Donald Trump archivos - Runrun

Donald Trump

AN presentará informe sobre posible responsabilidad penal de Trump por crímenes de lesa humanidad
El diputado Pedro Infante adelantó que se «dará a conocer un expediente con pruebas y argumentos organizados, de forma cronológica, de las acciones contra Venezuela y las medidas coercitivas unilaterales por parte del gobierno de los Estados Unidos, sobre todo» de las que fueron «impuestas por Donald Trump» 

 

Una comisión de diputados de la Asamblea Nacional (AN) presentará la próxima semana un informe preliminar de una investigación sobre la posible «responsabilidad penal» del expresidente de Estados Unidos Donald Trump por «crímenes de lesa humanidad», debido a las sanciones que impuso contra Venezuela mientras fue mandatario.

«La comisión especial (…) tiene previsto presentar la próxima semana un informe preliminar ante la plenaria del Parlamento nacional, además de la lista de ciudadanos y organizaciones responsables de violar el ordenamiento jurídico nacional», señaló la AN en una nota de prensa.

El presidente de la comisión, Pedro Infante, adelantó que se «dará a conocer un expediente con pruebas y argumentos organizados, de forma cronológica, de las acciones contra Venezuela y las medidas coercitivas unilaterales por parte del gobierno de los Estados Unidos, sobre todo» de las que fueron «impuestas por Donald Trump».

Aseguró que personas «naturales y jurídicas han violado la Constitución», el Código Penal, la Ley Orgánica de Extinción de Dominio, la Ley para la Protección de los Activos, Derechos e Intereses de la República y sus Entidades en el Extranjero, y la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, entre otras normativas.

La comisión, instalada el pasado 6 de julio, construirá una agenda de trabajo que incluirá reuniones y acciones coordinadas con otras instituciones como la Defensoría del Pueblo y los órganos de Justicia, de acuerdo con Infante.

Los resultados de estas investigaciones, agregó Infante, deberían ser llevados ante organismos como Naciones Unidas o la Corte Penal Internacional (CPI).

Europarlamento pide sanciones ante amenazas contra primarias

El Parlamento Europeo advirtió el 30 de junio que no se descartan las sanciones ante las amenazas de inhabilitación que habían circulado días atrás contra  María Corina Machado, candidata a la primaria opositora.

Cerca del mediodía de ese día, el diputado José Brito presentó la respuesta de la Contraloría a una solicitud que hizo el pasado 26 de junio. En el documento de la Contraloría se indica que la dirigente de Vente Venezuela inhabilitada desde 2015 y por 15 años  por supuesto «daño patrimonial» al Estado. 

Mediante un comunicado, el Europarlamento señaló que las instituciones «deben reafirmar su liderazgo en la defensa de la democracia y el Estado de Derecho».

Los miembros del Europarlamento expresaron que  renovaban su compromiso «con un proceso electoral de primarias que logre formalizar la candidatura de la oposición venezolana para devolver la democracia y la dignidad a un pueblo hermano en las elecciones previstas para 2024″.

 

Por todo ello, exigieron el cese de acusaciones contra Machado, así como que las autoridades no sucumban «ante los intentos de manipulación por parte del régimen dictatorial» del proceso de las primarias.

«Condenamos la injerencia del dictador y criminal Nicolás Maduro en el proceso electoral de primaria violando los acuerdos recogidos en los procesos de diálogos abiertos», añade el comunicado.

Con información de EFE

Corte Suprema de Estados Unidos impondrá más cambios tras su receso de verano
La notable semana de fines de junio en la que la Corte anunció sus decisiones en los casos de armas, aborto, religión y medio ambiente eclipsó, al menos parcialmente, otros eventos notables, algunos de ellos preocupantes

 

Aborto, armas, religión. Un cambio importante en las leyes en cualquiera de estas esferas habría dado lugar a un lapso fatídico en la Corte Suprema de Estados Unidos, pero en su primer periodo completo de sesiones junta, la mayoría conservadora de ese tribunal se pronunció en los tres casos y emitió otras decisiones significativas que limitan los poderes reguladores del gobierno. Y esa mayoría ha indicado que no tiene planes de bajar el ritmo.

Con tres jueces designados por el entonces presidente Donald Trump en sus cincuenta y tantos años, la mayoría conservadora de seis jueces parece estar preparada para mantener el control de la Corte en los próximos años, incluso décadas.

“Este ha sido un mandato revolucionario en muchos aspectos”, resumió Tara Leigh Grove, profesora de Derecho en la Universidad de Texas. “La corte ha cambiado radicalmente la ley constitucional en formas realmente importantes”.

Con sus opiniones restantes ya emitidas, el máximo tribunal del país comenzó el jueves su receso de verano. Sus jueces regresarán al trabajo en octubre.

Revocar el histórico fallo Roe vs. Wade y poner fin a una garantía constitucional de casi medio siglo del derecho al aborto tuvo el impacto más inmediato, al cerrar o restringir los abortos en aproximadamente una decena de estados a los pocos días de la decisión.

Al ampliar los derechos de portación de armas y encontrar discriminación religiosa en dos casos, los jueces también dificultaron el mantenimiento de las leyes de control de armas y redujeron las barreras a la religión en la vida pública.

Estableciendo nuevos límites cruciales a la autoridad reguladora, los jueces también frenaron la capacidad del gobierno para combatir el cambio climático y bloquearon un intento del gobierno del presidente Joe Biden para vacunar a los trabajadores de las grandes empresas contra el COVID-19.

La notable semana de fines de junio en la que la Corte anunció sus decisiones en los casos de armas, aborto, religión y medio ambiente eclipsó, al menos parcialmente, otros eventos notables, algunos de ellos preocupantes.

La nueva jueza Ketanji Brown Jackson prestó juramento el jueves como la primera mujer negra en la Corte. Reemplazó al juez saliente Stephen Breyer, quien sirvió casi 28 años, un cambio que no cambiará el equilibrio entre progresistas y conservadores en el tribunal.

