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Desaparecer

Jul 26, 2016 | Actualizado hace 8 años
Polvo cósmico por Alejandro Moreno

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Dije en una entrevista que estábamos en peligro de desaparecer como sociedad. Ya está en marcha el proceso.

Estamos hoy sabiendo lo que es vivir una situación límite, uno de esos tiempos en los que desaparece la institucionalidad, en los que todo hombre apuesta por la vida, la pura vida, antes que por las costumbres, la cultura, la tradición, la ética que ha regulado sus acciones, la civilización de siglos expresada en códigos y regulaciones de la convivencia. Ya no se trata del convivir sino del puro vivir. Se suspenden no sólo las normas sino la norma misma en cuanto tal. El sentido profundo de norma se convierte en “polvo cósmico”.

Cuando llegan policías a una comunidad y dicen, palabras más palabras menos: “nosotros saqueamos primero, llenamos nuestros carros y luego les cantamos la zona para que ustedes saqueen”, lo que estamos viendo es que quienes están encargados de cuidar la norma, no sólo favorecen el desorden sino que se ponen de parte de la anomia porque tampoco ellos se benefician con la ley. Pasan hambre, se les están muriendo los familiares por falta de medicinas. El orden no les sirve de nada a las fuerzas del orden. ¿Para qué defenderlo?

La situación límite, cuando la sobrevivencia está en jaque, hace estallar toda frontera entre lo que hasta entonces han sido el bien y el mal. El mal se vuelve cotidiano, se lo ejecuta sin pensar, se hace banal, se apodera de la norma y se funde con ella. Se vuelve bien. ¿Cuántos de los que saquean camiones de víveres, supermercados, pequeñas bodegas de mercal, piensan o sienten que están haciendo mal? No conseguir comida justifica el saqueo. Algo así dijo una vez Chávez. De justificación en justificación todo se acaba pudiendo hacer. La vida social desaparece y se instala triunfante el homo homini lupus.

Nos llevan a desaparecer como sociedad, pero todavía no hemos desaparecido. En una comunidad la mayoría de la gente no se hace solidaria con los saqueos, por ejemplo. En una cola, hecho cierto, a una pobre mujer un hombre le pregunta por qué ha comprado un solo pollo cuando podía comprar dos. Ante su respuesta de que no tiene dinero, el hombre le da lo que le falta. No se ha perdido la cultura, la gran tradición venezolana. La norma de convivencia resiste, pero peligra.

Ante situaciones así, cuando ya lo civilizado empieza a peligrar, hay que recurrir a lo más elemental, a la base de toda civilización humana, a los diez mandamientos bíblicos y no sólo por su significado religioso, sino porque además son la base última de la convivencia entre los hombres.

ciporama@gmail.com

El Nacional 

Periódicos regionales a punto de desaparecer si no llega el papel prometido

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Si no llegan las cinco mil toneladas de bobinas de papel que la Corporación Maneiro ha venido prometiendo a los editores de periódicos para mediados de este mes, en pocos días habrá una debacle nacional con el cierre de la mayoría de los medios de provincia, cayendo en primera fila La Mañana de Coro, La Opinión y Las Noticias de Cojedes, sumándose además El Carabobeño de Valencia y La Costa de Puerto Cabello y todos los diarios de Monagas.

La ONG Expresión Libre en su reunión semanal analizó de nuevo la grave situación por la que pasan todos los periódicos independientes y acordó que la semana entrante cuando la Alianza por la Libertad de Expresión, de la que es miembro Expresión Libre, se reúna con la Comisión de Medios de la Asamblea, se aprovechará para exponer la grave situación por la que están pasando Las Noticias de Cojedes y La Opinión, así como, La Mañana de Coro, medio que cerrará este fin de semana por falta de papel según lo confirmó su propietario Atilio Yánez.

Entre tanto, Pilar Guerra, Secretaria General del CNP de Cojedes, Anaura Sequera, Secretaria General de Falcón y  Zayrca Flores, Secretaria General del CNP Paraguaná, están en permanente contacto con los trabajadores y periodistas de esos medios, pues su misión es velar por el derecho al trabajo que tienen los periodistas y demás trabajadores.

