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El Papa dice que son los comunistas los que piensan como los cristianos

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El papa Francisco afirmó que “son los comunistas los que piensan como los cristianos”, al contestar sobre si querría una sociedad de inspiración marxista, en una entrevista publicada hoy en el diario italiano “La Repubblica“.

“Son los comunistas los que piensan como los cristianos. Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan. No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad”, explica Jorge Bergoglio.

Por ello, Francisco espera que los Movimientos Populares, de los que recibió en el Vaticano hace unos días una representación, entren en política, “pero no el politiqueo, en las luchas de poder, en el egoísmo, en la demagogia, el dinero, sino en la alta política, creativa y de grandes visiones”.

El pontífice evita hablar del recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y asegura que de los políticos le interesa sólo “los sufrimientos que su manera de proceder pueden causar a los pobres y a los excluidos”.

Francisco explica que su mayor preocupación es el drama de los refugiados e inmigrantes, y reitera que es necesario “abatir los muros que dividen, intentar aumentar y extender el bienestar, y para ellos es necesario derribar muros y construir puentes que permitan disminuir las desigualdades y dar más libertad y derechos”.

Sobre los presuntos “adversarios” que tiene en el seno de la Iglesia, asegura que no les llamaría así y que “la fe une a todos, aunque naturalmente cada uno ve las cosas de manera diferente”.

Papa Francisco pide en Cuba una revolución de ternura

 

SANTIAGO, Cuba (AP) — El papa Francisco llamó el martes a los cubanos a vivir una «revolución» de ternura y de ayuda a los demás, en uno de sus últimos mensajes previa a su salida de un país en el que ha hecho algunas críticas sutiles a un sistema instaurado hace más de cinco décadas.

En un país donde el triunfo de la revolución de 1959 encabezada por Fidel Castro llevó a la isla a un proceso de laicismo, el pontífice pidió renovar la fe y a la Iglesia a «sembrar reconciliación» y tender puentes.

«Nuestra revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que se hace siempre compasión, que no es lástima… y nos lleva a involucrarnos, para servir, en la vida de los demás», dijo Francisco en su homilía en la Basílica del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre.

La Virgen de la Caridad es un símbolo de unidad de los cubanos por encima de sus ideas políticas y lugares de residencia.

A lo largo de su visita de cuatro días, el papa ha hecho algunas críticas sutiles al sistema comunista que prevalece en la isla. En los días anteriores, por ejemplo, llamó a pensar más en las personas que en las ideologías y a respetar a quien piensa distinto.

Francisco cumplía las últimas horas en Cuba antes de salir hacia Estados Unidos, donde rige un sistema capitalista que en varias ocasiones también ha criticado.

El papa busca ser un puente entre ambos países, que ahora están en un proceso de normalización de relaciones tras más de 50 años de enemistad.

Virgen del Cobre

(L’Osservatore Romano/Pool Photo via AP)

El papa llamó a la iglesia en Cuba a apoyar a todos y le pidió «que sepa acompañar todas las situaciones embarazosas de nuestra gente… no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos».

Al finalizar la ceremonia litúrgica, a la cual también asistió el presidente Raúl Castro, sostuvo un encuentro con familias en la Catedral de Santiago antes de viajar a Estados Unidos.

Ahí el papa calificó a la familia como «espacios de libertad» que ayuda a salvar a la gente de las divisiones y la masificación, dos cosas que transforman a la gente «en individuos aislados, fáciles de manipular y de gobernar»

Fuera del discurso preparado, el papa envió una bendición a todos los niños cubanos no nacidos y pidió a sus madres que lo oían, incluso por radio y televisión, que tocaran su vientre.

«Deseo que vengan sanito, que crezcan bien, que puedan criar al niño», dijo en una nación donde el aborto es legal y gratuito. Poco antes, el arzobispo de Santiago Dionisio García advirtió sobre las bajas tasas de natalidad.

Para algunos no escapó el trasfondo político que también tuvo antes la asistencia del Santo Padre al Santuario, en momentos en que Cuba y Estados Unidos negocian un acercamiento que comenzó en diciembre pasado y ya logró el restablecimiento de relaciones diplomáticas en julio pasado tras cinco décadas de enfrentamiento.

