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Yulimar Rojas y la mirada interseccional

Yulimar Rojas. Foto Yann Caradec, agosto de 2019 / Wikimedia Commons

No solo me alegra el oro, ni el nuevo récord mundial de Yulimar; me alegra que lo lograra una mujer que luchó contra la adversidad

 

@dhayanamatos

No es fácil ser deportista/ y llegar a una olimpiada,/ mucho menos si eres mujer,/ negra, pobre,/ de un país tercermundista  /y lesbiana.

Por eso, no solo me alegra el oro/ ni el nuevo récord mundial,/ me alegra que lo lograra/ una mujer/ que luchó contra la adversidad.

El domingo 1 de agosto, como la mayoría de la población venezolana, amanecí contenta con la noticia del nuevo récord mundial y la medalla de oro obtenida por nuestra compatriota Yulimar Rojas. La cifra 15,67 será recordada en Venezuela durante mucho tiempo y estoy segura de que se convertirá en un número fijo para quienes juegan a la lotería.

Ya se ha dicho hasta el cansancio que lo logrado por Yulimar ha sido una hazaña extraordinaria que ha requerido talento, mucha disciplina y contar con un buen entrenamiento.

También me llena de mucha dicha que haya sido precisamente una mujer la que le haya dado a Venezuela el mayor triunfo deportivo en toda su historia. ¡No se les olvide, FUE UNA MUJER!

Y destaco este hecho porque si bien es cierto que en Venezuela no hay políticas públicas en materia deportiva ni se les presta atención ni apoyo a las personas deportistas, independientemente de su sexo, en el caso de las mujeres la situación es peor ya que se considera que lo que hacen es secundario, dándosele mayor relevancia a los logros de los hombres.

El sexismo en el deporte es una realidad que en Tokio 2020 quedó en evidencia ante la multa al equipo femenino de balonmano playero de Noruega por usar unos pantalones cortos y no los tradicionales bikinis.

Si se habla de deportes profesionales y desigualdades salariales, observamos que las brechas salariales son abismales. Por ejemplo, en la Copa Mundial de Fútbol Femenino del año 2019 el premio monetario total fue de 30 millones de dólares, mientras que en la Copa Mundial de Fútbol Masculino de 2018 fue de 400 millones de dólares. Esto muestra que las diferencias son muy grandes.

También hay que señalar como fuente de desigualdad, la cosificación de las mujeres deportistas por parte de algunos medios de comunicación social y en las redes sociales. En época de juegos olímpicos abundan los titulares que se refieren a “las deportistas con los mejores cuerpos”, “la atleta más sexy”, “las mujeres deportistas con los rostros más bellos”, entre otros, que aplican un doble rasero, según el cual, mientras que se habla de los hombres por sus méritos y logros deportivos, en el caso de las mujeres se refieren a su apariencia física y no al trabajo que han tenido que realizar para estar en unas competencias deportivas de alto nivel.

Pero volviendo al caso de Yulimar y lo que ha significado para Venezuela, no es cosa menor la representación simbólica que su figura tiene en la juventud venezolana en general y en las niñas y adolescentes en particular. Se trata de una fuente de inspiración, de una modelo a seguir de disciplina y constancia, sin olvidar como señaló alguien por Twitter, que es un paso adelante que las niñas quieran imitar a una deportista y no a una reina de belleza. Parece que avanzamos…

Pero como indiqué en el epígrafe, Yulimar Rojas es mujer, de extracción humilde, negra, lesbiana y venezolana. Estas son características que están presentes en la construcción de su identidad. Y aunque haya personas que digan que estos factores no importan, que lo trascendental es el deporte, ¡claro que son importantes! Por eso resulta útil incorporar el enfoque interseccional para explicar la importancia de sus rasgos identitarios.

Una mirada interseccional

El concepto de interseccionalidad fue acuñado por la profesora afroamericana Kimberlé Crenshaw en 1989 como una crítica feminista y racial a la aplicación del Derecho. Esta autora cuestiona el hecho de que las categorías raza y género se construyan a partir de los grupos dominantes sin tomar en cuenta la pluralidad y heterogeneidad de las mujeres y de las poblaciones afrodescendientes. Así las cosas, cuando se habla de mujer, se privilegian las experiencias de las mujeres blancas, clase media y heterosexuales; mientras que, bajo el concepto de afroamericano, domina la idea de hombres, afrodescendientes y heterosexuales.

La crítica de Crenshaw señalaba que, bajo esas premisas, las mujeres afroamericanas estaban invisibilizadas en los enfoques de género y de raza en los que se basaba el derecho, las políticas feministas y antidiscriminatorias. Por eso su planteamiento va dirigido a visualizar los múltiples sistemas de opresión y las desigualdades de distintos tipos que atraviesan la construcción de la identidad de una persona. Para analizar esta realidad, usa la interseccionalidad como herramienta que permite observar la imbricación o entrecruzamiento de las relaciones de poder.

Para explicar su teoría Kimberlé Crenshaw usa la imagen de una carretera con varios caminos; si se produce un accidente, puede ser ocasionado por un carro, por varios carros de las diferentes vías o por todos los carros. Aplicado al ámbito de las discriminaciones, esto implica que una persona puede ser discriminada por una categoría, por ejemplo, el género o por la articulación de varias: el género, el origen étnico, la clase social, la orientación sexual, entre otras, que no implican una suma de discriminaciones, sino cómo se construye la exclusión a partir de diferentes sistemas de dominación. Esta herramienta es útil para hablar de Yulimar.

