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Los jóvenes venezolanos se sienten agobiados y rechazan la política
Estadolab y el Centro de Investigaciones Populares hicieron una investigación cualitativa que aporta ideas sobre las causas de la desconexión de la juventud con respecto a la política, a la que consideran “un instrumento de dominación”

Reyes Theis / @reyestheis

Daniela tiene 19 años y vive en un sector popular de Caracas. Se graduó de bachiller a los 17 años y desde ese momento su mamá le dejó claro que hasta allí llegaba su apoyo económico, si quería seguir estudiando tenía que trabajar.

No tiene novio. Está trabajando en una tienda de celulares en un centro comercial. Su realidad la describe como monótona. “Tengo que hacer lo mismo todos los días para poder sobrevivir”, dice. Su situación agobiante hace que sienta un rechazo hacia la política, que considera una herramienta para la dominación y no para el servicio público.

Daniela es un nombre ficticio, pero su perfil coincide con el de los entrevistados para una investigación cualitativa que llevó a cabo la organización Estadolab y el Centro de Investigaciones Populares, que pone la lupa sobre cómo los jóvenes venezolanos perciben la política.

El sociólogo Alexander Campos del Centro de Investigaciones Populares, explica que fueron 5 los grupos focales de jóvenes entre 18 y 20 años, solteros, sin relación de pareja estable y residentes de Caracas, Miranda, Sucre, Táchira, Zulia, Bolívar o Apure.

Los resultados del estudio fueron presentados este lunes 13 de marzo en la Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela, con un panel moderado por el director ejecutivo de Estadolab, Héctor Fuentes.

Daniela no estudia en la universidad, pero sabe que si quiere prosperar esa es la vía. Campos destaca que, en ese sentido, en los jóvenes hay una renovación de la valoración de la educación como mecanismo de superación.

Ella considera que su situación es agobiante. Tiene que esforzarse al máximo para pagar sus propios gastos y colaborar en algo en la casa, pero solo para eso, la subsistencia. No tiene planes, ni siquiera sabe si el dinero que acaba de cobrar le alcanzará para los pasajes de la semana que viene. La situación, por supuesto, afecta sus emociones

“Hay mucha ansiedad, volatilidad anímica e inseguridad por el futuro”, comenta Campos, y destaca que el perfil del joven entrevistado siente que es más dependiente de las circunstancias externas que de la acción propia.

Según el sociólogo, para estos jóvenes todo esfuerzo personal no parece ser suficiente y ni si siquiera con dos o tres trabajos les llega la anhelada autonomía respecto a sus padres y aunque perciben cierta mejoría respecto al país, sienten que en el plano personal no progresan, que están estancados y desgastados.

Democracia y Política

“La política es dominación, no es para el servicio”, opina Daniela y añade que es un dispositivo del chavismo para la eliminación del oponente.

La socióloga Mirla Pérez, del Centro de Investigaciones Populares, argumenta que para estos jóvenes la política es engaño, aunque el análisis de la democracia es otro. “No han vivido la democracia, pero desde el espacio de la familia han obtenido una valoración positiva sobre la democracia”, indica. 

De esta forma, explica que para los jóvenes, democracia es inclusión, voto, escucha, participación, oportunidad, pero la política es otra cosa.

Daniela piensa que la práctica democrática tiene un alto costo, que el riesgo puede ser incluso la muerte y por ello dice que actualmente en Venezuela no hay democracia, pues no se permite que el pueblo se exprese ni elija, pareciera que todo está arreglado para que el chavismo siga en el poder.

La profesora Pérez argumenta que los jóvenes no hacen la asociación entre democracia y la política. “Por eso, construir el puente que los lleve a la necesidad del voto es difícil, porque el voto es una herramienta democrática y ellos no han vivido la democracia y tiene una percepción de política a partir de la dominación. Es complejo que pueda imaginarse ese puente en un sistema que para ellos no existe”, indica.

Añade que para los jóvenes la participación política representa un esfuerzo inútil, porque piensan que no van a poder incidir sobre el sistema y “la vida personal de ellos es tan compleja que dedicárselo a un esfuerzo inútil es como demasiado forzado”.

Daniela ni si quiera se muestra interesada en escuchar a los políticos, “a mí no me llama la atención”, asevera, y asegura que las votaciones no eligen nada, que ya bastante trabajo tiene en resolver su vida personal.