Los presidentes Raúl Castro y Barack Obama agradecieron públicamente a Francisco por su labor de facilitador del deshielo.

«Es un honor haber tenido tres papas en Cuba, un país tan pequeño, es algo grandioso. (Francisco) vino a bendecirnos y eso lo convierte en un tributo a los cubanos todos», dijo Roberto Lozada, un administrador de negocio de 50 años, también residente en el poblado del Cobre.

A su lado, su padre, Rolando Lozada de 73 años agregó: «La Virgen puede hacer que se coja otro camino (en las relaciones entre Cuba y EEUU) y que se quite todo este fenómeno, el bloqueo, para que salgamos adelante los cubanos».

PAPA-CUBA

(Tony Gentile/Pool via AP)

Washington mantiene un fuerte paquete de sanciones contra Cuba desde la década de los 60, tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro, presionando por cambios en el sistema político de la isla.

Obama reconoció que la política de embargo fue un fracaso, pero sectores del Congreso estadounidense, de quien depende levantar las medidas que son leyes, se niegan a un acercamiento.

Precisamente el papa hablará ante el legislativo norteamericano durante su viaje.

Además, la agenda del papa para este martes contempla como última actividad en la isla un encuentro con familias, antes de su salida directa a la capital estadounidense.

Los días anteriores el pontífice realizó dos misas masivas –una en La Habana y otra en Holguín– y se reunió con el presidente Castro y su hermano el líder Fidel Castro, además se entrevistó con jóvenes y religiosos.

Mientras tanto en el aeropuerto internacional Antonio Maceo todo estaba listo para la despedida del papa Francisco.

En la pista, el avión de Alitalia blanco pintado con las banderas del país europeo esperaba con las escalerillas desplegadas junto a una alfombra roja y una construcción color blanca con un techo y dos sillones que servirán para la ceremonia de despedida.

En los balcones del aeropuerto grupos de personas agitaban banderas blancas igual que en el camino al aeropuerto distante a unos 15 minutos de la capital santiaguera. El pontífice saldrá en momentos hacia Estados Unidos.

El presidente Raúl Castro encabeza la ceremonia de despedida del papa Francisco, quien concluye el martes una visita de cuatro días a Cuba.

 

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 ( Foto AP/Eduardo Verdugo )

Papa Francisco: “el servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas”

 

El papa Francisco ofició misa este domingo en la Plaza de la Revolución de La Habana antes miles de personas, muchas de las cuales llegaron al lugar en las primeras horas de la madrugada desde diferentes partes de la Isla. El pontífice hizo un claro llamado a servir a los más frágiles y advirtió que “el servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas».

En la plaza se encontraba también el gobernante cubano Raúl Castro, otros miembros del gobierno, personalidades del país y representantes de diferentes confesiones cristianas. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, también asistió al lugar vestida completamente de blanco.

Carteles con el rostro del Obispo de Roma, banderas del Vaticano y de Cuba, junto a sencillos abanicos con alusiones a la visita papal, conformaban parte de los adornos que llevaban los fieles a la misa. A la vez que una enorme imagen de Jesús cubría la fachada de la Biblioteca Nacional y la música religiosa resonaba en el lugar desde bien temprano.

«El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos, la padece” refirió Francisco durante la misa en la Plaza de la Revolución, el mismo lugar donde también oficiaron homilías los papas Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012.

Durante la misa Francisco definió a los cubanos como “un pueblo que tiene gusto por la fiesta, la amistad y las cosas bellas”. Aunque también consideró que “es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo” y lo llamó a cuidar la fragilidad del “que está a su lado”. El pontífice aseguró en su homilía que el pueblo cubano tiene «vocación de grandeza».

Jorge Mario Bergoglio recalcó que la importancia de un pueblo o de un individuo siempre se mide en “cómo sirve la fragilidad de las personas”, por lo que sentenció que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”. Alertó que «hay un servicio que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del servicio que se sirve».

Según el pontífice, «hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los míos, en nombre de lo nuestro. Ese servicio siempre deja a los tuyos por fuera, generando una dinámica de exclusión».

