Gramoven archivos - Runrun

Gramoven

#MonitordevíctimasCaracas | Matan a palazos a un indigente en Gramoven
José Alberto Jiménez murió después de recibir múltiples golpes en la cabeza. Estaba en situación de calle desde hace algunos meses

@franzambranor

A palazos fue asesinado José Alberto Jiménez, de 58 años de edad, el pasado martes 9 de noviembre a las 10:00 de la mañana. El crimen ocurrió en el sector La Cruz del barrio Gramoven, en la parroquia Sucre del municipio Libertador, en Caracas.

Wendy Jiménez, sobrina de la víctima, dijo en la morgue de Bello Monte que su tío sufrió fractura craneoencefálica producto de múltiples golpes en la cabeza. Fue hallado muerto en plena vía pública.

Jiménez desconoce los motivos por los cuales su familiar fue asesinado. “Él estaba en condición de calle desde hace meses y tenía problemas de adicción a las drogas”, dijo.

La mujer aseguró que el responsable del crimen está identificado y está siendo buscado por las autoridades.  

El hombre no tenía hijos y deambulaba entre las calles y el hogar de sus familiares. “Él no era una persona violenta, no sabemos qué pudo haber pasado”, señaló su sobrina.

#MonitorDeVíctimas | Cuatro caraqueños murieron en operativos de las FAES el 4-F
En El Paraíso y Gramoven, el cuerpo élite de la PNB penetró en las viviendas de las víctimas que se encontraban desarmadas y simuló dos enfrentamientos

 

Claudia Smolansky @clausmolansky

Francisco Zambrano @franzambranor

Fotografías: Carlos Ramírez / Crónica Uno

LA ARREMETIDA DE LAS FUERZAS de Acciones Especiales (FAES) en sectores populares de la capital no ha cesado, así lo denuncian familiares de las víctimas. A inicios de esta semana, el lunes 4 de febrero, al menos cuatro personas murieron en Distrito Capital en manos de este cuerpo adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que en enero de este año dejó más de 25 muertos, de acuerdo a un registro de Crónica Uno y Provea.

El lunes 4 de febrero, a las 6:00 am, efectivos de las FAES aparecieron en uno de los edificios de la Misión Vivienda en La Paz, a la altura del Los Leones. Los vecinos aseguran que es primera vez que estos funcionarios se presentan en este urbanismo. “Habíamos escuchado de ellos, más nada”, dice Leidy,  prima de Yoander Coronel, uno de los jóvenes que murió ese día durante el “operativo especial”.

Yoander tenía 22 años y trabajaba en un supermercado en El Paraíso. En esa mañana del 4 de febrero se encontraba en casa de un amigo, Gleybert Bolívar, quien tenía 19 años y también vivía en ese mismo urbanismo. Ambos murieron bajo las armas de las FAES, de acuerdo a los familiares.

Las FAES alegaron ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que los hechos ocurrieron debido a un presunto enfrentamiento. No obstante, los familiares de las víctimas aseveran que ninguno estaba armado. Leidy acotó que su primo Yoander murió tras un solo impacto de bala en el tórax.

Ese mismo lunes hubo otro despliegue de las FAES en Gramoven, Catia, en el sector Las 3 Puyas. “¿Cómo es eso que ellos siempre hacen lo que hacen y después dicen que es enfrentamiento? Cuando en el caso de mi sobrino solo se escucharon dos detonaciones. Cuando es enfrentamiento, las personas corren, disparan. Pero con estos encapuchados nunca es así”, dijo Isabel, tía de Rainiel Romero Negrín, quien murió tras dos disparos en tórax ejecutados por funcionarios de las FAES.

Rainiel tenía 18 años, era albañil y mecánico. Trabajaba allí en Catia. “Lo conocían en el barrio. Cualquier trabajito que le salía, lo agarraba”, cuenta su papá. Rainiel vivía con su suegra, pareja, cuñada y su sobrina de dos años. Estas últimas dos eran las que estaban junto a él en la casa cuando llegaron los oficiales.

“Sacaron a la niña y a su cuñada de la casa. A los pocos minutos se escucharon las detonaciones”, dijo Isabel.

Isabel vive en Charallave. Allá también ha presenciado estos operativos de las FAES. “He visto cómo entran a las casas, explotan los bombillos para que el lugar quede totalmente a oscuras y luego, como siempre, se escuchan una o dos detonaciones. Sus disparos siempre son específicos. Eso no ocurre tras un enfrentamiento, por eso me parece ilógico que sigan repitiendo ese argumento”, agregó Isabel.

Según Isabel, Rainiel no había tenido problemas con las autoridades ni tampoco había estado preso. “Yo solo sé que tengo que tener miedo cuando veo a esos tipos vestidos de negro y encapuchados”, comentó.

Otro caso que registró Crónica Uno fue el de Freider Toro, de 22 años. En horas de la mañana, efectivos de las FAES aparecieron en su casa, en la carretera Vieja Caracas-Los Teques, en el sector El Guanábano, donde vivía con su madre. Allí le dispararon. El joven estaba desempleado y se encontraba bajo régimen de presentación tras haber estado unos meses detenido.

