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EFE: Las cárceles de Venezuela se sacuden las heridas de un sistema fallido

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Las cárceles de Venezuela, que durante décadas fueron ciudades intramuros de violencia, armas, drogas y delito, ahora son objeto de la transformación del «nuevo sistema penitenciario», un régimen diseñado por el gobierno socialista para la construcción «del hombre nuevo».

El desalojo de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), uno de los más peligrosos reductos del infausto sistema, a finales de octubre de 2016, es uno de los más recientes golpes del Ministerio de Servicios Penitenciarios para la reestructuración del sistema.

La prisión de máxima seguridad, que albergaba a una población de 5.000 internos, parecía desde fuera un retén como cualquier otro, con custodios en las garitas vigilando la alambrada, pero en el interior, al igual que en la mayoría de las prisiones venezolanas, el control era ejercido por los reclusos, incluso desde la entrada.

Restaurantes, panadería, servicio de manicura, tiendas para mascotas, drogas, motocicletas, discoteca, gimnasio, parque infantil, y un arsenal de armas a disposición, todo introducido por la puerta abierta de la corrupción entre los funcionarios y los reclusos.

Adentro las normas eran dictadas por el «pran», un condenado que lidera a los demás internos, controla los alimentos, la venta de droga, las armas, el alquiler de las celdas, y el recaudo de la «causa», una especie de «impuesto a la vida» que deben pagar los reclusos.

Los «pranatos» se convirtieron en una forma de «gobierno» que se emuló en buena parte de los 96 centros penitenciarios del país, un sistema que parece estar llegando a su fin.

Una escalada de violencia, la más larga y masiva del sistema penitenciario de la nación petrolera, en la cárcel de El Rodeo II, cercana a Caracas, dio pie para que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) creara el Ministerio de Servicio Penitenciario, una cartera que desde entonces ha buscado la refundación de los penales del país.

Ese episodio puso las cárceles en la cabeza de la lista de urgencias del gobierno de Chávez, que llegó a comparar la situación con un «cáncer» y admitió las «mafias incrustadas» entre algunos miembros del Ministerio del Interior y de Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).

Desde entonces, Iris Varela, una chavista polémica por su encendido discurso, ha promovido la implantación de un riguroso «nuevo régimen» que se ha puesto en marcha hasta hoy en 83 cárceles nacionales y que ha provocado el cierre de otras seis.

Mientras custodios derriban las paredes de la PGV en busca de las armas ocultas que dejaron los presos antes del desalojo, en el que los reclusos solo pudieron llevar consigo sus calzoncillos, a unos kilómetros está la «26 de julio», uno de los 83 nuevos centros penitenciarios que operan bajo «el nuevo régimen».

Una rigurosa disciplina militarizada conduce los movimientos de los internos que hasta hace poco habitaban las amuralladas capitales del delito, entre juergas, drogas y fusiles automáticos.

Ahora permanecen uniformados y alineados en una formación marcial.

El nuevo régimen bajo el que están dos tercios de la población de los penales de jurisdicción del gobierno venezolano impone el toque de diana a las 5.30 horas locales y una lista de actividades que copan todo el día hasta el toque de silencio a las 21.00 horas.

Las nuevas prisiones tienen inhibidores de señal, escáneres en las entradas que bloquean el ingreso de armas, drogas, equipos electrónicos y teléfonos celulares, además de un estricto régimen de visita.

Media docena de presos vestidos de amarillo y guardados en su celda a la espera del toque de silencio recuerdan con terror el antiguo régimen y uno de ellos afirma: «Ahora nos sentimos seguros, al menos comemos tres veces al día, estudiamos, y hacemos cosas que no pensábamos en hacer en la calle».

En el patio, luego de disolverse la formación, otro recluso asegura que ya no tiene miedo de los «pranes», ahora «son como uno más», dice.

Al otro lado del país, en el centro penitenciario del estado Mérida, el primero en ser pacificado, los reos siembran hortalizas en los patios, tallan madera, y pintan murales con el rostro de Chávez convencidos de la posibilidad del «hombre nuevo».

