cédula archivos - Runrun

cédula

Saime plantea pago de un arancel para tramitar la renovación de la cédula
Vizcaíno aseguró que el proyecto de la nueva cédula de identidad continúa avanzado pero que aún debe ser aprobado por Nicolás Maduro 

 

 

El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) informó que se podría cancelar un arancel para tramitar la renovación de la nueva cédula venezolana en caso de vencimiento, extravío, robo, pérdida o deterioro.

Gustavo Vizcaíno, director del Saime, dio a conocer la información durante una entrevista para Venezolana de Televisión, en la que afirmó que el nuevo documento estará hecho con materiales que suponen un costo, por lo que se está evaluando que el ciudadano pague una tasa.

 

«Se está planteando que la primera sea gratuita y las siguientes se haga al menos el pago de un arancel. Si al ciudadano se le vence su cédula laminada actual, la primera digital se le tramitará gratuitamente», detalló Vizcaíno.

El director del ente aseguró que el proyecto de la nueva cédula de identidad continúa avanzado pero que aún debe ser aprobado por Nicolás Maduro para que pueda ejecutarse en todo el país.

Vizcaíno también reveló que dentro de la cedulación nueva, se plantea que las personas mayores de 65 años reciban un documento de identidad sin fecha de vencimiento.

«De aprobarse, los mayores de 65 años tendrán una cédula impostergable para que dejen de estar por allí buscando donde sacarse la cédula. Que sea una vigencia eterna hasta que los años de vida lleguen», dijo el director del Same.

 

43.000 venezolanos perdieron sus cédulas de ciudadanía en Colombia
Las cédulas que fueron otorgadas a ciudadanos venezolanos, hijos de padres colombianos, fueron anuladas por la Registraduría, por supuestas irregularidades en su expedición

 

La Registraduría Nacional de Colombia ha cancelado 43.000 cédulas a migrantes hijos de colombianos que se nacionalizaron desde 2014.

Según declaraciones del registrador Alexander Vega a medios locales, la medida se produjo cuando se hizo la depuración para el censo electoral y se hallaron irregularidades como falsedades, adulteraciones y falsos testigos en los documentos. 

“Se revisaron un poco más de 300.000 registros civiles, con su respectiva cédula de venezolanos que ingresaron desde el 2014 a la fecha a Colombia aduciendo que tenían padres colombianos para la nacionalidad”, explicó Vega. 

Vega afirmó al medio colombiano EL Tiempo que las personas que reclaman por la anulación de sus documentos o argumentan que la medida fue injusta o ilegal, pueden acercarse nuevamente para verificar si hubo un error.

«Pero deben hacerlo con su documento apostillado de Venezuela, se verifica y se puede otorgar otra vez en la inscripción de registro civil y expedición de su cédula», señaló Vega.

De acuerdo con Alexander Vega, «es un trámite inmediato» y se dará como una cédula expedida por primera vez.

Sobre la posibilidad de que esas cédulas puedan ingresar nuevamente al Censo Electoral para que puedan participar en las elecciones de este año, el Registrador dijo que sí, siempre y cuando lo hagan antes del 13 de febrero, día en el que se cierra el censo.

Quienes lo hagan antes de esta fecha podrán votar en las parlamentarias y si lo hacen posteriormente podrán hacerlo solo en las presidenciales, señaló.

*Con información de El Tiempo.co

La odisea burocrática de solicitar un documento en Venezuela
La desinformación reina en las oficinas públicas a la hora de llevar a cabo un trámite 
El coronavirus dinamitó el ya frágil sistema de atención al usuario 

@franzambranor

Hacer cualquier trámite en una oficina gubernamental se ha convertido en un calvario. La falta de personal, desidia, desinterés, problemas de movilidad y la poca claridad de los horarios de trabajo en vista de la cuarentena por el coronavirus conspiran contra el venezolano.

