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Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional

Ministerio Público imputó a jefe de campaña de María Corina Machado en Barinas

El Ministerio Público imputó este sábado 9 de marzo al jefe de campaña de la candidata presidencial María Corina Machado en el estado Barinas, Emill Brandt Ulloa.

Al dirigente político le acusan de supuestos hechos violentos ocurridos en Barinas el pasado 15 de enero 2024, «los cuales formaron parte del plan inicial de ejecutar acciones terroristas el 1 de enero en Táchira hasta escalar a Caracas«, escribió en su cuenta de X, Tarek William Saab, fiscal impuesto por la extinta Asamblea Nacional Constituyente.

«Fue presentado ante el Tribunal de Control de Barinas el sujeto Emill Brandt Ulloa, quien hace semanas había sido citado sin comparecer al despacho fiscal, por lo que le fue librada la respectiva orden de aprehensión, encontrándose hasta hoy evadido de la justicia», prosiguió el funcionario de Maduro.

De acuerdo con el Ministerio Público, Brandt Ulloa será imputado ante el Tribunal Segundo de Control contra Terrorismo por los delitos de conspiración, asociación, violencia de género (física) y ultraje al funcionario, este último por presuntas agresiones a mujeres policías y militares.

Con la aprehensión de Brandt Ulloa ya suman cuatro los jefes regionales de campaña de la ganadora de las primarias del pasado 22 de octubre detenidos en 2024 por el gobierno de Nicolás Maduro, luego de que el pasado 23 de enero fuesen arrestados Juan Freites (Vargas), Luis Camacaro (Yaracuy) y Guillermo López (Trujillo).

La medianoche del pasado jueves 25 de enero Camacaro y Freites fueron presentados en el Palacio de Justicia sin sus abogados y sin permitir el contacto con familiares y conocidos, luego de 72 horas de desaparición forzosa. Las audiencias se hicieron con defensores públicos impuestos.

 

 

 

Vente Venezuela confirma detención de dirigente en Barinas

Brandt Ulloa igualmente funge como director del comando de campaña de la candidata presidencial opositora, María Corina Machado en el estado llanero.

Con esta detención ya son cuatro las efectuadas a dirigentes de Vente Venezuela. A finales de enero fieron aprehendidos por presuntos efectivos de cuerpos de seguridad los coordinadores regionales Juan Freites, del estado Vargas; Luis Camacaro, de Yaracuy; y Guillermo López de Trujillo

Por medio de la cuenta en la red social X, antiguamente Twitter, la Fundación de Derechos Humanos (Fundehullan) alertó que se desconoce su paradero de Brandt Ulloa. Asimismo instó a las autoridades a emitir información oficial y liberarlo de manera inmediata.

El pasado 16 de febrero el abogado Omar Mora Tosta, quien representa a los tres coordinadores de Vente Venezuela, sentenció que ha ejercido varios recursos para dar con el paradedo de los dirigentes, pero las autoridades no han respondido.

Tanto Tosta como el también abogado Perkins Rocha denunciaron que Freites, Camacaro y  López se encuentran en desaparición forzada. 

Tosta  aseguró que introdujo un recurso de habeas corpus,  el cual debió ser respondido en las 24 horas siguientes y obliga al Estado a que toda persona detenida sea presentada en un plazo preventivo determinado ante los tribunales correspondientes.

El abogado sostuvo que la desaparición forzada de los dirigentes  también fue denunciada a la Fiscalía de Derechos Fundamentales, adscrita al Ministerio Público, y la Defensoría del Pueblo, hasta ahora no han recibido respuestas de estas instituciones.

Machado ha denunciado esta situación ante instancias internacionales y exige que cese la persecución a su entorno.

La dirigente ha sido inhabilitada para ocupar cargos públicos y pese a eso mantiene su cruzada para inscribirse como candidata opositora en las venideras elecciones presidenciales.

 

Exigen liberación de docente Víctor Venegas a 47 días de su detención 

A 47 días de su detención, varios gremios exigieron la liberación del profesor Víctor Venegas, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de los Trabajadores de Venezuela (Fenatev) en el estado Barinas.

Venegas fue detenido el pasado 17 de enero por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Policía de Barinas, sin orden judicial, durante una asamblea de maestros en la capital del estado llanero.

Colegas, familiares y miembros de ONG consideran que la detención de Venegas constituye una violación a sus derechos humanos y a la libertad sindical. 

Para miembros de Fenatev se trata de un acto de criminalización de la protesta y la lucha por reivindicaciones contractuales. 

