A falta de conflicto con Colombia, bien vale pelea con Guyana - Runrun
A falta de conflicto con Colombia, bien vale pelea con Guyana

 

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  • Analistas coinciden en que el presidente Nicolás Maduro retrocedió en la disputa limítrofe contra Colombia, pero decidió avanzar en la retórica contra Guyana y la Exxon Mobil.
  • El Gobierno venezolano se retractó en la controversia limítrofe al derogar el martes 7 de julio de 2015 con un decreto la delimitación que había hecho en mayo sobre territorios en el Golfo reclamados por Bogotá y áreas marítimas que administra Guyana
  • Un exdiplomático, una internacionalista y la directora de una firma de consultoría política aseguran que el Gobierno busca desviar la atención de los problemas internos para aglutinar fuerzas del chavismo de cara a las parlamentarias

@albertoyajure

“Es obvio que hay un proyecto, que es político, y que intenta canalizar a ciertos sectores del chavismo para hacer lo que hizo el general argentino Leopoldo Galtieri con Las Malvinas”, asegura a Runrunes el abogado y ex diplomático Emilio Figueredo, al ser consultado sobre las declaraciones del presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional (AN) el lunes 7 de julio de 2015.

Figueredo, quien fue el representante de Venezuela en las negociaciones con Guyana entre 1983 y 1992, asegura que Maduro reculó en la disputa limítrofe con Colombia y decidió mantener abierto el frente del conflicto con Guyana sobre la soberanía del Esequibo. El Gobierno sustituyó el martes 7 de julio el decreto promulgado el 26 mayo de este año que declaraba la soberanía sobre zonas territoriales en el Golfo de Venezuela (disputadas por Colombia) y sobre El Esequibo (reclamadas por Guyana).

“Hubo ciertamente un recule con respecto a Colombia. Creo que se debe a que el Gobierno ya tenía varios frentes abiertos y eso es siempre un problema. El de Colombia era ciertamente el más difícil porque provocó la protesta del gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Y aunque Maduro decidió avanzar en la retórica contra Guyana, dirigió buena parte de su discurso contra la Exxon Mobil”, explica.

La molestia colombiana se debió a que el decreto venezolano delimitaba sobre áreas marinas y submarinas que aún están en disputa entre los dos países, mientras que por el lado de Guyana se reclamaba sobre áreas que este país administra y en las que ha otorgado concesiones para la explotación petrolera. Maduro habría zanjado el conflicto con Colombia mediante el nuevo decreto publicado este martes, en el Gobierno reconoce la existencia de diferendos sobre zonas territoriales aún en disputa. Pero con Guyana, siguió en pie la pelea: El presidente llamó a consultas al embajador en Georgetown, habló de reducir al mínimo el personal en la sede diplomática y hasta aseguró que pediría una reunión multilateral en varias instancias, una de estas la ONU.

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En respuesta, la Cancillería de Colombia difundió el martes un comunicado en el que celebró la decisión de Maduro de modificar el decreto previo del 27 de mayo, que reconoce que hay «delimitaciones de aguas marinas y submarinas pendientes de ser negociadas». Recobrados los términos cordiales en el diferendo con Colombia, el debate con Guyana se tornó más agrio. El Canciller de Guyana acusó esta semana a Maduro de agredir a Georgetown y aseguró que cualquier reclamo debía ser canalizado a través de Caricom.

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Figueredo había ya advertido sobre lo “delicado y peligroso” de la respuesta que emitió el gobierno venezolano ante las concesiones que ha autorizado Guyana para explotar su plataforma continental. “Pero esas concesiones las entregó la administración anterior de Guyana, no la de ahora, de David Granger (presidente de Guyana)”, afirmó.

Maduro enfiló la artillería contra Exxon Mobil, el gigante petrolero estadounidense, a quien acusa de ser el enemigo externo que quiere apoderarse de la riqueza petrolera del país en el territorio que reclama Venezuela y que administra Guyana. “El decreto fue vaciado de contenido y cambiado por otro que se publicó hoy”, resume el ex embajador.