En una contundente advertencia, Bergoglio instó a los cubanos a «que cuiden y sirvan, de modo especial, la fragilidad de sus hermanos. No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado.» 

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El papa Francisco bendice la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre  durante la celebración d una misa masiva en la Habana, Cuba (Ismael Francisco/Cubadebate Via AP)

El Cardenal Jaime Ortega y Alamino, por su parte, evocó «la anhelada reconciliacion entre todos los cubanos, los que vivimos en Cuba o fuera de Cuba» y apuntó que «solo el amor y el perdón entre todos nosotros será un medio valido para una verdadera y pacifica renovación de nuestra nación cubana». El arzobispo de La Habana agradeció al papa Francisco por «estar sembrado inquietudes buenas y necesarias en nuestras conciencias tan adormecidas y acostumbradas a la mediocridad».

Varios activistas lograron llegar a la plaza, algunos desde el centro de la Isla como el caso del ex prisionero de la Primavera Negra, Félix Navarro quien viajó desde la provincia de Matanzas. Otros fueron detenidos en el lugar como Zaqueo Báez, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y el bloguero Agustín López, a la par que se han dado a conocer múltiples denuncias por cortes del servicio telefónico y arrestos domiciliarios.

Antes del comienzo de la misa en la Plaza, la televisión cubana transmitió una revista especial con los comentarios del padre Rolando Gibert. En la plaza, junto a los cubanos, estaban presentes también turistas de diferentes nacionalidades y era posible apreciar banderas de Puerto Rico, Argentina, España y México, entre otras.

Francisco, jesuita y misionero por Asdrúbal Aguiar

PadreJorge

 

En el intento de comprender la opción teológico política de Francisco y la circunstancia de su primer viaje como Papa a la América de habla hispana con escalas en Ecuador, Bolivia y Paraguay, desde dónde vierte enseñanzas ante feligreses con importantes mayorías indígenas, escribo al efecto y en sus textos de jesuita y luego como Cardenal advierto su clara distancia con el marxismo.

En conferencia que dedica a la memoria de los jesuitas mártires rioplatenses, en 1988, Jorge M. Bergoglio recuerda la experiencia pastoral de éstos en las reducciones indígenas paraguayas en el siglo XVII. Propone actualizarla de cara a las realidades de hoy.

Describe el “proyecto de paternidad” que éstos avanzan y recuerda que implica para el indígena estar “en capacidad de librarse, zafarse, de todo tipo de esclavitud”; sea la de un “opresor bandeirante, un encomendero venal o un hechicero. Y luego se pregunta ¿qué teología de liberación subyace en este proyecto?, para concluir por lo pronto que es “opuesto a los proyectos ilustrados de cualquier signo, los cuales prescinden del calor popular, del sentimiento, y de la organización y trabajo del pueblo”. Y dice que tampoco se trata de un proyecto de “repliegue sobre la propia cultura (en este caso la de los indios) olvidando el destino de universalidad…”.

Critica “el papel jugado por los marxismos indigenistas que reniegan de la importancia de la fe en el sentido trascendente de la cultura de los pueblos, y reducen la cultura a un campo de confrontación y lucha, en el cual la dimensión manifiesta del ser adquiere un valor meramente mundano y materialista…”. Agrega que tampoco se trata de un proyecto “que facilite la absorción fácil de estilo de vida ajenos, y que por tanto rechaza el conflicto tan fundamental el cualquier hombre, de ser uno mismo y – a la vez – confirmar las diferencias”. Es, en fin, un “proyecto de libertad cristiana”.

De modo que, en las reducciones opera un criterio paternal y de amor, de ayuda a la maduración y emancipación del indígena; a fin de que, a partir de sus discernimientos básicos y naturales como “su admiración por lo maravilloso” que da base a la hechicería, por “la audacia y elocuencia” de sus caciques, e incluso de los odios y pasiones que alimenta “bajo las aguas tranquilas” de su sumisión, y siendo abierto y dado al heroísmo, alcance desde allí a conocer y hacer valer su dignidad humana.

