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Comienza juicio a funcionarios implicados en la masacre de Policarabobo
La jueza admitió la acusación por homicidio calificado, corrupción propia, introducción de armas de fuego y omisión al socorro

El 20 de octubre se efectuó la audiencia preliminar del caso de la masacre de Policarabobo, en la que 69 personas fallecieron quemadas y por impactos de arma de fuego en la sede de la Comandancia General de la Policía de Carabobo. El hecho ocurrió hace 3 años y 7 meses.

El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), que ha hecho seguimiento a este caso, asegura que ha habido muchas irregularidades. Un ejemplo de ello es el hecho de que hay solo cinco imputados, a pesar de que participaron cerca de 50 funcionarios, no solo de la policía estadal sino también del Cicpc, y no se ha establecido la responsabilidad de la cadena de mando.

Además, según el OVP, se han perdido documentos claves que deberían estar en el expediente, como las declaraciones que varios funcionarios rindieron ante el Cicpc.

El 19 de octubre, luego de 32 convocatorias, la juez 9ª de Control, Melissa de Souza, llevó a cabo la audiencia y calificó este caso como un delito de lesa humanidad, por lo cual admitió la acusación completa presentada por el Ministerio Púbico y el Comité de Víctimas de la Justicia y la Verdad, representado por la abogada Lylí López, donde se solicitan los cargos por homicidio calificado para el subdirector José Luis Rodríguez y de complicidad necesaria para los 4 acusados, así como el delito de corrupción propia, de introducción de armas de fuego y delito de omisión al socorro.

Durante la audiencia, uno de los funcionarios acusados, Sergio Rodríguez Rodríguez, ofreció su declaración al tribunal, donde indicó que él no participó en el hecho, solo era el escribiente, y fue obligado por sus superiores a no dejar ninguna evidencia en el libro de novedades.

Los familiares de las víctimas manifestaron su satisfacción por este paso y afirmaron que continuarán luchando para que se haga justicia.

Por su parte, la abogada representante del Comité de Víctimas, Lylí López, también indicó que la causa sigue abierta, y continuarán las averiguaciones sobre el destino de los dos cuerpos desaparecidos de Rafael Ortega Sánchez y Jesús Antonio Rivas Lameda. “Este es apenas el primer paso, pero por fin se está haciendo justicia”, concluyó López.

Información de Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones

Familiares de las víctimas de la masacre de Policarabobo esperan por justicia

carlosdhoy@gmail.com

LA JUSTICIA NO HA LLEGADO para las familias de las 69 víctimas que dejó la masacre de Policarabobo ocurrida a finales de marzo de este año.

El incendio que se desató en los calabozos de la comandancia de la Policía del estado Carabobo ubicada en la avenida Navas Spinola de Valencia cobró la vida de 69 personas, 67 presos y dos mujeres que pernoctaban en el centro de detención.

Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), en la presentación del informe sobre el aso aaseguró que el poder judicial ha actuado con lentitud en el caso, al extremo que en siete meses transcurridos desde la masacre, aun no se ha realizado la primera audiencia preliminar.

“El juicio ha sido diferido en cinco oportunidades. Hay una frase que dice: justicia tardía no es justicia, en este caso vemos que la justicia está paralizada. A la fecha hay hay cinco funcionarios policiales imputados, quienes se encuentran detenidos en sus comandos, pero en realidad desconocemos si se encuentran en liberad o no, ya que son muy flexibles las condiciones de detención para los propios funcionarios en esos comandos”.

Agregó que aun no ha sido imputado un sexto funcionario del Cicpc, a quien identificó como José Aldana, quien es señalado por los testigos como uno de los que habría disparado contra los presos.

Prado aprovechó para rectificar la cifra que maneja el Ministerio Público sobre las víctimas en ese hecho, “ellos manejan 68 fallecidos, pero días después murió uno de los quemados, con lo que la cifra final, hasta ahora es de 69 muertos”.

Además denunció que los informes forenses no reflejan la causa real de la muerte de las víctimas, en el caso de José Manuel Pérez, el informe indica muerte por asfixia mecánica, sin embargo la madre de la víctima dice que el cuerpo presentaba tres impactos de bala, uno en la cara, dos en el abdomen y varios perdigonazos en el área de los genitales, «cuando le reclamé a la médico que firmaba que eso no era lo que ella había visto, la respuesta que recibió fue que ella no era la forense. Por lo que Prado indicó que es necesaria la exhumacion de los cuerpos y que se realice una segunda autopsia, que aclarará los hechos ocurridos el 28 de marzo de 2018

Lacava y Varela responsables

Prado además apuntó sus señalamientos sobre la falta de acusaciones judiciales contra el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava y contra la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, a quienes señaló de ser responsables por acción y por omisión en la muerte de las 69 personas.

“Los representantes del estado son responsables por acción y por omisión en el caso, ya que por una parte el mandatario regional tenía bajo su custodia a los detenidos y permitió que ocurrieran todas las irregularidades que desencadenaron en esa tragedia, mientras que la ministra no puede escudarse en una supuesta falta de competencias, cuando se determinó que en varias cárceles habían cupos para trasladar a muchos de los presos y no se hizo”.

Criticó la tardía reacción de la titular de prisiones, quien emitió una opinión, salvando su responsabilidad, cinco días después de haber ocurrido la tragedia.

Una masacre por un aire acondicionado

En el transcurso de la investigación realizada por el OVP, se determinó que lo que inicialmente fue presentado por las autoridades, como un motín provocado por los presos, fue en realidad una masacre organizada por funcionarios policiales en retaliación por la negativa de los presos a una requisa y por el cobro de un aire acondicionado que los funcionarios habían permitido que instalaran y que no habían cobrado por su acceso.

