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EFE Dic 26, 2021 | Actualizado hace 2 años
3.462 mujeres asesinadas en México durante 2021

México suma 3.462 mujeres asesinadas de enero a noviembre de 2021, un promedio de más de 10 al día, según cifras actualizadas este domingo por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Del total de mexicanas asesinadas, 2.540 fueron víctimas de homicidio doloso mientras que 922 sufrieron un feminicidio, como se clasifica en México al asesinato de una mujer por razones de género o violencia machista.

La cifra total de víctimas es apenas 0,32 % menor que la del mismo periodo de 2020, cuando mataron a 3.473 mujeres en México, según el registro del SESNSP. Pero los feminicidios han subido 3,25 % este 2021 frente a los primeros 11 meses del año pasado, cuando se reportaron 893. 
En tanto, en el mismo lapso los homicidios dolosos de mujeres se han reducido un 1,55 % interanual ante el periodo de enero a noviembre de 2020, cuando hubo 2.580.

Aun así, datos del SESNSP mostraron que agosto de 2021 ha sido el mes con más asesinatos de mujeres en México desde que hay registro, con 271 mujeres víctimas de homicidio doloso y 111 que murieron por feminicidio, las cifras más altas para ambos delitos.

México ha registrado los años más violentos de su historia en los primeros dos años de mandato de Andrés Manuel López Obrador, con 34.690 víctimas de asesinato en 2019 y 34.558 en 2020. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha reconocido un aumento de 15,5 % interanual en la incidencia de violencia familiar.

Las entidades del país que más víctimas de feminicidio acumulan en lo que va de 2021 son el Estado de México (132), Jalisco (66), Veracruz (66), Ciudad de México (64) y Nuevo León (57).

Y los municipios con más incidencia son Ciudad Juárez (16), Culiacán (16), San Pedro Tlaquepaque (14), Tlajomulco (13) y la alcaldía Gustavo A. Madero de Ciudad de México (12).

La SESNSP también reportó 57.194 mujeres víctimas de lesiones dolosas, casi el mismo número que todo 2020, cuando hubo 57.495 en el año entero.

También apuntó 19.484 mujeres víctimas de violación sexual, un incremento interanual de 27,9 % frente al periodo de enero a noviembre de 2020, cuando hubo 15.238. Asimismo, registró 181 mujeres que padecieron un secuestro, frente a las 224 de todo 2020. Mientras que las mujeres víctimas de trata de personas han sido 471 en los primeros 11 meses de 2021, lo que ya supera las 454 registradas en todo 2020.

Con información de EFE.

Entre el 1 y el 31 de enero hubo al menos un femicidio cada 38 horas en Venezuela
Del 1 al 31 de enero, en el 44,5% de los casos la víctima estaba en edades comprendidas entre 22 a 42 año

El Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) registró, del 1 al 31 de enero de 2021, dieciocho víctimas de femicidios en Venezuela. Hubo, en promedio, un femicidio cada 38 horas.

Los datos reflejados por el monitoreo de Cepaz fueron tomados de los medios de comunicación digitales, ante la ausencia de registros oficiales de femicidios.

Durante el primer mes de 2021, dos niños (hermanos) quedaron huérfanos y presenciaron el femicidio de su madre. La motivación del agresor en este caso fue la decisión de la víctima de romper la relación afectiva.

Además, encontraron que como en los anteriores monitoreos realizados por el Observatorio Digital de Femicidios, el mayor porcentaje de casos ocurrieron o bien en la casa de la mujer, o en la casa de ambos, es decir, en el hogar, el lugar que se supone debe ser el más seguro. En el mes de enero el 83,3% de los hechos sucedió en estos espacios.

Caracterización de las víctimas en el monitoreo

– El 99,9% de las víctimas eran de nacionalidad venezolana.

– En el 44,5% de los casos la víctima estaba en edades comprendidas entre 22 a 42 años. El 11,8% en edades de 64 a 80 años.