Desde la perspectiva epistemológica, no hay acuerdo en cuanto a considerar a la interseccionalidad como una teoría de la subjetividad marginada o como una teoría generalizada de la identidad.

La construcción de la identidad de Yulimar Rojas

Una mirada interseccional de la identidad de Yulimar nos permite evidenciar los múltiples sistemas de desigualdades presentes.

 En primer lugar, es mujer

Y al día de hoy, no hay ningún país en el mundo que trate a las mujeres de la misma forma que trata a los hombres, ni siquiera los nórdicos o Canadá que son los que presentan los índices de desarrollo humano y de género más altos.

En todas partes, ser mujer implica el riesgo de ganar menos por el mismo trabajo que hace el hombre, tener una sobrecarga en las tareas de cuidado, tener menos posibilidades de actuar en la vida política, mayores riesgos a ser violentadas por ser mujer, entre otras diferencias.

 En segundo lugar, es negra

Y este es un concepto racializado, una construcción social y política. No solo es afrodescendiente como lo somos la mayoría de quienes nacimos en este país, sino que su piel es oscura y, como tal, fuente de discriminación y exclusión. Aunque se quiere ocultar, Venezuela es un país racista y el color de la piel se constituye en rasgo identitario que lleva a quienes tienen la piel más oscura a ver limitado el ejercicio de sus derechos humanos.

 En tercer lugar, es pobre

Lo que implica un conjunto de limitaciones para el desarrollo del proyecto vital y en muchos casos, para cubrir las necesidades básicas. A lo que se debe agregar el hecho de que, en un país como el nuestro, donde no hay apoyo a quienes practican deportes, llegar a la cima luego de superar estos obstáculos implica un esfuerzo extraordinario. Caso contrario de países del norte global donde, desde la niñez, se apoyan las prácticas y el entrenamiento deportivo.

 En cuarto lugar, es venezolana

Es decir, proveniente de un país del sur global, que vive una emergencia humanitaria compleja que ha generado el mayor desplazamiento de personas por el continente americano de todos los tiempos; y altos índices de xenofobia presentes en distintos lugares.

 Por último, es lesbiana

De manera que ese país y ese gobierno que la exalta, es el mismo que obstaculiza el ejercicio de sus derechos humanos y la discrimina por su orientación sexual. En su país no se puede casar, ni incluir a su pareja en un seguro, ni heredarla, ni ejercer un conjunto de derechos simplemente por sentir atracción por alguien del mismo sexo.

Esa es la realidad de Yulimar, esa es su identidad, es una campeona olímpica sin dudas. Pero es una persona cuya identidad es construida a partir de los factores explicados y que son importantes tenerlos presentes porque determinan lo que ella es hoy día: una triunfadora que ha superado muchos obstáculos.

¡Muchas gracias Yulimar por darnos esta alegría!

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

El Dream Team sella la supremacía estadounidense en Río 2016

dream team

 

Foto: Marca

Brasil logró su doblete soñado, al sumar el oro del voleibol al que había conseguido en el fútbol, pero el protagonista del último día de los Juegos Olímpicos fue el subcampeón del maratón con su protesta contra el gobierno de su país, Etiopía

Eumar Esaá
@eumaresaa

Estados Unidos dominó los Juegos Olímpicos de Río 2016 con una comodidad que probablemente ni esa delegación se esperaba, con la mayor cosecha de medallas en ediciones celebradas fuera de su territorio y sin boicot, 121 en total. El contundente triunfo del Dream Team en el torneo que cerró las acciones, el de baloncesto, con marcador de 96-66 sobre Serbia, fue como una alegoría de la supremacía norteamericana, que se vivió de principio a fin, de manera tan clara que tanto la primera dorada (la tiradora Virginia Thrasher) como la última (la de Kevin Durant y compañía) fueron ambas estadounidenses.

Brasil cerró concretando el doblete de sus sueños: al oro del fútbol (el único lauro que le faltaba a la selección canarinha) sumó el del voleibol, el otro deporte fuerte de ese país, con una victoria mucho más rápida de lo que se esperaba sobre Italia, en sets corridos, pero con ajustados parciales de 25-22, 28-26 y 26-24.

La jornada fue mucho más allá de lo deportivo. El keniano Eliud Kipchoge ratificó su favoritismo en el maratón, pero el verdadero protagonista fue el medallista de plata, el etíope Feyisa Lilesa, con su gesto de atravesar la meta con los brazos cruzados sobre la cabeza, con las muñecas juntas, como quien simula estar esposado, para llamar la atención sobre la matanza de Oromia, que cobró la vida de más de 400 personas de su tribu, los Oromo, mientras fuerzas gubernamentales sofocaban brutalmente una protesta en noviembre pasado. En la rueda de prensa posterior, Lilesa explicó su gesto en un precario inglés, reveló que muchos de sus familiares fueron encarcelados por participar en las protestas e informó que al volver a Etiopía le esperaba la cárcel o la ejecución por su decisión de hablar en favor de su pueblo.