Todavía siete centros penitenciarios de los 93 que existían en el país están bajo el antiguo régimen controlados por los «pranes» aunque, según Varela, se encuentran ya en «transición».

En uno de ellos, el de Puente Ayala del estado Anzoategui, en el oriente de Venezuela, un «lucero», como se conoce en el vocabulario de los prisioneros a los escolta de los pranes, se inquieta por la posibilidad de la llegada del nuevo régimen, y presiente que pronto será también su turno de entregar el «gobierno».

OVP: En las cárceles y calabozos policiales hay hacinamiento crítico

DURANTE UN FORO EFECTUADO EN LA ISLA DE MARGARITA, como parte de una gira nacional para dar a conocer las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela), el director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, en compañía de los abogados Thelma Fernández, Marino Alvarado y el penitenciarista Pedro Rondón, dio a conocer que las cárceles del país tienen una capacidad instalada para 33 mil internos, pero actualmente hay más de 55 mil en las cárceles e internados.

En ese sentido, desglosó que 33 mil detenidos se encuentran en los calabozos policiales, lo que suma más de 95 mil presos. Esto significa un 58% de sobrepoblación carcelaria, más de 800% de hacinamiento crítico en las cárceles y por encima del 100% en los calabozos, lo que contradice totalmente lo estipulado en las Reglas Mandela.

“La situación de nuestras cárceles está muy distante de éstas normas, pero hay que saber que es una orden para los países ponerlas en funcionamiento y adecuar su legislación a esa reglas, por eso esperamos que gobiernos como el nuestro, que dice respetar los derechos humanos, las tomen, implementen e impulsen”, sentenció Prado, quien agregó que uno de los grandes errores del Gobierno es no reconocer las fallas del sistema penitenciario.

Tal como lo ha demostrado el Observatorio Venezolano de Prisiones a través de exhaustivas investigaciones de campo, la solución a la crisis penitenciaria no es construir más cárceles, como lo ha asegurado la ministra Iris Varela, sino revisar la normativa legal del Estado.

“La práctica mundial dice que construir una cárcel es llenarla, y ahora que vamos por el plan número 25 de seguridad, será  colmarla de los más pobres. Lo que debería hacer el Gobierno es garantizar que las personas se desarrollen en sociedad, que haya trabajo y estudio porque eso es prevención del delito”, puntualizó el director de esta organización no gubernamental.

Una de las propuestas del OVP, que cabe destacar ha sido ignorada por el Estado venezolano, es la descentralización del sistema penitenciario. “Sabemos que a los gobernadores no les va a gustar que les digan, tomen su cárcel, pero no es cuestión de gusto es que la Constitución en el artículo 272 dice que las cárceles se regirán por una administración descentralizada, a cargo de los gobiernos regionales o municipales”.

En tanto, añadió que “no compartimos ese supuesto 98% que ellos dicen están bajo supervisión militar, para nosotros significa solo que 56% está uniformado y en orden cerrado. No se trata de presentar un grupo de presos haciendo orden para que se vea que tienen su control, eso lo que representa es represión y amedrentamiento a la población reclusa. Si tuviéramos  un sistema tan bueno como el que se promueve, nuestro sistema carcelario no estaría bajo el ojo del sistema interamericano de los derechos humanos”.

A su paso por el estado Nueva Esparta, Humberto Prado recorrió los calabozos de las policías de Mariño, Maneiro y Arismedi, donde constató las denuncias sobre hacinamiento, propagación de enfermedades de la piel y respiratorias, VIH/Sida, además de la falta de colaboración del Gobierno nacional para encontrar soluciones inmediatas.

Cabe destacar que esta situación desvirtúa las declaraciones de la viceministra de Asuntos Penitenciarios, quien ha tenido el atrevimiento de asegurar que en las cárceles venezolanas no hay hacinamiento, pero no dan explicaciones de por qué no otorgan cupos a las policías regionales, municipales, Cicpc y policía nacional.

