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Cinco detenidos por robo millonario a médicos cubanos

Una mujer, vecina de Ciudad Caribia planificó el robo

Carlos D´Hoy @carlos_dhoy

Cinco personas fueron detenidas por funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana por estar implicados en el robo perpetrado el pasado lunes contra los integrantes de la delegación de médicos cubanos que pernoctaba en la Base de Misiones de Ciudad Caribia, ubicada en la autopista Caracas La Guaira.

Fuentes policiales señalan que entre los detenidos se encuentra una mujer, tres hombres y un adolescente quienes participaron en el asalto en el que inicialmente se dijo que habrían cargado con más de 152 mil dólares, así como con una importante cantidad de pesos cubanos, celulares y otros equipos electrónicos.

Según el reporte policial, los detenidos fueron identificados como Carlos Arquímedes Carvajal Silva (41), Yirbe José Saavedra Segovia (20), Martín Alejandro Freites Chourio (21), un menor de edad indocumentado y Vanessa Alejandra Velásquez Marín (21)

El desmantelamiento de la organización criminal de los sujetos se logró tras la detención de un sujeto en la parroquia La Vega, a quien le incautaron un teléfono celular, al realizar el rastreo del equipo, los funcionarios detectaron que era uno de los teléfonos robados a la misión médica antillana, por lo que iniciaron un rastreo a fondo que permitió localizar y detener a la mayoría de los sujetos y la recuperación de parte del botín que habían logrado en el asalto.

Al realizar los interrogatorios de rigor, los funcionarios lograron conocer que los hombres, residenciados en los Valles del Tuy y con familiares en la parroquia La Vega, habían sido contratados por una mujer, residenciada en el urbanismo Ciudad Caribia, quien había hecho seguimiento a los integrantes de la delegación y quien habría recibido información sobre la llegada de los médicos por lo que organizó el robo, llevó hasta su casa a los sujetos y los escondió luego del asalto.

El grupo comando, durante el robo portaba facsímiles de armas de fuego y tras cometer el asalto se refugiaron en la casa de Velásquez Marín, donde permanecieron varias horas mientras se «enfriaba el ambiente» en el urbanismo, una vez se retiraron los funcionarios policiales, salieron y tomaron un taxi que los sacó del sector y los trasladó hasta el centro de Caracas.

En el transcurso de la semana, la mujer quien se había quedado con gran parte del botín, compró vehículos y motos, así como equipos electrónicos, los cuales fueron incautados durante la operación policial.

Las autoridades mantienen abiertas las investigaciones a fin de determinar si hubo o no participación de otras personas en el asalto, bien suministrando información o facilitando el acceso y fuga de los presuntos asaltantes.

El reporte policial, aclara que el monto total de lo sustraído fue de 16 mil dólares

Cicpc no descarta que policías o colectivos estén implicados en robo millonario a médicos cubanos en Ciudad Caribia

Funcionarios adscritos al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), así como una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) adelantan las investigaciones para esclarecer el robo millonario perpetrado contra más de cien médicos cubanos que pernoctaban en la base de misiones del urbanismo Ciudad Caribia, ubicado en la autopista Caracas La Guaira.

A pesar de que el comisario Douglas Rico, director del Cicpc no brindó información sobre el caso, otras fuentes consultadas señalaron que los investigadores no descartan que los autores del millonario robo estén vinculados con organismos policiales o con los llamados colectivos, debido a la forma cómo actuó el grupo comando que perpetró el robo.

Tampoco descartan la participación de personas vinculadas a la delegación de médicos cubanos en el asalto, ya que el grupo armado tenía información exacta sobre la llegada de 38 profesionales de la medicina ocurrida pocas horas antes del asalto. “Sabían dónde estaban y dónde se iban a quedar, hecho que es importante para las investigaciones ya que la delegación no permanece mucho tiempo en la misma base, sino que son rotados por distintas sedes por motivos de seguridad. Los asaltantes sabían a dónde acudir”, señaló la fuente.

Otro dato importante es que los delincuentes sabían que los recién llegados tenían dinero en divisas extranjeras para sus gastos durante su estadía en el país y fueron directamente por ellos.

