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Monseñor Diego Padrón: Estas navidades han sido unas de las más tristes de la historia de Venezuela

CEV

 

Durante la CIX asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana, el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón, Arzobispo de Cumaná, fijó posición sobre la crítica situación del país azotado por la hiperinflación y la escasez.

 

“Son unas de las navidades más tristes de la reciente historia de Venezuela, es verdad que no traemos tristeza porque cada uno de nosotros la dejó en su mesa de noche, pero en las visitas en las comunidades vemos la angustia y el clamor de la gente por pan y remedios, traemos fe y esperanza en el poder salvador de Dios, palabra de consuelo y proyecto de solidaridad para nuestro pueblo”, enfatizó en la capilla “Trono de la Sabiduría” de la Universidad Andrés Bello –UCAB-.

«El Papa Francisco sigue con preocupación los acontecimientos de Venezuela y nos pide que mantengamos nuestro compromiso con el pueblo y seguir acompañando y defendiendo sus derechos», aseguró Monseñor.

 

Sobre el 2017, recordó que «los venezolanos no lo hemos vivido, ante todo, lo hemos sufrido. Entre abril y julio más de 130 muertos, 1500 heridos y miles de detenidos, llevados a la cárcel ilegalmente».

En su opinión, «no hay que resignarse o acostumbrarse al mal que viene de las decisiones erradas, de la violencia, la injusticia o la mentira (…) No hay, por tanto, que someterse, ni resignarse, ni renunciar a la calidad de vida a la que todos tenemos derecho.»

Con respecto al diálogo entre el oficialismo y la oposición en República Dominicana, indicó que «una negociación sin resultados favorables para el pueblo sería un fracaso (…) el pueblo no tiene confianza ni en los actores ni en la claridad de los objetivos ni en las consistencia sobre todo el proceso»

«El hambre de un pueblo, en particular, no se logra resolver estructuralmente ni con bolsas de comida, ni con bonos mensuales», sentenció.

 

La Conferencia Episcopal Venezolana inició este domingo su centésima Asamblea Ordinaria con la eucaristía de la Solemnidad del bautismo del Señor, presidida por el cardenal Jorge Urosa. Tras culminada la misa se instaló la Asamblea Ordinaria, donde se espera que sea nombrada una nueva Junta Directiva.

*Con información de Unión Radio

 

Diego Padrón: La consulta popular es legítima y constitucional

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El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Monseñor Diego Padrón, sostuvo que la consulta popular que hará este domingo 16 la oposición es legítima.

«La consideramos constitucional y pacífica», dijo monseñor en el marco de la sesión plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Padró exhortó a la población a tomar conciencia de la situación actual del país porque es el primer paso para cambiar.

«El mensaje es de confianza para que el pueblo cumpla con rectitud y honestidad el ejercicio democrático», aseveró.

Padrón reiteró que el pueblo tiene derecho a ser consultado sobre el destino del país.

Aclaró que las elecciones no serán dentro de los templos sino en las zonas aledañas, como casas parroquiales por ejemplo.

Padrón rechazó la violencia por parte del Estado durante estos tres meses de manifestaciones y las pretensiones de imponer la Asamblea Nacional Constituyente a la fuerza.

Monseñor Padrón: Constituyente consolidará dictadura militar

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«Esta Asamblea prevista para fines de julio será impuesta por la fuerza y sus resultados serán la constitucionalización de una dictadura militar, socialista, marxista y comunista».

Así lo manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón.

Luego de instalar la Asamblea Anual de obispos venezolanos, Padrón aseguró que en el país ya no hay conflicto ideológico entre derecha o izquierda, sino una lucha entre un gobierno que se convirtió en dictadura y todo un pueblo que clama libertad.

Padrón insistió en la apertura de un canal humanitario para que en el país puedan haber medicinas y alimentos. Manifestó que está de acuerdo con la instalación de un auténtico diálogo para resolver la crisis venezolana y exigió elecciones universales, directas y secretas.

Dijo que la Iglesia no tiene inconveniente en poner a disposición sus instalaciones, excepto los templos, para que sean utilizados en el plebiscito simbólico que prevé realizar la oposición el próximo 16 de julio.

