Carmen Riera, autor en Runrun

 
La prevención es clave para evitar el asesinato de mujeres por violencia de género. Y vale preguntarse qué hizo o dejó de hacer el Estado venezolano para proteger a las víctimas reportadas en lo que va de enero de 2020

Reporte Proiuris

Los recientes reportes de asesinatos de mujeres en contextos de violencia de género vuelven a abrir el debate sobre la diferencia entre los términos femicidio y feminicidio. Un debate necesario en Venezuela, donde el  derecho de las mujeres a una vida  libre de violencia no está garantizado y amerita mucho más que una ley.

A través de la reforma de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en 2014, se incorporó el “femicidio”. En el artículo 15 se define como “la forma extrema de violencia de género, causada por odio o desprecio a su condición de mujer, que degenera en su muerte, producidas tanto en el ámbito público como privado”. En el artículo 57 se precisa  que “el que intencionalmente cause la muerte de una mujer motivado por odio o desprecio a la condición de mujer, incurre en el delito de femicidio, que será sancionado con penas de veinte a veinticinco años de prisión”.

Precisamente en 2014, la Real Academia Española desechó el término femicidio y convalidó el término feminicidio, definido como el “asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”. Sin embargo, las máximas autoridades de la lengua española se quedaron cortas en relación con el avance del debate sobre la violencia de género, sobre todo en América Latina.

El término femicidio, como una traducción al castellano del vocablo inglés femicide, se atribuye a la escritora sudafricana Diana Rusell, quien lo promovió durante el encuentro de aproximadamente 2.000 mujeres de 40 países para la organización del Tribunal Internacional sobre Crímenes contra Mujeres, que tuvo lugar en Bruselas, en 1974.  Junto con la investigadora estadounidense Janet Caputi, Rusell definió el femicidio como el “asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, el desprecio, el placer o el sentido de posesión hacia las mujeres”.

En consonancia con el principio de progresividad en materia de derechos humanos, los desarrollos teóricos de Rusell fueron objeto de revisión y reinterpretación en procura de mayores y mejores estándares de protección. En ese sentido, los mayores aportes los hizo la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, en la década de los 90 y en el contexto de la proliferación de asesinatos de mujeres por razones de género en Ciudad Juárez.

Al acuñar el término feminicidio, en vez de femicidio, Lagarde puso el acento en la responsabilidad del Estado, ya sea por acción o por omisión. Su razonamiento es sencillo: la mayor garantía del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia es la prevención efectiva. Y justamente allí lo que hace o deja de hacer el Estado marca la diferencia entre la vida y la muerte. 

En muchos casos, los feminicidios constituyen el desenlace extremo de otras formas de violencia de género sufridas por la víctima, que no son atajadas oportunamente. En muchos casos, como ocurre en Venezuela, la institucionalidad creada para proteger a las mujeres es ineficiente. Valga una pregunta: ¿cuántos feminicidios se podrían evitar en Venezuela si  las unidades receptoras de denuncias y las fiscalías especializadas ofrecieran medidas de protección y acompañamiento efectivo a las mujeres que sufren violencia de género, incluso aquellas que padecen el síndrome de la mujer maltratada y se resisten a denunciar a sus agresores? 

Además de la falta de prevención y a efectos de la resemantización del término feminicidio, Lagarde llama la atención sobre la impunidad, pues  no hay duda de que el Estado es responsable de la investigación, enjuiciamiento y sanción conforme a Derecho de los asesinatos de mujeres por ser mujeres. Una segunda pregunta: ¿Los feminicidios son investigados por dependencias especializadas y con enfoque de género del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalisticas o, simplemente, quedan en manos de la División contra Homicidios, como si fueran cualquier homicidio? 

Lagarde es generosa en argumentos, pues considera que detrás de los feminicidios están motivaciones estructurales relacionadas con la desigualdad de género, en términos culturales, políticos y jurídicos; así como la feminización de la pobreza.

En el portal feminicidio.net se resume la elaboración conceptual que Marcela Lagarde ha hecho sobre el feminicidio: “Es el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas en un cuadro de colapso institucional. Se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso el feminicidio es un crimen de Estado. Es preciso aclarar que hay feminicidio en condiciones de guerra y de paz. El feminicidio sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales agresivas y hostiles que atentan contra la integridad, el desarrollo, la salud, las libertades y la vida de las mujeres. En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, maltrato, abuso, vejaciones y daños continuos contra las mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas”.

Y una tercera pregunta: ¿qué hicieron o dejaron de hacer las instituciones del Estado venezolano responsables de la prevención de la violencia de género para evitar los feminicidios ocurridos en Venezuela en lo que va de 2020?

El Pitazo, TalCual y RunRun.es se unen para crear la Alianza Rebelde Investiga 
Los tres medios periodísticos unen sus recursos para realizar reportajes de investigación de largo aliento. Es una nueva etapa del trabajo colaborativo que hacen desde 2015

El Pitazo, TalCual y Runrun.es volvieron a unir fuerzas, esta vez, para hacer periodismo de investigación. Los tres medios de comunicación venezolanos crearon ARI, la Alianza Rebelde Investiga, un proyecto experimental que se formaliza como una plataforma para ofrecer a los periodistas la oportunidad de realizar reportajes que ameriten especiales recursos, tiempo y el trabajo en conjunto de profesionales de diferentes áreas. ARI es la primera en su tipo en Venezuela. 