A principios de mayo, el tribunal tuvo que hacer frente a la filtración sin precedentes de un proyecto de dictamen en el caso del aborto. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, ordenó casi de inmediato una investigación, sobre la cual el tribunal no ha dicho nada desde entonces. Poco después, equipos de trabajadores instalaron cercas perimetrales alrededor de la Corte de 2,4 metros (8 pies) de altura por preocupaciones de seguridad. En junio, la policía arrestó a un hombre armado a altas horas de la noche cerca de la casa del juez Brett Kavanaugh en Maryland y lo acusó de intento de asesinato.

Kavanaugh fue uno de los tres designados por Trump junto con los jueces Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett, que fortalecieron el bando conservador de la Corte. Greg Garre, quien se desempeñó como principal abogado de la Corte Suprema del presidente George W. Bush, dijo que cuando el tribunal supremo comenzó su mandato en octubre, “la pregunta más importante no era tanto en qué dirección se dirigía la corte, sino qué tan rápido iba. El mandato respondió a esa pregunta de manera bastante rotunda, la cual fue rápido”.

La velocidad también reveló que el presidente del tribunal supremo ya no tiene el control sobre la Corte que ocupaba cuando él era uno de cinco, no seis, conservadores, agregó Garre.

Roberts, que está a favor de un enfoque más gradual que podría reforzar la percepción de la Corte como una institución apolítica, rompió notablemente con los otros conservadores en el caso del aborto, y escribió que era innecesario derrocar el fallo Roe. Alegó que fue una “sacudida grave” para el sistema legal. Por otra parte, él formó parte de todas las demás mayorías ideológicamente divididas.

Si el año pasado reveló los límites en la influencia del presidente del tribunal supremo, también mostró la influencia del juez Clarence Thomas, el miembro de la Corte con más años de servicio. Él escribió la decisión que amplió los derechos de portación de armas y el caso del aborto marcó la culminación de su esfuerzo de 30 años en la Corte Suprema para deshacerse de Roe, que había permanecido en pie desde 1973.

El aborto es apenas una de varias áreas en las que Thomas está dispuesto a deshacerse de los precedentes judiciales. Los jueces enterraron una segunda de sus decisiones, Lemon vs. Kurtzman, al fallar a favor del derecho de un entrenador de fútbol americano de escuela secundaria a orar en la yarda 50 después de los juegos. Sin embargo, no está claro que otros jueces se sientan tan cómodos como Thomas para revocar fallos pasados.

Los casos del aborto y las armas también parecieron contradictorios para algunos críticos, en el sentido de que el tribunal entregó a los estados la autoridad sobre las decisiones más personales, pero limitó el poder estatal para regular las armas. Sin embargo, una distinción que hicieron las mayorías en esos casos es que la Constitución menciona explícitamente las armas, pero no el aborto.

Esas decisiones no parecen especialmente populares entre la ciudadanía, según las encuestas de opinión. Los sondeos muestran una fuerte caída en el índice de aprobación de la Corte y en la confianza de la gente en ese cuerpo como institución.

Los jueces de tribunales previos han reconocido su preocupación por la percepción pública. Recientemente, en septiembre pasado, la jueza Amy Coney Barrett expresó: “Mi objetivo hoy es convencerlos de que esta Corte no está compuesta por un montón de cambios partidistas”. Barrett habló en un centro que tomó su nombre del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, de Kentucky, quien estuvo detrás de la rápida confirmación de ella en 2020 y estuvo sentado en el escenario cerca de la jueza.

Sin embargo, los conservadores, menos Roberts, rechazaron cualquier preocupación sobre la percepción en el caso del aborto, comentó Grove, el profesor de la Universidad de Texas.

El juez Samuel Alito escribió en su opinión mayoritaria que “no solo no nos vamos a centrar en eso, no debemos centrarnos en eso”, afirmó. “Soy comprensivo como académico, pero me sorprendió ver que eso provenía de tantos jueces del mundo real”.

Los jueces progresistas, sin embargo, escribieron repetidamente que la fuerte actividad de la corte Cn este épico periodo de sesiones estaba dañando la institución. La jueza Sonia Sotomayor describió a sus compañeros jueces como “una Corte inquieta y recién constituida”. La jueza Elena Kagan, en su disidencia sobre el aborto, escribió: “La Corte cambia de rumbo hoy por una razón y solo una razón: porque la composición de esta Corte ha cambiado”.

En 18 decisiones, al menos cinco jueces conservadores se unieron para formar una mayoría y los tres progresistas estuvieron en desacuerdo, aproximadamente el 30% de todos los casos que la Corte escuchó en su periodo de sesiones que comenzó en octubre del año pasado.

Entre estos, el máximo tribunal de la nación también:

— Hizo más difícil que las personas demandaran a las autoridades estatales y federales por violaciones de los derechos constitucionales.

— Elevó el tope para los acusados que afirman que se violaron sus derechos, fallando en contra de un hombre de Michigan que fue esposado durante el juicio.

— Limitó cómo algunos reclusos condenados a muerte y otros sentenciados a largas penas de prisión pueden presentar reclamos de que sus abogados hicieron un mal trabajo al representarlos.

Mark Esper: Trump contempló una acción militar en Venezuela en su último año de gobierno
Mark Esper, exsecretario de Defensa de EEUU,  dijo en una entrevista a CBS: que en su último año de gobierno, la administración de Trump «tenía a unos sujetos en la Casa Blanca «que propusieron una acción militar contra Venezuela»
Sobre los señalamientos en su contra, Trump respondió que Mark Esper era una «fiambre incapaz de liderar» y que, por ello, lo había despedido de su gobierno

 

El exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, reveló que el exmandatario estadounidense, Donald Trump, contemplo una acción militar contra Venezuela en su último año de gobierno. 

La revelación la hizo en una entrevista concedida al programa  «60 Minutes»,  de CBS, en la que aseguro que él fue una de las figuras que evitó que Trump tomara «decisiones peligrosas» en un período muy importante de su gobierno. 