Para la socióloga, está claro que se plantea un gran desafío de construir un instrumento como el voto, no obstante, considera que la narrativa venezolana tiene un destinatario que no son los jóvenes: «Es el mismo grupo cerrado que se habla a sí mismo, y no está interesado en abrirse más allá de sus propios códigos de comunicación”.

Generación monopolítica

La socióloga Verónica Chópite es investigadora del Observatorio de Juventudes de Venezuela, que recientemente publicó el informe 2022 de la Cátedra del Sentido, relatos de las juventudes en la Venezuela autoritaria, que caracteriza las percepciones cotidianas y narrativas de jóvenes venezolanos entre 18 y 35 años de edad en el contexto político vivido desde 1998 hasta el presente.

Considera que Venezuela es un país adulto-céntrico, un término que indica que la vida pública e institucional está hecha para el adulto, centrada en las necesidades de este grupo.

Explica que los jóvenes han crecido en un sistema débil “hasta llegar a este punto de autoritarismo” y que constituyen una generación “mononopolítica”, porque solo conocen un sistema político y esa falta de diversidad hace que no se involucren ni organicen.

Además, refiere que votar implica pensar en el futuro y se pregunta: «¿Cómo pedimos a estos jóvenes que piensen en el futuro, si lo que han vivido es una crisis tras otra?

Comenta que los partidos políticos han perdido relevancia, se han convertido en “elefantes blancos” y por eso se ve a jóvenes que se unen con un grupo de amigos y forman una organización civil, ya que eso les da más flexibilidad y posibilidad de financiamiento. “No puede haber militancias en crisis que no les permita tener un proyecto de vida”, sostiene Chópite.

La joven socióloga destaca que actualmente hay una participación política muy ad hoc, a partir de causas, y que incluso los jóvenes en los partidos están frustrados, porque “están agrupados en dictadura y no han tenido espacios para medirse o para exponerse públicamente”.

Un dato importante aporta el director ejecutivo de Estadolab, Héctor Fuentes: En 2024 habrá 3,3 millones de menores de 30 años que no van a estar incorporados al Registro Electoral para los comicios presidenciales, 2,4 millones de ellos estarán en Venezuela y la mayoría quiere el cambio político. Parecen tener entonces poco tiempo los políticos profesionales para convencer a Daniela de lo importante de su participación.

Instituto FORMA ha capacitado a más de 35.000 jóvenes para servir a Venezuela
El Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales FORMA produce conocimiento y espacio para el debate plural de todas las fuerzas democráticas del país

Servir como espacio para la reflexión, la generación de conocimiento, el debate, la divulgación de ideas y la formación de líderes que transformarán el país. Partiendo de esta premisa, el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales FORMA arriba a su 19 aniversario, reforzando su compromiso con la juventud venezolana y la lucha democrática en Venezuela.

Fundado el 14 de marzo de 2003, FORMA ha recorrido Venezuela con su programa de formación “Juventud y Destino de la Nación”, que ha brindado a más de 35 mil jóvenes de todos los partidos democráticos el conocimiento que necesitan para abordar la complejidad de la situación que enfrenta la República.

“La alegría y el agradecimiento de los jóvenes que participan en ‘Juventud y Destino de la Nación’ nos confirma que este programa debe continuar y tiene que crecer. Tenemos que llegar a más muchachos y necesariamente tenemos que visitar más ciudades”, afirma la presidenta ejecutiva de FORMA, Paola Bautista de Alemán, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Rostock, Alemania.

 

Bautista de Alemán destaca la importancia del esfuerzo sostenido en estos 19 años, enfrentando las amenazas que se ciernen sobre la libertad en el país. “Fuimos pioneros en encuadrar la lucha política en clave de resistencia democrática”, resalta la política e intelectual, autora de los libros “A callar que llegó la revolución” y “El fin de las democracias pactadas”.

FORMA edita la revista digital Democratización, que busca describir y dar luces sobre el momento social, político, económico y cultural de Venezuela. Adicionalmente, produce el podcast Democratización, para promover el debate sobre los contenidos de su publicación, y mensualmente organiza un espacio llamado “La Tertulia”, que tiene como fin abrir la discusión sobre la actualidad con expertos de diferentes ideologías y corrientes de pensamiento.