«Lamentablemente en Venezuela priva más la parte política que la atención al problema social que se vive día a día en esos centros de coordinación policial, próximamente presentaremos una petición para trabajar en una Ley para los gobiernos regionales y de allí se pueda lograr el otorgamiento de un presupuesto para dar alimentación a los detenidos en estos espacios, según lo establecido en el artículo 272 de la Contitución”, agregó Prado.

Prado también se pronunció sobre el caso del periodista y editor de Reporte Confidencial, Braulio Jatar, quien resultó apresado hace cinco meses por publicar una información una información sobre una protesta contra el presidente Nicolás Maduro.

“El caso de Jatar es esa suerte de tantos otros presos políticos, no le dan calificación de vida, se detiene y no se le da un trato humano sino que de una vez lo van trasladando de cárcel en cárcel, y de esto es responsable el Estado en su conjunto, es decir, Poder Judicial, Ministerio Público y Ejecutivo Nacional, pues independientemente que se piense diferente, al adversario hay que respetarlo, hacer valer sus derechos porque toda persona es un sujeto de derechos y debería estar amparado por la Defensoría  del Pueblo, pero no con  palabras del Defensor que asegura estar  supervisando el caso, sino con acciones que hagan cumplir las normas”, puntualizó Prado.

Mi amigo Gilber Caro, por Carlos Nieto Palma

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Foto: Gabriel Osorio / Univisión

 

Conocí a Gilber Caro hace unos cuantos años, como en el 2005, en ese momento realizaba junto al Dr. Elio Gómez Grillo una investigación sobre centros de ayuda post-penitenciaria para un proyecto que teníamos en mente en ese entonces, alguien nos comentó de un grupo de ex-presidiarios que habían creado una casa de abrigo para personas que estuvieron privadas de libertad y no tuvieran donde acudir al salir de la cárcel.

Fue así como conocimos a Gilber y a ese maravilloso proyecto que el lideraba llamado “Liberados en Marcha”, una gran obra de apoyo a personas que han sido abandonadas por todos después de salir de la cárcel y sin donde ir, sin oportunidades de trabajo y tener una vida digna, un ex-presidiario siempre va a tener que cargar con esa cruz y la estigmatización de la gente, pocos somos lo que creemos que los delincuentes se pueden recuperar y ser útiles a la sociedad, Gilber es un claro ejemplo de que si es posible y no es una utopía.

Con Gilber he compartido muchas experiencias extraordinarias y cada día aprendía algo más de él, fuimos a infinidades de foros donde siempre peleaba con él porque no dejaba hablar a mas nadie, en verdad su historia es fascinante y los asistentes a los foros se maravillaban con su historia y como había logrado salir del mundo del crimen para ser un hombre de bien.

Acompañe a Gilber en otra de sus grandes iniciativas que se llamó “Santa llega a las cárceles” donde llevaba acompañado de muchos de sus amigos, juguetes a los hijos de los presos en varias cárceles del país, una forma humilde de hacer felices a estos niños en navidad y supliendo lo que su padre no podría hacer por estar preso.

Gilber nunca ha ocultado su condición de ex–presidiario, de delincuente recuperado, son muchas sus vivencias en la cárcel que ha contado en todos lados, en foros, entrevistas en medios de comunicación y hasta en un libro que recientemente bautizo escrito por Manuel Llorens y el que se llama “Los hombres libres nunca tendrán prisión”, su vida pasada siempre ha sido del dominio público.

Creo que la grandeza de Gilber es después de una vida equivocada, que vivió por muchos años, que lo llevaron a pasar otros tantos años en prisión, hoy sea un hombre de bien, que se ha dedicado a ayudar a sus semejantes y tender la mano a los más necesitados.

De la mano de Leopoldo López ingreso en la política y ha estado con el desde la fundación de Voluntad Popular, organización de donde hoy es uno de sus más importantes dirigentes, allí creo un área penitenciaria desde donde en ocasiones me ha tocado apoyarlo.