Se trata de un ir y venir, de un enriquecimiento recíproco entre la enseñanza evangélica trasplantada desde España y las cosmovisiones primitivas. Se trata de una misión que comienza por la realidad; es decir, conocer “el alma del indio” y sentir junto a él, en la convivencia, “sus necesidades”. De modo que, en un proyecto de amor paternal, de promoción de la dignidad del indio, como de libertad – “liberación de los malos encomenderos, liberación de la tiranía de la selva a la que hicieron sonreír con las cosechas, liberación de la esclavitud de la enfermedad curando sus llagas, liberación de la ignorancia” – cabe apreciar dos perspectivas diametralmente opuestas. “Las grandes guerras de conquista y anexión las ganaron siempre quienes dominaron el mar; las grandes guerras en pro de la consolidación de los pueblos las ganaron – en cambio – quienes se atrevieron a dejar las costas y se adentraron en la tierra”.

Los mártires jesuitas, en suma, corren en línea distinta de la que se impone bajo las cortes ilustradas borbónicas: “Responder a la noble intención de organizar este gran reino y uniformar su sistema político y económico con el de la metrópoli”, como lo dispone Carlos III. La universalidad fecunda que integra y respeta las diferencias se ve lamentablemente desplazada.

No es del caso cambiar la realidad encontrada sino de dignificarla, recuerda Bergoglio. Propiciar un cambio de actitudes trabajando sobre la realidad y con el ejemplo: “Realzar la dignidad del indio” es estar junto a él, es “curar un enfermo, darle de comer, bautizarlo y catequizarlo, enseñarle a labrar, danzar o tallar».

Roque González – uno de los jesuitas mártires – recuerda que “al edificar chozas para cada familia se crea conciencia de familia como base sólida de la sociedad, frente a la costumbre concubinaria”.

La opción teológico-política que redescubre el Padre Jorge, predica que “la exigencia de conversión del corazón es el momento espiritual de liberación del pecado propio y liberación del mal que sufren los indios. A través de esa conversión, se da el cambio de estructura pecaminosa de la relación económica: no son los indios los que deben pagar por lo que han trabajado, sino el encomendero valorar el sujeto trabajador que acrecienta su riqueza”.

Lejos se encuentra el Papa, pues, de la llamada “teología de la liberación”.  

 

@asdrubalaguiar

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La iglesia de Venezuela por Asdrúbal Aguiar

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Leo el discurso de Papa Francisco en Santa Cruz de la Sierra, donde agradece el encuentro de movimientos populares que le organiza Evo Morales luego de recibir de éste, antes y estupefacto, la hoz y el martillo – símbolo del comunismo – con un cristo clavado sobre el último y las preseas del Estado boliviano. Me detengo en uno de sus párrafos: “Ese arraigo al barrio, a la tierra, al oficio, al gremio, ese reconocerse en el rostro del otro, esa proximidad del día a día, con sus miserias, porque las hay, las tenemos, y sus heroísmos cotidianos, es lo que permite ejercer el mandato del amor, no a partir de ideas o conceptos sino a partir del encuentro genuino entre personas”.

Al Papa le preocupa, en igual orden, que se le pretendan imponer medidas a los Estados disimuladas bajo la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Pero, en línea con su prédica anterior, la Conferencia Episcopal Venezolana, por ser más “próxima” a la realidad, precisa bien que el terrorismo lo sufren “comunidades cristianas” por el hecho de serlo. Y el narcotráfico – que en Venezuela se gerencia desde el Estado y en yunta con las FARC – lo sufre el “pueblo”, con sus costos de violencia e impunidad.

“La preocupación por la gravísima situación que vive el país, sentida por todos, nos exige ser críticos, creativos, solidarios”, dicen los Obispos de Venezuela. Ellos, mirando la crisis social y económica que afecta a todo el pueblo sin distingos de clase, urgen del gobierno adoptar “medidas económicas sensatas”, distintas de las vigentes – orientadas a un capitalismo de Estado que enriquece a su burocracia y los prevalidos – y que “empobrece a la mayoría”.