Para servir

Este proyecto nació por iniciativa de Juan Miguel Matheus, Angel Alvarado, Leopoldo Rodríguez, Federico Ortega, Alejandro Silva, José María Fuentes, Ignacio Rivas, José Rafael Herrera y otros jóvenes que en ese momento entendieron que la formación era fundamental para servir al país y reivindicar la labor política.

“En esos años si uno decía que quería ser político la gente arrugaba la cara. La juventud estaba un poco adormecida, pero alerta, frente a lo que estábamos viviendo”, recuerda Matheus, quien se desempeñó como diputado por el estado Carabobo en la Asamblea Nacional electa en 2015.

Matheus apunta que “nuestro crecimiento está calcado sobre la dinámica política de Venezuela y, por eso, nuestros inicios fueron especialmente duros. Cuando echamos a andar la institución y vimos con claridad que había que formarnos para la política, la mayoría de los jóvenes aún no despertaba a lo público. Y años después, cuando hubo un renacer del interés hacia la política, parecía que había poco tiempo para la formación, Se veía un horizonte de acción política de calle que aparentemente dejaba a un lado nuestra misión”.

 

A pesar de todos los obstáculos y riesgos, FORMA mantiene hoy su apuesta por la formación con un programa que ha dado herramientas a jóvenes con vocación política. Muchachos que han salido a la calle para escuchar y servir a los venezolanos.

A sus 19 años, FORMA sigue siendo pionera en formación política, pero esta labor ahora está acompañada de producción de conocimiento, eventos culturales y nuevos productos impregnados de académicos y políticos que expresan la diversidad y pluralidad de Venezuela.

*También puede leer: Provea apoya prorrogar investigación de Misión de la ONU en Venezuela

Enjuve: Solo 26,4% de los jóvenes opositores manifestó que participará en comicios del #21Nov
En 2013, la Enjuve señaló que 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales. 
Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participará en las regionales, mientras que 48,9% no lo hará.
En el caso de los jóvenes identificados con el oficialismo, 44,7%  participará en los comicios del 21 de noviembre, mientras que 16% no irá a votar

Faltan solo tres días para la celebración de las elecciones regionales y municipales y las expectativas sobre la participación de jóvenes venezolanos en el evento son bajas en los que se identifican con la oposición y un poco más altas en los que se asumen como chavistas.

La Encuesta Nacional Sobre Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el pasado mes de octubre, reiteró que 67% de la población juvenil venezolana está descontenta con las elecciones llevadas a cabo en el país.

«Solo 13% de los jóvenes tiene mucho interés por la política. En 2013, 37% de la población joven estaba interesada en la política», señaló el estudio.

La intención de participar en las regionales varía según la inclinación política, pero también demuestra el desinterés en general de la juventud hacia este tema.  Según la Enjuve, actualmente, 29% de los jóvenes no tiene ningún interés por la política. Esta cifra aumentó nueve puntos desde 2013. 

En 2013, la Enjuve señaló que 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales.  Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participará en las regionales, mientras que 48,9% no lo hará.

En el caso de los jóvenes identificados con el chavismo, 44,7% de los jóvenes participará en los comicios del 21 de noviembre, mientras que 16% no irá a votar.

42% de los jóvenes que dijo que no irá a votar aseguró que se debe a que no está inscrito en el registro electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Mientras que 17% los que no participará en las regionales explicó que se debe a que consideran que «siempre ganan los mismos». Otro 11% de los jóvenes comentó que no votará porque «no le interesa la política».

Desconfían y no quieren involucrarse en política

Otros datos de la Enjuve reflejaron que las instituciones políticas y las del Estado son las que menos confianza aportan a los jóvenes.

«Solo 53% de los jóvenes confía en instituciones políticas y 51% en instituciones del Estado», indicó la encuesta. 

Además de desconfiar,  los jóvenes han perdido el interés de involucrarse en grupos políticos.

«Solo a 30,3% de los jóvenes le interesa participar en grupos políticos. Es el grupo en el que menos quieren participar», aseguró el estudio.

Según la Enjuve, solo 6,9% de la población joven encuesta había participado en partidos políticos. 

