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DDHH Olvidados | El teniente de navío Jefferson Díaz fue coaccionado para declararse culpable
Estando en la Dgcim de Boleíta, contó su madre, Jefferson “fue torturado con palos en sus costillas, con bolsas negras, lo guindaron de los pies y lo metían en un tobo con agua para ahogarlo y lo sacaban. Fue sometido a electricidad”
Cuando Jefferson Díaz fue detenido, aseguró su progenitora, los funcionarios le enseñaron fotos y videos de sus padres siendo interrogados. Le decían que si no se declaraba culpable “iban a arremeter” contra ellos

@Andrea_GP21

 

El teniente de navío del Ejército Bolivariano Jefferson Díaz Mendoza, de 34 años, fue detenido la noche del 23 de octubre del 2019 por una comisión de la Dirección Nacional de Contrainteligencia Militar (Dgcim) cuando se encontraba en el Comando de Guardacostas de La Guaira. Sin mediar explicación, se lo llevaron por estar supuestamente implicado en una operación contra el gobierno de Nicolás Maduro denominada “Jaque Mate”.

Mary Cruz Mendoza, madre de Jefferson, contó que tanto ella como su fallecido esposo fueron detenidos y llevados a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Valencia. Mientras eso ocurría, el militar estaba en la sede de la Dgcim en Boleíta.

Su hijo fue sentenciado a 10 años y seis meses de prisión por el Tribunal de Ejecución y fue “coaccionado” a declararse culpable. “Nos tomaron fotos y videos que fueron usados para coaccionar a mi hijo en el momento”, relató la madre del teniente de navío.

 

Jefferson fue imputado por los delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión, contra el decoro militar y contra la seguridad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por la supuesta sustracción de unas tarjetas de memoria que presuntamente tenían información que entregarían al gobierno de Estados Unidos.

Coaccionado para declararse culpable

Cuando Jefferson Díaz fue detenido, contó su madre Mary Cruz Mendoza, los funcionarios le enseñaron fotos y videos de sus padres siendo interrogados. Le decían que si no se declaraba culpable “iban a arremeter” contra ellos.

“Ya era bastante con que él estuviera detenido para que también a nosotros nos hicieran algo. Eso le hizo tomar la decisión de declararse culpable, por lo que le dictaron diez años y seis meses, de los cuales lleva cuatro”, reveló su madre en entrevista con Runrun.es.

Actualmente Jefferson está recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) de Los Teques, estado Miranda, conocida popularmente como la cárcel militar de Ramo Verde.

“Gracias a Dios goza de buena salud porque hemos estado pendiente de que consuma sus vitaminas y le llevamos todas sus provisiones”, contó.

Víctima de torturas

Tras su detención Jefferson estuvo recluido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, un lugar que familiares de presos políticos y defensores de los derechos humanos han catalogado como un “centro de torturas”.

Pasados unos 50 días desde su detención fue cuando por fin su mamá pudo verlo. Estaba pálido por no ver la luz del sol y llevaba puesta una braga manga larga hasta el cuello. “Yo le dije ‘¿por qué andas vestido así?’ Y me respondió ‘no te puedo decir’”, porque allí estaban los custodios escuchando todo lo que conversaban.

Estando en la Dgcim, contó su madre, Jefferson fue “torturado con palos en sus costillas, con bolsas negras, lo guindaron de los pies y lo metían en un tobo con agua para ahogarle y lo sacaban. Fue sometido a también a electricidad”.

Todas esas torturas le ocasionaron secuelas como fuertes dolores de espalda por los que a veces ni siquiera puede levantarse de la cama. Además, el preso político debe “aguantarse” los dolores hasta que los fines de semana su madre le lleve medicamentos “porque allí donde está no tienen ni una inyectadora”.

 

“Yo estoy pendiente de llevarle su calmante, de llevarle las vitaminas como complejo B, cosa de que se fortalezca”, dijo su mamá.

Para mantenerse en buena forma y mejorar su salud física, Jefferson hace ejercicios que le ayudan a fortalecer su espalda. Nunca había sufrido de eso, pero ahora sí “debido a los trancazos que le dieron”, asegura su madre. 

Su padre murió de tristeza

El esposo de la señora Mary Cruz era paciente renal y falleció en marzo del 2021. Jefferson no pudo darle el último adiós a su papá. 

“Mi esposo muere en este proceso en el que a mi hijo lo apresan. Él de verdad fue débil y se desmejoró. Él sufrió mucho, lloró mucho, mi esposo muere de tristeza, muere de la enfermedad que le agravó por las circunstancias”, relató Mendoza.

“Yo le pido a Dios, y luego le pido al gobierno de Nicolás Maduro, que tenga un poquito de conciencia, de amor y de entereza. Que libere a los presos políticos porque realmente están allí presos por esas cosas de la vida, porque mi hijo es inocente y pido la libertad para él”, señaló la señora Mary Cruz.

Una madre y su hija solas

Para el momento en que Jefferson fue detenido se encontraba soltero, pero la señora Mary Cruz siente que, en otras circunstancias, actualmente él tendría una esposa e hijos sin la presencia de su padre.

“Nos quedamos mi hija y yo solas sin la presencia de mi hijo. Mi hija trabaja bien duro para mantener a su hermano y para mantenerme a mí, porque yo hasta hace dos años trabajé, pero yo tenía que luchar por mi hijo, tenía que ir a múltiples reuniones, a congregaciones, a todo para poder lograr la libertad de mi hijo”, relató.

 

La madre del teniente de navío del Ejército ansía que todo lo que ha hecho no sea en vano, para  poder tener a su hijo en casa en las Navidades de este año y no tener que llevar su almuerzo navideño hasta la cárcel de Ramo Verde.

“Él es un chico muy optimista,  siempre digo que es mi orgullo y que lo admiro, como madre, como persona, como mujer (…) Lo admiro porque tiene una actitud de que él va a salir, de que la justicia divina es grande y que la justicia divina debe hacerse efectiva”, señaló Mary Cruz Mendoza.