Junto a Gilber tuve mi primera experiencia en la política, cuando me pidieron que junto a él coordinara la elaboración del plan de gobierno del entonces candidato Henrique Capriles, allí logramos reunir a las mentes más lúcidas del ámbito penitenciario y elaboramos un plan que estoy seguro que en un momento cercano lo lograremos ejecutar y nuestro sueño de tener las mejores cárceles del mundo va a ser una realidad, ese momento va a llegar y te juro Gilber que lo haremos con toda la pasión del mundo, será nuestro gran reto.

Gilber en su afán de seguir progresando participo en una propuesta de la Fundación Futuro Presente llamado Lidera y donde se han formado a muchos de los jóvenes que serán los líderes del futuro, de allí ingreso a la Universidad “Santa María” a estudiar derecho y ya lleva una parte de la carrera recorrida, pronto será un abogado de la república.

Gilber también logro ser Diputado suplente en las ultimas elecciones del 2015 para la Asamblea Nacional y desde allí ha trabajado con dedicación por mejorar las condiciones de las cárceles venezolanas, nunca ha olvidado su origen y su vida pasada.

Hoy Gilber está nuevamente preso, víctima de una celada de la dictadura y hasta el momento que escribo estas líneas, miércoles 1 pm, sigue incomunicado, nadie ha podido verlo a pesar que su detención fue el pasado 11 de enero, han pasado 7 días, se han violado todas las normas constitucionales que lo protegen no solo como Diputado a la Asamblea Nacional sino como ciudadano poseedor de derechos humanos que el régimen está desconociendo y violando la constitución que tanto dicen respetar.

No sé qué va a pasar con Gilber, Venezuela está en una dictadura que cada día se vuelve más agresiva hacia todo el que piensa diferente, los voceros de la dictadura lo intentan descalificar por su condición de ex-presidiario como si nadie supiera de donde viene o lo hubiera ocultado toda su vida.

El libreto de la detención de Gilber ya lo conocemos, lo vimos con Jon Goicochea, Carlos Melo, el concejal de San Cristóbal y lo seguiremos viendo ante un régimen que los derechos humanos les importa poco o nada.

Gilber, hermano, esto va a pasar, nada dura para siempre y nuestros sueños de tener el mejor sistema penitenciario del mundo lo lograremos, fuerza y fe querido amigo.

 

 

@cnietopalma

cnietopalma@gmail.com

Una Ventana a la Libertad: Nuevo plan de seguridad fracasará si no hay nuevas cárceles

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La ONG Una Ventana a la Libertad considera que el nuevo plan de seguridad anunciado por el Presidente Nicolás Maduro será un total fracaso, si no hay nuevos recintos carcelarios a dónde llevar a los responsables de hechos delictivos que sean detenidos.

Para el Coordinador General de la organización, Carlos Nieto Palma, tanto las cárceles nacionales, que dependen del Ministerio para el Servicio Penitenciario, como los Centros de Detención Preventiva, que están adscritos a los diferentes cuerpos policiales, no tienen espacios para albergar nuevos detenidos, por lo que no habrá lugar para recluir a quienes sean aprendidos en el marco de la nueva fase del Plan Patria Segura, anunciado por el Presidente Maduro el martes 17 de enero.

Un informe elaborado, en el mes de diciembre, por Una Ventana a la Libertad dio como resultado que en los Centros de Detención Preventiva hay un 378% de hacinamiento y en las cárceles a cargo del Ministerio para el Servicio Penitenciario supera el 250%. “Tenemos una población de 100 mil reclusos y solo hay cupo para 20 mil, se necesitan espacios para tener 80 mil reclusos, lo que equivaldría a 80 nuevas cárceles para mil reclusos cada una”, explicó Nieto Palma.

Estos nuevos recintos carcelarios deberían reunir unas condiciones mínimas, para garantizar el respeto de los derechos humanos de los privados de libertad; entre las que destacan: contar con espacios para la recreación y la recepción de vistas y proveer a los presos de insumos fundamentales como alimentos, servicios médicos y agua potable.