Para aspirar a ser atendido, ya es costumbre llegar de madrugada a las instituciones cuando se debe hacer una diligencia en una entidad pública. Exponerse a ser víctima de un asalto es lo que queda a quien está desesperado por obtener un documento. 

No hay clemencia para ancianos, niños y enfermos que deben hacer inmensas colas muchas veces de pie y a la intemperie frente a organismos de Estado. 

Por si fuera poco, el desesperado usuario ahora corre el riesgo de infectarse de Covid-19 en concentraciones y espacios que no cumplen con el recomendado distanciamiento social. 

La tenue información de la reapertura de algunas oficinas públicas luego de que fueran cerradas a partir de marzo de 2020 también mantiene en el limbo a las personas, aunado a la escasez de funcionarios atendiendo en los despachos.  

La irregularidad en el suministro de gasolina, la falta de unidades de transporte colectivo y la frecuencia operativa incierta del Metro de Caracas igualmente perjudican a quien desee entrar en las fauces de un ente ministerial. 

Morir es cuestión de impuestos

Javier* ya perdió la cuenta de las veces que ha ido a la sede del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en Plaza Venezuela en Caracas a hacer una declaración sucesoral. Luego de que su esposa muriera a finales de 2019, Javier tuvo que reponerse al luto y empezar a juntar la serie de documentos que exigen para que los bienes que tenía en común con su cónyuge, queden a nombre de él y de su pequeña hija.  

Javier se ha tenido que enfrentar a un maremagnum de planillas, fotocopias, documentos y trámites que le han hecho imposible llevar a cabo la declaración. “En un época cuando ya tenía todo junto me decían que no había sistema y perdía mi día, luego vino la cuarentena por la COVID-19 y todo estuvo paralizado”.

Y no es que Javier pueda ir en cualquier fecha a entregar los recaudos, por el final de su número de cédula le toca un día específico de la semana y regularmente consigue un grueso de personas haciendo cola. En las semanas calificadas como radicales por el gobierno de Nicolás Maduro, Javier ha conseguido apenas a un funcionario atendiendo a los contribuyentes. “Espero salir un día de esto, de verdad no se lo deseo a nadie”.

Javier todavía no sabe si deberá pagar una multa ante el Seniat, porque de acuerdo el artículo 27 de la Ley de Impuestos sobre sucesiones, donaciones y demás ramos conexos, el contribuyente tiene hasta 180 días hábiles después del fallecimiento del familiar para presentar la declaración. “Espero que tengan un poco de conciencia y recuerden todo el tiempo que perdimos por la cuarentena y el que pasaron sin sistema, pero si no se si es mucho pedir”. 

El viacrucis del pasaporte

La expedición o renovación del pasaporte es la reina de los trámites indeseables en Venezuela, desde marzo de 2020 la oficinas del Servicio Administrativo de Identificacion, Migracion y Extranjeria (Saime) cerraron sus puertas y no fue sino hasta noviembre que abrieron para efectuar operativos de cedulación en vista de las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre.   

Ingresar a la página del Saime y llevar a cabo el proceso ya es un suplicio. En febrero del año de 2020, Jorge comenzó a hacer la diligencia para renovarle el pasaporte a sus dos hijas, primero lo hacía en horario de oficina, pero al percatarse que la página web del organismo no respondía, sumado a la señal intermitente de internet en su casa, optó por hacerlo de madrugada. Tras varios intentos consiguió pagar el equivalente en bolívares a 200 dólares, a razón de $100 por cada documento y posterior a eso comenzó el karma de la espera sin respuesta. “Me cansé de llamar a los teléfonos que salen allí, escribir correos, preguntar a conocidos y no obtuve respuesta alguna, fue desesperante, pensé que había perdido mi dinero”, dijo Jorge.

Recientemente, el Saime anunció que el precio para emitir un pasaporte nuevo es de 3,35 petros, lo que significa un aproximado de $180 de acuerdo a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, mientras que la renovación cuesta 1,67 petros o algo similar a $90.

