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Gobierno borra evidencias del dron que cayó en el edificio Don Eduardo

 

El miércoles 8 de agosto, apenas 4 días después de registrados los eventos calificados por el gobierno nacional como un “magnicidio en grado de frustración”, iniciaron las labores de restauración de la fachada del edificio Don Eduardo, ubicado en la parroquia Santa Rosalía, donde impactó uno de los “drones asesinos” que habría sido utilizado para atentar contra Nicolás Maduro.

Según fotografías divulgadas por César Saavedra y la periodista Antonieta La Rocca, las reparaciones también incluyen el apartamento que sufrió daños por la explosión del aparato volador. La reportera se preguntó “¿cómo puede intervenirse la escena si las investigaciones continúan?”.

El abogado penalista y criminólogo Luis Izquiel explicó a TalCual que “una de las funciones de los cuerpos policiales es la de resguardar el sitio del suceso para evitar que algún elemento sea alterado o desaparecido. Va en contra de la ley modificarlo. Esto fue mismo que hicieron en el caso de Oscar Pérez”, en referencia al chalet donde fue asesinado el policía sublevado y que pasados algunos días del hecho fue derrumbado.

El artículo 35, numeral 8, de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional establece como “funciones comunes” a todos los cuerpos policiales la labor de: “Resguardar el lugar donde haya ocurrido un hecho punible, e impedir que las evidencias, rastros o trazas vinculados al mismo, se alteren o desaparezcan, a los fines de facilitar las investigaciones correspondientes”.

La norma jurídica no establece cuántos días la escena del crimen debe ser preservada. “Variará en cada caso, pero igual creo que es muy pronto tres días. Principalmente si tomamos en cuenta la relevancia del asunto”, añade Izquiel.

Línea de tiempo | Al menos 7 veces ha fallado el anillo de seguridad de Nicolás Maduro

DESDE SU LLEGADA AL PODER EL 19 DE ABRIL DE 2013, el presidente Nicolás Maduro ha visto burlado el anillo encargado de proteger su integridad física al menos 7 veces. El mayor error registrado ocurrió el pasado 4 de agosto, cuando durante el discurso en el acto del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en la Avenida Bolívar de Caracas, un drone cargado de explosivo estalló a pocos metros de la tarima donde se encontraba el mandatario y funcionarios de alto rango.

La Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) expresa que la Guardia de Honor Presidencial es la encargada dar “la seguridad, custodia, protección y demás garantías necesarias para su libre desenvolvimiento” al Presidente de la República y su familiares inmediatos. Reconocer a los miembros de la Guardia de Honor es sencillo:, llevan traje verde oliva con detalles rojos y una boina del mismo color. Siempre a las espaldas del mandatario.

Durante los años del gobierno de Maduro, la Guardia de Honor ha crecido en 48%, tanto en estructura como en publicación de nombramientos y delegación de funciones, en comparación a los últimos años del mandato de su antecesor Hugo Chávez. Así lo confirmó la revisión de más de 2.763 gacetas oficiales, como parte del proyecto colaborativo de apertura de datos Vendata liderado por el Instituto Prensa y Sociedad y Transparencia Venezuela.

A pesar del crecimiento de la Casa Militar, y de todas las veces que Maduro ha recalcado que cuenta con “un equipo de seguridad de alto nivel”, desde su toma de posesión ha sido interrumpido por fanáticos, ha recibido mangazos, le han lanzado objetos no identificados a tarima y ha sido caceroleado por poblaciones enfurecidas. En Runrun.es hicimos un recuento de estos momentos y lo traemos en esta línea de tiempo.

 

@kathypennacchio

Los que vieron el cielo estallar en la avenida Bolívar

AL ACTO DEL 81 ANIVERSARIO DE LA GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA en la avenida Bolívar del pasado sábado 4 de agosto, donde se perpetró un supuesto ataque contra el presidente Nicolás Maduro no asistieron todos los miembros del actual gobierno.

