Nuestra misión diplomática en Canadá I - Runrun
Nuestra misión diplomática en Canadá I
No he sido un embajador convencional. Soy embajador del sufrimiento, la libertad y esperanza de mi pueblo. Embajador de sus DD. HH., la justicia y el deseo de volver a casa

 

@ovierablanco

Desde aquella mañana fría y oscura del día 29/1/2019 cuando el presidente Juan Guaidó Márquez nos designó embajador en Canadá, mucha agua, mucha nieve, mejor dicho, ha corrido debajo del puente. Una experiencia extraordinaria -noble y honorable- que amén de los riesgos y desenlaces, ha sido la más virtuosa de mi vida.

Dice PIERRE-ADRIEN DE COURCELLE que la diplomacia es el camino más largo entre dos puntos. Agregaría, un camino laborioso que, bien andado, evita muchas guerras… Por eso suprimir la diplomacia es, posiblemente, conculcar un camino a la paz.

Correr sin descanso

Ha sido una bendición asumir como embajador de Canadá. Confieso que, conociendo la complejidad del momento y del formato de gobierno parlamentario, la pelea contra el régimen era muy inequitativa. Pero toda lucha contra una dictadura comporta desigualdad, por lo que un reconocimiento internacional (que superó 60 países) a un Gobierno Encargado (G. E.) sin duda acercaba los dos puntos, entre la opresión y la puerta a la libertad.

Embajadores por la libertad

Embajadores por la libertad

–“Profesor, hoy a las 10:00 a. m. (29/1/2019) vamos a sesionar en la AN sobre la designación de embajadores del G. E. Queremos contar con Ud. en Canadá… Al escuchar al presidente Guaidó aquella madrugada gélida, caí en cuenta del alcance de aquella oferta. Por un lado, un gran honor; y, por otro, grandes desafíos, personales y familiares. Quizás no volver a Venezuela.

Teniendo en mente nuestro compromiso respondí: -Cuente conmigo, presidente. Será un honor representar el anhelo de libertad y democracia de nuestra gente en Canadá, en Venezuela y el mundo”. Así comenzó un largo y luminoso andar. No lo hemos recorrido a solas. He estado acompañado de mi esposa, mi familia y de venezolanos muy capaces.

–Buenos días embajador. Soy Álvaro, ingeniero químico venezolano (UCV), máster en Columbia y vivo en Toronto. He sabido de su nombramiento. ¿Quiero ayudar (…)

–¿Como consiguió mi teléfono?, respondí.

–La verdad me lo dio un común amigo (…).

–Bueno muchas gracias por su buena voluntad. No le conozco, pero le llamaré. Tiene un extraordinario currículum. Pronto se convirtió en nuestro primer jefe de despacho, seguido de otro excelente profesional: el ingeniero, de la USB, Edgardo Romero.

Dios nos trajo a venezolanos de primera a nuestro lado. Es momento de agradecer y destacar su excelente desempeño. Álvaro Briceño, Edgardo Romero, Elías León. Sergio Graterol, Jessica Clough. Diego Lizarra, Donnatella Bove. Cada uno ha jugado un papel estelar en nuestra gestión diplomática. También colaboradores en cada ciudad: Katiuska Rivas, Tulio Quintero, Iván Contramaestre, Patricia Ochoa, Josué Ramírez. Venezolanos-canadienses quienes, desinteresada y voluntariamente, han dedicado su tiempo y voluntad a soñar por una Venezuela libre, próspera y democrática. Hay muchos más. El equipo legal. Disculpen no mencionarlos…

De tren en tren…

La primera reunión fue la Cumbre del Grupo de Lima organizada por Canadá en Ottawa (4/2/19). Emocionante y halagador ver al PM Justin Trudeau reconocer al G. E. y darnos la bienvenida como embajador de Venezuela en Canadá. El reconocimiento que hicieron la mayoría de los países de la OEA. Pero lo más importante era que, por primera vez desde 1999, Venezuela tenía otro gobierno. Sin control territorial, pero con control de la esperanza de nuestros migrantes y la confianza de la comunidad internacional.

 Comenzó un periplo indetenible. Visitar a los embajadores aliados –de América y Europa– en Ottawa. Reuniones con ministros de Estado de Canadá, parlamentarios, autoridades de DD. HH., foros académicos, ACNUR Canadá, centros de pensamiento. El exembajador de Canadá en Venezuela, Ben Rowswell (Canadian International Council) ha sido un gran mentor y aliado…

Viviendo en MONTRÉAL teníamos que viajar –de tren en tren– cada semana nieve, truene o relampaguee a Ottawa. Traslados sufragados de nuestro bolsillo. Visitas a la diáspora. También estuvimos en Israel; Parlamento Europeo, la ONU (Ginebra y NY), en la CPI de La Haya, España y Colombia (viajes sufragados por mí).