La representante gremial de Paraguaná Zayrca Flores explicó que el cierre de un medio impreso no sólo afecta la oportunidad de informar y estar informado, sino que también, en el caso del periódico La Mañana, pone en peligro laboral a más de 30 personas, entre periodistas, reporteros gráficos, diseñadores, secretarias, recepcionistas, repartidores, pregoneros, entre otros.

Por su parte, Pilar Guerra, del CNP Cojedes, le explicó a Expresión Libre que solo del diario Las Noticias de Cojedes, están en peligro 70 puestos de trabajo con la grave consecuencia de dejar a los ciudadanos de ese estado sin la posibilidad de expresarse eliminándose los espacios para la divulgación científica, educativa, cultural, recreativa y turística. Y en cuanto al Diario La Opinión, ya tiene más de 111 días fuera de circulación.

En un breve análisis del expresidente del CNP Eduardo Orozco, se destacó que de los 115 diarios que circulaban en 2013, hoy quedan 95. Ante la reducción de páginas y circulación se ha perdido el 70% del espacio para informar a los ciudadanos. En promedio, un diario tabloide que publicaba 1440 páginas mensuales, hoy sólo publica 480. Los que se han convertido en semanarios solo publican 64 páginas mensuales, como es el caso del Correo del Caroní, en Bolívar. Esto ha llevado a una migración a la Redes Sociales, donde si bien es cierto es una información que se produce al instante y llega a la gran masa en segundos, carece en un alto porcentaje de veracidad, es susceptible a manipulación por voceros interesados, pero además no es satisfactoria por incompleta, porque le falta el factor profesional que le agrega el periodista.

Tampoco hay seguridad  en la  equidad del reparto de  esas cinco mil toneladas de papel cuando por fin estén disponibles, pues la Corporación Maneiro, al ser un ente del Estado, hay sobradas evidencias de que favorecerá sólo a aquellos medios afectos al gobierno.

Tradición en riesgo: Famosas panelas de San Joaquín podrían desaparecer

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Fabricantes de las famosas panelas de San Joaquín temen que debido a alto costo de la materia prima que utilizan para su preparación se deje de producir el tradicional bizcocho que tiene más de 100 años de existencia.

Los productores advirtieron que de mantenerse el incremento en los precios, la producción podría paralizarse.

Los clientes han dejado de comprarlas debido a su alto precio. La venta ha bajado en 50%, detalló Luis Carrillo, dueño de una de las fábricas de panelas.

Un saco de azúcar cuesta mil 700 bolívares y la caja de huevos de primera tiene un valor de tres mil 500 bolívares, precios muy elevados para una ganancia considerable de toda la cadena de venta, explicó Carrillo.

El saco de harina pasó de 850 bolívares en febrero a mil 35 en marzo, un incremento de 21.7% en menos de 30 días. El saco de azúcar pasó de mil 300 a mil 700.

Carrillo manifestó que mensualmente el precio de los ingredientes aumenta y que a su vez él debe incrementar el costo de la panela a sus vendedores.

Gilberto Wanlosten, vendedor, compra semanalmente a sus fabricantes de 20 a 25 cajas, pero ya el producto no es accesible para todo el público. Es considerado un lujo para muchas personas.

Los comerciantes mencionaron con preocupación que va a llegar un momento en que las ganancias de la venta no darán la base para pagar a sus empleados y cubrir los demás gastos. Situación que los obligaría a parar la producción del tradicional bizcocho.

Historia

Estos deliciosos bizcochuelos se han hecho tan populares que se consiguen prácticamente en cualquier restaurancito o kiosco que se encuentre en las adyacencias de las carreteras venezolanas. Envueltos en paquetes de papel y dentro de pequeñas bolsas transparentes, las panelas o panelitas de San Joaquín cuentan con más de un siglo de existencia.

Se cree que la receta es de origen vasco y que llegó a Venezuela con las primeras familias que se establecieron en San Joaquín. Silveria Zuloaga Egusquiza de Nieto fue la creadora de este sabroso y popular dulce.

Fue luego cedida a Juana de Elizalde de Uriarte, quien la comercializó aproximadamente en 1885.