A notarías y registros la flexibilización los encontró trabajando - Runrun
A notarías y registros la flexibilización los encontró trabajando
Laboraron a puertas cerradas durante el confinamiento y era de conocimiento del Saren. 
Apenas fueron incluidos en la segunda etapa de flexibilización el pasado sábado 13 de junio y comenzarán a laborar de manera oficial a partir de este martes 16 de junio. 

La cuarentena decretada a partir de la segunda semana de marzo paralizó múltiples sectores económicos en todo el país. En Gaceta Oficial Extraordinaria N°6.519 de fecha 13 de marzo de 2020, fue publicado el Decreto N° 4.160 de la Presidencia de la República, mediante el cual se decreta el Estado de Alarma en todo el Territorio Nacional, ante las circunstancias de la COVID-19. 

En su artículo 2 se establece que “Todas las autoridades del Poder Público venezolano, en sus ámbitos nacional, estadal y municipal, darán cumplimiento urgente y priorizado a este Decreto de Estado de Excepción y mantendrán oportunamente informado al Ejecutivo Nacional, por órgano de la Vicepresidencia Ejecutiva, sobre todas las situaciones bajo su competencia que resulten o pudieran resultar afectadas con ocasión de los riesgos de la epidemia del coronavirus COVID-19”. 

Además, en su artículo 9 se enumeran 11 sectores que no están sujetos a la suspensión decretada, en los que no se incluyen los registros y notarías públicas. En consecuencia, no han debido trabajar durante la vigencia de este decreto, que fue por tercera vez extendido el pasado 13 de junio. 

Sin embargo, dos funcionarios no activos del Servicio Autónomo de Notarías y Registros (Saren) y un abogado, informaron a Runrun.es que algunas notarías y registros públicos sí se mantuvieron trabajando y emitiendo documentos durante la cuarentena. 

Las tres personas entrevistadas concordaron con que el funcionamiento de cualquier oficina pública era de conocimiento de las autoridades. Los funcionarios no activos explicaron que al encender el sistema automatizado en cada una de las oficinas, la central en el Saren detecta que está ejerciendo funciones. 

Uno de ellos, a quien llamaremos Armando, para resguardar su identidad por miedo a represalias, considera que  todo documento que se hizo durante cuarentena realmente no tiene valor legal porque la cuarentena fue publicada en Gaceta Oficial. “Cuando tu publicas en Gaceta Oficial un cese de labores es como si dieras días no laborables. Si son días no laborables no debería tener validez legal en la práctica”, dijo. 

También aseguró que él tuvo conocimiento de que notarías y registros públicos trabajaron de manera clandestina y bajo la anuencia del Saren; ambos se lucraron al cobrar montos excesivos por documentos rutinarios que se hacen en esas oficinas. No obstante, el funcionario no activo indicó no saber bajo qué figura ni tampoco si se colocaban fechas anteriores al decreto de la cuarentena en el país. 

Las notarías de las que Armando tuvo conocimiento que estuvieron en funcionamiento, por períodos cortos, sólo cuando tenían trabajos y a puerta cerrada, se encuentran en la 5ta en Libertador, la 8va en Chacao, una en Bello Monte y otra en El Rosal. Éstas hicieron poderes, ventas de vehículos, arrendamientos, entre otros. También el registro mercantil primero estuvo operativo, una vez a la semana; y se podían hacer, por ejemplo, actas de asamblea. 

“Me comentaron que los montos a pagar por documento sobrepasaban los 400 dólares, pero no sé decir cuánto cobraron por cada trámite de los que podrían hacer en las notarías porque las personas han sido muy reservadas con eso. Las personas con las que yo hablé que ofrecían esos servicios me explicaron que ellos cobraban tan caro porque tenían que pagarle a la persona que estaba dentro del Saren”, apuntó Armando. 

Por su parte, Luis, a quien llamamos así para también resguardar su identidad, tuvo conocimiento de que hubo notarías que funcionaron durante el confinamiento. Señaló que supo que están ubicadas en Chacao, Chacaíto y Bello Monte, y que por un poder podían cobrar entre 300 y 400 dólares. 

Explicó que cualquier documento ha tenido que ser emitido con una fecha anterior al 13 de marzo, fecha en la que se decretó la cuarentena. “Si salió después, no tiene validez, porque para efectos del Saren la notaría no estaba laborable”, argumentó. 

Aunado a esto, puntualizó que él ya lleva más de dos años que no trabaja en el Saren, pero anteriormente, si se iba a hacer algún procedimiento durante un día no laborable, se requería de una autorización para que la planilla saliera con una fecha de un día no laborable. 

Por menos de una semana

Leonel, un abogado que también habló en condición de anonimato con Runrun.es aseguró que también tuvo conocimiento de que hubo notarías que hicieron algunos trámites durante la cuarentena “estricta”, en el mes de mayo. 

Detalló que por un periodo de menos de una semana constató de una en el municipio Chacao que estaba funcionando para tramitar documentos a terceros y de las actividades del gobierno. Asimismo, le informaron que trataron de poner a funcionar una en Montalbán, pero finalmente no lo lograron. 

“Uno podía procesar documentos que fueran sencillos, por ejemplo declaraciones juradas de ingresos, justificativos de soltería, compra-venta de vehículos, solicitudes de autenticidad de algún documento; que son documentos extremadamente sencillos, que no tienen mucha complicación. Poderes o documentos que acrediten representación de alguna forma no estaban procesando”, detalló Leonel. 

Hizo referencia a un precio estimado que cobraban por realizar el trámite en notaría de una venta de un vehículo en dólares: $70. Sin embargo, explicó que este es el mismo precio que cobraban antes de la cuarentena por un documento de la misma índole. Del mismo modo, detalló que supo que una certificación de autenticidad rondaba los $40, igual al mismo precio que antes de decretado el confinamiento. Negó conocer que cobraran documentos en precios superiores a los $300. 

Las notarías no estaban abiertas a todo el público. Como había cierta restricción en la movilidad, no había acceso para todo el mundo. Además no todas las notarías están a ras de calle entonces esa es una ventaja que tuvieron. La forma en como tú te enterabas de que están trabajando es porque tú tenías a un contacto que trabaja allí y te avisara que iban a trabajar y podías llevarle documentos”, explicó. 

Leonel aseguró que quienes han debido tener conocimiento de que las notarías trabajaron fueron, como mínimo, la persona que revisa el documento y el notario, que es quien los va a firmar. 

“Si hubo alguna notaría que funcionó durante la cuarentena, obviamente ha tenido que contar con la autorización del Saren porque acuérdate de que todo eso funciona con un sistema. A mi juicio en el Saren saben que los trabajadores se rebuscan con eso y por eso lo permitieron”, sentenció.