Gricelda Sánchez, líder sindical del magisterio, denunció que al momento de la detención de Venegas había niños y mujeres. 

“La detención del profesor es una absoluta arbitrariedad. Recordemos que los ataques a Fenatev Barinas del pasado 17 de enero se iniciaron con piedras por parte de simpatizantes del Gobierno de Maduro. La actuación policial incluyó agresiones a maestras, niños y despojos de pertenencias”, relató.

Sánchez aseveró que el salario de un educador en Venezuela es insuficiente y no permite acceder a los bienes de la canasta básica, como está dispuesto en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

“Hoy en día el maestro que más gana está por los 20 dólares mensuales”, dijo Sánchez.

La gremialista sostuvo que los maestros deben dedicarse a otras actividades productivas para cubrir sus necesidades básicas y subvencionar el sistema educativo.

“Exhortamos al Estado venezolano a liberar al profesor Venegas y a su hermano Gregorio, a quienes se le han violado derechos fundamentales como el debido proceso, y a no criminalizar a las organizaciones gremiales y sindicales que conforman la sociedad civil”, indicó en un comunicado la  Fundación de Derechos Humanos de los Llanos (Fundehullan).

 

Venezolanos en Islandia protestaron por maltrato a compatriotas en Maiquetía
Denunciaron que en el operativo participaron organismos como el Sebin y la Guardia Nacional Bolivariana 

Un grupo de venezolanos protestó en Islandia para expresar su descontento, luego de la deportación de connacionales desde ese país hasta Venezuela, donde fueron detenidos al llegar al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía.

La protesta tuvo lugar a las afueras de la oficina de migración de ese país, donde el grupo de venezolanos denunció que las detenciones se produjeron de forma arbitraria. En un video compartido por la periodista Carla Angola, detallaron cómo retuvieron a las personas por un día luego de haber sido deportadas en un vuelo chárter, que transportó a 155 adultos y 25 niños.

Los venezolanos leyeron un comunicado en el que describieron el proceso como un “operativo multidisciplinario”, en el que participaron organismos como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), entre otros.

Cuestionaron la actuación de estos cuerpos de seguridad e indicaron que este nivel de respuesta se reserva generalmente para “personas de alta peligrosidad”, pero no para migrantes venezolanos que abandonan el país debido a la crisis política, económica y social.

“A estas personas las detuvieron en contra de su voluntad, reteniendo pertenencias como documentos de identidad y pasaportes. Y antes de su traslado a un centro de detención llamado Negra Hipólita, les hicieron firmar ciertos documentos en blanco. También tomaron sus huellas dactilares y los reseñaron, queriendo imputarles un delito de traición a la patria”, comentó una venezolana.

 

El 16 de noviembre en horas de la noche un grupo de venezolanos que llegó desde Islandia denunció que, en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, fueron tratados como deportados por las autoridades migratorias y reseñados policialmente por los funcionarios.

En este sentido, el pasado 12 de octubre se conoció que en un fallo judicial considerado histórico, el tribunal de apelaciones de la Dirección de Inmigración de Islandia dictó sentencia en tres casos sobre ciudadanos venezolanos que solicitaron protección internacional.

El tribunal negó sus solicitudes de asilo, a través de una sentencia que se emitió el pasado 4 de octubre, lo que sentará un precedente en los casos que están tramitando casi 1.500 venezolanos solicitantes de asilo, acumulados desde agosto de 2022.

La modificación de la legislación llevó a varios a retornar a Venezuela. Al menos 200 venezolanos regresaron en un primer vuelo desde Islandia el miércoles 15 de noviembre.

 

LEA  Denuncian vejaciones a venezolanos que regresaron de Islandia

Cristopher Figuera: Hay personas inocentes involucradas con el supuesto plan de magnicidio
Dijo que Maduro y su entorno estaban al tanto de que algo se estaba fraguando 

Manuel Cristopher Figuera, exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), dijo que hay personas inocentes que fueron sentenciadas por el caso del supuesto intento de magnicidio contra Nicolás Maduro.

En una entrevista concedida al medio, EVTV Miami, Figuera aseguró que tanto Maduro como la primera dama, Cilia Flores sabían de las irregularidades del caso.

Figuera expresó que en dicho encuentro Flores, a pesar de ya saber que habían personas inocentes, dijo «mala suerte» y que siguiera el proceso judicial.

El ex director del Sebin comentó que hizo una investigación paralela porque consideraba que las evidencias eran inconsistentes. Aseveró que era necesario poner en libertad a quienes no estuvieran inmiscuidos en el problema.