A la salutación a la GNB, que se hizo por primera vez fuera de una zona militar, no asistieron figuras del chavismo como el presidente de la asamblea nacional constituyente, Diosdado Cabello, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el vicepresidente del Área Económica, Tareck El Aissami.

Maduro dijo en cadena nacional este martes que la vicepresidenta no lo acompañó el sábado por problemas de salud.

Cabello si se presentó este lunes 6 en una marcha en apoyo a Maduro desde la Plaza Morelos hasta las inmediaciones del Palacio de Miraflores, acto al que no asistió el mandatario, ni Rodríguez y tampoco El Aissami.

A la concentración denominada «Maduro pa rato» asistieron figuras que no estuvieron el día del supuesto ataque como la alcaldesa del municipio Libertador, el abogado los constituyentistas Hermann Escarrá, Adán Chávez y Tania Díaz.

En las fotografías y vídeos del sábado pasado se aprecia por supuesto al mandatario y a su pareja Cilia Flores, al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; al Fiscal General de la República designado por la asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab; al Defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz; al Contralor General de la República, Manuel Galindo y a los integrantes del tren ministerial Néstor Reverol, Aristóbulo Iztúris, Jorge Rodríguez y Ricardo Menéndez. Obviamente acudió el alto mando militar de la nación encabezado por el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López y el Comandante General de la Guardia Nacional, Richard López Vargas.

 

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INFOGRAFIA | Explosión de drones es la única evidencia que el Gobierno muestra como intento de magnicidio

UN ATENTADO. UN INTENTO DE MAGNICIDIO contra el presidente Nicolás Maduro. Fue la explicación que dio el gobierno venezolano a  sendas explosiones de dos drones que ocurrieron durante la parada militar que celebraba el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana en la avenida Bolívar el sábado 4 de agosto de 2018.

El denunciado intento de asesinar a Maduro, que causó siete militares heridos según voceros oficiales,  ha sido tomado con escepticismo y precaución. Sólo una docena de países (Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Turquía, Rusia, Siria, Irán, España, Ecuador y Uruguay) han condenado las detonaciones que obligaron a suspender el discurso presidencial transmitido en cadena nacional y que provocó la estampida de los uniformados apostados en el desfile.

De la incredulidad generalizada hacia el supuesto intento de magnicidio han acusado voceros oficiales como el canciller Jorge Arreaza, quien consideró que tanto medios de comunicación como agencias de noticias han subestimado el intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro, subrayó vía Twitter.

También, el primer vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello,  criticó la postura de los partidos de oposición al no condenar el supuesto intento de magnicidio contra Maduro. Tras la movilización del lunes 6 de agosto en el centro de Caracas, convocada desde el alto gobierno para respaldar al mandatario, enfatizó que  “no condenan que ahí pudieron haber muerto, además del hermano presidente, los presidentes de los poderes, el alto mando militar, casi todo el mando político, compañeros que estaban invitados al acto y parte del cuerpo diplomático”. En la tarima a la que se refería Cabello no se encontraba el también presidente de la anc el sábado 14 de agosto. 

Hasta el momento, se confirma que dos drones modelo DJI M600 estallaron durante la ceremonia militar del sábado 14 en las inmediaciones de la avenida Bolívar de Caracas, tal como denunció el ministro de Defensa, Néstor Reverol. Sin embargo, es un conteo que no coincide con la versión del titular de Comunicaciones e Información, Jorge Rodríguez, quien afirmó que ese día se registraron tres explosiones durante el supuesto intento de acabar con la vida del presidente.