 

EFE Jul 03, 2017 | Actualizado hace 7 años
CEV: Constituyente es una fórmula comunista

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El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, aseguró este lunes en Bogotá que la convocatoria de una asamblea nacional constituyente que reforme la Carta Magna del país es inoportuna. A su juicio, se trata de una fórmula de carácter «comunista o marxista».

«Durante mucho tiempo el mismo gobierno (presidido por Nicolás Maduro) se ha encargado de poner de relieve las bondades de la actual Constitución diciendo que es la mejor del mundo», resaltó el prelado en declaraciones a periodistas tras participar en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Colombiana en Bogotá.

Padrón subrayó que la propuesta de redacción de una nueva Constitución no tiene «ningún sentido» y alertó que la prioridad del gobierno venezolano, acechado desde hace meses por protestas populares que han dejado más de 80 muertos, debe ser brindar a sus ciudadanos comida, medicinas y libertad.

«La constituyente nos va a introducir un punto muy discutido, pero muy grave, que es la constitucionalización de un Estado comunal, donde se quiere resaltar el papel de las comunas. En definitiva una fórmula comunista o marxista de organizar la sociedad», alertó el presidente de la CEV.

Desde el 1° de abril Venezuela está sumida en una grave crisis institucional cuyo detonante fue la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de despojar de sus funciones al Parlamento, dominado por la oposición. Esta tensión se recrudeció un mes después con la convocatoria a una asamblea nacional constituyente que tiene como fin redactar un nuevo ordenamiento jurídico en el país.

Papa Francisco expresó su preocupación por situación en Venezuela a obispos de la CEV

CEV Papa Francisco

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se reunió con el Papa Francisco en Roma el pasado jueves 8 de junio para exponer la crisis y los conflictos que atraviesa Venezuela, ante la que el Papa expresó su preocupación y dolor, y aseguró que comparte la misma percepción que tienen los obispos venezolanos sobre la situación.

El Papa Francisco ratificó su apoyo a los obispos venezolanos y les invitó a seguir del lado de la gente, a no abandonarlos en su empeño por alcanzar un país más justo, a seguir trabajando por la paz y a hacer todo lo que puedan por los más vulnerables, «cuenten con mi ayuda en favor de la gente que hoy pasa hambre y necesita medicamentos».

 

Al Papa le fue entregado una recopilación de las Exhortaciones Pastorales y Comunicados de la Presidencia a los largo de los dos últimos años. También se hizo entrega de un dossier, preparado por el departamento de medios de comunicación social de la CEV, sobre las víctimas de la violencia durante las protestas, además de un informe preparado por Cáritas de Venezuela sobre la grave situación en materia de salud, alimentación, inseguridad, desnutrición infantil y otros indicadores sociales que hablan de la gravedad de la crisis en la que hoy se ha sumido la población.

 

Lea el comunicado a continuación: 

A las 9:40 de la mañana, del jueves 08 de junio de 2017, hora local de Roma, fueron recibidos en audiencia por el Papa Francisco, los miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana: Mons. Diego Padrón, Arzobispo de Cumaná, Presidente de la CEV; Mons. José Luis Azuaje, Obispo de Barinas, Primer Vicepresidente; Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, Segundo Vicepresidente; Mons. Víctor Hugo Basabe, Obispo de San Felipe, Secretario General, S. E. Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas y S. E. Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida, ambos presidentes honorarios de la CEV.

El Papa Francisco recibe a la directiva de la CEV en una de las aulas del Palacio Apostólico, en una reunión de 50 minutos, más de lo habitual, iniciando esta con una lectura por parte de Mons. Diego Padrón en su condición de Presidente de la CEV, ratificando su profunda comunión con el Sucesor de Pedro y agradecerle su manifiesta preocupación por Venezuela. Las palabras leídas por Mons. Padrón expresaban, entre otras cosas, de forma muy clara, la situación actual de aumento de conflictividad como consecuencia del profundo sufrimiento al que se viene sometiendo al pueblo de Venezuela y al que ahora se suma el empeño del Gobierno nacional en un proceso constituyente peligroso e innecesario y que no es la solución para los graves males que aquejan a los venezolanos.

Terminada la lectura del discurso, por parte del presidente de la CEV, el Papa Francisco toma la palabra para expresar de forma inmediata su preocupación y dolor por lo que está pasando Venezuela. «Estoy al tanto de todo los eventos que se están produciendo en el país». Expresó además que comparte completamente la percepción que tienen los obispos sobre la situación venezolana y aseguró al Episcopado Venezolano que contaban con todo el apoyo y la simpatía de todos los órganos de la Santa Sede. De esta manera el Papa Francisco reafirmó que en la voz de los obispos venezolanos también resonaba la suya.