“No puede ser eficiente un plan de seguridad que no tiene un lugar a dónde llevar a los delincuentes que sean detenidos. El Estado venezolano debe avocarse a solucionar este problema si pretende desarrollar un plan de seguridad que sea exitoso y beneficie a la comunidad”, acotó Nieto Palma.

Una Ventana a la Libertad ve con preocupación que, a pesar de los muchos ofrecimientos de construir recintos carcelarios, esto no se haya cumplido y no haya espacios para recluir a nuevos detenidos, lo que sin duda frenará la acción efectiva de los cuerpos policiales a la hora de detener a responsables de delitos.

“Es necesario que el Ministerio para el Servicio Penitenciario trabaje en la búsqueda de soluciones a esta problemática, pues los cuerpos policiales están en la obligación de cuidar a los ciudadanos, en lugar de permanecer en sus comisarias cuidando presos”, señaló Nieto Palma.

De igual forma, la organización considera fundamental que la aplicación de este plan de seguridad se sustente en un espíritu de respeto a los derechos humanos.

 

 

Negar reducción de penas implica nuevas violaciones a derechos humanos: Amnistía Internacional
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Los derechos procesales y la redención de la pena deben ser garantizados sin discriminación alguna a toda persona privada de libertad por la razón que sea, afirma Amnistía Internacional Venezuela en una declaración pública del 22 de diciembre de 2016.
«Las formas y estrategias penitenciarias de redención de la pena basadas en el trabajo o en el estudio como medidas de rehabilitación, y reinserción social de las personas privadas de libertad, deben ser tomadas en consideración, sin discriminación alguna ni basada en el delito por el cual se dictó la sentencia, así como tampoco en la opinión política o creencias de otra índole», establece el comunicado.
Amnistía Internacional ha conocido los casos Marco Hurtado y Arube Pérez, quienes deben recibir una reducción de sus penas como reconocimiento su comportamiento durante la privación de libertad que han soportado desde 2002 a partir un proceso plagado de irregularidades. El tiempo restante de sus penas debe ser reducido por el Tribunal de Ejecución que conforme a la legislación venezolana, corresponden a toda persona privada de libertad; la organización cree que en casos como los de Hurtado y Pérez, así como en muchos otros hay factores que, tomados en conjunto, presentan sólidos motivos para redimir la pena impuesta a estas personas.
Según el derecho internacional de los derechos humanos, el objetivo esencial del sistema penitenciario debe ser la rehabilitación y reinserción social de las personas privadas de libertad, no la venganza. Los castigos excesivos, incluido el alargamiento arbitrario de una condena o la discriminación en la garantía de derechos procesales de las personas privadas de libertad  también pueden constituir una privación arbitraria de la libertad, contraria al derecho a la libertad personal, y pueden constituir una pena cruel, inhumana o degradante, contraria tanto a la Constitución como a la legislación venezolana, así como al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y a las Convenciones contra la Tortura, firmadas y ratificadas por Venezuela. La jurisprudencia tanto del propio Tribunal Supremo de Venezuela, como de órganos internacionales de protección considera este principio de rehabilitación y reinserción social así como la importancia de la determinación judicial basada en la consideración individual de las personas acusadas.
«El sistema penitenciario de Venezuela presenta severas fallas y la situación de garantía de derechos humanos y dignidad de las personas privadas de libertad no está siendo garantizada, conforme lo establecen los compromisos internacionales suscritos por Venezuela, y como ha sido declarado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo que las autoridades venezolanas deberían cumplir con las medidas de redención de la pena y garantizar que sea otorgada la libertad a quienes ya no deberían estar presos», concluye la declaración de AI.
La irresponsabilidad de Iris Varela, por Carlos Nieto Palma

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El pasado lunes 07 de noviembre la Ministra para el Servicio Penitenciario Iris Varela convocó a los medios de comunicación social a su despacho para dar una rueda de prensa para, entre otras cosas, hablar de los “grandes logros” en el pasado examen periódico universal efectuado en la sede de la ONU en Ginebra el pasado 01 de noviembre de 2016.