“El valor del pasaporte está anclado a la criptomoneda petro y cuando fluctúa se modifica el precio, algunas veces se puede pagar menos, todo depende”, dijo el presidente del Saime, Gustavo Vizcaíno en una entrevista por televisión. 

No fue sino hasta finales de 2020, cuando Vizcaíno dio unas declaraciones llamando a la calma a todos los que habían hecho solicitudes, que Jorge tuvo cierto alivio. Y fue cierto y no completo porque se dirigió a la oficina donde supuestamente le entregarían los documentos y estaba cerrada. 

Fue después de varios intentos que Jorge consiguió actividad en la sede durante la semana de flexibilización. Luego de esperar toda una mañana en una larga fila, a Jorge finalmente le colocaron las calcomanías con las respectivas prórrogas en los pasaportes de sus hijas. 

Vizcaíno sostuvo que pese a la crisis generada por la Covid-19, durante la pandemia el Saime entregó 35 mil pasaportes y 180 mil prórrogas. 

Cedulación sin distanciamiento

Desde el 25 de enero, el Saime comenzó jornadas para cedular a los niños, operativos que estaban suspendidos desde el 16 de marzo de 2020 por la cuarentena.  

De acuerdo a Vizcaíno, las jornadas son exclusivamente para menores de edad y se llevarán a cabo tanto en semanas flexibles como radicales en horas de la mañana.

El único requisito para emitir una cédula de identidad es la partida de nacimiento que a algunos les dijeron que debía estar vigente, tesis que desmintieron los propios voceros del Saime.

En las primeras de cambio, los operativos se efectuarán en 90 oficinas a nivel nacional hasta el 26 de marzo de 2021. 

A través de las redes sociales, varios usuarios se quejaron de largas colas en las sedes del Saime en el área metropolitana de Caracas, así como en la provincia.

El mismo día de inicio del operativo, padres que llevaron a sus hijos a cedularse denunciaron que a pesar de haber llegado de madrugada no habían sido atendidos, además advirtieron sobre aglomeración de personas e irrespeto a la normativa de distanciamiento social. Incluso manifestaron que algunas oficinas ni siquiera abrieron.

 

 

Licencia express, pero sistema lento

Según el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre ya no es necesario acudir a las sedes físicas para obtener la licencia de conducir, el trámite puede hacerse por internet y una vez completado los pasos el documento será enviado por correo electrónico para su posterior impresión y plastificación. A raíz de la pandemia, desde el 4 de mayo de 2020 los usuarios cuentan con este nuevo servicio.

Ahora los conductores deben apelar a un papel impreso por ellos mismos a la hora de ser detenidos por una alcabala policial en la calle. Los tiempos del carnet quedaron atrás. 

Al igual que el pasaporte, el precio de la licencia de conducir está anclado al petro. Una licencia de segundo grado tiene un costo de 0,04 petros, la de tercer grado equivale a 0,08, la de cuarto 0,13 y la de quinto 0,16. 

Algunos usuarios han expresado por medio de las redes sociales que el trámite es relativamente rápido y nada traumático, otros se quejan de la lentitud del sistema en el país que ocupa el segundo lugar en cuanto a la velocidad de internet con 7,48 megabytes por segundo, detrás de Afganistán (6,67 mps), según el informe digital 2021 de la empresa Hootsuite. 

En septiembre de 2020, el INTT empezó a atender a personas de manera presencial en semanas de flexibilización y respetando las normas de bioseguridad. 

Por si acaso hay que salir

En febrero de 2020, un mes antes de que fuese decretada la cuarentena en Venezuela, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) pusieron a disposición de los venezolanos un servicio on line para apostillar y legalizar documentos, dirigido especialmente a aquellos que están fuera del país. 