Francisco ratificó su apoyo a los obispos venezolanos y les invitó a seguir del lado de la gente, a no abandonarlos en su empeño por alcanzar un país más justo, a seguir trabajando por la paz y a hacer todo lo que puedan por los más vulnerables, «cuenten con mi ayuda en favor de la gente que hoy pasa hambre y necesita medicamentos».

El Papa Francisco hizo saber a los 6 miembros de la presidencia de la CEV que algunos de los que sirvieron como facilitadores en el fallido intento de diálogo del último trimestre del año 2016, han insistido en Solicitar a la Santa Sede su participación en un nuevo proceso, sin embargo, la respuesta ha sido contundente: La Santa Sede, sólo tomará parte en una nueva iniciativa de diálogo, siempre y cuando el gobierno cumpla con las cuatro condiciones ya expresadas en la Carta del Cardenal Parolín a inicios de diciembre de 2016, es decir: la apertura de un canal humanitario que permita hacer ingresar al país alimentos y medicamentos, la presentación de un cronograma general de elecciones, el respeto a la autonomía de la Asamblea Nacional y, la liberación de los detenidos por causas políticas.

En el contexto de la reunión, los obispos venezolanos hicieron entrega al Papa Francisco de una recopilación de las Exhortaciones Pastorales y Comunicados de la Presidencia a los largo de los dos últimos años. También se hizo entrega de un dossier, preparado por el departamento de medios de comunicación social de la CEV, sobre las víctimas de la violencia durante las protestas. Explicaron al Santo Padre la saña con la que están actuando los órganos de seguridad del Estado contra los jóvenes que exigen un cambio de rumbo en el país. Al entregar este informe, los obispos, hicieron la salvedad que, desde que están en Roma, el número de víctimas por la represión aumentó, atreviéndose a mostrarle al Papa Francisco la fotografía del joven Neomar Alejandro Lander Armas de 17 años, muerto por el impacto de una bomba lacrimógena. La inmediata conmoción que se dibujó en el rostro del Papa Francisco fue evidente al ver la imagen y pidió a los obispos hacer llegar sus palabras de consuelo a los familiares de todas las víctimas.

También se le entregó un informe preparado por Cáritas de Venezuela sobre la grave situación en materia de salud, alimentación, inseguridad, desnutrición infantil y otros indicadores sociales que hablan de la gravedad de la crisis en la que hoy se ha sumido la población.

La audiencia terminó con la bendición del Papa Francisco, quien pidió hicieran extensiva esta bendición a todo el pueblo venezolano, ratificando su preocupación y apoyo a Venezuela y que en la voz de los obispos venezolanos también resonaba la suya.

 

Conferencia Episcopal se reunirá este viernes con Jaua para hacerle la cruz a la Constituyente Comunal

cev

 

La Conferencia Episcopal Venezolana se reunirá este viernes 19 de mayo con la Comisión Preparatoria de la Asamblea Nacional Constituyente presidida por el Ministro de Educación, Elía Jaua.

Así lo expresó a través de un comunicado, el presidente de la CEV, Monseñor Diego Padrón, quien además es Arzobispo de Cumaná.

«Como ya le respondí en la ocasión pasada en una comunicación anterior, no estamos de acuerdo con esa iniciativa, sin variar esa posición hemos decidido atender su solicitud para exponer personalmente las razones que fundamentan nuestra postura», esbozó Padrón en la misiva.

El sacerdote igualmente leyó un comunicado en la mañana de este jueves donde visualiza la posición de la CEV acerca de la situación de conflictividad en el país.

«La ruptura del orden constitucional, el malestar y rechazo de la inmensa mayoría de los venezolanos a la nueva propuesta de Constituyente, son elementos que resultan peligrosos para la democracia, el desarrollo humano y la paz social», manifestó Padrón.

Padrón consideró que la gravedad de la crisis ha producido desconcierto en el pueblo venezolano.

«Crece el hambre debido a la falta de producción en el campo, esto se agrava por la decisión de los emprendedores agrícolas de no salir a vender sus productos debido a los asaltos y al matraqueo, esto se une la escasez de medicamentos, en el fondo son los pobres los que resultan más afectados», aseveró.