– El 5,6 % de las mujeres víctimas de femicidios eran madres.

El 16,7% de las víctimas estuvo desaparecida antes del hallazgo del cadáver. Una de ellas era una adolescente y fue víctima de ataque sexual. Las otras dos tenían edades comprendidas entre 22 y 25 años.

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La prevención es clave para evitar el asesinato de mujeres por violencia de género. Y vale preguntarse qué hizo o dejó de hacer el Estado venezolano para proteger a las víctimas reportadas en lo que va de enero de 2020

Reporte Proiuris

Los recientes reportes de asesinatos de mujeres en contextos de violencia de género vuelven a abrir el debate sobre la diferencia entre los términos femicidio y feminicidio. Un debate necesario en Venezuela, donde el  derecho de las mujeres a una vida  libre de violencia no está garantizado y amerita mucho más que una ley.

A través de la reforma de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en 2014, se incorporó el “femicidio”. En el artículo 15 se define como “la forma extrema de violencia de género, causada por odio o desprecio a su condición de mujer, que degenera en su muerte, producidas tanto en el ámbito público como privado”. En el artículo 57 se precisa  que “el que intencionalmente cause la muerte de una mujer motivado por odio o desprecio a la condición de mujer, incurre en el delito de femicidio, que será sancionado con penas de veinte a veinticinco años de prisión”.

Precisamente en 2014, la Real Academia Española desechó el término femicidio y convalidó el término feminicidio, definido como el “asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”. Sin embargo, las máximas autoridades de la lengua española se quedaron cortas en relación con el avance del debate sobre la violencia de género, sobre todo en América Latina.

El término femicidio, como una traducción al castellano del vocablo inglés femicide, se atribuye a la escritora sudafricana Diana Rusell, quien lo promovió durante el encuentro de aproximadamente 2.000 mujeres de 40 países para la organización del Tribunal Internacional sobre Crímenes contra Mujeres, que tuvo lugar en Bruselas, en 1974.  Junto con la investigadora estadounidense Janet Caputi, Rusell definió el femicidio como el “asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, el desprecio, el placer o el sentido de posesión hacia las mujeres”.

En consonancia con el principio de progresividad en materia de derechos humanos, los desarrollos teóricos de Rusell fueron objeto de revisión y reinterpretación en procura de mayores y mejores estándares de protección. En ese sentido, los mayores aportes los hizo la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, en la década de los 90 y en el contexto de la proliferación de asesinatos de mujeres por razones de género en Ciudad Juárez.

Al acuñar el término feminicidio, en vez de femicidio, Lagarde puso el acento en la responsabilidad del Estado, ya sea por acción o por omisión. Su razonamiento es sencillo: la mayor garantía del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia es la prevención efectiva. Y justamente allí lo que hace o deja de hacer el Estado marca la diferencia entre la vida y la muerte. 

En muchos casos, los feminicidios constituyen el desenlace extremo de otras formas de violencia de género sufridas por la víctima, que no son atajadas oportunamente. En muchos casos, como ocurre en Venezuela, la institucionalidad creada para proteger a las mujeres es ineficiente. Valga una pregunta: ¿cuántos feminicidios se podrían evitar en Venezuela si  las unidades receptoras de denuncias y las fiscalías especializadas ofrecieran medidas de protección y acompañamiento efectivo a las mujeres que sufren violencia de género, incluso aquellas que padecen el síndrome de la mujer maltratada y se resisten a denunciar a sus agresores? 

Además de la falta de prevención y a efectos de la resemantización del término feminicidio, Lagarde llama la atención sobre la impunidad, pues  no hay duda de que el Estado es responsable de la investigación, enjuiciamiento y sanción conforme a Derecho de los asesinatos de mujeres por ser mujeres. Una segunda pregunta: ¿Los feminicidios son investigados por dependencias especializadas y con enfoque de género del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalisticas o, simplemente, quedan en manos de la División contra Homicidios, como si fueran cualquier homicidio? 