El asalto fue perpetrado en horas de la madrugada de este primero de julio por un grupo comando integrado por nueve individuos, quienes con el rostro cubierto con pasamontañas y fuertemente armados, lograron ingresar a la base de misiones Ciudad Caribia, donde dominaron a todos los integrantes de la delegación cubana que se encontraban descansando en una de las áreas de la base de misiones, un galpón especialmente adaptado para que funcionara como dormitorios.

Una vez sometieron los delincuentes le aconsejaron a los profesionales de la salud quedarse tranquilos: “saben para qué venimos”, les dijeron.

Primero robaron a los 38 médicos que acababan de llegar al país. Según el reporte policial, cada uno tenía unos cuatro mil dólares, además de unos 30 mil pesos cubanos en efectivo para gastos personales. El monto total de lo sustraído supera los 152 mil dólares.

El grupo luego asaltó a otros antillanos a quienes les quitaron teléfonos celulares, dinero en efectivo y otras propiedades. Luego los asaltantes se retiraron del lugar sin que su fuga fuese impedida.

Al lugar del atraco acudieron comisiones de la Guardia Nacional, del Cicpc y seguridad aeroportuaria, quienes iniciaron las investigaciones.

Funcionarios policiales y militares recorrieron sectores adyacentes al urbanismo, así como zonas del oeste de Caracas con el objetivo de localizar a los asaltantes, sin embargo todo resultó infructuoso, los asaltantes se esfumaron en la madrugada caraqueña.

NYT | La rebelión de los médicos cubanos en Brasil: Te cansas de ser esclavo

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Foto: Dado Galdieri para The New York Times

RÍO DE JANEIRO — En un raro acto de desafío colectivo, montones de médicos cubanos que trabajan en el extranjero para enviarle dinero a sus familias y a su país han presentado demandas para separarse del gobierno cubano, exigen ser liberados de lo que un juez definió como una “forma de trabajo esclavo”.

Miles de médicos cubanos trabajan en el extranjero con contratos que las autoridades cubanas han suscrito con países como Brasil, que le pagan millones de dólares mensuales al gobierno comunista de la isla por la prestación de los servicios de salud. Eso convierte a los médicos en uno de los más valiosos productos cubanos de exportación.

Sin embargo, los médicos solo obtienen a cambio una pequeña porción de ese dinero, y en Brasil crece la cantidad de médicos que han comenzado a rebelarse. El año pasado, por lo menos 150 cubanos presentaron demandas en los tribunales brasileños para impugnar el acuerdo, al exigir que se les trate como contratistas independientes que ganan salarios completos y no como agentes del Estado cubano.

“Cuando uno sale por primera vez de Cuba, uno descubre muchas cosas que hasta ese momento tenía los ojos vendados”, comentó Yaili Jiménez Gutiérrez, una de las médicas que presentaron una demanda. “Llega un momento en que te cansas de ser esclavo”.

Desde hace décadas, artistas y atletas cubanos han desertado durante los viajes al extranjero, y la mayoría de ellos terminaban viviendo en Estados Unidos. Sin embargo, las demandas en Brasil constituyen una rebelión jurídica inusual que afecta uno de los esfuerzos más emblemáticos de Cuba. Para el gobierno de la isla enviar médicos al extranjero no solo es una forma de obtener las ganancias que necesitan con premura, sino que también ayuda a promover la imagen de la nación como una potencia médica que frecuentemente acude en ayuda del mundo.

Ahora los desafíos legales son más importantes porque los doctores han perdido el estatus que convertía a Estados Unidos en su destino más frecuente. El gobierno estadounidense, que durante décadas ha intentado socavar a los líderes de Cuba, estableció un programa en 2006 para recibir a doctores cubanos con el objetivo de exacerbar la fuga de cerebros de la isla.

Sin embargo, en uno de sus últimos intentos por normalizar las relaciones con Cuba, el presidente Barack Obama finalizó en enero el Programa de Permisos para Profesionales Médicos Cubanos que le permitía a esos profesionales ubicados en otros países poder obtener visas de residencia permanente en Estados Unidos.