Asimismo condenó la violencia y la represión en las manifestaciones convocadas por la oposición.

«Aumenta el número de quienes son enviados a tribunales militares, los colectivos han arreciado en su acción ilegal, los saqueos son a diario».

También tuvo palabras para los deudos de los caídos en las protestas de calle.

«Ofrecemos nuestras oraciones por ellos, el creciente irrespeto a los derechos humanos a hecho crecer el miedo, la desesperanza se apodera de la gente, no se ve un futuro prometedor para los jóvenes».

Por su parte, Monseñor Ubaldo Santana dijo que es responsabilidad de la Iglesia, advertir y denunciar todo aquello que va en contra de los ciudadanos y lo que pretenda destrozar la paz social.

«En Venezuela hay que difundir una cultura de la vida, el respeto a la dignidad humama y el desarrollo integral de la sociedad».

«Es necesario un diálogo, pero un diálogo con garantías seguras, que en la actualidad no existen. La reconciliación tiene que ser una tarea permanente. Urge un cambio de actitud en todos nosotros, la gente tiene derecho a manifestar».

Monseñor Mario Moronta dijo que la Conferencia ha mantenido una franca comunicación con el Papa Francisco.

«Su Santidad ha manifestado en más de una ocasión su preocupación por lo que sucede en el país, él sabe que en Venezuela hay un conflicto social muy grave y consideramos que este puede ser resuelto abriendo un camino electoral, estamos al lado de los que sufren».

De igual forma invitaron para este domingo 21 de mayo a la Jornada de Oración por la Paz de Venezuela.

 

 

Obispos de Latinoamérica piden solución a crisis venezolana por las vías constitucionales

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Los obispos de Latinoamérica y del Caribe expresaron su preocupación por la crisis política y humanitaria que vive Venezuela y desde El Salvador lanzaron un llamado urgente para buscar soluciones por las vías constitucionales.

Reunidos en San Salvador para la celebración de la trigésima sexta Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), los obispos de todos países de la región ofrecieron una conferencia de prensa en la que dieron a conocer un comunicado oficial en el que señalan que durante los debates “hemos puesto la mente y el corazón en nuestros hermanos y hermanas de Venezuela”.

“Nos preocupan y duelen las muertes, la violencia, la carencia de lo más fundamental, la división, la violación de los derechos humanos, en fin, el sufrimiento que ha tocado al pueblo venezolano hasta llegar a padecer una autentica crisis humanitaria”, dijeron. Asimismo, agregaron que han percibido el anhelo y los esfuerzos de un pueblo que quiere vivir en paz, recorriendo senderos de libertad, justicia y desarrollo integral.

El grupo recordó que el papa Francisco les ha asegurado que lleva en su corazón los problemas que aquejan a los venezolanos y por eso hacen “un llamado para se concreten urgentemente soluciones a la actual crisis, por las vías constitucionales y salvaguardando los valores democráticos”. Aunado a esto, exhortaron a los ciudadanos a evitar cualquier forma de violencia “y el uso desmesurado de la fuerza pública, pues ésta sólo acarrea más sufrimiento y muerte”.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor Diego Rafael Padrón, señaló como un elemento “muy grave” lo que calificó como un “intento del gobierno nacional de convertir un Estado democrático en un Estado comunal donde el pueblo pierde protagonismo y pasa a ocupar un segundo lugar”. Lo anterior, aseguró, derivó en una protesta generalizada que tiene ya más de un mes y ha dejado un gran número de muertos, herido y detenidos.

“La situación hoy no es solamente dura, sino también muy triste porque son fundamentalmente los jóvenes los que están muriendo”, agregó. Sin embargo, dijo que el diálogo entre el gobierno y la oposición sigue siendo un camino para alcanzar la paz: “Siempre hay una salida, de eso estamos seguros, y el papa ha sido de una gran capacidad solidaridad con el pueblo venezolano”.

 

CEV: sentencias del TSJ apuntan a nueva crisis que atenta contra la democracia

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La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) calificó como «moralmente inaceptables y reprochables»  las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia que disolvieron el Parlamento, a través de un comunicado emitido el pasado viernes 31 de marzo.

