Denuncian nuevas imputaciones y condiciones deplorables de reclusión de Igbert Marín Chaparro - Runrun
Denuncian nuevas imputaciones y condiciones deplorables de reclusión de Igbert Marín Chaparro

Nuevas imputaciones fueron agregadas al teniente coronel Igbert Marín Chaparro, quien está detenido desde el año 2018 y ahora está recluido en un calabozo de El Rodeo I.

Así lo denunció Ignell Marín, hermana del militar, este miércoles 6 de marzo, mediante un video que se difundió en X.

Ignell recordó que el pasado 2 de marzo su hermano cumplió seis años preso y que desde octubre de 2023 podía optar por la libertad condicional.

«En días recientes fue imputado por nuevos delitos con penas de hasta 30 años de prisión, esto ocurrió en una audiencia sorpresiva que se hizo de noche en la misma sede de la Dgcim con la imposición de un defensor público, negándole pese a su solicitud, la presencia de sus abogados de confianza», denunció su hermana.

 

En esa audiencia, prosiguió Ignell Marín, a Igbert lo acusaron de supuestamente participar en el caso «La Viñeta», una supuesta conspiración que buscaba «atentar» contra la vida del gobernante Nicolás Maduro y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

«Mi hermano niega estas acusaciones y es que es absurdo pensar que él, desde una cárcel de máxima seguridad, puede burlar los estrictos controles que allí imperan y participar en acciones de esta naturaleza», apuntó Ignell Marín en su denuncia.

La hermana de Igbert precisó que, además, lo trasladaron al anexo de máxima seguridad del Rodeo I, «donde enfrenta condiciones infrahumanas».

«Lo despojaron de sus pertenencias y tenemos prohibido llevarle insumos básicos. Lo mantienen encerrado en una celda insalubre donde apenas hay una letrina. No tiene provisión de agua potable y no le han permitido recibir el sol. Las escasas porciones de alimento que recibe en su celda no cubran sus necesidades. Le han negado la visita de sus abogados y no le permiten la comunicación con sus hijos. Las dos visitas que me han autorizado tuvieron una duración máxima de 20 minutos, se dieron bajo vigilancia extrema con un vídeo y una reja de por medio. Para llegar a ese lugar fue encapuchada una parte del trayecto por funcionarios que en todo momento sus rostros con pasamontañas», denunció Ignell Marín.

La hermana del teniente coronel denunció también que esta situación imposibilita que sus padres puedan ver a Igbert, sobre quien dijo que está «visiblemente más delgado» y recientemente sufrió una crisis hipertensiva.

«Tememos que su situación sea grave, pues no hay centros de salud cercanos», manifestó la hermana.

También, Ignell denunció que las torturas psicológicas a las que Igbert es sometido también afectan a su familia. «Estas vejaciones están generando profundos daños que nos mantienen en un estado de angustia permanente», dijo.

«Las terribles condiciones que hoy enfrenta Igbert demuestra un recrudecimiento en la vulneración de los derechos humanos que ha sufrido desde el mismo momento de su arbitraria detención, en franca violación a las leyes nacionales e internacionales. La grave situación de mi hermano evidencia una confabulación para impedir lo que hasta el momento era su inminente libertad y perpetuar su ya injusta prisión», sentenció Ignell Marín.

Detenido y torturado

Igbert Marín Chaparro fue detenido el 16 de marzo de 2018 dentro de Fuerte Tiuna, por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) junto a otros siete oficiales. Estuvo varios días bajo una desaparición forzosa.

Lo llevaron al Ministerio de Defensa para una reunión con el ministro Vladimir Padrino López y los generales Jesús Suárez Chourio e Iván Hernández Dala.

Marín Chaparro, entonces jefe del Batallón Ayala, fue presentado en tribunales militares, donde se le acusó de presunta traición a la patria, instigación a la rebelión y delitos contra el decoro militar.

En diciembre de 2020, el militar fue condenado a siete años y seis meses de prisión. Aunque tenía orden de traslado a Ramo Verde, lo llevaron a «La casa de los sueños», lugar denunciado por organismos internacionales -entre ellos la Misión de Determinación de Hechos de las Naciones Unidas- como un establecimiento de torturas para aquellas personas detenidas en esa sede.

Según un testimonio del preso político, publicado en la cuenta de Twitter de la Coalición para los Derechos Humanos y la Democracia, fue sometido a siete días de torturas. Detalló que le pusieron bolsas en la cabeza con gases lacrimógenos, lo golpearon y le fracturaron costillas.

En diciembre de 2021, Marín Chaparro estuvo en huelga de hambre en las celdas de la Dgcim. Lo hizo en protesta por las torturas, tratos crueles e inhumanos que ha sufrido desde su detención. La huelga duró 17 días.