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Laudo Arbitral

Ayala Corao: Es importante demostrar unidad nacional en el juicio sobre el Esequibo
Héctor Faúndez destaca la necesidad de cambiar de estrategia y de abogados
Los expertos consultados consideran que hay argumentos para demostrar la nulidad del Laudo Arbitral de 1899

Por: @reyestheis

 

La fase previa del juicio para evaluar la validez del Laudo Arbitral de 1899 que fijó los límites entre Venezuela y Guyana sigue su curso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y para el experto venezolano Carlos Ayala Corao, es necesario dar demostraciones de unidad nacional en ese escenario.

Durante dos semanas, la sede de la Corte en La Haya, Países Bajos, fue escenario de la presentación de los argumentos de Venezuela y la respuesta de Guyana sobre una objeción preliminar de inadmisibilidad de la demanda presentada por la parte venezolana y que encabezó la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez.

Según Ayala, exfacilitador en el proceso de los Buenos Oficios en representación de Venezuela sobre el tema Esequibo, la presencia de altas autoridades no necesariamente es buena, sino se cumplen dos condiciones: “Que sean expresión de una unidad nacional comprobada, y no aparente” y que se expresen “argumentos sólidos”.

Guyana acreditó como parte de su representación ante la CIJ a Ronald Austin, asesor del Líder de la Oposición en Asuntos Fronterizos, mientras del lado venezolano no hubo representación de los sectores políticos que adversan al gobierno, a pesar que las partes firmaron en septiembre de 2021 un “Acuerdo para la Ratificación y Defensa de la Soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba”, en el marco de las negociaciones en México.

Pero frente a la Corte, ese supuesto espíritu unitario no ha tenido una expresión concreta.

Ayala Corao y el abogado Héctor Faúndez, ambos individuos de número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, coinciden en que Venezuela cuenta con elementos suficientes para comprobar la nulidad del Laudo Arbitral, que despojó al país de los más de 159 mil kilómetros cuadrados del territorio Esequibo.

“Venezuela tiene muy buenos argumentos sobre la nulidad del Laudo”, sostiene Ayala Corao. Entre ellos señaló que la sentencia dictada a finales del siglo XIX carece de motivación.

Aquella decisión estuvo en manos de un tribunal compuesto por dos representantes de Gran Bretaña, dos de Estados Unidos que representaban a Venezuela y uno de Rusia, cuyo voto era decisivo.

Ayala explica que para llegar a la sentencia se llevó a cabo un abordaje con argumentos y uso de mapas, pero por disposición del árbitro ruso, Federico de Martens, este arbitraje no tuvo motivación de los hechos ni de derecho.

“Soltó una hojita y dijo ‘esta es la decisión’”, aunque “objetivamente, la tendencia aceptada por el derecho internacional es que los laudos deben ser motivados”, explicó.

El abogado Héctor Faúndez, coincide en las posibilidades de éxito: “Las raíces de la nulidad es por lo menos un decena, sostenerlo para Venezuela es fácil, pero no con ese equipo de abogados”, sostiene.

Asevera que hay que cambiar de estrategia y cambiar de abogados. «Con esos, no vamos a ganar”, sostiene. 

Los argumentos para inadmisibilidad

Tras varios años deshojando la margarita entre participar o no en el juicio ante la CIJ, la representación venezolana hizo su primer movimiento concreto: presentó una objeción preliminar de inadmisibilidad de la demanda. Venezuela expuso su argumento al sostener que debido a que el Laudo Arbitral fue producto de un fraude propiciado por el Reino Unido (Guyana era una colonia de esa nación), la representación británica debía formar parte del proceso.

El abogado Christian Tams, uno de los representantes de Venezuela, alegó que el Reino Unido es una parte indispensable. “No es un tercero realmente, es el otro Estado. El único otro Estado”, señaló y agregó “que este caso no puede seguir adelante sin la presencia del Reino Unido”.

La posición del abogado fue previamente esgrimida en esa instancia por Delcy Rodríguez y por el embajador ante la ONU, Samuel Moncada.

Del lado de Guyana ripostaron. Carl Greendige, excanciller guyanés y hombre familiarizado desde hace décadas con la reclamación venezolana sobre el Esequibo, destacó lo que consideró «inconsistencias» entre el discurso oficial venezolano contra el colonialismo y la pretensión de hacer al Reino Unido parte del proceso.

Apuntó además que el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, no permitió ningún avance, por lo que respaldó la decisión del secretario general de la ONU de llevar el caso ante la CIJ.