El ex funcionario dijo que Maduro y su entorno estaban al tanto de que algo se estaba fraguando en su contra. Dijo que fue Maduro quien pidió hacer el desfile en un lugar distinto a Fuerte Tiuna y fue el entonces comandante de la Guardia Nacional, Richard López Vargas, junto al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, los que decidieron que el acto sería en la avenida Bolívar de Caracas.

Destacó también que habían personas, como el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, que sabían lo que iba a ocurrir y que no se presentaron al desfile.

 

 

 

Detenido dirigente sindical del PCV tras participar en marcha de trabajadores públicos
Miembros del PCV fueron seguidos hasta las oficinas de la organización por seis sujetos a bordo de motocicletas

Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron a un dirigente sindical del Partido Comunista de Venezuela (PCV).

Según informó el partido mediante su cuenta de Twitter, se trata del activista obrero-sindical Ángel Castillo.

Además de militar en el PCV, Castillo es coordinador nacional del Colectivo «2 de junio» de los Trabajadores de Barrio Adentro, informó la ONG Provea.

La organización también informó que Castillo conducía la camioneta que llevaba el sonido que fue utilizado por los dirigentes sindicales para dirigirse a los asistentes a la marcha en rechazo al instructivo Onapre.

Durante la detención de Castillo, el PCV informó que los funcionarios del Sebin golpearon a Adelaida Zerpa, dirigente del Buró Político del partido.

«Zerpa y Castillo fueron parte del bloque comunista que participó en la movilización de trabajadores públicos desarrollada en horas de la mañana contra el fraude salarial Gobierno Nacional«, señaló el PCV.

 

En declaraciones a EFE, Pedro Eusse, miembro de la dirección nacional del PCV, confirmó que la detención tuvo lugar a las afueras de la sede del partido político, en el oeste de Caracas.

Eusse dijo los miembros del PCV fueron seguidos hasta las oficinas de la organización por seis sujetos a bordo de motocicletas.

También, el dirigente indicó que los funcionarios se llevaron la camioneta en la que se transportada Castillo y que fue asignada por el Parlamento al diputado Óscar Figuera, secretario general del PCV.

Por otra parte, dijo que se trata de la primera detención de la que es objeto algún miembro del partido y la tildó de «arbitraria».

«Esta detención no tiene ninguna justificación, es arbitraria, es violatoria de los derechos humanos del camarada y ahí lo que procede es que sea puesto en libertad de inmediato», remarcó.

A seis meses del asesinato del capitán Acosta Arévalo y todavía no se ha hecho justicia
Alonso Medina Roa, abogado defensor de Acosta Arévalo, reiteró que con esta decisión la administración de Nicolás Maduro decidió una vez más ignorar todo lo establecido en la “ley contra la tortura”

Este domingo se cumplieron seis meses desde el vil asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, quien fuese torturado por régimen de Nicolás Maduro, mientras se encontraba en las manos de los organismos de seguridad del Estado.

Acosta Arévalo fue detenido el pasado 22 de junio por efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) por presuntamente encontrarse involucrado en un supuesto atentado contra gobernante venezolano «que se realizaría dos días después”.

Días más tarde, Arévalo fue presentado en el tribunal militar tercero de control, donde, de acuerdo con la información suministrada a periodistas conocedores de la fuente, llegó sentado en una silla de ruedas ya que no podía sostenerse en pie debido a los intensos dolores, con el cuerpo repleto de escoriaciones, las uñas con restos de sangre y los ojos morados.

Más información en TalCual.

New York Times: Violación a derechos humanos es parte de la normalidad oficial en Venezuela

HACE DOS días se supo que el diputado Gilber Caro se encuentra en una prisión. Llevaba 35 días desaparecido. Un grupo de hombres no identificados llegaron al local de comida donde se encontraba y se lo llevaron detenido en la madrugada del viernes 26 de abril. Desde entonces, y a pesar de muchas denuncias y de grandes esfuerzos de sus familiares y abogados, no se sabía nada sobre él.

Parece una escena de las dictaduras militares que azotaron el sur del continente a mediados del siglo XX. Pero no. Por desgracia, es una situación bastante frecuente en la Venezuela actual. No en balde, Amnistía Internacional (AI) acaba de publicar un informe sobre los crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Es la primera vez en la historia de América Latina que esta organización realiza un señalamiento de este tipo antes de que alguna corte haya dado un dictamen. Nicolás Maduro y su gobierno han transformado al Estado en un fábrica de abusos, torturas y muertes.