No fue sino hasta finales de julio de 2020 que empezaron a recibir de manera presencial a algunas personas para apostillas o legalizaciones. “Los registros y notarías tuvieron mucho tiempo con las oficinas cerradas, ahora las están abriendo lentamente, pero es tanta la demanda que no se dan abasto”, dijo un usuario que no quiso ser identificado. 

Al igual que el pasaporte y la licencia de conducir, los trámites de legalización y apostillas están anclados al petro, lo que significa que para efectuar un trámite en una dependencia pública en Venezuela no solo hace falta paciencia, sino también dinero.   

 

*nombre cambiado a petición del entrevistado

Saime inicia jornada de cedulación para niños
La jornada se extenderá hasta el próximo 26 de marzo

Desde este lunes 25 de enero, hasta el próximo 26 de marzo, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) llevará a cabo una jornada de cedulación para todos los niños que requieran el documento de identidad por primera vez.

De acuerdo a la información difundida en redes sociales, el proceso será de lunes a viernes, desde las 8:00 am hasta la 1:00 pm en 100 oficinas del Saime que estarán operativas en todo el país, para atender a los niños, a partir de 9 años de edad. Los representantes de los niños deberán presentar el acta de nacimiento original.

En esta jornada los representantes de los de los menores de edad deberán presentar el acta de nacimiento original y cumplir con los protocolos de bioseguridad.

En Caracas estarán habilitadas las oficinas de Las Mercedes, Plaza Caracas, Caricuao, La Trinidad, Propatria, La Urbina, San Bernardino, entre otras.

Mientras que en el estado Miranda, las personas podrán acudir a Los Ruices, Súper Lider, Guaicaipuro, Higuerote, IFE Charallave, Ocumare del Tuy, Santa Teresa, Caucagua, Guarenas, La Guaira, entre otras oficinas.

Con información de El Nacional

Dic 10, 2017 | Actualizado hace 6 años
Tú no existes, por Gonzalo Himiob Santomé

CarnetdelaPatria_

Rodará la cédula, como decimos por acá, pero en estas últimas semanas, con toda esta tragedia del “Carnet de la Patria”, no he podido dejar de recordar un evento de mi adolescencia. Estaban ya terminando los ochentas del siglo pasado, cuando una tarde cualquiera, en una de esas paradas de la cooperativa de por puestos “Casalta-Chacaíto-El Cafetal”, a los que allí estábamos esperando la buseta nos cayeron los “tombos” (también les llamábamos “los pacos”) con una frase que, en aquel momento, era una de las más temidas por los que estábamos cercanos a los 18 años: “¡Cédula en mano y contra la pared!”.

Sí, antes también le temíamos a los policías, a los militares y, en general, a los uniformes. No eran, por supuesto, los verdes ni los azules iguales a los de ahora, imponían miedo, es verdad, y no todos eran modelo de virtudes (antes también algunos te pedían, para dejarte en paz, “pa´l fresco”) pero también imponían respeto, al punto de que, lo recuerdo, cuando en una familia, y no necesariamente de las más humildes, alguno de los vástagos decidía al terminar su bachillerato meterse a militar o a policía, esto se aceptaba hasta con alegría, y a los que elegían esos caminos no les veías, como ahora, renegando avergonzados de sus insignias y uniformes, sino luciéndolos con orgullo. Algunos de mis compañeros de clase, al graduarse, eligieron para ellos la carrera militar, en la armada para más señas, y no puedo dejar de reconocer que a los demás nos daba un poco de envidia ver cómo, cuando les permitían asistir a alguna de nuestras fiestas juveniles, las muchachas, bajo la complacida mirada de sus padres, no podían quitarles los ojos de encima, ni a ellos ni a sus entonces elegantes y sobrios uniformes.

