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EEUU muestra intención de aliviar sanciones para que el gobierno vuelva a negociar
El politólogo Benigno Alarcón dijo además de ser el incentivo para retomar la mesa de diálogo en México, las sanciones son el único instrumento clave que la oposición tiene para negociar
El experto consideró que, hasta el momento, no existe una declaración que sugiera que se busque aliviar las sanciones sectoriales hacia Venezuela sin que el Estado venezolano de una condición a cambio
 El economista Omar Zambrano asegura que, antes de la imposición de las primeras sanciones sectoriales, ya los niveles de productos básicos de alimentos y medicinas había caído profundamente

Por: @FefaMaya

 

El anuncio el pasado 17 de mayo de que el gobierno de Joe Biden estaba tomando «algunas medidas» para aliviar algunas sanciones económicas a Venezuela, procura incentivar la mesa de negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. 

A pesar de que el gobierno estadounidense haya autorizado a Chevron para negociar directamente con el gobierno de Maduro, Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, explicó que si esa posibilidad de negociar no se traduce en ventas, explotación o exportación de petróleo, la situación de la mesa de diálogo no cambiará mucho.

Alarcón aseguró que, hasta el momento, no existe una declaración que sugiera que se busque aliviar las sanciones sectoriales hacia Venezuela sin que el Estado venezolano de una condición a cambio. 

«Se está dando más incentivo al gobierno venezolano para ir a las negociaciones en México, y allí negociar algunas condiciones que, de alguna manera, justifiquen cierto alivio en las sanciones», explicó el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB.

 

La vicepresidenta del madurismo, Delcy Rodríguez,  celebró el primer paso de Estados Unidos, pero insistió en un trino en Twitter que la aspiración del régimen de Maduro es todo o nada: «El levantamiento absoluto de las sanciones ilícitas que afectan a todo nuestro pueblo».

Instrumento de negociación de la oposición

Según Alarcón, además de ser el incentivo para retomar la mesa de diálogo en México, las sanciones son el único instrumento clave que la oposición tiene para negociar

«El punto de apalancamiento de la oposición en el diálogo son las sanciones», reiteró Alarcón.

Además, explicó que, por ser básicamente el único instrumento que tiene la oposición para negociar, implica la necesidad coordinarse muy bien en esa mesa de negociación.

Alarcón señaló que si el gobierno accede a cierta concesión, y no se modifica o alivia alguna sanción, la oposición pierde cualquier capacidad de negociar.

«Dependiendo de los acuerdos a los que se llegue en EE.UU, y pagan el costo de esa concesión, eso fortalece la posición de oposición en la mesa de negociación», dijo.

Sanciones personales no afectan a la población

Entre las versiones que circularon en los medios se difundió que Estados Unidos estaría considerando eliminar a Carlos Erik Malpica Flores, extesorero de la nación, de su lista de sanciones personales. 

El denominado «sobrino favorito» de  Cilia Flores, hijo de su hermana Eloísa, ya había sido protagonista de una investigación que Runrunes sacó a la luz junto con los equipos de investigación de Armando Info, El Pitazo y Poderopedia en 2015. En ese entonces, Malpica Flores era tesorero de la República y administrador de las finanzas de Pdvsa y su familia registró 16 empresas en #Panamá desde la llegada de Nicolás Maduro al poder, en 2013.

El economista Luis Oliveros sostuvo que las sanciones personales son contra funcionarios, y que estas no afectan a la población venezolana. 

A diferencia de ellas, las sanciones sectoriales están impuestas hacia la industria petrolera venezolana, Pdvsa, y el Banco Central de Venezuela (BCV), y son las que podrían tener cierto impacto sobre el país. 

«Las sectoriales afectan directamente al país, a empresas privadas con el tema de compliance financierocumplimiento normativotanto en Estados Unidos como a escala internacional», indicó el economista.

Presión para levantamiento de sanciones

Además de incentivar el regreso a las negociaciones, también se ha solicitado que las sanciones sean levantadas por presuntamente “exacerbar la situación humanitaria”.

Uno de los casos más recientes, es la carta que dirigieron 18 congresistas demócratas al presidente Biden para exigir el levantamiento de sanciones. 

Tal Cual Digital reseñó que a pesar del reconocimiento de Maduro y sus aliados como los principales responsables de la crisis humanitaria y política del país, los congresistas norteamericanos aseguran que las sanciones impuestas por el expresidente Donald Trump “no solo fallaron para mejorar la situación en Venezuela, también la exacerbaron significativamente”.

La misiva, difundida por el reportero Joshua Goodman, fue firmada por los congresistas Alexandra Ocasio-Cortez, Raúl Grijalva, Jesús García, Jan Schakowsky, Juan Vargas, Ayanna Pressley, Ilhan Omar, James McGovern, Jared Huffman, Pramila Jayapal, Eleanor Holmes, Earl Blumenauer, Henry Johnson, Donald Payne, Rashida Tlaib, Andy Levin, Jamaal Bowman y Bonnie Watson, considerados como el ala de izquierda radical del partido demócrata.

Benigno Alarcón aseguró que hay un lobby importante de parte del gobierno venezolano, diferentes actores en Venezuela distintos al gobierno, y de parte de las empresas petroleras norteamericanas para que se levanten las sanciones .

«Todo esto influye de cierta manera. La pregunta es si Biden encontrará un punto medio entre las presiones a las que está sometido para levantar sanciones y en lo que puede o debe hacer en el sentido de un levantamiento incondicional de sanciones. Esto podría dejarlo sin herramientas para negociar», aseguró Alarcón. 

Solo una correlación temporal

En medio del debate sobre si las sanciones sectoriales han agravado o no la situación económica-social de Venezuela, el economista, Omar Zambrano aseguró que existe una correlación temporal entre el alivio de restricciones de importación y la imposición de las primeras sanciones sectoriales.

«Eso no es evidencia de que una cosa sea consecuencia de la otra. Simplemente están relacionadas en el tiempo», reiteró Zambrano.

Según el economista, cuando se impusieron las primeras sanciones sectoriales, que impactan la posibilidad de Pdvsa de pagarle a proveedores, recibir créditos de ellos y, además, restringieron sus finanzas y las del Banco Central, el gobierno venezolano cambió radicalmente su manera de aproximarse al sector privado en Venezuela.

«Hubo un relajamiento de controles de precios y de controles de cambio. Además, empezó una política de libre comercio por las aduanas de Pdvsa, de importación de consumo final por las aduanas», aseguró Zambrano.

El economista explicó que las importaciones que estaban en un mínimo histórico en 2017 habían caído profundamente en años anteriores.

De acuerdo con Zambrano, antes de la imposición de las primeras sanciones sectoriales, ya los niveles de productos básicos de alimentos y medicinas había caído profundamente. En ese periodo se gestó la terrible crisis humanitaria compleja de Venezuela, donde la población vivió una escasez profunda de productos.

El economista aseveró que es un fenómeno difícil de explicar. «Si bien, las sanciones pusieron restricciones sobre la posibilidad del gobierno para hacer negocios con Pdvsa y transferir dinero. No se sabe si por convicción o por obligación esto causó que el gobierno cambiara completamente su política económica con respecto en dejar operar al sector privado. El efecto negativo es positivo hay preguntas abiertas porque no se conoce qué es consecuencia de las sanciones y que no lo es», señaló. 

Oposición espera que Macron siga como aliado de la lucha democrática
Guaidó, Borges y otros diputados enviaron mensajes de felicitación al mandatario reelegido este domingo

Dirigentes opositores venezolanos felicitaron este domingo a Emmanuel Macron por su reelección como presidente de Francia y coincidieron en que esperan que en este nuevo periodo siga apoyando «la lucha democrática» en Venezuela.