“Los presos tenían razones para pensar que se iba a producir una requisa, días antes había sido asesinado un recluso y habían rumores que decían que los policias querían aumentar las tarifas que cobraban por cualquier “beneficio” que tenían como visitas, comida, fiestas, ropa, colchonetas”.

El asunto es que cada vez que hacían esas revisiones, los policías destrozaban todas las propiedades de los reos, colchonetas, ventiladores, ropa, televisores, todo era destruido, por eso se opusieron a la revisión ese día, lo que generó una corto enfrentamiento. Pero al final los detenidos cedieron y pidieron que le permitieran salir a la “visita”, cuando ellas se retiraban los policías dispararon y mataron a la primera víctima de esos hechos, una mujer embarazada, a partir de allí se desató el infierno, los presos colocaron colchonetas en las rejas para impedir que los perdigones pasaran y los policías, que le colocaron candados a las rejas, rociaron con gasolina las colchonetas y entre las bombas lacrimógenas y otras cosas se desató el incendio, luego siguieron echando gasolina que encendían con sopletes y disparando no con perdigones, sino con balas”.

En medio del caos algunos pudieron correr y refugiarse en un baño, muchos no lo lograron, murieron quemados y heridos por las balas”.

Amenazas a familiares de las víctimas

Los familiares de las víctimas rindieron testimonio de la situación por la que han atravesado desde el día de la muerte de sus esposos, hijos y hermanos.

Además denunciaron que han sido amendrentados y amenzados por funcionarios de la Policía del estado Carabobo.

Cecilia Guerrero madre de uno de las víctimas de la masacre denunció que fue seguida por un funcionario encapuchado quien la conminó a mantenerse «calladita como en la cédula» porque le podía pasar algo.

María Rincones, madre de José Manuel Pérez Rincones, agregó, que hace un par de meses cuando salía de su casa, un funcionario policial efectuó un disparo hacia ella, le dijo que era una advertencia por estar sapeando a sus compañeros.

OVP sobre tragedia de Policarabobo: 5 policías no pueden ser únicos responsables de la muerte de 69 personas

El 28 de marzo se registró un incendio en la Comandancia General de la Policía de Carabobo ubicada en la calle Navas Spinola, de Valencia, dejó como saldo 69 personas muertas, 67 reos y dos mujeres que visitaban a los reclusos.

Dos meses han transcurrido de dicha masacre y los entes Gubernamentales no han dado una respuesta contundente a las causas que originaron el incendió. A través de una nota de prensa del Ministerio Público indican que el fuego se originó “durante un supuesto motín que protagonizaron los privados de libertad, en protesta a una requisa organizada por los funcionarios policiales desde tempranas horas de la mañana”.

Por lo hechos acaecidos fueron acusados el subdirector de la Policía del estado Carabobo comisionado José Luis Rodríguez Ramírez (49) por homicidio calificado por medio de incendio en grado de complicidad, a cuatro policías como coautores del delito y a tres de ellos por corrupción propia, debido a que cobraban a los privados de libertad para permitir la pernocta de personas en el recinto.

Desde el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) se rechaza que el Ministerio Público maneja las causas bajo la palabra “supuesto”, sobre todo cuando se presentó una acusación formal, se deben hablar de hechos ciertos y reales, ya que existe una precalificación de un delito.

Humberto Prado, director del Observatorio Nacional de Prisiones (OVP) manifiesta que esperan las condenas para los responsables luego de un proceso debido y la reparación integral a las víctimas y sus familiares, señala que los cinco policías acusados no pueden ser los únicos responsables de estos hechos, “también existe responsabilidad en autoridades superiores que deben ser investigadas y procesadas”.

Recuerda Prado que para el momento en los calabozos existía una población penal de 180 privados de libertad y la capacidad era para 30 reos, presentando en el momento el 600 % de hacinamiento. Aclara que no son traslado a penales porque desde el Ministerio de Servicios Penitenciarios no se otorgan los cupos.

Asegura que desde el primer momento del hecho, las causas del incendio no están claras, pues según relatos de familiares y sobrevivientes indicaban que además de que los funcionarios policiales los encerraron cuando comenzó el fuego y no prestaron el referido auxilio, serían los causantes de rosear la gasolina para que se originara el mismo, “esos son hechos que deben ser investigados”

Así mismo en el momento el OVP exigió que las autopsias de los reos, las cuales fueron realizadas en condiciones infrahumanas fueran repetidas. Humberto Prado explica que era necesario descartar dudas, mismas que hoy siguen presentes, porque esas autopsias no fueron realizadas nuevamente; recordó el caso de la masacre de Vista Hermosa, en el que los protocolos de autopsia señalaban una causa, pero al repetir los procedimientos se reveló que los cadáveres presentaban tiros descendentes en la cabeza. “Cuando hay todo ese tipo de hechos, los únicos testigos son los policías y los presos que sobrevivieron”, dijo.

Los protocolos de autopsia entregados a los familiares en el caso de PoliCarabobo indicaban que los reos murieron por asfixia mecánica y sofocación, aún cuando los propios dolientes denunciaron que algunos de sus seres queridos presentaban orificios por los pasos de proyectiles provenientes de armas de fuego.

Prado crítica que autoridades venezolanas se pronunciaron ante estos hechos dos días después de lo sucedido, cuando debió hacerse de forma inmediata, también se denuncia que los familiares no fueron atendidos de forma adecuada, porque fueron reprimidos el mismo día de los hechos irregulares en los calabozos, cuando tan solo querían obtener algún tipo de información.

Son muchas irregularidades que existieron durante el procedimiento y que desde el OVP se insta a que continúen las investigaciones sobre el caso y reitera el director de OVP que cinco PoliCarabobo no pueden ser los únicos responsables de la muerte de 69 personas.