“El haber cerrado el parole para nosotros fue un gran impacto”, comentó Maireilys Álvarez Rodríguez, otra de las doctoras que presentaron una demanda en Brasil. “Esa era la salida para muchos de los que estábamos aquí”.

El fin del programa de visas significa que el futuro de estos profesionales ahora está en manos de la justicia brasileña. Los tribunales de ese país se han pronunciado principalmente en contra de los médicos cubanos, pero algunos jueces se han puesto de su lado al permitir que trabajen por su cuenta y ganen su propio dinero.

La decisión de los doctores los expone a sufrir graves repercusiones por parte del gobierno cubano, incluso podrían ser vetados de ingresar a la isla con lo que les impedirían ver a sus familias durante años.

Las semillas de la rebelión se sembraron hace un año en una conversación entre una doctora cubana y un clérigo en un pueblo remoto en el noreste de Brasil.

La médica cubana, Anis Deli Grana de Carvalho estaba por finalizar el tercer año de su asignación médica pero se había casado con un hombre brasileño, por lo que quería quedarse en el país y seguir trabajando.

El pastor se sintió indignado al saber que, conforme a los términos de empleo, los cubanos solo ganan una cuarta parte del monto total que el gobierno brasileño le paga a Cuba por sus servicios.

De inmediato, la puso en contacto con un abogado de Brasilia, la capital brasileña. A fines de septiembre del año pasado, presentó una demanda en un tribunal federal para trabajar como contratista independiente.

En cuestión de semanas, montones de médicos cubanos siguieron el ejemplo de Grana y presentaron demandas en los tribunales brasileños. El gobierno brasileño, que firmó el acuerdo con Cuba en 2013 para proveer servicios de salud en las regiones menos atendidas del país, está apelando los casos ganados por los médicos y piensa que prevalecerán.

“No hay injusticia”, declaró el ministro de Salud, Ricardo Barros. “Cuando ellos firmaron, aceptaron los términos”.

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Médicos cubanos desertan en Venezuela pero EE UU les ha cerrado las puertas

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Cuando el doctor cubano Yosvani Bofill, de 26 años, llegó a Caracas para participar en las misiones médicas solo tenía una idea en la cabeza: desertar y llegar a Bogotá para acogerse al programa de visas que tenía EE UU para ellos.

«Desde que salí de Cuba tenía la idea de desertar. Usé Venezuela como trampolín para emigrar. Desde que vi las misiones, vi que era la única forma del cubano de poder salir», comentó a Efe Bofill, para quien su país es «una isla cercada».

Pero llegó tarde, apenas cinco días después de que el aún presidente estadounidense, Barack Obama, suspendiese el «Cuban Medical Professional Parole» (CMPP o Parole), un programa especial de visas de EE UU para personal médico cubano que deserta de las misiones en el exterior.

Él, como muchos otros de los centenares de desertores cubanos, tuvo que emprender un trayecto por el que pagan entre 600 y 650 dólares a un «coyote» para atravesar la porosa frontera colombo-venezolana.

El camino no es fácil. El paso fronterizo de Maicao, en La Guajira colombiana, limítrofe con el estado venezolano de Zulia, está en el corazón de un territorio desértico y lleno de bandas de contrabandistas y grupos herederos del paramilitarismo.

La otra opción, por San Antonio del Táchira (Venezuela) y Cúcuta (Colombia), no es mejor: guerrilleros, narcotraficantes y ex paramilitares se enseñorean de un territorio agreste y selvático con un clima sofocante.

Para estos cubanos, escapar de la pobreza y la falta de libertades en Cuba tuvo su continuidad en la dramática situación a la que se vieron abocados en Venezuela.

«Venezuela pasa de ser un drama dominical a una película de terror un domingo por la noche», resumió Bofill.

Los 20.000 médicos cubanos que integran el programa social bandera de la llamada revolución bolivariana, la Misión Barrio Adentro, están sujetos a duras normas de comportamiento.

Tienen prohibido salir de los municipios donde están instaladas sus misiones y dormir fuera de sus residencias y están obligados a volver a casa antes de las seis de la tarde.