«Felicidades a Francia por la jornada electoral y al presidente Emmanuel Macron por su reelección. Esperamos seguir de la mano con su Gobierno en la lucha por la democracia en Venezuela», dijo el líder opositor Juan Guaidó en su cuenta en Twitter.

Guaidó agradeció al presidente francés por «el apoyo a la causa venezolana» y por «señalar a la dictadura de (Nicolás) Maduro».

Otro en felicitar al presidente Macron fue el diputado Freddy Guevara, uno de los opositores más cercanos a Guaidó, quien aseguró que Venezuela tiene en el presidente francés a un gran aliado.

«¡Las democracias y Venezuela cuentan con un gran aliado! Desde su primer período ha estado muy comprometido con Venezuela, sabemos que lo seguirá estando», dijo Guevara en un mensaje en Twitter, que acompañó con una fotografía estrechando la mano del mandatario reelecto de Francia.

El exdiputado y miembro del partido opositor Primero Justicia, Julio Borges, insistió también en sus expectativas en torno a que Macron mantenga el apoyo a la «lucha democrática».

«Le deseamos el mayor de los éxitos en este nuevo periodo de Gobierno y esperamos que Francia continúe apoyando fuertemente la lucha democrática de Venezuela», afirmó Borges.

«Felicitamos al presidente Emmanuel Macron por triunfar en el proceso electoral del día de hoy. Que los principios de ‘Liberté, égalité, fraternité’ (Libertad, igualdad, fraternidad) permitan consolidar las alianzas entre Francia y Venezuela a favor del rescate de nuestra democracia», apuntó la parlamentaria opositora Olivia Lozano.

 

Una oposición fragmentada y aislada busca ruta para el cambio

 

Primarias presidenciales, elecciones para definir el liderazgo, cuerpo colegiado que lidere, son algunas de las fórmulas que plantea el policromático liderazgo opositor, que se muestra incapaz de debatir en forma armoniosa entre ellos mismos. Ante la descoordinación, un outsider podría enarbolar la bandera unitaria

@Reyestheis

 

Cinco meses han pasado de las elecciones regionales en Venezuela y los líderes de los partidos de la oposición no han podido ni siquiera reunirse para analizar sus implicaciones y evaluar lo ocurrido.

La relación entre las cúpulas opositoras es agreste. Los señalamientos mutuos en la fase previa de los comicios entre Henrique Capriles, Julio Borges, Juan Guaidó, Leopoldo López, Henry Ramos, Henri Falcón y María Corina Machado develaron no solo las diferencias, sino la desconfianza –por decir lo menos- que existe entre ellos.

La ciudadanía toma nota de las rencillas. Por eso, ante este clima, no es de extrañar que, a pesar de que según cifras de Delphos (del 2021) quienes desean un cambio de Gobierno representan un 85% del país, las cifras de apoyo a los partidos y sus líderes son exiguas. 

Hoy no existe una plataforma unitaria consolidada de la talla de la Coordinadora Democrática o de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que llevó a la oposición a un triunfo sonoro en las parlamentarias de 2015. 

Entretanto, una parte de los líderes partidistas opositores pretende sentarse a dialogar con el régimen de Nicolás Maduro, pero no parecen tan dispuestos a hacerlo entre ellos mismos. 2024 es el año pautado, por los momentos, para unas elecciones presidenciales.

Lo que los une

“Siempre empezamos por las diferencias y no por los puntos que no unen. Hay quienes creen que la unidad se decreta con unas elecciones”, La  frase corresponde a Freddy Superlano, dirigente de Voluntad Popular, quien tras resultar favorecido por el voto para ser gobernador del estado Barinas el 21 de noviembre, su triunfo fue desconocido por una medida judicial, pero se convirtió en un factor clave para la victoria posterior de Sergio Garrido en esa entidad.

“El 21 de noviembre fue la mayor prueba de la fragmentación, con la excepción de Barinas”, asevera Superlano. Indica que una de las grandes enseñanzas de la elección en ese estado llanero “tiene que ver con el reconocimiento”, porque “Parece que nadie reconoce el liderazgo de nadie y ese es un problema”.

Dice que en Barinas comenzaron por entender y reconocer que los liderazgos locales había que respetarlos y no la imposición de cuotas de los partidos políticos. “Eso es lo que más daño le hace a la oposición, porque las cuotas partidistas muchas veces no están consustanciadas con la realidad”, señala.

Asevera que las diferencias más profundas están en las cúpulas opositoras. “En los cuadros medios y en la base la gente tiende a unirse más rápido, porque sus egos son más pequeños”, sostiene.

Superlano lamenta lo ocurrido en las regionales. “Yo no he visto la primera gran discusión por los resultados del 21 de noviembre. Creo que en vez de ganar 3 gobernaciones, había escenarios para ganar 14, pero no fuimos capaces ni siquiera de articular un comando de campaña nacional”.

Señala que una fecha tampoco es un factor de unificación. “Algunos ya dan por sentado que es 2024, otros pensamos que hay que empujar para que sea antes”, indica. Alega también que el Gobierno «tiene que tener algo de presión para que fije una fecha en el marco de un acuerdo, porque un día dice que –las elecciones presidenciales- son en 2024 y otro día dice que puede ser”.

El dirigente de VP considera que, como la mayor parte del liderazgo coincide en que la ruta es electoral, hay que prepararse para ella. 

Plantea que para este escenario la mejor opción es que se escoja un cuerpo colegiado de varios líderes que le den conducción a la oposición en la toma de decisiones, que escoja una comisión para las primarias, que se organicen los comandos de campaña, pero además, se genere un proceso de  organización y entendimiento entre los factores políticos.

Dice que la tarea es estar prevenidos para cualquier escenario, como qué hacer en caso de que inhabiliten un candidato o si cambian la fecha. “Entonces hay que establecer un cuerpo colegiado que tome esas decisiones”, resalta.

 

Primarias opositoras

El vicepresidente de Acción Democrática (AD), Édgar Zambrano, también se muestra crítico con lo ocurrido en las regionales.  “La oposición inteligentemente tiene que verse en el espejo de Barinas”, señala.

Cuestiona que hasta el 21 de noviembre pasado los sectores adversos al régimen de Maduro estuvieron “mirándose el obligo, no tuvieron la inteligencia para observar el país y tomaron sus decisiones en torno al parcelamiento de la política y eso no resuelve el problema nacional”. 

Considera que se necesita una “política coherente y una estrategia elaborada frente a quien controla todos los poderes, los organismos de seguridad y va a luchar por mantenerse en el poder”.

El análisis de Zambrano toma en cuenta las variables exógenas. Comenta que Venezuela está en el medio de una confrontación de carácter geopolítico entre superpotencias como Rusia y Estados Unidos, pero que esta realidad puede abrir oportunidades al Gobierno y a la oposición. 

Piensa que si Estados Unidos, en su intento de preservar sus reservas petroleras observa que la producción de Venezuela puede ser útil para sus intereses, es posible que “la presión de Washington ceda en el tema energético con Venezuela”.

Entonces, un cese de las sanciones podría ocasionar –según Zambrano- un efecto aguas abajo, ante la opinión del Gobierno que ese cambio y la mejora en las finanzas podrían contribuir a recuperar su situación política y por consiguiente la adhesión de carácter electoral.

En ese sentido, considera que el liderazgo opositor debe prepararse para unas elecciones presidenciales.

“Tenemos que visualizar una estrategia que parte con la elección de un candidato o candidata que enfrente la propuesta del Gobierno. Ese candidato que emane de esa consulta popular debe ser acatado por todos los sectores de la población venezolana, porque la oposición no puede seguir secuestrada por los factores anárquicos, que no han dado un ganar-ganar desde que Chávez irrumpió”.