Provea registró 205 muertes por las acciones de las FAES en el 2018, la mayoría en las zonas más pobres del país. Los estados con los índices más altos de víctimas fueron Lara con 72 fallecidos y Distrito Capital con 64. Los coordinadores de esta organización, Rafael Uzcátegui y Marino Alvarado, han alertado sobre la alta letalidad de este cuerpo, así como el uso desproporcionado de la fuerza.

En enero de este año contabilizaron ocho muertes entre Lara, Distrito Capital y Bolívar que, de acuerdo a la organización, fueron venezolanos que persiguieron y reprimieron luego de responder al llamado opositor en las calles, el 23 de enero, para exigir el cese de usurpación de Nicolás Maduro y elecciones libres.

Según datos de Monitor de Víctimas, 51 personas fueron asesinadas en la parroquia El Paraíso, municipio Libertador, en 2018, 10% dentro de una vivienda. Más del 80% de los ajusticiamientos en 2018 fueron responsabilidad de cuerpos de seguridad del Estado.

Vino de Colombia y lo mataron

Ricardo Cacique vivía en Colombia y vino a Venezuela en diciembre de 2018 a pasar las Navidades. Este lunes su cadáver fue hallado con impactos de bala en el sector de El Cementerio, municipio Libertador. Familiares informaron que desconocen la hora del hecho, quién puede ser el homicida y qué lo motivó a cometer el crimen.

Cacique tenía 26 años y se desempeñaba en el vecino país como barbero.

 

 

Vino a Caracas a buscar una vida mejor y lo mataron en Gramoven

Edwin Roberto Ruíz tenía solo dos semanas viviendo en Caracas. Viajó desde San Casimiro, estado Aragua, para mejorar su economía y le dispararon frente a su hermano, el pasado jueves 8 de marzo.

El joven de 20 años había salido de su casa, ubicada en el sector San Antonio de Gramoven, a comprar unos plátanos muy cerca en una zona conocida como La Bodega. Eran las 8:00 p.m.

En el camino fue interceptado por dos hombres a bordo de una moto y él, al verlos, corrió. Le dispararon por la espalda, un tiro entró en su pulmón y el otro en la cabeza.

Su hermano lo llevó hasta el hospital de Los Magallanes de Catia pero no había insumos y tuvo que trasladarlo hasta el hospital Vargas, donde permaneció hasta la mañana del pasado miércoles 14 de marzo, cuando murió.

La mañana de este jueves sus familiares aún esperaban por su cuerpo en la morgue de Bello Monte, desde el día anterior aguardaban por este trámite para continuar con el resto del papeleo y realizar el entierro.

Sus parientes dijeron que no le robaron ninguna de sus pertenencias. Desconocen si antes hubo alguna discusión pues su hermano tenía cuatro días en su casa, estaba de visita. No comentó nada de tener algún problema.

Edwin vendía galletas en el transporte público y tenía un hijo de un año.

#MonitorDeVíctimas Asesinan a líder comunitaria por denunciar un matraqueo en Gramoven

monitor3

 

Elizabeth De Caires De Abreu, de 50 años, fue asesinada por un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de un tiro en el rostro. Esto ocurrió luego de reclamar, desde su platabanda, a un grupo de efectivos que integraban una alcabala de revisión y extorsionaban a un vendedor de desinfectantes para dejarlo ir. El escenario fue la avenida principal de Gramoven, en la parroquia Sucre del municipio Libertador.

Su hija, Laura De Abreu, relató cómo el domingo 27 de agosto —al igual que lo hacen siempre— sus padres, hermano, cuñada y vecinos se encontraban jugando dominó en la platabanda de la casa comunal “La Lucha”, ubicada al frente de su vivienda. Aproximadamente a las 4:00 de la tarde, Elizabeth, quien no dejaba partida sin terminar, se levantó de la mesa. En el momento escuchó unos gritos que provenían de la avenida principal, al frente del módulo de salud “La Cubana”, por lo que decidió asomarse al borde de la azotea.

Tanto ella como sus hijos vieron cómo tres funcionarios de la PNB (dos hombres y una mujer) le exigían dinero a un comerciante que con regularidad vende desinfectantes en su camión por la zona. Laura narró que la extorsión se llevó a cabo cuando entregó su cédula y documentación, debido a que por tener todo en regla el vendedor le pidió a los funcionarios que lo dejaran ir. Sin embargo, los policías ignoraron la petición del hombre y ante su negativa de “darles para el fresco”, decidieron quitarle su portachequera y lo empujaron dentro de la patrulla.

La acción de los efectivos encendió la ira de Elizabeth y esta comenzó a gritarles: “¡¿Qué les pasa? Dejen el matraqueo. Vayan a trabajar”! Laura destacó que al reclamo de la mujer se sumaron los de otros vecinos, lo que hizo que el oficial identificado como Esnaider Eliecer Meléndez, bajara adonde se encontraban los funcionarios con el comerciante. Al intensificarse los gritos de los vecinos tomó su arma e hizo un disparo al aire.