La misiva fue firmada por la Presidencia de la CEV, representada por el arzobispo de Cumaná, monseñor Diego Padrón, y ahí se subraya que la acción de la máxima corte «es un claro indicio de que se trata de una nueva crisis nacional sumamente grave que lesiona la democracia y la convivencia de los venezolanos».

 

Comunicado de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana ante las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia

1.- Los acontecimientos de los últimos días, la reunión de la OEA y las decisiones del TSJ, plantean a la conciencia de los que habitamos este país una seria reflexión. Lo sucedido ha repercutido en las instancias políticas, jurídicas y sociales nacionales e internacionales. Es un claro indicio de que se trata de una nueva crisis nacional sumamente grave que lesiona la democracia y la convivencia de los venezolanos.

2.- En nuestra condición de pastores de la Iglesia Católica, sentimos que estamos ante unas ejecutorias que desconocen e inhabilitan el órgano público que representa la soberanía popular, en función del ejercicio omnímodo y unilateral del poder, sin tomar en cuenta a la gente. Son decisiones moralmente inaceptables y, por tanto, reprobables. Las dos sentencias, producto de unas medidas que sobrepasan el ejercicio equitativo del poder, han provocado reacciones de numerosos países y pueden generar en Venezuela una escalada de violencia.

3.- Existe una distorsión en el ejercicio del poder en Venezuela. Pareciera que todo gira en torno a lo político, entendido como conquista del poder, olvidando que las necesidades reales de la gente reclaman otra visión del poder. La incapacidad para dar solución a la escasez y carestía de los alimentos y medicinas, la creciente violencia, la incitación al odio y el desconocimiento de las normas elementales para una convivencia en paz, son, entre otras, las causas que nos tienen sumidos en un marasmo que entorpece el entendimiento y el progreso.

4.- Más allá de las consideraciones jurídicas y constitucionales, la eliminación de la Asamblea Nacional, suplantándola por una representación de los poderes judicial y ejecutivo, es un desconocimiento absoluto de que la soberanía reside en el pueblo y de que a él le toca, en todo caso, dar su veredicto. Una nación sin parlamento es como un cuerpo sin alma. Está muerto y desaparece toda posibilidad de opinión divergente o contraria a quienes están en el poder. Se abre la puerta a la arbitrariedad, la corrupción y la persecución, un despeñadero hacia la dictadura siendo, como siempre, los más débiles y pobres de la sociedad los más perjudicados. Por estas razones, repetimos, esta distorsión es moralmente inaceptable.

5.- Desconocer la existencia del otro y sus derechos es, sencillamente, destruir toda posibilidad de convivencia democrática y plural. Es más bien una provocación a la desesperanza ante el atropello de derechos fundamentales del que todo gobierno debe ser el primer garante. Por el contrario, es necesario generar gestos valientes e iniciativas innovadoras que motiven a esperar contra toda esperanza (Cf. Rom. 4,18), para construir una convivencia libre, justa y fraterna; es tarea que nos compete a todos, cada cual según su posición. Es una responsabilidad ineludible porque frente al mal nadie puede permanecer como simple espectador. El llamado es a ser protagonistas del presente y del futuro de nuestro querido país (Exhortación de la CEV, Enero 2017).

6.- Estamos muy cerca de la Semana Santa. Para los católicos la conmemoración de los atropellos contra Nuestro Señor Jesucristo es un urgente llamado a tomar conciencia y a actuar de manera pacífica pero contundente ante la arremetida del poder. No se puede permanecer pasivos, acobardados ni desesperanzados. Tenemos que defender nuestros derechos y los derechos de los demás. Es hora de preguntarse muy seria y responsablemente si no son válidas y oportunas, por ejemplo, la desobediencia civil, las manifestaciones pacíficas, los justos reclamos a los poderes públicos nacionales y/o internacionales y las protestas cívicas.

7.- Como católicos, debemos vivir los actos religiosos de la Semana Santa, conmemoración de la pasión y resurrección de Cristo, las celebraciones litúrgicas y los actos piadosos, con un contenido social que nos ayude a mantener la esperanza, la alegría y la solidaridad, en medio de las naturales diferencias, propias de los seres humanos.

8.- Invocamos la Intercesión del Nazareno y de María Santísima para que esta hora menguada que vive nuestra patria encuentre, en la sensatez y prudencia de sus hombres y mujeres, los caminos para superar tan grave y riesgosa crisis. Con nuestra afectuosa bendición episcopal.