«Es importante para nuestro país que el pueblo entienda lo que estaba pasando en un período muy importante, el último año de la administración de Trump. Y contar las cosas que evitamos, cosas realmente muy malas,  que podrían haber llevado al país a una dirección oscura», comentó Esper.

Sobre el tema Venezuela, Esper refirió que la administración de Trump tenía a unos «sujetos» el año pasado en la Casa Blanca «que propusieron una acción militar contra Venezuela, así como también atacar Irán»

 

Las declaraciones de Esper se produjeron a propósito de la próxima circulación de sus memorias  «A Sacred Oath» (Un juramento sagrado, aún no traducidas al español).

Ese libro recoge también otras revelaciones que adelantó en la entrevista, sobre supuestos planes de Trump de lanzar misiles clandestinos contra laboratorios de droga en México y de bloquear a Cuba. 

De acuerdo con el exfuncionario, el exmandatario republicano llegó a decirle:  «Podríamos disparar varios misiles Patriot y eliminar esos laboratorios, sin ruido (…) Nadie sabría que fuimos nosotros»,.

Además, asegura que Trump también habría insinuado disparar contra los manifestantes de Black Live Matters que causaron violentas protestas en el año 2020.

Según Esper, estas ideas controversiales «surgían cada semana y teníamos que aplastarlas». 

«Era un fiambre incapaz de liderar»

En un comunicado dirigido a la propia CBS, Trump descalificó a Esper, aunque no negó del todo sus revelaciones. 

“Mark Esper era un fiambre que estaba desesperado por no perder su trabajo. Haría lo que yo quisiera, por eso lo llamé ‘Síper’ (…) Era un peso ligero y una figura decorativa, y me di cuenta muy pronto”, se leía en el comunicado de Trump, reproducido por Chicago Tribune. 

Trump también justificó que incluyó a Esper en su gobierno porque fue engañado por algunos RINO. 

Esper fue líder del Pentágono hasta que Trump lo despidiera un día después de las elecciones de 2020: «Lo despedí porque era incapaz de liderar y yo mismo tenía que liderar el ejército”, sostuvo Trump. 

Política de Biden con Venezuela se asemeja a la de Trump
A un año de su llegada a la Casa Blanca, internacionalistas coinciden en que el presidente demócrata le ha dado continuidad a la gestión por recuperar la democracia en suelo venezolano que había emprendido su antecesor republicano   
Los pequeños cambios apuntan por procurar mayor cooperación de la Unión Europea, acentuar la ayuda humanitaria, restablecer diálogo entre gobierno y oposición y adoptar medidas que generen menores efectos colaterales de las sanciones en la población 

 

El pasado 20 de enero, el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden cumplió un año. Durante ese período, el mandatario ha atravesado por hitos como la retirada de las tropas americanas de Afganistán, la mayor inflación en 40 años (7%), picos de contagios por coronavirus en la población y más recientemente un posible conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, donde salió a relucir la administración venezolana de Nicolás Maduro por ser eventual albergue de armamento militar de estos primeros, de acuerdo a declaraciones del canciller de Moscú, Serguéi Lavrov

Para los internacionalistas Elsa Cardozo y Tony Rosado, la política estadounidense en cuanto al gobierno de Venezuela durante este primer año de Biden no ha tenido mayores cambios.   

Con Biden la política hacia Venezuela se mantiene en lo fundamental, esto en relación con la que caracterizó el último año de Donald Trump como presidente estadounidense”, dijo Cardozo. “Sus principios se basan en reconocimiento del gobierno interino de Juan Guaidó, mantenimiento del régimen de sanciones e imposición de sanciones individuales adicionales ante la violación de derechos constitucionales por parte de Maduro y su administración”, añadió. 

A juicio de Cardozo, Biden le ha dado continuidad al cuadro final de la política exterior de Trump “cuando ya había abandonado el discurso y las actitudes de todas las opciones están sobre la mesa”.

Según Rosado la conducta de Biden ha sido consistente y continuada con la de Trump. “Porque sigue reconociendo a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, lo cual le permite tener acceso al crédito, la asistencia a estímulos económicos a través de organizaciones internacionales y el sostenimiento de la política de ayuda humanitaria”. 

Precisamente el pasado 20 de enero, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos extendió por un año más la protección sobre la petrolera Citgo. “Desde el gobierno interino seguimos trabajando para preservar los activos venezolanos en el exterior”, tuiteó el embajador del gobierno de Guaidó en los Estados Unidos, Carlos Vecchio. 

Diálogo para aliviar sanciones 

Cardozo recordó que en el tema de las sanciones, desde marzo de 2020 con el anuncio del llamado “marco para la transición democrática venezolana” propuesto por el Departamento de Estado, la administración Trump-Mike Pence vinculó expresamente el levantamiento de estas ya no a la salida del poder del gobierno de Maduro, sino a un proceso de transición paso a paso.

Por ello, el mandato de Biden ha hecho especial énfasis en la continuidad de las negociaciones entre gobierno y oposición que han tenido lugar en México y que se vieron interrumpidas por la petición de la gestión chavista de liberar al convicto colombiano Alex Saab de su prisión estadounidense por cargos de lavado de dinero.   

“El apoyo a Guaidó y al diálogo sigue siendo, pese a las tensiones entre los demócratas y republicanos, una política con sustento bipartidista, que a la administración de Biden-Kamala Harris conviene cuidar por razones de política de Estado en materia de democracia y derechos humanos, pero también por razones electorales porque saben que este un tema álgido entre los votantes latinoamericanos que viven en territorio americano”.   

De acuerdo a Cardozo, las modificaciones de Estados Unidos en cuanto a su política exterior con respecto a Venezuela han sido mínimas y responde a “procurar la mayor coordinación internacional posible con otras democracias, particularmente con la Unión Europea; dar mayor importancia a la emergencia humanitaria; activar medidas que aligeren los efectos colaterales de las sanciones sectoriales y apoyar expresamente las negociaciones entre venezolanos”.