 

Los efectos de la crisis en la juventud
No necesariamente los jóvenes sin afinidad con alguna corriente son indiferentes a la crisis política. Creo que muchos sí son opositores en el sentido literal del término

 

@AAAD25

Cada vez que uso las palabras “jóvenes” o “juventud”, me siento viejo. No sé por qué.  En un mes cumpliré 30 años. Ya no me sentiré tan ridículo cuando intente racionalizar este raro efecto dialéctico. Sobre todo cuando hable de adolescentes y de adultos que rondan las dos décadas de vida. Qué bueno, porque entonces me será mucho menos incómodo redactar artículos como este, que tiene por foco el grupo etario del cual Cronos, el Padre Tiempo, está a punto de expulsarme para siempre.

Recientemente dediqué esta columna a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida. Hoy haré lo mismo con otro estudio estadístico de la Universidad Católica Andrés Bello: la Encuesta Nacional de Juventud (Enjuve). Además de la categoría temática repetiré la modalidad. Es decir, tomaré algunos datos llamativos de la encuesta para intentar darles contexto de manera relevante para nuestra situación nacional.

El fondo

El fondo

Comencemos. Con una muestra de individuos entre 15 y 29 años de edad, la encuesta halló que 44 % de los consultados dice que no se iría del país en este momento. Este fue el primer cálculo que me llamó la atención, pues no esperaba que fuera tan alto.

No es por fortalecer la narrativa de que «Venezuela se arregló», pero resalta que la permanencia confirmada sea una respuesta considerablemente más frecuente que «no dudaría en irme» (28 %). Tal vez la estabilización en el foso redujo la ansiedad sobre el futuro y el incentivo a emigrar. Cada vez más personas se dan cuenta de que en términos económicos ha habido un cambio en Venezuela y que el presente, aunque a años luz de lo ideal o siquiera de lo normal, es menos angustiante que el pasado de tres o cuatro años.

Pasemos ahora a algo que alarmó a muchos lectores de la encuesta: la identificación política. De los entrevistados, 37,0 % se manifestó afín a la oposición; 31,1%, afín al chavismo; y 31,9%, sin afinidad con alguna corriente

He visto a personas preocupadas porque los bloques no se diferencian mucho en tamaño. Creo que el detalle está en el término «oposición”. Una metonimia confusa. Probablemente, los consultados lo leen y no piensan en el acto de oponerse al régimen en sí mismo, sino en la dirigencia opositora. Lógico que pocos se identifiquen con ella. Así pasa en todas las edades, pues hay una crisis de representatividad, precisamente porque el liderazgo ha sido incapaz de lograr el objetivo opositor por antonomasia: el cambio político.

Entonces, no necesariamente los chamos sin afinidad con alguna corriente son indiferentes a la crisis política. Creo que muchos sí son opositores en el sentido literal del término. Solo que se oponen al régimen sin simpatizar con Juan Guaidó, Henrique Capriles, María Corina Machado, etc.

En cuanto a los jóvenes identificados con el chavismo, tampoco necesariamente apoyan todos al régimen hoy. Aunque nos cueste entenderlo, lo cierto es que hay personas que apoyaron a Hugo Chávez hasta el final, se consideran chavistas, pero retiraron su apoyo a Nicolás Maduro debido a una catástrofe humanitaria que ellas también padecen. Son los que creen, sincera pero erróneamente, que Maduro se desvió del camino de Chávez para desgracia del país.

Yo no me preocuparía tanto, entonces, por las identidades políticas. Mucho más inquietante es esto: 50 % de los consultados por la Enjuve dice que la democracia es el sistema político preferible. En 2013 ese porcentaje fue de 68,8 %. En cambio, 22,1 % dice que un régimen autoritario es mejor, cifra que en 2013 estuvo en 8,3 %.

¿Cómo pudo ocurrir esto? Quizá las generaciones más jóvenes, al no haber conocido nunca la democracia, ignoran que casi siempre es más eficaz estimulando una calidad de vida alta.

También las decepciones con una dirigencia opositora que se identifica como «democrática» pudieron contribuir. Muchachos que creen que la única solución al daño que hizo el chavismo es otra dictadura. La orfandad de liderazgo suele favorecer las tendencias autoritarias. Esto es cónsono con el surgimiento de comunidades, sobre todo digitales, de admiradores de autócratas como Marcos Pérez Jiménez, Francisco Franco o Augusto Pinochet. Quien las haya visto seguro habrá notado un alto componente de adolescentes y adultos muy jóvenes.