Zambrano, quien lanzó en febrero pasado el nombre de Henry Ramos Allup como aspirante a la Presidencia, opina que en esas elecciones deben contarse quienes tengan el músculo político, la adhesión de fuerzas y que respalden un programa de Gobierno. 

El dirigente de la tolda blanca destaca que se necesita una estrategia de unidad nacional “donde se abandone los egos, los caprichos, pensemos hacia adelante y reconstruyamos a Venezuela”.

Piensa que, a pesar de las diferencias, debe prevalecer la “voluntad política y democrática”. Señala que hay que privilegiar al país y que la violencia no fue un mecanismo resolutivo:

“La amenaza de la llegada del Hombre Araña, de Superman, de Aquaman y de otros que venían a resolver el problema venezolano no existió ni existirá, porque los temas del país los tienen que solucionar los venezolanos con inteligencia política, dejar de pensar en pajaritos preñados y retomar la política”, recalca.

Considera que “entre más complejas son las cosas, más factibles son las soluciones” y que “La política nos trajo a estos lodos, y la política debe llevárselos”.

Elegir un líder y no un candidato

En noviembre pasado la dirigente María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela, propuso al país la convocatoria de unas elecciones, pero no para seleccionar un candidato presidencial, sino el liderazgo que conduzca al país a un cambio político. Su único objetivo sería coordinar fuerzas para “derrotar a la tiranía”.

Machado entiende que la actual conducción política “ha defraudado al pueblo doblándose y quebrándose cuando tenía que rematar”, así lo planteó a través de un video publicado a finales del año pasado en sus redes sociales.

 

“Para lograr un resultado diferente tenemos que cambiarlos. ¿Tú quieres que continúe el G-4 y esos cuatro partidos, o quieres algo totalmente distinto?”, preguntó.

El analista político Carlos Blanco ve con buenos ojos una propuesta como esta. Señala que la situación de la oposición se ha deteriorado, así como su legitimidad y representatividad. “Lo que representó Guaidó y su gobierno interino se ha evaporado, básicamente, por los errores cometidos por él, el G4 y la directiva de la Asamblea Nacional”, indica.

Dice que lo que ha quedado es una sensación de desencanto respecto a la oposición “Lo que ha permitido que el régimen y los sectores que cohabitan con él tomen ventaja y articulen el relato de la normalización del país”.

Plantea que es necesario construir una nueva dirección política. Dice que uno de los métodos que se ha usado y que ya no sirve, es poner a los mismos y “agregarle algunos aditamentos, darles otro nombre”:  “El mismo equipo, sacando y metiendo fichas, ha pretendido presentar una cara nueva que no es tal”.

Blanco cuestiona que se ha usado la distribución porcentual que sacaron los partidos en las elecciones parlamentarias de 2015  “como una franquicia para que, quienes hace 7 años tenían representación, sigan usando y abusando, como si esa representación la tuvieran hasta el sol de hoy”.

Acota que basta conversar con los ciudadanos para saber que eso no es verdad. “Todo esos partidos están divididos y han estallado como granadas”, asevera.

Considera absurdo llamar en estos momentos a unas primarias para seleccionar a un candidato presidencial. Dice que eso significa en la práctica, que si la elección es en 2024, darle una garantía de estabilidad a Maduro por 3 años.

Por ello, propone que se constituya un grupo de ciudadanos que sea reconocido y respetado en su conjunto por todos los factores políticos y sociales con capacidad de convocar a todos para participar en una elección, cuyo fin sea conducir al país para la conquista de la libertad y la democracia.

“Sugiero un grupo de personalidades independientes, como Arnoldo Gabaldón, Werner Corrales, Luis Ugalde, Humberto Calderón, Diego Arria, Carlos Ortega o Asdrúbal Aguiar, que pueda constituirse en una instancia respetada por todos para diseñar una propuesta al país, discutida por todos los factores y permitir una solución de conjunto”, indicó.

La propuesta Guaidó

En febrero pasado el presidente de la Asamblea Nacional de 2015 y reconocido como presidente interino de la República por varios estados, Juan Guaidó, hizo una propuesta contentiva de 4 elementos, cuyo plan denominó “Salvemos a Venezuela”.

“Salvemos Venezuela es una iniciativa para lograr elecciones presidenciales libres y justas lo antes posible. Hoy le doy la absoluta certeza a los venezolanos de que vamos a derrotar a la dictadura”, indicó el 15 de febrero en rueda de prensa.

El plan se resume en cuatro: puntos

  • 1. Vuelvan caras contra la resignación: retomar organización/movilización interna.
  • 2. Mejorar la coordinación internacional y apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI)
  • 3. Reimpulsar el proceso de diálogos en México y
  • 4. Ampliar y fortalecer la unidad: elección de base para que los venezolanos elijan liderazgo de las fuerzas democráticas.

Hay que destacar que ninguno de los principales partidos de la oposición como AD, PJ y UNT envió a representantes para acompañar a Guaidó durante las actividades de lanzamiento del plan, lo que confirma el estado de las relaciones entre estos factores políticos.

Guillermo Tell Aveledo es doctor en Ciencias Políticas y en un artículo titulado “Venezuela: ¿se abre un nuevo capítulo para la oposición?” para el portal Diálogo Político, de la Fundación Konrad Adenaur, escribió: “La fórmula del Gobierno interino no parece ser capaz por sí sola de liderar una reorganización”.

Añade que esa distancia, «sin una vocería colectiva que declare objetivos comunes,» refleja el problema central de la oposición venezolana: «La falta de una visión estratégica de reglas de decisión y coordinación comunes. Pese a que el mandato de Juan Guaidó fue prorrogado un año más, las dudas sobre la efectividad de este mandato, sin mencionar las críticas a las acciones, viabilidad y legitimidad de la continuidad del Gobierno interino, permanecen vigentes, aunque soterradas”.

Concluye que la unidad opositora “requiere la claudicación de ambiciones y de orgullos, pero también la conciencia de los errores acumulados. Es decir, no hacer de la renovación un concurso entre liderazgos debilitados para que el menos rechazado determine por sí mismo el destino de la lucha democrática en el país”.

Cuesta arriba

Benigno Alarcón es el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Considera difícil que se pueda tener una oposición totalmente cohesionada, como en 2015. Destaca que hay oposiciones con estrategias e interés diferentes y muy visibles.

“Tenemos la oposición que está liderada por el Gobierno Interino, cuyo interés es tan pronto como sea posible, generar una transición política. Esta oposición no está en el ánimo de conciliar con el Gobierno, ni de llegar a un acuerdo de cohabitación o convivencia”. 

Otro tipo de oposición sí tendría una propuesta de cohabitación con el Gobierno, “tratando de llegar a un acuerdo que les permita seguir compitiendo políticamente, pero pareciera que no están enfocados en producir una transición política en el corto o mediano plazo”. 

Una tercera tipología estaría representada por elementos que «no son oposiciones». «Solo buscan un espacio para la existencia política, bien sea porque no lo han tenido o porque lo tuvieron en algún momento y lo perdieron, como los actores de la mesita (Alianza Democrática)”, comenta. 


Señala que el único asunto donde hay algún nivel de consenso es el de la ruta electoral para las presidenciales y que la mayoría apunta hacia el 2024 “ya que quienes quieren algo antes de esa fecha no tienen una propuesta factible que pueda adelantar ese proceso y no pareciera que el Gobierno tenga una inclinación a permitir un acuerdo que signifique una salida antes de 2024”.