A su llegada a Bogotá, denuncian también que viven en barrios peligrosos, que duermen hacinados con otros cubanos y que en los centros médicos sufren el acoso de quienes, desesperados, piden medicamentos que escasean o les reclaman una mejor atención.

Tanto las autoridades venezolanas como la embajada cubana en Caracas consultadas por Efe dijeron desconocer cuántas deserciones se han producido en el país pero aseguraron que no son un número significativo.

Pero los aludidos sostienen que son muchos los que han abandonado Venezuela, algunos para volver a La Habana y otros para desertar, especialmente en los últimos tres años tras la muerte del presidente Hugo Chávez y el endurecimiento de la crisis económica venezolana.

El ex jefe de uno de los contingentes cubanos en el oeste venezolano, que se separó de la misión al contraer matrimonio con una venezolana y prefiere hablar a Efe en el anonimato, aseguró que muchos de los colegas que se encuentran ahora en EE UU traían ese plan desde La Habana y que muchos otros lo decidieron una vez en Venezuela, cuando comenzaron a sufrir la crisis.

Eddy Gómez Hernández, que llegó al estado de Cojedes con el objetivo de ganar algo de dinero y volver a su isla natal, llegó a Bogotá un día después de que se cancelase el Parole.

Gómez decidió iniciar su carrera como médico inspirado por algunos de los doctores de su barrio. En Cuba ellos «son héroes», confesó.

«Primeramente no tenía idea de desertar. Yo deserto a raíz de analizar el futuro. Salgo de Cuba casado y a las dos semanas de llegar supe que (mi mujer) estaba embarazada», dijo Gómez, quien ha trabajado 14 meses en Venezuela.

Pensar en el futuro de su hijo y la crueldad con la que le trataron sus superiores, que le impidieron visitar a su esposa siquiera para el parto, le llevaron a la aventura de convertirse en un inmigrante indocumentado.

«Salimos huyendo desde que abandonas la casa», recordó. De hecho, escapó de la habitación en que dormía aprovechando que una compañera fue al baño.

En Maracaibo se encontró al «coyote» que le ayudó a cruzar la frontera por Maicao. En el camino vio grupos armados, contrabandistas y Policía de ambos países que le sembraron el temor.

La mayoría de los cubanos relatan que deben darles «todo» a los policías, especialmente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada venezolana) que los paran y piden los papeles.

Y todo para llegar tarde a Bogotá, donde unos 180 cubanos reclaman una solución al limbo migratorio en que se encuentran.

Bofill y Gómez, sin embargo, siguen pensando en un futuro en suelo norteamericano. «La esperanza -dijo Gómez- es que EE UU nos dé otra oportunidad».

Médicos cubanos esperan visa estadounidense en Bogotá tras abandonar Venezuela

Médicos cubanos en Bogotá

Alrededor de 180 cubanos que formaban parte de las misiones médicas que ese país tiene en Venezuela, aguardan en Bogotá, adonde llegaron tras desertar en el vecino país, con la esperanza de que Estados Unidos les conceda una visa, informó a Efe un vocero de los galenos.

El problema de los cubanos se multiplicó el pasado 12 de enero cuando el Gobierno del expresidente estadounidense Barack Obama suspendió el “Cuban Medical Professional Parole” (CMPP o Parole), un programa especial de visas de EE.UU. para personal médico cubano que deserta de las misiones en el exterior.

El programa “Parole” fue creado en 2006 durante el Gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009) para asistir a profesionales de la salud cubanos que escapan de misiones internacionales en terceros países y a los que se ofrece acceso “seguro y legal” a EE.UU.

“En este momento aquí (en Bogotá) se encuentran alrededor de 180 médicos cubanos (…) de esos hay 85 esperando la visa (tras una solicitud) que llegó en tiempo, pero dentro de esos 180 hay 25 que no les dio tiempo para aplicar al ‘Parole’”, aseguró a Efe Óscar Alonso, médico que ejerce como vocero del grupo de cubanos.

La suspensión tomó por sorpresa a algunos de ellos, que se enteraron de la decisión de Obama cuando ya habían abandonado la misión médica.