Ayala Corao sostiene que Venezuela ha debido trabajar muy duro en la década pasada, como no lo hizo, para evitar que el caso llegara a la Corte Internacional de Justicia.

“Como lo dijo la Academia en un comunicado, han debido llevarse a cabo las acciones diplomáticas, políticas y jurídicas correspondientes, porque este juicio, irónicamente un siglo después del Laudo, toma al país en un momento de debilidad, no solo interna, sino internacional”, consideró.

¿La CIJ rechazará la excepción preliminar¿

Por su parte, Faúndez es crítico sobre el recurso de inadmisibilidad que intentó Venezuela. “Supongamos que la tesis venezolana triunfara en este momento y que le diga a Inglaterra ‘vaya y siéntese ahí¡. ¿En qué forma beneficia eso a Inglaterra? Y ¿qué gana Venezuela en litigar con el formidable equipo de abogados de Guyana y además contra otro formidable equipo como el de Inglaterra, que fueron quienes inventaron la rueda en materia de derecho internacional?”

Considera que en uno o dos meses,  la CIJ va rechazar la excepción preliminar que planteó Venezuela.

«¿Esto es fatal para Venezuela? No, porque lo que interesa no es eso. El problema es que no se debía plantear nunca. El tema es que nos deja muy mal ante la Corte, demuestra que no tenemos confianza en los argumentos y que tenemos un grupo jurídico pésimo para defender los argumentos de Venezuela”, asevera.

Opinó que si la representación de Venezuela lo que pretendía era ganar tiempo para preparar la defensa sobre el fondo de asunto, que es la validez o nulidad del Laudo Arbitral, debió preparar un documento bien hilvanado, pues la demanda se presentó hace más de 4 años y medio.

A su juicio, si se presentan los hechos y se determina el derecho aplicable, y además, el país presenta argumentos en función de esos hechos y ese derecho «de manera coherente y bien hilvanada», sería «extremadamente difícil» que la Corte diga que ese Laudo es válido. 

Asimismo, recalca que Venezuela debe prepararse en caso que la CIJ decida la nulidad del Laudo, porque se entraría en otra fase.

“Sería terrible que venga un equipo de abogados que ponga como punto central la nulidad del Laudo, que logremos que la Corte diga que el Laudo es nulo, pero como no nos hemos preparado en el otro tema, que es la cuestión de los títulos territoriales, la Corte diga, ‘el Laudo es nulo, pero el territorio es de Guyana’”.

La validez del Laudo: el fondo del asunto

Por su parte, Ayala Corao sostiene que “después de la sentencia de 2020 sobre la afirmación de la competencia de la Corte», Venezuela debió haber estado preparando no solo su contestación, «sino la posibilidad de contrademandar»,  para no tener que depender «exclusivamente», de la demanda del equipo de Guyana.

El paso siguiente en la disputa judicial es que la Corte decida sobre la medida de inadmisibilidad presentada por Venezuela.

Ayala considera que en esta instancia, la CIJ va a tener que entrar en un elemento de fondo relacionado con la sucesión de los derechos de estado, es decir, si Guyana heredó de Gran Bretaña tales derechos.

Una vez resuelta la excepción preliminar, hay que entrar en el fondo del asunto, la evaluación de la validez del Laudo, un proceso que es largo y que podría durar más de un año. Guyana solicitó que Venezuela presente su contra memoria en un plazo no mayor de 9 meses.

ConocoPhillips sigue esperando que Venezuela le pague laudo de $2.000 millones

ConocoPhillips sigue aguardando que Venezuela le pague los 2.000 millones de dólares establecidos por un laudo arbitral tras el acuerdo alcanzado el mes pasado con la estatal PDVSA, dijo el miércoles el presidente ejecutivo de la petrolera estadounidense, Ryan Lance.

Tras el acuerdo del mes pasado, que le dio a Venezuela 90 días para realizar un pago inicial de 500 millones de dólares, Conoco suspendió medidas legales que habían frenado los envíos de crudo venezolano en varios terminales del Caribe.

A la pregunta de cómo pensaba usar los fondos la petrolera, Lance contestó que “contaré el dinero cuando aparezca en el banco”.

El ejecutivo dijo que espera que Venezuela cumpla el acuerdo, destacando que la empresa tiene otras dos instancias de arbitraje que implican a Venezuela. Pero subrayó que Conoco reanudaría la ofensiva legal si no llegan los pagos.

Conoco introdujo una solicitud de arbitraje en 2007 contra Venezuela frente a un tribunal del Banco Mundial por la nacionalización de dos de sus proyectos en ese país. En abril, una corte internacional falló a favor de la empresa y ordenó a PDVSA el pago de 2.000 millones de dólares.