Angelina Jaffe, abogada y directora de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Metropolitana (Unimet) también cree que Maduro retrocedió con la modificación del decreto porque probablemente avistó un conflicto mayor al que podía manejar.

“Maduro se echó para atrás. Afirmó que iba a revisar los decretos limítrofes. Pero la verdad no sé qué es lo que va a revisar. Lo de ayer en la AN fue un acto de apaciguamiento, tanto con Guyana como con Colombia”, considera la analista.

Mediación, conciliación y arbitraje

Las opciones para la resolución del diferendo limítrofe entre Venezuela y Guyana parecen agotarse. Aunque Maduro afirmó que solicitaría la mediación del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expertos consideran que este mecanismo, que está en implementación desde hace “casi 25 años”, no ha dado resultados.

“La ONU ya cumple un papel de mediación desde hace décadas, pero no se ha avanzado y los guyaneses han dicho que este es un mecanismo agotado, que no dará ningún resultado”, recuerda Jaffe; mientras que Figueredo da un paso más adelante: “Los buenos oficios (como se le llama al procedimiento de negociación) se acabaron. Aquí lo que queda es siguiente paso que es la conciliación; y si no funciona, un arbitraje”.

El Acuerdo de Ginebra, firmado por ambos países en 1966 —año de la independencia de Guyana— establece que ambos países deberán llegar a un acuerdo pacífico para la resolución de la disputa limítrofe. El presidente de Guyana, David Granger, afirmó esta semana que Venezuela está “aislada” en el Caribe y que el país era una “carga difícil de llevar”.

Aunque las declaraciones han dado paso a la escalada de las tensiones, tanto Jaffe como Figueredo coinciden en que Venezuela no ha logrado los apoyos diplomáticos en la región, pese a los proyectos de integración como Petrocaribe: los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) han apoyado históricamente las posiciones de Guyana sobre el Esequibo.

“Todos estos países han votado en bloque y durante décadas a favor de Guyana. Si el Gobierno pensaba que eso iba a cambiar está equivocado porque eso no ha cambiado y veo muy difícil que suceda”, dice Jaffe.

Figueredo considera que tanto los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2013) como el de Maduro (2013-) han permitido el otorgamiento, desde hace 15 años, de concesiones por parte de Guyana en territorio venezolano. Además observa como una torpeza la emisión de decretos unilaterales, porque ha provocado “la internacionalización” del conflicto, porque percibe que allí Venezuela tiene menos opciones de salir con una victoria.

Las nuevas muletas del Gobierno

Tres analistas coinciden en que las recientes tensiones territoriales con Colombia y Guyana constituyen una estrategia electoral para “despertar” y aglutinar las bases del voto chavista de cara a las elecciones parlamentarias.

Carmen Beatriz Fernández, directora de la firma Dataestrategia, asegura que no es la primera vez que el Gobierno plantea una situación de conflicto bélico en período preelectoral: “La estrategia del enemigo externo siempre funciona en política. No es algo nuevo y ha sido usado por décadas en otros países y Venezuela no es la excepción”.

La analista asegura que la orden ejecutiva del presidente estadounidense, Barack Obama, permitió al oficialismo aglutinar fuerzas en torno a la visita del primer mandatario a Panamá en la Cumbre de las Américas y que la campaña del Gobierno en torno al enemigo externo y el decreto que sancionó a siete funcionarios venezolanos le permitió a Maduro juntar fuerzas contra EEUU y subir hasta cinco puntos en las encuestas de aprobación popular.

“El tema aquí no es solo el conflicto territorial y la estrategia electoral. Hay que ver esto desde otro enfoque, que es que los países vecinos evalúan que en Venezuela hay un gran desorden, una gran improvisación, que falta conducción política. Y esas son oportunidades que los demás aprovechan”, matiza.

Jaffe asegura que el tema de Guyana en medio del contexto de crisis económica y política que atraviesa el país es coyuntural: “Es claro que el Gobierno buscará explotar el patriotismo”.