incapacidad del Estado venezolano a través del Ministerio para el Servicio Penitenciario de solucionar este grave problema con la construcción de nuevos recintos carcelarios, a pesar de los muchos ofrecimientos que se han hecho al respecto y que no han sido más que promesas incumplidas. Cuando se creó el Ministerio para el Servicio Penitenciario en julio de 2011, la titular de este despacho, Iris Varela, anunció que en el lapso de 2 años construiría 24 cárceles. Esto nunca se cumplió.

El ministerio solo ha inaugurado 3 recintos carcelarios: la Comunidad Penitenciaria de Lara, que estaba en construcción desde la época del Plan Nacional de Humanización Penitenciaria; la Cárcel 26 de Julio en el estado Guárico, que eran unos galpones que fueron expropiados a una empresa de alimentos y los convirtieron en cárcel; y la Comunidad Penitenciaria de Carabobo, que tardó 8 años en construirse. Igualmente, ha cerrado el Internado Judicial de Los Teques, la Casa de Reeducación y Trabajo Artesanal La Planta en Caracas, el Internado Judicial de Coro, la Cárcel de Sabaneta en el Zulia, la Cárcel de San Antonio en Nueva Esparta y la Penitenciaría General de Venezuela en Guárico.El cierre de recintos sin tomar las previsiones necesarias, como el tener un sitio acondicionado adonde llevar a los reclusos de la cárcel clausurada, ha aumentado el hacinamiento en otros centros, así como en los calabozos policiales.

A esto le agregamos que el retardo procesal es alarmante, solo 30% de nuestros presos tiene una sentencia definitiva, la gran mayoría está en la espera del inicio de un juicio, en algunos casos desde hace varios años. A pesar de que el Ministerio para el Servicio Penitenciario creó hace años el Plan Cayapa con el fin de eliminar el retardo procesal, es claro que ha sido otro de los grandes fracasos de este ente rector de las políticas penitenciarias del país. El retardo procesal sigue siendo el mismo que cuando se inició este plan.

La guinda de la torta la tenemos con la grave situación que se vive en los centros de detención preventiva del país, ocasionada no solo por la falta de construcción de nuevos recintos carcelarios y el retardo procesal, sino porque el ministerio que rige las políticas penitenciarias del país y debe garantizar los derechos humanos de todos los privados de libertad del país, según el Código Orgánico Penitenciario y el decreto de creación de ese ministerio, no se ocupa de los que se encuentran en estos calabozos y le ha endosado la responsabilidad a las autoridades policiales que no tienen ninguna competencia en este sentido, pues su función termina cuando el detenido es presentado ante los tribunales, en las 48 horas siguientes a su captura.

Con estas pequeñas anormalidades que he descrito de lo que se vive en las cárceles venezolanas, es difícil que no te menten la madre por decir que tenemos el peor sistema penitenciario del continente.

@cnietopalma

El Nacional 

Secuestro en Politáchira, por Carlos Nieto Palma

politachiracalabozo

 

Desde el pasado 08 de septiembre, en los calabozos de la Policía del Estado Táchira en la ciudad de San Cristóbal, los reclusos mantienen secuestradas a 11 personas, 2 de los cuales son funcionarios de ese cuerpo policial que prestan servicios de custodia y el resto familiares de reclusos que se encontraban de visita en ese momento.

Al momento de escribir estas líneas habían transcurrido 20 días desde que se inició el secuestro y no ha habido ninguna solución por parte de las autoridades encargadas. Al parecer nadie es responsable y todos escuren el bulto, el Gobernador del Estado acusa a la oposición de esta situación, el Ministerio Penitenciario se hace el loco, solo ha habido pronunciamientos por parte del Defensor del Pueblo donde dice estar mediando, hasta ahora sin resultado favorable.

Desde hace tiempo en este espacio semanal he venido denunciando el grave problema que se está viviendo en los Centros de Detención Preventiva en Venezuela, son alarmantes los niveles de hacinamiento en estos recintos que agrupan un aproximado de 33 mil privados de libertad y con una capacidad real inferior a los 5 mil reclusos. No hay que olvidar que estos recintos son creados para albergar a detenidos por un lapso que no debería superar las 48 horas, hoy en día hay reclusos ya condenados recluidos en estos sitios, se han convertido en mini cárceles.