Lejos de posturas maniqueas – la división entre buenos y malos, ricos y pobres – y entendiendo que todo está por hacerse y es perjudicial “cerrarse en visiones ideológicas, en fanatismos o en legados intocables”, que oblicuamente apuntan al modelo marxista-cubano instalado en el país, a la exacerbación de una lucha entre clases que no existe – salvo la que opone al Estado con el pueblo sufriente – y al culto al Comandante, recuerdan nuestros purpurados que “nadie, ningún sector o persona, tiene el monopolio de la verdad ni puede erigirse en oráculo de la verdad plena”.

Todos tenemos “la obligación moral de aportar lo mejor en la búsqueda del Bien Común”, lo que es consistente con el pensamiento de Bergoglio; prefiriendo al efecto “los intereses de los más pobres” pero bajo un claro concepto de justicia distributiva: “que no sean ellos los que carguen con lo más oneroso”.

Francisco, en la oportunidad señalada, aclara que al hablar se refiere a problemas que “tienen una matriz global”. Pero advierte un choque de perspectivas: “No se puede permitir que ciertos intereses –que son globales pero no universales– se impongan, sometan a los Estados y organismos internacionales, y continúen destruyendo la creación. Los Pueblos y sus movimientos están llamados a clamar a movilizarse, a exigir –pacifica pero tenazmente– la adopción urgente de medidas apropiadas”.

Al efecto, demanda un “cambio” pues – “el sistema (global) ha impuesto la lógica de las ganancias… sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza” -.  Creo, sin embargo, que lo viejo ya ha muerto y lo nuevo, dado el giro demencial de Era ocurrido en la historia de la Humanidad, no llega aún, sólo se perciben pugilatos:  Es el paso del tiempo de la materia y de los espacios con sus mercados y sus Estados, al tiempo del tiempo con su vértigo y virtualidad. Es esa sociedad de las comunicaciones instantáneas que nos permite recibir a distancia de miles de kilómetros el pensamiento social del papado, conocerlo y escrutarlo en tiempo real; por lo que mal cabe la queja del “monopolio” de los medios que promueven el consumo sin protestar el “monopolio” de los medios que emerge a manos de los Morales o los Correa a quienes visita Su Santidad.

Cabe decir, pues, que cuando las posiciones se extreman y unos a otros se acusan de buenos y de malos, el orden temporal pactado llega a su final. Ponerse la patria al hombro y construir otra vez a la nación, predica Bergoglio como Cardenal argentino.

Cuando todo está por hacerse entre todos y cuando los unos y los otros, por si solos, no pueden y en pugna, antes bien, disuelven todo, cabe volver “al poder de la soberanía popular”, a fin de que nos indique “el país que sueña y quiere”, según reza la Declaración de la Iglesia venezolana; pero fundado ello – lejos de ideologizaciones – sobre lo permanente: el carácter uno, único e irrepetible de cada individuo – de allí el pluralismo y su derecho a un proyecto de vida propio – y la necesidad, por sus carencias humanas, de participar junto a los otros en la construcción de la Aldea Común.

 

@asdrubalaguiar

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Beato Romero, profeta y mártir por Luis Ugalde

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Monseñor Romero era callado y tímido. Fue asesinado porque su voz se volvió libre, convertida en palabra de Dios que sale en defensa de los débiles, de los atropellados, de los campesinos ninguneados, para cuya vida digna no había lugar en El Salvador, ese pequeño país apropiado en exclusiva por un puñado de familias. Fueron bloqueados repetidamente los caminos democráticos y de paz hacia una vida digna para todos; fracasaron los intentos de desmilitarizar el gobierno y estalló la guerra para resolver el problema a sangre y fuego.

Monseñor Romero era un hombre de Dios, un arzobispo deseoso de que el gobierno resolviera los problemas; pero dolorosamente fue descubriendo que desde el poder se habían decidido a resolver el conflicto social con balas y represión. Veían como delito el ser miembro de las comunidades cristianas de base. A los catequistas de los pobres y a los pastores de los campesinos los fueron asesinando, hasta que acribillaron al padre Rutilio Grande, sj, el amigo y confidente espiritual de Romero, junto con dos campesinos que compartían su labor apostólica.

Rutilio y otros fueron  mártires que dieron su vida por la fe en Jesús, que es inseparable del amor y de la justicia. Al no querer hacer justicia, el gobierno se fue convirtiendo en delincuente negador de la vida.