“Es una situación terrible, pues en Cuba somos perseguidos políticos porque desertamos de una misión médica cubana (que también es) política”, agregó Alonso.

Para poder cruzar a Colombia deben recurrir a un “coyote” que les ayuda a pasar ilegalmente la frontera a cambio de unos 650 dólares, una fortuna para muchos de ellos.

Al llegar se dirigen a la embajada de Estados Unidos, donde solicitan el visado y reciben un salvoconducto que les permite estar temporalmente en Colombia, si bien no pueden trabajar.

Relata que en su camino deben sobornar a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) de Venezuela que les pide unos papeles que no tienen y, en ocasiones, también a policías colombianos que les paran en su camino a Bogotá.

Allí empiezan otra odisea ya que deben mantenerse sin trabajar.

Además, según detalló Alonso, hay seis cubanos más que no forman parte de las misiones médicas y que se encuentran en Bogotá intentando encontrar ayuda que les permita abandonar Cuba y encaminarse a Estados Unidos.

Una de las cubanas que abandonaron la misión en Venezuela es María del Carmen Torres, una farmacéutica de 44 años, que solicitó a tiempo el visado, pero que fue rechazado y ahora se encuentra pendiente de una respuesta tras haber renovado la solicitud.

Ahora se encuentra en un “limbo legal” que se prolonga desde octubre de 2016, cuando llegó a Bogotá.

Torres señaló que las duras condiciones de vida en el estado de Aragua, en el norte de Venezuela, fue lo que le llevó a querer desertar, en busca de una vida mejor para ella y sus dos hijos que están en Cuba.

“Allí (en Venezuela) no nos tratan bien, a las 6 de la tarde tenías que estar en la casa prácticamente bajo candado y decidí abandonar la misión porque en Cuba lo que te pagaban era una miseria. Quería darle mejor vida a mis dos niños de 19 y 22 años”, aseguró a Efe.

Todos ellos aguardan ahora una respuesta y esperan que Estados Unidos o Colombia les preste su apoyo.

 

Evo Morales viaja a Cuba de emergencia por problemas de salud

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Una afección persistente en la garganta que tuvo «complicaciones mayores» llevó el miércoles al presidente de Bolivia, Evo Morales, a viajar de emergencia a una revisión médica a Cuba, informó su gobierno.

El ministro de la Presidencia, Rubén Martínez, dijo en rueda de prensa que Morales viajó después de una reunión de gabinete, aunque no comentó más sobre lo que podría tener el mandatario.

El gobernante boliviano se escuchaba ronco en presentaciones en público en días pasados y había dicho que era a causa de un resfrío.

«Seguramente en un par de días más podamos conocer el seguimiento de la salud del presidente y esperemos que sea el menor tiempo posible», dijo.

El 6 de febrero pasado Morales canceló su agenda por el problema de su garganta y fue a una evaluación médica con médicos bolivianos. En aquel momento el vicepresidente Álvaro García sólo dijo que al mandatario se le había cerrado la garganta.

Morales, de 57 años, fue operado de la nariz en febrero de 2009. Dicha cirugía fue llevada a cabo por médicos cubanos en una clínica de La Paz. Además fue intervenido quirúrgicamente en las dos rodillas por lesiones al jugar fútbol.

 

El limbo que viven en Colombia los médicos cubanos que desertaron en Venezuela y quieren llegar a EE.UU.

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En un pequeño apartamento del sur de Bogotá viven cuatro médicos cubanos que salieron de Venezuela hacia Colombia, para desde aquí intentar llegar a Estados Unidos.

Odetis Pérez Baró está hace unos siete meses en la capital colombiana; Yusel Mantilla casi igual; Carlos Hernández unos cuatro; y Maité Fuentes García es prácticamente una recién llegada, entró el 20 de julio a la ciudad, el mismo día en que abrió en La Habana la embajada de Estados Unidos.

Su plan era llegar, solicitar su adhesión al programa especial para admitir en Estados Unidos a profesionales médicos cubanos trabajando en misiones en el extranjero (Cuban Medical Professional Parole, CMPP), que les da beneficios de vivienda, alimento y la posibilidad de revalidar el título, y esperar los no más de tres meses que se supone dura el trámite para viajar a su destino soñado.