Sin presentar evidencias, el propio Maduro ha señalado a “la ultraderecha” y al presidente saliente de Colombia, Juan Manuel Santos de estar detrás del intento de asesinarlo. Mientras que Reverol, quien tildó el ataque como “un delito de terrorismo y magnicidio en grado de frustración”,  anunció que ya se habían detenido a seis presuntos “terroristas” después del registro de varios hoteles de la capital. Arreaza vinculó el ataque a restos de la célula rebelde que dirigía el fallecido piloto Óscar Pérez, asesinado en enero de 2018 por tropas gubernamentales en El Junquito.

 

Un kilo de C4 volaría un edificio y otras respuestas sobre las explosiones del 4 de agosto

AL DÍA SIGUIENTE DE LOS ESTALLIDOS de la tarde del 4 de agosto de 2018, durante el acto del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, el ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Néstor Reverol, dio detalles del confuso suceso. Según sus declaraciones, se trató de un intento de magnicidio en el que se utilizaron dos drones DIJ- M600 diseñados «para trabajos industriales y que pueden soportar grandes cargas y peso, como una cámara de cine o un kit complejo de grabación».

Cada drone venía cargado -según el ministro y militar quien está sancionado por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea- «con un kilogramo de explosivo denominado C4, capaz de hacer daño efectivo a un radio, aproximadamente, de 50 metros».

También explicó que uno de los drones había sobrevolado  tribuna presidencial pero que “gracias a las técnicas especiales de la Guardia de Honor y a la instalación de equipos inhibidores de señales, se logró desorientar y terminó activándose fuera del perímetro planificado».

El segundo dron perdió el control en las proximidades del evento y cayó en un edificio denominado Don Eduardo, entre las esquinas Viento y El Cristo de la parroquia Santa Rosalía, a tres cuadras  la avenida Bolívar. Ese artefacto cayó en llamas en el techo del piso uno, siempre según Reverol.

De ambos objetos no tripulados hay videos.  

Runrun.es consultó a  varios expertos en el manejo de drones y explosivos para armar el rompecabezas de los hechos y esto fue lo que analizaron.

¿Se necesita un permiso para manejar un dron en Caracas?

“Desde agosto de 2016 se exige que todos los drones que se pilotean deben ser registrados en el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).  Se pueden volar drones en Venezuela sin problemas, en áreas no restringidas, siempre y cuando se tenga el permiso. Uno va, paga sus unidades tributarias y te dan el permiso” explica René Ramos, fundador de  Drones Caracas

“Los drones no pueden volar libremente en Caracas.  El Inac da el permiso para poder pilotear. La autorización se da siempre y cuando no se sobrevuele sobre bases militares, eventos políticos, Miraflores, ni nada que tenga que ver con seguridad del Estado”, dice Eduardo Rodríguez,  piloto de drones.

¿Qué características tiene el dron DIJ-M600?

“Es un drone de tipo comercial que alcanza velocidades de hasta 62 kilómetros por hora, pero pierde velocidad al estar entre edificios. La distancia máxima que puede estar el operador  del drone es de 5 kilómetros y pierde señal cuando lo metes entre edificios, así que calculo que, máximo, la persona tendría que estar a 1 kilómetro y medio de distancia” explica Ramos.

“Para manejar estos drones comerciales tienes que registrarte en la  página de DJI. Rastrear al dueño es muy sencillo: resulta más difícil  conseguir quién te robó el celular. Es un dron costoso, el mejor a nivel comercial. Quien hizo esto tenía plata o estaba financiado. Puede costar más de 6.000 dólares”, agrega Ramos.

Rodríguez coincide en los límites de su alcance. “Un dron puede llegar a 7 kilómetros de distancia desde donde despega, dependiendo de la marca y del modelo, pero pierde señal. 4 o 5 kilómetros es su radio más estable”, explica el piloto.

¿Se puede neutralizar un dron con un inhibidor de señal?

“Hay inhibidores de señal portátiles para teléfonos y radios. Dudo mucho que tuvieran en la avenida Bolívar un inhibidor para drones como los tienen en las torres de control de los aeropuertos y en las bases militares. Es poco probable que haya sucedido lo que dice Reverol, que gracias a sus inhibidores desviaron el dron. Además,cuando el dron pierde la señal, está programado para volver a su lugar de origen”, detalla Ramos.

