Machado exige a Chile "llegar a la verdad" sobre muerte de Ronald Ojeda - Runrun
Machado exige a Chile «llegar a la verdad» sobre muerte de Ronald Ojeda

María Corina Machado exigió a las autoridades de Chile «llegar a la verdad» en el caso del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, cuyo cadáver fue encontrado la noche del viernes en Santiago, luego de una semana desaparecido tras haber sido secuestrado.

«Esperamos los resultados de una investigación exhaustiva por parte del Gobierno de Chile para llegar a la verdad de los hechos y para que los responsables enfrenten la justicia», expresó en X la liberal, candidata presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el principal bloque antichavista.

Consideró que el «brutal crimen» del teniente retirado, quien antes fue «preso político» en Venezuela, «ha provocado conmoción» entre los venezolanos. 

«Su secuestro y asesinato evidencian que el acoso trasciende las fronteras», agregó Machado.

Oposición venezolana exige justicia

El sábado, la PUD condenó este «asesinato en circunstancias aún por esclarecer», y recordó que Ojeda «se encontraba en condición de refugio en Chile debido a la persecución política en su contra».

«Exigimos al Estado chileno que profundice la investigación de este condenable crimen y se puedan determinar y castigar tanto a los autores materiales como a los autores intelectuales», subrayó el bloque a través de la misma red social.

El fiscal chileno a la cabeza del Equipo Contra el Crimen Organizado (ECOH), Héctor Barros, confirmó el viernes el hallazgo del cuerpo sin vida, que fue encontrado debajo de un bloque de cemento, a unos 1,4 metros de profundidad.

La desaparición de Ojeda, opositor al Gobierno de Nicolás Maduro, había suscitado polémica en ambos países, donde algunos medios vinculaban el caso con la política, una aseveración que fue desestimada por el considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien aseguró que Venezuela «no tiene nada que ver» con este hecho.

El nombre de Ojeda figura en el listado difundido a finales de enero por el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, de 33 militares degradados y expulsados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «implicados en conspiraciones» que incluían el asesinato de Maduro.

El diario inédito de las torturas que sufrió el exmilitar

Javier Ojeda, hermano del extiente retirado Ronald Ojeda Moreno, reveló que el exmilitar asesinado en Chile dejó unos escritos en los que contaba sobre las torturas que sufrió cuando la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) lo detuvo.

El escrito contiene 185 páginas a las que tuvo acceso el diario chileno La Tercera. Javier explicó que Ronald, tras salir de Venezuela huyendo de la prisión, comenzó a escribir sus vivencias y dejar registro de ello.

“No alcanzó a publicarlo, pero él sabía que el régimen lo estaba cazando. Por eso me lo dio”, dijo el hermano de Ronald Ojeda en declaraciones que ofreció al citado medio.

Ojeda Moreno fue secuestrado el 25 de marzo de 2017 hacía guardia en su puesto de mando en Apure.  Lo citaron a una reunión en Caracas y se preparaba para viajar, para lo cual  fue a la oficina de su superior, “el general de brigada Ovidio Delgado Ramírez”.

El militar felicitó a Ojeda por su trabajo, y lo calificó de ejemplar. Le hizo varias preguntas. Luego, le dio un sobre con dinero.

“Desconocía por completo que a ese nivel se entregarán ‘premios’ de esta índole con tal ligereza e informalidad. ‘Toma, Ojeda, para que compartas con tu familia y por el futuro niño. Hiciste un buen trabajo’”, escribió el exteniente.

En el escrito, Ojeda narra que se retiró a su habitación para preparar el viaje y en eso, un sargento le pidió abandonar la unidad en 10 minutos. Tomó sus pertenencias y subió a su vehículo. Pero otro auto se le cruzó en el camino. A bordo iba uno de sus compañeros, quien minutos atrás lo había felicitado. 

Era el coronel segundo comandante de la brigada Marco Tulio Álvarez Reyes, alias Machetico. Muy apresurado se baja, abre la puerta de mi vehículo y me apunta a la cabeza con su arma de reglamento. ‘Teniente, maldito traidor’, recuerda que le dijo.

Ojeda escribió que fue trasladado a un aeropuerto abandonado. Allí había militares vestidos de negro, sin identificación, que portaban el logo de la Dgcim.

Relató que el general Delgado lo esposó y le explicó por qué estaba detenido: “(Lo hizo) para entregarme al órgano de inteligencia de la tiranía; por un presunto golpe militar fallido contra el tirano Nicolás Maduro y sus acólitos”, explicó Ojeda.

“Me dice: ‘eres un traidor, ¿estás conspirando?’. Si era verdad, no podía darle razones y, si era mentira, no podía darle elementos para crear supuestos. Así que mi ‘no’ fue muy sincero: ‘nada que ver mi general’”, prosiguió.

En las páginas de su escrito, Ojeda Moreno señaló que lo subieron a un avión y lo interrogaron por el dinero que llevaba consigo, el mismo que le habían obsequiado hace unos minutos. Allí comenzaron las torturas de las que fue víctima por la Dgcim, según denunció.

Ronald recibió primero una patada en la cabeza. Los funcionarios abrían la puerta y amenazaban con lanzarlo. También lo rociaron con gas pimienta en el rostro y lo asfixiaron con una cuerda amarrada a su cuello, añaden las páginas.

Lo primero fue una patada en la cabeza. Abrían la puerta del avión, amenazando con lanzarlo. Le rociaron gas pimienta en el rostro, y luego lo asfixiaron con una cuerda amarrada a su cuello.

Las preguntas seguían. Pero Ojeda pensó que la forma en que eran formuladas sólo delataba la falta de información de sus captores.

“¿Qué sabes?; dinos todo y se acaba esto, si nos colaboras, nosotros podemos ayudarte”, decían. “No sé nada”, respondía Ojeda.

“Ahora con descargas eléctricas para ver si con eso lograban alguna respuesta. Sesiones interminables donde ataban los cables a los extremos de mis orejas, en los dedos meñiques de las manos, en los tobillos. Rociaban la capucha negra con agua, para evitar que entrara oxígeno”, suma el escrito.

El avión aterrizó en la ciudad de Caracas, pero Ronald estaba seguro de que el aterrizaje solo era el principio de algo más escabroso. Ronald Ojeda despertó en una celda de una cárcel de la Dgcim sucia, totalmente oscura y sin luz.

En su escrito dejó plasmado que le lanzaban la comida al suelo sin platos y solo le daban arepa y lentejas. Cuando terminaba de comer, lo sacaban para más sesiones de tortura e interrogatorio, encabezadas por mandos medios de la Dgcim, de acuerdo con lo que dejó escrito.

Con información de EFE