Pero algo no salió bien; sus solicitudes todavía no tienen respuesta.

Y no son los únicos. Según datos de autoridades colombianas, al menos 720 profesionales de la salud cubanos hicieron lo mismo (hay versiones que sugieren que son más).

Cruzaron la frontera, dejando sus puestos en las misiones médicas por las que la isla recibe petróleo y dinero del estado venezolano, pensando que la salida a EE.UU, sería relativamente fácil. Pero no fue así.

«Era más chiquito que esto»

Odetis es la «jefa de la casa», bromean los otros tres.

Es la que llegó primero y la mayor. Tiene 32 años, es médica y ecografista.

Llamarla «jefa» es un guiño a lo que sucedía en Venezuela, donde efectivamente había un jefe de casa que los controlaba en sus viviendas. En esas casas a veces vivían tres, a veces seis, a veces 12 personas. Todos coinciden en que las condiciones eran malas.

Carlos Hernández, odontólogo de 25 años, abre los brazos y dice: «Era más chiquito que esto». «Esto» es la sala y cocina del apartamento, que tendrá unos 4 por 2 metros, más o menos.

«No había sábanas ni agua», recuerda Yusel, rehabilitadora de 26 años, de su vivienda en Venezuela. Las zonas en las que habitaban eran duras.

«Yo vivía al lado de un basurero», dice Carlos. «Yo vivía en un cerro», cuenta Yusel. «A la parte de arriba le decían ‘La Tumbita'».

«Un día llamaron a mi coordinador y le dijeron ‘no salgan, porque se va a formar». También vio, en otra ocasión, cómo mataban a un muchacho, un adolescente, a balazos.

«Peor que Cuba»

Sobre todo por la inseguridad, pero también en parte por la escasez, los cuatro profesionales de la salud coinciden en que, en base a su experiencia, Venezuela está «peor que Cuba».

También coinciden los cuatro en que la tarea era dura. Trabajaban de lunes a sábado y algunos domingos. «Y en tiempos de elecciones teníamos que ir casa por casa», cuenta Carlos.

Yusel explica que en su especialidad lo normal es ver 14 pacientes diarios, pero que en Venezuela se le duplicaban.

En principio, para estos jóvenes sin hijos, o como dice Carlos que no tienen «gaticos ni perricos», salir a una misión tiene atractivo: mientras en Cuba pueden cobrar el equivalente a entre unos US$30 y 75 al mes, en la misión en Venezuela recibían 3.000 bolívares más US$200 depositados en su país.

«Dádivas generosas»

El dinero que lograron traer a Bogotá no les alcanza. Cada uno paga 350.000 pesos colombianos mensuales de alquiler (US$110).

«Yo debo la renta», dice Odetis, a quien le habían mandado algo de dinero de Cuba tras vender uno de sus equipos.

Todos llegaron con el dinero justo para sobrevivir los tres meses que creían que demoraría su trámite. Pero mientras el tiempo del papeleo se estira, el capital se va achicando.

Algunos de los ahorros con los que viajaban se les fueron perdiendo en el camino en forma de soborno a fuerzas de seguridad que los amenazaron con mandarlos de vuelta al otro lado de la frontera.

Y, como en el caso de Maité, quien es médica general y emergencista pediátrica, en pagarle US$500 al «amigo» que la sacó de Venezuela (además de los gastos en pasajes).

En Colombia sobreviven gracias «a las dádivas generosas», dice Yusel. O de ayuda que llega de afuera, de la propia Cuba. «Mi mamá a veces me ha podido mandar dinero», cuenta Carlos.

Pirueta migratoria

En Colombia pueden permanecer gracias a una pirueta del sistema migratorio del país.

Aunque los cubanos necesitan visa para entrar a este país, y los médicos que salen de Venezuela no la tienen, las autoridades les otorgan un documento de deportación en el que dicen que no los deportarán mientras dure el trámite del CMPP.

Preocupados por la espera, el sábado pasado un grupo de los afectados realizó una manifestación en Bogotá para pedir que se resuelvan sus casos.