Guyana y Venezuela deben justificar por escrito su disputa por el Esequibo

Guyana y Venezuela tendrán que presentar alegaciones por escrito para justificar su posición sobre si su disputa fronteriza por la región del Esequibo recae bajo la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), informó hoy esa institución en un comunicado.

Guyana tiene como fecha límite el 19 de noviembre para presentar su memoria, mientras Venezuela podrá enviar su respuesta hasta el 18 de abril de 2019, en forma de contramemoria.

La decisión del tribunal se ha tomado después de que delegaciones de ambos países tuvieran un encuentro el pasado 18 de junio con el presidente de la CIJ, Abdulqawi Ahmed Yusuf, en La Haya.

En esa reunión, Venezuela defendió que la CIJ carece de jurisdicción y mediante una carta firmada por el presidente, Nicolás Maduro, dejó constancia de que su país “no participaría en los procedimientos”.

Guyana, por su parte, alegó que la CIJ debe tomar el caso, después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, recomendara a principios de año que La Haya resolviera la histórica disputa.

Georgetown le comunicó al tribunal que deseaba tener diez meses para entregar su memoria, pero la CIJ le ha dado solo cinco, los mismos que tendrá Caracas para responder.

La CIJ deberá decidir sobre si tiene jurisdicción para resolver la controversia incluso si Venezuela no presentara su contramemoria, precisaron fuentes del tribunal a Efe.

La región del Esequibo está bajo mediación de la ONU desde 1966, cuando se produjo la firma del Acuerdo de Ginebra.

Ambos países acordaron, a través de ese documento, buscar soluciones al contencioso después de que Venezuela denunciara en 1962 un laudo arbitral emitido en 1899 por un tribunal en París que fijaba los límites comunes y que para Guyana está aún vigente.

La región en disputa, bajo soberanía de Georgetown actualmente, abarca un área de unos 160.000 kilómetros cuadrados, lo que supone las tres cuartas partes del territorio de Guyana.

La polémica se ha agudizado en los últimos años después de que la compañía estadounidense Exxon Mobil haya descubierto varios yacimientos de petróleo en las aguas de la zona en litigio.

La Zona en Reclamación: ¡Así, así, así es que se gobierna!, por José Toro Hardy

Guyana

 

