La cuarentena: una oportunidad para fortalecer lazos con los hijos - Runrun
La cuarentena: una oportunidad para fortalecer lazos con los hijos
Con más de un mes de confinamiento en Venezuela muchos padres manifiestan en redes sociales inquietudes y frustraciones sobre cómo manejar la dinámica con los niños en casa. 
La psicóloga Leny Bolívar aseguró que continúa haciendo visitas y trabajos con los más pequeños ya que avizora que si no lo hace, a largo plazo la cuarentena se puede convertir en una crisis de salud mental. 

@gchenriquez1

Insomnio. Ansiedad. Incertidumbre. Miedo. Tristeza. Ira. Falta de motivación. Agresividad. Frustración. Irritabilidad. Estrés. Estas son algunas de las emociones y manifestaciones que se presentan en niñas, niños y adolescentes, y también en los padres, al ya haberse cumplido más de un mes en confinamiento generado por el coronavirus. 

Dos especialistas en conducta y psicología expusieron a Runrun.es los mecanismos con los cuales el grupo familiar puede afrontar la cuarentena, y cómo los padres pueden reinventarse para generar un ambiente más ameno en casa para las niñas, niños y adolescentes. 

Asumir la cuarentena como una decisión tomada por la familia

Mercedes Schnell, médico de la Universidad Central de Venezuela, experta en programación neurolingüística, en hipnosis y en conducta humana, explica que el confinamiento debe ser asumido por los padres como una decisión consciente para evitar contagiarse y preservar la salud. Por el contrario, si la postura a inicios de la cuarentena fue negativa, y se manifestó ante los niños de la casa, ellos asumirán esa misma postura. 

Por su parte, Leny Virginia Bolívar, psicólogo clínico y Directora del Equipo de Intervención en Crisis para niños y adolescentes en Manhattan, aconseja que los papás le expliquen a sus hijos que esta es una crisis global y que existe una vulnerabilidad compartida; que se trata de algo que no solo pasa en sus hogares sino en todos, de diferentes maneras, y el control que pueden tener es el de cuidarse y quedarse en la casa. 

Reconocer las emociones que se experimentan

“Si estás irritable, cualquier cosa que digan y hagan los muchachos, o que no hagan que tú ordenaste, se convierte en un problema”, ejemplificó Schnell. Argumentó que probablemente lo primero que sientan los padres en casa es rabia y, a medida que incrementa, va a aparecer la sensación de frustración o de sentir “que no pueden con la situación”. Esto a su vez se puede trasladar a estrés y luego a depresión. 

Ante esto, Schnell recomienda reconocer que se está experimentando la irritabilidad para no proyectarlo ante los hijos. “Algunos de los indicios que pueden notar son caminar más de lo normal, molestia en la boca del estómago, taquicardia, o sensación de respiración acelerada (…) Si reconoces estos síntomas, con un conjunto de herramientas puedes evitar molestarte con los niños”, dijo. 

Bolívar agregó que los padres deben estar atentos a la ansiedad que pueden experimentar los niños. “Algunas cosas que pueden notar es que los pequeños no están durmiendo bien, o que duermen más de lo normal; dolores de barriga o de cabeza; que les cuesta hacer cosas que antes hacían fácilmente; que pasaron de tener un muy buen comportamiento en casa a ser muy dispersos; que están más sensibles y lloran con más facilidad; y que están desmotivados por hacer cosas que antes disfrutaban”, señaló. 

Las emociones tienen una base fisiológica que se pueden proyectar en dolores que sentimos al 100%. El cuerpo puede ser como una olla. Si es una olla de presión, como en una situación estresante, por ese huequito sale todo el humo hacia afuera, porque por algún lado tiene que salir. Entonces la parte física es muchas veces por ese huequito por el que estamos drenando las emociones que son muy fuertes para contenerlas nosotros solos”, explicó. 