“Muy en el espíritu de la Alianza Rebelde, hemos creado esta nueva plataforma”,  expresó Lisseth Boon, coordinadora de la Unidad de Investigación de Runrun.es y ahora, coordinadora de ARI.

Explica que esta nueva etapa de la alianza entre El Pitazo, TalCual y RunRun.es responde a una tendencia continental. “Varios medios periodísticos digitales en Estados Unidos y en otras regiones se han unido para hacer investigaciones, y nosotros veníamos haciendo estos trabajos de largo aliento de manera aislada, solo compartíamos la difusión de algunos de esos contenidos”. 

ARI va en sintonía con las alianzas entre medios periodísticos digitales, como una nueva forma de trabajar, de manera conjunta. “Nos blindamos para hacer mejores investigaciones, además, de integrar equipos multidisciplinarios y multi generacionales. La alianza reúne periodistas de diferentes edades y con talentos diversos para crear reportajes de investigación de largo aliento, que buscan revelar temas de interés público que son ocultos por los poderes”, explicó la coordinadora de la Alianza Rebelde Investiga. 

De ahora en adelante, estos tres medios acuerdan líneas de investigación, comparten recursos humanos (12 periodistas, cuatro infógrafos y diseñadores, tres fotógrafos, siete editores y videógrafos, y un personal logístico) y producen en conjunto investigaciones que serán pensadas desde el diseño, bajo la coordinación del área visual por Elsy Torres.

Torres aclara que las investigaciones producto de ARI serán publicadas simultáneamente en los portales de los tres medios digitales que la conforman. “Sin embargo, tomamos en cuenta que cada medio tiene audiencias diferentes, y es por eso que los proyectos se presentarán de forma distinta, y se cubrirán variadas aristas que cada medio definirá de acuerdo con su línea editorial”. 

La coordinación del área visual de ARI comenta que la expectativa es hacer más sistemático el proceso de creación de toda la parte gráfica que se necesite para cada nuevo trabajo de investigación que se produzca dentro de la alianza, y sobre todo, para pensar y concretar nuevas formas de contar historias.

Los integrantes de ARI llevan tiempo trabajando en algunas investigaciones que serán publicadas, próximamente, y que abordan temas relacionados con la violación de derechos humanos, corrupción y crímenes ecológicos. 

“Estamos muy entusiasmados. Es un reto trabajar con esta fórmula, para hacer reportajes de investigación en un país que está cercado por la censura, y que padece tantos problemas económicos, limitaciones tecnológicas, una deficiente conexión a Internet y el aislamiento, como consecuencia de esto. Es un reto hacer periodismo de investigación y de calidad con todas estas dificultades”, explicó Lisseth Boon. 

 

El génesis de ARI

Para 2017 El Pitazo, TalCual y Runrun.es dieron a conocer su unión bajo el nombre “Alianza Rebelde”. Una coalición editorial que les permitió, desde ese entonces, sortear la censura, luchar contra el acoso a los periodistas y crear trabajos periodísticos que han ganado diferentes premios a la investigación periodística.

Entre los trabajos que han sido galardonados resalta, entre otros, el reportaje de Runrun.es: “OLP: la máscara del terror oficial en Venezuela”, que resultó el primer lugar en el Premio Nacional de Periodismo de Investigación Ipys 2018; recibió mención honorífica en el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación Colpin 2018 y fue finalista en los Premios Global Shinning Light de la Red Global de Periodismo de Investigación 2019. 

En el marco de la Alianza Rebelde también se realizó el Proyecto “Vía Sobrecosto de Odebrecht”, que recibió el Premio a la Excelencia  Periodística SIP 2018 en la categoría Periodismo de Datos, y también obtuvo el Premio Internacional de Periodismo de Investigación contra la Corrupción Trace 2018. 

El Pitazo también ganó el Premio Ortega y Gasset 2019, por el reportaje multimedia La Generación del Hambre, y los tres medios TalCual, Runrun.es y El Pitazo, en alianza con otros tres portales mexicanos, ganaron el Premio Gabo, mención Cobertura, por el trabajo Muñecas en La Vitrina, que reveló un patrón en la trata de mujeres migrantes.

El sábado 2 de noviembre de 2019, Runrun.es fue reconocido con una mención honorífica del Premio #Colpin2019, de investigación periodística, por el especial  «La fuga del oro venezolano: la ruta de un saqueo oficial».

Lisseth Boon mencionó que la alianza no limitará en un futuro que se involucren otros medios a formar parte del equipo.

Así se vieron la guerra y la paz en 80 periódicos

SORPRENDER PARECE SER EL VERBO que menos se utiliza en las redacciones. Cada vez que sucede un acontecimiento histórico nos gusta ver cómo es valorado por los diferentes medios impresos del mundo. Observar qué tan originales o predecibles son; disfrutar leer titulares osados o fuera de lo común, apreciar cuál imagen escogen o la edición de una fotografía que se salte los parámetros típicos; o por el contrario constatar que quienes titulan, escogen fotos o diseñan las primeras páginas de los diarios apuestan por lo que siempre se ha dicho o hecho sin quizás reflexionar en que esto es uno de los elementos que más atenta contra la compra de un diario.

En esta oportunidad, de los 80 diarios que escogimos,  25 optaron por plasmar la firma de la Paz en Colombia y el debate por la presidencia de EEUU; 31 solo tuvieron sus ojos en Cartagena, mientras que 24 se quedaron en la guerra Clinton – Trump.

 

Recomendamos disfrutar de la presentación a pantalla completa.