Según Rosado, las sanciones a Venezuela son un tema que divide a la opinión pública estadounidense. “Hay personas que creen que las sanciones deben ser más duras y otras que consideran que quizás hay que cambiar la estrategia y hacerlas más puntuales”.

Rosado también manifestó que hay quienes ponen en tela de juicio la continuidad de Guaidó. “La justificación para tener a Guaidó como presidente interino eterno es muy tenue y no hay marco constitucional claro”. 

Desborde en la frontera con México 

El internacionalista expresó que los cambios en política migratoria de Biden han sido mínimos con respecto al gobierno de Trump, pese a que en los últimos meses se ha percibido una acentuación del ingreso ilegal de personas y especialmente provenientes de Venezuela a través de la frontera con México, factor que a su juicio pudo haber detonado la petición a los venezolanos de una visa para ingresar a territorio azteca. 

“Han tenido que repatriar a mucha gente por asuntos de salud pública, hay normas establecidas que no han podido ser modificadas, el gobierno mexicano ha cooperado con Estados Unidos y han reforzado las fronteras, el asunto es que la situación económica en México no es muy buena y no saben qué hacer con el desborde de migrantes que tienen”. 

Para 2019 residían 423 mil venezolanos en Estados Unidos, de los cuales 192 mil estaban sin autorización legal de acuerdo a estimaciones del Center for Migration Studies. 

Biden ofreció a migrantes irregulares en suelo americano el llamado TPS (Estatus de Protección Temporal) a partir de marzo de 2021, una fórmula que les permite permanecer en condición legal al menos hasta septiembre de este año.

Desde marzo hasta diciembre de 2020, 323 mil venezolanos lo solicitaron de acuerdo al Servicio de Inmigración y Ciudadanía, es decir un 70% del universo total. 

Latinoamérica no es la primera opción 

Rosado no considera que la actual tensión entre Rusia y Ucrania haya eclipsado el telescopio estadounidense que apunta hacia Venezuela y la cruzada por la recuperación de la democracia. “Latinoamérica siempre ha sido política exterior de segundo nivel para los Estados Unidos, nunca ha sido prioridad. El único país de la región que ha sido protagonista es Cuba durante la Guerra Fría, en este momento el gobierno americano está enfocado en la guerra económica con China y su alianza con la OTAN para frenar una virtual incursión militar rusa en Ucrania, sin embargo es obvio que el gobierno de Biden no percibe con buenos ojos que Venezuela sea aliado de los rusos”. 

Para Rosado el objetivo que tenía Trump y el que persigue ahora el gobierno de Biden es el mismo. “La idea es que eventualmente caiga el régimen de Maduro y se abra un compás democrático en Venezuela”.

Claves | Afganistán: el temor por una amenaza terrorista renace 
La salida de las tropas estadounidenses estaba prevista desde la administración de Barack Obama y Donald Trump, pero le tocó al presidente Joe Biden llevarla a cabo de una forma abrupta que trajo consecuencias para la población civil 
En el mundo occidental temen que la nación vuelva a convertirse en santuario de extremistas
Talibanes han señalado que respetarán los derechos de las personas y darán espacio a la mujer 

 

@franzambranor

Los talibanes tomaron el control nuevamente de Afganistán el pasado domingo 15 de agosto con su entrada a la capital, Kabul. Después del retiro de las tropas estadounidenses, los fundamentalistas se fueron apropiando de las principales ciudades y actualmente amenazan con instaurar el régimen de terror que imperaba en la región centro asiática antes de la llegada de los soldados americanos en 2001, luego del ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York hecho por Al Qaeda, célula fundamentalista asentada principalmente en territorio afgano y en Paquistán. 

Las críticas por el abandono a la población civil afgana han llovido sobre la administración del actual presidente estadounidense Joe Biden, pero la salida del ejército americano era algo que estaba previsto desde la administración de Barack Obama y que terminó de acordar el republicano Donald Trump.

En Afganistán temen por los derechos humanos y, especialmente, por los de las mujeres que han sido violados por los talibanes bajo los preceptos de su ley islámica.

El efecto se ha visto reflejado en la estampida de cientos de ciudadanos a través de aeropuertos y fronteras. 

El mundo occidental teme que Afganistán se convierta nuevamente en el albergue de extremistas y terroristas. 

Aquí presentamos unas claves para entender el conflicto

1 – Talibán significa “estudiante” en la lengua pastún y es un movimiento que se consagró en 1989, cuando soldados por la Yihad (guerra santa) prometieron brindar orden y seguridad a la población afgana bajo estrictas normas fundamentalistas luego de una década de guerra con la extinta Unión Soviética. Cinco años después, los talibanes tomaron el control de Afganistán y derrocaron al presidente Burhanuddin Rabbani, instauraron un régimen basado en el riguroso apego a la ley islámica donde se permitía la ejecución por pena capital en plazas publicas y la amputación de miembros por delitos menores. Además, anularon prácticamente los derechos para las mujeres, a quienes prohibieron acudir a la escuela a partir de los 10 años y obligaron a usar permanentemente la burka (vestido que cubre todo el cuerpo a excepción de los ojos).

“Los talibanes, en un principio, contaban con el apoyo de Estados Unidos para atacar a la Unión Soviética ya finalizando la guerra fría, pero una vez que llegan al poder se radicalizan, aplican la ley islámica en su máxima expresión -especialmente contra las mujeres- y se convierten en un santuario para albergar a terroristas. Es una cultura muy compleja y heterogénea, pese a que aparentan lo contrario, la  Constitución de Afganistán reconoce a más de 14 grupos étnicos, cada tribu tiene jefes, aunque es islámica, hay enfrentamientos entre sunitas y chiitas, los talibanes son sunitas”, dijo el internacionalista, Félix Arellano. 