La Policía del Estado Táchira tiene una capacidad en sus calabozos para 120 personas y en la actualidad tiene 350, estamos hablando de un hacinamiento de 292%, cifra alarmante si tomamos en cuenta que en materia penitenciaria cuando la sobrepoblación excede de un 30% ya se considera crítica, la situación de este cuerpo policial no es diferente a la que se vive en los calabozos de todos los cuerpos policiales del país: Policías Estatales, Policías Municipales, Policía Nacional, CICPC, SEBIN, DIM y Guardia Nacional Bolivariana, ninguna se escapa de este caos.

La responsabilidad, como muchas veces lo hemos señalado, es exclusivamente del Ministerio para el Servicio Penitenciario, quien violando el propio decreto de su creación así como el Código Orgánico Penitenciario donde se le atribuye la custodia única de los privados de libertad del país, y no como pretenden hacer creer que es competencia de gobernadores, alcaldes y a todo aquel que se les ocurra, para eludir sus compromisos.

El artículo 8 del Código Orgánico Penitenciario establece: “El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia penitenciaria debe garantizar a las personas privadas de libertad condiciones de vida que coadyuven a minimizar los efectos negativos de la privación de libertad y a incrementar las posibilidades de transformación, a través de la creación de programas y actividades tendientes a la inclusión educativa, laboral, deportiva, artística, cultural y recreativa, entre otras”.

Por otra parte, el artículo 6 del mismo instrumento legal dice “El Estado garantiza la construcción, adecuación, mantenimiento y dotación de sedes penitenciarias, aptas en cantidad y calidad, que cuenten con espacios apropiados para el alojamiento y la convivencia de las personas privadas de libertad, así como para la recreación, educación, formación, expresión artística, práctica deportiva, el trabajo, la atención médica y sanitaria, aplicando los avances científicos y tecnológicos existentes en cada una de estas áreas”.

Es claro que la culpa de todo lo que sucede es del Ministerio Penitenciario. En los dos artículos citados anteriormente se establece el derecho de los privados de libertad a vivir dignamente y con las condiciones adecuadas e igualmente el Estado garantiza la construcción de nuevas cárceles. Evidentemente esto no ocurre.

El problema que actualmente se vive en Politáchira es consecuencia directa no solo del cierre de más de seis cárceles en el país desde la creación del Ministerio Penitenciario sino que tampoco se han construido nuevas cárceles a pesar de las muchas promesas de nuevos recintos, incumplidas en su totalidad, no podemos olvidar que cuando este ministerio fue creado, su titular ofreció la construcción de 24 nuevos recintos para procesados, uno en cada estado del país.

Si esta promesa de construcción de 24 nuevas cárceles se hubiese cumplido en los más de cinco años de creado el Ministerio Penitenciario y hecho el ofrecimiento, la historia podría ser diferente y este tipo de situaciones como la que se vive en Politáchira no ocurrirían. Las autoridades tiene que entender de una vez por todas que los policías son para cuidar a la ciudadanía en la calle y no para andar cuidando presos en sus calabozos.

Mientras el Ministerio para el Servicio Penitenciario no cumpla con sus responsabilidades y enfrente la dramática situación que se vive en los Centros de Detención Preventiva, situaciones como la que se vive en la Policía del Táchira seguirán ocurriendo y me atrevo a decir que con mayor frecuencia cada día.

 

 

@cnietopalma

El Nacional 

Iris Varela y Richard Blanco inspeccionaron cárcel de Yare

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En virtud del interés demostrado por la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciario de la Asamblea Nacional, presidida por el diputado caraqueño, Richard Blanco, en atender con la mayor prontitud posible el sistema carcelario en Venezuela, visitó en esta oportunidad los Centros Penitenciarios de Yare I, II y III en el estado Miranda, en compañía de la ministra Iris Varela y la viceministra Marielys Valdez y demás funcionarios del Ministerio para el Servicio Penitenciarios.

La sorprendente visita a este recinto penitenciario se fijó en base a la programación con motivo de una gira nacional, a propósito de evaluar de primera mano las condiciones en las que se encuentran los establecimientos destinados a reinsertar a la sociedad a quienes por alguna razón han infringido las leyes venezolanas.