Finalmente, la psicólogo calificó la coyuntura como una oportunidad para que los padres se nivelen emocionalmente con sus hijos. Detalló que no existe nada más validador para un niño o adolescente que sentir que tiene a sus padres experimentando lo mismo. “Un poco el mensaje es que hay que darle espacio a la tristeza como una experiencia compartida (…) Compartir la emoción y ofrecer contención con abrazos, y reafirmarles que estás con ellos”.  

Papá y mamá como “proveedores”

Bolívar explicó que los padres están pasando por un periodo extendido de estrés por la falta de empleo o de comida y esto a su vez desregulariza a los niños y adolescentes. “Las habilidades que tenían de lidiar con las situaciones difíciles, los recursos que ellos utilizaban como salir a la calle, o verse con los amigos, ahora no los tienen y eso hace que los comportamientos se exacerben y, en casos extremos, pueden llevar a situaciones peligrosas”, argumentó

Sin embargo, señaló que los padres deben enfocar estas carencias con sus hijos de manera tal que entiendan que los adultos están haciendo todo lo que está a su alcance para tener las cosas que ellos (los hijos) necesitan. “Quizás lo más difícil puede ser el no caer en la tentación de que los conflictos te lleven a culpar a los niños. Los niños cuando son menores de siete años internalizan todo como si fuera culpa de ellos. Se debe volver a un tema de el papá como proveedor”, dijo. 

Tomar tiempo y espacio 

Schnell indicó que las parejas deben conversar, negociar y dividirse el tiempo con los más pequeños de la casa, de manera que cada adulto tenga también un tiempo y un espacio para estar consigo mismo. “El tiempo libre para los padres es muy importante”, dijo.  

Aconsejó que si en la casa hay niños de distintas edades se debe tratar de hacer actividades acordes para ellos. “No debe ocurrir que los padres no descansen y le encarguen al adolescente de la casa el cuidado del hijo menor. Los niños y adolescentes también están viviendo una situación de estrés y son los adultos los encargados de evitarlo o disminuirlo”, advirtió. 

Dar una buena atención a todos los integrantes de la familia

La experta en conducta humana aseguró que se debe dar atención de manera semejante a todos los integrantes de la familia, incluida la pareja. “Lo que mantiene a una familia es el amor y el trabajo que se le dedica. Se le debe dar atención a todos en su momento y de acuerdo a las necesidades generacionales que cada miembro de la familia tenga”, aseguró. 

Además recalcó que los padres no pueden olvidar ante un episodio de molestia o de frustración que la persona que tienen enfrente es un ser que aman. “Los padres tienen el reto de estar 24 horas con los niños, por lo que deben aprender a comunicarse, a hablar, a escuchar y a entender al otro. Nunca deben olvidar que su papel es el de dar amor y enseñar; deben tener cuidado con dar ejemplos que no son”, recalcó. 

Dividir el trabajo en casa e integrar a la familia con las responsabilidades 

Schnell explicó que la coyuntura del coronavirus es una buena oportunidad para integrar a los niños y adolescentes en el mundo de los adultos y para que conozcan el trabajo de los padres. Por eso recomienda a los hacer un listado de tareas de la casa para dividirlas entre ellos, e incluso integrar a los niños y empoderarlos con responsabilidades. 

“Los adultos primero identificar las tareas que se deben hacer en la casa y luego reunirse con los muchachos y discutir qué tarea quiere cada cual, considerando que la imposición no es buena. Convencerlos que cooperar es lo mejor que pueden hacer”, explicó. 

Hacer una rutina y una estructura flexible

Al dividir las tareas también se deben establecer rutinas para que los más jóvenes de la casa mantengan un marco de orden y estabilidad que les permita a los niños y a los adultos qué es lo que van a hacer en el día. Schnell explica que los niños deben hacer las labores en el momento que ellos quieran, pero lo importante es mantener una rutina que sea flexible pero que también brinde estabilidad y orden. 