Romero, como Jesús, en la oración se sintió llamado a hablar con la verdad y la fuerza de Dios y a convertirse en voz de los campesinos sin poder. Como el joven Jeremías, Romero sintió que Dios lo llamaba a hablar con palabras de fuego y, como el profeta, se resistió y le dijo a Dios que buscara a otro, pues él no sabía hablar (Jeremías 1,6); pero Dios le respondió: “No les tengas miedo, que estoy contigo”, “mira he puesto mis palabras en tu boca” (1, 8 y 9). De repente, la voz de Romero se hizo fuerte, poderosa, libre e indetenible. Cada domingo retumbaba por la radio para anunciar la paz y denunciar la guerra y los atropellos y, se escuchaba con esperanza en todo el país por cientos de miles, trascendiendo, incluso, las fronteras. Hasta que un día hizo un llamamiento directo a los hombres del ejército, guardia nacional y policía: “Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios… Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla… Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre (…) En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: ¡Cese la represión!”.

Estas palabras fueron su sentencia de muerte y Romero estaba dispuesto a dar la vida, porque aprendió de Jesús que nadie tiene más amor que el que da la vida y que quien la da por amor no la pierde, sino que la encuentra en la plenitud del Amor de Dios. Eso fue el 23 de marzo de 1980. Al día siguiente celebraba la misa en su capilla habitual y leía el evangelio del día: “Les aseguro que, si el grano de trigo caído en tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.”. (Juan 12, 24). Y comentaba: “Acaban de escuchar en el Evangelio de Cristo que no es necesario amarse tanto a sí mismo y que se cuide uno para no meterse en los riesgos de la vida que la historia nos exige, y, que el que quiera apartar de sí el peligro, perderá su vida. En cambio, el que se entrega por amor a Cristo al servicio de los demás, este vivirá como el granito de trigo que muere, pero aparentemente muere (…) Esta es la esperanza que nos alienta a los cristianos. Sabemos que todo esfuerzo por mejorar una sociedad, sobre todo cuando está tan metida esa injusticia y el pecado, es un esfuerzo que Dios bendice, que Dios quiere, que Dios exige”.

Poco después, un disparo al corazón desde la puerta de la iglesia le quitó la vida en medio de la celebración eucarística. Hoy, de ese trigo que parecía morir, nace la espiga abundante del beato Oscar Arnulfo Romero. Su primer y más grande milagro ha sido unir a la Iglesia de El Salvador, derribar las sospechas y prejuicios políticos contra él en el propio Vaticano, que impedían ver que hablaba como obispo desde el Amor de Dios, que se levanta para defender la vida del pobre y del excluido.

Cuánta falta nos hace en Venezuela la fuerza del espíritu fuerte, del Amor de Dios que afirma a los débiles por encima de las armas, del poder y de la riqueza. ¡Beato Romero, ruega por nosotros, para que seamos capaces de defendernos como pueblo maltratado y democracia pisoteada y caminemos juntos hacia la reconstrucción reconciliada!

 

El Nacional

El Estado Islámico difunde en un vídeo el asesinato de 28 cristianos

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Un video difundido por el Estado Islámico parece mostrar la matanza de dos grupos distintos de cristianos etíopes por parte de las filiales del grupo extremista en Libia.

El video, de 19 minutos y subido a internet, muestra supuestamente a dos grupos de cautivos. Dice que un grupo está en poder de una filial del Estado Islámico en el este de Libia llamada Provincia de Barka y el otro en poder de una filial en el sur llamada Provincia de Fazzan.

Un enmascarado que blande una pistola dice en un largo discurso que los cristianos deben convertirse al islam o pagar un impuesto especial como ordena el Corán. El video alterna luego entre imágenes de cautivos en el sur a los que matan a tiros y otros en el este a los que decapitan en una playa.

No estaba claro de inmediato quiénes eran los cautivos ni cuándo los capturaron. Tampoco estaba claro cuántos eran los ejecutados.

El video llevaba el logo oficial Al-Furqan, la división de medios del Estado Islámico y era similar a videos anteriores difundidos por el grupo extremista. En un video difundido en febrero, se ve a milicianos en Libia decapitar a 21 cristianos egipcios en una playa.