La inclusión del parlamentario en la inspección llama la atención por las declaraciones que emitió la ministra Valera el pasado 4 de agosto con respecto a los diputados que conforman hoy la Asamblea Nacional en las que comentaba: «todos los diputados vende patria estarían presos».

El legislador manifestó a su llegada, “estoy haciendo mi trabajo como parlamentario. En noviembre vamos a consignar un informe de todo lo que hemos evaluado. Lo que esté en buen funcionamiento lo vamos a decir y lo que no, no tengan la menor duda, que será denunciado”. La visita estuvo guiada por la directora de todo el complejo de Yare, Dilia Fernández.

De igual forma, el diputado aseguró, “si bien es cierto que una persona que haya cometido un delito debe ser castigado con lo que establece la Constitución y las leyes de la República, no es menos cierto que el Estado debe ser garante de los derechos humanos, sus familiares piden justicia y esto también debe ser respetado por el Estado venezolano”.

Para finalizar, Richard Blanco, señaló, “una vez entregado el informe de nuestras observaciones, haremos lo propio en cuanto a las sugerencias que consideremos pertinentes que determinen una evolución en el sistema actual, porque para eso vinimos, para ser vigilantes de lo que está ocurriendo y aportar a su vez, verdaderas soluciones”, concluyó.

 

 

Las mentiras de Iris Varela por Carlos Nieto Palma

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En verdad no sé si el desespero de la Ministra para el Servicio Penitenciario Iris Varela al cumplir cinco años como única titular de ese despacho, la ha hecho divagar y alucinar con logros que todos sabemos que no ha cumplido en lo absoluto, la señora Varela en estos últimos días se ha convertido en una mentirosa compulsiva y a eso me referiré hoy.

Pienso que hay que ser bien caradura para dar la cantidad de declaraciones que ha dado últimamente, hasta con el Arzobispo de Coro Roberto Lückert se metió y lo llamo aberrado sexual a través de su cuenta en Twitter, cuando uno escucha esta opinión no nos queda duda de que la señora perdió los papeles y la compostura que debería mantener como Ministra que es y que con estas afirmaciones deja mucho que pensar de ella.

Siguiendo con las mentiras de la Ministra en un reciente programa de Globovisión señaló que en Venezuela no hay retardo procesal. En este sentido, culpó del retardo procesal a las policías cuya administración no corresponde al servicio penitenciario, que descaro el de esta señora cuando ella misma ha creado una nueva categoría de privados de libertad que se encuentran en los Centros de Detención Preventiva de los diferentes organismos policiales del país y de los cuales el Ministerio para el Servicio Penitenciario no ha querido ocuparse, aun y cuando estos recintos no están diseñados para albergar a reclusos por más de 48 horas, lo que ha creado un gran conflicto en los diferentes recintos policiales del país y a la seguridad de todos los habitantes del país. Datos recopilados por Una Ventana a la Libertad arrojan cifras de más de 27 mil reclusos en estas condiciones y distribuidos en más de 400 Centros de Detención Preventiva en todo el país que deberían estar a la orden del Ministerio de prisiones y no de los organismos policiales.

Otra de las grandes mentiras de La ministra para Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, es que aseguró que durante su gestión se han desmantelado las mafias en las cárceles del país. Dijo “Por supuesto que no hay pranes en las cárceles. Esa figura yo la desconozco, siempre la he desconocido (…) lo que implica el nuevo régimen es que no hay armas. No hay organización de personas con rangos ni privilegios dentro de las personas que se encuentran privadas de libertad”, explicó, esto tendría que compararlo con las cifras que da el Observatorio Venezolano de Prisiones que informó que en los 5 años de su gestión fallecieron en las cárceles venezolanas 1622 personas por armas de juego ¿Cómo explica entonces que no hay armas ni pranes?

Más de las mentiras las dijo cuándo inauguró  el Sistema Tecnológico de Seguridad Penitenciaria, el cual tiene la finalidad de impulsar el control dentro de las prisiones, allí tuvo la osadía de que Venezuela tiene las mejores cárceles del mundo, sin duda una gran ignorancia y una muestra clara que no sabe nada de sistemas penitenciarios en el mundo.