Sobre las posibilidades de unas elecciones primarias para escoger un candidato, Alarcón dice que no está muy claro que todos quieran hacerlo. “Si las primarias fueran mañana, unos candidatos tienen más posibilidades que otros y esos que tienen menos posibilidades seguramente dirán que no tiene sentido, que hay que esperar que esté más cerca la elección, y tendrían algo de razón porque un candidato se puede desinflar de aquí a 2024 o puede ser inhabilitado”.

Añade que si los comicios se hacen pronto “sería una participación entre maquinarias y no de participación de la mayoría de los opositores, pero si lo acercas más a la elección, probablemente haya una mayor participación del elector opositor”.

El otro aspecto a dilucidar son las reglas de juego. “Si tienes unas primarias donde todo el que esté inhabilitado no puede participar, sacas de la carrera a Capriles, Guaidó, a Leopoldo López y a una buena parte de los candidatos”, advierte. 

El académico dice que pareciera que va haber varios bloques de oposición. “La pregunta es si esos bloques van a estar dispuestos a competir entre ellos en una primaria, respetar el resultado y trabajar por el que quede como candidato”.

La importancia de la unidad

Pero la realidad de la fragmentación atómica de la oposición parece ir en contravía de la expectativa popular. El profesor Benigno Alarcón destaca que aunque la gran mayoría de los venezolanos desea un cambio político, no se identifica con las organizaciones de este tipo. “Hay una desconexión entre el ciudadano y todos los partidos. La gente reclama a la oposición es unidad”, asegura.

Dice que cuando se plantea en cualquier encuesta o grupo focal si votaría por el Gobierno o la oposición, la mayoría dice que por la oposición, “pero hablan de una plataforma unitaria. No hablan de PJ, VP o AD. La gente aborrece la falta de unidad, pero muy pocos respaldan a algún partido”. 

Agrega que los venezolanos quieren una alternativa y una plataforma que hoy en día no la hay, y que “luce cuesta arriba formarla, a menos que todos se vayan a una primaria, y que terminen respaldando al que triunfe”.

Ante estas diferencias, sostiene que el escenario está abierto para la aparición de un outsider. Una figura que está fuera del estatus quo y que en estos momentos no está en el radar político. Indica que si esa persona es percibida como representativa de los intereses de la gente y con un discurso alineado con la mayoría “puede terminar arrasando en una primaria”.

Por su parte, Freddy Superlano insiste en la necesidad de echar los egos a un lado. Considera que el acercamiento entre factores de la oposición “Se está tejiendo poco a poco”.  “No es obligado que la gente se quiera, pero estamos obligados a entendernos, porque si perdemos la oportunidad de 2024 esto serán 20 años más (de control chavista-madurista)”.

¿Diálogo sin presiones?

¿Diálogo sin presiones?

Crisis Group: Lucha por supremacía política en Venezuela genera discordia geopolítica
 Crisis Group reiteró que el país atraviesa un estancamiento político y una fuerte crisis humanitaria
Consideran que los actores externos no pueden imponer el fin de la disputa entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana

 

La organización Crisis Group aseguró que la lucha por la supremacía política en Venezuela se ha convertido en una constante fuente de discordia geopolítica.

El informe sobre América Latina N °93 señaló que esto se debe al deterioro de la crisis humanitaria, un asunto que preocupa a los países vecinos. 

En base a esto, la organización respondió tres interrogantes claves: 

¿Por qué importa?

Crisis Group explicó que los actores externos no pueden imponer el fin de la disputa entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Pero las dos partes tampoco pueden resolver la crisis sin el consentimiento tácito y, preferiblemente, la participación activa de las potencias mundiales, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China.

¿Qué se debe hacer?

La organización reiteró que las conversaciones entre el gobierno y la oposición, actualmente suspendidas, requerirán mediación externa, apoyo constante por parte de los aliados extranjeros de ambas partes, al igual que compromisos de apoyo financiero y técnico en caso de que finalmente se alcance un acuerdo.

¿Qué se debe hacer?

Según la ONG, la fractura geopolítica ha hecho que sea fácil para ambas partes en Venezuela recurrir a sus aliados extranjeros en busca de apoyo, en lugar de hacer concesiones a sus opositores nacionales.

«Mientras el país esté sumido en una emergencia socioeconómica extrema, todos los interesados tienen más que ganar con una solución pacífica y negociada a esta prolongada crisis», señaló el informe.

La política interna se convierte en disputa global

La organización aseguró que más de dos décadas de agitación política en Venezuela han tenido como resultado el involucramiento de gran parte del mundo.

Crisis Group explicó que la disputa entre los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2013), y su sucesor Nicolás Maduro, se propagó primero por América Latina y desde entonces se ha convertido en una disputa global.

A principios de 2019, Donald Trump, presidente en ese entonces de EE.UU., con el apoyo de la oposición, intentó abiertamente derrocar a Maduro a través de una estrategia de “máxima presión” que incluyó

  • Sanciones económicas severas.
  • Aislamiento diplomático.
  • Vagas amenazas de intervención militar.

La organización indicó que, a pesar de que el intento fracasó, trazó una clara línea divisoria entre los Estados que apoyan a Maduro, incluidos Rusia y China, y casi 60 otros países que respaldaron la iniciativa estadounidense y la presidencia interina del líder opositor, Juan Guaidó.

Estancamiento político y crisis humanitaria

Tres años después, Crisis Group reiteró que el país atraviesa un estancamiento político y una fuerte crisis humanitaria.

En términos de una negociación, el grupo indicó que ambas partes políticas volvieron a la mesa de negociación en 2021. Aún no se ha retomado el diálogo entre ambas partes, que estaba pautado para el mes de enero.

«Los aliados extranjeros de ambos lados deben respaldar con urgencia los posibles esfuerzos, actualmente suspendidos, para lograr una solución negociada para Venezuela», afirmó la organización.

Adicionalmente, los países vecinos han recibido la mayor parte del masivo éxodo de 6,04 millones de migrantes, quienes huyen de la pobreza y del colapso de los servicios públicos.

Mientras tanto, la organización reiteró que el crimen organizado y grupos armados colombianos intentaron obtener ganancias en negocios ilícitos y la complicidad de las desfinanciadas fuerzas de seguridad del otro lado de la frontera.

Analista considera que se necesita una avalancha de unidad nacional para lograr un cambio político
El politólogo y subdirector del Centro Gumilla, Piero Trepiccione declaró en el encuentro virtual “Perspectiva País: ¿Qué esperar del 2022?” que la posición debe ser “afectiva”, con “conexión” y “cercana” a las necesidades de la gente
Piero Trepiccione cree que lo ocurrido en Barinas evidencia que el radicalismo «llegó a su fin» y que la población, sea opositora, oficialista o sin intereses, se ubicó en el “centro del descontento” y generó un impacto en las elecciones

 

El politólogo y subdirector del Centro Gumilla, Piero Trepiccione, opinó en un foro virtual este 1 de febrero que, para que en Venezuela haya un cambio político, debe existir una “avalancha de unidad nacional” opositora que esté en sintonía con las necesidades de un pueblo sumergido en un “desastre” económico, político y social.

Así lo expuso en el primer encuentro virtual “Perspectiva País: ¿Qué esperar del 2022?” organizado por Medianálisis y que contó con la moderación de Andrés Cañizalez, director de la organización. 

A juicio del analista, la oposición debe ser “afectiva”, con “conexión” y “cercana” a la gente para lograr cambios, porque de lo contrario el oficialismo seguirá siendo victorioso. 