La psicólogo clínico, por otro lado, añadió que la creación de rutinas le da a los niños un sentido de predictibilidad y de control, especialmente si ellos fueron partícipes en su creación, algo que es muy importante para que se sientan motivados y empoderados. Detalló que se pueden sentar en la noche con ellos y preguntarles las cosas que quieren lograr al día siguiente y, en lugar de tener un horario detallado, tienen un listado de metas del día. 

“Con las rutinas el niño tiene la flexibilidad de elegir en qué momento juega, algo muy importante para procesar la ansiedad que pudiese sentir. Pero también los padres deben ser intencionales con las rutinas preexistentes que tienen que ver con el cuerpo, como es el sueño y la comida. Hay que asegurarse de que los niños tengan sus ocho horas de sueño y respeten los horarios de las comidas. Tienen que ser un poco más directivos con eso” 

Conversar las expectativas académicas con los niños 

Las especialistas en conducta coincidieron en que la educación en casa es una tarea retadora para los padres. Puntualmente, Bolívar explicó que los niños y adolescentes no tienen acceso a las cosas que tenían antes como a sus amigos y a su salón, por lo que deben pasar por un proceso de ajuste. 

Por esa razón, explicó que los padres deben conversar con sus hijos las expectativas reales que se tienen sobre ellos, tomando en cuenta la adaptación del sistema educativo a la casa. 

“Para un niño es muy importante lo que un maestro piense sobre ellos, especialmente cuando es chiquito. El maestro es un modelo a seguir. Con las clases en casa pueden sentir que no están pudiendo cumplir con las tareas que están siendo esperadas y, como como papás, nuestro rol es ayudarlos a ellos a manejar esta nueva circunstancia en la que estamos viviendo”, detalló. 

Hizo énfasis en que no se puede esperar que los niños cumplan con las mismas expectativas, especialmente cuando los papás tienen que trabajar y no tienen toda la flexibilidad para poder estar con ellos al 100%. 

Limitar la exposición a las noticias 

Bolívar señaló la importancia de limitar el consumo de información que tienen los niños y adolescentes, pero también el de los propios padres. Contó que ella le dice a los papás que lo importante en la coyuntura es mantenerse informados sobre lo que es importante para cada uno y lo que se delimita a la ciudad en donde viven. Cuestionó los beneficios de saber todo lo que pasa en todos los rincones del mundo a toda hora. 

Las noticias visualmente nos impactan mucho más que cuando las leemos o escuchamos. A veces cuando navegas en redes sociales ves imágenes de noticias de cosas que no quieres ver. Con los adolescentes se deben tener conversaciones abiertas sobre qué cuentas están siguiendo, a qué tanta información nos estamos exponiendo como familia ya que pueden haber imágenes que pueden ser muy traumatizantes. Por ejemplo, las fotografías de las personas cuando fallecieron en Italia o en Ecuador que son muy fuertes, por ejemplo, para un niño de diez años”, dijo. 

Recomendó crear algún tipo de protocolo o conversación sobre la información que se está consumiendo en la familia. “Los chamos, especialmente los adolescentes, aprenden por ejemplo. Si un chamo ve que su papá está todo el día pegado en las noticias y todo el día en redes sociales, está teniendo un estándar doble. Para los papás es muy importante reflexionar cuál es el modelaje que uno está dando en un momento difícil en donde todos están igualmente estresados (…) El concepto debe ser mantenerse informado pero no infoxificarse”, aseveró. 

Schnell agregó que los padres deben explorar si sus hijos tienen miedo y explicarles con claridad, pero sin exagerar, la pandemia que está afectando al mundo. Sugirió no darles cifras abrumadoras de fallecidos, sino darles la información de la OMS y de la OPS que les puede ser de utilidad, para así no alarmarlos. 

Salir al aire libre, con prudencia

Ambas especialistas coincidieron en la importancia de salir por unos minutos a tomar una caminata o a jugar en un espacio abierto, especialmente en el caso de los adolescentes. 