No creo que este problema se solucione si no se vuelve a entusiasmar a las masas por una política nacional que resalte los valores cívicos, cosa a su vez difícil mientras el chavismo gobierne y la oposición se quede estancada. Supongo entonces que nos toca a los ciudadanos comunes hacer un esfuerzo por mantener vivas las virtudes republicanas y democráticas, de manera que estén listas para florecer en un hipotético poschavismo. Eso sí se puede.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

78% de los jóvenes venezolanos no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia
42% de la población juvenil no está inscrita en el Registro Electoral

La Encuesta Nacional de la Juventud, presentada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) el 26 de octubre, indicó que 78% de los jóvenes venezolanos no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia en Venezuela. 

A pesar de ver los resultados que ha traído un sistema político totalitario, 22,1% de la población juvenil indicó que un régimen autoritario es preferible a la democracia. En 2013, solo 8,3% pensaba eso.

«Impacta saber que la democracia como sistema político no es opción para los jóvenes», dijo Luis Pedro España, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB.

En 2013, 69% de los jóvenes optaban por la democracia como el sistema político ideal. Ocho años después, en 2021, esa cifra disminuyó a 50,4%

Deterioro de la imagen de democracia

Según la Enjuve, la permanente crisis política, la imposibilidad de cambios en las instituciones y la percepción sobre la naturaleza de la política ha deteriorado la imagen y el apoyo a la democracia.

«El descontento de los jóvenes con el sistema político del país es deplorable», señaló España.

La Enjuve indicó que los jóvenes tienen una mala percepción del funcionamiento de las instituciones políticas y sociales de la democracia.

En 2013, 26,7% de los jóvenes no estaba nada satisfecho con la democracia. Actualmente, la cifra aumentó a 42,9%.

Hace ocho años, 27,2% de la población juvenil estaba satisfecha con la democracia en Venezuela. En 2021, la cifra cayó a 16,2%.

Chavismo, oposición y no alineados

La encuesta presentada por la UCAB explicó que actualmente la política venezolana se divide en tres grupos: Chavismo, oposición y no alineados.

Según datos de la encuesta, 37% de los jóvenes se considera de oposición al gobierno de Nicolás Maduro, 31,1% a la oposición y 31,9% no se identifica con ninguno de los grupos anteriores, por ende, son llamados los no alineados.

De acuerdo a España, a pesar de ser un país que históricamente se ha dividido en dos extremos, Venezuela se ha vuelto un país centrista.

Actualmente, 35,2% de los jóvenes venezolanos indicaron que su posicionamiento ideológico es centrista. 30,5% de la población juvenil pertenece al bloque de derecha, mientras que, 26,2% pertenece al bloque izquierdo.

En 2013, solo 23,7% de la población juvenil se consideraba centrista. 

Poco interés en la política

La Enjuve aseguró que solo 13% de los jóvenes tienen mucho interés por la política. De hecho, 31% afirmó que tiene poco interés en ella y 29% ningún interés. 

Esto se ve reflejado en la opinión de los jóvenes con respecto a la participación en elecciones. 48,9% de los jóvenes de oposición aseguró que no tiene intención de votar en las elecciones regionales, 28,9% de los jóvenes que no están alineados con ningún partido político tampoco quiere votar y 16% de la población juvenil alineada con el chavismo no quiere participar en el acto electoral. 

Según la encuesta, el motivo principal por el que los jóvenes no quieren participar en las elecciones es porque no están inscritos en el Registro Electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE). 42% de la población juvenil no está inscrita en el Registro Electoral.

Almagro elogia a jóvenes de Venezuela por enfrentar torturas y represión

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, elogió hoy a los jóvenes de Venezuela por enfrentarse a condiciones de «tortura, represión política y detención arbitraria» para pelear por sus derechos.

Durante su intervención en el Foro de los Jóvenes, una de las reuniones preparatorias para la Cumbre de las Américas de Lima, Almagro valoró que la juventud de los países americanos está permanentemente «sacudiendo» sus sociedades «haciendo enormes esfuerzos para cambiarlas y hacerlas cada vez mejores».

«Un saludo a todos los jóvenes que han tenido que luchar y pelear por sus derechos para reafirmarlos en el día a día y aquellos que han sido más fuertes al enfrentar condiciones más adversas de tortura, represión política y detención, que son los jóvenes de Venezuela», dijo Almagro entre los aplausos de la audiencia.