En fin, no nos desviemos. Aquel día, apenas escuchada la orden policial, todos los que estábamos allí, hombres y mujeres, corrimos a cumplirla. Buscamos la primera pared a nuestra disposición y, levantando los brazos, nos apoyamos contra ella, en silencio y sin mirar a los lados. Empezó entonces la requisa. A las damas las dejaron ir a los pocos minutos, luego de revisar sus documentos y de hacerles un par de preguntas de rutina, pero a unos cuatro o cinco muchachos que también habíamos caído nos dejaron para el final. Por supuesto, estábamos todos muy nerviosos. Recordemos que eran los tiempos de la “recluta” y, si ya habías cumplido los 18 y no te habías inscrito en el Registro Militar, o si no te habías excusado de prestar el servicio, podían llevarte a “Conejo Blanco” o a otro fortín para obligarte a servir en las fuerzas armadas. Si tenías suerte y, por ejemplo, estabas por entrar a estudiar en una universidad, lo más que te hacían era llevarte un par de días a algún cuartel en el que, además de cortarte el cabello al rape, te insistían con muy, pero muy, moderada “amabilidad” en que debías cumplir tu deber patrio como militar. Si no la tenías, terminabas como recluta, no recuerdo ahora por cuanto tiempo, aprendiendo, con harta rudeza, las artes militares. Por ese lado, yo estaba cubierto, pues no tenía más que 16 o 17 años. Era un “menor de edad” y, mientras lo fuera, no podían reclutarme. Pero el destino me tenía preparada una mala sorpresa.

Cuando llegó mi turno en la requisa, los policías me exigieron la cédula de identidad. Presto me llevé la mano a mi bolsillo, a buscar mi “cartera de surf” (los que sepan de qué hablo son mis contemporáneos) pero, para mi mala suerte, la había dejado en casa, con mi cédula en ella. No me había dado cuenta antes porque en esos días, no como ahora, el por puesto lo podías pagar con unas pocas monedas, y estas sí tintineaban, junto a mis llaves, en mi bolsillo delantero.

Ahí empezó el calvario…

“Eres un indocumentado”, me dijo el funcionario. Le respondí que no, que solo había tenido la mala suerte de dejar mi cartera con mi cédula en ella “¿Y cómo sé yo que tú tienes cédula?”, continuó, a lo cual respondí diciéndole el número y mis datos completos y pidiéndole que, si podía, lo verificara. “Yo no puedo hacer eso”, replicó, y no supe qué decirle, por lo que aprovechando mi silencio me soltó esta perla: “Si no tienes cédula, tú no existes”.

Pónganse ustedes en el lugar de un muchacho, casi ya un adulto, que había leído ya una buena cuota de libros y que, además, ya empezaba a mostrar, a veces imprudentemente, su contenciosa vocación de abogado ¿Cómo explicarle al funcionario la obviedad de que mi existencia la corroboraba el simple hecho de que él estuviera allí hablando conmigo? ¿De dónde sale eso de que un ser humano solo existe si tiene en su poder un pedazo de papel plastificado? Incluso, con larga ingenuidad, llegué a fantasear con que, al mejor estilo de Perry Mason, le exigía al uniformado que me dijera qué ley, reglamento o decreto, sustentaba su oprobiosa afirmación, y que respetara mis derechos, venciéndolo al instante. Y estuve a punto de hacerlo, pero la obtusa, neutra e impenetrable mirada del agente me detuvo de inmediato. En esa madera no había clavo que entrara. Alzado y respondón quizás, pero bobo no. Guardé silencio, me resigné, y me puse a pensar en cómo lograría comunicarme con mis padres para ver qué podrían hacer ellos por mí.

“Te vienes conmigo”, la cortante frase dejaba claro que ya no había nada más que decir. Pero la providencia, una vez más, intervino. Las alas de mi ángel de la guarda ya deben estar maltrechas, así lo pensaba mi madre, dada mi tendencia de niño y adolescente a buscar lo que no se me ha perdido, pero en aquella oportunidad también se apiadó de mí. Ya estaban montándome en la “jaula” cuando una llamada radial en esos códigos indescifrables que usan los policías les requirió a mis captores que corrieran a otro lugar a servir de apoyo a yo no sé qué operativo, evidentemente más grave y apremiante que lidiar un par de muchachitos sin cédula. A los que nos habían agarrado sin el documento, nos bajaron de la “jaula” a empujones y allí nos quedamos, entre asustados y aliviados, esperando el próximo por puesto para llegar a casa.