Bolívar subrayó que esto es especialmente importante para las familias que viven en espacios muy pequeños. “Yo les recomiendo salir 20 minutos a dar una vuelta, cumpliendo con todos los protocolos de aseo al llegar a la casa, ya que eso les puede asegurar su salud mental. Sobre todo para las personas que viven en situaciones de pobreza extrema, que viven en espacios muy pequeños. Seis personas encerradas por un mes en un hogar del tamaño de un estudio, sin salir, no es un entorno viable”, dijo. 

“El estrés es catecolamina y cortisol circulando en tu cuerpo. Eso produce una sensación de energía que no puedes agotar. Es por eso que es importante quemar energía”, explicó la doctora Schnell. 

Además aportó como idea que en los edificios se organicen los vecinos y definan en qué horarios puede bajar cada hijo, para así evitar el contacto con otros pero disfrutar de unos minutos al aire libre para liberar el estrés. “Cuando son pequeños no es recomendable, pero con los adolescente sí porque se les puede hacer entender la importancia de tener cuidado con lo que tocan y mantener las medidas de seguridad e higiene al llegar a la casa”, detalló. 

“Oportunidad de oro para reconectar con la familia extendida”

Schnell asegura que la cuarentena generalizada en el mundo es una buena oportunidad para que los venezolanos se pongan en contacto con sus familiares fuera del país. “Tenemos a una cantidad de amigos y familiares en el extranjero con los que podemos recuperar el contacto. No necesariamente tiene que ser una llamada de 50 minutos, con solo escribirle por Whatsapp o mandarles un correo te vuelves a incorporar con ellos y se pueden dar apoyo entre sí”, dijo. Añadió que se le puede enseñar a los niños a comunicarse con esos primos con los que habían perdido el contacto por la diáspora, por ejemplo. 

Bolívar detalló que para las personas que viven en espacios muy pequeños es importante mantener contactos telefónicos con otras personas a diario, especialmente en el caso de los niños. Argumentó que en situaciones de preocupación es importante evitar sentirse solo, por eso recomienda mantener contacto con vecinos, amigos, familiares y crear conexiones, dentro de lo que puedan. 

Visualizar y planificar el futuro

“Yo suelo hacer con los niños y adolescentes ejercicios de visualización en los que les pido a los niños que se imaginen y planifiquen desde la A hasta la Z todo lo que van a hacer cuando esta cuarentena termine. A dónde van a ir, qué se van a poner, con quién van a estar, etcétera. Esto es un espacio de receso mental que alimenta la ilusión”, dijo. 

Aseguró que esta es una técnica que se utiliza con frecuencia en la terapia cognitiva conductual, ya que está comprobado que cuando una persona piensa en cosas que va a hacer en el futuro y hace un paso a paso, genera en su cerebro los mismos neurotransmisores que cuando se está haciendo la actividad. 

“Este es un elemento que puede ayudar a los papás para distraer a sus hijos de la realidad.  Pero es un proceso largo. Es como ir a terapia. Como papás debemos entender que es algo que va a tener altos y bajos, pero es un aprendizaje”, finalizó. 

La doctora Schnell, por otro lado, recomendó a los adultos planificar cómo van a resolver problemas que tenían en su trabajo o en otros entornos, antes de la cuarentena. 

Ejercicios de relajación 

Para todos los niños y adolescentes, pero especialmente para aquellos que viven en hogares con entornos estresantes, la doctora Schnell recomendó la meditación. “Si sientes miedo o angustia, te puedes sentar en algún lado solo, cerrar los ojos, y enfocarte en tu respiración. Si te cuesta concentrarte, puedes decir “entra-sale” y te centras en ese ritmo. Una vez tranquilizado, piensas en lo que tú quieras”, indicó. 

Indicó que esta es una buena práctica para dejar de estar afuera para estar con uno mismo.