La rueda de prensa a pesar de estar llena de falsedades, a las que ya todos estamos acostumbrados, como decir que “nuestro sistema penitenciario es ejemplo del mundo” o el que “las piscinas y discotecas de las cárceles vienen de la cuarta república”, asuntos los que no se requiere ser un experto en el tema penitenciario para tener claro que se trata de simples fantasías de la ministra, que no concuerdan con la realidad de nuestro sistema penitenciario, hay graves anuncios de la ministra Varela en este encuentro con los medios que vale la pena reseñarles hoy.

La Ministra para el Servicio Penitenciario afirmo “No voy a recibir a una persona que no tenga ni siquiera una audiencia preliminar. No voy a recibir en las cárceles nacionales a una persona que no tenga un juicio, tiene que tener su tribunal de juicio ya designado porque hay un derecho humano que nosotros respetamos, que es el debido proceso, que es el derecho a ser juzgados en libertad y que es la presunción de inocencia. Esos son derechos humanos. Una persona que está detenida, a menos que haya sido sorprendida en flagrancia, es inocente hasta que se demuestre lo contrario y eso se demuestra con un juicio justo y con una sentencia (…) No puedo recibir a una persona que no esté ni siquiera plenamente identificada. La Fiscalía tiene que identificar plenamente a los detenidos”, aseguró Varela.

Ante tal barbaridad que podría acarear situaciones graves en materia de seguridad a la ciudadanía en general me gustaría primero hacer unas consideraciones legales básicas. El artículo 4 del Código Orgánico Penitenciario establece “El Estado, a través del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia penitenciaria, garantiza a las personas privadas de libertad el ejercicio y goce de los derechos humanos consagrados en la Constitución, así como en los tratados y convenios internacionales sobre derechos humanos, suscritos y ratificados por la República, excepto aquellos cuyo ejercicio esté restringido por la pena impuesta o por la medida de privación judicial preventiva de libertad, y por las establecidas en el presente Código”, es claro que no hay una distinción entre tipos de privados de libertad, toda persona privada de libertad, en el lugar que este, es responsabilidad de Ministerio Penitenciario según establece la ley.

Igualmente Decreto N° 8.266 de fecha 14 de junio de 2011, mediante el cual se crea el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario y publicado en Gaceta Oficial N° 39.721 del 26 de julio de 2011, establece en su artículo 2° “Son competencias del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario: 1.Diseñar, formular y evaluar políticas, estrategias, planes y programas, regidos por principios y valores éticos, destinados a garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos fundamentales de los procesados y procesadas, penados y penadas, así como procurar su rehabilitación y mejorar sus posibilidades de reinserción en la sociedad” tampoco el decreto de creación del Ministerio  Penitenciario dice que hay privados de libertad que son su competencia y otros no, claramente establece que debe trabajar para garantizar los derechos humanos de los procesados y penados, sin distinción.

Lo que dice la Ministra Varela va en contra de lo que establece el Código Orgánico Penitenciario y el mismo decreto de creación del ministerio que dirige, estos claramente la responsabiliza a ella y sus funcionarios, del caos que se vive en los centros de detención preventiva y la situación en que se encuentran los reclusos que allí se encuentran que suman más de 40 mil, con esta decisión arbitraria y contaría a la ley de no recibir detenidos en los recintos bajo el control de su ministerio si no se les ha realizado la audiencia preliminar es simplemente escurrir el bulto a su responsabilidad y pretender endosársela a los organismos policiales.

Muchas veces hemos dicho que los centros de detención preventiva son sitios transitorios para tener a los detenidos mientras son trasladados a la audiencia de presentación ante el juez que debe ocurrir dentro de las 48 horas a la detención, estos centros no reúnen condiciones, ni de espacio, ni higiénicas para tener más reclusos de su capacidad, tampoco cuenta con personal preparado para este trabajo aunado a no contar con servicio de alimentación para los privados de libertad, ni presupuesto para mantener a estos en sus instalaciones, cosa de la que si dispone el Ministerio Penitenciario.