Pero la frase del oficial se quedó conmigo: “Si no tienes cédula, tú no existes”.

Muchos años han pasado de aquel suceso. Recuerdo que ya estudiando derecho y luego en mis especializaciones, me dediqué un poco a indagar sobre la naturaleza jurídica de la cédula de identidad como documento y sobre lo que se le podía exigir de un ciudadano en relación a ella. De todo lo que leí, recuerdo que me quedó la inquietud de escribir una monografía, la que sería después mi primer trabajo jurídico publicado (bajo el pomposo título de “Particularidades Probatorias Relativas a la Identificación Personal en Materia Penal”, 1996). En esta, una de las conclusiones a las que llegué, de la mano por cierto de algunos autores nacionales que, a la sazón, luego acompañaron y aplaudieron a Chávez y a su “revolución”, fue la de que a nadie le estaba autorizado, mucho menos a los cuerpos militares o de seguridad, eso de subordinar la existencia de un ser humano, su más esencial humanidad, o cualquiera de sus derechos, a la simple posesión de un papel plastificado.

Tanto nadar, como dice el refrán, para terminar muriendo en la misma orilla. Tanto hablar de las barbaridades y abusos de “la cuarta” para terminar haciendo hoy, con el “Carnet de la Patria” exactamente lo mismo, y hasta peor. No hay peor hipocresía, ni peor crueldad, que la de llamarse “humanista” y luego negarle a un ser humano, sobre todo si está en especial condición de vulnerabilidad, su dignidad esencial o sus derechos porque no tiene encima un pedazo de plástico con su nombre en la mano. Yo me imagino en esos empleados de los bancos, o en la de esos funcionarios públicos que hoy, por no tener el bendito “Carnet de la Patria”, les niegan a los abuelos sus pensiones, a los padres y madres los alimentos para sus hijos, o a los enfermos las medicinas que necesitan para sobrevivir, la misma mirada obtusa, neutra e impenetrable de aquel policía que, porque yo no tenía conmigo mi cédula de identidad, hace ya más de tres décadas, había decidido que yo, “no existía”. Aquel, ayer, y estos, hoy, pese a la cháchara y la verborrea, pese a las excusas, los discursos, el tiempo y la distancia son, como decimos en mi pueblo, la misma miasma.

@HimiobSantome

Esto es lo que debes saber sobre la cédula fronteriza para ingresar a Colombia

cedulas

 

La propuesta que hizo el Gobierno nacional a su homólogo de Venezuela, sobre la creación de una cédula fronteriza fue avalada por el vecino país y se implementará a partir de la fecha de reapertura de la frontera.

Cómo funciona, a quiénes cobija, en dónde regirá, qué requisitos demanda obtenerla y hasta dónde tiene cobertura en los dos países, entre otros alcances, fueron explicados por Víctor Bautista, director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza de la Cancillería, y Christian Krüger Sarmiento, director nacional de Migración Colombia.

 

1 ¿Para qué una cédula fronteriza?

Según las autoridades es una medida migratoria de facilitación que busca tener debidamente identificada a la población de la frontera. No reemplaza la cédula de ciudadanía, dijo Bautista.

2 ¿A partir de cuándo se deberá portar?

Cancillería de Colombia manifestó que será gradual su tenencia, pero que en un principio la tendrán los estudiantes, tanto de Venezuela como de Colombia, que deban ir a recibir clases al país vecino, al igual que los trabajadores que certifiquen que tienen empleo en ciudades fronterizas, como San Antonio, Ureña, Cúcuta y Villa del Rosario.