Sobre el motivo detrás de la demora en el trámite, muchos de los cubanos piensan que puede estar asociado al reciente deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington.

Pero el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, aseguró el jueves pasado en rueda de prensa que la lentitud en la aprobación de las solicitudes «no está para nada relacionada con nuestra política con respecto a Cuba; no hay vínculo, no hay conexión».

«No hay planes de eliminar el programa en este momento», agregó.

Por su parte, a través de un comunicado, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), dijo que detectó un incremento de solicitudes en el marco del CMPP en años recientes y que está «dedicando recursos adicionales para resolver los casos pendientes».

El USCIS también indicó que «el análisis de algunos casos puede llevar más que otros, en general por las verificaciones de antecedentes requeridas».

De hecho, la situación parece haber comenzado a descongestionarse.

Otra trabajadora de salud que salió de Venezuela, Dailenys Valenzuela, le dijo a BBC Mundo que el viernes, tras siete meses y diez días, EE.UU. aprobó su solicitud.

Y mientras sus compatriotas conversaban con este medio en el departamento en el sur de Bogotá, les llegaron noticias de que se habían aprobado dos solicitudes más. En ese día, en total, habían sido ocho.

Pero temen que sea sólo una ola de aprobaciones y otra vez se vuelvan a frenar.

Se agrava la crisis venezolana con la emigración de 13.000 médicos

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El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, aseguró hoy que unos 13.000 médicos han emigrado en los últimos años y alertó que «la crisis» en el sector registra una «tendencia de ir agravándose paulatinamente».

«Se nos han ido alrededor de 13.000 médicos» de los 300 hospitales privados y estatales del país, exactamente «7.600 médicos del sector público», aseguró a la emisora privada caraqueña Unión Radio.

A estos se suman, dijo, enfermeros y otros profesionales del sector de la salud nacional cuyo número no calculó.

Consultado sobre la situación nacional a propósito del Día Mundial de la Salud, León Natera advirtió que, además, han abandonado el país sin culminar sus estudios jóvenes que cursaban medicina y otras carreras afines, cuyo número tampoco calculó.

Al Gobierno del presidente Nicolás Maduro «da la impresión» de que «no le interesa la buena salud del pueblo» y si bien «gasta mucho» en el sector obtiene, añadió, «resultados negativos y fatales» al dar prioridad a «personas que se han graduado de un programa de medicina comunitaria que no tienen cualidad ni calidad».

El presidente de la Federación Médica Venezolana también apuntó a una supuesta «gran crisis epidemiológica» sobre la cual aseguró que «el Gobierno ni siquiera da información».

Aludió con ello a que los venezolanos no saben «lo que está pasando con la malaria, la chikunguña, el dengue, la tuberculosis», así como sobre una «gran cantidad de enfermedades que reaparecieron».

León Natera es permanentemente desmentido por funcionarios gubernamentales que también han negado que exista una crisis hospitalaria y más bien repiten que los éxitos del sistema sanitario del país se observa en indicadores avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mortalidad infantil, por ejemplo, dijo recientemente el Ministerio de Salud, llega en la actualidad a 14 casos por cada 1.000 nacidos vivos, la mitad de la tasa existente hace dos décadas.

La estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) recordó hoy que el Gobierno ha previsto este año «fortalecer» el Sistema Público Nacional de Salud con 38.000 millones de bolívares, equivalente a 200 y 6.000 millones de dólares, según las tasas oficiales de paridad mínima y máxima de 6,30 y 190 bolívares por dólar.

«Durante este año el Gobierno Nacional reforzará las políticas sanitarias a través de la producción e importación de insumos y medicamentos, así como con la agilización de las labores de construcción de 23 hospitales», añadió AVN.

También destacó que el antecesor y mentor de Maduro, el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), creó en 2003 la llamada «Misión Barrio Adentro», con el apoyo de más de 20.000 facultativos cubanos.

Esta misión, destacó AVN, constituye el «eje central» del Sistema Público Nacional de Salud y cuenta con más de 10.000 centros de atención primaria construidos en populosos barrios urbanos, caseríos y poblados rurales «de todo el territorio nacional».