Hace unos días, en una entrevista televisiva, el fiscal general nombrado por el chavismo reconoció que Gilber Caro “está siendo investigado”. De esta manera, evidenció que el diputado había sido secuestrado y permanecía, de forma arbitraria y clandestina, retenido por algún organismo de seguridad policial o militar. Algo similar ocurre con Édgar Zambrano, a quien el gobierno acusa de haber participado en la fallida rebelión del 30 de abril. El parlamentario fue detenido hace veinticinco días y, hasta la fecha, nadie sabe dónde está, en qué lugar y en qué condiciones se encuentra. Ningún organismo ni ninguna institución se sienten en la obligación de informar o de ofrecer alguna explicación. La violación a los derechos humanos ya es parte de la normalidad oficial en Venezuela. El gobierno asume que su violencia es consustancial a su ejercicio del poder.

Los casos de persecución a la dirigencia política son cada vez más frecuentes y abarcan un amplio espectro de posibilidades, donde se puede incluir la extraña muerte del concejal Fernando Albán, cuyo cuerpo cayó desde el décimo piso de una cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). En general, en estos momentos, gran parte de la dirigencia opositora del país está inhabilitada o o encarcelada, asilada en alguna embajada, tratando de escapar o exiliada en un país extranjero. Quienes, adentro y afuera, pretenden legitimar las acciones del gobierno y acusan de golpismo y terrorismo a estos líderes tan solo repiten el ejemplo señalado: en el fondo, se trata del mismo argumento que usaron Pinochet, Videla o Stroessner para reprimir y aniquilar ferozmente a quienes los adversaban.

Lo alarmante y aterrador es constatar que no se trata de casos aislados o de una práctica que se circunscribe únicamente al ámbito del liderazgo político. A medida que el gobierno de Nicolás Maduro se ha ido haciendo más frágil, se ha vuelto más paranoico, ha extendido sus sospechas, multiplicando sus arbitrariedades. No solo se acosa, se detiene o se encarcela a militares, a estudiantes, a líderes comunitarios, a periodistas, a médicos, a dirigentes sindicales que han aceptado donaciones o que han denunciado irregularidades en el servicio de salud pública… Hay también otros casos. Como forma de chantaje o extorsión, se procede contra familiares de personas buscadas por los aparatos de inteligencia chavista para obligarlas a entregarse. Desde hace un año está detenido un ciudadano que publicó la ruta aérea de un viaje que realizaría Nicolás Maduro dentro del país. También pasó por la cárcel, y por un largo proceso judicial, un joven que se burló en una red social del hijo de Maduro. Dos jóvenes se encuentran detenidos en celdas de la policía política por haber tenido un confuso altercado con el hijo del presidente del Tribunal Supremo de Justicia. Estamos ante una élite que solo se rige por la ley del más fuerte y que ya se ha acostumbrado a decidir fácilmente sobre la vida y la muerte de los otros.

Es imprescindible destacar en este contexto la actuación de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), adscritas a la policía nacional, que desde el año 2016 se han visto comprometidas en múltiples acciones violentas, muchas de ellas en los barrios populares, con terribles saldos de personas heridas y asesinadas. Es un comando que ha sido catalogado como “grupo de exterminio” por algunas organizaciones de la sociedad civil y que, de manera permanente, aparece nombrado en los numerosos testimonios recogidos en el informe de Amnistía Internacional.

La conclusión de la investigación no deja lugar a dudas: “Las ejecuciones extrajudiciales selectivas, las muertes por uso excesivo de la fuerza, las detenciones arbitrarias y masivas, los posibles actos de encubrimiento, así como la falta de investigación de estos en enero de 2019, no fueron hechos azarosos. Por el contrario, formaron parte de un ataque conformado por múltiples actos de violencia, que estuvo previamente planeado y dirigido contra una población distinguible: aquellas personas opositoras o percibidas como tal por el gobierno”.

Amnistía Internacional establece que se trata de un patrón similar al que se puso en práctica contra de las protestas ciudadanas en 2014 y en 2017. La autoproclamada Revolución bolivariana se ha convertido en una máquina de matar. Frente a esto, AI propone la creación de una comisión internacional que investigue, con absoluta imparcialidad y transparencia, la situación de los derechos humanos en el país. Cualquier esfuerzo de cualquier nación extranjera destinado a lograr un acuerdo político y pacífico, no puede dejar de lado esta realidad. No puede haber diálogo o negociación mientras haya presos políticos, mientras se mantenga la persecución y la violencia en el país. Antes de iniciar una negociación, el gobierno de Maduro debe detener esta cotidiana y sostenida matanza en Venezuela.