Un venezolano, Luis Orta Millán, participó en el maratón, ocupando el puesto 106, con tiempo de 2:27:05. El otro criollo en acción, José Díaz, fue eliminado en octavos de final de los 97 kgs de la lucha estilo libre, a manos del kazajo Mamed Ibragimov. Yoel Finol recibió su medalla de bronce, al cabo de una jornada en la que el uzbeko Shakhobidin Zoirov,el hombre que lo eliminó en semifinales de los 52 kgs del boxeo, acabó coronándose campeón.

Venezuela terminó en el puesto 65 del medallero, con dos platas y un bronce. Apenas ocho países latinoamericanos subieron al podio. Brasil, con siete coronas, seis platas y seis bronces, arrebató la supremacía de la región a Cuba, y fue 13º en la tabla. La isla ganó tres preseas menos que en Londres 2012, y retrocedió al puesto 18º. Colombia fue la gran revelación, repitiendo la cosecha global de hace cuatro años pero con más oros, tres en total.

La ceremonia de clausura ofreció un adelanto de lo que será la próxima cita en Tokio 2020, con un divertido pasaje en el que el primer ministro Shinzo Abe llegaba al Maracaná vestido como Mario Bros, tras atravesar el mundo en un video previo, del mismo modo en que el personaje de los videojuegos pasa entre dimensiones a través de túneles.
Venezuela cierra igualando su tope de producción (las tres preseas de Los Ángeles ’84) y sumando 12 diplomas olímpicos (el reconocimiento a los ocho primeros de cada prueba). Sin embargo, la efectividad es mucho menor a la de la cita californiana, donde sólo asistieron 26 atletas, menos de un tercio de los 87 que fueron a Río 2016 (contando al suplente de la espada, Kelvin Cañas, que vio acción).

El Ministerio de Juventud y Deporte promete comenzar a trabajar desde ya en Tokio 2020, donde harán su debut cinco nuevas disciplinas: la versión unificada de beisbol-softbol, el karate do, el surf, la escalada y el skateboard o patineta acrobática. Sin embargo, el escepticismo vale luego de un accidentado ciclo en el que hubo atletas clasificados que iniciaron su preparación cinco meses antes de los Juegos. Una de ellos, la lanzadora de martillo Rosa Rodríguez, llegó incluso a avanzar a una final. Otros, como el ciclismo de ruta, vivieron los Juegos entre decepciones. Algunos, como el taekwondista Edgar Contreras, tuvieron una gran preparación, pero pagaron el precio de las omisiones previas, que impidieron una mejor siembra para eludir el encuentro con los favoritos en las primeras rondas. Es mucho lo que resta por evaluar en Venezuela, y el primer examen del ciclo está a la vuelta de la esquina, con unos Bolivarianos, los de Santa Marta 2017, donde la revelación, Colombia, estará en su casa.

Pedro Ceballos también se llevó su diploma

Pedro Ceballos imagenLa gran esperanza de la selección nacional de lucha no decepcionó, e hicieron falta dos campeones olímpicos y mundiales para frenarlo en los 86 kgs del estilo libre. Neymar conmovió a todo Brasil rompiendo la maldición olímpica del fútbol, Mo Farah repitió su hazaña de Londres 2012 y Cuba ganó los dos oros que disputaba en el boxeo, en la penúltima jornada de Río 2016

Eumar Esaá

@eumaresaa

Pedro Ceballos derrotó al subcampeón de Londres 2012, el puertorriqueño Jaime Espinal, en el Centroamericano y del Caribe de lucha de Puerto Rico en 2014. El día de su victoria las autoridades regionales advirtieron al presidente de la Federación Venezolana, José Barreto, lo que él ya sabía: “Ese muchacho es el atleta del futuro”. De inmediato el apureño pasó a ser amparado por una beca de Solidaridad Olímpica, y este sábado justificó plenamente el apoyo recibido, al llegar a disputar la medalla de bronce de los 86 kgs del estilo libre, que perdió en los últimos 30 segundos ante el campeón defensor de los últimos Juegos Olímpicos, el azerbaiyano Sharif Sharifov.

Ceballos abrió con una amplia victoria por 6-0 en octavos de final sobre el cuatro veces campeón africano, el egipcio Mohamed Aly Zaghloul Mohamed, asegurando así su diploma olímpico. En cuartos, su rival fue el ruso Abdulrashid Sadulaev, monarca europeo y campeón mundial en Tashkent 20014 y Las Vegas 2015, quien lo venció 5-0, pero luego avanzaría hasta la final (donde ganaría la medalla de oro), por lo que mantuvo con vida al criollo de cara al repechaje.

En la primera fase de la repesca, el apureño se deshizo 7-6 del húngaro Istvan Berev, pero en el combate por la medalla de bronce (el tercero que disputa esta semana Venezuela, luego de Betzabeth Argüello en la lucha femenina y Edgar Contreras en el taekwondo), su rival fue el vigente campeón, Sharifov, quien también fue monarca mundial en Estambul 2011. Iban nivelados 1-1 hasta un minuto antes del final, cuando el árbitro cantó una pasividad contra el criollo, que no sólo permitió a Sharifov adelantarse, sino que obligó a Ceballos a arriesgar más y por lo tanto descuidar su férrea defensa, un regalo que el azerbaiyano no desperdició, para imponerse 5-1.