2 – Un lustro después de la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, Estados Unidos sufrió el peor ataque terrorista en la historia. El 11 de septiembre de 2001, dos aviones comerciales impactaron la torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, otro aparato aéreo se estrelló contra uno de los costados del Pentágono (principal sede militar de la nación americana) y un cuarto que se dirigía a la Casa Blanca en Washington se estrelló antes que llegara a su destino. El saldo fue más de 3.000 muertos y centenares de heridos. El grupo terrorista Al Qaeda se adjudicó el ataque y, desde entonces, el gobierno del presidente George W. Bush emprendió una cacería en Afganistán y sus países vecinos, donde se creía que estaba el líder de la célula, Osama Bin Laden. La administración estadounidense culpó al régimen afgano del mulá Mohamed Omar de dar refugio a Al Qaeda.   

3 – Apenas un mes después de los ataques en suelo americano Estados Unidos, junto a una coalición de países, lanzó la Operación Libertad, lo que significó la llegada de soldados extranjeros a tierra afgana y causó el repliegue de los talibanes dos meses después. Luego de una década de los ataques del 11S, la inteligencia estadounidense dio con el paradero de Bin Laden. Fuerzas especiales lo mataron en mayo de 2011 posterior a un intenso operativo en la localidad de Abbottabab en Pakistán, país vecino de Afganistán. En 2015, los talibanes admitieron que el mulá Omar había fallecido y luego de un año, su sucesor, el mulá Mansur fue víctima de un ataque aéreo estadounidense.    

4 – La llegada del ejército estadounidense a territorio afgano redujo, pero no desintegró, las fuerzas talibanes, que pese a la transición hacia un gobierno democrático en el país centro asiático, siguieron operando escondidos en el interior y en la frontera paquistaní. Los talibanes han seguido atacando objetivos específicos tanto en Afganistán como en Pakistán. Operando desde lugares montañosos y de difícil acceso para las tropas estadounidenses, los talibanes y sus socios de ISIS (Estado Islamico por sus siglas en ingles) han perpetrado masacres como el ataque a un colegio en la ciudad paquistaní de Peshawar con saldo de 156 muertos en 2014, el atentado en Mangora contra la joven activista por los derechos humanos y premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai en 2012 y el intento de asesinato al ministro de Defensa en Kabul en agosto de este año. “Los talibanes son dogmáticos y muy fervientes en sus creencias, se refugiaron en Paquistán a partir de 2001, salieron de Afganistán y comenzaron a organizarse para volver con el respaldo de la población fanática y la confianza de grupos tribales. A partir de ahí comienzan una larga sucesión de errores del gobierno estadounidense, comenzando por Barack Obama, pasando por Trump y concluyendo con Biden”, indicó Arellano.

5 – Desde la llegada al poder de Barack Obama, el gobierno estadounidense ha estado replegando sus fuerzas en Afganistán. Pese a elevar el número de efectivos a 100 mil, el demócrata decretó en diciembre de 2014 el inicio paulatino del cese de las operaciones de combate y centró la misión en la entrega de responsabilidades en materia de seguridad a las fuerzas afganas. Su sucesor en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump, acordó con una representación talibán en el marco de las conversaciones de paz en Doha, Qatar en febrero de 2020, el retiro de las tropas americanas en un lapso de 14 meses. En abril de este año, el actual presidente estadounidense, Joe Biden, informó que su gobierno retiraría a sus soldados de Afganistán en un repliegue que se inició en mayo y concluiría en septiembre. En junio de este año, el departamento de inteligencia americano estimó que los talibanes podrían tomar el poder seis meses después de la salida de las tropas, posteriormente, cambiaron el escenario a 90 días y apenas este sábado 14 de agosto redujeron el lapso a 72 horas, periodo que finalmente se limitó a 24 horas.

Los propios talibanes dijeron que estaban sorprendidos con lo rápido que tomaron Kabul. “Queremos una transición pacífica”, dijo su portavoz Suhail Shaheen. “Las negociaciones se hicieron con los talibanes, no con el gobierno de Afganistán, eso los empoderó y los acuerdos que firma Trump le reconoce el poder al talibán. Joe Biden lo que hizo fue adelantar la salida y lo hace porque el Pentágono entendió que los grupos tribales respaldan al talibán, entonces las opciones eran, una cruenta guerra o una salida rápida, es obvio que esta salida tuvo problemas de comunicación y organización y eso es lo que estamos viendo”, sostuvo Arellano.

6 – Fuentes de la Organización de las Naciones Unidas calculan que alrededor de un millar de personas han perdido la vida entre julio y agosto de este año por la violencia emprendida por los talibanes, mientras que otras 250 mil han huido de Afganistán desde mayo, entre ellos el propio presidente, Ashraf Ghani y miembros de la embajada estadounidense que salieron abruptamente en helicóptero del país, repitiendo escenas como las de Vietnam en 1975 e Irán en 1979. El expresidente estadounidense Donald Trump criticó al actual ocupante de la Casa Blanca Joe Biden y calificó como “una locura” el hecho de retirar por completo a las tropas americanas antes de la población civil. Al menos cinco muertes se registraron en el aeropuerto de Kabul por la violencia que se desató ante las miles de personas que buscaban escapar. 

7 – Voceros de los talibanes dijeron que respetarán los derechos de las personas, en especial, los de las mujeres y que serán más flexibles con algunos preceptos de la ley sharia que rige la vida religiosa y moral de los musulmanes. “Eso es difícil de creer, porque su religión dice lo contrario, por eso el desespero de la gente por salir del país, especialmente las personas mayores que recuerdan la época del terror y los asesinatos masivos que se cometen. Hay que darles el beneficio de la duda. Lo que preocupa a Occidente es que Afganistán se vuelva a convertir en una cuna de terroristas y eso tiene consternados y presionados a los gobiernos vecinos de China, Rusia, Paquistán e Irán”, señaló Arellano.

Amrullah Saleh, quien fungía como vicepresidente de Afganistán hasta el pasado 15 de agosto, anunció que se encuentra en el valle de Panshir, al noroeste de Kabul al frente de la resistencia. “No decepcionaré a millones de personas que me han escuchado. Nunca estaré bajo el mismo techo que los talibanes. Nunca”, escribió en su cuenta de Twitter. 

