Mérida y San Cristóbal están cerca solo en el mapa - Runrun
Mérida y San Cristóbal están cerca solo en el mapa
El viaje entre estados vecinos dentro de Venezuela, al final del día, se convierte en un melancólico camino que supone un choque con la dura realidad que se vive a diario

 

Carreteras repletas de colas de vehículos esperando surtir su tanque de gasolina. El viaje entre estados cercanos se convierte en una travesía para todos aquellos que van camino a casa a reencontrarse con la familia.

La vía es un paso irregular que retrasa horas de travesía. Las condiciones vulnerables de la carretera trasandina obliga a los transportistas y pasajeros a buscar vías alternas y viajar más horas para llegar a su destino. 

El viaje comenzó a las diez de la mañana. Desde el terminal de pasajeros de Mérida hasta San Cristóbal normalmente son cinco horas y media de viaje pare recorrer los 216 kilómetros de distancia de una ciudad a la otra. La hora de llegada era a las tres y media de la tarde, pero el recorrido nuevo por Zea sumaba una hora más de viaje.

Durante el viaje se puede observar grandes baches en la carretera que reflejan la realidad de la mayoría de las vías que conectan los estados de Venezuela y se convierten en más tiempo para cubrir la distancia.

A las doce del mediodía, apenas faltaban 20 kilómetros más para salir, por fin, a la Tendida ubicada en el estado Táchira.

Recorrer el Páramo de Mariño, con una hora extra, le permite al viajero analizar las condiciones a las que se enfrenta: carretera con una infinidad de baches, huecos y fallas de borde.

A esto se le suma las paradas inesperadas que hacen los chóferes del bus para hacer cola y surtir la unidad de combustible. En medio de la nada, y por medio de convenios por suerte, al viaje se le suman unos 20 minutos más. 

Al llegar a La Tendida, el bus, que por suerte se encontraba en perfectas condiciones, se detuvo a surtir gasoil en la bomba principal de la entidad, pasaron unos 15 minutos y se logró surtir la unidad.

¡Café, cigarros y pastelitos! Se escucha a lo lejos en una infinita cola que da más de una vuelta a la manzana. Vendedores de calle que también buscan la manera de sobrevivir. 

gasolina
Carretera Mérida-Táchira

De tanta vuelta los pasajeros no saben en qué momento están acercando a su destino. Y entre la vista montañosa se pierde entre los carros que esperan surtir gasolina en la bomba principal de La Tendida.

Mientras el país se enfrenta estos últimos días del año a un incremento de una devaluación constante, los venezolanos siguen buscando maneras de subsistir en medio de un país que no luce como en las promociones de Venezolana de Televisión. 

El viaje entre estados vecinos dentro de Venezuela, al final del día, se convierte en un melancólico camino que supone un choque con la dura realidad que se vive a diario. Y una larga espera.

Recorrido Andino 

Desde la ciudad de los caballeros, Mérida, hasta la ciudad cordial, San Cristóbal el paso andino se hace eterno. Los túneles de El Vigía siguen colapsados desde hace meses, y esa es la única vía principal que hacía mucho menos pesado el viaje para los pasajeros.

Entre pueblitos y el páramo andino la realidad de la escasez de gasolina se hace mucho más aguda y sobre todo son los productores de la zona los que más la padecen.

«Quién sabe a qué hora llegaremos a Táchira, de tanta vuelta los vamos a marear», comentó el chófer a cargo de la unidad que iba con destino a la ciudad cordial.

Sin embargo, la alegría de los niños que están en cada paso irregular con un año viejo hecho de retazos viejos y palos de madera hace un poco más llevadero el camino. 

El venezolano siempre busca la manera de ser feliz en medio de tantas vicisitudes Aunque la dura realidad sigue golpeando y aún mucha gente por esta y otras razones sigue migrando. 

El viaje por el paso andino, lleno de colas de gasolina, venta de pólvora y niños pidiendo para el año viejo, refleja las condiciones no solo de la región sino de Venezuela, que espera  un cambio que se ve tan lejos como el destino final de esta travesía.

7 horas después, dos horas más de lo esperado,  aquellos que viajaron al reencuentro familiar lograron coronar la travesía. Viajar por carretera en Venezuela con las horas contadas nunca es buena idea.