“LO QUE LE PASÓ AL CAPITÁN RAFAEL ACOSTA ARÉVALO, le puede pasar a cualquiera de los militares presos”, fueron las palabras de Zaida Angarita, madre del Teniente de Fragata Gustavo Carrero, quien también se encuentra detenido en las celdas de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Angarita y Keyla Flores esperaron sentadas a un lado de la tribuna de oradores del Hemiciclo de Sesiones, mientras la diputada y presidenta de la Comisión de Política Interior, Dennis Fernández (AD-Cojedes) daba inicio al debate de la Asamblea Nacional que denunciaba la tortura, tratos crueles a los militares presos y el asesinato del Capitán de Corbeta, Rafael Acosta Arévalo.
Fernández exigió al Hemiciclo no solo presentar un proyecto de acuerdo, si no hacerle seguimiento a cada uno de los casos y prestar apoyo a todos los familiares. Por eso las invitó a hablar junto a ella y dar más detalle de lo que sufren los militares presos.
Flores llevaba puesta una franela que mostraba la fotografía de su esposo, Ruperto Molina, mientras Zaida Angarita tenía un cartel con la denuncia de que Gustavo Carrero tiene 381 días preso.
Pero no solo hablaron de sus familiares directos, porque Angarita denunció que junto a su hijo, hay otros compañeros de la Armada que tienen el mismo tiempo detenidos y tampoco se han salvado de las torturas.
Los diputados, periodistas y el resto de familiares escuchó con atención y con expresión de alarma todo lo que han padecido los funcionarios presos tanto en la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y Ramo Verde.
Asfixia con bolsas plásticas, ojos vendados, manos esposadas con uñas ensangrentadas, corte en las plantas de los pies, son algunas de las prácticas denunciadas.
Además los mantienen en celdas de 2×2 con paredes blancas y la luz encendida todo el tiempo, con lo cual no saben cuándo es de noche o de día. “Hacen sus necesidades en bolsas plásticas y luego pueden pasar una o dos semanas sin recoger los desechos”, alertó Angarita.
Keyla Flores expresó que los victimarios son “cada vez más crueles y despiadados” y con una voz tenue pero segura agregó que ahora ellas son la voz para salvaguardar la vida de sus familiares.
No lloraron y tampoco quebraron su voz. Fueron enfáticas en exigir el cese de las torturas y también la intervención de estos cuerpos de seguridad. Además de pedir el apoyo del Parlamento, también mostraron su agradecimiento a los diputados y Angarita aseguró, con una sonrisa, que Venezuela “pronto logrará su libertad”.
Justicia Imparcial
Luego de finalizar su intervención, Angarita y Flores se volvieron a sentar en las mismas sillas al lado de la tribuna de oradores. Desde allí escucharon a cada uno de los diputados que condenaba la muerte del Capitán Acosta Arévalo y exigía a los organismos internacionales levantar su voz.
Dennis Fernández explicó que en el proyecto de acuerdo se exhorta a que un comité de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se instale en el país para hacer un registro de estas violaciones.
También que la oficina técnica del Alto Comisionado para Derechos Humanos esté de forma permanente y que la Cruz Roja verifique el estado de salud de los presos políticos, tanto civiles como militares.
El diputado chavista Eustoquio Contreras (Bloque Socialista-Guárico) también tomó el derecho de palabra para condenar el asesinato del Capitán Acosta Arévalo, afirmando que “no se puede pedir justicia a quien ha cometido el delito”, refiriéndose al régimen de Nicolás Maduro.
Aseguró que lo que mueve a todos los diputados es un “dolor de patria” y no una parcialidad política y recordó otros hechos de violación a los Derechos Humanos como El Porteñazo, el Caracazo y el asesinato de Jorge Rodríguez padre.
Además ofreció su visión de analista político en la que recomendó que la salida a la crisis debe ser institucional, democrática y electoral, lo cual fue refutado por el diputado José Luis Pirela que solicitó en más de una oportunidad la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y del artículo 187 de la Constitución.
Delsa Solórzano (Encuentro Ciudadano-Miranda) exigió que se debe aplicar el Tratado de Estocolmo, que es para víctimas de torturas y el Tratado de Minnesota, para que haya una investigación imparcial sobre los hechos.
Criticó que los dos funcionarios detenidos por la muerte del Capitán Arévalo pueden llegar a tener una pena de entre 4 y 6 años, que se podría reducir a 14 meses, mientras que al diputado Juan Requesens lo culpan de homicidio intencional que serían hasta 30 años de cárcel, “cuando solo es un parlamentario joven e inocente”.
Desde la tribuna de oradores, con la voz alzada y agitando sus manos fustigó el comunicado de la Alta Comisionada para Derechos Humanos, Michelle Bachelet por felicitar a la Fiscalía, designada por la ANC, por el inicio de una investigación, “cuando la impunidad es de 98% y en temas de Derechos Humanos es de 99%. Entonces ¿A quién vamos a felicitar, Bachelet?”.
El debate sobre la tortura y tratos crueles a militares se repite en el Parlamento una semana después, cuando los diputados aseguraron que son más de 100 los funcionarios castrenses en las mazmorras de la policía política y militar.
El presidente encargado volvió a tomar la palabra en esta discusión y preguntó ante la audiencia cómo los familiares van a superar el dolor.
Hizo un llamado a que a pesar del dolor y el luto, los venezolanos no se dejen llevar por la frustración y ratificó la convocatoria a marchar el próximo viernes, 5 de julio. Además aplaudió a los tachirenses por salir a protestar luego de que funcionarios de Politáchira le dispararon al joven Rufo Antonio Chacón, de 16 años, haciéndole perder la vista, “porque exigen el derecho a vivir con dignidad”.
Con el sonido constante de las cámaras fotográficas, Guaidó expresó que es una paradoja que “condenamos el asesinato del Capitán Acosta y al mismo tiempo la acción del militar que le disparó a Rufo”, también pidió dejar al lado los eufemismos para catalogar a Maduro “porque es un dictador”.
Al finalizar su intervención con el Decreto de ascender a Acosta Arévalo a Capitán de Fragata, Guaidó se acercó a Angarita y Flores, les dio un beso a cada una en la mejilla y luego salió con ellas para tener una reunión privada en su despacho.
Foto: Sarai Coscojuela