El Estado Islámico ha podido ganar terreno en Libia, donde dos gobiernos respaldados por milicias rivales pelean entre ellos.

El grupo Estado Islámico también está avanzando en Irak, donde los extremistas tomaron tres aldeas cerca de Ramadi, en la provincia occidental de Anbar y mantenían combates intensos con las fuerzas del gobierno.

Más de 90.000 personas han huido ante el avance de los extremistas en Anbar, informó una agencia humanitaria de la ONU el domingo.

La Oficina para Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA por sus siglas en inglés) explicó el domingo que los civiles huyen de Ramadi y de tres localidades cercanas que la milicita radical tomó hace unos días. Las agencias humanitarias actuaron rápido para proporcionarles asistencia, incluyendo alimentos, agua y alojamiento, agregó.

«Nuestra principal prioridad es entregar asistencia vital a las personas que huyen – alimentos, agua y refugio están en lo más alto de la lista de prioridades», dijo Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU para Irak.

Grande se mostró preocupada por la seguridad de los desplazados, que en su mayoría se dirigen a Bagdad y Faluya, en manos de Estado Islámico.

«Ver a la gente cargar con lo poco que pueden llevar y huir en busca de un lugar seguro es desgarrador», agregó.

Funcionarios iraquíes en Anbar han descrito Ramadi como una ciudad fantasma, con calles vacías y comercios cerrados.

Tropas iraquíes, respaldadas por milicias chiíes y bombardeos aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos, lograron expulsar al grupo Estado Islámico de la ciudad de Tikrit, en el norte del país, a principios de este mes.

Los soldados se han enfrentado a los insurgentes en Anbar, que vivió algunos de los combates más intentos durante los ocho años de ocupación militar estadounidense.

El papa cuestionó silencio cómplice ante asesinatos de cristianos en África y Medio Oriente

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El papa Francisco, quien presidió la tradicional procesión del Viernes Santo en el Coliseo romano, censuró lo que llamó «el silencio cómplice» en torno a los homicidios de cristianos.

La ceremonia nocturna, conocida como el viacrucis, se realizó en la antigua arena iluminada por antorchas recuerda el sufrimiento y la muerte de Jesús en la cruz.

Después de escuchar en silencio -con frecuencia con la cabeza inclinada y los ojos fuertemente cerrados- las reflexiones leídas en voz alta sobre el sufrimiento de Jesús, Francisco hizo énfasis en lo que últimamente ha sido una preocupación urgente de su papado: el martirio actual de cristianos en partes de Oriente Medio, África y otras regiones.

«Vemos, incluso hoy, a nuestros hermanos perseguidos, decapitados y crucificados por su fe en ti, frente a nuestros ojos o con frecuencia con nuestro silencio cómplice», afirmó mientras oraba.

Unas horas antes, el pontífice había condenado el letal ataque efectuado por extremistas islámicos contra cristianos en una universidad de Kenia. Anteriormente este año condenó el homicidio en Libia de 21 cristianos coptos a manos de milicianos afiliados al grupo Estado Islámico, y dijo que fueron asesinados simplemente porque creían en Cristo. Y ha lamentado cómo cristianos en partes de Oriente Medio han sido obligados a huir de sus antiguas comunidades para poder escapar de la persecución.

Entre los elegidos para turnarse en llevar la delgada cruz en la procesión había fieles de Irak, Siria, Nigeria, Egipto y China.

Una de las oraciones durante la procesión pedía que el «derecho fundamental a la libertad religiosa» se extienda por todo el mundo.

En otra reflexión, un lector dijo que «nuestra conciencia está inquieta. Preguntamos ansiosamente: ¿cuándo será abolida la pena de muerte, aún practicada en muchos estados?» También hubo una apelación para que se acabe cualquier forma de tortura.

Decenas de miles de turistas, peregrinos y romanos sostuvieron velas mientras se unían en las oraciones en una noche cálida.

El Papa celebrará la misa de la vigilia pascual el sábado por la noche en la Basílica de San Pedro. El Domingo de Resurrección la misa será en la Plaza de San Pedro.