Brasil logró el sábado la única medalla que le faltaba en su rico historial futbolístico, el oro olímpico, gracias a una impecable ejecución de Neymar en la tanda de penales contra Alemania en la final. El delantero del Barcelona, que anotó el gol verdiamarillo que dejó las acciones igualadas 1-1 en el tiempo regular, rompió en llanto apenas marcó el 5-4 en los penales, dando por conjurada la maldición del fútbol olímpico, lavando de alguna manera la vergüenza del 7-1 ante los germanos en el Mundial de Brasil 2014 e impidiendo la barrida de los teutones, que en femenino habían liquidado a Suecia para quedarse con el oro.

En el atletismo volvió a aparecer el Mo-bot, la celebración del británico Mo Farah formando una M con los brazos sobre su cabeza, porque al igual que en Londres 2012 dominó tanto los 10.000 m como los 5.000 m, resistiendo anoche el asedio del estadounidense de origen keniano Paul Chelimo.

En los 800 m femeninos, hubo polémica por partida doble: se impuso la sudafricana Caster Semenya, la atleta que dio origen al reglamento de hiperandrogenismo de la IAAF por sus altos niveles de testosterona, y se le sumó en el podio, ganando el bronce, otra corredora cuya feminidad ha sido cuestionada, la keniana Margaret Wambui, una gigante de dos metros, de apariencia tan masculina como la de Semenya.

Cuba sumó dos nuevos oros en el boxeo, en los 56 kgs gracias a Robeisy Ramírez y en los 75 por intermedio de Arlen López, y todavía este domingo buscará otro más, que sin embargo será acreditado a Azerbaiyán, el país de adopción de Lorenzo Sotomayor Collazo, primo del ex saltador de altura Javier Sotomayor, quien encontró en el país euroasiático el apoyo que no tuvo en el suyo. El boxeador confiesa que se pasaba el día tratando de “vender cosas, zapatos, vestidos, de todo” para sobrevivir a la miseria en su tierra natal.

El peso welter es el tercer cubano prestado a otra bandera que sube al podio de Río 2016, luego del medallista de plata de los 110 m con vallas, Orlando Ortega, que desertó en Moscú durante el Mundial de Atletismo de 2013 y terminó representando a España, y el ganador del bronce en los 400 m con vallas Yasmani Copello, quien se nacionalizó turco tres años después de abandonar Cuba, molesto por ser excluido de la selección nacional en el mejor momento de su carrera.

Stefany Hernández y Yoel Finol: bronces de puro coraje

stefany hernandez

La ex campeona mundial de BMX, Stefany Hernández, se recuperó de una caída en la semifinal y de un mal arranque en la final, para quedarse con un bronce que, sumado a la plata de Yulimar Rojas y el tercer lugar del boxeador Yoel Finol, configura la mejor cosecha de todos los tiempos para Venezuela en Juegos Olímpicos, superando los tres bronces de Los Ángeles ’84

Eumar Esaá

@eumaresaa

Stefany Hernández apeló este miércoles a su lema personal: consistencia. No se dejó derrumbar por una caída en la segunda manga de la semifinal del BMX, y en la ronda decisiva supo remontar para probar que sí era capaz de subirse al podio del que algunos dudaron, pero no ella. Casi simultáneamente, Yoel Finol caía en la penúltima fase de los 52 kgs del boxeo, en una pelea ante el uzbeko Shakhobidin Zoirov en la que el merideño echó mano de toda su garra para tratar de dar vuelta en el tercer asalto. Su derrota , sin embargo, no borraba el bronce asegurado en la fase previa, la primera medalla olímpica del boxeo en 32 años.

De esta forma, Venezuela igualaba la histórica cosecha de Los Ángeles ’84, la mejor producción en cuanto a volumen, con los bronces de Omar Catarí, Marcelino Bolívar y Rafael Vidal, pero la superaba en calidad de los metales, pues su botín en Río incluye la plata de Yulimar Rojas en el salto triple.

Hernández brilló en una prueba en la que su archirrival, la colombiana Mariana Pajón, se convertía en la primera mujer sudamericana con más de un oro olímpico en una prueba individual de cualquier deporte. Fue segunda en la primera manga de la semifinal, sufrió una caída en la segunda, pero tuvo arrestos para reaccionar, tomar su bicicleta, y atravesar la meta con ella en las manos, y se repuso a tiempo para repetir en la tercera el puesto dos.

En la final, Hernández llegó a estar quinta, pero aprovechó la primera curva del circuito para recortar, sobrevivió a las caídas de la francesa Manon Valentino y la holandesa Laura Smulders, ambas ocurridas en su línea de carrera, y retuvo el tercer luchar, preservándolo del asedio de la estadounidense Brooke Craine.

Fue como si la suerte olímpica quisiera poner a prueba su fortaleza mental, después de que dos graves caídas en Manchester y Santiago del Estero pusieran en riesgo su temporada completa. Pero Stefany no cayó en la trampa, se sacudió el polvo y siguió adelante, con su objetivo claro.

