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Venezuela lidera como el país latino más pobre superando a Haití

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Venezuela se ha vuelto uno de los países más pobres del mundo, superando a Haití quien hasta el año pasado lideraba la lista latinoamericana. Las cifras indican que 82% de los hogares venezolanos viven en una condición decadente que roza la pobreza extrema, así lo reveló la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

Cuando el difunto presidente Chávez llegó al poder el mandatario afirmó encontrarse con 80% de pobreza, cifras rechazadas por el psicólogo social, Ángel Oropeza quien lo contradijo al mostrar las cifras reales ubicadas en 45%.

El puesto que ostenta Venezuela, resalta la crisis económica y política que afecta a la sociedad actual y que ademas permite comprender los déficit de ingresos que impiden el alza de las finanzas nacionales, producto de las malas decisiones tomadas desde las cúpulas del gobierno.

La encuesta realizada en 2016 aportó que de6.500 familias, 52% viven en hogares en pobreza extrema y 18% no pertenecen a esta categoría, pero pueden llegar a caer en ella. Al contrastar los datos con los del 2014 se encontró que 48 % de los hogares estaba en estado de pobreza, 51 % de hogares no eran pobres, 24.8 % comprendían una pobreza moderada y 23% de eran pobreza extrema.

El acceso a la canasta básica es la linea divisoria entre la pobreza moderada y la extrema, aquel que no tiene posibilidades de acceder a ella cae en la última categoría, porque esto imposibilita el desarrollo del ser humano. Muchos de estos individuos pasan hambre y pierden peso considerablemente, un promedio de ocho kilos y medio o hasta nueve.

 

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Punto de información: Jugar a pobre por Antonio José Monagas

CCS-

 

Las políticas económicas del gobierno venezolano, reflejan la contrariedad de una realidad desencajada de los problemas que azotan las precarias capacidades de la población. Y también, las frágiles e inseguras condiciones que detenta las finanzas públicas luego del derroche y grado de  corrupción alcanzado a fuerza de impunidad, lo que explica el carácter de un Estado “rendido”. A pesar de exhortar el criterio según el cual el país saldría de históricos atolladeros al poner en práctica aquella sentencia que refería “la siembra del petróleo”, se ha observado -con apesadumbrada recurrencia-  que en Venezuela había menos hambre antes que después que las explotaciones petroleras comenzaran a dominar el espectro de la economía nacional. Pero lo peor es que dicho comportamiento ha venido pronunciándose. Todo ello ha estado ocurriendo, a desdén de los ingresos que la correspondiente renta ha generado al país.

En medio de tan embrollada situación, es necesario examinar el absurdo juego que ha pretendido llevar adelante el gobierno recurriendo al manido y tramposo populismo con el trastornado propósito de ganar el espacio político que la cacareada revolución bolivariana pretende en nombre del mal llamado socialismo del siglo XXI.

En la medida que estos procesos de cambio social, dieron cuenta del retroceso que sus contenidos económicos experimentaban, asimismo el país entraba en agudas contracciones cuyas correcciones no terminaron de conciliarse con las reales posibilidades de encaminar el país hacia derroteros de desarrollo económico y social. Los lineamientos abordados desde los distintos planes nacionales, fueron incapaces de dar con los entuertos que cada vez se confundían con las propuestas enunciadas por la chabacanería propia de discursos políticos que sólo buscaban hacer proselitismo de mala calaña.

Ni siquiera la cuantía de dólares que recibió la administración pública (844 mil millones US$) durante los lustros bajo el poder de la declarada revolución bolivariana, fue suficiente para haber evitado la brecha entre sectores de la sociedad económicamente diferenciados. Ni siquiera hubo la previsión para impedir la ruidosa caída de las reservas internacionales con que contaba la República para casos de apremiantes contingencias. Ahora, la población de menores ingresos, es mayor que la que se tenía para 1998. Fue el deplorable resultado de una gigantesca destrucción de riqueza que la ubicó dentro de las  diez economías de mayor inflación del mundo. Aunque hoy, escaló al primer puesto por encima de economías de países históricamente depauperados.

De manera que ante el desequilibrio que esta fase de agudo colapso de la economía ha provocado en el venezolano, lleva al gobierno central a acentuar su engañosa táctica mediante la cual seguirá empeñado en crear una ilusión de abundancia. Para ello, continuará recurriendo a la estrategia de apostar a ilusorias riquezas apoyándose en el chantaje de un discurso cargado de inconsistentes promesas. O incluso, de amenazas que plantean la expropiación de patrimonios privados. No le queda otra vía. Ni siquiera el efecto de un acto de magia que pudiera revitalizar el mercado petrolero. Ante tan negada presunción, le habría asegurado al gobierno la factibilidad de una recuperación de la economía. Y por lo tanto, la posibilidad de reconquistar el terreno político perdido como resultado de seguidos desafueros y mantenidos disparates logrados a consecuencia de tanta improvisación, ineptitud y obstinación de los actuales gobernantes. Pero frente a tan reiterados fracasos que inclusive podrían presagiar la muerte del proyecto político-ideológico gubernamental, al gobierno venezolano no va a encontrar salida más demagógica, propia de su estilo, que la de  jugar a pobre.

 

 

@AJMonagas

“Cuando un proyecto político recurre a una ideología obsoleta históricamente para asentir sus propuestas y objetivos de gestión, es seguro que sus resultados reflejarán no sólo lo vetusto de las ideas seguidas. Lo peor, ocurrirá cuando las reacciones adviertan la descomposición que tan obstinada pretensión sea capaz de concretar. Claro, en perjuicio de la realidad en su conjunto”

¿A quién le gusta ser pobre? por  Carlos Dorado

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Según el Banco Mundial, una persona es pobre cuando gana menos de dos dólares diarios, cantidad considerada minina para cubrir las necesidades primarias básicas de una persona. En 1981, el 70% de la población mundial vivía con menos de dos dólares al día, o sea 2.500.000 personas; en el 2014 la cifra porcentual se redujo al 33%; pero ahora son 2.600.000 personas que todavía están en el umbral de la pobreza.