A algunos los han robado y golpeado, mientras aguardan por el trámite migratorio en el país latinoamericano

La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció que numerosos solicitantes de asilo enviados a México por el gobierno del ex presidente estadounidense Donald Trump sufrieron violencia y extorsión por parte de policías, agentes migratorios y grupos criminales mexicanos. Muchos de ellos son venezolanos que huyeron de la represión del régimen de Nicolás Maduro.

El informe consigna que desde enero de 2019, Estados Unidos cerró -en la práctica- su frontera sur a los solicitantes de asilo, a raíz de lo cual muchos quedaron expuestos a abusos en México.

“El gobierno de Trump, en el marco del programa ‘Quédate en México’, envió a más de 71 mil solicitantes de asilo a México mientras sus solicitudes de asilo eran procesadas en Estados Unidos. Asimismo, desde marzo de 2020, el gobierno de Estados Unidos ha expulsado a más de 400 mil migrantes, muchos de ellos a México, incluyendo algunos que buscaban protección internacional y a quienes les negaron la posibilidad de solicitar asilo. Estas últimas expulsiones se realizaron invocando restricciones de viaje supuestamente impuestas para prevenir la propagación del COVID-19?, indicó la ONG.

“Decenas de miles de familias migrantes, incluyendo venezolanos que buscaban protección frente a la tortura, la persecución política y las detenciones arbitrarias, han sido abandonadas por los gobiernos de Estados Unidos y México en un contexto en el cual sufren extorsión y violencia en México”, afirmó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.

Y agregó: “Ante los pasos positivos que está dando el presidente Biden para revertir algunas de las políticas migratorias más abusivas del gobierno de Trump, al presidente López Obrador le queda mucho más difícil mirar hacia otro lado mientras funcionarios mexicanos siguen cometiendo abusos contra migrantes”.

71 historias 

La ONG entrevistó a 71 venezolanos que habían cruzado México para pedir asilo en Estados Unidos y fueron enviados a México para esperar mientras se procesaban sus solicitudes, en el marco del programa “Quédate en México”.

“La mayoría viajaba con sus parejas, hijos u otros familiares. Human Rights Watch también habló con funcionarios públicos, organizaciones humanitarias y de defensa de los derechos de los migrantes y con dos abogados que representan a solicitantes de asilo. En muchos casos, consultó evidencias que eran consistentes con los testimonios, como por ejemplo fotografías, documentos migratorios e informes policiales”, explicó la organización.

Human Rights Watch concluyó que los migrantes en México están expuestos a violaciones sexuales, secuestros, extorsión, agresiones y trauma psicológico. Además, “los casi 1.600 venezolanos que aún tienen casos activos de asilo en el marco de ‘Quédate en México’ representan apenas una pequeña proporción de los cientos de miles de migrantes que han sido enviados a México por Estados Unidos en los dos últimos años”, agregó.

La ONG luego manifestó que “casi todos los venezolanos entrevistados” para el informe “indicaron haber huido de persecución política, tortura o acoso. Sus relatos son consistentes con investigaciones previas de Human Rights Watch que documentaron la brutal arremetida contra opositores por el gobierno de Nicolás Maduro, así como con informes de la fiscalía de la Corte Penal Internacional y de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de las Naciones Unidas, ambas cuales concluyeron, sobre la base de información con la que contaban producto de sus investigaciones, que es probable que en Venezuela se hayan cometido crímenes de lesa humanidad”.

Casi la mitad de los entrevistados por HRW dijeron que policías, agentes de migración u organizaciones criminales intentaron extorsionarlos en México. En 16 casos, los solicitantes de asilo manifestaron que agentes de migración o policías mexicanos los sacaron de autobuses o de filas en el aeropuerto y amenazaron con deportarlos si no les pagaban un soborno. Algunos afirmaron que los funcionarios mexicanos los detuvieron y amenazaron con matarlos o entregarlos a los carteles si no pagaban.

“En 27 casos, los solicitantes de asilo indicaron que grupos criminales los habían interceptado en cruces fronterizos, estaciones de autobús, hoteles u otros lugares en ciudades fronterizas. Los criminales los habían secuestrado o amenazado con secuestrarlos, y habían exigido cientos o miles de dólares a modo de rescate o a cambio de protección”, subrayó la ONG en su crudo informe.

Luego destacó que la mayoría de las víctimas afirmó haber sufrido estos abusos por su condición de migrantes. “Los agresores a menudo identificaban a las víctimas inspeccionando los documentos de identidad o migratorios que llevaban consigo. En algunos casos, el agresor ya tenía su fotografía o identificaba a la persona en cuestión entre la multitud. Muchas víctimas dijeron haber visto a desconocidos que los miraban o les tomaban fotografías antes o después de ser víctimas del delito”, acotó.

Haciendo referencia al hecho de que los migrantes son victimizados tanto por funcionarios públicos como por delincuentes, un hombre dijo a HRW: “No entiendo quién es un criminal y quién es la ley”.

“Me aterra salir”, contó una mujer. “No sé qué es peor, si estar aquí o en Venezuela”, agregó.

Vivanco denunció que “las peligrosas condiciones que enfrentan los solicitantes de asilo en el programa Quédate en México son injustificables”. Y agregó: “Mientras el gobierno de Biden termina de revertir este programa abusivo, el gobierno mexicano debe asegurarse de que los solicitantes de asilo puedan permanecer de manera segura en México y acceder a servicios esenciales”.

Los motivos por los que abandonaron Venezuela

Casi todos los venezolanos entrevistados en México por HWR habían huido de persecución política, tortura u hostigamiento en el país petrolero.

Los entrevistados mencionaron varios motivos para buscar asilo en EEUU; entre ellos, haber sufrido abusos por parte de agentes de las fuerzas de seguridad venezolanas, como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y varias fuerzas policiales de los estados, así como por grupos armados partidarios del gobierno, conocidos en Venezuela como “colectivos”. Algunos habían sido miembros de partidos políticos opositores o activistas políticos. Algunos solamente habían participado en manifestaciones, en algunos casos en reclamo de servicios esenciales como agua y electricidad. Otros eran empleados públicos que se habían negado a participar en eventos a favor del gobierno o que habían compartido alguna imagen crítica del gobierno en redes sociales.