“Es difícil neutralizar la acción de un drone con un disparo cuando es un ataque sorpresivo. Pero sí se puede neutralizar con una red radiofrecuencia que cubra el área a proteger”, explica Jhon Marulanda, ex militar colombiano y asesor en seguridad.

¿Cómo funciona el explosivo C4?

“C4 es un  explosivo típico militar de gran poder, resistente a los golpes, moldeable y de relativamente fácil adquisición. Aunque hay explosivos más poderosos en el mercado negro”, dice Marulanda.

“Si no usaron C4, Semtex pudo haber sido otra opción. También se consigue en mercado negro y es poderoso en pequeñas cantidades”, agrega el experto colombiano.

“La composición C4 es como ver un dulce de leche, una masa de plastilina blanquecina. Lo hundes con un mecanismo eléctrico, con mucha delicadeza, que se llama explosor, el cual puedes conectarlo a un temporizador o a un teléfono celular también. Una vez que se hace la llamada al teléfono celular se cierra el circuito, se pegan los dos cablecitos y explota. En el caso del acto militar en la avenida Bolívar de Caracas pudo haber sido un temporizador o un sistema eléctrico a distancia. Tú haces la llamada y explota, así como ves en las películas. Igualito”, dice un experto en manejo de explosivos que prefiere mantener su nombre en anonimato.

Considerando las explosiones que se vieron, ¿es correcto hablar de un kilo de C4?

“Un kilo de C4 es mucho para la explosión que ocurrió. Hubiera producido una explosión extrema. Puede volar un edificio y la onda expansiva puede llegar a varios metros.. Por lo tanto, una explosión como la que vimos no pudo haber sido con un kilo de C4. Calculo que fueron 100 gramos”,  dice el experto en explosivos.

¿Hay elementos para decir que fue un atentado en contra el Presidente?

“Para los atentados o ataques terroristas se usan drones de tipo militar que puedan ser operados desde otra ciudad inclusive. El que se usó el sábado 4 de agosto  es un drone de tipo comercial. Además, es poco probable que sea un atentado planificado por otro país. En esos casos se utilizan drones militares, que no están registrados, no se pueden rastrear y lo  explotan igual como en una guerra”, comenta el fundador de Drones Caracas.

Marulanda considera que “cuando un explosivo está en tierra es mayor el daño que produce por la onda expansiva”. Y añade: “No tiene sentido un estallido  en el aire. No tiene sentido un atentado así, pareciera que se activó el explosivo antes de tiempo o lo neutralizaron antes que llegara a tribuna”.

Un “magnicidio” abierto al público

LA MUJER ABRE LA PUERTA PERO DICE que está ocupada recogiendo la casa, que no puede recibir a nadie. Explica que sus hijos están nerviosos: la tarde anterior un pedazo de techo y una lámpara se vinieron abajo, muy cerca de uno de los niños. Ocurrió un rato después de que un objeto en llamas cayera sobre el techo de su apartamento en el piso 1 del edificio Don Eduardo, entre las esquinas El Cristo y Vientos, en Santa Rosalía, Caracas.

Entre las 5:10 y las 5:15 de la tarde del sábado 4 de agosto, mientras el presidente Nicolás Maduro daba un discurso por el 81 aniversario de la Guardia Nacional, se escucharon dos detonaciones según recuerdan los vecinos del edificio: una más suave, como un fuego artificial o un trueno en esa tarde lluviosa, y otra tan fuerte que hizo temblar los pisos.

“Yo bajé porque desde mi apartamento se escuchaba perfecto el discurso de Maduro y quería irme a otro lugar. Cuando estaba por salir escuché una explosión y, al llegar a la planta baja, sentí otra y comenzaron a caer vidrios. Mi hijo me metió al edificio y vimos cómo caían pedazos de algo en llamas”, recuerda una vecina que pide no revelar su identidad.