Finol, que había ganado por decisión unánime sus tres combates previos, se vio ampliamente superado por el uzbeko Zoirov, quien sacó en la ronda precedente al gran favorito de la categoría, el azerbaiyano Elvin Mamishzada. Pero también él conjuró sus fantasmas personales, y confesó después del combate que el podio representaba una compensación luego de una larga temporada de pérdidas personales y tragedias.

Jefferson Milano se cayó en dos de las tres mangas semifinales del BMX masculino y quedó fuera, Jesús Liranzo y Robert Páez fueron eliminados en la fase inicial de la plataforma de 10 m de los saltos ornamentales, y el relevo 4×400 se quedó corto en su intento de repetir la final de Londres 2012: fue sexto en su serie con 3:02.69, y duodécimo entre las 16 cuartetas.

El Rayo Usain Bolt completó este viernes su tercer ramillete de tres oros olímpicos, para igualar su saldo de Beijing 2008 y Londres 2012. Protagonizó un extraordinario remate en el relevo 4×100 y sumó esa corona a las que ya había conseguido en 100 m y 200 m. De esa forma, igualaba al “Finlandés Volador”, Paavo Nurmi, y al “Hijo del Viento” Carl Lewis, como los mayores ganadores de oro en la historia del atletismo olímpico, con nueve cada uno. Pero mientras Jamaica se quedaba con una corona predecible, la cuarteta de Japón sorprendía y vencía en el foto finish a Estados Unidos, para adueñarse de la plata. Luego Justin Gatlin y compañía resultarían descalificados por una entrega fuera de la zona de cambio, y el bronce iría a dar a manos de Canadá.

En la posta corta femenina, las norteamericanas se quedarían con un oro teñido de polémica, por delante de Jamaica. En semifinales, Tori Bowie y las suyas fueron eliminadas, luego de que ni siquiera culminaran la prueba, por un error en la entrega del segundo al tercer tramo, entre Allyson Felix y English Gardner. Sin embargo, presentaron un reclamo, acusando a Brasil de haber obstaculizado su carrera. Las locales fueron descalificadas, e insólitamente, a las estadounidenses se les permitió correr una nueva eliminatoria solas, en la que clasificaron a la final, en medio de las protestas de China, que se quedaba afuera.

En el voleibol, Italia venció en cinco sets a Estados Unidos y Brasil sólo necesitó tres para deshacerse de Rusia en semifinales. Ahora definirán entre los dos al ganador del oro en masculino.

En el baloncesto, Estados Unidos derrotó por apenas seis puntos a España, por 82-76, para clasificar a la final, donde enfrentará a Serbia, que despachó a Australia 87-61.

En el fútbol femenino, Alemania liquidó 2-1 a Suecia, para quedarse con el oro, mientras Brasil no lograba ni siquiera el consuelo del bronce, derrotado 2-1 por Canadá.

Título de caja
Betzabeth Argüello y Edgar Contreras: apuestas de futuro

betzabeth arguello

Foto: Twitter / Meridiano

Venezuela peleó este jueves por dos podios que no estaban en ninguna cuenta, en lucha y taekwondo. En ambos casos perdió por un punto los combates por el bronce, con cruces tremendamente complicados para dos atletas que todavía pueden estar en Tokio 2020

Eumar Esaá

@eumaresaa

 

Dos jóvenes que se sumaron en este ciclo a la selección nacional, Betzabeth Argüello y Edgar Contreras, protagonizaron una jornada de sorpresas en la que Venezuela disputó dos finales por el bronce y las perdió ambas por muy poco, contra rivales de mucha mayor experiencia.

Ella esposa del también integrante de la selección nacional de lucha Andry Dávila, él sobrino de la medallista de bronce de Beijing 2008 Dalia Contreras, se cruzaron sin deslucir con campeones mundiales y olímpicos, mientras en el BMX otra apuesta de futuro, Jefferson Milano, sorprendía al avanzar a semifinales.

Argüello (53 kgs) abrió con una victoria por superioridad técnica sobre la camerunesa Joseph Emilienne Essombe, y siguió con un 6-3 sobre la griega María Prevolaraki, antes de que se cruzara en su camino la tres veces campeona olímpica Saori Yoshida de Japón, que también acumula 14 títulos mundiales. La nipona la despachó 6-0 en semifinales, la instancia más lejana a la que ha llegado un luchador venezolano, de cualquier modalidad, en Juegos Olímpicos.

La criolla de 25 años chocó por el bronce ante una veterana, la dos veces medallista mundial de bronce y doble campeona europea, la azerbaiyana Natalya Sinishin. Ante ella cedió por 3-1, en parte afectada por una penalidad por pasividad que en realidad debió ser aplicada a su rival.

El camino de Contreras en los 68 kgs del taekwondo fue aún más duro, e incluyó topar con tres medallistas olímpicos.

El subcampeón mundial de 68 kgs, el ruso Alexey Denisenko, lo superó en primera ronda por un amplio 12-2, en un combate en el que el larense se mostró en extremo cauteloso, poco dispuesto a jugársela para tratar de acercar el marcador. Denisenko lo mantuvo con vida en el repechaje, al llegar hasta la final.