Las cárceles no son de la Ministra Penitenciaria y no puede manejarlas como si fuera una bodega donde ella da las órdenes y decide quién entra y quién sale, se trata de seres humanos en pleno ejercicio de sus derechos que ella está en la obligación de garantizar, hay que tener en cuenta que el caos que se vive en los centros de detención preventiva es su responsabilidad por no haber construido los 24 centros que ofreció hace más de 5 años, para procesados en todo el país, uno en cada estado, donde inclusive el fallecido Presidente Chávez decretó el 16 de octubre de 2012 la emergencia de la infraestructura carcelaria para poner en práctica el proyecto de construcción de los centros de procesados judiciales para el sistema penitenciario venezolano en todas sus fases, cosa con lo que no cumplió, por el contrario se dedicó a cerrar cárceles en todo el país sin tener donde llevar a los reclusos de las cárceles que cerrada, lo que evidentemente colapso los recintos carcelarios y extendió la situación a los centros de detención preventiva.

La irresponsabilidad de la Ministra Varela va a traer como consecuencia que cada día tendremos a más policías cuidando presos y no a los ciudadanos en la calle y que ante la falta de espacio para tener detenidos en las sedes policiales, estos se abstendrán de realizar detenciones y los ciudadanos pagaremos las consecuencias ante el hampa desbordada e impune.

 

@cnietopalma

El Nacional

 

Negocios carcelarios por Carlos Nieto Palma

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Las cárceles son un gran negocio, de eso no hay la menor duda, en los más de 25 años que tengo dedicado al tema penitenciario he visto la corrupción de diferentes maneras, Elio Gómez Grillo, padre del penitenciarismo moderno venezolano y de quien aprendí gran parte de lo que hoy conozco en el tema penitenciario, siempre repetía “Las cárceles son un negocio tan productivo como PDVSA”, el maestro Gómez Grillo aseveraba que las cárceles producían mucho dinero mal habido a personas inescrupulosas, de ahí su afán en formar a penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarios, como textualmente lo dice el artículo 272 de nuestra Constitución Nacional.

Lo que ha variado a través de los años es la forma de corrupción, en los años 70, 80 y 90 la forma más usada de corrupción era con la comida de los reclusos, a costa de la comida de los presos muchos directores y personal cercano a estos, de muchos recintos carcelarios hicieron su fortuna personal, recuerdo que me impresionaba ver los carros que tenían con los bajos sueldos que ganaban, me preguntaba siempre ¿Cómo hacen para tener esos carros y darse vida de millonarios?, la respuesta era clara corrupción.

Con el paso de los años la corrupción se fue perfeccionando y ya no era la comida el negocio sino muchos más, que un recluso tuviera privilegios dentro de una cárcel, el traslado a tribunales, armas, teléfonos celulares, drogas, alcohol, prostitución eran los elementos nuevos que surgían ya a finales de los años 90 y que ampliaba los ingresos no solo del personal directivo de muchas cárceles sino de gran parte del personal, incluyendo custodias penitenciarios y funcionarios de la Guardia Nacional.

Quiero dejar claro que también he conocido a muchos funcionarios honestos y comprometidos con su trabajo, con vocación por el trabajo que realizan, lamentablemente no son la mayoría.

Ya a inicios del nuevo milenio, las mafias carcelarias se habían convertido en un gran poder dentro del sistema penitenciario venezolano y que abarcaba no solo a los que trabajaban dentro de la prisión sino al entorno completo vinculado al área carcelaria, es en esos momentos cuando surgen los “Pranes”, lideres negativos de las cárceles que mantienen el control de la población penitenciaria y manejan los grandes negocios de las cárceles venezolanas.