El uruguayo participó junto al presidente de Perú, Martín Vizcarra, en el último acto de la reunión y previamente asistió a la presentación de las conclusiones preliminares de los cuatro grupos de trabajo en los que se dividieron los participantes.

Durante su primera intervención, Almagro defendió la transparencia como el valor fundamental para combatir la corrupción, especialmente en los procesos electorales para asegurar que la voz de los ciudadanos sea respetada y prevalezca.

El máximo responsable de la OEA también reclamó eliminar cualquier signo de impunidad, «un terreno muy peligroso que las sociedades no se pueden permitir».

Almagro abogó por dirigirse hacia un desarrollo sostenible al advertir que la corrupción ha afectado también al medio ambiente y, con ello, a la salud de muchos ciudadanos.

Demandó igualmente la confluencia del sector público y privado y mayor inversión en la educación para fortalecer a la ciudadanía y generar riqueza.

Por su parte, Vizcarra afirmó, en la clausura de la primera jornada del foro, que la Cumbre de las Américas es una oportunidad para que los gobiernos del continente adopten medidas concretas frente a la corrupción.

El mandatario peruano señaló que la corrupción disminuye la confianza de los ciudadanos en sus instituciones democráticas, por lo que consideró que su prevención y combate son esenciales para la misma democracia, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.

El gobernante, que lleva solo dos semanas en el cargo tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski en medio de una crisis política, prometió que los aportes de los jóvenes enriquecerán el trabajo de los representantes de los Estados para conocer mejor los efectos de la corrupción y las vías para combatirla.

«Los jóvenes son actores fundamentales para abordar los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Solo con su dinamismo y empuje podemos alcanzar la prosperidad de nuestros países. Son la fuerza del cambio y de la innovación para transformar la realidad en la que vivimos», apuntó.

La «Declaratoria de Compromiso de los Jóvenes de las Américas», documento final del Foro de los Jóvenes, será presentada este jueves antes de ser trasladada el mismo día al diálogo que los actores civiles sostendrán con los representantes gubernamentales.

En la reunión, organizada por el Young Americas Business Trust (YABT) con el apoyo de la OEA, participan alrededor de medio millar de jóvenes de los 34 países participantes en la Cumbre de las Américas.

La sesión inaugural, desarrollada por la mañana, estuvo marcada por las quejas de un grupo de delegados cubanos ante la supuesta inclusión en la reunión de opositores al Gobierno del presidente Raúl Castro.

El Foro de los Jóvenes es una de las reuniones preparatorias para la Cumbre de las Américas que se celebra de manera paralela en Lima a otras similares, como el Foro de los Indígenas y el Foro de la Sociedad Civil.

Encerrados fuera del país: la vida de los niños venezolanos sin cédula ni pasaporte

PasaporteVenezolano

En la billetera de un niño venezolano mayor de 9 años de edad, además de la imagen de algún superhéroe o el logo de un equipo deportivo, puede haber algo de dinero, un carnet estudiantil, fotos familiares y la cédula de identidad. En la de Andrés, ya con 11 años de edad, no hubo chance de meter este último documento.

La familia de Andrés se fue a Canadá en septiembre de 2013 huyendo de la  inseguridad que los mantenía presos en su casa en Caracas. Valentina Mujica, su madre, cambió las clases que daba en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela por atender llamadas en un call center y enseñar español. Vive en las afueras de Toronto con sus dos hijos y su esposo. Se mudaron cuando faltaban dos meses para que Andrés cumpliera 9 años y, a pesar de que su mamá insistió en tramitar su cédula en el Saime antes de partir, fue imposible. Ahora es un venezolano encerrado en otro país. Su pasaporte se venció y sin la cédula no hay forma de renovarlo. No puede salir de Canadá, mientras no tenga el documento venezolano u obtengan la ciudadanía, que podrían solicitar a partir del próximo año.

La burocracia venezolana para los trámites es algo que el gobierno también lleva a sus consulados. Y la cédula se ha convertido en una alcabala en la vida del venezolano, viva en el país o se haya marchado. No tener el carnet laminado en el exterior puede implicar no poder viajar por la imposibilidad de renovar el pasaporte en los consulados. Y para quienes siguen en el país el documento es indispensable para asegurarse provisiones alimentarias.