En el primer duelo de la repesca, contra el campeón olímpico de su categoría en Londres 2012, el turco Servet Tazegul, Contreras perdía 0-4 literalmente hasta los últimos dos segundos del último asalto, cuando igualó con una amonestación a su rival y de inmediato con una patada a la cabeza. En tiempo extra anotó un punto de oro que ponía fin a las acciones y lo dejaba listo para luchar por el bronce con otro medallista de oro de Londres, el español Joel González, que hace cuatro años se impuso en los 58 kgs.

González iba arriba 4-1 cuando faltaban 30 segundos para el final. Contreras intentó la remontada y llegó a marcar dos veces, pero terminó cediendo 4-3, para conformarse con el diploma olímpico, al igual que su famosa tía en su primera experiencia en Juegos de Verano, en Atenas 2004.

En el BMX, Milano se apoyó en su consistencia para avanzar: fue tercero en las dos primeras mangas y sexto en la última. La semifinal es más de lo que se esperaba del mirandino, que fuera juvenil hasta hace apenas tres años, y que gozó de una pasantía en el Centro Mundial de Preparación de Aigle, Suiza, al igual que Stefany Hernández.

Usain Bolt volvió a ser el Rayo. No mejoró su marca de la semifinal ni ofreció el dramatismo de su semifinal, cuando se vio apremiado por el canadiense Andre De Grasse, pero obtuvo el tercer oro consecutivo en los 200 m y el octavo en total en Juegos Olímpicos.

Cuba sumó un nuevo título, el del  boxeador Julio César La Cruz en los 81 kgs, además de asegurar plata con Robeisy Ramírez en 56 kgs y Arlen López en 75, quienes avanzaron a la final.

Argentina no triunfó con sus Leonas, pero sí con sus Leones, en el hockey sobre césped. Mientras las chicas, las favoritas, quedaban fuera de la lucha por las medallas, los hombres sorprendieron al vencer 4-2 a Bélgica en la final.

Los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee dieron a Gran Bretaña el oro y la plata, respectivamente, en el triatlón, y terminaron fundidos en un conmovedor abrazo tirados en el suelo en la meta.

Continuó la polémica con el nadador Ryan Lochte y sus tres compañeros del equipo estadounidense, que primero denunciaron un robo a mano armada en una falsa alcabala de policía, luego incurrieron en contradicciones y ahora se han quedado dos de ellos con el pasaporte retenido en Brasil, luego de que se descubrieran un video en la gasolinera donde supuestamente habían sido asaltados, en el que se aprecia que los cuatro destrozaron una puerta y orinaron por todo el lugar, aparentemente pasados de tragos tras una fiesta, y posteriormente otra grabación de seguridad a su llegada a la Villa Olímpica, que los muestra tranquilos y con todos sus efectos personales encima.

Título de caja
¿Por qué no habrá caravana de la victoria con Yulimar Rojas?

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La ganadora de la medalla de plata en el salto triple de los Juegos Olímpicos no podrá pasar por Venezuela, como estaba anunciado: sus compromisos en la Diamond League de atletismo dejaron frío el recibimiento que se le preparaba a partir del 19 de agosto en Anzoátegui.

Eumar ESAA

@eumaresaa

 

La caravana de la victoria que se preparaba para el regreso de la medallista de plata del salto triple, Yulimar Rojas, no se realizará, al menos no esta semana. Luego de un largo pulso para hacer prevalecer los intereses deportivos, la espigada atleta finalmente optó por atender un compromiso ineludible: la asistencia a la válida de Lausana en la Diamond League de atletismo dentro de una semana, el 25 de agosto.

 

El regreso de Yulimar a Venezuela estaba anunciado para el 19 de agosto. El destino inicial era Anzoátegui, para llevarle la medalla de plata a su madre, pero obviamente su parada en el país serviría para todo tipo de actos oficiales de homenaje.

 

Sin embargo, la espigada saltadora, que ha pasado todos los días desde su medalla evadiendo inteligentemente tanto los insultos de opositores en las redes sociales como las invitaciones a exaltar el apoyo de la revolución a su desarrollo, finalmente no vendrá. Su entrenador Iván Pedroso ha sido el fiel de la balanza en la decisión. Un incumplimiento del compromiso contraído con la Diamond League afectaría futuras invitaciones a la serie de torneos de un día que reúne a la crema y nata del atletismo mundial.

 

La colombiana Caterine Ibargüen la tiene más fácil para ir a recibir el calor de su Chocó natal y de su pueblo en general, porque su próxima cita en la Diamond League es el 9 de septiembre en Bélgica, en el Memorial Van Damme. Para Yulimar, en cambio, los tiempos son mucho más ajustados, considerando que probablemente tenga que hacer una parada de un par de días en Madrid, donde está residenciada.

 

Cuando se impuso en el Mundial de Atletismo Bajo Techo de Portland en marzo pasado, Rojas fue recibida en Maiquetía por el ministro del Deporte y luego fue condecorada en Miraflores, donde se hizo la famosa fotografía de ella besando la medalla de oro en el cuello del presidente Nicolás Maduro. Luego fue protagonista de una larga caravana por Puerto La Cruz junto al vicepresidente Aristóbulo Istúriz.