El objeto, de acuerdo con versiones de los vecinos, cayó sobre la parte inferior de la ventana del apartamento 22, del piso 2, en la fachada Norte del edificio. Justo encima del techo que luego se desplomó cerca de uno de los niños del apartamento del piso 1.

El edificio Don Eduardo está enfrente a una sede de la Cantv. Amaneció al día siguiente con periodistas y curiosos en la acera. No había cuerpos de seguridad, ni alcabalas ni tensión. Tampoco espacios custodiados ni cintas amarillas. Acompañado de un vecino, al lugar entra cualquiera. Desde la calle se ve la ventana ahumada del apartamento 22: las llamas -según los testigos- agarraron las cortinas y se propagó un incendio que dañó parte del mobiliario.

Al entrar al inmueble se siente el olor a plástico quemado. La puerta del apartamento incendiado está abierta. De un lado de la sala se ve una montaña de material carbonizado. El dueño, que sale poco después con la ropa y el cuerpo tiznados, dice que no puede hablar con la prensa y cierra la puerta. Sus vecinos aseguran que estuvo hasta la madrugada declarando a funcionarios del gobierno.

Dos explosiones, tres explosiones

El objeto en llamas que golpeó el inmueble es uno de los que, según declaró Nestor Reverol, ministro de Interior y Justicia, se iban a usar en un atentado en contra del presidente Maduro: “Dos unidades drones, cada una de ellas con 1 kilogramo de material explosivo (C4), capaz de hacer daño efectivo a un radio de 50 metros. Este tipo de aeronaves pilotadas a distancia son diseñadas para trabajos industriales, que puede soportar grandes cargas y peso. Una de las aeronaves sobrevoló la tribuna presidencial, pero gracias a las técnicas especiales de nuestra guardia presidencial y la utilización de equipos inhibidores de señales se logró desorientar al drone, activándose fuera del perímetro planificado por los sicarios y terroristas de este hecho. El otro dron cayó en un edificio cercano, Don Eduardo, detonando a la altura del piso 1”.

De acuerdo con Reverol, se hicieron allanamientos en hoteles de la zona, se han incautado evidencias y hay 6 detenidos. Instantes después de que se escuchó el estruendo, llegaron los funcionarios de las fuerzas de seguridad. “Me imagino que estaban siguiendo al objeto, porque en cuestión de minutos ya estaban aquí. Preguntaron si el edificio tenía cámaras”, dice un vecino que conversa con otros en la planta baja.

Al igual que sucedió en el caso del apagón reciente en Caracas, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e Información, ofreció una versión distinta a la del ministro del área. Esta vez dijo que hubo tres explosiones: una frente a la tarima presidencial; otra, en la esquina de Curamichate (muy cerca del Don Eduardo) y, la tercera, en un edificio al Sur de la tarima. Las residencias Don Eduardo están a tres cuadras hacia el Sur de la Avenida Bolívar donde -de acuerdo con una nota de Prensa Presidencial- se hizo allí por primera vez el homenaje a la GNB, tradicionalmente realizado en Fuerte Tiuna.

Nicolás Maduro, al igual que Reverol y la mayoría de los vecinos consultados, también habló de dos explosiones y dijo que optó por mantener la serenidad: “Todo eso genera confusión y yo observando para ver qué sucedía verdaderamente”

El domingo 6 de agosto la avenida Bolívar está cerrada, como es costumbre ese día. Un solo canal sentido Este se encuentra abierto. Trabajadores desmontan los tubos de la tarima. Algunos potes de anime que se usan para servir comida quedan regados por el suelo. Allí tampoco hay funcionarios acordonando la zona y protegiendo las posibles evidencias. Como en el Don Eduardo, las escenas del posible magnicidio al Jefe del Estado venezolano están abiertas al público.