Todos somos embajadores

Todos somos embajadores

En Canadá no ocupamos la sede de la embajada ni la residencia oficial. Éramos embajadores errantes y sin despacho, a mucha honra. Nuestro “techo” era nuestra dignidad. Y, nuestra misión, visibilizar la crisis institucional, social y humanitaria del país.

Embajadores del dolor, la libertad y la esperanza

Debo reconocer el apoyo inicial de la embajadora de EEUU en Canadá (2019) Kelly Craft (también embajadora ante la ONU). Con gran fraternidad ofició un encuentro en su residencia para presentarnos con la comunidad de embajadores en Ottawa. Recuerdo que al llegar conduciendo e identificarme en la puerta de Seguridad, me dicen: “Lo siento señor, Ud. no aparece en la lista de invitados…”. Elías, mi asistente (voluntario) un brillante estudiante de derecho y diplomático venezolano de la Universidad de McGill, la replica:

–¿Cómo no va a estar en la lista, si es el embajador homenajeado? (…).

–Ah disculpe, respondió el uniformado… ¿Quien conduce es el embajador? Y sentenció: “Cool un embajador que maneja. Claro, por eso no le encontré en la lista de conductores. Sorry…”.

Comenzó nuestra intervención:

–Vengo para aclarar que no soy un embajador convencional. Soy embajador del sufrimiento, la libertad y la esperanza de mi pueblo. embajador de sus DD. HH., de la justicia y de nuestro deseo de volver a casa. Embajador de nuestras mujeres y niños que no tienen donde comer…”. Tuve que parar. La vergüenza acompañada de imágenes desgarradoras en mi cabeza, de madres cargando recién nacidos en estado de inanición (en Venezuela) colmaron mi palpitación. Pedí excusas… La embajadora de USA se paró de la mesa y se acercó a abrazarnos… “Extienda embajador el abrazo de EE. UU. a su gente. Estamos con ustedes”.

También debo agradecer al embajador de Colombia en Canadá, Federico Hoyos. Muchas veces nos albergó en su residencia y, en ella, nos hizo una pequeña recepción con motivo de nuestra acreditación y, posteriormente, por la visita del presidente Guaidó. En ese viaje Colombia anunciaba el Estatuto de Protección Temporal para venezolanos en Colombia, decretado por el presidente Iván Duque; mientras que Canadá anunciaba recursos para nuestros migrantes en ese país, más Perú y Ecuador.

Canadá y nuestra gente. Amables y generosos

La Cancillería Canadá y su Parlamento (Conservadores y Liberales) siempre han demostrado solidaridad con Venezuela. Medidas:

  1. Prohibición de deportación de venezolanos,
  2. extensión de vigencia de nuestro pasaporte,
  3. sentencias a favor de refugio por residencia,
  4. remisión contra Maduro ante la CPI, 
  5. anfitrión de la Conferencia de Donantes por Venezuela, 
  6. patrocinante y promotor de la Misión de Determinación de Hechos del CDH de la ONU; 
  7. donante más de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria; 
  8. promotor de defensa de DD. HH.

El recibimiento del presidente Guaidó en el Parlamento canadiense vino acompañado de una ovación de pie de todas las bancadas. El PM Justin Trudeau lo recibió como jefe de Estado.

Nuestra gestión:

  1. Miles de trámites consulares (gratuitos),
  2. conversión de licencias, 
  3. Certificación de títulos universitarios, 
  4. supervisión de procesos de reunificación familiar, acogida y asentamiento, 
  5. relaciones con los organismos del Estado,
  6. encuentro y talleres de trabajo con venezolanos en Canadá;
  7. visitas desde Halifax a Vancouver, de Calgary a Edmonton, de Toronto a MONTRÉAL y Ottawa.
Balance: rindiendo cuenta

Balance: rindiendo cuenta

Más de las veces llegamos a casa de amigos o parientes. Nada de limosinas, choferes, ni banquetes. Mi despacho en Ottawa era Gooneys, una exitosa cafetería venezolana cuyo propietario nos da acogida, arepa y café.

Orgullosos: misión cumplida

No existe mayor orgullo que trajearse de tricolor y compartir nuestra causa restauradora con nuestra Venezuela en Canadá. Secar una lágrima a quien se reencuentra con su hija, sacarle una sonrisa a quienes lograron su trámite migratorio por tener un pasaporte extendido; obrar por los DD. HH. y por la liberación de los presos políticos; ayudar a colegios y universidades en Venezuela, a nuestros graduandos de la UCV, a comunidades humildes en el Cují, Maracaibo, Valencia, Cumaná, Táchira, Caracas o Maracay; repatriar a venezolanos perseguidos; denunciar el oro de sangre del Arco Minero, entre otros, ha sido la misión cumplida de nuestra Misión diplomática. Dios y muchos compatriotas pueden dar fe de nuestra mano amiga.

En nuestra próxima entrega, más detalles de nuestra gestión rindiendo cuentas a Venezuela en el marco de nuestro proceso de terminación de nuestra Misión Diplomática en Canadá.

¡Gracias Venezuela!

* Embajador de Venezuela en Canadá

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