En 1824 Gran Bretaña había reconocido el Río Esequibo como límite occidental de la Guayana Británica. Sin embargo, atraída por las riquezas auríferas de la región, ocupó poco a poco territorio venezolano, llegando a proponer como límite hacia 1870 la llamada Línea Schomburgk que llegaba hasta las cercanías de Upata.
Aquello provocó la ruptura de relaciones entre Venezuela y Gran Bretaña y condujo a un Laudo Arbitral que quedó constituido por dos árbitros norteamericanos, dos británicos y un ruso. A Venezuela no se le permitió nombrar a ninguno, aunque al menos contó con un abogado de Nueva York como representante jurídico de Venezuela ante el Tribunal Arbitral. Se llamaba Severo Mallet-Prevost.
El resultado de aquel arbitraje, que tuvo lugar el 3 de octubre de 1899, se conoció como el Laudo de París. A pesar de los avatares de la Revolución Restauradora Venezuela denunció de inmediato aquella decisión declarándola írrita. El Laudo no tomó en cuenta para nada los claros títulos que Venezuela poseía.
El Laudo fue el resultado de una componenda política. Así lo denunció en memorando póstumo Severo Mallet-Prevost, afirmando que aquella decisión fue «injusta para Venezuela y la despojó de un territorio muy extenso e importante sobre el cual Gran Bretaña no tenía, en mi opinión, la menor sombra de derecho». 
Cuando Gran Bretaña concede la independencia a Guyana, se firma el Acuerdo de Ginebra en 1966, en el cual las partes convienen en buscar una solución «amistosa» y «aceptable». En 1970 las partes suscriben el Protocolo de Puerto España, en el cual se congelan las negociaciones por 12 años.
Venezuela considera el territorio al Oeste del Río Esequibo como una Zona en Reclamación y así lo reconoce la comunidad internacional. Jurídicamente la posición de Venezuela se fortalece al desconocer inversiones que se realicen en ese territorio, hasta tanto se resuelva la disputa.
En todo caso, a partir 1983, al expirar el Protocolo de Puerto España, Venezuela manifestó su intención de remitir la controversia al Secretario General de la ONU, lo cual Guyana aceptó.
Fidel interviene
En el año 2004 las cosas comenzaron a cambiar. Fidel Castro (que siempre se opuso a la reclamación venezolana) promovía la candidatura del ex presidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, a la Secretaria General de la OEA.
Pidió a Chávez apoyar esa candidatura, ofreciéndole que ponía a su disposición un número de votos decisivos que le permitirían controlar a la OEA, pero que se necesitarían los votos del CARICOM para garantizar el triunfo de Rodríguez.
El CARICOM tradicionalmente ha apoyado a Guyana frente a la reclamación territorial venezolana. Castro convenció a Chávez de bajar la guardia en ese tema a fin de inclinar el voto de esas naciones en favor de Miguel Ángel Rodríguez y después de José Miguel Insulza como Secretarios Generales de la organización.
¡Insólito! Para facilitar el plan, el presidente Chávez se trasladó a Georgetown -capital de Guyana- y desde allí anunció que Venezuela no se opondría más a las inversiones extranjeras en la zona en reclamación. Con ello, dañó profundamente los intereses de Venezuela y sus posibilidades de recuperar la Zona en Reclamación.
Desde entonces Guyana ha venido otorgando concesiones y procurando extender su mar territorial a 300 millas sin preocuparse de Venezuela. De salirse con la suya, Venezuela perdería 150 mil kilómetros cuadrados de ricas áreas marinas y submarinas.
Exxon Mobil y la Zona en Reclamación
Mientras tanto, el presidente Chávez, deseoso de desmontar la Apertura Petrolera implementada durante el gobierno anterior, hizo modificar la Ley de Hidrocarburos cambiando los términos de los contratos que se habían suscrito. Llamó a las empresas y les anunció que o bien aceptaban las nuevas condiciones o bien se tendrían que ir del país. Muchas aceptaron dados los altos precios del petróleo que imperaban en los mercados internacionales. Otras no aceptaron y acudieron a arbitrajes internacionales ante el CIADI del Banco Mundial, donde por cierto han vendido ganando una tras otra todas las demandas.
Una de las empresas que no aceptó fue Exxon Mobil, cuya reclamación contra Venezuela prosperó en el CIADI. Por otra parte, ante el anuncio de Chávez de que ya no objetaría inversiones extranjeras en la Zona en Reclamación, Exxon Mobil inició un extenso programa exploratorio en esas aguas, logrando ubicar enormes reservas petroleras en el mar. Tales descubrimientos fortalecen la posición de Guyana quien ahora cambió de posición y desea llevar el caso a un tribunal internacional -con el beneplácito del Secretario General de la ONU- donde Venezuela llevaría las de perder.
Para colmo de males, el presidente de los EEUU, Donald Trump, ha designado como  Secretario de Estado y por tanto Jefe de la diplomacia de su país a Rex Tillerson hasta ahora presidente del gigante petrolero Exxon Mobil, a quien Chávez había echado de Venezuela.
¡Así, así, así es que se gobierna!

@josetorohardy

petoha@gmail.com

53 Estados apoyan a Guyana en pleito por el Esequibo

KamaleshSharma

 

El Secretario General de la Commonwealth, Kamalesh Sharma, aseguró al gobierno de Guyana el compromiso de esa mancomunidad de naciones a su llegada el sábado a Georgetown.

“La Commonwealth se erige como uno y habla con una sola voz en nuestro compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Guyana. Somos una asociación de 53 estados miembros en todo el mundo que representa una cuarta parte de los miembros de las Naciones Unidas. Los gobiernos miembros de la Commonwealth, individual y colectivamente, también se han comprometido a la solución pacífica de las controversias y al imperio de la ley” dijo, según reseña The Gleaner (en inglés)

Sharma, quien se reunirá con funcionarios del gobierno presidido por David Granger, dijo que la Commonwealth se ha “movido con rapidez y de manera adecuada en la solidaridad colectiva con Guyana“.

El secretario general ha convocado una reunión del Grupo Ministeria de la Commonwealth, que se reunirá en Nueva York en septiembre. El tema también se ha colocado en la agenda de la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth, que también se celebrará en Nueva York en septiembre.

En la última reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, celebrada en Sri Lanka en 2013 , los líderes de la Commonwealth, “… reafirmaron su apoyo inequívoco para el mantenimiento y la preservación de la soberanía y la integridad territorial de Guyana“, dijo Sharma en un comunicado

A raíz de la controversia, Guyana también estaría pidiendo al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon,  que inste a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que se pronuncie sobre el Laudo Arbitral de 1899 en un esfuerzo por resolver la controversia fronteriza que ya tiene 60 años.