 

Pero desde entonces, Rojas ha sido más cuidadosa en sus pronunciamientos y actividades. El domingo cuando ganó la medalla se volvió viral un video de un presentador de TVES intentando obtener de ella una respuesta elogiosa para el presidente y el vicepresidente. El lunes no asistió a una ofrenda floral que un grupo de atletas depositó ante la estatua ecuestre del Libertador en Río de Janeiro, un acto protocolar habitual cada vez que Venezuela asiste a eventos de ciclo olímpico, pues debía atender un compromiso con su patrocinador, Nike. El martes, el Ministro del Deporte Mervin Maldonado y el presidente del IND, Pedro Infante, ofrecieron junto a ella en la sede de PDVSA en Brasil una rueda de prensa para los periodistas venezolanos acreditados en los Juegos Olímpicos, y de nuevo sus palabras fueron cuidadosamente escogidas, insistiendo en que su presea era para los 30 millones de venezolanos, aunque luego se abriría: “Esta medalla es para ti, mamita, que tanto bregaste conmigo”.

 

Ese mismo día, en su Instagram, hizo votos por la concordia en el país: “Si solo me regalaran un deseo por esto (la medalla) desearía que mi Venezuela no esté dividida, que no haya problemas y que reine la felicidad y la armonía entre todos. Ese sería el regalo más grande”.

 

La Diamond League todavía la tiene inscrita en dos paradas, de modo que será en algún momento de septiembre cuando la campeona mundial bajo techo y subcampeona olímpica tocará tierra venezolana otra vez.

medalla yulimar

Eumar Esaá Ago 17, 2016 | Actualizado hace 8 años
Yoel Finol: conjurando la tragedia

Yoel Finol

Perdió a cinco miembros de su familia en los últimos seis meses. Su hermana murió hace seis años de la peor manera, asesinada por el hombre que lo inició a él en el boxeo. El cuñado del Inca Valero aseguró este miércoles la primera medalla olímpica en 32 años para su disciplina y la segunda de Venezuela en los Juegos de Río

 

Eumar Esaá

@eumaresaa

 

Yoel Finol confesó que lo había soñado. El joven que puso fin a 32 años de sequía del boxeo en Juegos Olímpicos soñó que le levantaban la mano y le colgaban al cuello una medalla en Río. Su victoria sobre el campeón africano y medallista de bronce del Mundial de Doha 2015, el argelino Mohamed Flissi, fue un bálsamo en una temporada de profundo dolor, en la que ha perdido a cinco miembros de su familia, y una redención de la trágica historia que los suyos arrastran.

Finol, de 19 años, logró su tercera victoria consecutiva por decisión unánime en los 52 kgs, y con ello aseguró como mínimo una medalla de bronce, que prometió “cambiar de color” en su próximo combate el viernes contra el uzbeko Shakhobidin Zoirov, que en cuartos de final se encargó de eliminar al gran favorito de la categoría, el azerbaiyano Elvin Mamishzada.

El merideño, que fue iniciado en el boxeo hace 10 años por su cuñado, el “Inca” Valero, sigue causando perturbación cuando confiesa su admiración por el hombre que asesinó a su hermana, al que asegura haber perdonado y mantiene como su ídolo. El dolor es relativo para él. “Dios se llevó a mi hermana y a mi cuñado, pero me dio algo a cambio: ser mejor”, dijo a las agencias de noticias al inicio de los Juegos. Hoy trata de aplicar esa filosofía callejera que ha aprendido, literalmente a golpes, para explicarse su gloria olímpica. “Al que le van a dar le guardan”, dijo este miércoles, para dar por conjurada la tragedia personal que este año lo ha hecho perder a su “abuelo-padre”  (como llama al abuelo materno), a una tía y a tres primos en los últimos seis meses.

Fue la primera medalla del boxeo en la que no estuvo involucrada la figura del fallecido entrenador Ángel Edecio Escobar, quien estuvo detrás de todas las demás, incluyendo el oro de Morochito Rodríguez en México ’68.

Los otros dos latinoamericanos de la categoría, el cubano Yosbany Veitía y el colombiano Ceiber Ávila, quedaron eliminados en la misma jornada.

En el BMX, la ex campeona mundial Stefany Hernández hizo el mejor tiempo en la fase de clasificación, pero se vio afectada por un error técnico, pues el cronómetro no dejó de correr cuando ella pasó por la meta, y terminó con un tiempo adjudicado por los comisarios, 35.202, el cuarto más rápido, que la deja en la misma serie semifinal de la gran favorita, la colombiana Mariana Pajón.

En el atletismo, la jamaiquina Elaine Thompson se consagró como la reina absoluta de la velocidad, al imponerse en los 200 m, agregando esa dorada a la que ya había conseguido en 100 m planos, y frustrando a la campeona mundial Dafne Schippers de Holanda, y a la subcampeona del hectómetro en Río, la estadounidense Tori Bowie, que se conformaron con la plata y el bronce, en ese orden.

Usain Bolt clasificó con la mejor marca, 19.78, a la final de los 200 m, a pesar del susto que le hizo pasar el canadiense Andre De Grasse, bronce en los 100 m planos, que casi lo alcanza a menos de 10 metros de la meta. Ambos terminaron riendo mientras se vigilaban uno al otro, a medida que se acercaban a la meta.