Como si esto fuera poco Iris Varela es investigada por corrupción en la Comisión de Contraloría de la nueva Asamblea Nacional. Habría desviado fondos públicos por 6,5 millones de dólares. Sólo ha entregado 2 de los 24 centros penitenciarios que anunció en 2012. Al cierre de 2015, inauguró 6 módulos y anexos de los cuales solo uno es comunidad penitenciaria con capacidad para 1900 reos. Entregó contratos a “dedo” bajo la emergencia carcelaria decretada desde 2002 por Hugo Chávez.

Según un gran trabajo realizado por la periodista Lisette Boom en el portal runrunes la ministra María Iris Varela Rangel está bajo sospecha. Su gestión frente al Ministerio de Asuntos Penitenciarios es uno de los 37 casos que investiga la Comisión de Contraloría de la nueva Asamblea Nacional por corrupción, anunciados en  mayo de 2016. Bajo el expediente #1658, se asienta la denuncia de que la titular habría cometido el delito de desviación de fondos públicos por 6 millones 465 mil dólares,  equivalente a 64.655.949 bolívares.

La gestión del Ministerio Penitenciario y su ministra se ha basado en estos 5 años en promesas incumplidas y mentiras, no se puede olvidar que al inicio de la gestión de la Ministra Iris Varela ofreció la construcción de una cárcel para reclusos procesados y otra para penados en cada estado del país y hasta los momentos solo ha construido 2, una en Lara que ya estaba construida a medias desde hace más de 8 años y otra en Guárico producto de la expropiación de unos galpones que fueron convertidos en cárcel. No hay que olvidar que en los 5 años de creación del Ministerio para el Servicio Penitenciario se han cerrado 7 cárceles en todo el país lo que ha incidido en el aumento del hacinamiento en los recintos penitenciarios que es muy grave. Raspada por mentirosa.

@cnietopalma

Cuatro años del Ministerio Penitenciario y el caos continua por Carlos Nieto Palma

MSP

 

Un 26 de julio del 2011 el para entonces Presidente de la República Hugo Chávez Frías, creaba el Ministerio para el Servicio Penitenciario motivado a “Que la situación carcelaria en nuestro país justifica la creación de un nuevo Ministerio para la atención integral de los penitenciarios, que pueda atender el área de las cárceles y centros de retención de ciudadanos privados de la libertad”.

Este nuevo ministerio nace entre otras cosas para “Diseñar, formular y evaluar políticas, estrategias, planes y programas, regidos por principios y valores éticos, destinados a garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos fundamentales de los procesados y procesadas, penados y penadas, así como procurar su rehabilitación y mejorar sus posibilidades de reinserción en la sociedad” así mismo este ministerio debe “Brindar un servicio penitenciario en forma eficiente y eficaz, que garantice a los procesados y procesadas, penados y penadas, y a las adolescentes y los adolescentes en conflicto con la ley penal, las condiciones y herramientas necesarias para el desarrollo de sus potencialidades y capacidades, con el fin de mejorar sus posibilidades de reinserción en la sociedad, con estricto apego y observancia a los derechos humanos”. Para dirigir este nuevo ministerio fue designada la hasta entonces Diputada a la Asamblea Nacional y abogada María Iris Varela.

Cuatro años han pasado desde la creación del Ministerio Penitenciario que evidentemente tenía como antecedente inmediato los hechos ocurridos en las cárceles Rodeo I y II, donde los reclusos mantuvieron el control absoluto de la cárcel por 27 días, obligando al gobierno nacional a negociar con los líderes de la revuelta, que mantuvieron la atención del mundo en nuestras cárceles, en tal vez el episodio más vergonzante de la historia penitenciaria en Venezuela y que amerito una movilización militar jamás vista para una situación carcelaria.

No se puede negar que este ministerio que nacía, cargaba encima los graves problemas que ya existían desde mucho antes como son: Hacinamiento, retardo procesal, ocio, tráfico de armas, drogas y alcohol, deterioro absoluto de la salud y el más importante un sistema penitenciario controlado en su totalidad por los reclusos, organizados a través de un líder negativo llamado “Pran”.