Daniela Mujica emigró con la intención de tener una mejor calidad de vida. Reside en Barcelona, España, con su hijo y su esposo. Después de ocho años su hijo se convirtió en un indocumentado. Tiene 14 años de edad y el pasaporte vencido. El consulado en Barcelona no le permite tramitar la cédula de identidad. Al emigrar no tenía edad suficiente para solicitarla y ahora la única solución es viajar a Venezuela para obtenerla.

“Mi situación económica no es tan buena y no tengo tanto dinero como para gastarme casi 3.000 euros en boletos de avión ida y vuelta para poder realizar un viaje con mi hijo a Caracas, sacarle la cédula de identidad por primera vez y, posteriormente, solicitar la renovación del pasaporte”, lamenta Daniela Mujica, mientras su hijo camina por las calles de Barcelona sin reconocimiento jurídico de su país natal. Su condición de venezolano está vencida.

Emigrar implica sacrificios. Mucho más para el que incluye a sus hijos en el plan. Al cumplir 9 años de edad en tierras extranjeras los niños venezolanos empiezan a engrosar una lista de discriminados difícil de cuantificar. Quedan en un limbo jurídico sin protección.

Ni la Ley Orgánica de Identificación Civil ni la página web del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) mencionan el derecho de los niños venezolanos mayores de 9 años que están en el extranjero de obtener la cédula de identidad. La legislación venezolana, como la de casi todos los países, establece que el pasaporte es el documento de identificación de los ciudadanos en el extranjero y es el requisito indispensable para realizar trámites de regularización de su residencia legal en otros países. Pero la obligatoriedad de tener la cédula para poder renovar el pasaporte vulnera el derecho de los niños de estar identificados, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos del Niño, y también los hace violar las leyes de otras naciones.

“De entrada es una discriminación por un vacío operativo que generan los sistemas implantados en el Saime. El artículo 22 de la Ley de Identificación Civil dice que los niños tienen derecho de obtener documentos públicos de identificación. Los niños no pueden estar sin documentación, menos si se encuentran en el exterior. El Estado no puede darles la espalda”, asegura el abogado Carlos Trapani, que trabaja con Cecodap, ONG de promoción de derechos del niño y el adolescente.

Cada país tiene sus normativas para los extranjeros que residen en su territorio. En el caso de Valentina Mujica y Daniela Mujica, los gobiernos de sus países de residencia les permiten a sus hijos acceder a servicios de salud y educación; sin embargo, esto no elimina el estatus de indocumentados que ahora poseen y que les impide pisar un aeropuerto internacional. “Mi problema con Andrés es que no puedo salir de Canadá con él, si se nos presenta una emergencia que nos obligue a salir de acá se nos complica”, señala Valentina Mujica.

 

Lee más en El Nacional.

Secretario de la MUD en Sucre invita a los jóvenes a inscribirse en el CNE

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Este viernes 3 de julio , Andrés Schloeter, secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad en el municipio Sucre, hizo un llamado a todos los jóvenes que cumplan 18 años antes del 6 de diciembre a inscribirse en el Registro Electoral (RE) y a actualizar sus datos en los casos que corresponda, tras faltar tan sólo cinco días para que culmine la jornada especial realizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las principales estaciones del Metro de Caracas.

En ese sentido, Schloeter explicó que es primordial que la juventud se involucre en la construcción del cambio que queremos en el país. “Los jóvenes debemos asumir el compromiso que tenemos con Venezuela. Es nuestro deber y nuestro derecho participar activamente del proceso electoral venidero que pudiera significar el punto de quiebre entre el pasado y el futuro. Históricamente, los parlamentarios son los portavoces de la voluntad de los ciudadanos. Es momento de que los diputados sean los verdaderos representantes de esta voluntad y que nuestra voz sea nuevamente escuchada”, aseveró.

Sobre el uso de la tarjeta única, Andrés Schloeter indicó que se sigue dando el debate en el seno de la Mesa de la Unidad, por lo que afirmó que “es tiempo de despojarnos de nuestros colores y símbolos partidistas y asumir esta lucha en unidad perfecta. No es momento para individualidades o protagonismo, Venezuela nos necesita unidos”.

Por último, ratificó el llamado a los 1.3 millones de ciudadanos entre 18 y 25 años, que aún tienen la oportunidad de inscribirse en el RE, a involucrarse en este proceso. “La fuerza de la Unidad es indetenible, es hora de asumir las riendas de la democracia”, culminó.