Estados Unidos  copó el podio de los 100 m con vallas femeninos, con Brianna Rollins, Nia Ali y Kristi Castlin. Y eso que la dueña del récord mundial, su compatriota Kendra Harrison, no estaba en acción, pues no logró clasificarse.

En el baloncesto, España sorprendió a Francia 92-67 y se metió en semifinales junto a Australia, Estados Unidos y Serbia, tres equipos que compartieron grupo con Venezuela.

En el fútbol, Neymar anotó cuando apenas corría un minuto de tiempo, y Brasil vapuleó 6-0 a Honduras en semifinales, mientras Alemania se deshacía 2-0 de Nigeria, para apartar el otro boleto a la final.

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Simone Biles: la princesa de ébano de la gimnasia

Simone Biles

Foto: AFP

La estadounidense se convirtió en la reina de la gimnasia artística de Río 2016, con cuatro medallas de oro, y lo celebró conociendo a su ídolo, el actor Zac Efron, que se apareció en Brasil y le dio una sorpresa. Venezuela solo tuvo una cosa que festejar: los progresos de Nercely Soto, a pesar de su eliminación en los 200 m

Eumar Esaá

@eumaresaa

Simone Biles se marcha de Río 2016 con la misma etiqueta de súper estrella que su compatriota Michael Phelps, con menos medallas pero con más dominio, porque logró dos tercios de las doradas de su deporte. La gimnasta, única de la historia que ha ganado en tres mundiales consecutivos la competencia de all-around, logró en la final de manos libres su cuarta dorada, la mejor producción de todos los tiempos para una atleta estadounidense de esta disciplina, y lo celebró de la mejor manera posible para una adolescente de su edad: conociendo a su ídolo, el actor Zac Efron, que se apareció en Río para darle una sorpresa.

Gran Bretaña ganó dos de las tres coronas de la jornada en ciclismo de pista, un deporte donde sigue siendo el enemigo a vencer, tal como lo fue en Londres 2012. En Ómnium femenino (una prueba donde la venezolana Angie González fue última), Laura Trott se quedó con el título, mientras el keirin masculino iba a manos de Jason Kelly, campeón también en la velocidad individual y por equipos. Seis de las 10 doradas que se repartieron en el velódromo fueron a dar a manos británicas, incluyendo la de persecución por equipos donde Bradley Wiggins se convirtió en hombre más laureado de todos los tiempos en el deporte de su país en Juegos Olímpicos, con cinco de oro, una de plata y dos de bronce, ocho en total, aunque no pudo igualar el récord de seis títulos de su compatriota Chris Hoy. Sin embargo, mejoró tanto su global como el del mítico remero Steve Redgrave.

Venezuela no tuvo nada qué celebrar, más allá del hecho de que Nercely Soto lograra su mejor marca de la temporada en las semifinales de 200 m (22.88) y ganara cuatro puestos con respecto a la casilla 22 en la que clasificó a esa instancia. Sin embargo, quedó eliminada en esa instancia.

Erwin Maldonado fue 22º en aguas abiertas, cayendo 18 posiciones tras un gran primer cuarto de carrera; Pablo Barrios se despidió en la segunda ronda del salto ecuestre, y en lucha todo el esfuerzo para tener a Wuileixis Rivas habilitado a tiempo para los Juegos Olímpicos tras su suspensión por dopaje fue en vano, porque cedió en su primer combate de los 66 kgs del estilo greco, lo mismo que el 98 kgs Luillys Pérez, emparejado nada menos que con el campeón de Londres Ghasem Gholamreza Rezaei de Irán, que lo venció por superioridad técnica.

La medallista del salto triple Yulimar Rojas fue de nuevo la figura del día, durante una rueda de prensa celebrada en la sede de PDVSA en Brasil, flanqueada por el ministro del Deporte Mervin Maldonado y el presidente del IND Pedro Infante, en la que dedicó la medalla a su madre (“esto es para ti, mamita, que siempre bregaste conmigo”), explicó el por qué de su pasito de baile antes de cada salto (“una rutina para imprimir mi personalidad, algo que solo yo haga”) y confesó que quiere ser ejemplo de lucha y superación para todos los niños de Venezuela (“que me vean y digan: ‘ahí va la medallista olímpica’, y quieran llegar adonde yo he llegado”).

En el atletismo, Brasil se quedó con las ganas del doblete de la garrocha, cuando Fabiana Murer no pudo pasar ni siquiera la primera altura (4,55), a pesar de que fue la mejor del mundo durante casi toda la temporada.

Pero el local sí festejó en boxeo, gracias al oro de su estrella Robson Concieçao en los 60 kgs, y se acerca cada vez más a su meta de terminar entre los primeros 10. Sin embargo, hoy deploró la eliminación del equipo femenino de fútbol, en tanda de penales ante Suecia, que confinó a Martha y compañía a pelear por bronce.

Argentina logró su segunda dorada, en la embarcación mixta de vela Nacra 17, y Cuba obtuvo su primera presea en atletismo, un bronce a través de Deina Caballero en lanzamiento de disco, y la tercera en lucha, la plata de Yasmany Lugo en los 98 kgs greco. Un cubano, Orlando Ortega, ganó la plata de los 110 m con vallas, pero lo hizo vistiendo los colores de España.

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