Cuatro años después la situación no ha cambiado, el Ministerio Penitenciario se ha convertido en un despacho de mentiras y engaños que no ha logrado superar los problemas del pasado, a pesar que nos vendan la idea completamente falsa de unas cárceles con régimen, bajo el control del Estado y donde forma parte un 90% de la población penitenciaria del país que según el mismo Ministerio penitenciario es de 49.500 reclusos que acatan este régimen, de un aproximado de 55.000 personas privadas de libertad.

Solo para dar un ejemplo de las mentiras del Ministerio para el Servicio Penitenciario tenemos que la Penitenciaria General de Venezuela en el estado Guárico y la Cárcel de Tocoron en Aragua, que con una capacidad de menos de 1000 reclusos cada una, hoy en día se albergan dentro de ambas más de 25.000 privados de libertad, más del 30% de la población penitenciaria del país, con estas cifras es imposible que el 90% de los reclusos funciona bajo un supuesto nuevo régimen penitenciario.

El hacinamiento sigue siendo de alrededor del 200%, con 55 mil reclusos solo tenemos capacidad para albergar 19 mil, es decir están sobrando 36 mil, a pesar de los constantes ofrecimientos de la Ministra Varela de inaugurar nuevas cárceles, llegando a ofrecer a comienzos de su gestión una en cada estado del país solo para procesados y contar con un Decreto de Emergencia a la Infraestructura Carcelaria dictado por el  ex Presidente Chávez en octubre del 2012, esto no se ha cumplido, tan solo ha logrado inaugurar unos cuantos espacios con muy poca capacidad, que es muy distante de las promesas hechas.

El “Plan Cayapa” creado para combatir el retardo procesal que en la actualidad supera el 60% de la población penitenciaria, ha sido un fracaso y no ha resuelto el grave problema que esto representa a esto le sumamos que las mafias carcelarias y la violencia intramuros siguen operando a su antojo, los reclusos siguen teniendo el control de los más importantes recintos carcelarios del país y durante la gestión de la Ministra Varela más de 2000 reclusos han fallecido víctimas de la violencia intramuros.

Por si todo esto fuera poco, el Ministerio para el Servicio Penitenciario sigue sin cumplir con lo establecido en la Constitución Nacional en su artículo 272 donde, entre otras cosas, se establece que los recintos carcelarios deben ser descentralizados y a cargo de penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias, a pesar que la titular del Ministerio Penitenciario fue una de las redactoras de esta norma, ese despacho se niega a cumplir con la carta magna.

Con estas condiciones, es muy difícil el celebrar un Feliz Cumpleaños…

cnietopalma@gmail.com

@cnietopalma

Hasta 70% de hacinamiento se registra en la cárceles venezolanas

hacinamiento

 

La situación irregular ocurrida en los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana, ubicada en la avenida Sucre de Catia, la cual dejó un recluso muerto y un motin; puso en evidencia la crisis que impera en las áreas de custodia de las policías, que según el Observatorio Venezolano de Prisiones, reportan hacinamiento y esto provoca motines.

Según Wilfredo Borrás, secretario de seguridad de Chacao, actualmente conviven 62 internos y las celdas tienen capacidad máxima para albergar a 35 detenidos.

«Esto significa que hay una sobrepoblación de 77 por ciento. Estos espacios son diseñados para una estadía transitoria de tres días y hay presos que pasan hasta dos años en las áreas de seguridad y custodia a la espera de la asignación de cupos por parte del Ministerio para el Servicio Penitenciario».

De acuerdo con Polimiranda, en estos momentos las celdas de los Centros de Coordinación Policial de ese cuerpo de seguridad tienen una población de 190 reos y su capacidad es de 140. El hacinamiento en esos calabozos está por el orden de 35, 7 por ciento. Mientras en que en la Policía Municipal de Sucre hay 78 presos, distribuidos en cinco celdas que pueden albergar hasta 35 personas.

Carmen Mavares, directora de Polisalias comentó que se ha visto en la obligación de sacar a funcionarios de las labores de patrullaje para que custodien a los detenidos. «Tengo 20 presos en dos calabozos que tienen una capacidad máxima para congregar a ocho internos, entre ellos hay una mujer. Por esta causa este año hubo un intento de fuga masiva a finales de febrero y dos alzamientos».