Yo tenía una luz … por Carolina Jaimes Branger
Del cuento del sabotaje que hacían las iguanas y las ratas (que han debido haber sido entrenadas en el imperio, por lo eficientes) , ahora pasamos al cuento de El Niño. El Niño es el culpable de la crisis eléctrica, aunque no me extrañaría que también dijeran que a El Niño lo mudaron los gringos de Perú a Venezuela.
La crisis eléctrica no es nueva en Venezuela. Es nueva en Caracas. Quienes hemos vivido en el interior conocemos cuán precario es nuestro sistema eléctrico. Yo viví en Maracay veintiún años y puedo dar fe de que cuando llovía era casi una fija que se fuera la luz. A veces por pocos minutos, pero otras por horas. Esa situación empeoró cuando Chávez llegó al poder. No sé qué era lo que hacían –o lo que no hacían- pero el hecho es que la precariedad del sistema eléctrico era notoria. Los transformadores explotaban, los lapsos sin luz eran cada vez más largos y las facturas de Cadafe/Corpoelec, las más caras de Venezuela, por un servicio que no recibíamos.
Los caraqueños están experimentando lo que les evitó la Electricidad de Caracas cuando era una empresa privada. No sé cuál es el miedo de hablar de privatización, cuando las empresas que mejor funcionan son las privadas.
¿Quién puede negar que la Electricidad de Caracas era una compañía modelo? Comparen la de antes con la de ahora. Piensen en Jesse Chacón, en Rafael Ramírez, en Alí Rodríguez Araque… ¿qué hicieron por el sistema eléctrico? Jesse Chacón fanfarroneó con aquella promesa de que renunciaría si al cabo de cien días no resolvía la emergencia. Duró dos años y cuatro meses y ahora todo está peor. Pero lo premiaron con una embajada. A todos los que han colaborado a destrozar el sector eléctrico los premian con una embajada. Me imagino que Motta Domínguez estará prevenido al bate.
El pasado martes estuvieron en el programa de César Miguel Rondón dos personas serias e informadas: Diana Mayoral, tesorera de Consecomercio y Víctor Poleo, ex vice ministro de Energía, quien ya en dos oportunidades ha sido citado por el CICPC/SEBIN por declarar sobre la emergencia eléctrica. Y es que el sol, hablando de luz, no se puede tapar con un dedo.
Las cifras que mencionaron paran los pelos de punta: 50 mil millones de dólares costó la emergencia eléctrica y estamos sin luz. Y así todo, quieren declarar otra emergencia eléctrica. ¿Para qué, para terminar de raspar la olla?…
“Hemos estimado que la sobrefacturación en las inversiones eléctricas de los últimos años ronda los $17 mil millones, más que las reservas”, dijo Poleo. ¿Dónde está ese dinero? Recuperarlo nos daría la posibilidad de invertirlo para solventar esta crisis energética. La empresa argentina IMSA y la brasilera Odebrecht -sin conocimiento de turbinas- llevan cinco años de retraso y 10 mil millones de dólares de sobrefacturación solo en el proyecto Tocoma. Sería bueno también saber qué ha pasado con los contratos firmados a instancias de Zapatero y Moratinos con la empresa Duro Felguera.
Poleo ha estado siendo entrevistado por muchos medios y sus declaraciones han sido lapidarias. No me extrañaría que volvieran a citarlo o hasta ponerlo preso: “Las lluvias no obedecen órdenes militares, es inútil la Misión Lluvia Soberana de Motta Domínguez”. “Alí Rodríguez es un estafador político responsable con Rafael Ramírez de despilfarro y corrupción”.
En fin, según Poleo, hay que “dinamitar Corpoelec” y descentralizar. Totalmente de acuerdo con él.
“Yo tenía una luz que a mí me alumbraba, y venía el gobierno y ¡zuás! Y me la apagaba”…