“Si no hay acercamiento; conexión con las necesidades del pueblo; ser afectivos con la gente y se evidencien acciones de unidad, no hay posibilidades de cambios. Para lograr eso hay que hablar, conversar y transformar las voluntades en una unidad afectiva. Hay que crear un evento avalancha de unidad nacional afectiva; si no se logra eso, si no hay esa consolidación, podemos tener a (Nicolás) Maduro o cualquier figura del PSUV victorioso en 2024”, consideró Trepiccione.

Como ejemplo de unidad se refirió a la utilización del mecanismo de financiamiento del Fondo Monetario Internacional para reconstruir al país.

 

En ese sentido, indicó que una de las vías para recuperar el aparato productivo nacional es recurrir a este apoyo. Pero, para que esto se logre, se requiere unidad: «La unión entre poderes ejecutivo, legislativo y de todas las fuerzas que nos permita recuperar la infraestructura del país, sobre todo la industria petrolera».

«Este año es propicio para el reencuentro, consolidación, lectura profunda de los acontecimientos y del acontecer geopolítico nacional. El país necesita discutir y reencontrarse. Desde las comunidades, desde el tercer sector y la ciudadanía en general. En este 2022 ya no existe la polarización extrema y es la oportunidad para visualizar qué tipo de país queremos ver para en los próximos años», comentó.

Barinas, ¿el laboratorio de la despolarización?

Trepiccione usó como ejemplo lo ocurrido en las elecciones regionales del estado Barinas en el 2021 y que tuvo una conclusión de impacto en enero reciente.

Ahonda que lo sucedido en el estado llanero fue un “laboratorio” que dejó en evidencia que la «despolarización y el radicalismo llegaron a su fin pues la població», sea opositora, oficialista o sin intereses, se ubicó en el “centro del descontento” y generó un impacto en las elecciones.

«Barinas ha sido un laboratorio importantísimo donde la oposición ganó y el gobierno judicializó el resultado para repetirlo y eso se transformó en un insulto a la inteligencia al pueblo, a la decisión popular. La oposición ahí demostró que puede ser una unidad más afectiva, más de reacción con la gente que apego político o acciones pragmáticas. Y por eso el 2022 se presenta como un escenario para encarrilar el liderazgo opositor actual”, acotó.

 

Recalcó que los políticos deben «alejarse de discursos y comportamientos llenos de egos y de intereses personales»  y enfocarse en la calidad de vida de los venezolanos, en sus problemas diarios. “Somos un país devastado en crisis donde la calidad de vida es un desastre y, sobre eso, nuestro liderazgo habla poco”, sumó.

 

“El PSUV dejó de ser partido franquicia”

Por otra parte, y sobre la situación del PSUV, Trepiccione opinó que con los recientes resultados comiciales se demuestra que el PSUV «dejó de ser un partido franquicia que representaba estructura sólida y que se manifestaba en las urnas, como fue en su momento Acción Democrática o Copei».

Expuso que también dentro del PSUV están surgiendo liderazgos que podrían suponer cambios dentro de las filas de la tolda roja en la carrera presidencial. 

“Hay varias figuras del PSUV que están resurgiendo. Veíamos al PSUV como una figura monolítica donde primero solo era (Hugo) Chávez y luego Maduro, pero ahora hay un escenario de posibles cambios como Jorge Rodríguez, el caso de Diosdado (Cabello) que tienen bases sólidas dentro del partido (…) y hay figuras jóvenes que comienzan a despuntar en el liderazgo oficialista como Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda, y Rafael Lacava, de Carabobo; o Delcy Rodríguez, que podrían ser importantes en el futuro electoral», concluyó.

 

Eddie A. Ramírez S. Ene 25, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Tendencia al dogmatismo
El dogmatismo pareciera tener cada día más adeptos. Cuando determinada situación nos agobia y no se visualiza una salida, nos abocamos a identificar un culpable

 

El dogmatismo pareciera tener cada día más adeptos. No es extraño, ya que esa tendencia ha aflorado en muchos países en tiempo de crisis. Cuando determinada situación nos agobia y no se visualiza una salida, nos abocamos a identificar un culpable. Por lo general ese culpable es quien nos ha causado daño, pero a veces señalamos a quienes endosamos, con razón o sin ella, la responsabilidad de obstaculizar la vía para salir del atolladero.

Culpables por acción

Tenemos claro que la dictadura de Maduro es la culpable del desastre. Curiosamente, muchos compatriotas exoneran a Hugo Chávez, responsable del inicio de la debacle. La devaluación de nuestra moneda y la caída de la producción petrolera evidencian la responsabilidad del teniente coronel. La pérdida de valor del bolívar la conocen todos, pero algunos ignoran lo sucedido con el petróleo o achacan a las sanciones el colapso de la producción.

El colapso petrolero

Según cifras de la OPEP, la producción en el año 2001 fue de 2.862.000 barriles por día (b/d). Cayó a 2.586.000 b/día en el año 2002 como consecuencia del paro petrolero de abril y del paro cívico de diciembre; se desplomó a 2.305.000 b/d en el 2003, como consecuencia del despido ilegal de casi 23.000 trabajadores. En el 2005 subió a 2.633.000 b/d, por inercia y por estar las instalaciones en perfectas condiciones, lo que demuestra que no hubo sabotaje, como todavía afirman los fanáticos rojos. Después del 2005, la producción petrolera ha caído año tras año por falta de inversión, de personal capacitado y la politización. Hoy es de solo 681.000 b/d. Maduro terminó de hundir al país. Eso lo reflejan las encuestas, los resultados en votación total el 21 de noviembre y los recientes de Barinas.

Culpables por omisión

Por estar consciente del rechazo, el régimen tenía que hacer abortar el referendo revocatorio que lo hubiese defenestrado. Al respecto, lo que extraña es la conducta del liderazgo opositor. Lo lógico hubiese sido que todos cerraran filas para apoyar esta iniciativa. Unos se hicieron los desentendidos, otros lo rechazaron. Algunos alegan que no se pronunciaron porque era imposible que tuviese éxito. Cierto, las condiciones ilegales impuestas por el CNE, de que deben recogerse el 20 por ciento de las firmas en cada estado, que los firmantes deben acudir a los pocos centros establecidos por el sumiso organismo electoral y que el régimen tenía derecho a conocer la identidad de los solicitantes, lo hacían inviable.

Pero lo que los demócratas exigimos a nuestra dirigencia es que luche por derogar esas condiciones inconstitucionales y no que permanezca pasiva. A última hora el CNE estableció otro obstáculo infranqueable, como es la recolección en un solo día de las firmas en puntos limitados. Quizá, en una maniobra de propaganda engaña bobos, el sumiso CNE acuerde más días y más puntos para la recolección de firmas, pero ese no es el principal escollo.

La constituyente

Queda apelar a una Asamblea Constituyente. No es la vía que preferimos en estos momentos, pero hay que apoyarla. Sus proponentes son ciudadanos bien intencionados, aunque algunos dan declaraciones como si fuesen los dueños de la verdad. Se oponen a elecciones organizadas por el CNE. No les faltan razones, pero no toman en cuenta que en plena popularidad de Chávez lo derrotamos en su primer intento de reformar la Constitución y en el 2015, con Maduro en el poder, ganamos las dos terceras partes de la Asamblea Nacional.

Además, cuando hemos ido unidos, con organización, testigos en todas las mesas, y candidatos apropiados hemos ganado varias gobernaciones y alcaldías. ANCO quiere organizar la elección sin participación del CNE. Ojalá lo logre y la comunidad internacional apoye para que el régimen reconozca los resultados. Otro punto de atención es lograr candidatos de la unidad democrática.

La Corte Penal

Un distinguido amigo indica que es necesario tomar en cuenta que la Corte Penal Internacional pareciera querer acelerar sus procedimientos y quizá decida enjuiciar a Maduro y a otros. Hay señales alentadoras. Esto debería producir una implosión en el régimen para lograr una transición pacífica. ¿Es posible? Sí. ¿Es probable? No lo sabemos y no depende de nosotros, pero es deseable.