Tengo la teoría personal que los “Pranes” son creados por los propios funcionarios del sistema penitenciario, incluyendo a la Guardia Nacional que mantiene la custodia externa de los recintos carcelarios, las mafias necesitaban a una o varias personas adentro de los recintos carcelarios, que les llevara el control de los negocios que tenían, que cada día producía más dinero, por lo que era necesario un grupo de personas que trabajaran junto a ellos en sus negocios ilicitos, en mi opinión los “Pranes” no nacieron por generación espontánea, fueron los mismos funcionarios del Estado que les permitieron tener el poder que hoy detentan y que ha suplantado el que el Estado debería tener dentro de los recintos carcelarios para cedérselos a estos reclusos y su equipo.

Uno de estos grandes negocios que se dan en nuestras cárceles se conoce como “la causa” que es un monto semanal que paga cada recluso para gastos de la cárcel, protección, armas, etc., según la periodista María Isoliett Iglesias en un trabajo publicado en el Diario “El Universal” en fecha 15 de mayo de 2012  decía que solo por este concepto “En Venezuela, 32 de las 34 cárceles, censadas por el Ministerio de Servicios Penitenciarios, producen más de 125 millones de bolívares en un año, es decir un promedio de más de 10 millones de bolívares cada mes” y agregaba “Pero es mucho más. A esos 125 millones de bolívares, indicaron las fuentes consultadas, no se le sumó el dinero que se paga por derecho a pernoctas, en caso de que se hagan, tampoco por el derecho a las cantinas o abastos o a los puestos de teléfono, ni tampoco el dinero que se cobra como impuesto por el derecho a vender droga en el centro penitenciario. Tampoco están contempladas las ganancias por los delitos que se cometen desde esos reclusorios: secuestros, extorsiones y alquiler de armas” evidentemente un gran negocio.

Es difícil entender que esto ocurra dentro de un recinto carcelario que es completamente cerrado, donde la custodia externa la tiene la Guardia Nacional Bolivariana y la interna el Ministerio para el Servicio Penitenciario, es claro que ellos forman parte del negocio, de allí mi teoría de que ellos fueron los creadores del “Pranato” que dirige las cárceles venezolanas  así la Ministra Penitenciaria diga que en nuestras cárceles ya no hay “Pranes”.

Una clara muestra del poder de las mafias carcelarias lo vimos hace unos pocos días en la Penitenciaria General de Venezuela en el Estado Guárico, donde los pranes mantuvieron por 7 días secuestradas a 54 funcionarios del Ministerio Penitenciario, que trabajaban dentro de ese recinto y que obligó a negociar con los pranes y pagar un rescate que ellos pidieron, que consistió en el traslado de más de 2.000 reclusos de otros sitios del país hacia esa cárcel, para que los ingresos por concepto de “la causa” aumentaran porque últimamente habían disminuido.

Después de esto creo que es difícil hablar de un “nuevo régimen penitenciario” “construcción del hombre nuevo” o que “ya no hay pranes en las cárceles” o una barbaridad como que en Venezuela tenemos “el mejor sistema penitenciario del mundo”.

@cnietopalma 

El Nacional

Requisa en retén de Cabimas culminó con 18 fugados

Cabima

 

El secretario de Seguridad y Orden Público del Zulia, comisario Biagio Parisi, informó la tarde de este jueves que culminó la requisa en el retén de Cabimas, teniendo como resultado un total de 18 evadidos.

En horas de la madrugada de este jueves 7 de abril, reportaron la fuga de un grupo de reclusos del pabellón B del recinto penitenciario. «Sometieron a los oficiales de guardia y les quitaron cinco pistolas que tenían. Los reos golpearon y amordazaron a los funcionarios y luego se fueron», explicó Parisi en horas del mediodía.

Al parecer, los detenidos también se llevaron unas granadas.

Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y de Policabimas iniciaron, luego de conocida la fuga, las labores de búsqueda de los presos.

Fugados

El Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez) difundió este jueves fotografías de dos de los delincuentes fugados del retén de Cabimas, la madrugada de este jueves 7 de abril.

Voceros del organismo policial indicaron que entre los reos fugados se encuentra el pran del pabellón B, llamado Adrián José Rodríguez Gudiño y el segundo al mando, Sleitter José Leal Gutiérrez. Otro de los evadidos fue identificado como Alexander Antonio Raga Barrientos.

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