Jonathan, a quien, como a los demás entrevistados, se identifica con un seudónimo para garantizar su seguridad, contó que en abril de 2019 lo detuvieron cuando participaba en una manifestación en apoyo al líder opositor Leopoldo López. Estuvo detenido tres días, lo golpearon y lo obligaron a dormir de pie. Finalmente, lo acusaron de delitos como terrorismo, asociación para delinquir y uso de bombas incendiarias.

Su familia tuvo que vender sus pertenencias para poder pagar USD 3.500 para que lo liberaran. Relató que durante meses, mientras su juicio era postergado una y otra vez, se presentaban agentes en los alrededores de su casa y tomaban fotografías. Su abogado en un momento le advirtió que el gobierno revocaría su libertad condicional, por lo que decidió huir de Venezuela con su esposa y sus dos hijos, de 3 y 13 años. En marzo de 2020, los enviaron a esperar a México tras haber solicitado asilo en EE.UU. En enero de 2021, seguían esperando en una ciudad fronteriza.

Otro caso

Mayra, abogada de derechos humanos y activista de un partido opositor, contó que en 2019 había ayudado a organizar marchas para que el gobierno permitiera el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela. Afirmó que después había comenzado a recibir mensajes amenazantes de funcionarios y desconocidos.

Finalmente, agentes allanaron su casa, la detuvieron violentamente, le vendaron los ojos y la arrastraron hasta una camioneta, donde perdió el conocimiento tres veces mientras la golpeaban y le aplicaban descargas eléctricas durante seis horas.

La llevaron a un campamento guerrillero cerca de la frontera, donde un hombre amenazó con matarla si no salía del país y dejaba de participar en eventos políticos.

Finalmente, regresaron a la ciudad, donde la abandonaron en una estación de la GNB. Mientras se recuperaba en casa, un amigo presentó una denuncia policial. Sin embargo, cuando Mayra se presentó en la dependencia para certificarla, dos personas la secuestraron y le dijeron que la policía había destruido la denuncia. Abandonó el país poco antes de que se emitiera una orden de arresto en su contra. Ha estado esperando en el marco de Quédate en México desde septiembre de 2019.

Blanco de secuestros y extorsión en México

Dieciséis personas entrevistadas dijeron que agentes de migración o policías mexicanos las habían detenido y les habían exigido sobornos, en algunos casos de miles de dólares. Contaron que los funcionarios las habían amenazado con deportarlas, hacerlas desaparecer o entregarlas a carteles si no pagaban. Algunas dijeron que las habían extorsionado al ingresar al país. Otras, que las habían detenido en un aeropuerto y los agentes de migración las habían llevado a áreas de espera para exigirles un pago.

Ángel y su familia volaron de Ciudad de Panamá a Monterrey, en el norte de México, en octubre de 2019, como parte del trayecto para solicitar asilo en la frontera de EEUU. Ángel contó que un agente de migración mexicano que tenía fotos de ellos, presuntamente tomadas más temprano ese mismo día en el aeropuerto de Panamá, los sacó de la fila de llegada y les hizo pasar la noche en una celda. A la mañana siguiente, otro funcionario les exigió un soborno de USD 100 por persona y les dijo que los deportaría si no pagaban.

Ángel pagó, y él y su familia continuaron en un vuelo hacia la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez. Allí, agentes uniformados de la policía federal y municipal sacaron de la fila a todos los ciudadanos venezolanos y cubanos y les exigieron nuevamente sobornos de USD 100 por persona, mientras uno de ellos les decía: “Sabemos que están intentando llegar a la frontera”. Cuando Ángel se negó a pagar, esos mismos agentes lo detuvieron junto a su familia hasta el anochecer, los llevaron en una camioneta a un callejón abandonado y los amenazaron con que, si no pagaban USD 6 mil, los entregarían a un cartel.

Ángel dijo que no tenía esa cantidad de dinero, así que golpearon a su padre, rompieron las maletas de su familia para abrirlas y desparramaron su contenido por el suelo. La hermana de Ángel les entregó su cartera, en la que había USD 3 mil, todo el dinero que tenían para el viaje. Los agentes se fueron en la camioneta y, en el medio de la noche, la familia caminó hasta la frontera, donde comenzaron el proceso de asilo.

Human Rights Watch solicitó al Instituto Nacional de Migración de México que le enviara la información con la que contara sobre señalamientos de agentes migratorios que hubieran extorsionado a migrantes, pero no ha recibido respuesta.

 

Senado de EEUU absuelve a Trump por el asalto al Capitolio

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue absuelto este sábado por el Senado de cualquier responsabilidad por el asalto al Capitolio del 6 de enero, una de las jornadas más convulsas de la historia del país y en la que murieron cinco personas.

Los votos republicanos del Senado, constituido como jurado en este juicio político (impeachment), salvaron a Trump e impidieron que los demócratas se hicieran con suficientes apoyos para condenarle.

Solo siete republicanos votaron a favor de condenar a Trump por el cargo de incitación a la insurrección: Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse, Bill Cassidy, Pat Toomey y Richard Burr.

El marcador final quedó con 57 a favor de la condena y 43 en contra, unas cifras insuficientes para los demócratas que necesitaban una mayoría de 67 votos para condenar al examandatario, algo que desde el principio parecía altamente improbable debido a la influencia que Trump aún tiene en su base de votantes.

A favor de absolver al expresidente votó el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, una figura muy influyente en el partido y que al principio se había mostrado abierto a una condena.

Sin embargo, esta mañana, el equipo de McConnell filtró a la prensa que pensaba absolver al exmandatario, lo que con toda seguridad influyó en el voto de algunos de sus correligionarios.