Elección adelantada o en 2024

La otra opción, es presionar y conseguir en la negociación en México una elección adelantada. No es fácil. Hemos rechazado prepararnos para la elección del 2024, con liderazgos renovados. Cuando un distinguido compatriota como Ismael Pérez Vigil y otros, consideran que hay que considerarla, no debemos descartarla. Sin embargo, hay que presionar para que se adelante.

La gran crisis nos ha vuelto dogmáticos, unos más, otros menos. Como sabemos por la historia, el dogmatismo, político o religioso, ha traído muchas desgracias. En el caso de nuestra política hay seguidores de Torquemada, tanto en la dirigencia, como en los dirigidos. Si no deponemos nuestros dogmas, se hará más difícil salir de esta pesadilla. El fanatismo ha impedido la unión. Sin la misma se dificultará ejercer presión para salir del usurpador.

Como (había) en botica

El dogmatismo fue factor importante en nuestra guerra Federal e impidió la unidad en la lucha contra la dictadura de Gómez. La lograda contra Pérez Jiménez costó muchos años; Copei solo se integró cuando el dictador suspendió la elección e impuso el referendo.

Nos complace el éxito en Francia de la joven periodista Andreína Flores y de la cantante lírica María Fernanda Brea. Felicitaciones.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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77 alcaldías cambiaron su configuración política el #21Nov
Tras conocerse los resultados de la elección, algunos municipios dieron el salto del chavismo a la oposición y viceversa, mientras que otras tomaron un rumbo diferente y eligieron candidatos de otras facciones políticas

 

Valentina Gil – Roger Ruiz – Dayimar Ayala Altuve

 

De acuerdo con los datos divulgados en el segundo boletín del Consejo Nacional Electoral, de las 335 alcaldías a elegir el 21 de noviembre, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 205, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) 59, la Alianza Democrática 37 y otros partidos 21.

Tras una revisión exhaustiva de cuáles fueron los resultados en los municipios, 77 de las 335 alcaldías (23%) cambiaron su configuración política, bien porque sus nuevos gobernantes exploran terrenos que solo pertenecían al chavismo, o porque tras la victoria opositora en 2017, ahora pasan a manos del PSUV o de la llamada oposición disidente.

En el Guachimán Electoral repasamos lo que ocurrió:

 

Oposición

La Unidad le arrebató al Psuv cinco alcaldías en Barinas: Andrés Eloy Blanco, Pedraza, Cruz Paredes, Rojas, Sosa y Obispos. Los nuevos alcaldes son Jackson Barboza, Frenchi Díaz, Henry Maldonado, Pedro Abreu, Gaudencio Díaz y José Azuaje, respectivamente.

En Bolívar, Jesús Coromoto Lugo regresó a la alcaldía del municipio El Callao, luego de que el peseuvista Alberto Hurtado lo reemplazara en las regionales 2017.

Siete alcaldías pasaron a la MUD en Falcón: Buchivacoa (José Esteban Díaz); Manaure (Ángel Henríquez); Dabajuro (Daniel Villa); Democracia (Pedro Fernández); Falcón (Harold Dávila); San Francisco (Carlos Escalona) y Silva (Osnel Arnias). En promedio, el Psuv gobernó durante 13 años en dichos municipios.

Tras 17 años de dominio oficialista, Javier Oropeza ganó la alcaldía de Torres, en Lara, con el 43,13% de los votos, desplazando al candidato del Psuv, Ramón Suárez. Ya había ocupado el cargo de elección popular entre 2000 y 2004.

Es la primera vez en 21 años que el municipio Cardenal Quintero de Mérida gana un opositor: Yovani González. Durante ese mismo período, solo hubo alcaldes del Psuv en el municipio Caracciolo Parra, el cual eligió ahora a José Suárez.

En Arzobispo Chacón resultó electo Omar Fernández, después de 17 años con el Psuv. La situación se repitió en Guaraque, donde la comunidad votó por Herlis Méndez. De igual modo,  Luis Balza en ganó en el municipio Justo Briceño, que desde el 2008 no tenía un alcalde opositor.

En Miranda, la MUD ganó con José Morales el municipio Carrizal, territorio dominado por el Psuv desde el 2017. Asimismo, José Nicasio Narváez fue electo alcalde de la Península de Macanao, Nueva Esparta, donde el Psuv estuvo en el poder durante 13 años.

Lo mismo pasó en el municipio Acosta, del estado Monagas, pues desde el 2008 había sido gobernado por el oficialismo. El opositor Jesús Velásquez resultó ganador el 21 de noviembre.

El tiempo de estadía oficialista fue mayor en el municipio Bolívar. Luego de 21 años de mandato, los votantes se decantaron por la opción de la Unidad, Ambrosio García. Igualmente, Evelin Martínez obtuvo la victoria en el municipio Uracoa, después de 4 años de chavismo.

De igual forma, Jobito Villegas y Carlos Barrios obtuvieron la mayoría de votos en los municipios Sucre y Ospino de Portuguesa, respectivamente. Desde el 2008 no había alcaldes opositores en el estado. Villegas ocupó el cargo desde 1995 hasta el 2008, mientras que Barrios fue alcalde por dos períodos consecutivos (1992-2000), ambos respaldados por Copei.

En el Táchira, Adul Salcedo venció a Yolimar Hernández, del Psuv, después de 8 años en la alcaldía del municipio Libertador. Jhon Méndez venció en el municipio Michelena al oficialista Ely Pernia, quien gobernó durante 4 años.

Lo mismo duró Sonia Correa en la alcaldía de Panamericano, donde Jonathan Rangel fue electo por la oposición, al igual que la oficialista Belkis Contreras en el municipio Maldonado, reemplazada por Eduardo Negrette.

En el municipio San Judas Tadeo lidera Jesús Pérez por la Unidad, luego de 13 años sin un candidato de la oposición. En la alcaldía de Seboruco, Luisnel Guerrero sustituyó a José García, militante del Psuv electo en 2017. También el municipio Simón Rodríguez se vistió de azul con la victoria de Carlos Márquez.

Destaca el cambio de chavismo a oposición en el municipio tachirense de Sucre, con el triunfo de Lorena Araujo, pues pasó 17 años en las manos José Gregorio Araque, del Psuv.

Asimismo, desde el 2013, la alcaldía de Uribante le perteneció a los partidos de izquierda (primero el PCV y luego el Psuv) y ahora quedó Olinto Contreras al mando.

El Psuv perdió 8 alcaldías en Trujillo. Luego de 21 años de gestión chavista, el municipio Urdaneta ahora es opositor, con el nuevo alcalde José Carrillo. En Carache, municipio chavista desde el 2004, Yohanthi Domínguez obtuvo la mayoría de votos.

Las alcaldías Andrés Bello y Monte Carmelo, ocupadas por el Psuv desde hace 13 años, pasaron a los opositores Francisco Aguilar y Wilmer Delgado. Igualmente, la Unidad ganó en el municipio José Felipe Márquez Cañizales, donde Cervando Godoy puso fin a 8 años de oficialismo.

Además, resultó ganador Keiver Peña en el municipio Sucre, territorio chavista desde hace 21 años. Dilcia Rojas se quedó con la alcaldía de Campo Elías, la cual fue ocupada por el Psuv en el 2004. Igualmente, Heriberto Materán fue electo en Motatán, municipio que en 13 años no tuvo una administración opositora.

La alcaldía zuliana de Baralt pasó a manos de la MUD con el triunfo de Ramón Bracho, luego de 17 años de control chavista. El municipio San Francisco también era controlado por el oficialismo desde 2008, hasta que ganó Gustavo Fernández (UNT).