Lagarde es generosa en argumentos, pues considera que detrás de los feminicidios están motivaciones estructurales relacionadas con la desigualdad de género, en términos culturales, políticos y jurídicos; así como la feminización de la pobreza.

En el portal feminicidio.net se resume la elaboración conceptual que Marcela Lagarde ha hecho sobre el feminicidio: “Es el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas en un cuadro de colapso institucional. Se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso el feminicidio es un crimen de Estado. Es preciso aclarar que hay feminicidio en condiciones de guerra y de paz. El feminicidio sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales agresivas y hostiles que atentan contra la integridad, el desarrollo, la salud, las libertades y la vida de las mujeres. En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, maltrato, abuso, vejaciones y daños continuos contra las mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas”.

Y una tercera pregunta: ¿qué hicieron o dejaron de hacer las instituciones del Estado venezolano responsables de la prevención de la violencia de género para evitar los feminicidios ocurridos en Venezuela en lo que va de 2020?

7 mujeres asesinadas por sus parejas en 14 días de enero en Caracas

Dasvismar del Carmen Rodríguez Iglesias, de 15 años de edad, con 2 meses de embarazo, es una de las 7 mujeres asesinadas por sus parejas, en la Gran Caracas, en los primeros días de mes enero.

Su cadáver fue localizado en la habitación número 110 del hotel Gabial, avenida Las Acacias de Plaza Venezuela, el sábado pasado.

Caterina Rodríguez, madre de la adolescente, conoció el hecho, a la 1:00 am del domingo, cuando una vendedora de la zona la llamó para preguntarle donde velarían a su hija.

Dasvismar formaba parte de una familia de 5 hijos. Desde hacía 4 meses había iniciado una relación con un hombre de nombre Anderson, de 34 años de edad, es lo único que la familia conoce de él. La joven lo conoció en el hotel donde labora su mamá, en Capuchinos.

Rodríguez dijo que su hija pasaba el día con ella y de noche su pareja la buscaba, entre 9:00 y 10:00 pm, para irse al hotel de Plaza Venezuela.

La autopsia reveló que Dasvismar falleció al ser estrangulada.

La adolescente le había manifestado a su mamá que su pareja le había dado una cachetada el 5 de este mes porque había ido a la playa con su hermana de 19 años de edad. El Cicpc inició la búsqueda de la pareja de la víctima.

De los 5 hijos de Rodríguez le han matado dos. A Luis Gabriel, de 19 años de edad, lo ultimaron a tiros funcionarios del Cicpc cuando volaba papagayo, en El Guarataro. El 29 de este mes se cumplirán 3 años del suceso.

Otras víctimas 

Mercedes López, de 26 años de edad, madre de 4 hijos, fue ingresada el 8 de este mes al Hospital Domingo Luciani de El Llanito y falleció tres días después cuando era sometida a una intervención quirúrgica. La causa de muerte fue por shock séptico por traumatismo abdominal.

Giovanny Contreras, pareja de López, quien presuntamente la maltrataba, la llevó al centro asistencial, y cuando le preguntaron por las lesiones que presentaba dijo que ambos fueron asaltados y golpeados en Plaza Venezuela.

Después Contreras llamó a una amiga para informar lo ocurrido y desapareció. Una comisión de la policía científica inició un operativo para detenerlo.

La mujer era madre de 4 hijos, 3 vivían con su papá y el menor de un año de edad, residía con ella y Contreras quien no permitía que López trabajara debido a que la celaba.

En otro hecho, El domingo 13 de enero, José Manuel Rama Salcedo, de 53 años de edad, fue aprehendido por funcionarios de la policía municipal de Guaicaipuro, en el sector Palenque, parroquia Cecilio Acosta, estado Miranda, por estar presuntamente implicado en el homicidio de su pareja Belkis González, de 30 años de edad, a quien ultimó de varias cuchilladas.