¿Qué significa esto? Que la población en el mundo, aumentó más que la disminución de la riqueza, y todavía hoy a pesar del desarrollo tecnológico y económico que ha experimentado el mundo en los últimos 30 años, hay cifras que deberían llenarnos de vergüenza: Cien mil personas mueren cada día por hambre, cada 5 segundos un niño menor de 10 años fallece por falta de alimento, y 2.000 millones de personas en nuestro planeta carecen de acceso a medicamentos esenciales.

Si nos vamos a África, el continente más pobre del planeta, la realidad es aún más dramática; allí 300 millones de personas viven con menos de un dólar al día, 30 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición,  y el 43% de la población no tiene agua potable. Todo esto, sin mencionar el SIDA, que redujo la esperanza de vida de 49 a 46 años, con más de 2.2 millones de muertes al año.

Sin embargo, creo que la pobreza y la miseria, no es producto de recursos naturales insuficientes, ni de territorios grandes o pequeños, ni creo que sea la consecuencia de que algunas personas o compañías sean muy ricas, ni porque la brecha entre ricos y pobres se ensanche cada día, ni por la avaricia y la especulación que vive el mundo en los últimos tiempos.

La pobreza y la miseria, tampoco pienso que surjan por una desigual distribución de los recursos y de la riqueza, que ha hecho que unos pocos tengan mucho, y otros muchos tengan muy poco; y donde la gran mayoría tiene que vivir con muy poco o casi nada. Ni siquiera creo, que se le pueda atribuir a esos pocos países avanzados que tienen mucho, o a esos muchísimos países que tienen poco.

La pobreza comienza antes del nacimiento de un ser humano, desde el mismo momento en que la mujer embarazada no cuenta con una buena alimentación, ni con un ambiente idóneo para vivir una maternidad tranquila, que le permita al niño desarrollarse plenamente en el vientre de su madre; y que se agrava cuando el niño nace desnutrido y con deficiencias, y sin las herramientas básicas y necesarias para llegar a ser competitivo, productivo, eficiente y exitoso para él, y para la sociedad.

Adicionalmente, se crían sin las tres variables fundamentales para el desarrollo eficiente de una sociedad exitosa: Hogar, educación y ejemplo; pues la mayoría nacen en hogares ya destruidos o que ni siquiera eran hogares cuando los concibieron, con una educación sin objetivos y de mala calidad, y con “ejemplos” que los deforma en vez de formarlos; creándose así un círculo vicioso, donde estos futuros padres terminan siendo peores que sus padres, dando un retroceso a la sociedad, en la misma medida que retroceden las personas que la integran.

¿A quién le gusta ser pobre? Mi madre solía decirme: “Carlos, a nadie le amarga un dulce”. Reconocer la pobreza, no deshonra a una sociedad; pero sí el hecho de no hacer el mayor de los esfuerzos para salir de ella.

¿Hay solución? ¡Mejor que la haya! Porque en el futuro será muy difícil para el mundo vivir en una isla de riqueza, rodeada de un mar de pobreza.

Continuará el próximo domingo…

 

cdoradof@hotmail.com

Manuel Román: “Este Gobierno hace pobre al más pobre y rico a todos los enchufados”

PJ

Debemos cambiar al país desde la Asamblea Nacional

El diputado a la Asamblea Nacional y dirigente de Primero Justicia, Manuel Román sostuvo, este miércoles, que más de 900 mil millones de dólares han despilfarrado los altos funcionarios del gobierno en viajes, lujos y compra de aviones privados.

En rueda de prensa, el parlamentario aseguró que en los últimos 10 años Venezuela ha tenido la mayor bonanza petrolera de la historia y el Gobierno la ha derrochado a su manera: “Este Gobierno ha gastado el dinero de los venezolanos en beneficios personales, haciendo pobre al más pobre y rico a todos los enchufados”.

“Maduro aprobó la reducción del 20% en los gastos suntuarios, pero la reducción de estos gastos del 20% no significa nada porque para que se pueda ver el beneficio, estos gastos deben eliminarse al 100%, al igual que deben eliminar los viajes que utilizan los altos funcionarios del gobierno con los aviones de PDVSA, la sobrecarga de guardaespaldas que utilizan los del gobierno así como sus familiares y son pagados con el dinero del pueblo”.

Román reiteró que es preocupante el déficit fiscal que existe en estos momentos en Venezuela, los altos precios del petróleo no van a volver ni a mediano ni a corto plazo, el Gobierno debió tomar sus previsiones y no poner al pueblo a padecer de esta crisis.

El dirigente de la tolda amarilla expresó que el presupuesto para el año 2015 es deficitario: “El gobierno habla de un crecimiento económico de un 3% y de un dólar a 6,30 cuando la realidad es otra. El dólar que se está manejando en el país es el dólar paralelo, el cual se encuentra por las nubes y nadie lo puede parar, ese dólar está destruyendo la economía del país”.

Finalmente, el parlamentario afirmó que tenemos que cambiar al país: “desde Primero Justicia  hacemos un llamado al pueblo para organizarnos y unirnos todos los venezolanos para lograr el cambio del país desde la Asamblea Nacional para que desde allí se respeten las instituciones del estado y volvamos a tener una economía productiva”.