En las últimas horas del juicio político, la defensa de Trump se esforzó por defender el derecho a la libertad de expresión del expresidente y lo retrató como un garante de la ley y el orden, en un retrato manipulado de los hechos, en el que culpó a los demócratas de incitar a la violencia.

«Este juicio político ha sido una farsa completa de principio a fin. Todo este espectáculo no ha sido más que la búsqueda desquiciada de una vendetta política de larga data contra el señor Trump por parte del partido de la oposición», dijo uno de los letrados del exmandatario, Michael Van Der Veen.

Por su parte, en su alegato final, los legisladores demócratas que hacen de fiscales acusadores en el juicio intentaron demostrar que Trump incurrió en un patrón de incitación a la violencia y que lo ocurrido en el Capitolio el pasado 6 de enero no es un incidente asilado.

Para ello, se valieron de horas de vídeo, cientos de documentos y capturas de pantalla de los mensajes en Twitter de Trump.

En un último intento por ganar una batalla que ya se veía perdida, el legislador demócrata Jamie Raskin, quien lideró la acusación contra Trump, pidió a los republicanos que pensaran en el futuro del país y votaran con conciencia, poniendo a EE. UU. por encima de sus colores políticos.

«Si no podemos resolver esto juntos como un pueblo, si no podemos resolver esto olvidando las líneas partidistas, la ideología, la geografía y todas esas cosas, entonces ¿cómo vamos a conquistar otras crisis de nuestro tiempo?», preguntó al hemiciclo, que aguardaba en silencio.

Por su parte, Trump dio la bienvenida a su absolución en el juicio político en su contra en el Senado y avisó de que su movimiento para «Hacer a EEUU grande de nuevo» (Make America Great Again) solo «acaba de empezar».

 

Las elecciones de los Estados Unidos, conclusiones y lecciones

Las controvertidas elecciones presidenciales en los Estados Unidos fueron excepcionales bajo muchos puntos de vista. Están destinadas a impulsar nuevas reglas electorales en los Estados Unidos y la adopción de precauciones políticas, no solamente en Washington, sino también en el mundo occidental.

Se necesitan nuevas reglas electorales en los Estados Unidos para que todas las partes acepten cambios o nuevas realidades circunstanciales, como las que se adoptaron en varios de los Estados por razones relacionadas con la covid-19.

Por ejemplo, no todos los Estados y ambos partidos estaban de acuerdo con aceptar “early voting by mail” o emisión anticipada de votos por correo. Tampoco con la fijación de los horarios de votación.

Lo más preocupante y más peligroso, sin embargo, es el aumento del uso de las redes sociales para penetrar la opinión pública a través de la desinformación y la mentira (lo que en los Estados Unidos se conoce como “fake news”). El fin: crear caos e influenciar a sectores específicos del electorado.

A lo largo de los meses anteriores a las elecciones, primero se organizó una campaña para convencer a los electores de que el partido demócrata se estaba volcando hacia el socialismo e inclusive hacia el comunismo. Y luego, cuando las encuestas indicaron la posible derrota de los republicanos, Trump por un lado, y fuerzas extranjeras por el otro, empezaron a correr la voz de que los demócratas cocinaban un fraude electoral de grandes proporciones.

Es claro que estas campañas de desinformación, que se aprovechan del fácil uso de las redes sociales, se convirtieron en una formidable arma letal tan o más temible que el espionaje y los acostumbrados complots encubiertos de los servicios secretos.

Mientras que el plan de influenciar la base de sus seguidores inyectando exagerados temores y advertencias de incierto futuro por parte de Donald Trump fueron bastante evidentes, mucho más sutiles fueron los esfuerzos principalmente de Rusia y en menor escala por parte de Irán y de China de sembrar dudas y crear pánico.

Las pruebas de que Rusia ha logrado penetrar el sistema tecnocientífico de Washington constituye una clara advertencia de que Vladimir Putin sigue con sus actividades encubiertas para crear zozobra y eventualmente anular las ventajas económicas y militares de los norteamericanos.

Por su lado, China se concentra en descubrir los adelantos tecnológicos de los Estados Unidos para reducir lo más posible las ventajas que la separan de Washington, en su afán de convertirse en el mayor mercado económico mundial.

Trump logró explotar su base de la extrema derecha de raza blanca y una multitud de conservadores antisocialistas. Casi logró el objetivo si no fuera por sus grandes e incesantes mentiras, extremismo y racismo.

Si el racismo de Trump no hubiera sido tan evidente, seguramente hubiera ganado en el estado de Georgia en lugar de perder miserablemente, inclusive hasta las elecciones de desempate de los dos senadores del Estado.

Para Trump los afroamericanos no son sino los sobrevivientes de la multitud de esclavos traídos desde África y que a duras penas califican como ciudadanos de segunda categoría. Tampoco considera a los latinos como plenos ciudadanos norteamericanos. A ellos se les concedió permiso de trabajar en los Estados Unidos para solventar la ausencia de peones y facilitar la recolección de cosechas; además por la falta de mano de obra barata en los trabajos más duros o de servicio.

La orden de marchar hacia el Congreso y de tratar de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden fue un error garrafal porque resaltó sus verdaderas tendencias y confirmó su carácter antidemocrático.

La multitud enviada al Capitolio con la orden de parar el proceso de certificación de Joe Biden es una prueba más de las preferencias de Trump. Tal como se visualiza en los muchos videos de la toma del Capitolio, los insurgentes no contaron con la participación de ningún afroamericano, sino de extremistas de derecha, neonazis y supremacistas blancos (white supremacists).

Finalmente, no queda duda de que las elecciones fueron ganadas por Biden, tal como fue certificado por los rectores electorales de los varios estados, confirmado por el Colegio Electoral, la FBI y el fiscal general de Trump.

Lo que queda por verse es si Trump será enjuiciado y podrá evitar una división del partido; este ya cuenta con un grupo “pro-democracia”, conocido como los propulsores de ‘The Lincoln Project”, que se oponen a su permanencia en el partido Republicano.

*Tony Bianchi fue por años corresponsal de Reuters en Venezuela; vive aquí desde los años 60.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es