Asimismo, los municipios Cabimas y Colón estaban en manos del chavismo desde hace 13 años y ahora pasaron a ser opositores, con Nabil Maalouf y Nervins Sarcos a la cabeza.

En cambio, el municipio Simón Bolívar pasó 8 años bajo el dominio oficialista y Argelio Riera, antiguo militante del Psuv quien se pasó a la MUD, fue electo como alcalde. Igualmente, Fernando Loaiza recuperó el municipio Catatumbo para la oposición. El Psuv solo estuvo un período en dicha alcaldía (2017-2021), con Wilmer Ariza al frente.

 

Chavismo

La nueva alcaldesa del municipio Bruzual de Anzoátegui es Ingrid Cortez, la cual sustituyó a Francisca Rojas, quien ganó la alcaldía en 2017 con la tarjeta de Acción Democrática (AD).

Jesús Ríos pasó al frente de la alcaldía del municipio Anaco, anteriormente gobernada por Luis Guevara Morón, también militante de la tolda blanca. De igual forma, el chavista Freddy Hernández sustituyó a Gerson Martínez (AD) como alcalde de Santa Ana.

La alcaldía del municipio San Cristóbal, Táchira, por primera vez en más de dos décadas será ocupada por un alcalde oficialista. Silfredo Zambrano fue electo con el 40% de los votos. Las administraciones anteriores estuvieron a cargo de Gustavo Delgado (2017-2021), de Copei; Daniel Ceballos, de Voluntad Popular (2014-2017);  Mónica de Méndez (2008-2014) y William Méndez (2000-2008), ambos de Copei.

En Bolívar, el oficialista Manuel Vallés quedó electo como alcalde del municipio Gran Sabana. Antes gobernaba Emilio González, pero luego del fallido ingreso de la ayuda humanitaria en 2019, el opositor se exilió en Brasil. En aquel entonces, el exgobernador Justo Noguera Pietri (Psuv) designó a Nancy Ascencio como “comisionada especial de ese municipio”.

 

Zona gris

En Anzoátegui, municipio Simón Rodríguez, Ernesto Paraqueima, abanderado de Alianza Democrática, reemplazó a Ernesto Raydán de la MUD. Por otro lado, el opositor disidente Jesús Méndez sustituyó al oficialista William Petit en el municipio Píritu.

Igualmente, Carlos Marcano, quien pertenece a la mismo coalición de partidos que no son opositores ni chavistas, quedó al frente de la alcaldía del municipio Peñalver, cargo que era ocupado por Jhonny Gagarín, militante del Psuv.

En Barinas, la Alianza Democrática ganó la alcaldía de Ezequiel Zamora con Nelson García Mora. La oficialista Maigualida Santana gobernó durante 8 años.

También en el municipio Angostura, estado Bolívar, el CNE adjudicó a un candidato de la Alianza Democrática, Yorgi Arciniega. El Psuv estuvo al mando de la alcaldía durante 13 años.

En Carabobo, municipio Montalbán, el nuevo alcalde no es ni del Psuv ni de la MUD, sino del partido Por Mi Pueblo. José Alí Soto acumuló el 38,34 % de los votos, mientras que el segundo lugar fue para Pedro Suárez (Psuv), con el 30,30%.

Por otro lado, Julio Andrade y Orlando Millán fueron electos en las alcaldías de Unión y Zamora, municipios falconianos dominados por el chavismo desde el 2004. Igualmente, Dannys Aguirrey ahora está al frente del municipio Acosta, territorio chavista desde hace 4 años.

En el municipio Andrés Eloy Blanco de Lara, el candidato de Fuerza Vecinal, Daniel Quiñonez, se alzó con el 55,53% de los votos. Ya Quiñonez había estado al frente de la alcaldía en el período 2000-2004, respaldado por Copei. Luego el chavismo asumió el mando y así se mantuvo por 17 años, hasta ahora.

En Mérida, los habitantes del municipio Andrés Bello escogieron a María Villasmil como su próxima alcaldesa, después de 21 años rojos, rojitos. Lisandro Segura ganó el municipio Alberto Adrian y Gregorio Peña el municipio Julio César Salas, donde el Psuv mandó 4 y 17 años, respectivamente. También Nelson Márquez resultó electo por la Alianza como el nuevo alcalde de Aricagua, acabando así con 8 años de gestión oficialista.

La oposición disidente también consiguió la alcaldía de Zamora, con el triunfo de Raziel Rodríguez en Miranda. El chavismo venía gobernando el municipio desde el año 2000.

En Nueva Esparta, los municipios Tubores, Villalba, Mariño y Gómez salieron del dominio del Gran Polo Patriótico y pasaron a las manos de la Alianza Democrática. Los nuevos alcaldes son Irma Vásquez, José María Fermín, Antonio González y Emilio Velásquez, respectivamente.

En el municipio Benítez del estado Sucre, los electores acabaron con 17 años de gestión chavista y eligieron a Emilio Rojas como el nuevo alcalde. También resultó ganador el opositor disidente Jordan Sifuentes en el municipio Mejías, donde el Psuv tenía 20 años mandando.

Asimismo, Eduardo Maureira fue electo en el municipio Aguasay, en el estado Monagas. Desde el 2008, el oficialista José Galindo había estado al frente de la alcaldía.

En Portuguesa, Valmore Betancourt y Oswaldo Zerpa ganaron las alcaldías de Guanarito y Monseñor de Unda, respectivamente, para la Alianza Democrática. Betancourt fue alcalde desde 1992 al 2000. Igualmente, Zerpa ejerció el cargo tres veces , pero con partidos afines al chavismo: MVR (2004), Psuv (2009) y Tupamaro (2014).

Por su parte, Jackson Carrillo fue electo alcalde de Junín, estado Táchira. El chavismo gobernó este municipio por cuatro años. De igual forma, Ernesto Becerra se quedó con la alcaldía de Libertad, la cual fue dominada por el Psuv desde el 2013.

 

El mapa de las alcaldías es más realista con los resultados del 21N

Si bien la mayorías de las gobernaciones y alcaldías de las capitales de los estados quedaron en manos del PSUV, para la politóloga y profesora de la Universidad de Navarra, Carmen Beatriz Fernández esa no es la lectura que debe quedar tras las elecciones del domingo.

Afirmó que se evidencia el surgimiento de nuevos liderazgos municipales y que se debe dar la correcta interpretación al mapa de las alcaldías, porque es mucho más realista y representa mucho mejor lo que significaron las elecciones y los resultados.

“Hay un tercer mapa al que yo le doy mucha más importancia aún y es el mapa poblacional de qué tanta gente está bajo gobiernos municipales de la oposición y del oficialismo. Ese mapa, que todavía está por hacer, nos daría con mucha probabilidad un resultado mucho más parecido a lo que cuantitativamente se obtuvo en contra de Maduro, que fue de un 55%, y un 45% de votos a favor de los candidatos de Maduro”, explicó.

Para la especialista, a pesar de la victoria oficialista, la decadencia de los votos se hace cada vez más evidente y fue notorio en los resultados del domingo.

*Con aportes de los corresponsales de El Pitazo.

#GuachimánElectoral | Los cinco desafíos de la oposición tras retomar la ruta electoral
Con su participación en las elecciones regionales y municipales, la ahora llamada Plataforma Unitaria de Venezuela se enfrenta a la pérdida de liderazgo, ausencia del respaldo unánime de varios de sus dirigentes y la desconfianza de los ciudadanos ante el proceso electoral

Por: Valentina Gil

La Plataforma Unitaria de Venezuela anunció que participará en los comicios del 21 de noviembre, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la cual estuvo inhabilitada hasta el 29 de junio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) le levantó la suspensión.