3 ¿Qué requisitos se deben cumplir para obtenerla?

Aunque este punto aún es materia de estudio, Migración Colombia dijo que los interesados deben demostrar que tienen un bien inmueble en la ciudad, o que pagan impuestos o tienen obligaciones civiles que demuestren su arraigo con la frontera.

4 ¿Qué beneficios obtienen los ciudadanos de frontera?

Se permitirá a los ciudadanos transitar sin tener que presentarse en los puestos de control. Podrán comprar productos de la canasta familiar, pero no se permitirá el acaparamiento.

5 ¿Cuándo y cómo se empezará a reclamar este documento?

Las autoridades aún no han definido una fecha para la expedición, pero lo que ya se sabe es que repartirán una pequeña cartulina temporal (a modo de contraseña) la cual indica que la cédula fronteriza está en trámite.

6 ¿Hasta dónde tiene radio de acción la cédula fronteriza en ambos países?

Este punto se define hoy. Por ahora hay una propuesta del gobernador del Táchira, José G. Vielma Mora, que dice que del lado venezolano se pueda llegar hasta San Cristobal. Del lado colombiano, se ha mencionado que hasta Pamplona.

 

Quién es la funcionaria del SAIME que le negó la cédula a Nacho

moreily 5

 

Este 6 de enero el nombre de Moreily Andreina Piñero resonó en redes sociales cuando el cantautor venezolano Miguel Ignacio Mendoza, mejor conocido como Nacho, del dúo musical Chino y Nacho, denunció que esta funcionaria le quiso negar su documento de identidad el pasado 6 de diciembre, cuando hizo el trámite para poder ejercer su derecho al voto en las elecciones parlamentarias de ese día.

En una búsqueda en Internet, el equipo de ElPitazo.com pudo determinar que Piñero Martínez vota en el Colegio Cristo Rey, ubicado en la avenida Estadio de urbanización Santa Mónica, en Caracas.

Piñero además figura en una lista de tabletas Canaima para estudiantes de la UNEFA, núcleo Caracas.

De acuerdo con su registro de seguro social, cotiza por la Fundación Misión Identidad devengando un sueldo mensual de 54.846,47 bolívares, según datos hasta el año 2015. El año anterior, en 2014, devengaba un sueldo de Bs. 58.597,37. Su primera afiliación fue en 1999, cuando contaba con tan solo 17 años.

Existe un registro de Moreily Andreina Piñero como autora en un sitio web femenino denominado Tremenda Mami. En el caché de Google se puede observar su nombre completo, pero actualmente aparece como “strella”. Su publicación más reciente en esa web fue el 10 de agosto de 2015, titulada “Como calcular la ingesta de proteína diaria».

También ha escrito para el portal Tremenda Noticia donde aún conserva su verdadero nombre.

 

Título de caja

Nacho denuncia que le negaron su cédula en el Saime por “escuálido”

nacho

Miguel Ignacio Mendoza, mejor conocido como Nacho, relató el desagradable momento que vivió para sacarse la cédula con la intención de ejercer su derecho al voto en las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre. Así lo expuso en su cuenta de Instagram el cantante del popular dúo “Chino y Nacho”.

Se encontraba en el exterior y decidió emprender una travesía para llegar el domingo 6 de diciembre y sacar su cédula para poder votar. Explicó que una amiga que trabaja en el SAIME (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería) se ofreció a ayudarlo para hacer el trámite.

Nacho decidió hacer público el incidente dado que su amiga ha recibido humillaciones y presiones para que renuncie por orden de la la supervisora, Moreily Andreina Piñeiro. El cantante pidió a sus seguidores difundir la información.

Antes de las elecciones parlamentarias Nacho junto a Víctor Muñoz se unieron para presentar un nuevo tema de su autoría. “Mi felicidad” es el nombre de la canción que ha se viralizó por las redes sociales, con un claro mensaje en relación con los comicios del 6 de diciembre.

 

Título de caja