El tiro conmocionó a la comunidad y Laura le gritó: “¡¿Estás loco?, ¿Por qué disparas? Aquí hay tres menores de edad, ¿Quieres darle un tiro a alguien y quedar como un asesino?!”.

El efectivo se quedó en silencio. A la suma de críticas se unió Elizabeth quien desde la platabanda lo increpó diciéndole: “Tú no puedes disparar aquí. ¿Quieres que me comunique con Echeverría quien es tu superior?”.

El funcionario, luego de escuchar la amenaza de Elizabeth la midió, le apuntó y paso siguiente realizó un disparo que le pegó en el rostro e hizo que esta diera dos pasos hacia atrás y cayera en agonía en el piso de la azotea. “Mamita, mamita. No te mueras. Te necesito”, fueron las palabras que Laura le dijo a su madre mientras sus ojos se apagaban.

Mientras su esposo, Alexis De Abreu y otros amigos la trasladaban al hospital Miguel Pérez Carreño, en La Yaguara, con el fin de conseguir un milagro, Laura al mismo paso que Cristian —el hijo mayor de Elizabeth— bajaron el callejón 5 de Julio y corrieron por la avenida principal con el fin de evitar la fuga de la patrulla de la PNB.

Horas después, conocieron que la mujer, quien era una líder comunal y coordinadora de la Misión Nevado en la zona, no aguantó llegar al centro de salud y falleció en el camino. Se conoció que al duelo de sus familiares se unen los 60 perros que tenía bajo su cuidado. El mantra de Elizabeth era: “prefiero darle comida a un animal que no me va a dar un puñal por la espalda que a otro ser vivo”.

Los golpearon por reclamar la muerte de su madre

Un vez en la avenida, Cristian y Laura intentaron atrapar a como fuera lugar a los funcionarios. Como no consiguieron nada para agredirlos, Cristian se fue directamente hacia el chofer de la unidad, metió su mano por la ventana con el fin de trancar el volante y apagar la patrulla. El funcionario respondió, se inició un forcejeo, pero el efectivo ganó la discusión, debido que a lo amenazó con su arma de reglamento.

Laura se dirigió al puesto del copiloto donde se encontraba la funcionaria femenina Génesis Scarlet García Rodríguez, quien de inmediato agarró su pistola y la amenazó. El grito del sargento Meléndez acompañó la agresión: ¡“Es mejor que te quedes quieta. Tú como que quieres que te haga lo mismo que le hice a la vieja esa”!

A pesar de la amenaza, Laura seguía guindada de la patrulla, pero cuando el chofer pudo liberarse de Cristian, la femenina le ordenó a Meléndez: “lánzala” y tras un empujón esta terminó en la parte frontal de la unidad, a unos centímetros del caucho derecho. Según Laura la finalidad de los funcionarios era pisarla, pero no pudieron lograr su cometido: “Para su mala suerte caí en la carretera y cuando retrocedieron para cumplir con la meta chocaron con la acera frente al módulo de salud”. Acto seguido, el chofer colocó en marcha el vehículo y siguieron la ruta de la avenida principal de Gramoven con el fin de llegar a Casa blanca por el sector La Casilla y culminar en El Amparo, donde se encuentra el módulo policial al cual pertenecen dichos efectivos.

Devolvió su arma y se escapó

El funcionario Meléndez, quien se conoció tiene 25 años, luego de cometer el asesinato y huir junto con sus compañeros, llegó al comando policial El Amparo y le dijo al encargado de recibir el armamento: “Me voy. Tengo una emergencia. Recibí una llamada informándome que mi mamá está grave”.

A pesar de que el asesino logró fugarse, sus tres compañeros (Romel Josué Marciales Gil, Elvis José escalona y Génesis García) si fueron detenidos y se encuentran en la sede del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc). Sobre el prófugo pesa una orden de captura y está siendo buscado tanto por efectivos de la Policía Nacional como por el Cicpc.

Con respecto a Laura, quien sufrió heridas en codos y piernas, una vez denunció lo que había ocurrido ante el Cicpc de la avenida Urdaneta, recibió la orden de realizarse los exámenes pertinentes en la medicatura forense de Bello Monte. El resultado de la revisión médica indicó que la joven tenía politraumatismo severo en la cabeza; por el trauma de la muerte de su madre le recetaron asistir a un psicólogo.

“Estos golpes son lo de menos. Así vaya a miles de psicólogos nadie me va a devolver a mi mamá. Ella era mi todo. Ese policía me arrancó de las manos a mi pilar. Lo único que le pido a la vida es que se haga justicia”, declaró Laura en medio del dolor.

La policía también tiene su versión: “Nos encontramos consternados por este hecho aislado. Hay que aclarar que la mala actuación de estos funcionarios es individual y nuestro interés es que este crimen no repercuta ni manche el nombre de la Policía Nacional Bolivariana. Por ello, anunciamos que nuestro principal interés actualmente es que se dé con el paradero del efectivo que cometió el crimen que conmocionó Gramoven y en general a todo Catia”.