En su mejor momento, la MUD agrupó a más de 30 organizaciones opositoras en sus filas. Ahora, la coalición opositora apenas cuenta con los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Convergencia, Copei y Movimiento Progresista de Venezuela, entre otros.

Además, la alianza que desplazó al oficialismo de la Asamblea Nacional en 2015 ya no tiene la misma fuerza ni cohesión que antes. En el #GuachimánElectoral consultamos a especialistas para determinar los principales retos a los que se enfrenta la oposición tras anunciar que participará en las elecciones, luego de tres años de llamados a la abstención.

1- Acercar a los ciudadanos al voto

En 2018, la oposición decidió no participar en las elecciones presidenciales, debido a la ausencia de garantías electorales. Dos años después, la ya inhabilitada coalición repitió la estrategia de llamar a la abstención en las parlamentarias que correspondían en 2020.

A pesar de que el gobierno interino, dirigido por Juan Guaidó, insiste en que aún no hay condiciones para participar en los comicios de noviembre, en esta oportunidad no hubo un llamado al boicot electoral.

Sin embargo, la ausencia le ha salido cara a la coalición opositora. No solo la fuerza electoral de sus partidos está deteriorada, sino que también una parte de la población ha perdido la confianza en el voto como herramienta de cambio, según diferentes encuestadoras.

Eglée González-Lobato, directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones de la UCV, considera que uno de los grandes desafíos es armar una estrategia que devuelva la esperanza en la participación electoral.

Además, la especialista puntualizó que la oferta de los candidatos no debería ser la ilusión de una salida inmediata a la crisis política, sino la recuperación de las fuerzas que harán posible un cambio progresivo.

Por otro lado, Félix Seijas, estadístico y fundador de la encuestadora Delphos, señaló que la falta de recursos y la debilidad de las estructuras internas podrían jugarle en contra a la oposición a la hora de incentivar la votación.

“Para cuidar el voto, movilizar gente, necesitas dinero. Si nada más sacas la cuenta de tanques de gasolina por carro que tienen que movilizarse solo el día de la elección, ya es una cantidad importante. También, tiene que haber una fuerza para reanimar a las personas que han formado parte del resguardo del voto, pero la oposición está desarticulada a nivel regional”, explicó.

2- Capitalizar el descontento con el chavismo

Según el politólogo Ricardo Sucre, si la oposición presenta candidaturas unitarias que no surjan en un clima de disputa, entonces podría usar a su favor el disgusto en las regiones donde la popularidad de la administración oficialista ha disminuido considerablemente.

De 306 alcaldes chavistas, el 70 % no optaría a la reelección. Entre los motivos está manifiesto el deseo de no competir y no contar con el apoyo requerido por parte de las Unidades de Batalla Hugo Chávez (Ubch) para las postulaciones. Igualmente, la participación en las primarias del partido fue de apenas el 17,5 %, a pesar de que las mesas estuvieron abiertas para todos los inscritos en el Registro Electoral (RE).

“Uno pensaría que hay un descontento en esa militancia. ¿Irán a votar por la oposición? En principio, no creo. Pero, de todas maneras, hay un rechazo allí. Ahí la oposición tiene ventaja, pero la gente tiene que ver una cierta claridad estratégica y candidatos que estén comprometidos realmente con un trabajo político. Ese es un poco el discurso del chavismo, que ellos no abandonan”, detalló.

3- Mantenerse firmes, a pesar de las diferencias

Después del anuncio de la Plataforma Unitaria de Venezuela de que participarán el 21 de noviembre, bajo el paraguas de la tarjeta MUD, las críticas por parte de dirigentes y organizaciones que conforman la coalición no se hicieron esperar.

El presidente interino, Juan Guaidó, reiteró que primero deben consolidarse las garantías electorales y políticas para que la votación sea libre y justa.

De igual forma, David Smolansky, dirigente de Voluntad Popular (VP) y comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, rechazó la decisión de postular candidatos y aseguró: «No votar en dictadura también es un derecho». También los partidos minoritarios que acompañan al G4: Encuentro Ciudadano, Proyecto Venezuela y La Causa R, criticaron la participación opositora en las elecciones de noviembre.

 

Por su parte, Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, invitó a los que no creen en la salida electoral a que ensayen otras estrategias para acabar con la crisis.

 

Estas diferencias no solo ponen en riesgo el desempeño de la oposición en las elecciones, sino también al diálogo en México, de acuerdo con González-Lobato.

«¿Cuál es la gran amenaza que hay ahorita? Que los factores radicales pretendan implosionar o fracturar a la Plataforma Unitaria en el proceso electoral, afectando así el diálogo. En el diálogo en México no solo hablamos de resultados electorales, sino de una sostenibilidad en el funcionamiento del país, una transformación institucional. Yo me pregunto si estos factores de Voluntad Popular y otros que se le sumaron no representan unos spoilers de la negociación», puntualizó la especialista.

Finalmente, a juicio de Seijas, la oposición logrará alcanzar un consenso cuando coordine una nueva estructura unitaria, con reglas que todos los integrantes respeten y mecanismos para dirigir las diferencias. “De no lograrse, entonces el desorden que ha mermado el liderazgo opositor continuará”, dijo.

4- Diferenciar la campaña

Para el director de Delphos, la Plataforma Unitaria de Venezuela debe apostar por una campaña más local y directa si quiere marcar una diferencia en las elecciones del 21 de noviembre.

“La manera de conquistar a los electores es mediante un por qué. Esta es una campaña que no se debe basar en sacar a Nicolás Maduro. Es vital que cada líder le pueda transmitir a la gente que pueden impactar en su modo de vida. El alumbrado, la seguridad de la zona, los huecos en la calle, etc. Esas son las cosas que pueden afectar su día a día. Los candidatos tienen que mostrarle al electorado que pueden marcar una diferencia en esos aspectos”, agregó.

Por otro lado, el politólogo Sucre argumenta que la oposición ahora tiene que ser más realista, modesta y consistente con sus propuestas para obtener credibilidad.

“La gente sabe que tú (oposición) eres la minoría, porque estás frente a un gobierno que tiene todos los recursos. Se preguntarán cómo vas a lograr que el Ejecutivo acepte tu proyecto. ¿Protestar? Eso ya lo pasamos. Mejor vamos a luchar por cambiar el país paso a paso y con lo que hay. Mientras sean una versión de la que ya existe, es menos probable que la gente se enganche”, aseveró.

5- Reconocer los resultados

Si la MUD reconoce el proceso electoral y acepta participar, con condiciones adversas, entonces también debe reconocer los resultados, aunque le sean adversos.

«Las partes tienen que dar un compromiso confiable del cumplimiento de esas condiciones. Es decir, si hay garantías y se logran, no puede ser que el único discurso que tengan sea llamar a fraude. Maduro tiene que dar el cumplimiento de que toda esa estructura electoral va a comportarse constitucionalmente, en respeto a la democracia, y la oposición debe respetar los resultados», afirmó González-Lobato.

Asimismo, debido al deterioro de su liderazgo político, hay una gran probabilidad de que la oposición solo gane unas pocas alcaldías y gobernaciones. En ese sentido, Seijas estima que mantener las expectativas en su justa medida es otro de los grandes desafíos.

«Se ganen las alcaldías y gobernaciones que se ganen, lo más importante es que haya una percepción de que se avanzó en ese terreno. Si las expectativas se salen de lo posible, cualquier cosa que logren va a ser percibida como una derrota. Hay que reconocer los resultados y los problemas, pero el énfasis debe estar en el avance», manifestó.